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Palabras Recuperadas - SOCIEDAD DE HISTORIA DE REYNOSA ...

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ENEMIGO <strong>DE</strong>L PUEBLO<br />

A MANERA <strong>DE</strong> PREÁMBULO<br />

PROLOGO<br />

INTRODUCCION<br />

<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

INDICE<br />

ENTREVISTA CON EL SR. JOSÉ CRUZ CONTRERAS GAMBOA<br />

ENTREVISTA CON EL SR. RODOLFO GARZA CANTÚ<br />

ENTREVISTA CON EL SR. ING. RAFAEL SIERRA <strong>DE</strong> LA GARZA<br />

ENTREVISTA CON EL SR. MIGUEL VALDÉS REVILLA<br />

ENTREVISTA CON EL SR. ISAURO VILLARREAL SANTOS<br />

ENTREVISTA CON EL SR. JESÚS GARCÍA PALACIOS<br />

ENTREVISTA CON EL SR. DR. JUAN MARTÍNEZ REYNA<br />

ENTREVISTA CON EL SR. JOSÉ ELÍAS MACIEL<br />

1


ENEMIGO <strong>DE</strong>L PUEBLO<br />

Cesar H. Isassi Cantú<br />

A propósito de discursos de candidatos.<br />

1.- “Yo no soy amigo de los reynosenses, soy su enemigo, porque ustedes le han<br />

declarado la guerra a la ciudad. Quien atente contra ella, atenta contra la seguridad. Quien<br />

atente contra la seguridad juega su cabeza a futuro.<br />

No seré partícipe de la destrucción de los edificios viejos ni de la tala de árboles, no<br />

volveremos a tener otro panteón destruido, desde ese tiempo rondan la ciudad los fantasmas<br />

de los muertos que fueron expuestos al sol y a la inclemencia del tiempo.<br />

No seré amigo de aquéllos que se posesionan de las calles y de las banquetas como propias,<br />

y otros que ensucian de desperdicios, señalaré ante todos a los que usan las marquesinas de<br />

los pisos superiores como andadores, no participaré en la desaforada e insultante policía y<br />

tránsito que ahuyentan al turismo, a la ciudadanía la lastiman, no seré uno más de los que<br />

no le ceden el paso a los peatones, no correré a alta velocidad en las calles y tampoco<br />

mentaré la madre con el claxon a cualquier cristiano que vea y me caiga mal. No seré<br />

inmutable ante los reclamos de dolor en el Hospital Civil, que se debate en la peor miseria,<br />

que no tiene aspirinas, seré estricto contra aquél que derribe un árbol.<br />

Seré enemigo de los reynosenses hasta que termine el rencor por tan grande atraso, no,<br />

perseguiré a todo el que sea funcionario y cometa abuso de autoridad, no y mil veces no,<br />

diré a la estafa y al cohecho, no. No, jamás variaré la línea de conducta, seré inflexible y<br />

castigaré los delitos. Jamás me torceré, jamás claudicaré, primero denunciaré a la justicia<br />

que aceptar un soborno. Lo digo y seguiré diciendo”.<br />

2.- “Sólo los pendejos no se enriquecen. Si vive de la iglesia, la iglesia los mantiene.<br />

Vamos todos juntos, con mi equipo a robar haciendo la obra pública y vivamos felices que<br />

esta pendejada de la honradez es en las novelas”.<br />

3.- “Trabajaremos día y noche para edificar nuestra ciudad más habitable, más justa, más<br />

segura. Construyamos parques, jardines, guarderías, clínicas, plazas públicas, canchas<br />

deportivas, escuelas, aulas donde hagan falta, pavimento, puentes, pasos a desnivel,<br />

edificios nuevos, modernos para la administración pública, haremos libramientos<br />

carreteros, remodelar el aeropuerto, realizar estudios tendentes a acercarlo a la ciudad para<br />

mayor comodidad y ahorro de combustible, tan escaso y caro, etc. etc. etc. Apuraré la obra<br />

pública para bienestar de todos”.<br />

Usted, amable lector, si fuera designado alcalde, cuál discurso diría:<br />

El primero, es muy comprometedor.<br />

El segundo: expresa la verdad interior.<br />

El tercero: la más miserable y falsa propuesta.<br />

Escoja usted, porque:<br />

A la mitad de la población no le interesa la cosa pública. La otra mitad tampoco, es<br />

indiferente.<br />

2


A MANERA <strong>DE</strong> PREAMBULO<br />

<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

César, yo sigo al servicio de las ideas... me quedé pensando sí, de la verdad, pero<br />

ésta es tan traviesa y tan veleidosa, que lo mejor que podremos hacer será buscarla y<br />

perseguirla para que casi al atraparla, se transmute, para que los que nos sigan, la puedan<br />

seguir buscando. Sería terrible conocer la verdad absoluta, tan terrible como el tener<br />

memoria de nuestras vidas pasadas. ¿Te lo imaginas?<br />

Como tú sabes, desde niño he sido cazador y de la caza aprendí que a los venados entre<br />

más los sigas, más se alejan; es mejor echarles atajos y esperar a que pasen por donde tú los<br />

estás esperando. Así es con la verdad, cuando llegas a estar más cerca de ella, es cuando<br />

ella se acerca a tí.<br />

Ahora que regreso me encuentro con un correo y haré referencia a él: sólo te recordaré<br />

con mayor precisión que la frase que te dije fue, "Reynosa es Grande a pesar de sus<br />

alcaldes".<br />

Yo creo que al decir esto abarco mucho terreno y circunstancias y comportamientos<br />

distintos en cada uno de ellos, no se trata de hacer un rasero entre los que "han servido" y<br />

los que "se han servido" pero la idea sigue siendo válida para mí. Que la frase sea mía, es<br />

verdad, así la he dicho a varios amigos, que alguien más la haya pronunciado, lo ignoro.<br />

Hago la diferencia entre crecimiento y grandeza como se puede hacer también entre<br />

crecimiento y desarrollo. Reynosa es, como fenómeno urbano y como fenómeno<br />

comunitario, un ser con todos los atributos de la persona, con su mente, su espíritu y su<br />

cuerpo y se parece en todo a esas grandes ciudades que en la historia de la humanidad se<br />

desarrollan como consecuencia de circunstancias ajenas a la razón de su origen, por<br />

eventos históricos (convertirse de pronto en frontera con otro país); geohidrológicos<br />

(contar con disponibilidad de agua de riego proveniente de una cuenca del Río San Juan y<br />

luego de la cuenca del Río Bravo); con convenios internacionales que la hacen sede y vía<br />

de una contratación masiva de braceros en los cincuentas); de la aparición de yacimientos<br />

petroleros y gasíferos; con el desarrollo a nivel mundial del concepto de la industria<br />

maquiladora ( a donde solo se busca una mano de obra sin que influya la disposición de las<br />

materias primas o básicas para esas industrias); podemos abundar una serie de otros<br />

detonadores de nuestra ciudad, pero en esencia, creo que estaremos de acuerdo al decir que<br />

la pujanza y fortaleza de Reynosa está en sus habitantes los cuales han venido con un afán<br />

de superación. Aquí solo han llegado los valientes, los atrevidos, los que se arriesgan a<br />

dejar familia, quereres, costumbres, culturas, tradiciones, creencias y llegan en busca de<br />

trabajo, servicios, educación, salud y oportunidades. Por eso vinieron los que, desde hace<br />

poco o desde hace mucho, viven aquí y esto, en sí, los hace ser seres de índole diferente.<br />

Todos los días llegan personas, como alguna vez llegaron nuestros antepasados y veo<br />

que se avecinan en desorden y tratan de satisfacer sus necesidades sin tener cuidado de la<br />

ciudad. La verdad es que quien llega sigue sintiéndose ser del lugar de donde proviene.<br />

Vivimos en una urbe de segundas generaciones. Si le preguntamos a alguien ¿ de dónde<br />

eres? Nos dice, de Los Herrera, de Veracruz, de San Luis, de Guanajuato, etc. y siempre<br />

nos lo dirán hasta que mueran y serán sus hijos los que nos contestarán : Yo soy de<br />

Reynosa.<br />

3


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Esa peculiar forma de incorporarse indefinidamente, sin definirse para siempre,<br />

conforma en algo el espíritu mestizo de nuestra ciudad, no solo por lo étnico, sino también<br />

por el sentirse, ser de aquí. Y somos de aquí, hasta la segunda generación y es hasta<br />

entonces cuando el Reynosense confirma su identidad local, su sentido de pertenencia y su<br />

sentido de apropiación.<br />

Es hasta entonces cuando escuchamos decir : "Yo soy de Reynosa y Reynosa es mía".<br />

César, como a todos tus libros, a éste lo estaré esperando con especial interés. Tu amigo.<br />

EDUARDO GARZA GONZALEZ *<br />

* Este texto me pareció adecuado, que lo llamé “A manera de preámbulo” por lo novedoso<br />

de su contenido, tan claro y preciso sobre los otros, los fuereños que llegan en afán de<br />

conquistar un espacio reynosense. Juntos destruiremos para renovar el aspecto urbano tan<br />

abandonado como casi todo lo municipal. Advierto que Eduardo (Lalo) no conoce el<br />

contenido de este libro. Se incluye, porque sus ideas se aplican concretamente a este<br />

trabajo sobre ex alcaldes y representantes de la sociedad civil, y al constante movimiento<br />

poblacional en busca de oportunidades de trabajo y satisfactores personales.<br />

El Autor.<br />

4


P R O L O G O<br />

<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

En los casi cincuenta años que llevo de ser amigo y compañero del señor licenciado<br />

César Humberto Isassi Cantú, me ha llamado la atención la preferencia, casi fascinación,<br />

que sienten las personas por las historias de corte narrativo, que el autor domina con<br />

singular maestría, cuyo género literario, aparte de ser probablemente la primera forma de<br />

entretenimiento creada por el hombre, responde a un impulso vital de los seres humanos de<br />

comunicarse sus vivencias.<br />

<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong> es un nuevo libro que para el deleite de los lectores, vuelve a<br />

brotar de la ágil y prolífica pluma del Cronista de nuestra ciudad, quien ahora nos sorprende<br />

gratamente con la publicación de esta obra, en la que aborda temas de política, que ha sido<br />

otra de sus pasiones.<br />

Contiene entrevistas a ex presidentes municipales y a ciudadanos de Reynosa, quienes<br />

nos recuerdan el sinuoso camino que por los laberintos de la realidad les tocó vivir hace<br />

treinta, cuarenta y cincuenta años, a cuyos relatos el autor agrega la elegancia de sus<br />

comentarios y su fina ironía, ya que matiza sus entrevistas con pertinentes aclaraciones y<br />

críticas que expone con una prosa clara y un léxico certero, con lo cual nos deja el buen<br />

sabor de la nostalgia y la añoranza en el recuerdo de tiempos ya idos, pero que al<br />

recordarlos, quedan recuperados y salvados del olvido.<br />

El señor licenciado César Humberto Isassi Cantú, desde su época estudiantil vio nacer<br />

en él una temprana y bien definida vocación de escritor, que lo llevó a fundar diversas<br />

revistas universitarias y a colaborar en la publicación de artículos sobre literatura, historia,<br />

arte y cultura, que le permitieron definir y depurar su fino estilo literario.<br />

En la actualidad es uno de los historiadores más respetados y uno de los intelectuales<br />

más notables, por su lucidez y objetividad. Ha publicado diversos artículos y es autor de<br />

varios libros, que todos conocemos.<br />

Sus interesantes investigaciones sobre la historia de Reynosa le permiten darnos cátedra<br />

y lo envuelven en un ambiente de prestigio, por lo cual, desde el año de 1993 disfruta de su<br />

bien ganado sitial de Cronista de nuestra ciudad, cargo honorífico que aumenta el<br />

reconocimiento que se le tiene.<br />

Su independencia, su valentía, su humanismo y sobre todo, su entrañable amor por<br />

nuestra ciudad, constituyen algunos de los atributos que permiten definir su personalidad.<br />

