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Los 5 pasos imprescindibles para comprar tu
anillo con diamantes
Cómo tener la seguridad de que se ha hecho una buena compra
Aunque la guía está dirigida para la compra de lo que conocemos universalmente
como anillo de compromiso, también es válida para cualquier persona que quiera
tener una buena formación como compradora de un anillo con diamantes.
PASO 1: LA INVERSIÓN
PASO 2: ENTIENDE LO QUE VAS A COMPRAR
PASO 3: DÓNDE COMPRAR CON VENTAJA
PASO 4: ¿PUEDO CONFIAR?
PASO 5: EL DÍA DESPUÉS
¿Por qué queremos comprar una sortija con diamantes?
¿Es fácil responderse a esta pregunta? Si como ejercicio de introducción tomases un
papel para escribir las razones que se te ocurren probablemente tendrías más de
una respuesta. Sin embargo, si los expertos en determinaciones de compra están en
lo cierto, todas estarán comprendidas en alguna de estas dos razones: Satisfacer un
deseo o resolver un problema.

Se acepta universalmente que un diamante es algo exclusivo, valioso y duradero.
En todas las culturas se asume esta realidad como paradigma. Ahora que ya hemos
averiguado por qué compramos un anillo con diamantes, para satisfacer un deseo
o resolver un problema, otra pregunta más, para ir entrando en materia: ¿Quién y
para qué compra una sortija con diamantes? La respuesta es obvia: Una sortija con
diamantes se compra para uso propio o para regalarla.
1) Comprar una sortija con diamante para uso propio se ha generalizado en los
últimos 30 años. Mujeres emprendedoras e independientes, lo son la mayoría de
las que componen nuestra sociedad. Este gran grupo de mujeres emancipadas,
naturalmente, no rechazan un regalo importante como el que nos ocupa, sin
embargo, eso no les impide ser compradoras directas de su propia sortija con
diamante.
2) Un grupo cuantitativamente insignificante comparado con el de las mujeres de
espíritu independiente, es el de aquellos hombres a los que les encanta llevar un
elegante anillo con un diamante en su dedo.
3) El diamante es aceptado como lenguaje universal cuando un hombre quiere
manifestar su sentimiento y proponer un proyecto de vida conjunto a la mujer de
quien está enamorado. Incontables escenas románticas en películas de todo calibre
han sido colaboradoras, impulsadas o no por los responsables de Marketing de las
distribuidoras del diamante, para relacionar propuestas de vida en común, con la
entrega de un anillo con diamante.
4) Alcanzar una meta importante, también es un motivo para ser obsequiada con
una sortija con diamante. El símbolo es poderoso. Fines de carrera, doctorados,
conseguir determinados objetivos profesionales, nombramientos, un determinado
cumpleaños como los 40, aniversarios de boda especiales, y otros, cada vez son
mayor motivo de celebración por parte de los allegados para obsequiar con un
anillo de diamantes. La homenajeada mujer recordará toda su vida a los que con
esa joya, celebraron su logro.
Como persona compradora, mira en cuáles de estos cuatro grandes grupos
descritos te incluyes. Hay algunos aspectos diferenciadores a tener en cuenta
según te sitúes en uno u otro.

Comprando con éxito tu sortija con diamante, los 5 pasos
imprescindibles.
PASO 1: LA INVERSIÓN
No vamos a entrar a considerar si un diamante es un activo financiero interesante.
El propósito de esta publicación no es terciar entre los que defienden que un
diamante es una inversión y quienes lo ponen en tela de juicio. ¿Por qué entonces
utilizar ese término? Porque la compra de una sortija con diamante de alguna
manera es parecida a una inversión: Se esperan resultados.
Quieres que la mujer de la que estás enamorado se lleve la mejor impresión, que
sienta a través de la joya que le entregas todo lo que ella representa para ti. Sabes
que lo enseñará a sus amigas, su familia, lo comentará con las personas de su
entorno. Para que tu inversión produzca los resultados apetecidos, debe ser
proporcional a tus posibilidades. Solo en este sentido, podríamos llamar también
inversión al dinero que emplees en la compra.
La compra para uso propio también debe contemplar este aspecto. Si la esposa del
Presidente de los Estados Unidos de América, lleva en su dedo una imitación de
nulo valor, quizá nadie se lo tenga en cuenta. Pero el resto de los mortales debemos
de ser cuidadosos con lo que pretendemos parecer frente a los demás y lo que de
verdad dejamos ver.
En cualquier caso es necesario marcarse unos límites en la inversión. Tanto por
debajo como, por arriba. También puede pecarse por exceso.

