Entrevista a Gabriel Omar Batistuta. - AIRE LIBRE
Entrevista a Gabriel Omar Batistuta. - AIRE LIBRE
Entrevista a Gabriel Omar Batistuta. - AIRE LIBRE
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
ENTREVISTA<br />
Por Cosme Trapazzo<br />
<strong>Gabriel</strong> <strong>Omar</strong> <strong>Batistuta</strong><br />
“Cuando salgo a cazar,<br />
no yerro un tiro”
Uno de los máximos ídolos de<br />
la Selección argentina de<br />
fútbol recibió a <strong>AIRE</strong> <strong>LIBRE</strong> en<br />
su Reconquista natal. Cómo es<br />
su vida en el campo después<br />
del retiro, entre la caza de<br />
patos y los atardeceres de<br />
mate en el río Reconquista.<br />
La puntería del goleador<br />
histórico de la Argentina<br />
no se está echando a per -<br />
der. Sólo ha pasado de los pies<br />
a las manos. Desde que Ga briel<br />
<strong>Omar</strong> <strong>Batistuta</strong> volvió a su Re -<br />
conquista natal en la pro vin cia<br />
de Santa Fe tras abandonar el<br />
fútbol, sus días transcu rren en<br />
familia, en la paz de sus campos<br />
de la zona, con la caza de patos<br />
y la pesca del dorado como<br />
distracciones principales que lo<br />
pueden sorprender en cualquier<br />
momento. De hecho, du -<br />
rante la entrevista de unas dos<br />
horas con <strong>AIRE</strong> <strong>LIBRE</strong>, le sue na<br />
el celular y dice: “Es el Fe de: de -<br />
be haber pique”.<br />
Cualquiera que sueñe con<br />
que en poco tiempo el ex fut bolista<br />
se convertirá en director<br />
técnico debe bajar las expectativas.<br />
Se lo nota extremadamen te<br />
cómodo en la tranquilidad de la<br />
ciudad del norte santafesino que<br />
lo vio crecer, de donde se fue a<br />
los 18 años y volvió hace poco,<br />
después de jugar 20 años en el<br />
máximo nivel, convertido en una<br />
figura del deporte mun dial.<br />
Lo que lo atraviesa por<br />
com pleto en este momento de<br />
su vida, se ve, es un vínculo muy<br />
fuerte con la naturaleza, con la<br />
tierra y el agua, donde supo di -<br />
vertirse con su abuela y su pa -<br />
dre, en aquellos sábados y do -<br />
mingos por la tarde,cuando “no<br />
había otra cosa que hacer” que<br />
ir a cazar y a pescar, dos actividades<br />
que nunca vivió disociadas.<br />
“Mi abuelo iba a pescar con<br />
la escopeta, aparte de con las<br />
líneas; y cuando íbamos a cazar<br />
siempre llevábamos una línea<br />
por ahí, por si caíamos en algún<br />
arroyo”, recuerda ahora en una<br />
posada donde está de paso.<br />
Porque siempre que no está en<br />
sus campos de Malabrigo, a<br />
unos kilómetros de Reconquista,<br />
da la impresión de no sentirse<br />
pleno. Y de estar de paso.<br />
“Cuando estoy en el campo,<br />
a veces no sé si vuelvo; me gus ta<br />
ver las perdices, los ñandúes y los<br />
carpinchos, y me gusta que mis<br />
hijos los vean”, reflexiona. Es un<br />
hombre que ha vivido la fa ma<br />
tanto en Buenos Aires como en<br />
Florencia, Italia, tanto en Ro ma<br />
como en Doha, Qatar. Por eso “el<br />
Batigol”, como le puso la hinchada<br />
de la selección argentina, hoy<br />
valora poder gastar el tiempo<br />
yendo de su casa,don de vive con<br />
su esposa Irina y sus hijos, a<br />
Malabrigo, donde además ha de -<br />
sarrollado su nue va pasión y<br />
tam bién nuevo em prendimiento,<br />
el polo. Ama pa sar inadvertido.<br />
Tiene dos can chas y además<br />
integra el Boca Polo Team, al que<br />
dice que le va “peor que al equipo<br />
de Julio Falcioni”. Sus otras<br />
obligaciones hoy pasan por pro -<br />
mocionar el Mundial Qatar 2022<br />
y por algunos otros negocios vin -<br />
culados con su nombre, co mo<br />
una mar ca de ropa de distribución<br />
mun dial. Los campos que<br />
tiene en la región los maneja su<br />
padre:“el que sabe”, según dice.<br />
Por lo demás, sólo háblenle<br />
del río y <strong>Batistuta</strong> estará feliz:<br />
“Acá el río es espectacular y te<br />
vas contagiando. Voy al río a re -<br />
lajarme; sobre todo me gusta ir<br />
a la tardecita, cuando cae el sol<br />
y se ve todo, ése es mi momento,<br />
en cualquier día de la semana,<br />
cuando andan seis o siete<br />
lanchas y nada más, es la conexión<br />
especial que tengo”. Siempre<br />
fue así, y cuando jugaba<br />
más aún. Solía llegar al país el 22<br />
de diciembre y ya el 25 arrancaba<br />
río adentro. “Era casi una obligación,<br />
porque te metés ahí en<br />
el río y no escuchás ni un ruido<br />
ni nada”, asegura.<br />
—¿Cómo son tus salidas a<br />
cazar y a pescar en estos<br />
tiempos?