En este libro que ahora se pone a la consideración de los lectores, su autor nos<br />

demuestra con largueza que es un hombre inteligente que comprende a los hombres<br />

inteligentes, ya que, sin mengua de los merecimientos ajenos, ha podido realizar la tarea<br />

poco común de brindarnos su propia originalidad.<br />

Tengo la certeza de que quien llegue a tener en sus manos este libro disfrutará<br />

gratamente su lectura, porque su autor tiene el bendito don de saber contar, y de contar tan<br />

bien, que su contar casi parece un cantar.<br />

Enhorabuena.<br />

Cd. Reynosa, Tam., 13 de Julio de 2005.<br />

Luciano Ibarra Pérez<br />

5


INTRODUCCION…<br />

Cesar H. Isassi Cantú<br />

A los reynosenses nativos, adoptados y avecindados.<br />

<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong> es una exposición de ocho textos consistentes en cuatro entrevistas a<br />

ex alcaldes de Reynosa y otro tanto a contemporáneos suyos de la sociedad civil.<br />

La metodología consistió en grabar la conversación, pasarla a la computadora para<br />

revisarla gramaticalmente, evitando repeticiones inútiles y reiterativas, depurando el<br />

lenguaje y limpiando el idioma sin cambiar el sentido de las preguntas y respuestas al<br />

facilitar la lectura para una mayor comprensión. Culminado este proceso, el siguiente paso<br />

fue entregar los originales a la imprenta. Después de este delicado y tardado proceso, se<br />

hacen varias revisiones. Una vez aprobado el trabajo, se publica el libro.<br />

El entrevistador se concretó únicamente a formular preguntas, las cuales fueron<br />

contestadas, ampliadas y precisadas, trascendiendo el ámbito requerido, abarcando más de<br />

lo indagado, por lo cual el autor responsable de este trabajo, no necesariamente comparte<br />

los criterios que los entrevistados han exteriorizado respecto a diversas situaciones,<br />

igualmente las respuestas son únicamente responsabilidad de quien las expresó. La versión<br />

original en casette grabado está a disposición de los entrevistados, igualmente la<br />

trascripción computarizada sin corregir.<br />

Se actuó con plena objetividad procurando no dañar los valores éticos, morales y<br />

familiares. A cada entrevistado se les solicitó su autorización para publicar dicha entrevista,<br />

y todos dieron el visto bueno.<br />

Este modesto ensayo deja al descubierto y en el misterio muchas fuentes relativas a la<br />

intrincada vida presidencial de los alcaldes de Reynosa.<br />

El Autor.<br />

6


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

ENTREVISTA AL SR. JOSÉ CRUZ CONTRERAS GAMBOA<br />

5 de Julio de 2003<br />

Si un Príncipe agota por ambición el fisco, dice Tiberio,<br />

no podrá llenarle más que por medios injustos.<br />

Nicolás Maquiavelo.<br />

En 1960, la prensa era voraz, combativa, contrecha y amarillista al extremo. Como el<br />

dinero era fácil ganarlo, de igual forma se gastaba repartiéndose entre los diversos sectores<br />

de la población, entre ellos los periodistas, lo gastaban en cantinas y burdeles. Quizá José<br />

Cruz no les daba lo suficiente o no le alcanzaba para sostener las ilusiones aventureras de la<br />

prensa diaria y de los pasquines de la prensa, “que salen cuando Dios quiere”. Pero cuando<br />

salía la edición, cómo golpeaban. Entre baños de sangre y notas temerarias se desarrollaba<br />

la sociedad. En este ambiente hostil conocí al alcalde. Me llamaba la atención que no era<br />

nativo de Reynosa, ni tamaulipeco y eso a los ojos de un joven de 21 años era cuestión<br />

grave, de orgullo por su gente, ahora desplazada. Nunca crucé más de un saludo<br />

protocolario con él, jamás una charla. Pero como los hombres dejan huella, la<br />

administración municipal de este ciudadano es vital para comprender el desenvolvimiento<br />

reynosense, por esta razón, y por conocer de viva voz la opinión de su gestión, pretendo<br />

conversar con él para formularle unas preguntas en una entrevista hoy por la mañana, día<br />

cinco de julio del año dos mil tres, a las nueve horas con treinta minutos, en un lugar de<br />

McAllen, Texas, acompañado del señor don Reynaldo García Durán, amigo personal de<br />

don José Cruz Contreras Gamboa, quien ha concertado una cita con el propósito de sostener<br />

una charla sobre diversos asuntos políticos con el ex alcalde de Reynosa.<br />

En una mesa de varias personas se distingue y hace señas con la mano, después de los<br />

saludos de cortesía, le doy las gracias por permitirme esta reunión, y seguidamente le<br />

informo al Sr. Contreras, que nuestra entrevista será grabada en cinta magnetofónica,<br />

colocando en la mesa la grabadora, lista para registrar las voces.<br />

Admirado y rechazado.<br />

José Cruz Contreras Gamboa, ex presidente municipal de Reynosa en el trienio<br />

comprendido en los años 1958 a 1960 fue por circunstancias de la época y estilo, un<br />

político controvertido, seguido por muchos y repudiado por otros. Es el típico hombre de<br />

acción que actúa con inteligencia aun perjudicando a otros, sus contrarios. En este haber,<br />

los resultados los recoge para su propio beneficio.<br />

Es Cruz Contreras un político audaz de corte moderno, actual. Indudablemente no es un<br />

político de raíz local, es el clásico emprendedor que viene de fuera a triunfar ante la mirada<br />

atónita de aquéllos que no saben hacer lo que él hace. Es el promotor que cambió las reglas<br />

del juego. Es el que crece con los cambios del país, aprovechando cada resquicio, cada<br />

coyuntura posible.<br />

Político de imagen diferente<br />

Reynosa en 1950 contaba según el censo con 38,817 habitantes y en el decenio en que se<br />

desenvuelve en activo, la población suma a 72,259. A la población local se suman los<br />

7


Cesar H. Isassi Cantú<br />

inmigrantes de diversos estados del país, la mayoría de escasos recursos económicos, sin<br />

preparación académica o baja escolaridad, lo que hace un caldo de cultivo a modo entre<br />

estos pobladores, excelente para lograr objetivos electoreros, -aunado a su indefensión- y<br />

permite a la autoridad realizar abusos inimaginables, al fin que por otra parte todos están<br />

ocupados en ganarse un peso más. La “cultura del algodón” se ha enseñoreado de las tierras<br />

de riego y subsiste con una enorme riqueza transitoria cuyas consecuencias son de ganar<br />

fácil y gastar rápidamente, como si el dinero quemara en la bolsa. Gastar inmediatamente lo<br />

que con tan poco esfuerzo se ha logrado.<br />

La mesa servida<br />

El cuadro es alentador: Tierras vírgenes de cultivo, altamente productivas, plagas<br />

inexistentes, créditos refaccionarios a bajo interés, demanda cuantiosa, necesidad mundial<br />

del algodón, gente dispuesta al trabajo, hombres ansiosos de diversión, mujeres dispuestas a<br />

satisfacer los placeres, dinero a raudales, el área urbana se convierte en una gran cantina,<br />

congales repletos de mujeres secuestradas de sus casas en estados del sur, compradas como<br />

reses, con dinero pagado por los monopolios de bebidas embriagantes, explotadas por<br />

conocidos lenones urbanos, siguen los llamados giros mixtos con prostitución galopante<br />

encubierta. Los escenarios que reflejan un coto de vida: Las enfermedades venéreas, los<br />

alarmantes pleitos continuos, el vigente trato terrorífico en la zona de tolerancia causa<br />

incredulidad ante mudos testigos. Muertos y heridos se suceden a diario en las cantinas de<br />

la ciudad donde se acuchillan por nada a los pobladores nuevos y los flotantes hacen que<br />

todo se encarezca. Auspiciando el vicio por un lado los concesionarios de las cervecerías, y<br />

por otra parte el ayuntamiento extiende permisos de disimulo que no son precisamente<br />

recaudaciones para resolver la precaria economía del ayuntamiento, sino que van a parar a<br />

los bolsillos de quienes dirigen desde la alcaldía las finanzas de la tesorería con sus nefastos<br />

inspectores de alcoholes y el tétrico sistema policial llamado “Servicio Secreto”, o<br />

“Comisiones de Seguridad”, que junto a las improvisadas mazmorras de la cárcel municipal<br />

se ven repletas de presos rijosos, rateros, violadores, asesinos, inocentes los más, éstos son<br />

aprehendidos irremediablemente para cobrarles una multa que se convierte en una cuota<br />

que se genera día a día en cuantiosas cantidades entre los 30,000 ilusos ciudadanos que<br />

conforman la población flotante.<br />

Todo por hacerse<br />

El ambiente político que prevalece cuando José Cruz Contreras hace su aparición, es la de<br />

un pueblo tranquilo con caciques de corte familiar emparentados con la sociedad civil que<br />

se turnaban en el manejo de la cosa pública mediante ingeniosas disputas, que no eran más<br />

que el resultado de ponerse de acuerdo y dividir el pastel desde el presidente municipal<br />

hasta el más ínfimo servidor público, que bien podría ser un mísero guardián del orden o<br />

policía. Un único partido garantizaba la buena marcha de los grupos discordantes, afines<br />

después de la selección del candidato de unidad.<br />

Barrileros entregaban el agua a domicilio, carretoneros acarreaban la basura –como hasta<br />

ahora, cuarenta años después-, las pipas que sacaban de la fosa séptica el detritus<br />

acumulado en las pocas casas que contaban con agua entubada, los escasos automóviles<br />

propiedad de los reynosenses, los vehículos de los turistas y las “camionetas” del transporte<br />

urbano eran parte del motor económico junto con las obras de riego de los distintos canales<br />

y el incipiente auge promisorio de Petróleos Mexicanos, que absorbía mano de obra<br />

cualquiera, dispuesta al trabajo, con contrato de planta y prestaciones de ley; en brigadas<br />

8


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

mandaba a sus empleados a los lugares frecuentados por los reynosenses, a fondas,<br />

cantinas, juegos de béisbol o de volibol, o básquetbol, -donde hubiera reunión de gente-,<br />

por la calle Hidalgo, en el café El Fénix, El Valle Salón, las cantinas El Caballo Blanco, El<br />

Río Grande, o en el café Sánchez, a ofrecer labor bien remunerada y reclutarlos como<br />

empleados de Petróleos. Eran rechazados con sorna, ya que había diversos medios de vivir<br />

más cómodos, que emplearse en una área tan ruda cargando tubos de acero, haciendo<br />

zanjas, o en el taller, vigilante o aprendiz de perforador. Después con los años rogarían por<br />

un contrato de “chamba”, aunque fuese transitorio.<br />

Auge a manos llenas<br />

El comercio, los servicios turísticos de antaño hacían su agosto como lo hacían también su<br />

agosto, su septiembre y cuantos meses quisieran más, los varilleros, los ambulantes, el<br />

comercio informal, que surgía por todas las calles ante el auge prometedor que daba para<br />

todos de día y de noche.<br />

Los burdeles por la frecuente visita de los soldados norteamericanos que iban o regresaban<br />

de Corea, satisfacían sus más bajos instintos al tomar bebidas prohibidas en su país, a grado<br />

tal que los congales recogían los dólares en arpilleras, despreciando la moneda fraccionaria<br />

repartida como óbolo entre el personal de servicio.<br />

Por otra parte, una sociedad que no participaba en política, que venía de tiempo atrás<br />

planeando su futuro, consolidándose social, cultural y económicamente, al verse de pronto<br />

inmersa en el nuevo tráfago de vida participó de los beneficios acarreados por el auge y<br />

dejó en manos de los nuevos políticos la conducción de una vida acelerada como un hito en<br />

la historia de Reynosa.<br />

Político empresario<br />

Un político hábil sabe acaparar esas circunstancias. Y éste es José Cruz Contreras Gamboa.<br />

Cuando cumple su deseo de convertirse en alcalde, su primera disposición es la de invitar a<br />

otros jefes políticos como el Gral. Tiburcio Garza Zamora y Francisco Villanueva<br />

Mendoza, a tumbar la placa -que se pierde con el tiempo-, que reza: “Palacio Municipal”<br />

y con ello la del derrumbe del mismo. Signo de los nuevos tiempos, derrumbar para<br />

construir. Contreras en la entrevista afirma que tumba el palacio sin autorización. No era un<br />

palacio, era un viejo edificio tan entrañable a los reynosenses como la iglesia antigua.<br />

Como no tenemos nada de valioso, lo poco que había era sagrado, aun así fueran obras de<br />

calidad menor, el kiosco es otro ejemplo palpable. La ciudadanía los añora y goza<br />

recordándolos. Al derrumbarlo tal parece ser Contreras el nuevo David que derrota al<br />

arcaico pasado que habría que barrerlo de la faz del horizonte para construir en él el nuevo<br />