Repasemos desde abajo hacia arriba. Una sortija con diamante, montada sobre
oro, hablamos de oro blanco, que reúna unos mínimos presentables, estará por
encima de los 400 euros. En webs dedicadas a la venta de sortijas de compromiso,
Internet alberga los mejores precios, no existe ninguna oferta por debajo de 500
dólares.
Un hilo de oro que contenga un diamante minúsculo, puede ser un regalo hecho
con todo el sentimiento del mundo, aunque durará muy poco tiempo y se
deformará constantemente. Una sortija de diamante, para que la consideremos
apropiada, debe tener una montura consistente. El diamante podría ser mínimo,
pero la montura tiene que ser duradera.
En nuestra web www.cochopertegas.com en el apartado de sortijas de
compromiso, en las líneas denominadas “Amor Joven”, se pueden ver primeros
precios de sortijas con diamantes.
El núcleo de la inversión que realizan los hombres en España para una sortija de
compromiso es amplio. Parte de unos 500 euros. No hay límites hacia arriba. Sin
embargo, a la hora de comprar para un regalo, conviene pensar en que la mujer
que tiene que recibirlo lo haga con tanta ilusión como quien la entrega, y querrá
utilizarlo a diario o con mucha frecuencia.
Un tamaño de diamante que llame mucho la atención no resulta cómodo para
usarlo regularmente. Aunque pocas mujeres harían ascos a una piedra grande, la
recomendación, apuntando hacia arriba, es centrarse en piedras entre 1 y 2
quilates, esto significa una medida de diámetro entre 6,5 y 8,2 milímetros.
PASO 2: ENTENDIENDO LO QUE VAS A COMPRAR.
-Qué es un diamante.
- Micro curso de conocimientos del diamante. Clasificando diamantes.
-Certificado de diamante, qué es, uso y abuso de la palabra certificado.
-Qué calidad comprar
-La montura
-Midiendo exactamente el diámetro del anillo
Al comprar una sortija de diamantes vamos a realizar un acto que nada tiene que
ver con la rutina. Podríamos calificarlo entre poco habitual y excepcional. También
significa desembolsar una cantidad de dinero apreciable en un terreno en el que la
mayoría de las personas no tienen conocimientos como para saber lo que compran.

UNA COMPRA DE UNA JOYA REPRESENTA UN ACTO DE CONFIANZA POR PARTE DE
QUIEN COMPRA HACIA QUIEN VENDE.
Esta frase, que no pretende ser un axioma, es clave: La compra de una sortija con
diamantes implica que tenemos que ceder una parte de confianza a la persona a
quien se la compramos. Nunca seremos suficientemente expertos como para poder
decidir por conocimientos propios.
Sin embargo, tener confianza es diferente de ser crédulo o tener fe ciega. Por eso
precisamente, aprenderemos en esta publicación unos aspectos mínimos, aunque
suficientes, como para que un comprador sepa el terreno que pisa.
MICROCURSO DE CONOCIMIENTO DEL DIAMANTE
CLASIFICANDO DIAMANTES
Todos los diamantes son diferentes, no hay dos iguales, aunque sí muy similares.
Debido a sus particulares características los diamantes pueden ser clasificados y
descritos con mucha precisión.
Hasta el punto de que con esa descripción de carácter técnico, para los que son
suficientes 4 datos, no es necesario ver un diamante para conocer de qué clase de
gema estamos hablando.
Esto no es posible hacerlo con ninguna otra piedra preciosa, pues se requiere de su
presencia para poder evaluarla.
Estos 4 datos, conocidos como “Las cuatro ces” debido a que en idioma inglés cada
una de las palabras descriptivas comienza precisamente por la letra “C”, son:
Color. Pureza. Talla. Peso.
COLOR: Los diamantes que conocemos son blancos. Aunque también los hay de
color, no entraremos en ello.
Esa blancura va desde el matiz más níveo hasta el ligeramente amarillento, y
empleo el término amarillento en lugar del de amarillo con toda intención (*).
La naturaleza ha producido menos diamantes blancos que amarillentos. Por una
pura ley de oferta y demanda se cotizan mucho más lo que poseen mayor grado de
blancura.