ENTREVISTA<br />
—Mirá: acá en Reconquista,<br />
si un día te llamó un amigo, salís<br />
a pescar. No hace falta organizar,<br />
como por ahí sí en Buenos Aires,<br />
cuando hay que planear las co -<br />
sas dos o tres semanas antes. Acá<br />
está todo cerca. Un día te di cen:<br />
“Mirá, hay patos”;agarrás el auto<br />
y te vas. Además a mí me divierte<br />
programar sobre la marcha.<br />
—¿Qué tipo de pescador<br />
sos?<br />
—Lo mío es más relax. No<br />
me vuelvo loco. No los voy a<br />
bus car exclusivamente. Me voy<br />
a pes car, pero soy más de que -<br />
darme en la ranchada. Pesco un<br />
par de horas y ya está. No ando<br />
si guiendo el pescado por todos<br />
lados. Si las condiciones son<br />
idea les puedo durar un poco<br />
más. Prefiero el movimiento de<br />
cocina y mates que se da en la<br />
ranchada.<br />
—¿A qué le estás tirando<br />
ahora?<br />
—Lo único que me gusta<br />
ca zar hoy son patos. Es el animal<br />
Kilómetros de pasión<br />
Desde que se fue de Reconquista, <strong>Gabriel</strong> <strong>Batistuta</strong> paseó sus goles literalmente<br />
por todo el mundo. Jugó en Rosario, Buenos Aires, Florencia y<br />
Qatar, recorrió el mundo con la Selección argentina y tras retirarse vivió un<br />
año en Australia. En las giras con la celeste y blanca, recuerda, en una época<br />
aprovechaba y se traía carabinas y escopetas de los viajes. Y claro que en<br />
cada destino algo para probar había:<br />
✔ Italia: “Cazábamos faisanes en Toscana. Era bueno. En una épo ca<br />
íbamos a practicar una vez por semana a los polígonos. Allá tenés circuitos<br />
de caza, le tiran los platillos, y está bueno. Íbamos con dos o tres del equipo”.<br />
✔ Qatar: “Una vez le fuimos a tirar a una especie de guanacos o llamas<br />
que tienen allá, aunque ahora ya no me divierte más tirarle a los animales grandes.<br />
También allá fui a ver demostraciones de caza con halcones, y me sorprendió<br />
que los cuiden como si fueran personas. Es impresionante”.<br />
✔ Venezuela: “Estuve pescando pez espada en Venezuela,<br />
el mar lín, que es un pez combativo y no sabés<br />
si lo vas a agarrar. Es una pesca que también<br />
he ido a hacer al sur. Pero la pesca de<br />
mar me parece co mo ir a robar<br />
a la iglesia; no como la del río,<br />
que es otra cosa, donde la<br />
adrenalina está siempre. En el<br />
mar, si sacaste uno, sacaste 30”.<br />
más complicado, el que te da<br />
menos chances. Antes le tiraba<br />
a cualquier cosa, pero fui madurando.<br />
Antes cazaba todo. Le<br />
tiraba a yacarés o a carpinchos.<br />
Después fui aprendiendo. En<br />
mis campos tengo a los carpinchos<br />
ahí, a dos o tres metros, y<br />
ya son parte de la familia.<br />
—¿Sos buen cocinero de<br />
lo que pescás?<br />
—Soy un desastre para las<br />
comidas elaboradas. Ahora, a la<br />
parrilla, cualquier cosa. Pero a la<br />
olla, no. A la parrilla puedo hacer<br />
dorado, corvina, boga, sábalo. Al<br />
surubí no me animo, porque no<br />
tiene escamas. Mi preferido es el<br />
dorado. Sal y pimienta, y a casa.<br />
Si estuviera solo, cocinaría eso.<br />
El reposo del goleador<br />
“Estoy bien, descansando,<br />
