Dossier Prensa Espanol - Hoteles SILKEN

Avenida de América, 41
28002 Madrid · España
Índice
1. Hotel Puerta América.
Un hotel que te invita a soñar
Libertad, espacio de encuentro y culturas.
Un proyecto único
2. Descripción de cada uno de los proyectos
3. Datos y servicios del Hotel Puerta América
Dirección, datos básicos, servicios principales,
staff, Club Silken
4. Restauración. José Luis Estevan. Calidad y
servicio para un restaurante cinco estrellas
Desayuno
5. Hoteles Silken. Pasión por la excelencia
Una misión: ofrecer el mejor servicio
Un objetivo: un concepto de hostelería moderno
y de calidad
Un compromiso: la tecnología, el diseño y la
arquitectura de vanguardia
Trayectoria y cifras
T. +34 917 445 400
F. +34 917 445 401
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1. Hotel Puerta América.
Un hotel que te invita a soñar.
Una idea de libertad hecha realidad, un espacio de encuentro
donde se unen distintas culturas y formas de entender la
arquitectura y el diseño. Una obra que despierta los sentidos
del huésped, que rompe esquemas mediante el uso de diferentes
colores, materiales y formas. Un proyecto capaz de introducir
al huésped en espacios innovadores, atrevidos, muy
distintos de los habituales para este tipo de proyectos. Un
hotel, en definitiva, único en el mundo.
El Hotel Puerta América es un espacio que invita a soñar a quien lo visita.
Un proyecto único que ha reunido a diecinueve de los mejores estudios de
arquitectos y diseñadores del mundo, de trece nacionalidades diferentes.
Originalidad, lujo, innovación y libertad formal definen un hotel que despierta
los sentidos del huésped. Abierto al público el pasado 30 de junio, cada
una de las plantas propone un concepto distinto de habitación. Todas juegan
con distintos materiales, colores y formas para crear espacios que reúnen lo
mejor del diseño y la arquitectura de vanguardia y donde la creatividad y la
libertad en el desarrollo de cada uno de los espacios han marcado la obra.
El Hotel Puerta América es, en resumen, un espacio ecléctico y atrevido
que no renuncia al confort. Habitaciones con todo lujo de detalles que
incitan al visitante a buscar nuevas formas, a interactuar con ellas, a tocar,
a ver, incluso a respirar y oler... En resumen, a disfrutar sin límites de un
espacio único que destaca especialmente por su calidad y amplio abanico de
servicios.
La génesis del Hotel Puerta América parte del deseo de los directivos de
Silken de crear un hotel único en el mundo que aunara distintos modos de
ver la arquitectura, el diseño y el arte. Un proyecto en el que se ha trabajado
de manera intensa a lo largo de los últimos tres años, con una inversión
estimada de 75 millones de euros. La superficie, superior a los 34 mil metros
cuadrados, da cabida a gente de diferentes nacionalidades y culturas. Todos
se han embarcado en una idea ambiciosa que ha tenido como lema el convertirse
en un punto de encuentro con la libertad creativa como bandera.
Todas las plantas presentan la misma distribución, con un lobby central, nada
más salir del ascensor, y un pasillo que organiza las habitaciones a ambos
lados.
Se trataba de ofrecer un espacio donde cada uno de los arquitectos
pudiera reflejar lo mejor de sí mismo, de su trabajo y en muchos casos de su
cultura y su forma de entender el mundo mediante la arquitectura y el diseño,
pero también la fotografía o la literatura. El Hotel Puerta América es un
reto colosal, un sacrificio que ha durado varios años y en el que han llegado
a trabajar en algunos momentos más de 650 personas a la vez para hacer
realidad una obra única. Y, por fin, el sueño se hace realidad de la mano de:

Jean Nouvel. El arquitecto francés se ha encargado de la fachada, el ático
y la planta duodécima, que cuenta con 12 suites. En este último espacio
mezcla la fotografía y la arquitectura para conseguir un lugar muy sugerente
donde “vivir momentos excepcionales”.
Javier Mariscal y Fernando Salas pretenden provocar distintas sensaciones
con su proyecto gráfico para la planta undécima. Utilizan muchos colores,
especialmente en el suelo de las habitaciones y en las paredes, con los que
consiguen transmitir alegría e imaginación.
Arata Isozaki ofrece al huésped un interiorismo sutil y relajante en la décima
planta de clara influencia japonesa. El baño remite a tradiciones típicas niponas:
con el baño y la ducha juntos y de madera. Además, llama la atención el
soji, un panel que recuerda a los hogares tradicionales de este país, con un
predominio de las tonalidades oscuras.
Richard Gluckman se ha encargado de la novena, donde utiliza materiales
como el metacrilato de un modo inesperado y sorprendente. Su concepto es
el de una caja dentro de una caja. De este modo, el espacio destaca por su
orden y su sensación de ligereza y pulcritud.
Kathryn Findlay ha proyectado el octavo piso. Su intención es la de recrear
un lugar de meditación donde el huésped pueda soñar o, como ella asegura,
escuchar la brisa. La arquitecta separa los espacios apenas con unas cortinas
blancas para conseguir un espacio muy femenino. En esta planta, Jason
Bruges, diseñador de iluminación, ha creado en colaboración con Findlay
unas instalaciones de luz para el lobby y los pasillos que reaccionan al paso
del huésped.
Ron Arad organiza el espacio del séptimo piso de una manera muy sugerente
e imaginativa que traza algunas líneas sobre cómo debe ser el hotel del
futuro. Apuesta por crear un recorrido interno que va descubriendo cada uno
de los espacios de la habitación.
Marc Newson apuesta en la sexta y el bar por dos entornos muy modernos,
relajantes y sofisticados en los que juega con pocos materiales. En el pasillo
de la sexta planta el huésped se puede reflejar en sus rojas paredes de
madera lacada. En el bar propone amplitud en una obra en la que destaca la
barra de mármol, una pieza de más de 6 toneladas de peso y 8,25 metros de
longitud.
Victorio & Lucchino han transformado la quinta en un espacio muy acogedor
basado en su trabajo para el campo de la moda. Los diseñadores sevillanos
visten la planta con terciopelos, linos y algodones logrando un cálido y acogedor
ambiente en el que el huésped se siente abrazado por los tejidos.
Plasma Studio (Eva Castro y Holger Kehne) es un estudio joven que trata de
“cambiar el estereotipo del hotel como un espacio anodino” mediante un
proyecto muy geométrico para la cuarta planta. Este es un espacio casi de
ciencia-ficción.

David Chipperfield propone en la tercera un espacio sencillo pero lujoso,
donde combina revestimientos hechos a mano, paneles tapizados o mármol
blanco. Destacan los juegos geométricos que surgen con la iluminación
de los pasillos, la rigurosidad de las formas y el techo azul sobre la cama.
Chipperfield crea sensación de profundidad y sorpresa cuidando la combinación
de colores y la iluminación tanto en el lobby y los pasillos como en las
habitaciones.
Norman Foster ha creado en la segunda planta un entorno sereno que aísla
al cliente del bullicio exterior. El cuero es el material más destacado y mediante
su uso se trata de proponer distintas sensaciones acústicas y táctiles.
Zaha Hadid. La primera mujer en recibir el premio Pritzker (conocido como
el Nobel de arquitectura) ha diseñado el primer piso. Un espacio que destaca
por su fluidez, por su juego de líneas atrevidas.
John Pawson se ha encargado del hall y los salones. Ha tratado de crear “un
espacio donde encontrar tranquilidad en el corazón del hotel”. Y lo logra
mediante el uso de la madera y una propuesta que esconde la recepción en
un semicírculo, protegiendo así a otros clientes que también se encuentren
en esta zona del bullicio propio de un lugar de estas características.
Christan Liaigre combina distintos aspectos de la cultura española en el
restaurante, un espacio que ofrece una cocina de calidad, donde sólo los
mejores productos, especialmente elegidos, tienen cabida.
Teresa Sapey da forma al garaje con un interesante juego de color y grafismo
que “apela a la parte emocional de individuo, pero donde la funcionalidad
es la base”.
Harriet Bourne y Jonathan Bell son los autores del paisajismo. La vegetación
cambia según la estación del año. De hecho, en su opinión “la integración
entre vegetación y edificios es fundamental”.
Arnold Chan, de Isometrix Ligthting and Design, se ha encargado de la
iluminación. Ha tratado de crear esquemas adaptados a los proyectos de
cada uno de los arquitectos, definiendo con la iluminación cada atmósfera y
el ambiente de cada espacio.
Felipe Sáez de Gordoa (SGA Estudio). Ha desarrollado el proyecto de la
estructura. Es un arquitecto que ya conoce perfectamente esta tipología
de proyectos ya que ha trabajado para numerosos hoteles, y ha puesto las
bases del espacio sobre el que luego han operado el resto de arquitectos y
diseñadores.
Oscar Niemeyer. El brasileño Oscar Niemeyer es uno de los mejores arquitectos
de la historia. Ha diseñado para el Hotel Puerta América una escultura
que se colocará en el parque anexo. Se trata de una obra en forma de hoz
que remite a las formas poéticas de sus mejores edificios.