Reynosa.<br />

En este medio ejerce el poder José Cruz Contreras, y lo ejerce plenamente, con la<br />

aquiescencia absoluta del gobernador en turno que lo ve como una extensión de su propia<br />

persona. Como su hijo político.<br />

Y en esta situación parecía que todo estaba preparado para cambiar Reynosa. Nuestro<br />

personaje es el primer alcalde que no es nativo de Reynosa. Es el que viene de fuera con<br />

las novedades de la nueva vida. Vida de obras y negocios, y vida de corruptelas en serie.<br />

¿Cómo les quedó el ojo?<br />

Para demostrar el nuevo espíritu, el día de la toma de posesión, el primero de enero de<br />

1958, la Plaza de Armas Hidalgo se veía radiante, a su alrededor lucían los nuevos<br />

9


Cesar H. Isassi Cantú<br />

camiones de limpieza, un carro de bomberos, varias patrullas, camiones de redilas, de<br />

volteo, motoconformadoras y una barredora. El “de fuera” iba en serio. Reynosa nunca<br />

había comenzado con un alcalde de tanto ímpetu. Era la manera de congeniarse del nuevo<br />

alcalde, Contreras, con el pueblo que le había dado la espalda en su campaña por no ser<br />

nativo. Y para olvidar, el alcalde viste a los jóvenes de la Banda Municipal de Música, con<br />

uniformes de verano y de invierno.<br />

Qué ciudad tan lastimosa<br />

Tan desastrosa era la traza urbana de la ciudad que por primera y única vez al prolongarse<br />

hasta los setentas el flujo de obras federales para Reynosa, le corresponde el privilegio del<br />

período que gobierna José Cruz Contreras, de verlas realizadas en su mandato.<br />

Pepe Cruz, como le llamaban en los mítines y las cenas anuales en las que el pueblo<br />

“agradecía” las obras que le daban un sentido urbanístico más pleno a la modernidad, como<br />

fue José Cruz Contreras Gamboa.<br />

En la conversación, me manifestó de entrada que no daba entrevistas, lo cual era cierto, ya<br />

que de ser una figura de cierto renombre local, pasó a ser un punto negro de la delincuencia<br />

en el concierto nacional, y no por su gusto.<br />

Le agradezco cumplidamente la deferencia de darme una entrevista en la que se muestra tal<br />

cual es, como un zorro de la política, inteligente, hábil, manipulador, ahora todavía a sus 80<br />

años de edad.<br />

A medio siglo de su actuación, aún, en ocasiones sale su nombre a relucir y hay detractores<br />

y defensores de su modo de hacer política.<br />

Yo por mi parte cambié mi rencor juvenil en su contra, nacido por los tantos atropellos que<br />

se cometieron en Reynosa al amparo de la autoridad, por una simpatía con reserva, pero<br />

simpatía al fin, no por ello olvidando los deslices y frivolidades, sino valorando su<br />

capacidad, por ello digo que es un manipulador con genio.<br />

El actor<br />

José Cruz Contreras Gamboa fue un político en activo en el Reynosa de los años cincuenta<br />

al decenio de los setenta en el mil novecientos, político controvertido, político apreciado y<br />

detestado a la vez. Sus seguidores lo aclamaban, sus detractores le niegan aciertos.<br />

El lugar<br />

En el salón el ambiente es de fiesta, ruido, voces atropelladas, un órgano con melodías<br />

mexicanas relaja el ambiente, se siente el bienestar, familias que almuerzan los variados<br />

antojitos mexicanos desde temprana hora, los tex-mex se sienten a gusto como en su tierra,<br />

pero con las comodidades del primer mundo. En una mesa al fondo, y viendo hacia el<br />

acceso como añeja costumbre, el personaje político de situaciones escabrosas, rodeado de<br />

funcionarios texanos del Condado de Hidalgo con quien convive semana a semana los<br />

sábados, al descubrirme cerca, como hombre sensible se levanta cual resorte y<br />

acompañando al abrazo me saluda con afecto, invitándonos a tomar asiento, no sin antes<br />

presentar a los jueces, fiscal y comisionado de policía, llamando a la vez para ordenar<br />

comida, lo que agradecí para posterior ocasión.<br />

10


La entrevista:<br />

<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

Pepe Cruz, mucho gusto de saludarte, ¿cómo estás?<br />

A tus órdenes abogado Isassi.<br />

Como sabes, te he propuesto vernos para una entrevista.<br />

¿Cómo te inicias en la política en Reynosa?<br />

Me inicié con don Alejandro Bernal Garza, cuando a él lo lanzaron como candidato para<br />

presidente municipal de Reynosa, entonces los amigos cercanos a él y cercanos al<br />

gobernador del Estado Lic. Horacio Terán Zozaya, sacaron el nombramiento de presidente<br />

del PRI en Reynosa, con ese motivo yo había andado cerca de don Alejandro y de un grupo<br />

de gente suya, amigos míos. Ya tenía tiempo de estar trabajando con ellos, y en pago me<br />

nombran con el cargo que te dije, y ahí empecé a hacer la campaña para don Alejandro,<br />

ganamos la elección y entonces él me nombra tesorero municipal de Reynosa, siendo ya<br />

presidente del PRI aquí.<br />

Posteriormente, el gobernador Lic. Horacio Terán Zozaya me nombró presidente del<br />

Partido Revolucionario Institucional en Tamaulipas.<br />

Bueno, pero para llegar a ser presidente municipal, presidente del Comité Municipal del<br />

PRI, ¿qué circunstancias acontecieron?, tenías gran amistad con Alejandro Bernal o mucha<br />

influencia en el Partido.<br />

Nombre, espérame, mi trayectoria siempre ha sido priísta de toda la vida, pero yo tenía<br />

muy buena relación con don Alejandro Bernal Garza, con todo ese grupo que estaba<br />

participando para buscar la Presidencia Municipal de Reynosa, el cambio.<br />

Pepe Cruz ¿cómo escoges Reynosa para desarrollarte activamente en política?<br />

Mira, mi historia es ésta, yo fui ferrocarrilero y entonces en una de mis épocas había un<br />

carro de ferrocarril donde dormían los auditores allí en Reynosa en la estación; estuve<br />

mucho tiempo radicado allí, porque yo era auditor de trenes de Ferrocarriles Nacionales de<br />

México.<br />

¿Qué edad tenías?<br />

Ay caramba, tenía yo... pues mira, de eso necesito hacer cuentas. Oye, pues luego estando<br />

en Reynosa -en los descansos-, allí dormía como te dije en un vagón de ferrocarril, que era<br />

para los auditores, para ahorrar hotel, me pasaba en la plaza mi día de descanso, así fue mi<br />

estancia en Reynosa por varios años, seis años que fui ferrocarrilero.<br />

Siempre se comentó que hacías gala de haber sido ferrocarrilero, que inclusive te ponías un<br />

paliacate rojo en el cuello en tus fiestas de cumpleaños.<br />

Todavía, todavía lo uso.<br />

¿Que dudaban que hubieras sido ferrocarrilero?<br />

No´mbre, cómo no, yo empecé como todos, de ayudante de auxiliar que es peón, luego fui<br />

peón de vía en el ferrocarril, después cuando entramos a la Casa Redonda, me mandaron a<br />

Matamoros, y enseguida tuve un accidente como fogonero de Caminos, estuve ocho meses<br />

en Saltillo, en el hospital hasta que me curé. Como mamá lloraba mucho porque me había<br />

quemado la cara, escogí un trabajo menos peligroso, estudié para auditor, y fue como fui a<br />

dar a Victoria, a trenes.<br />

Como no estuve activo me vine de extra a Reynosa, ahí me tocaba tomar mi corrida:<br />

Reynosa-Matamoros, Matamoros-Monterrey, Monterrey-Reynosa.<br />

¿Y por qué en la política, por qué te gusta Reynosa para iniciarte en la política?<br />

11


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Siempre participé, siempre que tuve oportunidad participé en el PRI y me gustaba también<br />

la política sindical, yo fui muy amigo de Luis Gómez Cepeda, que fue líder nacional del<br />

Sindicato Ferrocarrilero.<br />

Entonces ¿se requieren siempre padrinos para escalar en la política?<br />

Bueno, pues realmente sí, por ejemplo, si no he conocido a Alejandro Bernal Garza, a<br />

Alberto Serdán que en aquel tiempo era comandante de la Aduana y a todo este grupo de<br />

gente que eran amigos, en el que participaba con ellos en la política local en Reynosa, con<br />

esos apoyos me inicié. El candidato del gobernador del Estado, Terán Zozaya, era el<br />

comandante Alejandro Bernal Garza, siendo jefe del Resguardo.<br />

En aquel momento, invariablemente tu capacidad, tu juventud, tu discurso te llevaron a<br />

participar en política, pero siempre junto a un grupo que fue el que accedió al poder.<br />

Nos tocó la suerte que con el grupo que participaba, fue el que ganó, ganó la Presidencia.<br />

Sí, porque luego no se alcanzan las metas, ¿verdad?<br />

Así es.<br />

En este caso ganaste, bueno, y ahí inicias una amistad con Horacio Terán Zozaya.<br />

Sí, inicio una amistad con Horacio Terán, con José Herrera que era secretario particular, y<br />

aparte de eso con el apoyo de don Alejandro y de todo ese grupo, que convencieron al<br />

gobernador para que fuera Alejandro el candidato a presidente municipal de Reynosa.<br />

Tú fuiste alcalde de 1958 a 1960, ¿qué edad tenías cuando fuiste alcalde?<br />

Estaba joven, tendría que hacer las cuentas.<br />

¿En qué año naciste?<br />

El 3 de mayo de 1923.<br />

Entonces tendrías treinta y cinco años cuando fuiste<br />

alcalde, muy joven por cierto.<br />

Sí, muy joven.<br />

¿Dónde naciste?<br />

Nací en Camargo, Tamaulipas, te voy a platicar esa historia porque es muy bonita, mira.<br />

Bueno, se habló de tu acta de nacimiento en Coahuila...<br />

No, no, no empecemos con mentiras, mira, yo nací en Camargo, Tamaulipas, porque mi<br />

padre era ferrocarrilero, era peón de vía, entonces en los patios del poblado se abrió una<br />

espuela, te voy a explicar, mira, la vía grande se corta de la vía principal que es el paso de<br />

los trenes todo el día, y esa vía no tiene ningún uso más que estacionar puros carros de caja,<br />

ya que la mitad del carro de caja es para cocinar y la mitad es para dormir, y los carros<br />

tienen escaleritas para subir. En ese ambiente yo nací en Camargo, Tamaulipas, en un carro<br />

de caja y como entonces tenían que registrar luego luego los niños cuando nacían, ahí<br />

estuvo el campamento como dos años, a los dos años cambiaron el campamento de<br />

acciones de vía a otra parte de la República, y así andaban siempre, se cambiaban a todas<br />

partes, -te repito- yo nací en Camargo, Tamaulipas, por eso cuando me dijeron que no era<br />

nativo de Camargo, que no era tamaulipeco, fui al Registro de Camargo y me dieron una<br />

copia del acta.<br />

El acta que mostraban que naciste en Piedras Negras, en Coahuila, ¿era falsa? Era apócrifa.<br />

Afirmo, era falsa.<br />

¿Y quiénes eran tus enemigos en esa época, en ese entonces?<br />

Pues todo el grupo del general Garza Zamora.<br />

¿Era muy poderoso el grupo y quiénes lo integraban?, dímelo, al fin todos están muertos.<br />

12


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

Bueno, pues en primer lugar el general Tiburcio Garza Zamora, que por cierto yo tengo<br />

muy buen concepto de él, era un hombre humano, era un hombre bueno, y hasta pienso que<br />

abusaban de él sus amigos porque hacían mucha intriga con él.<br />

Podemos afirmar que en política no hay amigos, Pepe.<br />

Como quiera que sea, yo tengo muy buen concepto de él.<br />

¿Tú lo reconoces?<br />

Sí, como no, buen hombre.<br />

¿Qué tan cierto es que tú interviniste para que lo trasladaran a Chihuahua?<br />

