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Melano, Maria Paula- Lo que les pende los defiende

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INTRODUCCIÓN<br />

¿LO QUE LES PENDE LOS DEFIENDE?:<br />

Sistema de género en <strong>los</strong> cuentos infanti<strong>les</strong><br />

<strong>Melano</strong>, María <strong>Paula</strong><br />

Fac. de Fi<strong>los</strong>ofía y Letras – UNT<br />

Pauu_melano hotmail.com<br />

En <strong>los</strong> cuentos populares para niños siempre encontramos un príncipe <strong>que</strong><br />

rescata a una princesa, un leñador <strong>que</strong> salva a la niña y a su abuela, la mujer <strong>que</strong>, con<br />

casarse con un poderoso hombre, logra librarse de su madrastra y sus dos hermanastras.<br />

¿Qué tienen en común estas historias ya conocidas por todos? En todas ellas, un hombre<br />

es el <strong>que</strong> realiza la acción <strong>que</strong> favorece a la mujer; no es ella capaz de cumplir sueños<br />

por sí misma, medrar en la sociedad por sí misma y mucho menos de salvarse a sí<br />

misma: siempre se necesitará la intervención de una figura masculina <strong>que</strong> realice todas<br />

esas tareas; la mujer sólo debía dedicarse a coser, bordar, llevarle comida a su abuelita,<br />

limpiar o, simplemente, dormir.<br />

El marco teórico <strong>que</strong> nos posibilitará entender lo anteriormente mencionado es<br />

considerar <strong>que</strong> la condición social de la mujer viene determinada por la relación con el<br />

hombre. Este determinismo se llama sistema de género. El género es un asunto de<br />

aprendizaje y trabajo, más <strong>que</strong> una simple extensión de la diferencia sexual<br />

biológicamente dada, <strong>que</strong> se referiría más bien al sexo, como observa Baron (1995). En<br />

esta guerra de <strong>los</strong> sexos no se trata de eliminar al contrincante, sino de cambiar sus<br />

motivaciones: no se trata de anular completamente a la mujer, sino de subyugarla<br />

1


(Maffia, 1998). Por ello, sostiene Bonaparte (1995), <strong>que</strong> existe en esta guerra un<br />

cuestionamiento de la ideología patriarcal, en la medida <strong>que</strong> ella toma el sexo como<br />

pretexto para discriminar a una categoría de personas y establecer arbitrariamente la<br />

supremacía de otra. ¿Qué es el patriarcado? El patriarcado es una institución <strong>que</strong>, más<br />

<strong>que</strong> desigualdad, es expresión de las relaciones tradiciona<strong>les</strong> de propiedad <strong>que</strong> se<br />

reproducen dentro de la familia y <strong>que</strong> afianzan la supremacía y el poder de un sexo<br />

sobre otro (Disalnik, 1995). De tal suerte, estamos haciendo referencia a <strong>que</strong> la tradición<br />

milenaria indiscutida es la de<strong>pende</strong>ncia de la mujer respecto del varón (Asfoura de<br />

Adad y otros, 1995). Había un relevamiento de la mujer destinada meramente a la esfera<br />

doméstica del hogar y la familia, idealización de la mujer-madre y de la feminidad,<br />

como doble moral sexual y consideración de la mujer decente como un ser asexuado.<br />

(Rodríguez Villamil, 1995).<br />

Si bien estamos en una sociedad patriarcal (el hombre por encima de la mujer),<br />

<strong>los</strong> cambios a partir de <strong>los</strong> 70 implicaron <strong>que</strong> cada vez más mujeres se incorporen a la<br />

esfera pública manteniendo sus tareas como amas de casa, conocido como la doble<br />

esfera femenina (Astelarra, 2005).<br />

El patriarcado, como sistema social, tuvo una vigencia en el tiempo muy extensa<br />

<strong>que</strong> llega a confundirse con un sistema normal. El hecho de <strong>que</strong> a lo largo de la historia<br />

el hombre haya ocupado un lugar privilegiado, no significa <strong>que</strong> no existieron mujeres<br />

<strong>que</strong> se hayan revelado contra ese sistema; pero es a partir del siglo XIX, con el sufragio<br />

femenino, <strong>que</strong> la figura de la mujer se convierte en una representación de reclamo y<br />

lucha con respecto a esa realidad social, <strong>que</strong> exige una transformación social (Astelarra,<br />

