Peregrinación a la tumba del Padre Esteban Uriburu - Schoenstatt.org
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<strong>Peregrinación</strong> a <strong>la</strong> <strong>tumba</strong> <strong>del</strong><br />
<strong>Padre</strong> <strong>Esteban</strong><br />
Reflexiones, Rosario, Meditaciones<br />
Breve reflexión junto al Santuario Nacional.<br />
Partida hacia el Santuario de Sión, rezando el Santo Rosario.<br />
Meditación en el lugar.<br />
Visita a <strong>la</strong> <strong>tumba</strong> <strong>del</strong> <strong>Padre</strong> <strong>Esteban</strong>. Los peregrinos rezan una<br />
oración comunitaria.<br />
Reflexión junto al Santuario Nacional<br />
Grande fue nuestra alegría cuando nos pidieron asumir <strong>la</strong> preparación de este momento de <strong>la</strong><br />
Jornada. Todos los que estamos aquí, o hemos conocido personalmente al padre <strong>Esteban</strong> o<br />
hemos oído de él. Haber conocido al padre <strong>Esteban</strong>, haber estado cerca de él, ha sido un don<br />
enorme, ha sido estar al <strong>la</strong>do de un gigante con corazón de niño; a <strong>la</strong> vez ha sido una<br />
experiencia que no puede dejar de traducirse en una misión, en un necesitar compartir lo<br />
recibido, para así seguir enriqueciéndonos mutuamente con el fuego de su carisma al servicio<br />
de nuestra querida misión: <strong>la</strong> Campaña.<br />
Durante esta Jornada nuestro anhelo es reencender nuestro espíritu. El <strong>Padre</strong> Kentenich solía<br />
repetir: “Todo reino es fecundo en <strong>la</strong> medida en que es fiel a su origen”; nosotros, como<br />
Campaña, para ser fecundos, queremos, necesitamos ser fieles a nuestro origen. Este origen<br />
está anudado inseparablemente a <strong>la</strong> entrega de una persona: Joao Pozzobon, y a un lugar de<br />
gracias: el Santuario Tabor de Santa María, Brasil. Pero también nuestro origen está<br />
íntimamente unido al padre <strong>Esteban</strong>; a él le debemos <strong>la</strong> infinita gratitud de haber descubierto a<br />
don Joao y <strong>la</strong> Campaña, de haber descubierto <strong>la</strong> magnitud de esta vertiente, y a partir de ahí se<br />
entregó y trabajó por el<strong>la</strong> hasta el fin de su vida, llevándo<strong>la</strong> desde Argentina a todo el mundo.<br />
Refiriéndose a su encuentro con don Joao y <strong>la</strong> Campaña él decía: “Poniéndolo en una imagen:<br />
me siento como alguien que navegaba en un pequeño riacho, se encontró con un inmenso río,<br />
que finalmente lo hizo salir al mar abierto. Los acontecimientos han sido cada vez mayores,<br />
más intensos y más veloces. Es como haber dejado de vo<strong>la</strong>r en aviones a hélice, y haberse<br />
subido a un jet”. (<strong>Uriburu</strong>, <strong>Esteban</strong>, Experiencias y Reflexiones, p. 151).