No´mbre, yo no tenía ese poder para mandarlo a Chihuahua.<br />

¿Y sí para que lo designaran candidato a diputado?<br />

A mí me tocó participar en su campaña para cuando anduvo de candidato a diputado, a mí<br />

me la encargaron, yo hice la convención y todo salió bien.<br />

Pero en ese tiempo era muy fácil, no había oposición, las campañas se hacían de mero<br />

trámite para darse a conocer, eran como una diversión.<br />

Bueno, no te creas, antes había un grupo muy fuerte en contra que no querían que fuera el<br />

general, pero sin embargo los priístas lo apoyaron.<br />

¿Quiénes eran miembros de ese grupo?<br />

Bueno, pues mucha gente de Reynosa, pero para que me acuerde ahorita está duro, si me<br />

vas diciendo éste o éste yo te voy diciendo éste no es, éste sí es.<br />

Bueno, su hermano por supuesto sí lo apoyaba incondicionalmente.<br />

¿Quién?<br />

Don Manuel.<br />

Ah, don Manuel Garza Zamora, sí claro, don Manuel fue un día a la presidencia del PRI y<br />

me dijo “usted no es de aquí, lárguese”. Oiga, pues aquí el PRI local me lo entregaron en<br />

una cajita, dígale usted al PRI del Estado que me cambie, nada más.<br />

Es que en ese tiempo los reynosenses estaban en la cúpula del poder, finalmente ahora ya<br />

están todos desbandados, los reynosenses como grupo político ya no existe. Pepe, entonces<br />

sí ayudaste a que fuera diputado, desde un principio para que lo nombraran ¿o nada más le<br />

hiciste la campaña al general?<br />

No, no, a mí me comisionaron para hacerle la campaña, hacer la convención y todo lo<br />

relacionado, nada más.<br />

La historia que se cuenta es que interviniste con el gobernador y tus amigos en México para<br />

que el general saliera de Reynosa. Su gran influencia molestaba a los nuevos políticos.<br />

No, no, las cosas del Ejército Nacional y de un general como Garza Zamora a ese nivel se<br />

manejaban directamente desde México.<br />

Como que era un general y pesa, ¿verdad?<br />

En eso tenía que estar de acuerdo el Presidente de la República, sino no se mueve,<br />

imagínate para mover un general.<br />

Y ¿cómo conociste al general o cuándo te pusiste a sus órdenes?<br />

Al general lo conocí mucho antes de la época que refiero, lo conocí antes porque como te<br />

digo, andaba con ese grupo de gente, el de don Alejandro.<br />

Pero me contabas que fuiste a saludarlo.<br />

Cuando ya fui electo presidente municipal de Reynosa, mi primer acto fue ir a saludarlo y<br />

ponerme a sus órdenes, y fue cuando me dijo que nombrara a Gustavo Villarreal, primer<br />

comandante, “cómo no, señor, a sus órdenes”, llamé a Gustavo y le dije, mira, atiende al<br />

señor general lo que te ordene en mi ausencia, en cualquier momento, lo que sea, tú atiende<br />

las órdenes del general Tiburcio.<br />

13


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Pero ¿tú sabías que el general quería a Gustavo Villarreal?<br />

Seguí diciéndole: “Gustavo, las órdenes que te dé el general Garza Zamora aquí presente,<br />

de que pongas en libertad a la persona que él ordene, hazlo inmediatamente, tú te encargas<br />

aquí en Reynosa de lo que necesite, él manda, te va a ordenar como si fuera yo.<br />

¿Pero tú ya te habías puesto de acuerdo con Gustavo Villarreal?<br />

No, lo tenía enfrente de mí, el general quería a Gustavo y yo lo sabía, y lo llamé para<br />

decirle que el general quería que fuera comandante de la policía.<br />

¿Era Gustavo tu elemento para la Comandancia?<br />

Pues era un hombre muy capaz y muy querido también en Reynosa, Gustavo era un hombre<br />

serio, responsable también aparte de eso, entonces cuando me dijeron la petición que me<br />

haría el general, aproveché el momento para decirle que querían que lo nombrara<br />

comandante de la policía, es una manera de hacer política.<br />

Hubo una circunstancia muy especial en Reynosa que alguna gente todavía recuerda, que<br />

tuviste cerrada la Plaza Hidalgo casi un año ¿a qué se debió eso?<br />

A que estaban metiendo el agua, el drenaje y el alcantarillado, que no había.<br />

Pero ¿tan lento así o fue una venganza contra un grupo político?<br />

No, no, si nosotros no queríamos venganza contra nadie, lo que queríamos eran las obras.<br />

Pepe, ya pasaron cerca de cuarenta y cinco años, ya no están vivos los protagonistas ¿a qué<br />

se debió?<br />

No se debió a nada, en primer lugar el Ayuntamiento de Reynosa no estaba aportando ni un<br />

solo centavo para esa obra, porque no tenía presupuesto, en segundo lugar esa obra la<br />

estaba haciendo directamente el gobierno federal a través de la Secretaría de la Presidencia<br />

de la República. Su titular Donato Miranda Fonseca era el secretario de la Presidencia de la<br />

República y entonces el presidente López Mateos nombró al señor Fernando Riva Palacio<br />

para hacer las obras con dinero del gobierno federal.<br />

Intervención del señor don Reynaldo García Durán:<br />

Recuerdas Pepe, la forma tan positiva en que ayudó el Lic. Miranda Fonseca a las obras que<br />

se hicieron en Reynosa en la época tuya. Me decía el Lic. Miranda que una vez acompañó<br />

al general Juan Andrés Almazán a un viaje aquí a Estados Unidos, no sé si a San Antonio,<br />

por carretera, que se regresaron y llegaron a Reynosa, en donde el general Almazán llegó a<br />

saludar a sus amigos y luego se fueron por carretera, que era una brecha a Monterrey, que<br />

saliendo de aquí el general Almazán dijo: “Este pueblo de Reynosa tiene un gran futuro por<br />

su situación geográfica, hay que fijarse en eso”, al Lic. Miranda se le quedó grabado ese<br />

detalle y cuando llegó a la Secretaría de la Presidencia y el presidente López Mateos -por<br />

alguna información o algo- también distinguió a Reynosa.<br />

Perdona que te interrumpa, yo supe que cuando vino López Mateos a Reynosa, la vio tan<br />

abandonada que dispuso planes de gobierno y dinero para mejorar la inexistente<br />

infraestructura municipal.<br />

El Lic. Miranda, cuando López Mateos, tuvo mucho interés en Reynosa, porque le nació<br />

una gran simpatía por el pueblo al presidente y al secretario de la Presidencia mandando<br />

luego a don Fernando con amplias facultades, nombrado que fue, se hizo amigo de López<br />

Mateos y de Donato Miranda Fonseca, para bien de Reynosa. Concluye su intervención el<br />

señor García Durán.<br />

Pues sí, pero el gobierno federal se iba a tardar un año en mandar dinero a Reynosa.<br />

14


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

El entonces presidente Adolfo López Mateos instruyó que las obras para iniciar en Reynosa<br />

fueran pagadas por la Junta de Mejoras Materiales de Nuevo Laredo, de Acapulco y de<br />

Veracruz, pagaron puntual y directamente las obras en<br />

Reynosa. El Ayuntamiento no puso un peso para las nuevas obras de Reynosa, tampoco el<br />

gobierno del Estado.<br />

Entonces, ¿por qué en las cenas anuales para festejar tu cumpleaños siempre te nombraban<br />

como el constructor del nuevo Reynosa, si afirmas que no puso un solo centavo el<br />

ayuntamiento presidido por ti?<br />

Pues me hacían constructor de Reynosa, ni modo que les dijera que lo había pagado todo el<br />

gobierno federal, para qué tanta explicación, lo que le importaba a la gente de Reynosa era<br />

que las obras que no existían, se hicieran, como la introducción de la red de agua potable,<br />

drenaje, pavimento, los pasos a desnivel, la presidencia nueva.<br />

¿Qué sentiste cuando te nombraron candidato?<br />

Pues hombre, estaba muy entusiasmado, con mucha esperanza y con muchos proyectos que<br />

traía yo, porque realmente para que saliera eso, yo no me despegué de México, pidiendo<br />

obras para Reynosa.<br />

No, no, pero yo me refiero a candidato a alcalde.<br />

Como candidato a alcalde, acuérdate que no teníamos nada.<br />

No, pero me refiero a tus sentimientos, tu forma interior qué es lo que sentías cuando te<br />

nombraron alcalde, ¿qué pensaste?<br />

Pues mucha responsabilidad, como quiera que sea yo estaba joven. En el 58, 59 y 60 fui<br />

alcalde.<br />

Te he preguntado qué es lo que sentías y me dices que mucha responsabilidad ¿y qué<br />

sentiste cuando protestaste como alcalde?<br />

Qué te diré, sentía mucha responsabilidad, el presupuesto para Reynosa era de tres millones<br />

y era Reynosa, Río Bravo y Nuevo Progreso, inclusive en ocasiones recurrían al pago de la<br />

policía con gente como don Antonio González Nasar, los “Morados” -los del hotel-, los<br />

González Zamora, y otros pagaron la policía mucho tiempo, con esa misma molestia fui<br />

con el gobernador de Tamaulipas y le dije “ellos están pagando la policía”.<br />

Don Antonio Nasar y los González Zamora con don Alonso a la cabeza, y otros más<br />

pagaban a la policía, pero ¿cuántas veces?, porque no es muy común que la iniciativa<br />

privada disponga fondos para estos menesteres.<br />

Pues aquí no había a dónde hacerse, hablé con ellos, les dije no hay con qué pagar, paguen<br />

ustedes, y me apoyaron con ganas o sin ellas.<br />

¿Realmente era poco el cuerpo de policía?<br />

No, el presupuesto de Reynosa era muy pequeño para sus obras, para el tamaño de Reynosa<br />

y Río Bravo.<br />

Y en la policía no eran muchos, es a lo que me refiero.<br />

Pues no, no eran muchos, pero ellos, los comerciantes pagaban la policía.<br />

Pepe y ¿cómo ves la vida a los ochenta años?<br />

Pues qué te diré, se me ve bien, estoy contento.<br />

Se te ve contento, animado, lleno de salud todavía.<br />

Ahí la salud te la encargo, a ver cómo me va.<br />

Pepe, y la vida sin los amigos como aquellos que tuviste como Antonio Hernández Huerta,<br />

Francisco Náñez, Fidel Treviño, Heriberto Peña.<br />

Los he sentido mucho, realmente fueron muy queridos y leales conmigo, muy trabajadores<br />

también.<br />

15


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Tú hiciste un grupo político.<br />

Bueno, sí y no, porque salí para otro puesto.<br />

Es que realmente no escogiste jóvenes, te rodeaste de pura gente de tu edad.<br />

Pues sí, es que yo necesitaba gente con experiencia, con seriedad, y con todo,<br />

probablemente ahí tuve ese error, pero como quiera que sea, me iba a dar cuenta después,<br />

en esa época que tuvimos nadie aportó dinero a la Presidencia Municipal de Reynosa para<br />

realizar obras, el gobierno federal lo hizo a través de la Presidencia de la República por<br />

gestiones de Norberto Treviño Zapata, gobernador del Estado y que ayudó mucho a don<br />

Alejandro Bernal.<br />

Hubo un tiempo en que se dijo que tú habías tenido una intervención con don Heriberto<br />

Deándar Amador, ¿le prestaste dinero?, porque se comentó que te ibas a quedar con el<br />

periódico, que te lo iban a entregar.<br />

Ni le presté dinero, ni me iban a entregar el periódico.<br />

Son chismes que se inventan.<br />

Son chismes, si no fíjate nada más.<br />

¿Y qué opinión te merecen los ex alcaldes de Reynosa?<br />

Pues para mí todos fueron buenos, hicieron lo que pudieron de acuerdo con el presupuesto<br />

que tenían, si no ha sido por el apoyo tan grande como te he referido que nos dio a nosotros<br />

a Reynosa el Presidente de la República a través de las Juntas que mencioné -como te he<br />

dicho-, no hubiéramos hecho nada en Reynosa.<br />

Porque desviaron fondos de esas tres Juntas a Reynosa.<br />

Claro, ellos estaban pagando por órdenes del Presidente de la República, seguro que sí, si<br />

no, no se hubiera hecho nada en Reynosa, no se hubiera metido el agua, el drenaje, el<br />

alcantarillado, el pavimentado y todo lo demás.<br />

Gracias al apoyo federal.<br />

Ese es mérito a mi tenacidad, la del gobernador Treviño Zapata, las relaciones.<br />