Distintos tonos de color en los diamantes
PUREZA: Al cristalizar el carbono puro en las entrañas de la tierra y formarse el
diamante, fueron atrapadas en el cristal sustancias propias o ajenas, incoloras o no,
a las que en gemología se les denomina “inclusiones”, en lenguaje coloquial se les
llama con frecuencia “impurezas”, aunque la expresión es poco ortodoxa.
En función de dónde las tengan, su color, estructura, tamaño y otras, los diamantes
reciben una calificación desde el punto de vista de la pureza.
Para calificar la pureza se emplea una lupa especial de 10 aumentos, se expresa
así “10 X”.
Todos, absolutamente todos los diamantes tienen inclusiones. Que las veamos o
no depende del grado de aumento de la lente que utilicemos. Aunque todos los
diamantes tengan inclusiones, si no se ven a la lupa, la lupa de observación de 10 X,
se considera que la piedra observada es pura.
Los diamantes calificados de puros son escasos con relación a los que tienen
abundantes inclusiones que se aprecian a simple vista. Diamante más puro,
diamante más valioso.
PESO: Además del peso en sí mismo, este dato nos da una idea inmediata del
tamaño de la piedra. La unidad empleada para conocer el peso de una piedra es el
quilate. Esto es 0,20 gramos. Un diamante de un quilate viene a desplazar una
superficie similar al de una lenteja.

Un diamante de 5 quilates, pesa solamente un gramo. (No se debe confundir con
quilate aplicado al oro, aunque ya en desuso para este fin, que es la unidad de
aleación que califica cada una de las partes de oro puro que contienen 24 partes de
aleación). La palabra “kilate” es un barbarismo y no existe en el idioma español.
TALLA: Es la característica en la que interviene la mano humana. Los talladores se
denominan lapidarios. El diamante tiene la propiedad física de reflejar toda la luz
que recibe, siempre y cuando esa luz incida en determinado ángulo. Están
calculados matemáticamente los ángulos que debe
La imagen ilustra la influencia de la calidad de la talla
tener un diamante de talla
brillante para optimizar los
reflejos. Al teórico diamante
tallado que posee esas
proporciones sin ninguna
desviación, al 100%, se le
denomina de TALLA IDEAL.
Hay ocasiones en las que el
maestro lapidario se aleja de
esas proporciones para
aprovechar mayor parte del
diamante en bruto. El
diamante gana en PESO,
aunque pierde en TALLA y
quizá en PUREZA (no habrá
eliminado algunas inclusiones cercanas a la superficie en pro de primar el peso).
Existe el caso contrario. El de eliminar una inclusión destacada para que la piedra
llegue a ser PURA o de elevada pureza. El maestro lapidario, después de un
concienzudo estudio, decide quitar “carne” (se dice así en el mundo del tallado) a
una piedra en bruto aunque esto represente pérdida de brillo. Incluso, que la piedra
quede excéntrica con respecto a su eje, u otras consecuencias. (Siempre y cuando
lo que pierda en PESO o en TALLA lo gane holgadamente en PUREZA).
El maestro lapidario tiene que estudiar, ante la piedra en bruto, según su forma y
localización de inclusiones visibles, cómo realizar la talla. El objetivo es obtener el
máximo aprovechamiento de la piedra desde el punto de vista gemológico y
comercial.
Dos diamantes de igual peso en quilates pueden tener distinto tamaño a la vista.
Un diamante en talla brillante “muy ancho” de un quilate, tendrá una apariencia
mayor en comparación con otro del mismo peso que sea “muy profundo”. En
tanto esté más cerca o lejos de la TALLA IDEAL, la piedra tendrá mayor o menor