Hoy nosotros, en el marco de esta Jornada de Representantes, cuyo acento está en <strong>la</strong> riqueza<br />
de promover <strong>la</strong>s peregrinaciones, partiremos desde nuestro Santuario Nacional, desde este<br />
Santuario que fuera bendecido por nuestro <strong>Padre</strong> Fundador camino al exilio, y también lugar<br />
donde estuvo don Joao una semana antes de su muerte; desde este lugar don Joao ofreció su<br />
vida para que <strong>la</strong> Campaña se tornase desde aquí mundial. Nos pondremos en camino desde<br />
este Santuario que tanto significó en <strong>la</strong> vida <strong>del</strong> padre <strong>Esteban</strong>...<br />
¿Hacia dónde peregrinaremos hoy? Hacia el camposanto de Sión, donde se hal<strong>la</strong> enterrado el<br />
padre <strong>Esteban</strong>. En este momento, en el misterio de <strong>la</strong> comunión de los santos, recordamos <strong>la</strong>s<br />
pa<strong>la</strong>bras que expresaba con convicción el <strong>Padre</strong> Kentenich refiriéndose al universalismo de <strong>la</strong><br />
Alianza de Amor: “todos los miembros difuntos de nuestra Familia no permanecen muertos e<br />
infecundos en re<strong>la</strong>ción a <strong>la</strong> obra común de nuestra vida, sino que continúan activos desde el<br />
más allá, en el sentido de nuestra misión”.<br />
Con esta misma convicción, nosotros hoy queremos abrir nuestros corazones para dejarnos<br />
impregnar por el espíritu <strong>del</strong> padre <strong>Esteban</strong> que nos quiere rega<strong>la</strong>r todo el fuego, toda <strong>la</strong><br />
pasión y heroísmo de su corazón para reencendernos en esta gran aventura, en esta grandiosa<br />
misión.<br />
No es difícil imaginar su alegría en este momento, su anhelo por alcanzarnos con su<br />
intercesión <strong>la</strong>s gracias necesarias para nuestra tarea como dirigentes. Su principal<br />
concentración <strong>la</strong> veía en <strong>la</strong> dedicación a <strong>la</strong> formación de los dirigentes de <strong>la</strong> Campaña en<br />
unión inseparable al origen de <strong>la</strong> misma.<br />
Escuchemos sus pa<strong>la</strong>bras: “Ante el desarrollo masivo de <strong>Schoenstatt</strong> que prevemos- y que a <strong>la</strong><br />
vez queremos impulsar- es evidente <strong>la</strong> necesidad de concentrarnos en <strong>la</strong> formación de<br />
dirigentes que encarnen el espíritu de <strong>la</strong> Campaña, el espíritu de don Joao. Es decir, un<br />
espíritu de vivencia heroica de <strong>la</strong> Alianza de Amor”. (carta <strong>del</strong> 16-07-90)<br />
“Cuanto más medito en <strong>la</strong> actual situación de <strong>la</strong> Campaña, llego siempre a <strong>la</strong> misma<br />
conclusión: una cuestión de vida o muerte para <strong>la</strong> misma es <strong>la</strong> formación de una red de<br />
dirigentes que reciban <strong>la</strong> gracia de vivir como vivió don Joao, que para todos los tiempos<br />
futuros es el arquetipo -o mo<strong>del</strong>o- que Dios regaló a <strong>la</strong> Campaña en todo el mundo. También<br />
“seguro y garantía” <strong>del</strong> genuino espíritu de <strong>la</strong> misma. He observado en diversos lugares y<br />
países qué sucede con <strong>la</strong> Campaña cuando no surgen dirigentes con el espíritu de don Joao. O<br />
cuando don Joao no está vivo y presente en sus corazones. Creo que mi principal tarea y<br />
aporte para <strong>la</strong> Campaña en este momento es dedicarme a <strong>la</strong> formación de sus dirigentes.<br />
Dirigente no es aquél que en primer lugar "dirige" u <strong>org</strong>aniza <strong>la</strong> Campaña. Dirigente es aquél<br />
que vive un espíritu, que participa, lleva –y es llevado- por una corriente de gracias y de vida.<br />
Esa corriente de gracias y de vida está anudada a un lugar concreto –el Santuario Tabor- y a<br />
una persona concreta: don Joao”. (carta <strong>del</strong> 15-08-91)<br />
Como peregrinos, con el corazón dispuesto y abierto para dejarnos impregnar por esta<br />
corriente de gracias y de vida, nos ponemos en camino. Es lindo recordar que este recorrido<br />
que haremos lo hizo don Joao caminando con <strong>la</strong> Peregrina Original con motivo de <strong>la</strong><br />
