.22-250 Remington - Agrestecaza.com

En el punto
de mira
.22-250
Remington
La musa del rayo (y II)
Texto y fotos: Miguel Coya [michelcoya@terra.es]
Sobre la encimera
todos los ingredientesnecesarios.
Frente a
nosotros el reto,
caminos dispuestos
a ser conquistados,
tratando con cada
uno de demostrar
cuanto se puede
llegar a hacer con
un cartucho así.
Precisión, rasante y letalidad, tres poderes
que nuestro amigo presume poseer. El pañuelo
de especies factibles, la capacidad de llegar sin
corrección en altura o su soltura para enfrentarse
con blancos diminutos, van a ser cuestiones
de nuestro examen. Encerrémonos con
la fiera en su propia guarida, dobleguemos su
genio, sólo con valentía dejaremos al descubierto
su verdadero temperamento.
Los rifles
No ha sido sencillo encontrar un rifle en este
cartucho. A pesar de que la mayoría de las
firmas ofrecen modelos recamarados para el
.22-250 Remington, en España su entrada
es tan tímida que incluso los distribuidores
tienen poco o nada en stock. A la espera de
recibir a tiempo un Marlin X7, decido encar-
garme un cañón para el R-93. Meses después
llega el nuevo tubo, 57 cm de perfil estándar,
sin llegar a semipesado, limpio, sin alza ni
punto de mira, ¿para qué? Acto seguido, con
la sencillez que ofrece la intercambiabilidad
de cañones del Blaser, tiro de equipo propio y
mantengo el visor Zeiss Diavari VM 5-15x42
T* sobre monturas originales. Evidentemente
este cambio representa una clara ventaja, pues
tiraré finalmente con un conjunto muy familiar,
ajustado como un guante a mis requerimientos
particulares. El tacto del disparador
o la sensación de encare y equilibrio, jugarán a
mi favor permitiéndome, sin duda, un menor
esfuerzo para conseguir puntería.
José María Ruiz de Servicios Cinegéticos JM, me brinda la oportunidad de poner en
jaque a nuestro 5,56 mm en Las Cañadas, la preciosa finca que con tanto mimo
gestionan. Tocado por el .22-250 Remington, el resultado fulminante sorprendió
por su inmediatez, mucho más propio de cartuchos mayores que de los 53 grains
de la Norma Soft Point.
Tras disparar una urraca a unos 40 metros, dedico un buen rato a recoger
pedazos. Literalmente tocada por los 50 grains Accutip explota apareciendo las
piezas del puzzle en un radio de 30 metros.
Poco antes del cierre de estas palabras una
llamada de la Intervención me avisa de la
llegada del nuevo Marlin X7VH. Se trata de la
última novedad de la ya conocida plataforma
X7, lanzada precisamente en este 2011. El
Varmint Hunter se oferta solo en dos cartuchos,
nuestro protagonista y el .308 Winchester.
Su peso es de 3,5 kilos aunque realmente
da la impresión de ser más. Es fácil entenderlo
con sólo observar su tubo, un Bull-Barrell de
26” –66 cm– que desequilibra al conjunto
haciéndolo parecer cabezón. Evidentemente
una estructura tan liviana a la que se le ha
roscado semejante cañón, ha de tener este
resultado. Sin embargo, lejos de representar
una desventaja, un adelantamiento de masas
como este se traduce en una mejor estabilización
cuando disparamos apoyados, haciendo más
sencillo conseguir parar la puntería. La capacidad
es de cuatro cartuchos en el almacén más
el alojado en la recámara. La culata, sintética,
monta lomo recto con carrillera, rematándose
en cantonera de caucho también negro. La
acción es una 98 modificada, con dos tetones
en cabeza y seguro de dos posiciones. Tal vez
la parte más destacable de todo el arma sea su
disparador, el denominado Pro-Fire, ajustable
y con seguro integrado en la propia cola del
disparador, de tal modo que necesitaremos
oprimir esa especie de aleta para tener opción
Observe como
apenas 3,4 gramos
pasan con absoluta
soltura un venado
tirado a 150 metros.
¿Sorprendente,
verdad?