El Hotel Puerta América es un hotel de gran lujo cinco estrellas. Un gozo
sensorial e intelectual que resume bien las máximas de Hoteles Silken de
búsqueda de calidad e innovación. A través de un espacio plagado de formas,
materiales y colores diferentes, que intenta que el cliente se involucre,
que descubra un nuevo modo de entender un hotel sin olvidar el confort. Se
pretende tender puentes hacia un nuevo concepto de hostelería, creando
asimismo una nueva dimensión en servicios e instalaciones para hacer más
agradable la estancia del visitante.
Bajo el lema “Pasión por la excelencia” sus hoteles reflejan esta filosofía
en la atención al visitante, dan un paso más allá sin olvidarse de ninguno
de los servicios más destacados de un gran hotel como éste (garaje, jardín,
piscina, gimnasio, restaurante, transporte al aeropuerto, centro de convenciones
y de negocios, restaurante, bar, cafetería, sauna...). No hay duda, el
Hotel Puerta América es el nuevo estandarte de Hoteles Silken.
2. Descripción del proyecto planta por planta.
Doce plantas y diecinueve estrellas. Una visión única
del interiorismo y la arquitectura de vanguardia
Planta 12, fachada y ático. Jean Nouvel
La planta superior del hotel, el ático, tiene como espacios más destacados
una terraza y un bar, así como una pequeña piscina muy especial y un spa.
No cabe duda de que lo mejor son las impresionantes vistas que dominan
sobre Madrid. Es una de las razones por las que merece la pena subir a
disfrutar de estos servicios. Las vistas sobre toda la urbe y la sierra madrileña
son sencillamente espectaculares. Un espacio perfecto para disfrutar de una
copa o relajarse tras un día de trabajo o viendo museos. Además, en esta
zona Nouvel ha proyectado una pasarela de vidrio que comunica los distintos
espacios y que no es recomendable para quien padezca de vértigo. Se trata
de un semicírculo con un suelo de vidrio desde el que se puede ver toda la
fachada del hotel hasta el suelo. El cliente pude disfrutar del cambio de colores
que proponen los toldos y de la libertad de poema de Éluard, que ilustra
la fachada en distintos idiomas. Esta estructura semicircular actúa como
remate de la fachada. En esta planta, el cliente también podrá comer, puesto
que tendrá a su disposición una carta a base de ensaladas. En la fachada,
Nouvel juega con la premisa de la libertad, base del proyecto, mediante la
exposición del poema Libertad, de Éluard, en distintos idiomas y en unas
grandes letras impresas sobre los toldos de colores: rojo, amarillo, naranja...,
que cubren totalmente el Hoel Puerta América.
En cuanto a la planta duodécima, el arquitecto francés ha diseñado doce
suites donde dos nombres marcan de manera especial el trabajo que se ha
realizado. Se trata de dos fotógrafos: Nobuyoshi Araki y Roland Fleischer.
Como la idea original es que esta es una planta dedicada al placer, el arquitecto
francés ha decidido utilizar las paredes para exponer la obra de estos
dos fotógrafos, que juegan con imágenes sugerentes del cuerpo humano o

de la naturaleza. Las fotografías de Araki, que revisten las habitaciones de la
parte oeste del hotel, destacan por su fuerza expresiva y son en general de
mujeres. Las de Fleischer, completamente abstractas, remiten a la naturaleza
(gotas de lluvia, por ejemplo) y revisten las del ala este. Las suites más grandes
cuentan como espacio destacado con una habitación de invitados desde
la que se puede ver el paisaje de Madrid, debido a que la pared que da a
la calle es un enorme ventanal de vidrio de suelo a techo. En todas ellas, un
sistema de paneles correderos con unas guías en el suelo y el techo permite
al huésped organizar el espacio a su antojo. En realidad, y aquí está lo más
singular de la habitación, es que el propio cliente puede ejercer de arquitecto
reorganizando el espacio a su gusto. Quizá le apetezca disfrutar de un
baño grande o de un amplio estar. Los paneles lo hacen posible.
Planta 11. El “buen rollo” de Javier Mariscal y Fernando Salas
Concepto-idea
“Sencilla en las soluciones, sin alardes formales ni grandes complicaciones
técnicas, contenida, funcional, perdurable, y que intenta crear perspectivas
visuales en un hábitat entendido como multifuncional, no como un simple
dormitorio”, así define Javier Mariscal su actuación en la planta undécima
del Hotel Puerta América. Ésta es una tipología que Mariscal conoce bien, ya
que él es el autor del Gran Hotel Domine de Bilbao, situado frente al Museo
Guggenheim, también de Hoteles Silken.
Lobby y pasillo
Nada más salir del ascensor aparece en el lobby la escultura Cactus, de
Mariscal. Está hecha en Corian de colores y se apoya sobre una doble
plataforma de acero inoxidable y hierro. En este espacio, la alfombra es de
color anaranjado y contrasta con el verde elegido en el pasillo, cuyas paredes
están revestidas de formica cebrano. A lo largo del pasillo aparecen unas
vitrinas iluminadas, que parecen cajas transparentes de luz y que muestran
diferentes objetos o pequeñas esculturas diseñadas también por Mariscal. Se
trata de hacer más ameno el recorrido hasta la habitación.
Habitaciones
Dentro de las habitaciones, Mariscal (Valencia, 1950) reconoce que ha intentado
transmitir “buen rollo, sensación de estar en un espacio confortable”.
La inspiración: “el funcionalismo de los años cincuenta, pero sin que eso haya
pesado mucho después”, aclara.
El huésped descubre un espacio donde el baño tiene capital importancia.
El único recinto cerrado es la cabina del inodoro, aislado con una celosía de
madera de fresno que se transforma en una gran lámpara ya que está retroiluminada.
El espejo da soporte por su cara posterior a la pantalla de plasma
de televisión. La encimera de Corian blanco presenta una doble funcionalidad.
Mientras en el baño se utiliza como lavamanos y encimera, en el estar
se transforma en un mueble revestido de formica cebrano que aloja el bar, la
nevera y el equipo audiovisual.

En la habitación mandan unos estampados con grandes flores de colores. Es
el caso del cabecero de la cama y de los armarios roperos, ocultos, según se
entra, tras un panel. La cama se sitúa contra la ventana. De este modo, la luz
natural llega desde atrás invadiendo todo el dormitorio. Uno de los frentes
de la habitación se reviste con una celosía de madera retroiluminada que
trata de dar la sensación de que el huésped está en un espacio exterior.
En el estar, entre el dormitorio y el baño, destacan los sillones Coconut,
de George Nelson para Vitra; la mesa Swiss, de È De Padova; la lámpara AJ,
de Arne Jacobsen para Louis Poulsen; y la alfombra Stone, de Diego Fortunato
para Nani Marquina.
Como el autor explica, se trataba de lograr un espacio que “pueda ser
utilizado por mucha gente que tal vez no tiene en común los mismos gustos
y necesidades”. Precisamente por eso, Mariscal aclara que no ha pretendido
“hacer un ejercicio de estilo, ni de futurismo. Al contrario, he buscado un
carácter anónimo, sin un excesivo sello de autor, para que pudiera envejecer
bien”. De ahí la mezcla de clásicos como los sillones de Nelson con piezas
más modernas como la alfombra de Fortunato.
Precisamente, “de la versatilidad del espacio y de la distribución que ha
conseguido fusionar distintos usos en el mismo ámbito” es de lo que Mariscal
se declara especialmente orgulloso. “Es muy distinto a otros encargos
porque este es un espacio del que los huéspedes se apropian durante un
tiempo, es su casa provisional y hay que intentar hacer un espacio que haga
feliz a todo el que se aloje aquí”.
Planta décima. Arata Isozaki. Tradición japonesa.
Concepto-idea
Arata Isozaki parece combinar en este espacio realidad y ficción mediante
la combinación justa de colores y materiales, que provocan en el huésped
una sensación de tranquilidad y bienestar en un espacio que destaca por su
levedad formal. Isozaki lleva las costumbres de su cultura a la planta décima
del Hotel Puerta América y lo hace con los mejores materiales. El huésped
descubre un espacio lleno de referencias orientales, que se desvelan poco a
poco según va realizando distintas actividades en su habitación, como bañarse,
correr un panel o ver la televisión.
Lobby y pasillo
La idea clave en estos dos espacios es el contraste. El lobby es un decágono
pintado con una pintura rallada especial de color blanco y solado en mármol,
que contrasta fuertemente con la pintura gris oscuro, también de tacto
rugoso, con la que se han pintado los pasillos, así como el negro que se ha
elegido en la moqueta de lana. Parece que tras un lobby blanco, esté aguardando
al huésped algo oculto. Pero lo cierto es que ambos espacios, muy
minimalistas, buscan aportar una sensación de tranquilidad y sosiego mental.
Habitaciones
La tradición japonesa en el hogar, sus características minimalistas, de tranquilidad
y bienestar parecen ser las ideas que han regido el proyecto de interiorismo
en las habitaciones. Los colores oscuros son los dominantes, pero sin