bendición de <strong>la</strong> Casa <strong>del</strong> Niño <strong>Padre</strong> José Kentenich cuando estuvo en <strong>la</strong> Argentina en 1985.<br />
Nos ponemos en marcha cantando <strong>la</strong> canción que el mismo padre <strong>Esteban</strong> escribiera:<br />
“Caminando en <strong>la</strong> Alianza”.<br />
Cancionero
Alma Misionera<br />
Señor, toma mi vida nueva antes de que <strong>la</strong> espera desgaste años en mí.<br />
Estoy dispuesto a lo que quieras no importa lo que sea,<br />
Tu llámame a servir.<br />
Llévame donde los hombres necesiten tus pa<strong>la</strong>bras, necesiten mis ganas de vivir.<br />
Donde falte <strong>la</strong> esperanza, donde todo sea triste, simplemente por no saber de Ti.<br />
Te doy mi corazón sincero para gritar sin miedo lo hermoso que es tu amor.<br />
Señor tengo alma misionera condúceme a <strong>la</strong> tierra que tenga sed de vos.<br />
Llévame donde………………..<br />
Y así, en marcha iré cantando por pueblos predicando tu grandeza Señor.<br />
Tendré tus brazos sin cansancio, tu historia entre mis <strong>la</strong>bios, tu fuerza en <strong>la</strong> oración.<br />
Llévame don…………………..<br />
Caminando en <strong>la</strong> Alianza<br />
Caminando en <strong>la</strong> Alianza,<br />
en <strong>la</strong> fe probada <strong>del</strong> ayer,<br />
Caminando en <strong>la</strong> Alianza,<br />
hacia un nuevo amanecer.<br />
Amo a aquellos que me aman,<br />
y he de serles siempre fiel,<br />
de mi mano irán sus pasos y su amor siempre ha de arder.<br />
Caminando en <strong>la</strong>………….<br />
Recibí una familia, de una noble tradición,<br />
Dios me dio de nuevo un <strong>Padre</strong> que por mí mucho sufrió.<br />
Caminando en <strong>la</strong> …………<br />
Y en agradecimiento vaya mi fi<strong>del</strong>idad,<br />
día a día caminando, en amor y en verdad.<br />
Caminando en <strong>la</strong>…………<br />
Que misión tan bel<strong>la</strong> ser apóstol.<br />
Qué misión tan bel<strong>la</strong> es ser apóstol,<br />
seguir al Señor adonde vaya<br />
anunciar con gozo el Evangelio<br />
ser para los hombres portadores de su paz.<br />
Tanto nos amó que al despedirse<br />
en <strong>la</strong> Santa Cena aquel<strong>la</strong> tarde,<br />
Nos dio como pan su propio Cuerpo<br />
y su Sangre como vino de fraternidad.
Tanto nos amó que un Viernes Santo,<br />
c<strong>la</strong>vado en <strong>la</strong> cruz Cristo murió,<br />
en su muerte Él nos dio <strong>la</strong> vida,<br />
vida de alegría, vida de hijos de Dios.<br />
Maezinha do Ceu<br />
Maezinha do céu, eu nao sei rezar<br />
Eu só sei dizer,quero te amar.<br />
Estribillo<br />
Azul é teu manto, branco é teu véu<br />
Maezinha, eu quero te ver lá no céu<br />
Maezinha, eu quero te ver lá no céu<br />
Maezinha do céu, máe do puro amor<br />
Jesús é teu filho, eu também o sou<br />
Azul é teu manto, branco é teu véu<br />
Maezinha, eu quero te ver lá no céu<br />
Maezinha, eu quero te ver lá no céu<br />
Maezinha do céu, Rainha do Rosario,<br />
Dá-nos a graca de sempre rezá-lo<br />
Azul é teu mando, branco é teu véu<br />
Maezinha eu quero te ver lá no céu<br />
Maezinha eu quero te ver lá no céu.<br />
Himno de <strong>la</strong> Virgen Peregrina<br />
Madre Admirable, Madre Peregrina, siempre tu visita enciende, ilumina,<br />
pues traes contigo a tu Hijo Jesús, que es vida, camino, verdad y <strong>la</strong> luz.<br />
Por nuestra Judea, Madre, con cariño, vienes presurosa, estás en camino<br />
Por donde tu pasas te haces morada. Las puertas te abrimos en cada llegada.<br />
Estrib……….<br />
Desde tu Santuario, Madre Peregrina, <strong>la</strong> gracia nos traes, que allí se origina,<br />
transformas mi ser al darme abrigo, mi aposto<strong>la</strong>do lo hago contigo.<br />
Estrib………..<br />
Unida a tu Hijo, cual Corredentora, mi<strong>la</strong>gros nos haces, dulce intercesora,<br />
el agua se cambia en vino de amor también de esperanza y de fe en el Señor.<br />
Estrib…………<br />
Rezando y viviendo el Santo Rosario será nuestra casa también un Santuario,<br />
hogares se mudan en fuentes de vida, si hacemos aquello que Cristo nos diga.<br />
Estrib………..<br />
Así, Madre Nuestra, dulce Peregrina, marchemos al tiempo que ya se avecina,<br />
viviendo <strong>la</strong> Alianza, tu santo convenio, será para Cristo el nuevo milenio.<br />
Estrib………….