1995).<br />

Luego de haber realizado esta revisión sobre <strong>los</strong> trabajos de investigación<br />

realizados en torno al sistema de género, tendremos en cuenta algunas salvedades sobre<br />

2


el cuento tradicional o cuento de hadas como subgénero y cómo se relaciona con el<br />

concepto de sistema de género.<br />

El cuento es una forma discursiva literaria <strong>que</strong> narra acontecimientos ficticios en<br />

prosa (Domínguez Colativa, 1990). Es un género muy consumido tanto por grandes y<br />

chicos, <strong>que</strong> responde a las siguientes características: relativa brevedad, poca cantidad de<br />

personajes, presenta una estructura <strong>que</strong> responde a una situación inicial, nudo y<br />

desenlace (Carilla, 1995). A <strong>los</strong> personajes <strong>los</strong> podemos analizar desde tres<br />

perspectivas: una sintáctica, es decir, una simple identificación del sujeto, sin asignarle<br />

descripciones); otra semántica, con esto nos referimos a <strong>los</strong> atributos de ese sujeto, sus<br />

acciones en el transcurso del relato); y por última, una representativa, el lector intuye<br />

<strong>que</strong> el personaje es una persona. <strong>Lo</strong> identifica siempre con un ser humano de carne y<br />

hueso (Todorov, 1970 en Domínguez, 1990). En el análisis de las figuras femeninas en<br />

<strong>los</strong> cuentos populares, me centraré en estas dos últimas: Las características y las<br />

acciones <strong>que</strong> una mujer o niña lleve a cabo en la acción narrativa y, siguiendo a<br />

Bettelheim (1990), contemplar a ese personaje ficticio como parte de la realidad social<br />

reflejada en la literatura.<br />

Luego de haber realizado este relevamiento sobre <strong>los</strong> conceptos y posiciones<br />

principa<strong>les</strong> <strong>que</strong> giran alrededor de mi trabajo, me concentraré principalmente en el<br />

sistema de género en <strong>los</strong> cuentos infanti<strong>les</strong>, no sólo en la lectura, sino también en la<br />

escritura, como producción social <strong>que</strong> expresa no sólo una creatividad, sino también una<br />

idea <strong>que</strong> la subyace.<br />

Inconscientemente, tenemos incorporado el sistema de géneros en nuestra vida<br />

cotidiana por diversos motivos: estamos en una sociedad aún patriarcal y la literatura<br />

infantil, clara muestra de ello, es contribuyente de esta jerarquía. Con el objetivo de<br />

concientizar sobre el discurso inconsciente del sistema de géneros en la literatura <strong>que</strong><br />

3


consumimos desde pe<strong>que</strong>ños, realizo este trabajo de investigación, seleccionando de un<br />

campo muy amplio de cuentos populares, sólo cuatro obras reconocidas, como es el<br />

caso de: Caperucita Roja, Blancanieves y <strong>los</strong> siete enanitos, La Bella Durmiente y<br />

Cenicienta.<br />

MOTODOLOGÍA<br />

ENCUESTAS:<br />

Se realizarán encuestas de tipo cualitativas y cuantitativas, no sólo sobre la<br />

lectura de obras literarias infanti<strong>les</strong>, sino también sobre producción, para indagar si <strong>los</strong><br />

patrones de una sociedad patriarcal y machista están arraigados inconscientemente en la<br />

escritura. Para ello, <strong>les</strong> propongo cambiarle el final a Caperucita Roja, además de<br />

ahondar en datos respecto a <strong>los</strong> cuentos infanti<strong>les</strong> más difundidos, el conocimiento<br />

sobre lo <strong>que</strong> el sistema de género representa y la opinión de <strong>los</strong> sujetos encuestados<br />

sobre esto.<br />

De tal suerte, la población delimitada se encuentra dividida en dos grupos, teniendo<br />

en cuenta si nacieron antes o después del auge del término “sistema de género”, para<br />

averiguar si en el segundo grupo el término es más difundido y la posición de <strong>los</strong> mismo<br />

con respecto a él es menos patriarcal.<br />

1- Primer grupo: 20 (veinte) personas de ambos sexos <strong>que</strong> hayan nacido antes de<br />