¿Y cómo nace tu amistad con Treviño Zapata?<br />

Al doctor lo conozco cuando viene la primera vez a Reynosa, cuando anduvo en su<br />

campaña para diputado federal.<br />

¿Y ahí nace la amistad con él?<br />

Sí, de ahí me pegué con él, desde que llegó a Reynosa, todo el tiempo que estuvo de<br />

diputado llevé a la señora a México (sic) saludándolo siempre y en la candidatura de su<br />

campaña acompañándolo, reclutando gente, participando.<br />

¿Y cómo te premió después Treviño Zapata?<br />

Pues te voy a decir que fue conmigo un hombre extraordinario, muy buen amigo.<br />

No, pero ¿qué cargo te dio?<br />

Me dejó participar como candidato a presidente municipal.<br />

Y después cuando ibas a entregar tu período constitucional, ¿tú sugeriste que fuera don<br />

Fidel Treviño?<br />

Yo estuve probablemente cierto en buen error, pero después me dio mucha pena porque me<br />

hizo caso, pues don Fidel...<br />

Pero es que dicen que tú ibas a seguir siendo presidente municipal y por eso elegiste a don<br />

Fidel, que era un comerciante regiomontano.<br />

No, yo elegí a don Fidel, se lo pedí al gobernador –aquí entre tú y yo- porque cuando pasó<br />

eso, que ya entró don Fidel y que empezaba el chisme, yo me fui un año y pico a vivir a<br />

Cuautla, Morelos para no estar en Reynosa casi dos años. Para no participar en nada, no<br />

quería que se dijera que estaba metiendo la mano.<br />

16


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

Pepe, ¿la Presidencia Municipal es la tumba de los políticos?<br />

Pues no de todos, ya ves, hay gente que ha llegado a Presidente de la República.<br />

No, no, me refiero a presidentes municipales de Reynosa, no a políticos.<br />

Por eso digo, no es la tumba de todos los presidentes.<br />

Porque el único que ha llegado es Meme, que fue diputado federal plurinominal, después<br />

de ser alcalde, los demás se quedaron en el camino.<br />

Yo también fui diputado federal, acuérdate.<br />

Antes de ser presidente lo fuiste, Meme fue después de ser alcalde, pero nos remontamos al<br />

pasado con Sierra de la Garza, con el Dr. Ramos Castañeda, con Alfredo Ramírez, todos<br />

ellos fueron alcaldes y ahí terminaron con su función, Sierra de la Garza tenía un<br />

presupuesto de ciento diez millones de pesos en Recursos Hidráulicos y lo nombran<br />

alcalde con cuatro millones de pesos y ahí termina su carrera política ¿a qué crees que se<br />

deba eso?<br />

¿El qué?<br />

El que sea la tumba política para ustedes, como en tu caso y en la de los demás alcaldes,<br />

que ya no ascendieron más, porque tú tenías aspiraciones de hasta ser gobernador del<br />

estado, ¿no es así?<br />

Pues quisiera decirte, probablemente por error, porque fue un error, yo no debía haber<br />

pedido que fuera don Fidel, y el gobernador me hizo el gusto, ¿verdad? y tal vez por<br />

vergüenza ya no quise participar.<br />

¿Pero por qué error, Pepe?, es lo que no te entiendo, ¿por qué error?<br />

Pues bueno, porque...<br />

Porque no se plegó a tus caprichos.<br />

No, no, nada de eso, si yo jamás volví a hablar ya con don Fidel Treviño, me dio mucha<br />

vergüenza.<br />

Pero ¿vergüenza de qué?<br />

Porque empezaron a decir que yo estaba mandando, que estaba detrás, si el gobernador me<br />

dio ese gusto; a grado tal que me fui a vivir a Cuautla, Morelos, y ya no había oportunidad<br />

que el gobernador Treviño Zapata me nombrara para otra cosa.<br />

Pepe ¿tu unión con Manuel Garza González, a qué se debe?<br />

¿Unión… para?<br />

Unión política.<br />

No, pues realmente nunca existió ninguna unión política con Manuel.<br />

Pero una conjunción de intereses, ¿no se debería a que ambos eran contrarios a los Garza<br />

Cantú Reynaldo y Rodolfo?<br />

No, yo creo que no, él estaba acostumbrado a la cuestión política.<br />

Tú eras cetemista y Reynaldo Garza Cantú era cetemista, la relación de ustedes ¿chocó<br />

alguna vez?<br />

No, no, mi origen es ferrocarrilero.<br />

Pero es de la CTM también.<br />

Bueno, sí estaba en la CTM también, pero a esos niveles no se sentía que estaba demostrada<br />

la rivalidad que había ahí en Reynosa.<br />

Pepe ¿y tu lucha de poder a poder con Ramiro Garza Cantú?<br />

Poder ¿para qué?, si Ramiro fue un gran amigo mío.<br />

¿Siempre lo fue?<br />

Siempre, y ha sido muy inteligente Ramiro, muy trabajador y muy colaborador y qué te<br />

diré, Ramiro hubiera sido un buen gobernador para Tamaulipas.<br />

17


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Así lo creo, Pepe ¿por qué en los alcaldes, una vez electos y en el ejercicio del poder llega<br />

el cansancio, el desinterés y la apatía?<br />

Pues no, (Ernesto) Gómez Lira ha sido presidente dos veces y en diversas circunstancias.<br />

No, no digo que no quieran ser otra vez alcaldes, no, sino que cuando están en el poder<br />

como que viene un desánimo, dejan de ir a la Presidencia, dejan de hacer algunas cosas que<br />

son comunes en los alcaldes, ¿a ti no te pasó eso?<br />

No, a mí no.<br />

Tú tenías entusiasmo todos los días.<br />

Ah, yo sí, claro, y sigo sintiendo en este momento lo mismo por Reynosa, sigo pensando lo<br />

mismo, claro que Reynosa debe tener obras y no dejar nunca de hacerlas, en cuanto a<br />

participación es muy importante estar actuando; fíjate, por ejemplo cuando estábamos en la<br />

Presidencia, vimos que no debemos estar tan vacíos, vamos a ordenar los terrenos y a<br />

darlos a la gente para que haga su casa, y procedimos a darlos de acuerdo con el Congreso<br />

del Estado.<br />

Formaste la colonia Aquiles Serdán de posesionarios, tú y Antonio Hernández Huerta.<br />

La Aquiles Serdán y hay otras también que hicimos, otros fraccionamientos que iniciamos,<br />

digo, el que les dimos por acuerdo del Congreso del Estado.<br />

Porque está muy claro que se escrituraron los terrenos y se regalaron.<br />

Ah, sí, los regalamos, les decía: “Esta escritura es para ti” y vámonos.<br />

¿Y no estaban los terrenos como el cuento aquel, “uno para ti, dos para mí, uno para ti, dos<br />

para mí?”<br />

No, no, se dicen muchas cosas, pero el que esté registrado y el que esté escriturado es el<br />

único que vale.<br />

¿Qué hiciste, a qué te refieres?<br />

Qué te diré, que si fuera así, estarían escriturados a mi nombre o a nombre de unos<br />

parientes; no, no nos quedamos con nada.<br />

Pepe ¿qué recuerdo te merece don Juan Granados?<br />

Uh, un hombre, un gran hombre, para mí es el primer reynosense, el hombre que más quiso<br />

a Reynosa, porque él fue el que trabajó con todos los ayuntamientos, pero lo importante<br />

para él era Reynosa, me acuerdo de aquello “muchachos, pásenle a pagar, a pagar, para que<br />

bailen, porque ahorita vamos a juntar dinero para esta muchacha para llevarla al hospital,<br />

para esta mujercita”, buscaba ayudar a la gente, y así, por eso don Juan Granados es el<br />

mejor hombre que ha tenido Reynosa.<br />

Participaba en todo, en los bailes, etc.,<br />

En todo, y él no tenía prejuicio contra nadie, que participaran para que ayudaran<br />

económicamente a enterrar a equis gente, para ayudar a esta persona, y aquella cosa que<br />

decía para animar a la gente a bailar para cooperar, para obras sociales, diciendo con su<br />

chispa: y ahora los Gatos Güeros van a tocar “la perseguí hasta el catre”, y a bailar todos.<br />

Y estos Gatos Güeros eran la orquesta y la canción “La perseguí hasta el catre”, era la de<br />

moda y don Juan la popularizaba.<br />

No´mbre, para mí don Juan Granados es el reynosense número uno, el número uno.<br />

Qué bueno que tienes ese recuerdo de él.<br />

Puro recuerdo bueno de ese hombre.<br />

Pepe, tu recuerdo de una persona que seguramente estimaste mucho, que fue un importante<br />

protagonista de la actividad económica, don Ignacio Icaza, ¿qué recuerdo tienes de él?<br />

De Nachito Icaza tengo un gran recuerdo, porque a través de él pude conocer a muchos en<br />

Reynosa. Como presidente del PRI fue un gran aliado mío, cuando hicimos la campaña<br />

18


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

política para el gobierno de Treviño Zapata y todo, fue una gente con la que yo colaboré<br />

mucho y él nos sirvió mucho a nosotros.<br />

¿Te estimaba mucho?<br />

Sí, me estimaba mucho.<br />

¿Por qué el hecho de hacer cenas todos los años, con motivo de tu onomástico?<br />

Te voy a decir, hacer cenas todos los años celebrando mi cumpleaños fue algo importante,<br />

lástima que no esté yo todavía.<br />

¿Para hacer más?<br />

Sí, para hacer más, por Dios Santo.<br />

Pero ¿ese era el motivo?, buscar algún cargo.<br />

No, el motivo era estar participando en política, claro, no para hacer esto o lo otro, sino<br />

para participar por los que podían ser, ¿por qué no?, si iban a trabajar por Reynosa.<br />

¿Era para trabajar, o para defender los intereses que tenían?<br />

No, ¿pues cuáles intereses?, los intereses vienen con escrituras y con cosas correctas, no,<br />

no, nada más para trabajar por Reynosa.<br />

Bueno, es que hubo una lucha por el poder cetemista, hubo enfrentamientos y hubo muertos<br />

cuando las peseras y los camiones urbanos y eso no se puede soslayar.<br />

Bueno, eso fue cuando Manuel Garza González fungía como presidente municipal.<br />

¿Qué sucedió en ese tiempo?<br />

Hubo contrarios.<br />

Te pregunto, si ahí salieron a relucir los verdaderos amigos y los verdaderos enemigos.<br />

Porque en política los amigos son de mentiras y los enemigos de verdad.<br />

Pues fíjate que fue cuando hubo el problema que tuvimos con nuestros transportes urbanos.<br />

¿Quién creó esos problemas?<br />

Nada más los puede crear la autoridad.<br />

La autoridad constituida.<br />

Es el que te puede crear problemas.<br />

Entonces, si estuvieras en Reynosa ¿seguirías haciendo cenas?<br />

Yo seguiría haciendo cenas encantado de la vida para verme con mis amigos, y para<br />

siempre hablar y trabajar por Reynosa.<br />

Y tú creías que esas cenas eran muestras ciertas de amistad o tu sabías que eran amistades<br />

políticas.<br />

Pon tú que fueran la mitad amistades políticas y la otra mitad no, pero era importante que<br />

nos reuniéramos.<br />

Reunías a gobernadores, a funcionarios federales, etc.,<br />

Los candidatos a gobernador querían venir a mis cenas, los que andaban proyectándose y<br />

los gobernadores también, no se perdían una.<br />

Bueno y si hubieras seguido haciendo las cenas, ¿dónde las harías, en el (parque de béisbol)<br />

López Mateos?, porque ya habías cerrado una calle.<br />

No, no cerré ninguna calle.<br />

Sí, afuera del Casino Reynosa cerraste una calle.<br />

Bueno, eso fue cuando principiaron, después las hacíamos en el Club de Leones, acuérdate.<br />

Ahí las hicimos por muchos años, en el Club de Leones.<br />

Defíneme ¿qué es la política para ti?<br />

La política es dinámica, es todos los días estar participando, yo quisiera que todos los de<br />

Reynosa, desde aquí, desde el exilio como quien dice, todos los días hablo de Reynosa, qué<br />

cosas se están haciendo buenas para Reynosa, qué está pasando en Reynosa y en México,<br />

