SÉPTIMA EDICIÓN - TSEYOR

Tenemos, ante nosotros, el cuerpo energético del voluntario. Y el de las otras
personas o hermanos que también están en esta misma situación, me refiero a la
necesidad de curación.
Con nuestra piedra en la mano, nos dirigiremos mentalmente hacia el apéndice
de todos y cada uno de los enfermos que en estos momentos están a punto de recibir los
necesarios y adecuados aportes energéticos…
Restableciendo así su circuito energético para que el mismo repercuta en el
cuerpo físico, y desarrolle la labor de sanación adecuada y conveniente. Y siempre en
función de la oportuna autorización de la réplica auténtica.
Así, nuestro pensamiento situado en el apéndice de cada uno imprimirá un
sentimiento amoroso, espontáneamente, sin ningún deseo, únicamente trasmitiendo
amor hacia él…
El apéndice está recibiendo dosis de energía muy pura y, reactivándose, la
traslada inmediatamente al físico…
Vamos a dejar que el físico repercuta asimismo toda esa energía a través del
conducto del intestino, y que fluya hasta la boca misma del estómago… Y ahí vamos a
dejar que la energía fluya y vaya proporcionando a todo el cuerpo físico la oportuna
inmunización.
Vamos ahora a hacer un intercambio de energías del apéndice al coxis. A rodear
el coxis de energía procedente del Púlsar Sanador de Tseyor, en íntima conexión con el
apéndice…
Desde el coxis, y en espiral, vamos a ir ascendiendo. Reparando todas aquellas
partes que necesitan regeneración...
Subiendo en espiral, vamos a ir invadiendo todos los órganos que necesitan
también del debido aporte energético. Dicha espiral ha subido hacia arriba de la
columna vertebral, terminando en el cerebro, y en el cerebelo...
Ahora va a bajar rápidamente y a transmitir energía regeneradora hacia las
extremidades. Y se va a mantener, girando en espiral, por las extremidades inferiores…
Y a través de un nuevo impulso amoroso, va a ir ascendiendo por el tronco y
extremidades superiores hasta llegar de nuevo al cerebro. Ahora, el cuerpo está pleno de
energía regeneradora…
A continuación, toda esa energía regeneradora que actúa en el cuerpo, y en
espiral también, del cerebro va a ir descendiendo y a salir por los pies. Por las puntas de
los dedos de los pies, van a salir rayos de energía que, a modo de raíces, van a
transmitirse al centro de vuestro planeta.
Al mismo tiempo dicha energía va a regenerar al planeta...
Esa misma energía que habéis transmitido al planeta regenerándolo, la devuelve
éste, a través de los mismos conductos, a vuestro organismo. La misma sube, mucho
más potente o potenciada, y en espiral, hacia vuestro cerebro...
Y de ahí se distribuye, en forma de espiral, hacia todo el universo holográfico.
Mandando un pensamiento de amor a todo el universo. Un pensamiento de amor unido
a una energía regeneradora que ha nacido de ese mismo universo de amor...
Toda ella vuelve multiplicada y potenciada hacia el organismo u organismos que
estamos sanando…
Y, al propio tiempo, se distribuye hacia todos los organismos incluidos en los
campos morfogenéticos en los que de alguna forma tenemos acceso…
Dejemos que la energía del amor haga el resto, y que los corazones de buena
voluntad sanen… Así sea.
Sirio de las Torres
CONVERSACIONES INTERDIMENSIONALES IV 153
GRUPO TSEYOR 2008