1980, año en el <strong>que</strong> ya se habían realizado múltip<strong>les</strong> estudios sobre este<br />

concepto social.<br />

2- Segundo grupo: 20 (veinte) personas de ambos sexos nacidas entre <strong>los</strong> años<br />

1980 y 2000, años en <strong>que</strong> la sociedad se fue abriendo a una gran velocidad de<br />

esta estructura patriarcal, para prestarse a una igualdad entre <strong>los</strong> sexos. Muestra<br />

de ello son <strong>los</strong> múltip<strong>les</strong> estudios realizados, el avance en las investigaciones<br />

4


CORPUS:<br />

sobre sistema de género y una “nueva literatura para niños”, muy distinta a la<br />

anterior.<br />

De un campo amplio y desarrollado, se seleccionaron 4 (cuatro) obras literarias,<br />

todas ellas breves y reconocidas en la sociedad debido a, por lo general, su origen oral<br />

y su difusión entre todas las edades. Estas obras son las siguientes: Caperucita Roja,<br />

Blancanieves y <strong>los</strong> siete enanito, La Bella Durmiente y Cenicienta.<br />

En todas ellas se ve la inferioridad del género femenino, subordinado a la acción <strong>que</strong><br />

desarrollará un personaje masculino. Se ve a lo largo de la obra como un agente pasivo<br />

<strong>que</strong> jamás podría ser considerado un instrumento desencadenante de algún hecho <strong>que</strong><br />

haga avanzar la narración.<br />

Ahora vamos a analizar cada uno de estos textos según el modelo propuesto por<br />

Bettelheim (1999):<br />

Caperucita Roja: Una niña pe<strong>que</strong>ña, inocente y moralmente buena <strong>que</strong> es devorada<br />

por un lobo es la imagen <strong>que</strong> nos <strong>que</strong>da en la memoria de manera intacta y para<br />

siempre. La historia más difundida es la de <strong>los</strong> Hermanos Grimm, <strong>que</strong> cuenta la<br />

historia de una pe<strong>que</strong>ña <strong>que</strong> estaba segura en la casa paterna y sale al bos<strong>que</strong> en<br />

busca de la casa de su abuelita a llevarle un canasto con comida. En el camino, el<br />

lobo la engaña, desencadenando el primer conflicto de la narración: el alejamiento<br />

del buen camino por parte de la niña; desatando el primer desenlace: la fiera llega a<br />

la casa de su abuela (antes <strong>que</strong> Caperucita) y se la come. La niña llega al lugar e,<br />

ingenuamente, ve a su abuelita en la cama y le dice: Abuelita, ¡pero <strong>que</strong> orejas tan<br />

grandes tienes! La muchacha, ilusa y sin uso de la razón, es comida por el lobo. A<br />

este segundo conflicto, sigue la siguiente resolución: Un cazador la salva, dando su<br />

merecido castigo al malvado lobo. Como observamos claramente, las figuras<br />

5


masculinas son las desencadenantes de las acciones principa<strong>les</strong> en el texto: el lobo<br />

es el destructor y el cazador es el héroe.<br />

Blancanieves y <strong>los</strong> siete enanitos: La narración de <strong>los</strong> Hermanos Grimm, cuenta la<br />

historia de una madrastra <strong>que</strong>, insegura de su belleza, usa un espejo mágico,<br />

representación de su narcisismo, e intenta matar, por ce<strong>los</strong>, a su hijastra. El cazador<br />

<strong>que</strong> había mandado a dar muerte a la joven, le miente <strong>que</strong> logró la misión. Entonces,<br />

la joven está viviendo con siete enanitos, con la condición de realizar todas las<br />

tareas del hogar: limpiar, cocinar, lavar, etc., mientras el<strong>los</strong> salen a trabajar. Cansada<br />

de <strong>que</strong> el espejo le diga <strong>que</strong> “la más bella es Blancanieves”, la madrastra se presenta<br />

en persona a lograr la muerte de esta bella joven. Sin experiencia e ilusa, ella acepta<br />

comer una manzana envenenada. Esto le provoca un sueño, <strong>que</strong> hubiera sido eterno,<br />

si un príncipe no le daba un beso de amor y la despertaba; y, por supuesto, viven<br />

felices por siempre. En este caso, se trata de dos héroes: el cazador y el príncipe. Las<br />

acciones <strong>que</strong> lleva a cabo Blancanieves en sí no son desencadenantes de ningún<br />