embargo el espacio es amplio y está bien iluminado. Cada detalle transporta
al cliente a una habitación típica japonesa. Un panelado de madera en el
ventanal que da a la fachada, conocido como soji, de roble tintado y recubierto
con una finísima tela blanca, remite claramente a los paneles divisorios
de las casas tradicionales japonesas. Enfrente, una pequeña ventana, con
una lámina de cobre entre dos láminas de vidrio, independiza visualmente
el baño de la habitación. La pantalla plana de televisión se sitúa sobre un
panelado de acero en una clara referencia a los altares de las casas niponas.
Además, Isozaki ha tapado los espejos del pasillo de entrada con un panelado
en la misma madera que el resto de la habitación. El cabecero de la cama
es de madera de roble tintado en negro. Un tubo fluorescente situado detrás
de éste ilumina suavemente la pintura especial de la pared, también en gris,
como en el pasillo.
Los materiales y colores fríos contrastan con la claridad y aspecto cálido
del baño, donde se establece un marcado contraste con la habitación mediante
los materiales y los colores. Isozaki propone un baño y una ducha de
madera de hinoki, caracterizada por su tono claro. Ésta es una clara referencia
a la costumbre japonesa de ducharse antes del baño. El suelo es de
mármol de color blanco.
Como nota curiosa, resaltar que en cada una de las dos suites junior habrá
dos kimonos de exposición, colgados, pero que el cliente no puede usar.
Han sido especialmente diseñados para el hotel por una empresa japonesa.
Además, en las habitaciones normales habrá unas batas parecidas a los kimonos
llamadas yukata.
Planta novena. Richard Gluckman. Cajas de colores
Concepto-idea
La idea de Gluckman se inspira en el concepto “box within a box” (una
caja dentro de otra). Este concepto ayuda a organizar el acercamiento a las
distintas actividades que se pueden llevar a cabo en un espacio tan reducido
como éste. Se trata de distinguir la experiencia de estar en un hotel de la de
estar en casa. Para este fin, materiales industriales como el aluminio, el plástico
y el vidrio se utilizan de modos poco familiares. El concepto de Gluckman
sorprende por su sencilla organización del espacio y su luminosidad, además
de la ausencia de cualquier elemento superfluo.
Lobby y pasillo
Éste es un espacio de aspecto industrial. Parece como si fueran los pasillos
de una fábrica o una oficina recién instalada. En el techo y paredes del lobby
y el pasillo se ha usado fibrocemento, que refuerza esta sensación. El suelo
es una alfombra de lana. La única iluminación del pasillo es la que proviene
de la parte superior de las puertas de entrada a las habitaciones y de los
números de cada habitación, iluminados con led en el suelo. Predomina el
color gris, típico de un espacio fabril. El directorio de habitaciones es un
panel retroiluminado de vidrio traslúcido, de suelo a techo, que se encuentra
a la entrada del pasillo. El arquitecto juega con la luz y los colores para guiar
al huésped hasta su habitación.

Habitaciones
El concepto cambia respecto al pasillo. En las habitaciones se busca una
decoración sencilla pero con un toque de color. Así, lo más destacado es una
pared de vidrio traslúcido que contiene cuatro hornacinas en metacrilato.
Gluckman ha diferenciado las habitaciones cambiando de color las hornacinas.
Una mitad son de color azul, las del lado norte, y la otra mitad, las que
tienen orientación sur, amarillas. La caja más grande, en el medio, alberga la
televisión. A la izquierda aparece la del teléfono que hace también las veces
de escritorio. A la derecha aparecen otras dos con usos distintos, bien para
apoyar los vasos, dejar una libreta, las gafas o la cartera. El cabecero de la
cama es azul y la pared de fibrocemento gris, como en el pasillo. Gluckman
no renuncia a un toque industrial pero algo más sofisticado. Como él mismo
explica, mezcla materiales ricos, como el metacrilato, con otros que él llama
pobres, como el fibrocemento, sin que resulte chocante o artificial.
El baño, que aparece en primer lugar según se accede a la habitación, es
una gran caja de vidrio, con una puerta corredera, que se independiza de la
habitación mediante una cortina metálica de color blanco. El suelo y una de
las paredes del baño son de granito español. Parece que uno se estuviera
duchando en un espacio al aire libre, bajo una cascada o en medio de un
torrente de la sierra madrileña. Gluckman juega con las texturas para buscar
color y distintas sensaciones. Hay un aspecto más urbanita y tecnológico,
que aporta el metacrilato y otro más natural, logrado a través del granito.
Por último, ha elegido la butaca Sunset, de Christophe Pillet para Capellini,
tapizadas en terciopelo rojo o azul, de aspecto cómodo y sencillo.
Planta octava. Kathryn Findlay. Luz en movimiento
Concepto-idea
Lo más curioso de la idea de esta arquitecta escocesa es que ha decidido
apostar por un espacio interactivo. De hecho, de su trabajo destaca especialmente
por su interés en integrar tecnología y arquitectura y por cómo los
avances tecnológicos influyen decisivamente en el diseño de un espacio. Y
para lograrlo ha trabajado en colaboración con el diseñador de iluminación
Jason Bruges. Ambos consiguen un interior provocador y sorprendente en el
que el cliente no tiene más remedio que involucrarse. No cabe otra posibilidad.
Además, todas las divisiones internas en las habitaciones se realizan
mediante unas cortinas. Incluso los armarios carecen de puertas. Todo muy
sugerente y con un toque muy femenino.
Lobby y pasillo
Findlay y Bruges han decidido que el huésped debe jugar con el espacio,
descubrirlo por sí mismo y, mediante esa interactividad, descubrirse también
a sí mismo. En primer lugar, en el lobby destaca un banco, con forma de
pequeño laberinto y de aspecto bulboso. Éste es un proyecto que espera
que el cliente se involucre. Se trata de una concepción interactiva del espacio,
una de las premisas del trabajo de ambos. Así, se han construido unos
paneles de fibra óptica en el lobby, que Bruges denomina Memory Wall y
que captan el movimiento del huésped para luego proyectar una imagen distorsionada
sobre los paneles hechos con unos puntos de colores. El techo es

de una lona tensada que se curva hacia fuera, creado una estructura bulbosa.
En los pasillos ha creado lo que él llama Flock Wallpaper, que reacciona al
movimiento de quien pasa por el pasillo. Dos proyectos creados exclusivamente
para el hotel, donde lo de menos es que la imagen sea irreconocible.
Se trata de que el cliente interactúe con el espacio y se divierta.
Habitaciones
Lo más singular es que Findlay huye de tabiques o puertas. Todo tiene un toque
muy femenino, ya que la separación de los espacios se realiza mediante
unas sencillas y grandes cortinas de color blanco que independizan el baño
de la habitación. Toda la habitación es de color blanco y es un espacio único.
Según se accede, a un lado queda el baño, al otro el armario y siempre al
fondo la cama. En algunos casos, la arquitecta ha planteado una sola cama
que no roza el suelo ya que está colgada del techo mediante una estructura.
Ésta es de acero y el cabecero hace las veces de escritorio. Unas lámparas
redondas dan luz. A los pies de la cama, en la ventana que da a la fachada,
la arquitecta aprovecha el espacio para diseñar un diván con cojines que
recorre todo el ventanal. Todo el espacio de la habitación es así susceptible
de poder utilizarse. La televisión, sobre la cama, se enrasa en el techo. El
suelo es de resina y las paredes y el techo de pladur pintado. El baño es muy
sencillo. La bañera, redonda, invita a un baño sensual y relajante, reforzado
por las líneas curvas de las cortinas, con una gran ducha incorporada en el
techo. El inodoro es la única parte que se independiza claramente mediante
una puerta de vidrio traslúcido con una pequeña abertura que hace las veces
de tirador.
Planta séptima. Ron Arad. Un juego de formas sinuosas
Concepto/idea
Del trabajo de Ron Arad se ha dicho que tiene la energía de arte moderno.
Él es una de las referencias ineludibles en el diseño actual. Sus ideas parecen
inagotables y todas sus piezas se convierten en éxitos comerciales. Como
profesor en el Royal Collage of Art, en Londres, ha enseñado e inspirado a
muchos de los mejores diseñadores del momento. En el Hotel Puerta América
ha proyectado un espacio sinuoso, con todo lujo de detalles.
Lobby y pasillo
Las formas redondeadas y sinuosas de Arad se adivinan ya en el lobby,
donde aparece un sofá circular hecho con fibra de vidrio reflectante, espuma
y Alcantara en gris antracita. En las paredes aparecen unas grandes pantallas
de lcd donde se podrán ver distintas imágenes. El suelo en ambos espacios
es de resina elástica y el techo se curva hacia abajo, parece que cae sobre el
huésped, pero en realidad consigue crear un espacio de aspecto más acogedor
y moderno.