19


Cesar H. Isassi Cantú<br />

pero sobre todo en Reynosa, yo soy de Reynosa, ahí me hice y quiero mucho a Reynosa, y<br />

la muestra está que tanto luchamos, hasta que nos dio el gobierno federal para sus obras, a<br />

través de la Junta Federal de Mejoras Materiales del país.<br />

Pepe, y si fueras otra vez presidente municipal, ¿qué harías y qué no harías?<br />

Uh, quiero tanto a Reynosa, porque me sentí tan feliz por mi lucha con tantas cosas que<br />

hicimos, me preguntas ¿qué haría y qué no haría?, quiero tanto a Reynosa que necesito ver<br />

qué haría para escoger.<br />

¿Qué no hubieras hecho de lo que hiciste cuando fuiste alcalde?<br />

Yo creo que no me arrepiento de nada, incluso llevé muy buena relación con los petroleros<br />

y con toda la gente de política y con todos, lo que deseé fue no tener problemas.<br />

¿Cómo crees que te juzgará la historia?<br />

¿En Reynosa?, bueno, si la gente sabe que cuando yo entré de presidente municipal, mi<br />

primer acto fue tumbar el Palacio Municipal, mi primer acto, y que tuve el gusto de invitar<br />

a Tiburcio Garza Zamora y a Pancho Villanueva, que eran los líderes de ahí para que le<br />

metieran la raja esa para empezar a quitar la placa del Palacio Municipal y comenzar a<br />

tumbarlo, sin tener ningún acuerdo de cabildo ni decreto estatal.<br />

Yo siempre he considerado que preservar los edificios históricos es una obligación de los<br />

ciudadanos, por eso siempre cuando me he referido a ti, digo que eres el parte-aguas de la<br />

política, desgraciadamente para el progreso tuviste que demoler el Palacio Municipal, se<br />

destruyó después la plaza cuando estaba Rodolfo Garza Cantú de alcalde, se cercenó la<br />

Iglesia por las damas católicas, se perdió el Panteón Municipal por orden de don Manuel<br />

Tárrega, se perdieron tantas cosas y últimamente la administración anterior en 2001<br />

derrumbó algo tan entrañable para los reynosenses, el rústico edificio de la Estación de<br />

Ferrocarril, dejaron la bodega, se equivocaron y tumbaron las oficinas administrativas.<br />

Pepe, ya que hablamos del ferrocarril, quiero preguntarte ¿cómo resulta que los terrenos<br />

aledaños resultan ser propiedad de José Cruz Contreras?<br />

Los aledaños a la vía, será.<br />

Pegados a la Estación de Ferrocarril, donde están los mercados, ahí.<br />

Ah, fíjate, yo ya no estaba trabajando en el Ferrocarril ni en la política, ya estaba fuera, y<br />

Eufrasio Sandoval Rodríguez, un ingeniero muy amigo mío -ya habían cambiado varias<br />

administraciones-, me dice: “Pepe, necesito que vengas a México” -estaba de director de<br />

Ferrocarriles- “nos acaban de dar oportunidad de que vendamos ahí en Reynosa porque hay<br />

muchas invasiones, cerca los terrenos, bardéalos, todo lo que están invadiendo en Reynosa,<br />

que lo vendamos”. Entonces era yo tesorero municipal y tenía muchas relaciones y amistad<br />

con mis amigos ferrocarrileros, entonces viene uno de los directores generales del<br />

Ferrocarril, no del Sindicato de Ferrocarriles y resulta que viene y me dice: “Oye, Pepe,<br />

fíjate que tenemos instrucciones de sacar a esta gente a como dé lugar, pero no podemos<br />

sacarla”.<br />

Bueno, entonces me dijo “busca que la compre alguien” y traté y me dijeron “bueno, pero<br />

¿estás seguro?”, “estoy seguro”, y total, yo no quise quedar mal con Sandoval Rodríguez,<br />

mi amigo y compañero de trabajo, y entonces yo lo compré a nombre de otra persona, lo<br />

compré invadido, entonces viene Ferrocarriles, les tumba, levantando todo lo que estaba ahí<br />

metido y lo echan para afuera, llenan las calles de tejabanes, porque ahí había una<br />

prostitución muy grande ¿te acuerdas?, había ahí una prostitución muy grande de puros<br />

congalitos, cervecerías y todo, bueno, los sacaron y lo cercó Ferrocarriles con alambres y<br />

con postas y puso una vigilancia, todavía no lo compraba yo, pasó un tiempo y me dice “se<br />

están metiendo de nuevo, Pepe, tú necesitas esos terrenos”, los compré y los puse a<br />

20


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

nombre de un pariente, de un tío mío, un pariente Meza, pero le dije “oye, pero tienen que<br />

cuidar eso”, me están pidiendo que los ayude –los administrativos de Ferrocarriles- y así<br />

fue como entramos ahí.<br />

Pues yo lo que quería era dedicarme a la cosa política.<br />

¿Y por qué los pusiste a nombre de un pariente?<br />

Yo no quería hacer negocios.<br />

¿Pero al final fue negocio?<br />

Pues no ha sido ni tan negocio, pues está invadido todavía.<br />

Una pregunta que nos hacemos todos los reynosenses, ya que fuiste el presidente del<br />

cambio de Reynosa, ¿por qué vendiste el Mercado Zaragoza?<br />

Al Mercado Zaragoza le hicimos un avalúo y puedes preguntarle a todos los que están<br />

vivos, los junté a todos y les dije “bueno, la única manera es que nos autoricen para<br />

venderlo, el gobernador y el Congreso, ¿qué precio le ponemos?”, “no Pepe, pues lo que<br />

estamos pagando nosotros en valor de catastro”, “muy bien, correcto” “¿están de acuerdo<br />

todos?”, bueno, fírmenle aquí si están de acuerdo, los que estaban pagando de impuestos<br />

catastrales a ese precio se les vendió y hay muchos que están vivos, pregúntales a cuánto lo<br />

compraron.<br />

Sí Pepe, te adelantaste a (Carlos) Salinas (De Gortari) al vender este patrimonio municipal.<br />

Me lo pedían los locatarios, eran ellos quienes querían comprar.<br />

Pero era un recurso que tenía el Ayuntamiento en ingresos mensuales, te has quejado que<br />

no había dinero.<br />

No había dinero, para obras importantes no había, sí, entraba muy poquito, todavía de los<br />

que están vivos que compraron, pregúntales cuánto pagaban de impuestos y si están<br />

contentos con que se les vendiera<br />

Sí Pepe, pero el dinero ¿a qué se destinó?, a una obra magna, a algo que haya quedado.<br />

Es muy bueno que tú investigues cuánto pagaban, pero que te enseñen un recibo y hacer<br />

una cuenta de cuánto entraba mensualmente.<br />

Pero de todas maneras, era un bien patrimonial municipal y actualmente valdría como si<br />

fuera un gran tesoro, una gran riqueza.<br />

Pero hay una cosa, ellos me pidieron que se los vendiera, y se los vendimos a precio que<br />

ellos quisieron.<br />

Lo que quieres decirme es que no hubo ganancia para el Ayuntamiento.<br />

Es muy buen tiempo para que le preguntes a alguno de ellos, lo que sí es muy bueno que<br />

hagas, deja pensar quién nos podría decir cuánto costaron las obras de Reynosa, porque de<br />

eso no pagó un solo centavo la ciudad.<br />

La Secretaría de Patrimonio Nacional tenía su Junta Federal de Mejoras Materiales, a mí<br />

me tocó ser secretario, y la pavimentación se pagaba tripartita, gobierno del Estado, Junta<br />

Federal y el particular, el frente se medía por la mitad de la calle y se dividía en tres; sí<br />

pagó la gente tanto el agua, como el drenaje.<br />

¿Y cuánto le dieron al ayuntamiento?, ni un centavo señor. El ayuntamiento no recibió ni<br />

un centavo de eso, además, no tenía por qué recibir si se estaba haciendo la obra que era lo<br />

que queríamos, nunca recibimos nada nosotros de todo eso.<br />

¿Por qué se afectaron los terrenos municipales, por qué cambiaron de dueño?, todo lo que<br />

era parques y terrenos destinados a escuelas, a centros de convivencia.<br />

Oye, yo creo que no fue en mi trienio, pregunta en qué trienio fue, yo no me acuerdo que<br />

hayamos firmado nada de contratos de ventas.<br />

O sea, ¿los terrenos municipales siguieron siendo municipales en tu trienio?<br />

21


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Nosotros no vendimos ninguno y ni usamos ningún terreno municipal ni para una escuela,<br />

porque no teníamos dinero, acuérdate.<br />

¿No vendieron qué?<br />

No vendimos ningún terreno municipal ni nadie nos trató de comprar nada.<br />

Pero tampoco se los apropiaron.<br />

No, ninguno, que yo me acuerde, ningún terreno.<br />

Esto que te voy a preguntar se ha sabido siempre ¿eras el dueño del Hotel Casa de Palmas,<br />

de McAllen, Texas?<br />

No, hombre, déjame explicarte, después de que dejé de ser presidente municipal, fui el<br />

dueño del hotel Casa de Palmas, efectivamente, lo compré en sociedad con dos personas<br />

más, me lo dieron muy barato, la señora, dueña anterior del hotel, se había casado con un<br />

hotelero muy rico de Estados Unidos, habían procreado un hijo, entonces el esposo le dijo<br />

“necesito que te vengas a vivir conmigo o me divorcio y además te quito el niño, porque tú<br />

no quieres venirte”, total, la señora accedió, teníamos amistad, yo iba a tomar café ahí con<br />

los amigos, con los cuates, y me dijo: “Oiga Pepe, usted es hombre de negocios, yo quiero<br />

venderle mi hotel”, le dije “no tengo dinero, señora”, “bueno, pues se lo voy a fiar, nada<br />

más nos arreglamos”, y así fue por mi parte, con una parte del hotel, porque de las otras, no<br />

nada más yo fui el dueño, otros fueron los que participaron, fueron varios.<br />

¿Y los negocios que se decía que tenías con White Newton, qué tan ciertos son, que tenías<br />

un casino en Las Vegas?<br />

Pues eso ya fue mucho después que fui presidente municipal, fue mucho después, ¿cuántos<br />

años fue de eso?<br />

Pues sí Pepe, pero eras ferrocarrilero, un principiante en política y fuiste alcalde, y con los<br />

años adquieres una gran fortuna.<br />

No, no.<br />

¿Las Presidencias Municipales son tan solventes así para que los ex alcaldes ya no<br />

trabajen?<br />

No, no, con White Newton participé porque somos amigos, somos compadres, muy amigos,<br />

te voy a contar una cosa privada, déjame platicarte, para un casino que era de Newton, yo<br />

invitaba gente, llevaba gente.<br />

¿Llevar gente de México para un casino, era tu trabajo?<br />

Sí, llevar gente de México, digamos como...<br />

¿Como un promotor?<br />

Sí, así como un promotor.<br />

Pero Pepe, cuando el río suena es que agua lleva, entonces se corrió la fama que tenías el<br />

Hotel Casa de Palmas y que eras socio de White Newton, pues la gente lo cree, y lo cree<br />

también por la amistad que tienes con este personaje, pero lo cree por esta razón, de que en<br />

Reynosa eras dueño de una colonia, la Jardín, hiciste una casa extraordinaria, una<br />

grandísima mansión construida en manzana y media.<br />

Porque si no la hago, no se vende la colonia.<br />

¿Es tan solvente la Presidencia Municipal para que los alcaldes tengan para siempre un<br />

medio de vida de tener dinero y ya no trabajar?<br />

Es muy importante que preguntes qué presupuesto tenía el municipio de Reynosa en esos<br />

años.<br />

Pepe, pero de todas maneras, pues la gasolina valía 45 centavos, las llantas eran muy<br />

baratas, las escobas valían un peso, los cigarros valían 25 centavos, la leche valía un peso el<br />

litro, entonces todo está en proporción, una casa no costaba arriba de ochenta o cien mil<br />

22


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

pesos, cantidades extraordinarias para una casa normal; claro que por supuesto ahora lo<br />

que ejerce el ayuntamiento es mayor volumen, pero las cosas se han encarecido.<br />

En esa época cuando yo hice la casa en la colonia Jardín, para empezar a vender, porque así<br />

fue, realmente se hizo por financiamiento, era la única manera de hacerlo, pidiendo<br />

prestado por el terreno.<br />

Pues sí, pero el terreno también se compra.<br />

No, el terreno ya lo habíamos comprado, lo había comprado muy barato, era puro monte<br />

entonces, acuérdate.<br />

Sí, ahí está la colonia Los Leones también, la colonia Leal Puente, la Doctores, eran<br />

terrenos de la familia Longoria.<br />

No, esos que nos vendieron allí no eran de los Longoria.<br />

Habrá que averiguarlo, yo confío en mi dicho ¿por qué regalar los terrenos de la Aquiles<br />