es<strong>que</strong>ma importante dentro del cuento. De tal suerte, se puede sostener <strong>que</strong> las<br />

acciones importantes la llevan a cabo la reina, el cazador y el príncipe. La reina<br />

tratando de destruirla y <strong>los</strong> otros dos, de salvarla.<br />

La Bella Durmiente: Al igual <strong>que</strong> <strong>los</strong> dos cuentos anteriores, la versión más<br />

conocida es la de <strong>los</strong> Hermanos Grimm, <strong>que</strong> relata la historia de una joven, cuya<br />

hada madrina la hechizó: si se hincaba con una aguja de rueca, dormiría por 100<br />

años. Ella, al cumplir 15 años, accidentalmente y sin poder prever el hechizo, se<br />

hincó el dedo y durmió mucho tiempo, hasta <strong>que</strong> un príncipe valiente la rescató<br />

dándole un beso de amor. Según las autoras Rubio y Wirs (1995), la Bella<br />

Durmiente es el símbolo de la pasividad <strong>que</strong> representaba la mujer para la época en<br />

correlación con el hombre, <strong>que</strong> es desencadenante de la acción. Es la mujer <strong>que</strong><br />

6


aguarda. Está dormida, cautiva y encerrada; sólo debía esperar. Hay una oposición<br />

entre SER bella y HACER. Este personaje es, pero no hace.<br />

La Cenicienta: La versión de <strong>los</strong> Hermanos Grimm, nos relata la historia de una<br />

joven recluida a <strong>los</strong> servicios del hogar, bajo la custodia de su madrastra y sus dos<br />

hermanastras. Según Rubio y Wirs (1995), ella está convencida de <strong>que</strong> ocupa el<br />

lugar <strong>que</strong> corresponde dentro de un estamento social, pero ella es el objeto de<br />

humillación por excelencia. Representa las virtudes del hogar: inocencia, pureza,<br />

docilidad, empeño, etc. Ella, en contraposición a la Bella Durmiente, es más<br />

HACER <strong>que</strong> SER. Toda su vida se pasa fregando pisos, hasta <strong>que</strong> conoce al<br />

príncipe, quien la elige para casarse y vivir felices para siempre. De tal suerte,<br />

observamos <strong>que</strong> ella no puede medrar en la sociedad por sí misma; debe casarse con<br />

un poderoso hombre para ascender socialmente y recuperar su dignidad.<br />

RESULTADOS<br />

De acuerdo al total de treinta encuestas realizadas (quince a personas nacidas antes<br />

de 1980 (primer grupo) y quince a nacidas después (segundo grupo), obtuve <strong>los</strong><br />

siguientes resultados con respecto a estos diferentes ítems:<br />

Cuentos infanti<strong>les</strong> más difundidos: El 100% de <strong>los</strong> encuestados conoce <strong>los</strong><br />

cuentos <strong>que</strong> conforman mi corpus (Caperucita Roja, Cenicienta, Blancanieves y <strong>los</strong><br />

siete enanitos y La Bella Durmiente), además de prueba de <strong>que</strong> <strong>los</strong> textos de<br />

literatura infantil más difundidos son a<strong>que</strong>l<strong>los</strong> en donde se plantea la hegemonía de<br />

un género sobre otro, como he explicado anteriormente<br />

Actividades propias de una mujer: si bien la mayoría de <strong>los</strong> encuestados han<br />

indicado como actividades de una mujer las de estudio, trabajo y tareas domésticas<br />

7


y cualquiera, todavía existen quienes le atribuyen meramente actividades del tipo<br />

privada, como limpiar, cocinar y cuidar a <strong>los</strong> hijos.<br />

Actividades propias del hombre: Al hombre no se lo circunscribe jamás<br />

únicamente en el entorno de la casa (es más, ningún encuestado respondió <strong>que</strong> una<br />

actividad capaz de realizar sea la cocina, por ejemplo). Además, ningún encuestado<br />

le asignó como tarea la educación de <strong>los</strong> hijos, <strong>que</strong> es, en la actualidad, pertinente no<br />

sólo a la imagen femenina. Advertimos, por otra parte, <strong>que</strong> aparece una constante<br />

