Untitled - iglesia bautista getsemani de montreal
Untitled - iglesia bautista getsemani de montreal
Untitled - iglesia bautista getsemani de montreal
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Pablo habla <strong>de</strong> ella; dice, en el segundo capítulo <strong>de</strong><br />
Colosenses, en el primer versículo: «Porque quiero que<br />
sepáis qué lucha tan dura sostengo por vosotros, y por<br />
los que están en Laodicea, y por todos los que nunca me<br />
han visto personalmente.» Y <strong>de</strong> nuevo habla <strong>de</strong> ellos en<br />
el capítulo 4, versículo 13: «Porque <strong>de</strong> él doy testimonio<br />
<strong>de</strong> que tiene gran solicitud por vosotros, y por los que<br />
están en Laodicea, y por todos los que están en<br />
Hierápolis.» En el año sesenta y cuatro <strong>de</strong> nuestro Señor,<br />
Laodicea fue <strong>de</strong>rruida por un terremoto, pero fue<br />
reconstruida, y mucho más hermosa que antes; había en<br />
ella tres teatros, y un circo tan gran<strong>de</strong> que en él cabían a<br />
la vez 30.000 personas. Fue en el año noventa y seis que<br />
Cristo envió esta epístola a ellos; y en unos pocos años<br />
<strong>de</strong>spués, Laodicea fue <strong>de</strong>struida por un segundo<br />
terremoto, enterrada bajo sus propias ruinas, y ya no se<br />
levantó <strong>de</strong> nuevo; ahora es una ciudad inhabitada,<br />
prácticamente <strong>de</strong>solada. Uno <strong>de</strong> los últimos viajeros que<br />
ha estado allí dice que halló a Laodicea «sin ningún<br />
habitante, excepto lobos y chacales y zorras». Ved cuan<br />
verda<strong>de</strong>ras son las palabras <strong>de</strong> Cristo a las siete <strong>iglesia</strong>s.<br />
1, Demos primero una mirada al carácter 'que<br />
adopta Cristo aquí. «Esto dice el Amén, el testigo fiel y<br />
verda<strong>de</strong>ro, el principio <strong>de</strong> la creación <strong>de</strong> Dios.» ¡El<br />
Amén! Ésta era la palabra predilecta <strong>de</strong> Cristo. De<br />
cierto, <strong>de</strong> cierto; significa, en hebreo, ser verda<strong>de</strong>ro.<br />
Cristo es verda<strong>de</strong>ro en todo lo que dice: «Todas las<br />
promesas <strong>de</strong> Dios son en Él Sí, y en Él Amén, por medio<br />
<strong>de</strong> nosotros, para la gloria <strong>de</strong> Dios». Hay algunos<br />
64<br />
<strong>de</strong> vosotros que <strong>de</strong>searíais tener el Espíritu. Ahora bien.<br />
Cristo es veraz, y Él ha dicho: «Rogaré al Padre, y Él os<br />
dará otro Consolador, para que esté con vosotros para<br />
siempre: el Espíritu <strong>de</strong> la verdad, al cual el mundo no<br />
pue<strong>de</strong> recibir, porque no le ve ni le conoce; pero<br />
vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y<br />
estará en vosotros.» Y <strong>de</strong> nuevo: «Os lo enviaré, porque<br />
aunque se <strong>de</strong>more, esperadle, porque vendrá, y no<br />
tardará.» La promesa pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>morarse, pero nunca<br />
vendrá <strong>de</strong>masiado tar<strong>de</strong>. Cristo hace dos clases <strong>de</strong><br />
promesas, amenazadoras y consoladoras. Ahora bien,<br />
hay algunos cuya única esperanza es que Cristo no sea<br />
fiel a sus palabras. Pero Él es el Amén. ¿Pensáis que Él<br />
va a quitar la palabra Amén y poner un mentiroso en su<br />
lugar? Cristo será veraz en cuanto a sus amenazas, lo<br />
mismo que a sus promesas; Él es el Destructor así<br />
como el Salvador. Él es el Amén. Está escrito que «el<br />
Señor Jesús será revelado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cielo con sus<br />
po<strong>de</strong>rosos ángeles, en fuego consumidor, para tomar<br />
venganza <strong>de</strong> aquellos que no conocen a Dios y que no<br />
obe<strong>de</strong>cen al Evangelio <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo; los<br />
cuales sufrirán pena <strong>de</strong> eterna perdición, excluidos <strong>de</strong> la<br />
presencia <strong>de</strong>l Señor y <strong>de</strong> la gloria <strong>de</strong> su potencia.»<br />
«El testigo fiel y verda<strong>de</strong>ro.» Esto significa que<br />
Cristo da testimonio veraz; su testimonio <strong>de</strong> nuestra<br />
condición es fiel: «Estas cosas son para vosotros, para<br />
quienes ha venido el fin <strong>de</strong> este mundo.» Cristo no<br />
halaga nunca; nos dice el verda<strong>de</strong>ro estado, no hace las<br />
cosas mejores <strong>de</strong> lo que son, ni peores. Él es un pintor<br />
severo, pero el mejor. Si Cristo fuera revelado a algu-<br />
65