Habitaciones
Ron Arad plantea un concepto de habitación en el que mandan las formas
bulbosas y redondeadas propias de su manera de diseñar. Una pared curva y
continua, de color blanco en algunas habitaciones y un rojo intenso en otras,
hace de tabique central y separa los distintos usos. Arad crea un circuito en
el que se van descubriendo cada uno de los espacios: primero un pasillo,
luego la cama, después el baño, el lavabo, el inodoro. Todo poco a poco. La
cama, redonda, es de la editora italiana Capellini y se sitúa al fondo de la habitación.
Es muy sugerente y cómoda. No hay límites, es como un sueño. La
televisión es en realidad una gran pantalla que se despliega del techo.. No
hay duda que para muchos, el lujo de disponer de una pantalla gigantesca
frente a la cama será de lo mejor del proyecto de Arad. El cabecero, obviamente,
lo conforma parte de la pieza de LG Hi-Macs, que ha sido soldada
directamente en obra para conseguir esa sensación de espacio continuo, de
circuito por el que se transita sin solución de continuidad. En el baño, cada
espacio se independiza del siguiente por un saliente del paramento. A pesar
de la continuidad no se renuncia a la lógica independencia.. La ducha y el
inodoro tienen el techo de acero inoxidable. Arad mezcla perfectamente los
dos materiales, logrando un espacio muy moderno, con un toque tecnológico.
Enfrente un gigantesco cristal, que en el caso del váter no sólo proporciona
un reflejo distorsionado del huésped, sino que amplía visualmente
el espacio. Las sillas del escritorio son las Fantastic Plastic Elastic, de Arad
para la firma Kartell, también sinuosas y sugerentes. No lo duden, su levedad
invita a sentarse en ellas, a sumergirse en un concepto distinto de diseño. El
huésped recorre el espacio sorprendido, como tratando de descubrir nuevas
formas detrás de cada rincón.
Planta sexta. Marc Newson. El lujo y la comodidad de lo sencillo
Concepto/idea
Simplicidad y comodidad son los dos adjetivos que mejor califican el proyecto
de Newson en la sexta planta del Hotel Puerta América. En su opinión,
la habitación de un hotel debe invitar al relax desde el principio, todo debe
ser accesible y no debe existir ningún que hace sombra al otro. “He pasado
mucho tiempo en habitaciones de hoteles en todo el mundo y ésta es una
gran oportunidad para mejorar todas las cosas que me molestaban de un
hotel”. Su concepción del diseño roza casi lo naiv, apenas da la sensación de
que su mano haya pasado por allí. Pero el resultado es un espacio sencillo e
innovador.
Lobby y pasillo
Marc Newson ha optado por madera lacada en rojo brillante para los paramentos
de estos dos espacios. El suelo alterna una moqueta de lana con
mármol. Se trata de envolver al cliente en una atmósfera sugerente y moderna,
pero a la misma vez relajada, donde nada destaca sobre el resto. Estas
dos zonas comunes se reducen al mínimo. De esta manera, el cliente discurre
tranquilamente hasta su habitación.

Habitaciones
Suyas son piezas como la Felt Chair, para Capellini, o la Lockheed Lounge,
de líneas sinuosas y sugerentes, que invitan al descanso. Lo mismo ocurre
con este proyecto.
Newson combina sobre todo el gris y el blanco. La cama es una especie de
isla, un oasis aislado del resto de los elementos, que también ha diseñado
el propio autor, y que aparece rodeada de cuero, usado en el cabecero y las
mesillas de noche. El suelo es de madera de roble aceitado de lamas anchas
que aporta un punto cálido al interior. Newson ha diseñado un único mueble
multiusos. Todo es fácil, todo está al alcance de la mano. Esa es la ventaja de
su proyecto. Además, el diseñador ha creado una mesa y una silla especialmente
para el Hotel Puerta América.
En el baño se ha elegido mármol Statuario Venato, de las canteras de Carrara.
Es de una sola pieza y la veta está a la vista, todo un lujo para el cliente,
una característica que también se encuentra en el otro espacio diseñado
por el australiano: el bar. Por último, también la bañera es diseño de autor,
como el resto de las piezas del baño, para Ideal Standard.
Planta quinta. Victorio & Lucchino. Moda que viste el interior
Concepto/idea
Confort y serenidad son las dos palabras que mejor definen el trabajo de
Victorio & Lucchino en el Hotel Puerta América. La premisa fundamental era
conseguir que el cliente se sintiera cómodo, bien arropado por una texturas
cálidas y unos colores que abrazan, que parecen mecer a quién descanse en
esta habitación.
Lobby y pasillo
En el hall las paredes son de laca negra, las butacas de terciopelo y suelo
negro de piedra envejecida. Dos esfinges de mármol blanco, de la colección
particular de los diseñadores, se alzan hieráticas en medio del lobby. Los
diseñadores llevan lo mejor de su vida cotidiana al hotel. Ofrecen al cliente
su universo, le llevan de la mano a un patio cordobés.
Los corredores se visten de moqueta negra, en contraste con el terciopelo
beige de las paredes. Unas plumas de escayola refuerzan el toque barroco
de la decoración. Los números de cada habitación, en caucho, se apoyan en
un fondo de acero.
Habitaciones
Victorio & Lucchino han buscado una atmósfera “lujosa y confortable”, según
ellos mismos reconocen. En la pared del cabecero cuelga una obra exclusiva
e irrepetible para cada habitación, elaborada por el artista Sergio Cruz. Los
muebles, negros, son de los diseñadores y presentan las esquinas redondeadas.
Pero, quizá, lo más singular de la propuesta de estos dos diseñadores
son los tejidos: lino, terciopelo y algodones que arropan el mobiliario y que
se han empleado para la creación de elaboradas colchas, cortinas y cojines

en doble color. Además, se descubren lámparas con base de terciopelo lacre
sellado con tachuelas y pantalla también en terciopelo lacre e interior dorado;
sillas rojas y negras de inspiración china. La habitación tiene una distribución
clásica, con el escritorio al lado de la cama.
En el baño, reina el confort y armonía entre bañera y lavabo y el resto de
piezas, todas en cerámica. Como toque final, velas en lacre o beige, además
de recipientes y maceteros de cerámica de creación propia. Victorio y Lucchino
no se han olvidado de nada. Cada detalle lleva su firma.
Ningún elemento –ni colores ni disposición- se repiten en las distintas
habitaciones. Todo ello es posible gracias a materiales puros y sofisticados
como algodones, linos, terciopelos, piedra envejecida, cristal negro,..., que
los diseñadores han reinterpretado. En cuanto a los colores, dominan el marrón
chocolate, el gris antracita, el negro, el beige y el burdeos con los que
consiguen crear un espacio muy cálido en el que uno se puede sentir como
en casa.
Cuarta planta. Plasma Studio. Un ejercicio de geometría
Concepto/idea
Este es un estudio joven, que consiguió su billete para este proyecto después
de ganar un concurso. Plasma Studio, formado por Eva Castro y Holger
Kehne, ha demostrado que está a la vanguardia de la arquitectura con un
trabajo arriesgado, basado en líneas geométricas y materiales fríos como el
acero inoxidable. Interés por las formas difíciles, por lo digital y por otros
métodos de trabajo que se salen de lo común son las bases de Plasma Studio.
De hecho, ellos mismos explican que “trataron de huir del estereotipo
del hotel como un lugar anodino y homogéneo” y que enseguida se dieron
cuenta que esto no era un proyecto cualquiera, sino “un punto de referencia
de la arquitectura contemporánea”. Ellos pretenden despertar la imaginación
del cliente forzando el espacio hasta el límite. Para quien no los conozca, es
el momento de descubrir si lo han conseguido.
Lobby y pasillo
Un espacio tridimensional que deja boquiabierto al que lo contempla. La
premisa: sorprender al cliente forzando su concepción habitual del espacio.
Si Vd. tiene una idea preconcebida, olvídela, nada se ajustará a lo que esté
pensando. La idea anterior es la máxima que rige el trabajo de este joven
estudio. En el Hotel Puerta América, también está presente este concepto,
visible especialmente en el más que sorprendente volumen-escultura del
lobby, que se convierte además en un enorme banco. Tanto este espacio
como el pasillo se resuelven con grandes piezas de acero inoxidable y formas
geométricas que remiten una nave espacial. La estructura, parece querer
abalanzarse sobre el huésped. La sensación de un proyecto de ficción está
reforzada por un juego de luz de distintos colores. Se trata de unas tiras
de leds, que reflejan la luz sobre unas finísimas varillas de metacrilato, que
refuerzan la intención de crear un recorrido sensorial, donde sólo manda la
intuición del cliente.