La moneda de 20
céntimos que tiré a
100 metros deja clara
la capacidad de este
cartucho de ofrecernos
precisión límite. ¿Y
ahora qué?
Las tres monedas protagonistas de la prueba. A la derecha
aparece la última de ellas sobre la que situé el parche
central que desapareció. Todo un Miki Mouse.
a oprimir el disparador verdadero, haciendo la
función hasta ese instante de un seguro más.
Sobre las Warne fijas monta un Bushnell Elite
3200 7-21x40, retícula Mill-Dot, 32,5 cm de
longitud y peso de 437 gramos, acabada en
negro mate. Cuenta con corrector de paralaje
en el objetivo y tubo de una pulgada. Sin
duda un visor muy especializado dispuesto a
ofrecernos toda la potencia necesaria en un
viaje tan exigente.
La óptica complementaria
Tras un análisis de las necesidades decido pedir
tres aparatos ópticos complementarios, prismáticos,
catalejo y telémetro. Zeiss es en este
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En En el el punto punto
de de mira mira
.22-250
Remington
caso la marca que acuña telémetro y catalejo.
En el caso del medidor de distancias, utilizo
en esta ocasión un aparato ya tratado en otro
artículo, el Victory T* PRF 8x26. Cuenta con
un sistema de información balístico –BIS–
que nos indica en cada medida cuanto debemos
corregir nuestra puntería, por supuesto,
según el cartucho usado. El rango de medición
se encuentra entre los 10 y los 1200 metros,
con un error aproximado de +- 1 metro hasta
los 600 metros y de un +-0,5% por encima de
ellos. Pesa 310 gramos –incluyendo la pila– y
mide 98mmx48mmx130mm –ancho-altoprofundidad–.
Como en aquella ocasión la
conclusión tras el uso no puede ser mejor. Es
preciso y entrega la lectura muy rápidamente
sea la distancia que sea.
Lo cierto es que hacía tiempo que venía
con ganas de probar el nuevo catalejo Dialyt
18-45x65. La búsqueda de un aparato realmente
práctico y sin el engorro de un pesado
trípode me parecía una buena idea. Realmente,
tras probarlo, reconozco que aún no
cumple todo lo buscado por mí para convertirse
en el spoting scope ideal. Es, sin embargo,
perfecto para hacer observaciones desde el
coche o donde tengamos buenos sitios para
apoyarnos. El rango de aumentos permite
una buena concreción cuando no miramos
excesivamente lejos. A todas luces es un buen
La corneja negra que abatí el primer día que saque de caza
al .22-250 Remington, bajó de lo alto de un pino como si se
tratase de un ladrillo, fulminada.
complemento para los recechos de corzo, con
buena entrada de luz en horas malas. Para
rebecos lo encontré algo engorroso, difícil de
utilizar al no poseer el ocular acodado cuando
tenemos que mirar hacia arriba desde el suelo.
Pesa 1.195 gramos y mide 39,5 cm, medidas
ambas excesivas teniendo por delante muchas
horas de montaña.
De Swarovski pruebo los nuevos CL Companion
10x30, unos binoculares compactos
tremendamente útiles en alta montaña cuya
prueba a fondo puede usted leer adjunta.
En el campo de tiro
Con la ilusión de un niño que acaba de recibir
el juguete soñado, parto para el Club Principado
dispuesto a probar por fin el .22-250
Remington en mi nuevo cañón Blaser. Ya les
he hablado en alguna otra ocasión de mi amigo
Antonio Cárdenas, el de Barbate, siendo él
esta vez el artífice de la prueba que a continuación
les contaré. Durante todos estos años
ha venido repitiéndome que en las dianas que
enseño, como muestra de las agrupaciones, los
impactos no dan en el centro y aunque entiende
que lo importante es agrupar, argumenta que
muchos pensarán que el rifle no tira todo lo
bien que digo. Por este motivo, días atrás al
llegar a casa, me encuentro con un paquete
que viene precisamente de Cádiz. Dentro, un
Las dianas conseguidas a 100
metros con las municiones
probadas.
dollar chino de los años veinte del siglo pasado.