Misterios Luminosos<br />
Primer Misterio de Luz:<br />
El Bautismo de Jesús en el Jordán<br />
En este misterio recordamos el día de nuestro bautismo, en el que Dios selló una<br />
Alianza con cada uno de nosotros. Pidámosle a Él que nos guíe para que como<br />
misioneros formemos una fuerte red de corazones, e invitemos a todos los misionados<br />
a sel<strong>la</strong>r su Alianza de Amor con María, a través de <strong>la</strong> Campaña <strong>del</strong> Rosario.<br />
Segundo Misterio:<br />
La autoreve<strong>la</strong>ción de Jesús en <strong>la</strong>s bodas de Caná<br />
Querida Mater, en <strong>la</strong>s bodas de Caná le pediste a Jesús que convierta el agua en vino.<br />
Te pedimos que intercedas también por nosotros, para que puedas convertir muchas<br />
almas con <strong>la</strong> visita de tu Imagen Peregrina.<br />
“Nada sin Ti, nada sin nosotros”, <strong>la</strong> cooperación divina, de <strong>la</strong> mano de <strong>la</strong><br />
cooperación humana. Que con nuestra entrega, imitando a Don Joao y al <strong>Padre</strong><br />
<strong>Esteban</strong>, podamos cumplir fielmente con nuestra misión, para mayor fecundidad de <strong>la</strong><br />
Campaña.<br />
Tercer Misterio:<br />
El Anuncio <strong>del</strong> Reino y el perdón de los pecados<br />
En este misterio queremos pedirte, María, que nos regales <strong>la</strong> audacia, <strong>la</strong> confianza, el<br />
ardor y el entusiasmo que irradiaba el <strong>Padre</strong> <strong>Esteban</strong> cuando hab<strong>la</strong>ba de tus cosas para<br />
que podamos anunciar el Reino de Dios a todas <strong>la</strong>s familias visitadas en <strong>la</strong> Argentina<br />
y más allá. Acercar<strong>la</strong>s a Jesús para que puedan reconciliarse con El, ayudarlos con tu<br />
visita a vivir en gracia de Dios.<br />
Cuarto misterio<br />
La Transfiguración de Jesús<br />
En el monte Tabor te transfiguraste, Señor, una fuerte luz irradió ese lugar y se oyó <strong>la</strong><br />
voz de Dios <strong>Padre</strong> que dijo “He aquí a mi Hijo muy querido, escúchenlo”.<br />
Para que fieles a nuestro origen como dirigentes de <strong>la</strong> Campaña nos mantengamos<br />
unidos espiritualmente al Santuario Tabor en Santa María y allí podamos beber de <strong>la</strong><br />
filialidad heroica que caracterizó a Don Joao y al <strong>Padre</strong> <strong>Esteban</strong>.<br />
Quinto misterio<br />
La Eucaristía<br />
En <strong>la</strong> Última Cena, Jesús quedó entre nosotros con su cuerpo y su sangre.<br />
Don Joao y el <strong>Padre</strong> <strong>Esteban</strong> hicieron de <strong>la</strong> Eucaristía el centro de su vida, recibiendo<br />
de el<strong>la</strong> <strong>la</strong> fuerza para llevar ade<strong>la</strong>nte con fi<strong>del</strong>idad su misión. Que a ejemplo de ellos<br />
nos alimentemos con frecuencia de <strong>la</strong> Eucaristía a fin de llegar a ser verdaderos<br />
discípulos y misioneros de Cristo.