Habitaciones
El mismo acero del pasillo da forma a la ducha, el baño, el cabecero de la
cama y el escritorio, que discurren uno a continuación del otro organizados
en la misma pared. Todo es una única y gigantesca pieza, que fluye con naturalidad
pese a lo aparentemente agresivo de su forma. La bañera es de vidrio
y la mampara que separa el baño de la habitación, también de este material,
se sostiene por su propia estructura. Éste es un espacio joven y dinámico,
que reta al huésped a tocar, a descubrir cada esquina. El suelo de este espacio
es de resina. En el inodoro destaca un panel de vidrio retroiluminado. La
misma solución se ha utilizado en la habitación para la pared que alberga la
televisión frente a la cama. Luz contenida y formas arriesgadas para responder
a los gustos eclécticos del siglo XXI.
Tercera planta. David Chipperfield. Lujo e intimidad
Concepto/idea
“Imaginamos una atmósfera lujosa y un espacio íntimo. Proyectamos una
habitación con materiales de lujo, como la terracota o el mármol, donde además
pudieras disfrutarlos. Pensamos en un espacio reducido a lo esencial,
que de este modo le daría a cada uno de los elementos una cierta importancia.
Es raro que a uno le pidan que diseñe una habitación para un hotel sin
atenerse a restricciones. Así que ésta ha sido la oportunidad de diseñar una
como nos habría gustado encontrarla en cualquier hotel”. De esta idea parte
David Chipperfield para diseñar un espacio sencillo, pero muy acogedor.
Lobby y pasillo
Lo primero que llama la atención es una gran lámpara circular de cristal de
murano. El pasillo, completamente negro, da sensación de profundidad e
intimidad, como si uno se sumergiera en una especie de túnel del tiempo
y no supiera donde puede aparecer, en que momento o lugar de la historia..
Sin duda, el arquitecto lo logra mediante el juego que propone con
la iluminación. Unos haces triangulares en el techo tratan precisamente de
aportar esa cualidad de profundidad espacial y de continuidad, de sensación
de olvidarse del lugar y el sitio en el que nos encontramos. Relax e intimidad
son las claves aquí. Además, las paredes del lobby y el pasillo, en dm lacado,
presentan una tira de luz cada poco espacio contribuyendo a la sensación de
un túnel del tiempo.
Habitaciones
La sorpresa aquí es que Chipperfield busca un lugar diferente basado en un
concepto muy geométrico del espacio. Toda la habitación está solada con
piezas de terracota de 7 x 21 cm. Algunas de ellas hechas a mano, debido a
la dificultad que revestía el colocarlas en lugares determinados de la habitación,
como las esquinas. El orden espacial continúa en el escritorio, que es
una pieza sencilla, delgada, y de las mismas proporciones que las baldosas
del suelo y las paredes, y que ocupa aproximadamente la misma longitud
que la cama y está situada a su lado. Está hecha en LG Hi-Macs negro. El

anco y el cabecero son de piel, también en color negro. Muy sencillos. Sobre
la cama aparece una pieza en dm lacado en azul que singulariza el dormitorio.
El contraste de colores, básicamente blanco y negro, y la sencillez del
espacio aportan al cliente un plus de relax y consiguen un espacio muy bien
iluminado.
Segunda planta. Norman Foster. Elegancia y flexibilidad
Concepto/idea
Foster personifica la elegancia del High-tech. Aquí, juega con las formas y los
materiales para expresar lujo y sensualidad, pero, sobre todo, para conseguir
que el cliente desconecte del entorno éctico de una gran ciudad como
Madrid. Esa era su intención fundamental. Y todo inspirado por la paleta de
materiales del escultor vasco Eduardo Chillida, amigo personal de arquitecto.
Chillida explora en su obra con materiales naturales y formas orgánicas, que
Foster ha reinterpretado en la segunda planta del Hotel Puerta América. No
hay duda, quien quiera relajarse encontrará en el proyecto del arquitecto
británico un espacio idóneo. Él mismo reconoce que ha creado un “perfecto
santuario urbano”. Y, créanlo, no exagera. Dos espíritus creadores, como el
del escultor vasco y el arquitecto británico, unidos en un proyecto sugerente
y muy sutil que mezcla lo tecnológico de materiales como el vidrio con la
calidez de la moqueta y el cuero.
Lobby y pasillo
En el lobby, una escultura de Chillida recibe al huésped. Las paredes son de
cuero en color blanco roto. Una solución que consigue transmitir al huésped
sensación de intimidad. A continuación, en el pasillo destacan las paredes,
que en algunos puntos se asemejan a unas gigantescas linternas de vidrio
traslúcido retroiluminado y que refuerzan la sensación de un espacio muy
dinámico. Estas paredes se convierten en el elemento central del proyecto y
actúan de nexo entre el pasillo y la habitación, penetrando en ésta, haciendo
las veces de pared de la ducha.. Además, el techo del baño es de lienzo
tensado que se retroilumina. De nuevo aquí está presenta esa idea de la
tecnología tan característica del arquitecto británico. Uno parece que se está
duchando en un baño más propio de una novela de ciencia-ficción, que arropa
al cliente, que de un hotel en el centro de Madrid. Se trata de un espacio
flexible, sinuoso y tecnológico.
Habitaciones
Foster huye siempre de lo recargado. Prefiere líneas sencillas, leves, pero
sugerentes, como las del Puente del Milenio, en Londres, que une la Tate
Modern con la City. En el caso de las habitaciones del Hotel Puerta América,
eligiendo el cuero logra aportar distintas sensaciones sin recargar el espacio
innecesariamente. Además, las distintas texturas del material consiguen
aportar al huésped sensaciones acústicas distintas. El cabecero de la cama es
de piel marrón. Enfrente, en la pared que esconde la televisión y el resto de
servicios, ha preferido cuero blanco, que aporta intimidad y calidez, reforzadas
por la tarima de roble del solado. Un sencillo tirador permite levantar
una puerta para ver la televisión. Nada de estridencias. La cama, además,
está a poca altura del suelo, como invitando al descanso.

Una gran pieza de onix retroiluminado, que hace las veces de lavabo en el
baño, recorre de lado a lado una de las paredes del espacio. De este modo,
se convierte en un escritorio en la habitación, uniendo de manera elegante
baño y dormitorio. La forma de iluminarlo busca no sólo resaltarlo sino
también conseguir cierta amplitud espacial, ya que además es una pieza que
no ocupa demasiado espacio pese a su longitud. Esta es, probablemente, la
mayor sorpresa para el huésped y resume “el ambiente flexible del dormitorio”,
según Foster, y el lujo que ha tratado de transmitir.
Primera planta. Zaha Hadid. Líneas sinuosas, espacios fluidos
Concepto/idea
Hasta hace poco Zaha Hadid era más conocida por los edificios que no había
construido que por los que sí. Su trabajo espectacular traía de cabeza a los
clientes. La dificultad formal era máxima. Todo eso se acabó. Ahora, sus
espacios fluidos, que hace años se adelantaban al tiempo, marcan la pauta
y se pueden ver en todo el mundo. Sus construcciones provocan la imaginación
de quien las contempla. En este proyecto, el cliente creerá estar en un
espacio casi de ciencia-ficción, pero, paradójicamente accesible, al alcance
de la mano. Zaha Hadid ha creado un lenguaje arquitectónico que invita a
soñar, a imaginar mundos distintos, surgidos fundamentalmente de las posibilidades
que permite el diseño digital y que han situado a esta arquitecta
en la vanguardia de la profesión con obras como el Parque de Bomberos de
Weil am Rhein, en Alemania, o un edificio para la marca de coches BMW, en
Leipzig, Alemania.
Lobby y pasillo
En general, se trata de un espacio blanco, limpio y sugerente y muy bien
iluminado. Nada más salir del ascensor, en el lobby, el huésped descubre
espacio de formas curvas y sinuosas. En primer lugar, destaca una lámpara
de perfil delgado y sinuoso bautizada con el nombre de Vortexx (quizá por
que se asemeja en cierto modo a un huracán, a un vórtice), que domina todo
este espacio. Hadid y Patrik Schumacher la han diseñado para Sawaya &
Moroni y cambia de color cada poco tiempo. Es realmente espectacular. Está
a la altura de los ojos para que se puedan apreciar todos los cambios. La luz
parece casi un líquido dentro de las formas retorcidas de esta lámpara. Además,
también llaman la atención unos bancos que brotan de la pared. En los
pasillos destaca la forma sinuosa del paramento en LG Hi-Macs, un material
dúctil que se acopla como un guante a la manera atrevida de ver la arquitectura
que tiene Zaha Hadid.
Habitaciones
En las habitaciones lo más singular es la amplitud y limpieza que aporta el
color blanco del suelo y las paredes. Además, el cliente se sumerge en un
mundo entre el barroco, el modernismo y el minimalismo, debido, en el primer
caso, a las formas sinuosas y, en el segundo, a la claridad que aporta el
color blanco. Así es la obra de Hadid, difícil de catalogar, ecléctica y sorprendente.