<strong>que</strong> no se observa en la pregunta anterior: el mantenimiento del hogar, lo cual<br />

significaría <strong>que</strong> no es la actividad debida de una mujer, contrario a lo <strong>que</strong> se<br />

verifica en la realidad.<br />

¿Tienen conocimiento acerca el sistema de género?: Muy pocas personas del<br />

primer grupo tienen conocimiento del mismo debido, probablemente, a <strong>que</strong> se trata<br />

de un concepto muy actual y difundido por cana<strong>les</strong> de medios masivos como<br />

internet, al cual la mayoría posiblemente no tenga acceso. Además, se observa en<br />

las encuestas, en <strong>los</strong> programas de estudio y en conversaciones con <strong>los</strong> encuestados,<br />

<strong>que</strong> el sistema de género no es tenido en cuenta en la enseñanza en las escuelas.<br />

Postura ante el mismo (<strong>los</strong> <strong>que</strong> en el ítem anterior habían respondido <strong>que</strong> no sabían<br />

qué significaba el sistema de género, en esta pregunta no respondieron): no<br />

encontramos ninguna postura a favor de la supremacía del género masculino sobre<br />

el femenino, procedente tanto de respuestas de hombres, como de mujeres. <strong>Lo</strong> cual<br />

es un parámetro positivo, si se trata de datos sobre la realidad actual. En el caso de<br />

hombres, simplemente encontramos respuestas haciendo alusión a la igualdad de<br />

géneros como un componente necesario en la sociedad para poder llevarla a cabo de<br />

una manera óptima.<br />

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el cuento Caperucita Roja, producido por <strong>los</strong> encuestados: En las respuestas,<br />

encontramos muchos elementos constituyentes de la actualidad: policías, sistemas<br />

de seguridad, cámaras, medios de comunicación, gas pimienta, patovicas, etc. <strong>Lo</strong><br />

<strong>que</strong> es esperable, debido a <strong>que</strong> en la producción de algún texto siempre influirán<br />

elementos del contexto propio del autor. En este sentido, no encontramos en<br />

ninguna de las treinta encuestas un príncipe <strong>que</strong> rescate a la princesa. También<br />

destacamos <strong>que</strong> en <strong>los</strong> fina<strong>les</strong> producidos por el segundo grupo, se encuentran<br />

elementos como actos sexua<strong>les</strong> o violaciones, consideradas tal vez como tabúes por<br />

parte de personas nacidas antes de 1880, debido a <strong>que</strong> no tienen, en su mayoría,<br />

acceso a internet, donde el sexo es moneda corriente.<br />

A continuación mostraré <strong>los</strong> fina<strong>les</strong> de Caperucita Roja escritos por encuestados<br />

consignados de la siguiente manera (según se muestran en <strong>los</strong> gráficos en el apartado<br />

Resultados):<br />

1- No lo cambian:<br />

Sólo dos encuestados pertenecientes al grupo etario nacido antes de 1980 (primer grupo)<br />

no cambian el final del cuento debido a <strong>que</strong> se perdería la magia.<br />

2- No hay conflicto:<br />

Un total de ocho encuestados del primer grupo no incluyeron ningún tipo de conflicto<br />

en el cuento, lo cual no responde a las características del género en donde debe haber un<br />

nudo <strong>que</strong> será resuelto al final de la historia (Torodov, 1970 en Domínguez Colativa,<br />

1990):<br />

El lobo no se come a Caperucita y el Cazador no mata al lobo.<br />

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El lobo no se come a la abuela y a Caperucita por<strong>que</strong> el cazador llega antes de<br />

tiempo, lo sorprende y lo corre.<br />

El lobo se arrepiente y siente compasión por Caperuza y la abuela.<br />

Caperuza fue a visitar a su abuela acompañada por su fiel amigo, el lobo.<br />

Cuando llegó a la casa se encontró con la abuelita tomando mates con el<br />

guardabos<strong>que</strong>s y se pusieron todos a comer tortillas, tomar mates y contar<br />

chistes.<br />

El cazador viene antes y <strong>los</strong> salva.<br />

El lobo decide no comer a Caperucita y todos terminan felices.<br />

Que se hicieran amigos todos en el bos<strong>que</strong>.<br />

Caperuza cruza el bos<strong>que</strong>, deja la canasta y vuelve a su casa.<br />

