Revista divulgativa de la Real Cofradía de Ntra. Sra. la Virgen de La ...

Cargando con
el Nazareno
al salir del templo de Santiago, el Mayor,
y no como ahora le llaman, de los Caballeros,
con la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno
llevándolo sobre mis hombros,
vinieron a mi persona cantidad de recuerdos.
Me acordé de pasadas Semanas Santas
cuando, con mi querida familia,
los Jueves Santos a la medianoche
recorríamos los Monumentos.
Cuando de niño empecé a salir con el capuchón,
y de joven cargando con los diversos pasos cacereños:
“la Burrina”, la Esperanza, “El amarrao”
y la oración
en el Huerto; con los bellos pasos de los Cristos,
la Dolorosa con la espada clavada en su
divino pecho;
la Soledad, el Resucitado, el Calvario…
a todos los cargué con el mayor amor y respeto.
también cargué con enorme emoción,
entonces con poca gente y mucho recogimiento,
la primera salida de Santa María
de la procesión del Cristo Negro.
¿Qué más podía pedir yo
como cofrade y como cacereño?
Me acordé entonces de nuestra querida
Patrona la Virgen de la Montaña y de
nuestro Padre Jesús Nazareno,
las dos imágenes más queridas
por el pueblo cacereño.
Con la Virgen de la Montaña
vi enseguida colmados mis deseos
y en una mañana de diciembre
la llevé sobre mis hombros,
al haber bajado a la ciudad
en rogativa de lluvias de los cacereños;
EL SANTuARIo. Revista divulgativa de la Real Cofradía de Nuestra Señora la Santísima Virgen de la Montaña
José Ignacio Acha Mendigutía
24 de Junio de 2010
(Festividad de San Juan Bautista) A mi padre
cuando la subimos a su ermita
era en medio de un fuerte aguacero
la Virgen, como siempre y una vez más,
había cumplido con su pueblo.
Pasaron los años y mi mayor ilusión
como hermano de carga y como cacereño,
era llevar sobre mis hombros
al amanecer del Viernes Santo, y por el adarve,
la imagen del bendito Nazareno.
Cuando le miraba a la cara
en los ya muchos besapiés
en el altar mayor de su templo,
a mí siempre se me caían las lágrimas
al verle con tanto desconsuelo.
llegó, por fin, el año 2009
y su Cofradía con gran acierto,
en el iV Centenario de la imagen
de Nuestro Padre Jesús Nazareno,
organizó una procesión extraordinaria
para celebrar tan grande acontecimiento.
al pasar este domingo de septiembre
con la imagen del Divino Nazareno
por la plazuela de San Juan,
en esta luminosa mañana
parece que he cumplido un sueño.
Sí, un bello sueño tanto tiempo añorado;
y aunque no sea al amanecer del Viernes Santo
¡Cargar sobre mis hombros
por las calles de Cáceres
a Jesús el Nazareno!
Antonio Gijón Gómez
Jesús Nazareno de Cáceres
Padre mío, Nazareno, perdón:
a ti me acerco sin ilusión
agobiado por mis pecados.
a tu Misericordia confiado
serán por ti perdonados.
No me niegues tu concordia,
Señor de la Vida y de la muerte,
pues en este trance tan fuerte
gimo a ti implorante
de tu generosidad
sin medida, importante,
y me acuerdo, Padre mío,
que a la samaritana en el pozo, perdonaste,
después lo mismo hiciste
con la Magdalena en su dolor
arrepentida con fervor,
y a Zaqueo, el ladrón
y a la adúltera, a su marido, infiel
y a Pedro –la Roca–
valiente, primero,
luego cobarde negador,
y valiente, después, confesor.
Y el colmo, a Dimas,
también confesor
en la cruz de su pasión
recibió el perdón.
¿Voy a ser, Nazareno mío,
a mi suerte abandonado
después de haber tú perdonado
tantas lágrimas arrepentidas?
Virgen
de la Montaña
Patrona de mi tierra
en mi corazón te llevo
desde mi edad primera.
a pesar de estar muy lejos
mi fe mueve tus Montañas
aun siento el latir de mi tierra
me ensobra la añoranza
de mi profunda ausencia.
Para mi sed, de emigrante
tu bendición quisiera
y postrándome a tus pies
con tu manto me cubrieras.
Y tu resplandor divino
ilumine mi cabeza
para rezarte la salve
igual que de pequeña.
a los de mi frente
llévame a verla
quiero besar su manto
y al niño Dios
que en sus brazos lleva
y al grito de mi garganta
lleno de fe y fuerza
decirle “guapa”
morenita trigueña
Virgen de la Montaña
Patrona de mi tierra.
Ángela Bravo Salgado
El SaNtuaRio. Revista divulgativa de la Real Cofradía de Nuestra Señora la Santísima Virgen de la Montaña