valor. En una talla buena, la luz entra por una zona de la parte superior (tabla) y
sale en la dirección del observador.
En una talla que se aleja de la ideal, la luz en su recorrido, escapa cuando incide en
una pared de la piedra en un ángulo excesivo.
¿Cuál es la característica más importante?
Es fundamental tener en cuenta la combinación de las cuatro características de
calidad a la vez, para calificar a un diamante. Desde el punto de vista gemológico,
las cuatro tienen el mismo valor. Sin embargo, hay personas que prefieren volcar
su inversión acentuando más una determinada característica.
Algunos joyeros recomiendan “sacrificar” una característica como la pureza, si es
inapreciable a la vista, para mejorar otra, como puede ser el peso.
LAS 4C (Color, Pureza, Talla, Peso)

EL CERTIFICADO
¿Qué es un certificado de un diamante? Un certificado gemológico de un diamante
es un documento en el que se describen las características de la piedra con
criterios gemológicos.
Un certificado gemológico de un diamante es una excelente herramienta para
determinar de modo profesional y con rigor la calidad de un diamante. Cualquier
persona cualificada puede emitir un certificado gemológico de una piedra, aunque
lo habitual es que se utilicen los realizados por laboratorios gemológicos
especializados.
En este apartado queremos advertir del uso sesgado, y abusivo, cuando no
engañoso, que se viene haciendo del término certificado aplicado a la venta de
joyería montada.

Reproducción del certificado de un diamante, expedido por el laboratorio IGI.
Diamante certificado en el interior de su precinto, a la derecha se aprecia el microfilm del certificado
expedido por HRD

Según la reglamentación internacional regulada por el C.I.B.J.O. (Confédération
Internationale de la Bijouterie, Joaillerie, Orfèvrerie, des Diamantes, Perles et
Pierres), CLIC1 hay unos requisitos mínimos que debe reunir un certificado
gemológico para poder ser aceptado:
El diamante objeto de la certificación debe estar precintado dentro de una bolsa o
cartucho transparente en el que se indica, sin posibilidad de manipulación, un
número que coincide con el número de serie del documento o certificado. En
ocasiones, en el interior de la cajita precintada, hay una microfotografía del
certificado.
Amén de reflejar las cuatro características de calidad, el expedidor del certificado
debe estar claramente identificado en el documento.
La reglamentación indica expresamente que “El certificado no tiene ningún valor si
el precinto que guarda la piedra está roto”, cuánto más si la piedra se ha extraído
de su envase.
En España no existe una reglamentación oficial que exija determinados requisitos a
los certificados gemológicos. Por ello se acude a las normas internacionales. Las
conclusiones inmediatas a que llegamos son:
El certificado de un diamante, y de cualquier gema, que esté fuera de su precinto
no tiene ningún valor.
En el certificado de un diamante deben constar, como mínimo, las cuatro
características de calidad.
¿Por qué se usan certificados de joyas si las piedras ya no están precintadas? Un
certificado de una joya no tiene ningún valor, es un mero instrumento comercial.
(Ver Apéndice 1 al final de esta guía)
El mejor certificado de una joya es la factura de compra
A la hora de asegurarnos nuestra compra, evitemos el posible gasto de un
certificado inservible y exijamos al vendedor que nos extienda una factura, en la
que se indique la descripción de la joya detallando las cuatro características del
diamante o diamantes que contiene. Una factura es un documento mercantil que
obliga a quien lo extiende. ¡Además es gratis!
¡Atención! Si compramos un diamante suelto, (“desnudo”) entonces sí que
debemos pedir que esté certificado por un laboratorio homologado y de prestigio.