Descuelgo el teléfono y le pregunto: «¿Qué es
esto que me mandas?». A lo que responde:
«Pégale tres tiros a 100 metros y demostrarás
que ese cartucho sí que tira bien». Alimento
con Norma SP Semi Pointed de 53 grains y
tras una primera aproximación a 50 metros,
cambio a 100 y llevo los impactos alrededor
del centro de la diana. El retroceso es nulo;
algunas veces incluso da la sensación de tirar
hacia delante de mí. Ansioso por probar con la
moneda, la sujeto con dos parches en una tabla
de pino. A 100 metros y con 15 aumentos, se
ve, pero el contraste desaparece confundiendo
el afine último. Tenso y la ya conocida presión
rompe, viendo a través del visor como salta
hacia atrás la moneda. Recorro a buen paso la
cancha y me encuentro el dollar con el primer
orificio. Ha impactado algo desviado hacia un
lado. Repito. El nuevo agujero se encuentra a
una distancia idéntica del centro, aproximadamente
a un centímetro. En vez de disparar
sobre un papel para conocer exactamente el
punto de impacto, elucubro, corrigiendo levemente
de forma errónea con el consiguiente
roce que corta, en media luna, el borde del
metal. Me enfado por mi torpeza y aunque
según Antonio, la prueba ha sido conseguida,
marcho del Club absolutamente decepcionado.
Al día siguiente vuelvo a la cancha. Cambio de
El catalejo Zeiss
Dialyt 18-45x65.
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Los Swarovski
CL Companion
10x30.
Telémetro
Zeiss Victory
T* PRF 8x26
munición y alimento con Remington Premier
Accutip-V Boat Tail de 50 grains. Sobre un folio
en blanco coloco un parche negro. Disparo
sobre él y acto seguido corrijo. El nuevo disparo
entra en el parche. Sin más me asalta la idea.
Rebusco en el bolsillo y entre las monedas que
tengo elijo una de veinte céntimos. Atravieso
los cien metros a toda prisa. Sobre la misma
tabla del día anterior sostengo ahora la nueva
moneda poniéndole un solo parche por abajo.
Tomo asiento en el banco. En el box contiguo
un tirador mira a través del catalejo. Dos más
observan curiosos la jugada. Los 15 aumentos
de la Zeiss me traen un punto amarillo, son los
veinte céntimos a un centenar de metros. El
pino al que se pegan falsea el contorno impidiendo
concretar el borde de su figura. Me
centro en el parche que los sujeta. Se que cubre
la moneda hasta casi la mitad. Apunto entonces
a la parte superior del parche, a peinarlo,
y mas concentrado que nunca parte la Accutip.
Veo saltar la moneda, oigo al compañero
del catalejo decir «le has pegado». Él mismo
me acompaña a ver el resultado con la consiguiente
sorpresa al ver el orificio perfecto. Si
una mosca hubiese estado puesta en medio
de la moneda hubiese sido tocada por 50
grains. Y fíjese bien lo que son las cosas, en
ese instante sublime de orgasmo mental por
la dificultad extrema de lo conseguido, ¿sabe
usted lo pensé? Pues muy sencillo: «Gracias a
Dios que están estos de testigos porque sino
a ver quién se lo cree»… Días después recibo
otro paquete con una nueva moneda. Como
de todo se aprende, coloco ahora un parche en
el centro que facilita enormemente la toma.
El primer disparo toca al parche quitándole
un trozo. El segundo se lleva otro bocado. El
tercero lo hace desaparecer entregándome a
cambio un grupo que ahora si me deja absolutamente
satisfecho. ¿Qué más se puede decir?
La verdad es que ahora, tras esta prueba digamos
poco ortodoxa, reconozco que ha sido una
forma perfecta para demostrar la precisión
que nos llega a brindar un cartucho como el
.22-250 Remington. Queda suficientemente
demostrada su capacidad para disparar sobre
blancos muy pequeños. No creo que tras la
imagen alguien pueda tener dudas de la cirugía
que podemos llegar a realizar con él.
Semanas más tarde y prácticamente a oscuras,
cayendo la noche, pongo tres dianas a
100 metros y realizo una apresurada prueba
con las tres cargas recibidas. Dos centímetros
entre centros para la Remington Accutip, 2,2
cm para la SP Semi Point de Norma y 2,8 para
la Remington Express PSP. Evidentemente,
viendo lo conseguido con las monedas, de
haberlo realizado con mejor luz y poniendo
más empeño, los grupos se hubiesen reducido
a la mitad.