Uno de los aspectos más destacados es la iluminación creada para las puertas.
Se trata de una banda de leds que iluminan las leyendas en las puertas.
De este modo, desde el interior el huésped puede marcar si desea que le sirvan
el desayuno, que le hagan la habitación, que no le molesten o si necesita
alguna reparación. Un prodigio de ingenio y... comodidad. Los tiradores son
también un diseño rotundo de la arquitecta para el Hotel Puerta América y
prometen ya todo un mundo de sensaciones para la vista y el tacto.
Dentro de la habitación, y también de una misma pieza de LG Hi-Macs (la
habitación de Hadid es también un estudio sobre las posibilidades de este
material) brotan la cama, el escritorio y el resto del mobiliario. Todo parece
surgir de la pared y da la sensación de que a una orden del huésped, se volverá
a ocultar en ella. La arquitecta ha diseñado expresamente para el hotel
un asiento muy voluminoso pero de aspecto ligero. En la cama, el cabecero
presenta una iluminación de halógenos empotrados en su parte inferior,
perfectos para quien quiera relajarse un rato leyendo en la cama.
El baño es una única estructura de suelo a techo, que cambia de color
según la habitación y que continúa en el lavabo. Es un espacio monocolor. La
bañera continúa en el lavabo, sin rupturas. En el inodoro, una pieza de Stefano
Giovannoni para Alessi, se acopla bien las líneas redondeadas y futuristas
propias de la arquitectura de Hadid. La papelera es un lujo de diseño y ha
sido creada expresamente para el hotel. Todo un reto para huéspedes con
imaginación, porque no es tan fácil descubrirla ¿se atreve?
Restaurante. Christan Liagre. Inspiración latina
Según se accede al hotel, a la izquierda, está el restaurante, bautizado como
Lágrimas Negras. Nada más entrar, llama la atención la barra retroiluminada
de Hi- Macs de LG, decorada con unos motivos abstractos. De noche
es la pieza más destacada del espacio. La enorme bodega es una pieza de
aluminio y vidrio que separa el restaurante de la cocina y que puede albergar
más de 400 referencias distintas, todas a la vista. En realidad es casi más
una escultura que una bodega al uso. Hay tres espacios: el restaurante, una
zona para tomar algo entre horas y un buffet en la parte superior. En general,
el cliente se verá sorprendido por un espacio amplio en el que se usan con
profusión colores claros y materiales que lo agrandan visualmente, como el
espejo, usado en una de las paredes y que de noche pasa completamente
desapercibido, como si no existiera. Además, la madera o el cuero lo transforman
en un ambiente cálido. Sobre todo, en este espacio llama la atención
la claridad formal y la altura de los techos, una característica de todos los
espacios de la planta baja, como la recepción o el bar. Sobre cada mesa cuelgan
unas lámparas, como unas grandes lianas, desde el techo.
Para este proyecto, Christian Liagre, uno de los diseñadores franceses
más destacados de la moda y el interiorismo, se ha inspirado en su particular
visión de la capital española, que él entiende como un lugar heterogéneo.
De este modo, ha integrado diferentes detalles gráficos de regiones españolas
como Andalucía, Galicia o Cataluña. En general, el huésped encuentra un
espacio decorado con materiales nobles, que destacan por convertir el espacio
en un lugar acogedor y cómodo, como el roble de las puertas y las lamas
que protegen el espacio del exceso de luz y sol exterior o el suelo de piedra

Caiscais. Liagre encuentra su inspiración en la naturaleza y la artesanía. En su
opinión, la libertad a la hora de diseñar el restaurante ha sido “la oportunidad
para hacer un restaurante totalmente español como a mí me gusta”.
Recepción y salones. John Pawson
Aunque éste es un proyecto relativamente pequeño en superficie, apenas
150 m2, en comparación con los 1.200 que ocupa cada una de las plantas,
John Pawson ha conseguido un espacio impresionante con una variedad
limitada de materiales.
La recepción, de John Pawson es un espacio donde predomina la madera.
Según se accede al hotel hay una primera parte para sentarse a leer el periódico,
más tranquila, por donde discurre un pequeño caudal de agua. Oculto
tras un panelado de madera está la recepción y los ascensores del hotel. La
madera trata de crear un espacio amplio. Además, el pequeño hueco reservado
a la recepción trata en realidad de reforzar la sensación de continuidad
del espacio.
Los espacios comunes son unas grandes salas de conferencias con salida
a la terraza exterior y que se separan unas de otras mediante unos paneles
correderos con guías.
Bar de copas. Marc Newson
MARMO BAR Desde la recepción se ve todo el bar gracias a las gigantescas
puertas de cristal que dan acceso a éste. Es un concepto muy americano. Ver
y ser visto. Este es un lugar para relajarse, acogedor y moderno. En primer
lugar, llama la atención la altura, que se ve agrandada por 400 perfiles de
aluminio de un grosor mínimo y casi siete metros de altura, que se encuentran
separados cinco centímetros entre sí. Su especial disposición consigue
un dibujo vertical que aporta mayor sensación de amplitud al bar, así como
profundidad y ritmo. La barra es una gran pieza de 8,25 metros de largo
de mármol Statuario Venato blanco, de las canteras de Carrara, cuya pieza
original pesaba alrededor de 6 toneladas. Esta pieza fue la primera en ser
instalada, antes incluso que la fachada, debido a sus gigantescas dimensiones.
A ambos lados aparecen dos enormes huecos, o cuevas, con asientos de
piel de color blanco para los clientes que deseen algo más de tranquilidad
o privacidad. Las mesas se colocan sobre una plataforma de piel. El mármol
gris “bardillo imperiale” del suelo tiene como característica que su superficie
pulida actúa casi como un gran espejo. La pared que da a la terraza exterior
es completamente de vidrio. Así, puedes ver desde el interior lo que
pasa fuera. Es un amplio espacio con el suelo de color blanco. Es una zona
sencilla, donde unos paneles de vidrio con el logo del Hotel Puerta América
la separan de la carretera. A otro de los lados está el jardín. Este es un lugar
muy agradable, ideal para tomar una copa después de un día de trabajo o
de haber visitado la ciudad. Para la terraza se han elegido las sillas One, del
diseñador alemán Konstantin Grcic para la editora italiana Magis.