todavía tratando de liberarme un<br />
poco de la cabeza”, sorprende<br />
<strong>Batistuta</strong> en un momento de la<br />
charla. Se expresa con frases<br />
cortas, como marcando las pau -<br />
sas. Piensa antes de cada palabra,<br />
mide cada uno de sus di chos con<br />
la precisión de un hom bre de<br />
área. Y así, al pasar, confiesa que<br />
necesita terminar de hacer el<br />
duelo del ex futbolista. No extraña,<br />
dice, pero fue ron mu chos<br />
años. Dos décadas de alta com -<br />
petencia sin parar, de convertir 19<br />
goles en Boca, 242 goles en Italia<br />
(Fiorentina, Roma e Inter) y 56<br />
con Argentina, 10 de ellos en 3<br />
mun diales. ¿Cómo no le va a ha -<br />
cer falta “li berarse de la cabeza”?<br />
Al fútbol ya no juega, por -<br />
que los tobillos están pagando<br />
la factura de “no haber parado<br />
nunca por ningún golpe o le -<br />
sión”. Pero, como todo goleador,<br />
aún hoy vive de rachas. “Hubo<br />
un par de años en los que no se<br />
pescaba nada y había dejado<br />
de ir al río, hasta que vino un<br />
ami go de Buenos Aires con in -<br />
tenciones de pescar y entonces<br />
tuve que ir y sacamos un par de<br />
dorados”, rememora. “Ahí me
entusiasmé otra vez”, dice. Y más<br />
adelante subraya: “Como el<br />
dorado no hay”.<br />
—¿Cuáles fueron tus “me -<br />
jores partidos”?<br />
—Una vez vine de Italia y<br />
llamé a un amigo que no veía<br />
hacía rato, y le digo “Vamos a to -<br />
mar unos mates al río”. Llevamos<br />
unas cañas de casualidad, com -<br />
pramos unas morenas y sacamos<br />
doce dorados. Caímos jus -<br />
to; nunca tomamos mate. No<br />
ha bíamos ido a pescar, habíamos<br />
ido a matear. Pero “tiramos<br />
el reel” y enganchó. Otra vez me<br />
acuerdo que juntamos 21 dorados<br />
y llegué a casa y se lo conté<br />
a mi viejo. Entonces fuimos al<br />
día siguiente y volvimos a sacar<br />
21 dorados. Increíble.<br />
—Y como cazador, ¿cómo<br />
sos?<br />
—Te puedo decir que en la<br />
caza no yerro un tiro.<br />
—Cuando jugabas nunca<br />
te dijeron que eras un 9<br />
“pescador”…<br />
Batipreocupación<br />
“Es como si yo no cuidara la pelota”<br />
“No soy un depredador, y generalmente devolvemos lo que pescamos”, asegura <strong>Gabriel</strong><br />
<strong>Batistuta</strong>. Como apasionado de las actividades al aire libre, “el Bati” ve que hay una mayor<br />
conciencia en muchos aficionados a la pesca, a la hora de proteger los recursos naturales.<br />
“Hay un poco más de conciencia, pero está siempre el vivo que va y saca 70 u 80 corvinas, y<br />
se siente un héroe; me parece igual que los pescadores están tomando conciencia”, analiza<br />
el goleador, que en estos tiempos se muestra interesado por el cuidado del medioambiente.<br />
—¿Cómo ves la situación?<br />
—Está complicado. En Corrientes, la pesca de una especie está prohibida y de este<br />
lado no. Y es el mismo río. Se tendrían que poner un poco más de acuerdo las autoridades<br />
provinciales.<br />
—¿La gente es más prudente?<br />
—La gente que va todos los fines de semana y le gusta el río tiene que cuidar el recurso.<br />
Porque si no es como si yo voy a jugar al fútbol todos los fines de semana y no inflo la<br />
