SÉPTIMA EDICIÓN - TSEYOR

asimismo esa vasija que ha de contener el elemento crístico-cósmico. Que va a dar de sí
todo lo que él puede dar de sí, que es todo.
Así, en este estado contemplativo, nos uniríamos de pensamiento. Así, seríamos
uno en la diversidad. Así, responderíamos afirmativamente a los dictados de nuestro
corazón y emplearíamos nuestro tiempo equitativamente y en función de las
expectativas que nos hemos propuesto en la adimensionalidad. Que son, en primer
lugar, el despertar la conciencia, la propia conciencia, y en ayuda también del despertar
de la conciencia de los demás, sin esperar nada a cambio.
Ese es el objetivo que todos nosotros nos hemos propuesto. Puede que haya
algunos que aún no se lo crean. Es lógico también porque los mismos estarán utilizando
la mente racional, la mente del contraste, pero no la intuitiva, la de la imaginación
creativa, la de la universalidad del pensamiento trascendente.
Pero da igual. Es un hecho que nuestro grupo, el grupo Tseyor, el grupo de
todos, es un fiel exponente, como digo, de la diversidad de pensamientos y psicologías
que hay en todo el planeta y esto nos sirve para comprender mucho mejor las
dificultades de entendimiento que puedan tener los habitantes del mismo. Y, ante esta
verdad, ante esta realidad, nos queda únicamente comprenderlo. Comprender la
dificultad que tenemos todos, en este caso vosotros, en el planeta, para entenderlo.
Y la gran oportunidad que tenemos todos de entregar amor, esta es la única
solución posible. Puede que lo entendamos. Puede que lleguemos a entenderlo, si cabe,
más tarde. Pero estamos todos “condenados” irremisiblemente a querernos, y esta es una
gran verdad.
Aunque también os digo que no todos los grupos o grupúsculos de elementos
atlantes que existen en vuestro planeta, tienen la oportunidad de recibir, directamente o
en diferido, las vibraciones que se extrapolan a través de ese Puente, recogidas además
por mi persona desde todo el universo, y que las mismas puedan ir conformando una
determinada estructura psicológica.
De verdad, amigos, no todo el mundo tiene esa oportunidad. Tampoco es algo
del otro mundo. Nuestra actuación aquí y ahora es completamente normal. Y ni mucho
menos trascendente, al menos visto desde nuestra óptica. Nuestra actuación es
simplemente nuestro anhelo de servir a los demás, de servir a la energía y, por supuesto,
sin esperar nada a cambio.
Por lo tanto, no hacemos nada en especial, pero sí en especial os pedimos, y más
que pedir os sugerimos, que ese pequeño grupo, tan valioso, y por el cual nos estamos
todos esforzando, procure estabilizarse en el equilibrio. Que los que aún no han podido
experimentar, que sepan que tarde o temprano lo harán. Por tanto, que no den cabida en
sus mentes a la duda y al escepticismo. Porque quien no confía en sí mismo no confía
en nada. Además, quien no confía en sí mismo no ama. Y si no ama, está abierto al
escepticismo, a la confusión, a la dispersión, a la negación de sí mismo.
No permitamos que entre en nosotros otra cosa que no sea amor y, para que el
amor entre en nosotros, debemos transpirar amor a través de todos los poros de nuestra
piel.
Debemos hacer un esfuerzo y conseguir definitivamente que nuestro grupo sea
homogéneo, en un sentido amoroso. Y, teniendo en cuenta las particularidades y
diferencias de cada uno, que estas nunca separen sino que unan.
Este es el mensaje que quería transmitiros hoy. De momento, mi persona y mi
equipo no pueden hacer más, o muy poca cosa más. Tenéis algunos asuntos por
resolver, por clarificar, por ordenar, por organizar, estos aún están pendientes.
Esperamos muy especialmente la terminación de los trabajos del curso holístico
de Tseyor, y esto vais a comprender muy pronto que es importante que llegue a término.
CONVERSACIONES INTERDIMENSIONALES IV 596
GRUPO T SEYOR 2008