Estructura. SGA Estudio
Los espacios del hotel, su distribución y forma, en resumen, la estructura del
Hotel Puerta América es obra de SGA Estudio, con Felipe Sáez de Gordoa a
la cabeza. El hotel presenta dos entradas. La principal, es un camino elevado
de color anaranjado, que permite el acceso a los coches hasta la misma
puerta. Se encuentra a nivel de semisótano en la parte que da a Avenida de
América, pero la elevación permite que el huésped llegue hasta la misma
entrada, donde se encuentra la recepción y los espacios comunes, como el
restaurante o el bar. El acceso posterior, o de servicio, es el que se encuentra
en la calle Corazón de María. “La estructura del hotel presenta una característica
forma laminar diédrica (150o) de 14 pisos, adosándose en la planta
baja dos cuerpos cilíndricos: anterior (patio cubierto de acceso) y posterior
(los salones rodeados de una galería perimetral)”, como explican desde SGA
Estudio.
Jardín. Bourne + Bell. Un oasis en medio de Madrid
B+B es un estudio de paisajismo fundado en 2002 por Harriet Bourne y
Jonathan Bell, que lleva desde entonces realizando proyectos en todo el
mundo. Ambos, después de haberse dedicado a otros temas, estudiaron
paisajismo en la universidad de Greenwich. Su idea de diseño se basa en que
los arquitectos y diseñadores no deben de imponer sus ideas en un espacio,
sino que, más bien, deben descubrir las características esenciales del mismo
a través de la ecología, el paisajismo, el urbanismo o la vegetación. Es un
estudio que huye de etiquetas, que disfruta con lo que hace y que basa su
fuerza en unos proyectos extremadamente detallistas.
Las dos intervenciones de B+B en el hotel se centran en diseñar un parque
anexo así como las livianas pérgolas de la terraza. Éstas se extienden
por todo el espacio y acogen flores durante el verano, lo que aporta mucho
frescor. Su estructura es muy sencilla y leve. En realidad, destacan las plantas,
mientras los pilares que las sustentan pasan completamente desapercibidos
para el visitante. Es un espacio relajante, que protege al cliente del ruido
exterior, donde es posible sentarse a la sombra un momento durante el día y
también se puede disfrutar de una copa por la noche en un marco incomparable.
Un bosque de pinos rodea el Hotel Puerta América. La primera sensación
que tiene el cliente es que éste no es un espacio en uno de los lugares más
transitados de Madrid. Por otro lado, se ha diseñado un sistema de círculos
concéntricos de vegetación que se extienden por el parque anexo, que trata
de ser un lugar cambiante y sorprendente., Esta vegetación servirá como una
especie de calendario floral, ya que irán brotando sucesivamente toda clase
de flores, en distintas tonalidades de color rosa, desde enero hasta diciembre.
Además, una valla de tiras de acero cortén, que se mezclan con una de
piedra en algunas zonas, protege el espacio y le da un punto urbano a este
oasis en medio de Madrid y que, lógicamente, se adapta muy bien al entorno
en el que se encuentra el Hotel Puerta América. Todo el suelo del parque
es de arena. Lo curioso aquí es que es la misma que se utiliza en las plazas de
toros, con ese color característico, que, además, conjuga bien con la fachada

del hotel y con el ladrillo de la mayoría de los edificios colindantes. Además,
se han colocado unas esculturas de madera y unos columpios y bancos para
que la gente del hotel, pero también cualquier ciudadano disfrute de este
espacio. Es, precisamente, la filosofía abierta y acogedora del Hotel Puerta
América.
Garaje. Teresa Sapey: Estímulos gráficos
“A nivel emocional he tratado de contar una historia sobre el derecho de
cada uno a vivir la vida como mejor le parezca”. Esta frase es, sin duda, toda
una declaración de intenciones y refleja una apuesta fuerte por la libertad de
elección en la que se apoya este proyecto del Hotel Puerta América. La idea
de la arquitecta italiana está basada en un sencillo grafismo y en el color.
Sólo una arquitecta como Teresa Sapey se atrevería a una apuesta tan radical
y colorista en un espacio, en principio, tan oscuro como suele ser un parking.
Como ella misma explica, la mayor fuente de inspiración fue, precisamente,
el poema Libertad, de Paul Éluard, que ocupa toda la fachada del Hotel
Puerta América. De hecho, el poema da forma a los gráficos impresos en
la pared, conformado así símbolos que hablan de libertad para expresarse,
para escuchar, para hablar...
“Cada vez estoy más convencida de que los garajes son un espacio urbano
al que hasta ahora no se le ha prestado demasiada atención. Me fascina
cómo un lugar en el que la funcionalidad es la base pueda a la vez apelar a la
parte emocional del individuo”. Un sencillo código iconográfico sobre las paredes
conduce al huésped por el garaje. Los motivos son un dedo señalando
la salida, gente que corre con un perro, un inválido en silla de ruedas..., que
se han hecho mezclando las palabras del poema de Éluard.
No hay duda de que su propuesta debería ser entendida como una introducción
al espíritu soñador y libre del Hotel Puerta América. Y esa libertad
comienza ya desde su parte más oculta.
Oscar Niemeyer
“Here, then, is what I wanted to tell you of my architecture. I created it with
courage and idealism, but also with an awareness of the fact that what is
important is life, friends and attempting to make this unjust world a better
place in which to live.” Oscar Niemeyer. The Curves of Time: The memoirs of
Oscar Niemeyer, p. 176
Oscar Niemeyer es, a punto de cumplir los 100 años, el ultimo superviviente
del modernismo. Su figura es fascinante. Destaca por ser el responsable
de la construcción y planificación de la ciudad de Brasilia, la imponente
capital de Brasil. La suya es una arquitectura con un marcado carácter artístico,
de gran riqueza formal y que, según muchos críticos, incorpora los valores
poéticos de la cultura brasileña. Ha recibido el Premio Pritzker (1988) y el
Premio Príncipe de Asturias de las Artes (1989). Para el Hotel Puerta América
ha diseñado una escultura de hierro, con forma de hoz, de unos cinco metros
de altura, que se colocará en el parque anexo.

Arnold Chan. El concepto de Luz para todas las zonas del Hotel
La estrategia de la luz para este hotel único consta de dos componentes
básicos con una intromisión mínima en la estructura, pero con una interpretación
clave en los espacios. La filosofía de Isometrix ha sido acentuar y revelar
la cualidad y personalidad de cada una de las plantas, además de las zonas
abiertas del hotel. Esto incluía introducir, donde fuese apropiado, elementos
comunes de luz, una característica de esta compañía y su enfoque de la luz
sobre la arquitectura.
Empezando por el paisaje y el exterior del hotel, el objetivo ha sido enfatizar
el color destacando y vistiendo los rasgos seleccionados del diseño del
paisaje para crear un interés visual y de utilidad.
La apariencia icónica del hotel luce igual por la noche, con la paleta
vibrante de colores que crecen suavemente de un amarillo brillante hacia un
azul oscuro. A un nivel más bajo, la textura de las paredes y las mamparas
acentúan las barreras de la esfera abierta del hotel.
El interior del hotel responde a las necesidades de cada diseñador y su
enfoque individual. Mientras que el restaurante está iluminado para crear
intimidad, con lámparas colgantes decorativas y lámparas con pantallas
pequeñas, el bar del hotel está dotado con luces brillantes detrás de láminas
de aluminio y de luces incandescentes por el suelo. Un color leve es añadido
a las aletas por la noche de forma discreta para evitar la interrupción de la
fuerte interpretación del lenguaje de materiales y formas seleccionadas.
El lobby y las salas de conferencia siguen la filosofía de John Pawson,
con techos y paredes limpios. La luz está presente de forma indirecta, de tal
manera que se destaca las mamparas, puntos de entrada y espacios.
En todos los niveles del hotel, donde es posible, hay una visibilidad
mínima de donde procede la luz. La iluminación se caracteriza por ser una
iluminación indirecta, ya que la luz está integrada en los muebles (algo crucial
para conseguir el logro en este proyecto).
La elección de lámparas pretendía obtener sólo la más alta calidad de
iluminación en términos de colores y fuerza, un aspecto fundamental para
el nivel de confort en un hotel de cinco estrellas. Hubo pocas excepciones,
donde la arquitectura exigía un enfoque de iluminación diferente y a veces
radical. En estos casos, la luz consta de elementos inusuales como LEDs y
lámparas fluorescentes. En todos los casos, los orígenes de la iluminación
tenían que ser completamente invisibles y ocultos en los detalles de la arquitectura,
para mantener la elegancia y la discreción perseguida por Isometrix.
La iluminación añade y complementa todos los aspectos de la arquitectura
en cada planta. El enfoque unificado de la iluminación ha ayudado a
los distintos arquitectos a lograr y materializar una combinación de colores,
texturas y dimensiones, en doce magníficos y únicos ambientes de hospitalidad,
bajo un mismo techo.

3. Datos y servicios del Hotel Puerta América
Dirección
Hotel Silken Puerta América
Avda. de América 41. 28002 Madrid
T 91 744 54 00
F 91 744 54 01
Email: hotel.puertamerica@hoteles-silken.com
Web: www.hotelpuertamerica.com
Centro de reservas en España: 902 363 600
Datos básicos
Distancia al aeropuerto de Madrid-Barajas: 6 km
Parada de autobús más próxima: 100 m
Intercambiador de Avenida de América: 400 m
Servicios principales
Garaje
Jardín
Piscina cubierta
Spa
Centro de negocios
Bar y cafetería
Restaurante
Airport Shuttle
Centro de convenciones
Sistema Wi-Fi
Conexión a Internet
Acceso para minusválidos
Staff
Director: Javier Tobar
Chef: José Luis Estevan
Comunicación: Paula Pardo
RRPP: Alejandra Fernández-Jardón
Eventos: Bárbara Rodríguez
Ventas: Elisa Pérez (internacional), Eva García (nacional)
En cuanto al número de habitaciones, el Hotel Puerta América cuenta con
308 superiores, 22 junior suites, de mayor tamaño que las anteriores y 12
suites, las más grandes y que están situadas en el piso 12. En total: 342 habitaciones.
Los precios oscilan desde los 200 euros de las ofertas para los fines
de semana, a los 300 de las habitaciones sencillas y dobles, los 560 euros de
las junior suites y los 1.500 de las suites en temporada alta (precios validos
para el 2005). Además, el hotel ofrece un servicio de babysitting para los
clientes del hotel con niños pequeños.