pelota. Se va a terminar rompiendo. Pero en estos últimos años vi un cambio. Hay más<br />
gente que pesca y devuelve. Si vas y sacás un pescado para comerlo en el día, está perfecto;<br />
pero no saqués pescado para comerlo dentro de seis meses. En seis meses andá y<br />
pescá de nuevo. No se puede cambiar la mentalidad en un par de años. Pero se va contagiando.<br />
Y después está la pesca industrial. Los que sacan dos surubíes dicen “Yo no lo<br />
puedo traer y al lado hay una red que hace desastres”. Pero cada uno debe aportar lo suyo.<br />
—¿Te preocupa que el turismo de otros países abuse del recurso?<br />
—Está todo bien, pero la depredación no hace falta. Los extranjeros muchas veces<br />
vienen a hacer acá lo que no les dejan hacer en otros lados.
—Y, no. No fui nunca demasiado<br />
pescador, siempre fui de<br />
laburarla bastante. Y en la pesca<br />
soy igual que en el fútbol…<br />
—¿Tenés olfato de goleador<br />
con la caña en la mano?<br />
—¡No! Solo soy un desastre,<br />
porque no presto la atención<br />
suficiente. Le presto más atención<br />
a la ranchada que a la pes -<br />
ca en sí. Desde que se sumó un<br />
amigo guía cambió la suerte.<br />
Los guías saben todo: saben la<br />
carnada, si el río está bajo, todo.<br />
Porque a mí lo que hoy me di -<br />
cen mañana me lo olvidé.<br />
—¿Cómo compartís estos<br />
placeres con la familia?<br />
—Tengo cuatro varones, así<br />
que siempre hay alguno al que<br />
le gusta pescar. Los abuelos los<br />
llevan siempre. Las armas todavía<br />
no se las mostré del todo,<br />
pe ro de vez en cuando van y ti -<br />
ran algún tiro también. A mi se -<br />
ñora también le gusta navegar<br />
Agradecimiento<br />
Si hay un hombre al que Ga -<br />
briel <strong>Batistuta</strong> le debe tener todo<br />
listo cuando quiere ir a pescar o a<br />
ca zar, ése es <strong>Omar</strong> Acquaroli,<br />
dueño de Armería Acquaroli, a quien<br />
el ex jugador le encarga a veces<br />
con muy poco tiempo (hay que<br />
decir) que le complete las carnadas que le faltan o le provea el<br />
cartucho que necesita. El mismo al que des de <strong>AIRE</strong> <strong>LIBRE</strong> le agradecemos<br />
las gestiones y el esfuerzo para hacer posible esta nota.<br />
y pescar, pero con ella nun ca<br />
sacamos nada. Cuando éra mos<br />
novios, mis suegros sospechaban,<br />
porque salíamos a pescar y<br />
nunca trajimos nada. Pero justamente<br />
lo que nos gus ta es el ai -<br />
re, es pasar el día.<br />
—De estas tierras salieron<br />
jugadores como vos, Ángel<br />
Da vid Comizzo, Ivar Stafuza o<br />
Claudio Spontón, que es de<br />
Malabrigo. ¿La zona saca más<br />
pescadores o futbolistas?<br />
—Reconquista creo que sa -<br />
ca más pescadores que jugadores<br />
de fútbol. Lo que pasa es que<br />
todo el mundo juega, y jue gan<br />
bien, pero no los sacan. El pibe<br />
que quiere triunfar acá tie ne que<br />
irse a 800 km. De acá se ve todo<br />
muy lejos. Tenés que dejar tu<br />
casa, todo. Yo me fui a los 18<br />
años. Además, en Reconquista<br />
seremos 70 mil y 60 mil van al río.<br />
Mucha gente tiene lancha y hay<br />
peñas. Es parte de la cultura ■