3- El lobo agrede:<br />

Tres personas del primer grupo y dos del segundo hicieron referencia a una agresión por<br />

parte del lobo, <strong>que</strong> en algunos casos no recibe castigo:<br />

El lobo mata a todos.<br />

El lobo come también al cazador y se tira a dormir una siesta.<br />

El lobo se come a Caperucita y su abuela, se escabulle al bos<strong>que</strong> y, si bien el<br />

pueblo sospecha de él, jamás lo buscan por faltas de pruebas en su contra.<br />

La fiera mata a la abuela, mata a su nieta y al cazador… luego continúa por el<br />

resto del barrio.<br />

El lobo, recostado en la hierba, recuerda cómo se comió a toda la familia de<br />

caperuza.<br />

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4- Acto sexual:<br />

Dos encuestados referentes al segundo grupo incluyen en el final de Caperucita<br />

Roja actos sexua<strong>les</strong>:<br />

Encuentro sexual entre el lobo y la abuela, póstumo homicidio de <strong>los</strong> mismos por<br />

parte de Caperucita, cegada por <strong>los</strong> ce<strong>los</strong>.<br />

El lobo no comió a Caperucita por<strong>que</strong> era vegetarian. Ella y el cazador se fueron al<br />

bos<strong>que</strong>, donde mantuvieron relaciones sexua<strong>les</strong>.<br />

5- Caperucita se <strong>defiende</strong>:<br />

Diez integrantes del segundo grupo hacen referencia a la defensa de la niña<br />

hacia el lobo. En cambio, sólo dos del primero, nacidos antes de 1980, incluyen<br />

en el final a una Caperuza <strong>que</strong> se <strong>defiende</strong> a sí misma. <strong>Lo</strong>s consigno:<br />

Lleva una pistola <strong>que</strong> le dio su mamá y para cuidarse del lobo, llega a la casa de su<br />

abuela y encuentra al lobo y lo mata.<br />

… Y Caperuza acuchilló al lobo y puedo escaparse feliz, luego de haber comido un<br />

gran guiso de lobo con su abuelita.<br />

La Caperucita, antes de entrar a la casa de su abuela, mira por la ventana y<br />

observa <strong>que</strong> hay algo raro. Ante la sospecha, alza un cuchillo, entra y ataca al lobo.<br />

El loco, acostado en la casa de su abuela, se abalanza sobre Caperuza. En el<br />

momento en <strong>que</strong> estaba por clavarle <strong>los</strong> colmil<strong>los</strong>, la niña saca gas pimienta y le<br />

llena la boca, luego lo patea un poco y lo ata.<br />

Cuando la abuela, convertida en lobo, se descubre en la cama, Caperucita<br />

comienza a luchar con el lobo y logra matarlo, arrojándole manzanas en la cabeza.<br />

Sin <strong>que</strong>rer, aparece la abuela, y el fruto mata a ambos.<br />

11


Caperucita notó <strong>que</strong> algo raro sucedía dentro de la casa de su abuelita. Miró por la<br />

ventana y vio al lobo acostado en la cama. Entonces, lanzó hacía él una de las<br />

manzanas <strong>que</strong> tenía en el canasto y lo mató.<br />

El lobo, acostado en la cama de la abuela, se abalanza sobre Caperuza. Y en el<br />

momento en <strong>que</strong> está por clavarle <strong>los</strong> colmil<strong>los</strong>, ella saca gas pimienta y le llena la<br />

boca con eso. Después lo patea un poco y lo ata.<br />

Cuando Caperuza se enteró <strong>que</strong> era un lobo, sospechó <strong>que</strong> se había comido a su<br />

abuelita, gracias a su gran percepción de la realidad, corrió hacia la cocina, tomó<br />

un cuchillo y abrió al lobo como a una campera.<br />

Caperucita percibe la presencia amenazante del lobo feroz y se percata del peligro.<br />

Entonces, le tiende una trampa. Cuando él se está por abalanzar, ella lo mata.<br />

Caperucita le dice a su mamá: “Si hay un lobo en el bos<strong>que</strong>, andá vos”.<br />

El lobo es golpeado por una manzana <strong>que</strong> le había tirado la niña y le produce un<br />

aneurisma cerebral<br />

CONCLUSIÓN<br />

La literatura es el reflejo de la sociedad, en cuanto representa sus estructuras<br />

internas, intereses, conflictos y verdades. <strong>Lo</strong>s cuentos populares anónimos, colectivos<br />

tradicional y de origen oral, representan a una sociedad fuertemente patriarcal, donde la<br />

mujer estaba subyugada al hombre, como esposa y madre. Ella no hacía, no era y mucho<br />

menos pensaba, como se ve en Caperucita Roja, Blancanieves y <strong>los</strong> siete enanitos, La<br />

