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Medios Narrativos para Fines Terapéuticos - El Desarrollo Involucra ...

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98 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS<br />

hablar conmigo y su madre parecía humillada y desconcertada por<br />

la situación. No asistieron a ninguna otra cita a pesar de mis frecuentes<br />

llamadas telefónicas.<br />

En respuesta escribí la siguiente carta a la madre de Haare:<br />

Preferiría tener una cita con usted y con todos aquellos que están<br />

preocupados por el hecho de que Haare no se cuide, que asistir a su<br />

tangi 3 y llorar sobre su cuerpo.<br />

Estoy tan preocupado que, si decide no celebrar otra entrevista, le<br />

ruego que me llame y me diga que he hecho todo lo posible <strong>para</strong> impedir<br />

la muerte de Haare.<br />

Atentamente,<br />

D.E.<br />

La madre de Haare llamó pidiendo una cita. Insistí en que convocase<br />

a su whanau (toda la familia) y dije que no les vería a menos<br />

que asistieran como mínimo 20 personas. Éste era un enfoque culturalmente<br />

aceptable en una crisis de este tipo. En el encuentro, todos<br />

estuvieron de acuerdo con la formulación de que «este chico no<br />

se cuida lo suficiente y por esta razón puede morir». Haare, como<br />

de costumbre, ignoraba a todos los reunidos en su casa. También<br />

había dejado de asistir a la escuela desde la muerte de su abuela. Se<br />

discutió acerca de dónde debía vivir Haare y quién debía «hacer de<br />

madre». Hubo acuerdo respecto a que Haare debía permanecer con<br />

su madre biológica, aunque todos sabían que ella apenas le conocía.<br />

Todos expresaron su preocupación acerca de que ella no pudiese<br />

controlarle, en parte como resultado de los mimos y cuidados desmesurados<br />

que había recibido de los abuelos fallecidos.<br />

Se tomaron diversas decisiones por consenso. Uno de sus tíos se<br />

aseguraría de que Haare asistiera regularmente a la escuela. Varias<br />

de sus «tiítas» observaron que el chico no había guardado luto por<br />

sus abuelos, diciendo que «sus sentimientos se estaban agriando en<br />

su interior». Se propusieron revisar las fotografías de los abuelos y<br />

sus recuerdos <strong>para</strong> expresar su tristeza en presencia de Haare. La<br />

madre biológica recibiría el apoyo de lodos en su intento de ejercer<br />

el control materno sobre él, con la condición de que pidiese la ayuda<br />

de cualquiera de sus parientes si surgía la necesidad. Los «primos»<br />

de Haare acordaron no permitir que les acompañara en sus<br />

«salidas a la ciudad» si Haare no iba a la escuela ese día.<br />

3. Palabra maorí que significa «funeral».<br />

UNA TERAPIA RELATADA 99<br />

En los doce meses posteriores al encuentro, Haare sólo pasó un<br />

día en el hospital. Durante los cinco años siguientes, estuvo hospitalizado<br />

una media de dos días al año.<br />

La señora Smith 4<br />

La señora Smith llamó al Centro Leslie a principios de febrero,<br />

pidiendo ayuda <strong>para</strong> su familia. Estaba muy preocupada por su hija<br />

mayor, Jane (de 15 años y medio), a quien describía como una persona<br />

con una autoimagen muy pobre, en conflicto permanente con<br />

su madre, con una actitud agresiva hacia los otros miembros de la<br />

familia, y que no iba a la escuela. Se concertó una cita <strong>para</strong> seis semanas<br />

más tarde. En este punto, no disponíamos de más información,<br />

salvo el hecho de que era una familia compuesta por los padres<br />

y dos hijas. La otra hija tenía nueve años.<br />

Llegó la hora de la entrevista, pero la familia no apareció. Unos<br />

15 minutos después, recibimos la llamada telefónica desesperada de<br />

la señora Smith, diciendo que todo aquello le parecía inútil. Jane se<br />

había negado a acudir a la cita y se había desencadenado una gran<br />

pelea familiar. Por preguntas posteriores descubrimos que, entre<br />

otras cosas, Jane se había negado a salir de casa porque tenía una<br />

erupción de acné especialmente virulenta. Al final de nuestra conversación<br />

quedamos en que nos encontraríamos con o sin Jane al<br />

cabo de dos semanas. Entretanto le mandaríamos una carta a Jane.<br />

Redactamos la siguiente carta:<br />

Estimada Jane:<br />

Te estoy escribiendo porque no pudimos vernos el miércoles pasado<br />

a las cinco.<br />

Me llamo Mary. Trabajo en el Centro Leslie desde hace cuatro años.<br />

Tengo una hija apenas algo más joven que tú.<br />

Cuando tu madre llamó <strong>para</strong> decimos que tu familia no vendría, decía<br />

que te sentías mal por el acné que te había salido. Puedo entender cómo te<br />

sentías: a veces yo también tengo erupciones en la cara y en el cuello.<br />

Me resulta difícil escribirte cuando ni siquiera sé como eres. Si me<br />

mandas una foto, yo te enviaré una mía.<br />

Bueno, está claro que las cosas van mal en tu familia. Hacerse mayor<br />

es muy duro en estos tiempos: estoy segura de que es más difícil de<br />

lo que lo era antes. Parece que a veces no vas a la escuela y que no con-<br />

4. Autores: Mary Underwood (Centro Leslie) y David Epston.

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