Reflexión junto al Santuario de Sión<br />
Aquí, junto al Santuario de los padres, en Sión, recordamos <strong>la</strong> última peregrinación <strong>del</strong> padre<br />
<strong>Esteban</strong> en esta tierra antes de ser llevado al cementerio. Un pasaje <strong>del</strong> libro <strong>del</strong> Apocalipsis,<br />
que él citara con frecuencia, nos lleva a meditar y a agradecer su vivencia heroica de <strong>la</strong><br />
Alianza de Amor, de su conciencia de misión: “Sé fiel hasta <strong>la</strong> muerte, y te daré <strong>la</strong> corona de<br />
<strong>la</strong> vida” (Apocalipsis 2,10). No dudamos que él alcanzó <strong>la</strong> corona de <strong>la</strong> vida.<br />
En una oportunidad el <strong>Padre</strong> Kentenich, captando su espíritu audaz, apasionado, universal, le<br />
dijo que sería un “Cristóbal Colón, un conquistador <strong>del</strong> mundo para <strong>la</strong> Mater”. Hoy somos<br />
testigos de que realmente lo fue, de que a partir de <strong>la</strong> Campaña, totalmente poseído por <strong>la</strong><br />
misión , fue sumando a su paso aliados por todo el mundo.<br />
Cuántas veces le escuchamos decir frente a situaciones difíciles, a través de <strong>la</strong>s cuales <strong>la</strong><br />
Providencia le mostraba una oportunidad para jugarse por <strong>la</strong> misión, por <strong>la</strong> Santísima Virgen,<br />
por Cristo: “El que no arriesga no gana”. Su actitud era fruto de saberse pequeño, pero aliado<br />
con María, que como a él le gustaba expresar es “poderosísima”. Esta fe práctica en <strong>la</strong> Divina<br />
Providencia lo llevaba a detectar los p<strong>la</strong>nes de Dios con un radar especial, que era fruto de un<br />
serio trabajo interior, de su entrenamiento espiritual, que siempre comparaba con el<br />
entrenamiento en el deporte: “Nos hemos olvidado que <strong>la</strong> vida es, ante todo, lucha, torneo,<br />
noble competencia. Estamos aquí en <strong>la</strong> tierra luchando por “c<strong>la</strong>sificarnos”, para ganar, en<br />
definitiva, el Cielo, <strong>la</strong> corona de <strong>la</strong> vida eterna... el rugby puede también enseñarnos algo:<br />
nadie sale de <strong>la</strong> cancha de <strong>la</strong> vida sin <strong>la</strong>stimaduras. No debemos extrañarnos de estos. Por el<br />
contrario, debiera preocuparnos pasar cierto tiempo sin dificultades y dolores. Porque eso<br />
sería una c<strong>la</strong>ra señal de que no estamos jugando en <strong>la</strong> cancha, sino sentados en <strong>la</strong> tribuna. De<br />
espectadores”. (<strong>Uriburu</strong>, <strong>Esteban</strong>, Experiencias y Reflexiones, pag.69).<br />
Su amor a María, a Cristo, a <strong>Schoenstatt</strong>, a <strong>la</strong> Iglesia, fue lo que lo llevó a percibir en <strong>la</strong><br />
Campaña una concreción de <strong>la</strong> misión <strong>del</strong> 31 de mayo, una respuesta a lo que el <strong>Padre</strong><br />
Kentenich denominaba “<strong>la</strong> Iglesia de <strong>la</strong>s nuevas p<strong>la</strong>yas”. Él iba descubriendo, maravil<strong>la</strong>do,<br />
en <strong>la</strong> Campaña de don Joao aquello que dijera el <strong>Padre</strong> Fundador en los comienzos de <strong>la</strong><br />
misma: “¿Perciben ustedes cómo todas <strong>la</strong>s fuerzas fundamentales de <strong>Schoenstatt</strong> se tornan<br />
eficaces a través <strong>del</strong> aposto<strong>la</strong>do <strong>del</strong> señor Pozzobon?”. (<strong>Uriburu</strong>, <strong>Esteban</strong>, Héroe hoy, no<br />
mañana, pag.46). El padre <strong>Esteban</strong> hab<strong>la</strong>ba de <strong>la</strong> Campaña como “el vehículo veloz <strong>del</strong><br />
mensaje de <strong>Schoenstatt</strong>”; podía estar horas hab<strong>la</strong>ndo acerca de cómo esta corriente de vida y<br />
gracias permitía concretar ese anhelo y visión <strong>del</strong> Fundador de popu<strong>la</strong>rizar el misterio de<br />
<strong>Schoenstatt</strong>, de llevarlo al pueblo, “a campo abierto”. A medida que hab<strong>la</strong>ba era como que no<br />
sólo encendía a los que lo oían, sino que él mismo se reencendía.<br />
Frente al gran crecimiento de <strong>la</strong> Campaña, y, convencido de que <strong>la</strong> fecundidad de <strong>la</strong> misma<br />
estuvo, desde su origen, sustentada por <strong>la</strong> entrega, por <strong>la</strong> vivencia heroica de <strong>la</strong> Alianza de<br />
Amor de don Joao, fue p<strong>la</strong>smando en los dirigentes el anhelo de encarnar este espíritu. Nos<br />
repetía: ”<strong>la</strong> fecundidad de <strong>la</strong> Campaña está sustentada por <strong>la</strong> entrega de sus dirigentes”. Todo<br />
esto lo transmitía en forma <strong>org</strong>ánica, apasionada, con su propia vida. Nos abrió <strong>la</strong>s puertas de<br />
su corazón y en él <strong>la</strong>s puertas de <strong>la</strong> Alianza de Amor en todas sus dimensiones; irradiaba su<br />
fascinación frente al misterio de <strong>Schoenstatt</strong> y su anhelo era compartirlo, rega<strong>la</strong>rlo para que<br />
todos pudiéramos, como tantas veces nos decía, vo<strong>la</strong>r alto como <strong>la</strong>s águi<strong>la</strong>s, a <strong>la</strong>s supremas<br />
alturas <strong>del</strong> Amor. En muchas oportunidades, en medio de una conversación, se detenía, y con<br />
una mirada radiante, feliz, preguntaba: “Dígame, ¿usted ha pensado qué sería de su vida sin<br />
<strong>Schoenstatt</strong>, sin <strong>la</strong> Campaña?”.
