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El lema elegido para el Encuentro Internacional de Jóvenes Maristas en Madrid 2011 es
Belivin’. Un juego de palabras que alude a la palabra inglesa “believing”, que significa creyendo, pero
que al mismo tiempo encierra tres significados:
El Ser (to be)
El Vivir (to live) y
Aquello que entra en mi interioridad (in’),
para conjugarlo en una posición y un proyecto personal ante la vida y ante el
mundo que está en proceso, creyendo (gerundio).
Se quiere profundizar en las creencias que tenemos en nuestra vida, qué es aquello en lo que
creo, cómo es el Dios en quien confío, cómo vivo eso en mi comunidad y en el mundo. Y para eso
Jesús nos acompaña, nos muestra y nos da su vida.
No podemos caminar por libre. Escuchar, dialogar, compartir… son palabras clave durante este
proceso. Todos llevamos en el corazón sueños, inquietudes, llamadas, que necesitamos desvelar y
confrontar. Hemos sido tocados por el carisma y la misión maristas y podemos enriquecernos mucho
mutuamente al compartir nuestras vivencias.
Tampoco podemos caminar con los ojos cerrados, como los dos de Emaús, incapaces de
reconocer la presencia de Jesús a su lado. Dios nos sigue hablando, y hacer un camino de fe supone ir
purificando poco a poco la mirada y haciendo los oídos más atentos. Tenemos que caminar sin
acelerones, tomándonos el tiempo para reflexionar juntos y discernir los signos de Dios en nuestra
vida.
Este camino de interiorización puede parecer el camino más corto, pero es el más difícil de
recorrer. El mundo en que vivimos nos invita a vivir de puertas afuera, a llenar nuestros sentidos de
nuevas sensaciones. Necesitamos pararnos, hacer altos en el camino para reflexionar, discernir,
personalizar, dejar que, a ejemplo de María, resuene todo ello en el fondo del corazón. Y, ahí,
escuchar la voz de Dios que sigue hablando, llamando, interpelando.
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