Hoteles Silken mantiene un denominador común en todos sus hoteles como
parte destacada de su filosofía de empresa. Se trata de una atención exquisita
al cliente y de aportar los mejores servicios. Un 50% de los hoteles de
la cadena han obtenido la certificación de calidad ISO, y todos integran las
últimas tecnologías, como la conexión a Internet sin cables de alta velocidad
Wi-fi, reservas on line. En este sentido, Hoteles Silken dispone de una web
www.hoteles-silken.com que incorpora un sistema de reservas en tiempo real
con un mecanismo de confirmación y valoración en línea. Además, también
se pueden hacer visitas virtuales a sus hoteles. Las instalaciones y los servicios
están pensados para ofrecer el mayor nivel de confort y hacer la estancia
lo más agradable posible. En total, el cliente tiene a su disposición alrededor
de 140 profesionales en el Hotel Puerta América.
Club Silken
Además, cada vez que un cliente se aloja en un hotel de Hoteles Silken tiene
la oportunidad de acumular puntos de cortesía que le servirán para obtener
estancias gratuitas en cualquier establecimiento de la cadena. Sólo es necesario
hacerse socio del Club Silken (rellenando un formulario disponible en
todas las recepciones de los hoteles o en la página web del grupo). Una vez
se hayan seguido estos pasos se obtiene una tarjeta personalizada, así como
una suscripción gratuita a la revista Silken News.
4. Restauración. José Luis Estevan. Calidad y
servicio para un restaurante cinco estrellas
La cocina del Hotel Puerta América es otro de los puntos destacados. La
comida que se ofrece, según explica el chef, José Luis Estevan, -formado en
los fogones del Cenador de Salvador de Moralzarzal y que ha trabajado en
La Broche, Zalacaín o el restaurante Martín Berasategui en San Sebastián- es
“de tradición española, pero reformada y estilizada. “Es una cocina sólida,
de sentimiento y sabores. Se trata de que la gente disfrute y que tenga la
sensación de haber disfrutado, por haber comido muy bien y la cantidad
justa”. El Hotel Puerta América ofrece una carta con los mejores productos
con un montaje en el plato “estético”. El hotel ofrece un menú degustación
con el que el cliente podrá disfrutar todo tipo de sabores y técnicas. Un
menú, que se diseña especialmente en el restaurante según mercado, estará
basado en productos de temporada. La carta consta de platos fríos, como
consomé tartar o foie de oca; calientes, como pasta, huevos El Risotto o menestra;
pescados, como lubina, el atún toro y la merluza de pincho; y carnes,
como pularda, pichón, cebón o cochinillo. “Donde el cuidado, tratamiento y
selección de la materia prima será nuestra prioridad. Además, de la atención
como otro de los puntos básicos. Queremos tratar al cliente de una manera
exquisita”, según Estevan. Y para ello resalta que se trata aquí es de un tra-

ajo en equipo. No en vano en la cocina trabajan alrededor de 25 personas,
además del personal de sala. Por último, otro de los puntos destacados del
restaurante va a ser el protagonismo de los aceites. Se tratará de potenciar
este producto típico español.
Desayunos
Este va a ser un apartado que se va a cuidar especialmente. Se trata de
ofrecer al cliente la posibilidad de que se tome su tiempo en esta comida,
que disfrute de una carta elaborada. Se huye de los desayunos tradicionales
de buffet que ofrecen la mayoría de los hoteles. Uno de los aspectos más
destacados es que la bollería se amasa en el mismo hotel. Se trata de que el
cliente disfrute de un croissant recién hecho, “que sepa a mantequilla y sea
esponjoso”, comenta Estevan. En la carta destacan los zumos. El huésped
podrá disfrutar de ocho variedades de zumos distintos recién exprimidos,
entre los que hay sabores como naranja sanguina, remolacha, zanahoria,
pepino, manzana verde...). Además, habrá salmón, jamón ibérico, huevos
preparados de distintas formas, frutas exóticas de varias clases y 8 variedades
de panes.
5. Hoteles Silken. Pasión por la excelencia
Una misión: ofrecer el mejor servicio
El mejor servicio hotelero en las mejores habitaciones, con la más alta calidad
en la atención al cliente y con el mejor equipo humano, esa es la misión del
Hoteles Silken, cuyo objetivo se resume en su lema: “Pasión por la excelencia”.
Un objetivo: un concepto de hostelería moderno y de calidad
El objetivo empresarial se centra en la búsqueda de un nuevo concepto de
hostelería, que trata de ofrecer al cliente una nueva dimensión en servicios e
instalaciones para hacer más agradable su estancia. Pasión por la excelencia
es el lema que refleja la filosofía de este grupo en lo que se refiere a la atención
al cliente. Las instalaciones y los servicios están pensados para ofrecer el
mayor nivel de confort y hacer la estancia lo más agradable posible. Por eso,
sus hoteles disponen de los últimos servicios.
Hoteles Silken sabe que no todos los huéspedes esperan lo mismo de un
hotel. Por eso, las instalaciones y servicios se ajustan a los gustos de un gran
espectro de clientes, ya estén en el hotel por ocio o por trabajo. Además, la
cadena elige la situación de todos sus hoteles con el mayor cuidado, puesto
que éste es uno de los rasgos que más aprecian los clientes de la cadena.
Un compromiso: la tecnología, el diseño y la arquitectura
de vanguardia
Los establecimientos de Hoteles Silken se caracterizan por un equipamiento
moderno y el cuidado en el diseño y la arquitectura, que tiene en el Hotel
Puerta América el referente más claro. Hoteles Silken apuesta por hoteles

que tengan personalidad. Ninguno es igual a otro. Y esta empresa se ha conseguido
gracias a la colaboración de los mejores arquitectos, interioristas y
diseñadores de la escena internacional. Además, desde el principio, Hoteles
Silken han apostado por la tecnología y el respeto por el medio ambiente.
El grupo es pionero en acuerdos para que sus establecimientos cuenten con
un servicio de Internet sin cables. Asimismo, Hoteles Silken ha apostado por
el hotel de autor. Se trata de un concepto integral. El diseñador debe pensar
todos y cada uno de los detalles del hotel. Un ejemplo en este sentido es
el Gran Hotel Domine de Bilbao, diseñado por Javier Mariscal. Además,
desde la cadena se potencia el uso de materiales reciclables, aplicaciones
de sistemas de control para evitar un gasto innecesario de energía, así como
planteamientos arquitectónicos de ahorro de energía.
Trayectoria y cifras
Hoteles Silken es un grupo de capital íntegramente nacional (un proyecto
empresarial entre las compañías Grupo Hotelero Urvasco S.A.y Escampa) y
que nace en 1995 con tres hoteles en distintas ciudades españolas. El objetivo
es desarrollar un proyecto hotelero con personalidad propia, que busca
cubrir un vacío en el panorama hotelero de nuestro país, cuyo valor añadido,
además de una apuesta por la calidad, son los establecimientos con diseño
de autor. Así, Hoteles Silken tiene hoy hoteles singulares repartidos por toda
la geografía nacional.
El crecimiento continuado en su primer quinquenio, así como el éxito de
su gestión, les animó a elaborar un plan de expansión que incorporó en el
2001 seis nuevos hoteles a la cadena. Hoteles Silken gestiona con este hotel
4.600 habitaciones y 30 hoteles repartidos en diferentes ciudades españolas.
Asimismo, cuenta con 10 hoteles en fase de ejecución que se irán incorporando
a la cadena en los dos próximos años. Durante el mes de Mayo se
incorporó su primer hotel de carácter internacional, en Bruselas de 4 estrellas
con 212 habitaciones, situado a 20 metros del edificio del Parlamento Europeo.
Y a finales de 2006 lo hará otro en Londres, de 5 estrellas, situado en el
corazón de la ciudad.
El crecimiento medio anual en número de habitaciones se sitúa en un 29%
durante sus diez años de actividad, ocupando 1.700 empleados directos. La
previsión de ventas para el ejercicio 2005 es de 124 millones de euros.