QUÉ CALIDAD COMPRAR
Determinar el tamaño es algo sencillo. Vamos a dar por hecho que has decidido el
tamaño de la piedra que quieres comprar. Si representamos con un gráfico la curva
de precios-calidad de un diamante, observaremos que la línea sube bruscamente a
partir de determinado color y pureza.
Un precio equilibrado, manteniendo una buena calidad, está entre los colores
llamados “H” e “I”, por una parte, y la pureza Si1 por otra. Un diamante de esos
colores, se ve blanco, no amarillea en absoluto sobre una montura de oro blanco.
(En una de oro amarillo, un color más bajo de la piedra quedará incluso más
camuflado entre el tono del oro). Por otra parte la pureza “Si” en grado 1 ó 2, no
permite, o apenas lo hace, apreciar inclusiones a simple vista.
En cuanto a la talla, es importante que no esté por debajo de la calidad denominada
“buena”. Resulta muy triste ver una sortija con un diamante que recuerda por su
aspecto mate, al “agua con anís”.
Recomendamos dirigirse a un color entre “H” e “I” y una pureza no inferior a Si2.
La talla debe ser “buena”.
Algo a tener en cuenta es que no existe proporcionalidad directa entre el peso de
una piedra y su precio. Un diamante de 0,25 quilates, no cuesta la mitad de lo que
vale uno de iguales características pero de 0,50 quilates, sino mucho menos dinero.
LA MONTURA
La escalada del precio del oro incide de manera notable en el precio final de las
sortijas con un diamante de tamaño pequeño. La montura, en piedras inferiores a
los 0,15 quilates se lleva la mayor parte del precio de la sortija.
Sólo para piedras de este tamaño, podríamos pensar en utilizar una montura
realizada con un metal diferente al oro, como es la plata. Sin embargo, es una
opción que dejamos a un lado. La
recomendación es que la montura sea de oro.

El uso de un determinado color del oro, blanco, amarillo, rosado, tiene carácter
pendular, con períodos de años de duración. A veces, un color arrincona
absolutamente al otro, en otros casos conviven, aunque con predilección mayor por
uno. En la época que nos toca vivir, el oro blanco es el protagonista, aunque sin
desechar, el oro amarillo y el rosado.
Solitario engastado al aire
El engastado, la forma de sujetar el diamante sobre la sortija, influye en la manera
de reflejar la luz. El diamante embutido en la montura, o rodeado por una pared de
oro, brillará, pero no con toda la intensidad con la que lo haría si permitiese el
paso de toda o la mayoría de la luz.
Un diamante engastado al aire, con garras o patas brillará más. Hoy en día las
técnicas modernas de engastado y acabado de las garras evitan en gran medida los
desagradables enganchones en medias y prendas de vestir.
Si eliges una sortija con el diamante engastado en garras asegúrate de que los
extremos de las patas son romos, sin que sean puntiagudos.
LA MEDIDA DEL DIÁMETRO DEL ANILLO
¿Cómo acertar con la medida del anillo cuando se trata de un regalo con el que
deseamos sorprender?
Modificar la medida de un anillo, tiene un costo determinado, sensiblemente mayor
si la sortija es de oro blanco a si lo es de amarillo o rosado. En el oro blanco a toda
la sortija hay que aplicar rodio (**) de nuevo. Como en todo hay calidades de
acabado y tarifas diferentes, el costo puede oscilar entre 35 y 55 euros.
En la mayoría de las joyerías presenciales, las urbanas del comercio tradicional, se
modifica el tamaño cuando es preciso, sin costo añadido para el comprador. La
eventual adaptación se suele hacer con posterioridad a la entrega del regalo, tras
la visita de la feliz usuaria al establecimiento. El costo de la modificación ya está
incluido en el precio de venta.
Aunque no sea una gran cantidad, es posible negociar este aspecto con el joyero. La
pregunta obvia que le dirigiremos es cuánto cuesta ensanchar o achicar una sortija.