Cazando con el .22-250 Remington
Una idea me rondaba cuando pensé en cazar
con este potente .22 de fuego central, conseguir
abatir con él la mayor cantidad de especies.
Finalmente no todo cuadró. La caza es
caza y como dijo Gasset, es incertidumbre. He
salido mucho con él, varias veces al corzo y
otras tantas al rebeco sin llegar a tirar un solo
tiro sobre estas dos piezas. Cazando al corzo
en el coto de León el primer día que saqué
a la dama de fiesta, ya de recogida veo unas
cornejas que levantan el vuelo y se posan en
lo alto de unos pinos a unos 125 metros. Me
apoyo apresuradamente en vista de que la bala
se enterrará detrás, 15 aumentos y aparece
el córvido en el cristal. Suena el disparo a lo
que le acompaña un auténtico tabletazo del
impacto de la Accutip, sorprendiéndome al ver
que cae como si soltásemos un ladrillo desde
lo alto del árbol, sin abrir las alas. Pocos días
después me encuentro frente a una urraca,
pieza absolutamente idónea para nuestro
5,56 mm. La tengo a 40 metros en un prado
completamente limpio. Presiono el disparador
y desaparece barrida por 1.130 m/seg de

En En el el punto punto
de de mira mira
.22-250
Remington
la Remington Premier. Le ha caído el rayo, la
ha pulverizado literalmente. Tengo que hacer
verdaderos esfuerzos para recopilar parte
para la fotografía. Los pedazos han quedado
dispersados en un radio de 30 metros. Al final,
como pueden ver, sólo encuentro la cola, una
pata y un ala, demostrando el poderío varmint
extremo que tanta fama ha dado a nuestro
protagonista.
Servicios Cinegéticos JM es una orgánica
de caza que desarrolla su actividad
fundamentalmente en Ciudad Real. Aunque
su modalidad reina es la montería, ofrecen
también recechos de venado y muflón junto
a magníficas esperas al jabalí. Conocida por
la calidad y mimo que ponen para conseguir
días de caza inolvidables, montean fincas tan
sobresalientes como Tinajones o Las Cañadas,
recibiendo este año una Caracola Caza y Safaris
a la montería con mejor coeficiente de reses.
Tengo la suerte de acompañar a José María
Ruiz precisamente en Las Cañadas, dispuesto
a brindarme la oportunidad de poner en
El cañón pesado
del Marlin X7VH
es impresionante,
un Bull-Barrell
con un brocal bien
fresado y rebatido.
Fíjese, aparecen
claras las seis
estrías dispuestas
a brindarnos toda la
precisión necesaria.
jaque al .22-250 Remington. Amanece una
mañana de otoño en un paisaje montero con
suaves lomas y monte mediterráneo. Finca
cuidada en extremo, no tardan en aparecer
las primeras reses. La idea es tirar un venado
selectivo. Vamos desechando hasta que en
la asomada a un cerrete aparece un vareto
al que José María juzga con la rapidez del
gestor avezado. Está a unos 150 metros. En la
recámara una Norma SP Semi Pointed de 53
grains. De nuevo los 15 aumentos me meten
en los ojos la imagen del venado. ¿Dónde le
vas a tirar, al cuello? Que va, busco rápido la
paleta, respiro y con absoluta seguridad dejo
que el disparo se vaya. Contesta el impacto
rotundo con un topetazo que sorprende por lo
sonoro. Cae segado el venado como alcanzado
por la deslumbrante letalidad del relámpago.
Muere tan fulminado como lo fue la urraca.
Cuesta creer que algo tan pequeño de apenas
3,4 gramos, pueda matar tanto, superando
sin dudas las expectativas que hacemos de
cartuchos mayores, al menos desde el prisma
de la inmediatez. Tras registrarlo descubrimos
que la Norma le ha atravesado de lado
a lado, algo que nadie podría imaginar que
sucediese, demostrando que su potencial y
flexibilidad es muy superior a lo que a priori
podríamos pensar.