Bella Durmiente y Cenicienta. Aquél<strong>los</strong> son personajes <strong>que</strong> representan, en realidad, a<br />

tipificaciones socia<strong>les</strong>, consideradas como un sistema normal <strong>que</strong> regía en la época. El<br />

hombre llevaba a cabo las acciones <strong>que</strong> desencadenaban la historia justamente por<strong>que</strong><br />

12


era él quien, en a<strong>que</strong>lla época, trabajaba fuera del hogar, tenía derechos, podía participar<br />

en la vida pública, etc.<br />

Retomando mi hipótesis, observaremos <strong>que</strong> si bien se cumple, no lo hace con un<br />

porcentaje significativo, debido a <strong>que</strong> la diferencia de posturas encontradas entre un<br />

grupo y otro, no son grandes La reformulación de la misma se haría acorde al resultado<br />

de la encuesta sosteniendo <strong>que</strong>: en la actualidad, el prototipo de sociedad patriarcal se<br />

encuentra algo desplazado, aun<strong>que</strong> no en su totalidad, y <strong>que</strong>, en realidad, no de<strong>pende</strong> de<br />

un grupo etario la tenencia de un pensamiento machista, sino de cada persona <strong>que</strong><br />

integra la sociedad. No puede adjudicarse cierta postura a una persona sólo por<br />

pertenecer a un grupo etario determinado, sino, más bien, <strong>que</strong> esto es una consecuencia<br />

de la ideología de la persona misma. De tal suerte, hemos observado en el resultado de<br />

las encuestas, varias personas nacidas antes de 1980 <strong>que</strong> sostienen <strong>que</strong> la mujer no está<br />

atada meramente a tareas domésticas y otras del segundo grupo afirmando todo lo<br />

contrario. Esto es justamente una debilidad, como ya mencioné, de mi trabajo, <strong>que</strong><br />

demuestra <strong>que</strong> si bien mi hipótesis se comprueba, no lo hace con un porcentaje<br />

representativo determinante.<br />

En cuanto a la producción de un nuevo final para Caperucita Roja, observamos<br />

<strong>que</strong> ya no se encuentra la presencia de una figura masculina resolviendo el conflicto, lo<br />

cual simbolizaría a una entidad social <strong>que</strong> considera a la mujer como ser capaz de<br />

realizar una acción pertinente en el cuento.<br />

Mi trabajo de investigación no abarca la evolución <strong>que</strong> tuvo la imagen de la<br />

mujer en cuanto a la acción en la ficción a lo largo del tiempo en <strong>los</strong> cuentos infanti<strong>les</strong>,<br />

lo cual <strong>que</strong>daría como puerta abierta para futuras investigaciones <strong>que</strong> deseen indagar en<br />

este punto, tomando como referencia cuentos populares de origen oral y cuentos<br />

13


actua<strong>les</strong> infanti<strong>les</strong>, como puntos comparativos, <strong>que</strong> mostrarían a sociedades<br />

completamente distintas.<br />

Como hemos observado, la sociedad se va abriendo poco a poco a una sociedad<br />

más igualitaria. El pensamiento de las personas <strong>que</strong> la integran se va desprendiendo aún<br />

más de un patriarcado establecido por muchos años, <strong>que</strong> llegó a confundirse con un<br />

sistema normal y natural propio de ésta. Para ello se necesitaron y se necesitan luchas,<br />

concientizaciones, enseñanza y mucha perseverancia por parte de sus integrantes <strong>que</strong><br />

quieran vivir en un lugar donde no haya una diferencia de género por el género mismo,<br />

un lugar en donde mujeres y hombre sean considerados personas igualmente capaces de<br />

realizar cualquier actividad. Algún día, viviremos en un mundo donde realmente exista<br />

la igualdad entre sus habitantes, hablando no sólo de género, sino también de raza,<br />

capacidades diferentes, lugares de procedencia, creencia, tradiciones y costumbres, si no<br />

serían en vano tantas luchas <strong>que</strong> promovieron la igualdad y libertad de todas las<br />

personas.<br />

14


BIBLIOGRAFÍA<br />

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