A su vez, dada <strong>la</strong> vida que se iba despertando con <strong>la</strong> Campaña, de que el gran mensaje que <strong>la</strong><br />
Virgen quiere rega<strong>la</strong>r en su visita es <strong>la</strong> Alianza de Amor, comenzó a trabajar y a proyectar lo<br />
que él l<strong>la</strong>mó “una cultura de <strong>la</strong> Alianza” para sostener este crecimiento. Esta “cultura de <strong>la</strong><br />
Alianza”, destinada a los misionados, a todos los que reciben <strong>la</strong> Peregrina, lo vio como algo<br />
c<strong>la</strong>ve para encauzar, alimentar y mantener viva esta pastoral. Lo veía en el marco de nuestro<br />
aporte original a <strong>la</strong> Nueva Evangelización. Con este fin enumeró seis objetivos a trabajar, a<br />
cultivar:<br />
1- La visita mensual de <strong>la</strong> Peregrina<br />
2- Promover <strong>la</strong> corriente de Alianzas<br />
3- Los Santuarios <strong>del</strong> Hogar como consecuencia lógica de <strong>la</strong> corriente de Alianzas<br />
4- El desarrollo de una pastoral de <strong>la</strong>s Ermitas<br />
5- Peregrinaciones al Santuario Nacional<br />
6- Peregrinaciones a Santa María<br />
Podríamos reflexionar mucho, pero mucho más. Esto es sobrevo<strong>la</strong>r su espíritu. Él marcó <strong>la</strong><br />
historia de <strong>Schoenstatt</strong>, de <strong>la</strong> Iglesia, de miles de personas; nos dejó un camino a recorrer y<br />
nos enseñó a recorrerlo. Cierta vez una persona de una ciudad <strong>del</strong> interior le pidió ayuda para<br />
resolver cierta situación con los misioneros; el padre <strong>Esteban</strong>, con mucho cariño y firmeza, le<br />
respondió: “usted está preparada para resolverlo, recuerde que mi misión es enseñarle a<br />
pescar, no rega<strong>la</strong>rle el pescado”. Con esas pa<strong>la</strong>bras, aparentemente duras, expresó c<strong>la</strong>ramente<br />
su papel de padre y educador, de formador de dirigentes. Hoy nos repite lo mismo a nosotros<br />
con <strong>la</strong> diferencia de que a pesar de que no está físicamente junto a nosotros, está presente en<br />
una nueva comunión y más que antes.<br />
Reflexión y oración junto a <strong>la</strong> <strong>tumba</strong> <strong>del</strong> padre <strong>Esteban</strong><br />
Guía: Hemos llegado, como peregrinos, a este lugar santo. Dios ha ido depositando gracias a<br />
lo <strong>la</strong>rgo de esta peregrinación. Este es un lugar muy especial, donde podemos percibir, con <strong>la</strong><br />
mirada <strong>del</strong> corazón, <strong>la</strong> cercanía <strong>del</strong> padre <strong>Esteban</strong>. Aquietamos nuestro corazón y serenamos<br />
nuestro espíritu para vivir este momento de gracia.<br />
Canto<br />
Todos: Querido padre <strong>Esteban</strong>: con inmensa alegría estamos aquí reunidos dirigentes de toda<br />
Argentina. Queremos expresarte nuestro más profundo agradecimiento. Vos fuiste, y sos, un<br />
hijo predilecto de María, un instrumento que se dejó educar por El<strong>la</strong> desde el Santuario, en<br />
forma filial y heroica; vos te jugaste, en comunión con don Joao, para que toda <strong>la</strong> corriente de<br />
vida y de gracias de <strong>la</strong> Campaña llegara hasta nosotros.<br />
