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ore mbae’
Pensamientos del Director
Lo Que Nos Mueve
Hace muchos años atrás, una profesora en tono severo, me inquirió: “Diga
usted como define… el amor” Como la pregunta se dió en medio del
Aula Magna y delante de cuatrocientos alumnos, estaba claro que no era
una situación precisamente romántica. Yo simplemente oía el martillar del
puntero del reloj gigante que marcaba los rigurosos sesenta segundos que
disponía para dar mi respuesta en la final de las Olimpíadas de Historia y
Humanidades... Faltando 8 segundos para que expirase mi precioso minuto,
tomé el micrófono en medio de un desolador silencio en aquel enorme
recinto y balbucee mi respuesta: “El Amor… el Amor es el colapso de la
razón” Muy lejos de obtener una aclamación de película, el auditorio estalló
en risas y todo tipo de comentarios hilarantes, tuve mejor suerte con
el jurado, que apiadándose de mi, validó mi respuesta haciendo que mi
equipo gane el certamen; tenía 17 años y estaba muy lejos de interpretar
el valor de mi definición.
Cuando el cobertor en la que estaba envuelta, fue corrido por la enfermera
que la traía en brazos, pude ver los ojos de mi primera hija. En ese preciso
instante, como si fuese una ola gigante, fui golpeado por la definición del
amor que había dado en aquellos interminables ocho segundos. ¡¡Habían
pasado diez años!!! El amor es la fuerza que supera cualquier razonamiento
lógico, cualquier cálculo económico, cualquier interés terrenal, es definitivamente
el motor de los grandes cambios de la humanidad. El amor,
como cualquier motor, necesita un combustible y yo creo que el combustible
se llama ¡Pasión! Es necesario amar apasionadamente para ir a una
guerra en defensa de los tuyos, para acometer desafíos que lógicamente
parecieran imposibles, para luchar denodadamente día tras día para que
nuestros afectos estén mejor.
En la sociedad del conocimiento, en la que más tiene más sabe, queda claro
que debemos empeñarnos en saber, pero ¿basta con eso? La respuesta categóricamente
es NO. Sin la pasión, Cristóbal Colon no se hubiese aventurado
al mar rumbo a lo desconocido, Thomas Edison no hubiese inventado
el foco (Entre tantos otros descubrimientos), Albert Einstein no hubiese
formulado su teoría de la relatividad y otros tantos millones de anónimos
no hubiesen contribuido con su apasionado grano de arena para mejorar la
calidad de vida de las personas.
Apasionarse por lo que uno quiere, por lo que uno anhela, hace que las barreras
parezcan mas pequeñas y sintamos que todo lo podemos. Poner Pasión en
nuestro día a día, además de alegrarle la vida a quienes están a nuestro lado,
hace que nuestro esfuerzo tenga sentido, que nuestro trabajo no sea una rutina
aburrida para ganar un salario, sino que sea el medio para realizarnos.
“Miremos la cumbre en nuestro escabroso camino de ascenso en la vida,
imaginando a cada paso, como será, la vista del valle al llegar a ella”
TROVATO ore mbae’
Julio Trovato (h)
Director
No hay actividad
humana que pueda
dejar marcas, por
más pequeñas que
creamos que sean,
que no se realice
¡con pasión!
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