Podemos pedir que nos deduzca del precio el importe de la eventual rectificación.
Aceptemos el pagarlo a posteriori si la modificación fuera necesaria. (Nuestra
experiencia nos dice que alrededor de un 30% de las sortijas compradas o
regaladas no precisan modificación de tamaño).
En la compra por internet la pieza se realiza expresamente para cada usuaria. No
hay, por tanto, precio añadido para modificaciones. En internet es fundamental
conocer la talla de la sortija. Se emplean distintos métodos aunque, en general,
pecan de ser poco precisos.
En nuestra tienda de joyería online facilitamos a los clientes un medidor que nos
dice exactamente la medida que precisa la mujer homenajeada.
¿Cómo utilizarlo sobre ella, algo imprescindible, sin hacer que entre en sospechas?
El sistema que nos facilitó, después de haberlo puesto en práctica, un imaginativo
y satisfecho cliente, resulta eficaz.
El esquema del guión es el siguiente: Hablarle de la publicidad que nos ha enviado
el joyero con “esto” (el medidor de sortijas) gratis. Después se provoca el juego de
medir su dedo. “Por si algún día quiero darte una sorpresa y después no tengas
necesidad de ir arriba y abajo para ajustarlo”.
PASO 3: DÓNDE COMPRAR
EL PRECIO
Un producto, sea cual sea, en un mercado competitivo como el que vivimos, en
general no tiene un precio inamovible.
Entre otras causas esto depende del canal que se utilice. Internet ha supuesto una
auténtica revolución con evidentes ventajas para el consumidor final.
¿Recuerdas que al principio de este tratado decíamos que la compra de una joya es
un acto de confianza?

Pues bien, concediendo esa dosis de confianza a una joyería online, venta exclusiva
por internet, encontrarás una notable diferencia de precio muy considerable con
respecto al del comercio tradicional. Notable no significa exagerada. Un precio
ofertado por cualquier canal, internet o físico, por debajo de un 35% del habitual en
una joyería urbana aconsejaría ser cauteloso.
La compra más ventajosa la encontrarás en Internet. Comprueba esta afirmación.
Te resultará muy rentable el tiempo que emplees en hacerlo.
Compra siempre con profesionales que te inspiren un nivel de confianza
demostrado. Hay que andar con tiento si compras a particulares en webs de
canales de ocasión.
Los compradores por internet están más protegidos y disfrutan de mejores
beneficios legales con respecto a los que lo hacen a través de los canales
tradicionales. El derecho al desistimiento de la compra es una ventaja clara.
De obligado cumplimiento por parte del vendedor, en los 14 días (legislación
europea) posteriores a la recepción de la sortija con diamante tienes derecho a
devolver tu pieza, el vendedor te reintegrará tu dinero sin más preguntas. El
comercio urbano no está obligado a la aceptación del desistimiento, lo habitual es
recibir un vale de compra.
Realices tu compra en una joyería urbana o en la red, recuerda exigir SIEMPRE una
factura con los datos de los que hablábamos más arriba, es el único documento
garante de la calidad de tu adquisición.
PASO 4: ¿PUEDO CONFIAR?
Esta pregunta no significa que tengas que poner en duda la honestidad del joyero.
¿Confías en su solvencia como profesional?
¿Ves al joyero como un auténtico experto en esta especialidad?
El hecho de realizar una actividad legalmente no es suficiente, ni es sinónimo de
estar bien posicionado.
No dudes en demandar información directa, a través de un teléfono, web o blog
ante cualquier duda que se te plantee antes de tomar tu decisión.
La calidad de las respuestas que recibas te ayudarán a saber si este cuarto paso lo
puedes dar por superado.

Aunque un detector será tu propia sensación.
Escucha lo que te susurra tu sexto sentido.
Ahora tienes unos conocimientos muy superiores a la inmensa mayoría de las
personas que compran una sortija con diamante, sin embargo, antes de tomar una
determinación presta tu atención al quinto paso.
PASO 5: ASEGÚRATE DEL DÍA DESPUÉS.
Muchos joyeros consideran terminada las obligaciones de compraventa una vez has
dispuesto de tu joya y ellos han recibido el pago correspondiente.
Sin embargo la relación debe quedar abierta mientras esa joya continué siendo útil.
La limpieza periódica, para un lucimiento permanente.
La revisión sistemática del estado de sujeción de las piedras.
La aplicación del rodio, (capa de acabado exterior en las joyas de oro blanco). Pulido
en el caso del oro amarillo.
Tenerte al corriente de noticias y circunstancias relacionadas con la joya comprada.
Y tantas cosas imprevisibles, que por serlas, no podemos relacionar.
CONCLUSIÓN
Si este tratado ha conseguido la finalidad para la que fue escrito, ya estás
preparado para resolver con éxito asegurado el problema de entregar a tu persona
amada la sortija de diamantes elegida para ella.
Igualmente si eres una de las personas que ahora convertirá la ilusión de disfrutar
de tu propia sortija de diamantes. De ser un deseo pasará a ser una realidad
satisfecha. Cualquiera que sea tu caso, repasa también los 5 pasos imprescindibles
para comprar con éxito una sortija de diamantes:
PASO 1: LA INVERSIÓN
PASO 2: ENTIENDE LO QUE VAS A COMPRAR
PASO 3: DÓNDE COMPRAR CON VENTAJA
PASO 4: ¿PUEDO CONFIAR?