Gracias porque fuiste, y sos, para todos los que te conocimos y para todos los que se han ido<br />
incorporando y seguirán incorporándose en <strong>la</strong> Campaña “Luz mariana de <strong>la</strong> misericordia <strong>del</strong><br />
<strong>Padre</strong>”; tu vida, tu entrega, tu cercanía hoy desde el más allá, son luz, fuego, que iluminan y<br />
encienden nuestros corazones con el fuego de Cristo, con <strong>la</strong> luz y el calor <strong>del</strong> <strong>Padre</strong>.<br />
Nos dice Jesús en el Evangelio: “He venido a traer fuego a <strong>la</strong> Tierra y como quisiera que ya<br />
estuviera ardiendo”.(Lc. 12,49). <strong>Padre</strong> <strong>Esteban</strong>, vos tomaste ese fuego de Cristo, y viste en <strong>la</strong><br />
Campaña el instrumento para irradiarlo, encender el mundo y llegar al pueblo sencillo.
Hoy queremos pedirte que supliques para nosotros <strong>la</strong>s gracias necesarias para que, como<br />
dirigentes de <strong>la</strong> Campaña y auténticos discípulos misioneros de Cristo, asumamos con espíritu<br />
heroico tu legado. Que seamos portadores, con nuestra vida, de este fuego sagrado a todos los<br />
lugares donde llegue <strong>la</strong> Campaña en nuestra patria, en nuestra Iglesia, en el mundo entero; y,<br />
así, como reza <strong>la</strong> oración <strong>del</strong> “Hacia el <strong>Padre</strong>” (pág.160), seamos:<br />
“Fuego <strong>del</strong> fuego de Cristo,<br />
Que l<strong>la</strong>meante esparce centel<strong>la</strong>s luminosas,<br />
Hasta que el mundo, como un mar de l<strong>la</strong>mas,<br />
Se encienda para gloria de <strong>la</strong> Santísima Trinidad”<br />
Guía: el amor se mantiene vivo no sólo mirando hacia atrás sino soñando y gestando el futuro.<br />
En esta hora de gracias sentimos el l<strong>la</strong>mado a comprometernos junto al padre <strong>Esteban</strong> por<br />
nuestra esforzada Campaña. El sacerdote presente nos preguntará:<br />
Sacerdote: ¿están dispuestos a formar una red de corazones a lo ancho de Argentina en torno<br />
al corazón de Don Joao?<br />
Todos: sí estamos dispuestos.<br />
Sacerdote: ¿están dispuestos a promover una gran corriente de peregrinación trayendo<br />
100.000 peregrinos a lo <strong>la</strong>rgo de este año a nuestros Santuarios y ermitas como aporte a <strong>la</strong><br />
gran caminata que nos llevará a los 100 años de <strong>la</strong> Alianza el 18 de octubre de 2014?<br />
Todos: sí, estamos dispuestos.<br />
Guía: ahora cada uno puede poner en <strong>la</strong>s manos <strong>del</strong> padre <strong>Esteban</strong> los anhelos y pedidos que<br />
tiene. (momento de silencio)<br />
Guía: como recuerdo de esta hora se bendecirá un cirio en el cual se encenderán<br />
posteriormente cirios que irán a nuestras diócesis. Pedimos a los representantes de <strong>la</strong>s diócesis<br />
que se acerquen con sus cirios. Que el fuego que hemos encendido hoy no se apague más y<br />
atraiga a muchos corazones.<br />
Terminemos este momento renovando nuestra consagración a <strong>la</strong> Mater junto al <strong>Padre</strong><br />
Fundador, a Don Joao y al padre <strong>Esteban</strong>:<br />
“Oh Señora mía...”<br />
Guía: ahora el sacerdote nos dará su bendición<br />
Canto.<br />
Autores: Cristina White, Mercedes MacDonough, Monina Crivelli