Conclusión
…Pues nada, que sin darme cuenta se me ha
puesto la mirada perdida y una sonrisa bobalicona
más propia de los catorce que de los
cuarenta y cinco cumplidos de agosto. Tanto
buscar y buscar para encontrarme de pronto
como un adolescente que acaba de descubrir
su primer amor. Y es que este cartucho me ha
fascinado, sí, realmente me ha enamorado.
Tener entre las manos una herramienta que
cumple escrupulosamente la orden dada, que
obliga al tirador a plantearse nuevos retos
difícilmente asumibles por nuestra propia
capacidad, viste de sueño cada nuevo paso,
convirtiendo nuestra afición en un vivencia
constante de momentos extremos. CyS
Mi agradecimiento a las empresas Servicios Cinegéticos J M, Esteller, Excopesa, Borchers, así como a la Armería Fuertes de Colloto,
Asturias. Sin su colaboración la realización de este artículo hubiese sido imposible.
Para utilizarlo en alta montaña el catalejo
Zeiss Dialyt es algo incómodo cuando
tratamos de mirar hacia arriba desde el suelo.
Un ocular acodado mejoraría enormemente
la ergonomía.
Los CL Companion son muy ligeros y
pequeños. Transportarlos por la montaña
no cansa.
El disparador del Marlin X7VH es el
denominado Pro-Fire. Para que el disparo se
produzca hay que apretar primero la lengüeta
que aparece delante embuchada en él.
El Bushnell Elite 3200 7-21x40 cuenta con tratamiento
Rain Guard en las lentes. Su retícula es una Mill-Dot. Para
anclarla al rifle en esta ocasión se utilizaron Warne fijas.
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Prueba
a fondo
Swarovski CL
Companion 10x30
Ideal para montaña
Texto y fotos: Miguel Coya [michelcoya@terra.es]
Con la experiencia ganada con los EL, la
marca del azor pone en el mercado recientemente
el modelo CL Companion. Con
dos rangos de aumento posible –8 o 10– y
un diámetro de objetivo de 30 mm, llegan
para ocupar el peldaño de los binoculares
de alta montaña o como complemento de
ópticas mas aparatosas. Montan dos tubos
separados, unidos solamente por un punto,
permitiendo de esta forma su uso con una
sola mano. Forrados enteramente en goma
su tacto es agradable, permitiendo corregir
con facilidad el enfoque. Su peso es de 515
gramos con una longitud de 11,9 cm. A pesar
de ser una buena combinación entre aumentos
y campana de salida, en este caso y tras
probarlos a fondo, ahora hubiese elegido los
8x30. El motivo fundamental está en intentar
bajar potencia y aumentar campo. Sobre
fondos grises, negros y blancos, de montaña
nevada, es preferible ampliar la búsqueda
de colores que la concreción de lo ínfimo.
Entiéndame, con un campo no excesivamente
grande, mejor ver la pieza, pues por mucho
En Sierra
Espuña, Murcia.
que nos permita la óptica juzgar el trofeo, de
poco nos va a servir si no somos capaces de
encontrarla. La prueba ha sido completa y
extensa, desde la murciana Sierra Espuña a
la Cornisa Cantábrica, de la batida de jabalí
en Mula a los recechos de rebeco en Babia.
Viento, agua y nieve, mañanas y noches,
sin sentir en ningún momento carencias
de luminosidad motivadas por un objetivo
tan pequeño. Sin duda, puedo afirmarlo con
rotundidad, una magnífica elección como
prismáticos de alta montaña. CyS
La marca del azor ha apostado, en esta ocasión, por un
desarrollo muy útil. Dentro de la caja encontramos una funda
rígida, el manual de instrucciones y la correa de transporte.
Los oculares escamoteables sirven para un uso mixto
con gafas o sin ellas.
El ocular derecho permite la corrección
de las dioptrías para colocarlo de
acuerdo a nuestra vista.
Las prácticas tapas de goma para los oculares son sencillas y
funcionales, protegiendo los objetivos de la lluvia y el polvo.
La ergonomía del diseño está
muy lograda, permitiendo
un uso sencillo con una sola
mano. A ello ayudan sus
dimensiones. Difícilmente
podemos encontrar unos
binoculares para alta montaña
tan logrados.
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