Serdán? ¿se los donaron a los posesionarios?<br />

Oye, la Aquiles Serdán era la zona de tolerancia.<br />

No, esa es la colonia Ramos, la Aquiles Serdán está a un lado. Realmente eran terrenos que<br />

no valían gran cosa, como ahora dices.<br />

Sí, en ese tiempo no valían nada.<br />

¿Una labor social?<br />

Pues, es que llega la gente y dice “oye, ya me apuntaron, vivo aquí muy apurado, gano<br />

tanto y esta cosa, dame oportunidad de vivir en esos terrenitos, sólo dame un oficio”, “denle<br />

el oficio para que vaya y se instale”.<br />

En esta plática previa que teníamos, me decías que la tesorería nunca deja padrón al que<br />

viene, limpian toda la tesorería, ¿por qué esa costumbre?<br />

Yo no entregué la tesorería, ¿eh?, porque yo siendo autoridad municipal me llamaron para<br />

ser presidente del partido en el estado, y me fui de presidente del PRI.<br />

¿No concluiste tu período?<br />

Estaba yo muy a gusto con don Alejandro Bernal Garza, con un carrito que traía yo -me lo<br />

había regalado don Alejandro-, porque yo era presidente del PRI local y aparte tesorero<br />

municipal, pero entonces se viene la cosa política y me llaman del partido de México, del<br />

Comité Nacional y me dicen “necesitamos que se vaya de presidente del PRI en<br />

Tamaulipas, de todo el Estado, ¿está listo?, estoy listo, nada más permítame hablarle al<br />

presidente don Alejandro Bernal Garza y darle las gracias”.<br />

Ese trajinar de los políticos influye para que se rompan las relaciones entre los esposos,<br />

entre el alcalde y la primera dama, ¿a qué se debe entonces que se disocie el matrimonio?<br />

Jijo, es una pregunta muy importante, pasó el tiempo y me andaban persiguiendo,<br />

acuérdate, yo tuve que venirme para acá a este lado, para Estados Unidos, porque me quería<br />

aprehender Salinas de Gortari, él quería acabar conmigo porque no estuve de acuerdo con<br />

él.<br />

Sí, “La Quina” ordenó que se votara por Cuauhtémoc Cárdenas, ¿verdad?, y de ahí viene el<br />

encono de Salinas contra “La Quina” y de paso te detuvieron a ti.<br />

No, no, a mí me agarró “tirria” Salinas de Gortari, chingao yo no sé por qué me anduvo<br />

persiguiendo, y casualmente me fui a checar a Houston (Texas) e iba mi hija Coty conmigo,<br />

y ahora verás.<br />

¿Y estando en Houston te enteras de que había orden de aprehensión en contra tuya?<br />

Ah, si, exactamente ahí fue, el actual esposo de Coty trabajaba en la cosa periodística de la<br />

Universidad Autónoma de Tamaulipas, estaba bien enterado, él era novio de Coty,<br />

encontrándome en Houston me checa el Dr. Snain y me dice “estás bien, como siempre, no<br />

23


Cesar H. Isassi Cantú<br />

te preocupes”, y me hablan por teléfono y Coty dice “yo contesto papá”, y le expresó su<br />

novio “dile a tu papá que no se venga porque acá acaban de “levantar” (aprehender) aquí en<br />

Madero y en Tampico, a Joaquín Hernández Galicia y a todos los líderes y como él es muy<br />

amigo de ellos, comunícale que tenga cuidado”, entonces me lo refirió y yo me pongo<br />

nervioso, ya me habían checado y había salido bien, y me sugirió “que no te pases para<br />

Reynosa porque eres muy amigo de ellos” (“La Quina” y Salvador Barragán), en eso me<br />

decidí y le afirmé a mi hija Coty “me voy a quedar en la Isla del Padre, allá en el<br />

condominio de nosotros, el de tu mamá”, entonces llegué a McAllen y me fui para allá a la<br />

Isla, el primer día no dijo nada Lolita Ayala en el noticiario de Televisa a nivel nacional, el<br />

segundo día pensé “ya no mencionaron nada de mí, me puedo ir para allá” (Reynosa),<br />

cuando transmite Lolita con estas palabras “y José Cruz Contreras involucrado con “La<br />

Quina” y el Sindicato Petrolero” y empezó a mencionarme, entonces inmediatamente llamé<br />

a la casa a Tinita y le dije “mándame un chofer, a Chevo el cocinero y un dinero porque me<br />

voy a ir a esconder” y desde entonces estoy aquí escondido, que me estaban esperando 30<br />

soldados allá a la llegada de Reynosa por el puente, por orden de Salinas de Gortari.<br />

Pero te hice una pregunta, no especialmente a ti, si no, tú que has conocido a todos los<br />

presidentes municipales, algunos terminan con sus relaciones familiares con mucha<br />

facilidad ¿a qué se debe eso?<br />

No, hombre, lo que pasa es que son las circunstancias, conoces a una muchacha y te vas<br />

metiendo, eso no es la norma, son sinvergüenzadas.<br />

¿Sinvergüenzadas?, norma no puede ser, pero si analizas.<br />

Que no has tenido suficiente preparación en la juventud, fuiste muy pobre, fuiste muy<br />

trabajador, fuiste ensamblador de máquinas, aguador, vendedor de periódicos, no puedes<br />

tener una preparación como uno que va a la Universidad.<br />

Pero el hecho de ir a la Universidad o no ir, eso no da la calidad humana, honesta y recta,<br />

eso lo obtiene la persona por decisión propia.<br />

Pon tú, la calidad moral o lo que sea, pero son fallas que tiene uno, ¿tú crees que no me<br />

arrepentí?<br />

Y, Pepe Cruz Contreras ¿qué planes tiene en la vida?<br />

Seguir viviendo.<br />

Y ¿en la política?<br />

Pues acá estoy exiliado, pagué con el exilio, todo mi entusiasmo lo pagué con el exilio, aquí<br />

me tiene todavía Salinas de Gortari.<br />

¿Todavía tiene poder el ex presidente Carlos Salinas de Gortari?<br />

Sí, y muy grande, es que me dejó muchas cosas hechas, me dejó muchas consignaciones,<br />

pero no pudo llevarme porque aquí dijeron que no era cierto, que era mentira todo eso,<br />

entonces él me inventó tres o cuatro involucraciones pesadas (sic), pero no pudieron<br />

llevarme (detención), pero me dejó cargos inventados.<br />

¿Dónde nace esa enemistad con Salinas de Gortari?<br />

Yo nunca le hice nada a él, que yo me acuerde.<br />

Si no le hiciste nada, ¿qué fue lo que lo motivó a convertirte en un perseguido fuera de la<br />

ley, o en todo caso político?<br />

No me acuerdo haberle hecho ningún daño, no me acuerdo haberle hecho nada, tal vez<br />

nuestra amistad con “La Quina”, Joaquín Hernández Galicia, eso es.<br />

Estás pagando una amistad.<br />

Eso es, tal vez eso fue, eso fue realmente porque yo era y soy muy amigo de Joaquín<br />

todavía.<br />

24


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

¿Y lo has visto últimamente?<br />

Pues no, porque yo no paso para allá.<br />

Y él no viene acá.<br />

Pero sí, es mi amigo y los amigos no se pueden negar nunca.<br />

¿Fue un pago a lo que hiciste?<br />

Ese fue un pago que me hizo Salinas de Gortari realmente por la amistad con Joaquín<br />

Hernández Galicia.<br />

¿Y por qué tú, si tenía Hernández Galicia muchos amigos?<br />

Pues no sé, a mí me escogió.<br />

Voy a tocar un tema de interés público que quizá te recuerde algún momento de gloria,<br />

hubo momentos de satisfacción y también de tristeza, porque es interesante saberlo; cuando<br />

Ernestina Icaza de Contreras, Tinita, una extraordinaria mujer, tanto, que su<br />

comportamiento ante la sociedad como empresaria y su vida personal es intachable, es una<br />

mujer que quienes la tratan la reconocen como lo que es.<br />

Así es.<br />

Ella no tenía necesidad de participar en política, el político siempre fue José Cruz<br />

Contreras, yo quiero preguntarte, ¿cómo llega a ser candidata del Partido Revolucionario<br />

Institucional, Ernestina Icaza de Contreras?<br />

¿Cómo llega como candidata a la Presidencia?<br />

Sí, ¿con qué apoyos, qué situaciones acontecieron para que ella fuera aspirante a candidata?<br />

Bueno, los apoyos de siempre los teníamos, simplemente una gente tan apegada a las cosas<br />

de Reynosa como Tina, como lo fue el transporte urbano del cual era propietaria, en fin,<br />

muy activa en las obras sociales, en clubes, en todo, pues no hubo problema para que la<br />

gente respondiera favorablemente, pero por cuestiones de política, don Fidel Velásquez, el<br />

líder de la CTM intervino para que no ganara al final, después de que ya estaba todo dicho<br />

que sí, al final del proceso don Fidel intervino para que no fuera quien ganara.<br />

Pero Fidel era partidario de Ernestina en un principio.<br />

Sí, pero hubo muchas intrigas, sobre todo, yo pienso que no la dejaron llegar por mí, pero<br />

es una señora que hizo muchas obras, una gran dama, llena de virtudes y allí está todavía el<br />

ejemplo.<br />

¿Por qué crees ser el responsable de que no haya llegado?<br />

Pues el responsable, porque me ligué bastante con los petroleros, yo me involucré mucho<br />

con Joaquín Hernández Galicia y con Chava Barragán, más con Joaquín entonces, pues<br />

había en el sindicato una división muy fuerte con él allá en México en la cosa política y lo<br />

aprovecharon para intervenir y que no fuera ya candidata Tina en la campaña y todo eso no<br />

fue así de fácil, la política en México a veces no se entiende.<br />

Se cambia de un día para otro; la intervención de Fidel Velásquez ¿fue definitiva?<br />

Definitiva.<br />

A mí siempre me ha asaltado una duda -considerando el poder económico y político de<br />

Joaquín Hernández Galicia “La Quina”-, ya que Ernestina tenía todo el respaldo de este<br />

importante grupo sindical, ¿qué hubiera sido de Reynosa en obras, si Ernestina llega a la<br />

Presidencia?<br />

Pues, a mí me la ofreció (la Presidencia Municipal) Joaquín Hernández personalmente,<br />

quien todavía está vivo, le dije “oye, si llega Tinita, vas a tener que ayudarnos, no sé cómo,<br />

pero económicamente porque Reynosa necesita seguir haciendo mucho trabajo, seguir<br />

trabajando, y le dije “yo necesito que ustedes los petroleros sigan ayudando” y esa era la<br />

idea, y él dijo que estaba de acuerdo.<br />

25


Cesar H. Isassi Cantú<br />

¿Qué le dijiste a “La Quina”?, que necesitabas ayuda porque Reynosa requiere de muchas<br />

obras públicas, puentes, pasos a desnivel, pavimento.<br />

Bueno, fue cuando yo le dije a Joaquín, “tienes que ayudarnos de alguna forma”, dijo “en la<br />

forma que sea, yo te ayudo”.<br />

¿Llegó a ser cierta esa ayuda?<br />

Hubiera sido cierta, sí como no, le puedes preguntar todavía, está vivo, -te repito- hubiera<br />

sido cierta.<br />

Y ¿qué planeaban hacer?<br />

Todo se refería a Reynosa, a obras para Reynosa.<br />

Pero no me has contestado una pregunta muy interesante ¿cómo son los mecanismos para<br />

que alguien sea electo candidato a la Presidencia?, ya hablamos de tu caso al principio de<br />

esta charla, pero ¿cómo fue el lanzamiento de Ernestina?, porque había varios aspirantes.<br />

Claro, había varios aspirantes y al inicio todo empezó muy bien, estuvimos todos de<br />

acuerdo, estuvieron de acuerdo los petroleros, todos los demás organismos, pero<br />

repentinamente alguno de la CTM metió la mano allá y de repente, total que no es Tinita.<br />

¿Sería la Confederación de Trabajadores de México?<br />

Tanto que Emilio Martínez Manautou, que estaba de acuerdo con Tinita -era el gobernador-<br />