PASO 5: EL DÍA DESPUÉS
(*) Un diamante de acentuado color amarillo pertenece al grupo de diamantes de
color “Fancy”, son excepcionales y muy valiosos.
(**) El rodio es un metal precioso que se aplica al oro blanco para darle un acabado
más vistoso.
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parte de esta publicación, bajo condición de aludir a su autor y a la web
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Apéndice
¿Por qué se usan certificados de joyas si las piedras ya no están precintadas?
Al final de los años 80 del siglo XX, algún laboratorio de análisis gemológico tuvo
una idea para aumentar su mercado. Utilizar la expresión certificado para un
documento que acompañase a joyas montadas y las describiese de un modo
técnico. El formato y presentación era digno y atractivo. Genial iniciativa desde el
punto de vista de Marketing. Aunque sin ningún valor gemológico.
Joyerías, incorporaron esos “certificados” a su presentación de venta. Entregando al
comprador, junto con su compra “el certificado”.
Recordemos que en una piedra con certificado, si se saca de su precinto, el
dictamen pierde todo su valor.
En los “certificados” de joyas montadas los laboratorios explican, que los datos
son aproximados y que su carácter es puramente informativo. A pesar de ello,
algunos joyeros los presentan como un plus de sus productos frente a los
competidores o una “garantía” de autenticidad de los mismos.
Un laboratorio no se constituye en garante de lo que analiza. Un garante hace
frente en caso de incumplimiento de su garantizado. El añadido “garantía” no parte
del laboratorio, sino que es por obra de los vendedores, desinformados o con mala

fe. La propia naturaleza de la gemología hace imposible “garantizar” un dictamen
de una piedra preciosa. En caso de que las piedras descritas fueran de calidad
diferente, inferior, ¿compensaría económicamente el laboratorio emisor al
comprador de la joya? Por supuesto que no, el laboratorio ya advierte que los datos
son aproximados.
Pero aun podemos ir más allá en la degradación y uso comercial incorrecto de tan
excelente instrumento como es un certificado gemológico de una piedra. Hay
comercios de joyería expiden sus propios “certificados”. Los hay explícitos y
detallados. Sin embargo, en algunos, la degradación de los criterios gemológicos es
vergonzosa. Aunque sin ningún valor real, esos “certificados” deberían tener un
mínimo de rigor
El rigor debe comenzar por no utilizar de modo sesgado la palabra certificado. Hay
otras expresiones para etiquetar a esas cartulinas, como descripción de la joya,
informe, garantía, dictamen, (término este que emplea con loable prudencia el
INSTITUTO GEMOLÓGICO ESPAÑOL) etc. más de acuerdo con la realidad y que no
son instrumento de abuso de la buena fe de los compradores.
Hace tiempo que existe una solución ideal para cubrir ese área de satisfacción a un
comprador: Una detallada factura de compra. ¿Que además se añade una
cartulina bien diseñada, con una imagen de la joya y su descripción gemológica?,
excelente detalle de atención comercial, que sin duda, un cliente sabrá valorar.
Volviendo a los “certificados” de joyas expedidos por laboratorios gemológicos,
hacerlo a una piedra, o conjunto de ellas en una joya montada tiene un coste.
Todos los laboratorios no tienen el mismo prestigio. En función de su posición de
mayor o menor rigor en sus análisis tiene tarifas diferentes. Las tarifas también
dependen del tamaño de las piedras y otras circunstancias.
Insisto en que la utilidad de ese certificado, por grande que sea el prestigio del
laboratorio gemológico que lo extienda, aunque cuesta dinero, carece de cualquier
tipo de valor.
El mejor certificado es una factura detallada.
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parte de esta publicación, bajo condición de aludir a su autor y a la web
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