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El inconveniente es que los sistemas
educativos son obsoletos y no se
adaptan a los niños; los padres cada
vez pasan menos tiempo con los niños,
y la familia se está desintegrando.
“Advertencia: El
metilfenidato (ritalín) puede
provocar dependencia. No
use ni más ni menos que la
dosis indicada, ni tampoco
más seguido ni por más
tiempo que lo prescrito por
su doctor. Dígale a su doctor
si tiene antecedentes de
abuso o dependencia del
alcohol o las drogas”.
–MedlinePlus
Con un diagnóstico como éste
podemos drogar a los niños y
anestesiarlos, ¿pero durante cuánto
tiempo? ¿Unos cuantos años? ¿Acaso
las drogas no dejan efectos secundarios
y crean drogadictos?
Esta forma en que la sociedad tapa
los síntomas para luego crear otros
problemas es muy conveniente para la
industria farmacéutica, pues no
sabemos vivir sin problemas.
¿Qué Pasa con la Educación?
Actualmente, los niños ya no se
someten a la autoridad como lo hacían
en tiempos pasados. Se comportan de
otra forma y desafían mucho más a los
docentes.
Los centros educativos aplican
sistemas pedagógicos que funcionan a
la manera de un ejército, donde sólo
los que funcionan como el sistema
quiere son considerados los mejores,
y si no se adaptan, no pasan al
siguiente nivel, tal como en el ejército.
Los docentes se sienten con las
manos atadas, sin poder hacer
demasiado. De pronto llega una gran
cantidad de niños que sólo atienden
cuando algo es de su interés, y ni el
sistema educativo ni los maestros y
profesores saben de qué modo
reaccionar.
Si todo evoluciona, ¿por qué la
educación no lo hace en la misma