, él mismo te lo puede decir, está vivo todavía, y yo fui a tratar con él y me dijo “yo estoy<br />

de acuerdo con eso también”.<br />

Te refieres al segundo trienio de su período con Martínez Manautou, como gobernador,<br />

Tina fue precandidata y con Américo, también, pero en el primer trienio.<br />

Era Martínez Manautou gobernador.<br />

Al concluir su mandato, el candidato a la gubernatura era Américo Villarreal junto con<br />

Tinita, ella candidata para Reynosa y Américo lo era para gobernador del estado.<br />

Bueno mira, yo hablé nada más de la cosa municipal de Reynosa con Emilio Martínez<br />

Manautou, que estuvo con nosotros hasta el momento decisivo en que me llamó y me dijo:<br />

“Pepe, no se puede lo de Tinita”, fíjate dijo “no se puede, cuando vengas te platico aquí, lo<br />

que sí te digo es que Tinita seguirá de jefa de Rentas en Reynosa”.<br />

Sí, pero lo que te pregunto es ¿cómo llega, cómo se hace el milagro para que ella aparezca<br />

en escena?<br />

Yo lo moví, yo lo moví con Hernández Galicia, yo lo moví con el gobernador Martínez<br />

Manautou, y les dije todo y estuvieron de acuerdo conmigo y además, tuvo una gran<br />

aceptación, pero fíjate lo que me dijo después Martínez Manautou, me comunicó: “Pepe, no<br />

va a ser siempre Tinita, no quiere don Fidel Velásquez, pero seguirá siendo colectora de<br />

Rentas”, y le dije “muchas gracias, yo se lo voy a decir a ella”.<br />

¿Ese fue el mensaje telefónico que dijo?<br />

Fue el mensaje que me dio cuando me afirmó que no iba a ser y después me comentó que<br />

no había querido don Fidel Velásquez.<br />

Cambiando de tema, ¿cómo te sientes viviendo en este país?<br />

Bien, estoy exilado.<br />

¿Te crees exilado?<br />

Sí, aquí dijeron las autoridades: “Este hombre no sabe de nada, no hizo ningún daño,<br />

vamos, está libre”, este país me protegió, no tenía yo mas que tarjeta local cuando pasé para<br />

acá, cuando estaba yo detenido aquí, nunca había sacado yo una tarjeta que tuviera alguna<br />

ventaja, fíjate, nunca. Sí tenía tarjeta local para pasar, curiosamente yo no quería a los<br />

gringos, y fíjate que me pusieron en libertad, entonces, por cierto, estando yo para salir del<br />

26


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

país, fue cuando me llevaron a hacer la solicitud aquí y también el gobierno me ayudó para<br />

que me dieran mi residencia y todo.<br />

¿Tienes agradecimiento con los Estados Unidos?<br />

Claro, como no, si no fuera por ellos ya me hubiera muerto, ¿tú crees que no me hubieran<br />

golpeado allá los investigadores cada vez que vinieran de México?, aunque les hubiera<br />

dicho todo me hubieran golpeado, con la fama que tenía.<br />

Pero qué todo les hubieras dicho ¿de qué?<br />

Pues lo que me estaban diciendo querían que yo lo dijera como cierto, ¿qué les iba a decir?<br />

Porque la acusación que se te hizo fue muy grave.<br />

¿Cuál fue?<br />

Pues tu relación con “La Quina”, el contrabando de armas.<br />

Espérate, espérate, salió la verdad, que no había contrabando de armas, que las armas las<br />

puso directamente el gobierno federal, que las puso ahí, y que las armas que me pusieron a<br />

mí las habían recibido en Veracruz y llevado al norte, después de regreso de la frontera a<br />

Veracruz en la fecha que decía allí, entonces todo lo que salía aquí en las noticias era lo<br />

siguiente, la verdad dijeron que esas armas las puso el gobierno de México para imputar a<br />

estas personas (“La Quina” y Chava Barragán), incluyéndome a mí.<br />

Se comentó mucho esta noticia.<br />

Ahí está escrito, está todo en el juicio mío.<br />

¿Y no has podido arreglar todavía tu situación legal?<br />

Bueno, como te digo, porque me dejó el gobierno de Salinas otras cosas pendientes.<br />

Pero además, si se resolviera ¿qué irías a hacer a Reynosa?, ¿cenas?<br />

Ah, chingao, yo creo que lo primero sería una cena con todos mis cuates, exactamente.<br />

¿Pero cuáles Pepe?, ya se murieron todos.<br />

Hay que buscarle, un campanazo a ver cuáles son los hijos o cuáles son los parientes que<br />

quedaron.<br />

Seguramente van a ir muchos, así como te aprecia mucha gente, otros no te quieren, eh.<br />

Bueno, esa historia negra de Pepe Cruz, ¿tú la gozabas?<br />

La sigo gozando, la sigo alentando todavía.<br />

Sobre qué más o menos te acuerdas que te cause hilaridad sobre lo que se ha dicho de ti.<br />

Ah, se han dicho tantas cosas de las que me he reído, no tienes idea, digo “háganmela<br />

buena, hombre”.<br />

Una de ellas es que te parecías a Al Capone ¿te acuerdas?<br />

Ah si, que yo usaba el sombrero y el puro como Al Capone.<br />

¿Qué recuerdos tienes de amistad con Antonio García Rojas?<br />

Fue una gran amistad la que tuve con Toño, fue muy buen amigo mío, yo también fui muy<br />

buen amigo de él, lamenté mucho cuando supe que había muerto, sigo extrañando a Toño<br />

porque fue un gran amigo mío, me ayudó en la cosa política de Reynosa, me ayudó mucho.<br />

Y ¿por qué no llegó García Rojas a gobernador del estado?<br />

Pues no llegó a gobernador del estado probablemente porque Joaquín no estaba de acuerdo<br />

con él, me imagino.<br />

Y ¿a qué se debe que él construyó una colonia Petrolera, un casino, un cinema, una<br />

primaria, una secundaria, un CBTIS, un auditorio y los demás líderes no hicieron nada?<br />

Ah, chihuahua, no te puedo contestar eso porque no soy petrolero ¿verdad?, no se cómo se<br />

manejan ahí las cosas adentro.<br />

Pero es una muestra de que fue un gran administrador, ¿verdad?<br />

Claro que fue un gran administrador, ya me imagino, conmigo fue un gran amigo.<br />

27


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Hizo muchas escuelas en todo el Estado.<br />

Es cierto.<br />

Si la vida te diera otra oportunidad en otra ocasión, que nacieras nuevamente ¿qué<br />

escogerías ser, el hombre político que has sido, el empresario o el ferrocarrilero?<br />

¡Ferrocarrilero!, eso sí me gustaría volver a ser, pero ya no hay máquinas de vapor, sí…<br />

me gustaría volver a ser ferrocarrilero, tengo fotos, fui fogonero de caminos muy joven,<br />

fogonero de caminos con las maquinonas chingadas, enormes, grandotas, iba yo y me veía<br />

muy chiquito arriba, era el que le echaba el aceite al fogón para que se viniera el vapor y<br />

trabajaran las motrices.<br />

Eran de vapor, jalaban con aceite, atrás traía un tanque grande y de allí los fogoneros de<br />

caminos íbamos poniendo la mano para ver si no se pasaba de punto, estar en su punto era<br />

que estuviera el aceite listo para encender y para echarle a la máquina vapor, íbamos por<br />

ejemplo por decirte algo, íbamos a 100 millas y el maquinista me gritaba “Pepe”, me hacía<br />

señas nada más así con la mano en alto, y agarraba la palanca y donde él iba cerrando la<br />

entrada de aceite a la caldera, el chapapote que es el que hacía la combustión, calentaba la<br />

caldera y el agua se hacía vapor, cuando hacía así, otra seña que yo entendía, volvía a<br />

gritarme “Pepe” y yo agarraba con la mano derecha la entrada a la caldera, al tiempo que<br />

iba cortando la cantidad de aceite, yo iba jalando acá, cerrando la válvula abajo para que no<br />

se viniera toda la lumbre aquí por el fogón para atrás, sino que se colgara otra vez, entonces<br />

el vapor no salía, no salía casi nada de vapor, el trabajo de fogonero es un trabajo difícil.<br />

¿Ese era el tuyo?<br />

Ese era el mío.<br />

¿Y cuántos años fuiste fogonero?<br />

Pues empecé a los 18 años, porque primero fui encendedor de máquinas de patio en los<br />

talleres, ahí están las máquinas paradas; fui maquinista de patio, fogonero de patio, las<br />

sacan de ahí para hacer movimientos de carros y acomodar los trenes para salir.<br />

¿En qué ciudad fue eso?<br />

Eso fue en Monterrey y en Matamoros también estuve trabajando de fogonero de patio.<br />

Una recomendación a la juventud, ¿qué mensaje le darías a las nuevas generaciones de<br />

políticos en Reynosa?<br />

Las nuevas generaciones de políticos de Reynosa, a los cuales los veo mucho en los<br />

periódicos, que andan participando como diputados y como todo, la mayor satisfacción que<br />

debe tener un político en la esfera nuestra del estado y municipio es trabajar por su ciudad,<br />

por su municipio o por su colonia, pero trabajar por Reynosa y nosotros -yo lo demostré<br />

modestamente-, que trabajé por Reynosa porque se hicieron todas las obras que no se<br />

habían hecho en todo el tiempo antes.<br />

¿Ese es tu mensaje a la juventud, a los nuevos políticos?<br />

A la juventud, que quieran mucho a su ciudad, no hay más que el “rancho” de uno, la<br />

ciudad de uno, ahí nacen los hijos y todo, hay que quererla, hay que estar con ellos, es el<br />

único mensaje, que se pongan a trabajar por la ciudad.<br />

Si no hay más que agregar, te agradezco mucho esta entrevista.<br />

Te repito, estoy a tus órdenes, ojalá que vinieras cada mes a almorzar con nosotros, a comer<br />

o a cenar.<br />

¿Me autorizas esta entrevista para publicarla?<br />

Claro, hombre, tú publícala, ¿por qué no?, es la verdad.<br />

28


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

ENTREVISTA AL SR. RODOLFO GARZA CANTÚ,<br />

15 de Julio de 2003<br />

El que no esté seguro de su memoria, debe abstenerse de mentir.<br />

Montaigne<br />

No todo tiempo pasado fue mejor. Ni el presente tampoco.<br />

Hoy por hoy, las elecciones son un dechado de pureza, limpias, transparentes, o al menos<br />

esa sensación nos da. Anteriormente, por los años de los veinte a los cuarenta del siglo<br />

pasado, los votantes de los plebiscitos se reunían en los corrales de animales del ferrocarril<br />

el día indicado para las elecciones, y separados los simpatizantes de los bandos contrarios,<br />

los mandaban a corraleras donde el día anterior apacentaban chivas, burros, yeguas,<br />

caballos y mulas. Lo menos que podía sacar con su voto era una “cuajada” de vaca pegada<br />

en el zapato.<br />

De esa manera votaban. En el corralón como bestias los contabilizaban. Ahora es muy<br />

sano en estos tiempos acudir a las oficinas del Instituto Federal Electoral y comprobar que<br />

en el sistema electorero estamos muy avanzados, mejor que nuestro vecino del norte. Es<br />

agradable, muy vivificante, emociona.<br />

Enhorabuena.<br />

Todo cambia para bien -me dije- al ver computadoras y jóvenes trabajando.<br />

Salí satisfecho de que todo cambie, pero, vi una propaganda con una fotografía de un<br />

candidato. Todo cambia en este mundo, menos los candidatos a alcaldes, aún nos dicen que<br />

desean ser alcaldes para servir a Reynosa.<br />

Pero ¡oh, horror! Todo cambia, menos la calidad moral de los candidatos.<br />

Pobres de entendimiento los gobernantes, y pobre Reynosa padecer este fugaz amorío trianual.<br />

Aceptado y descalificado<br />

Rodolfo Garza Cantú es un personaje atípico en la política, se le acepta tal cual fue, es y<br />

seguramente seguirá siendo el mismo de siempre, es a veces el intermediario que trata de<br />

solucionar problemas de interés de grupo o el encargado de menearlos. Organiza y<br />

promueve reuniones políticas y sociales donde refulge como la estrella que es,<br />

desenvolviéndose con soltura a sus anchas, anfitrión espléndido de fiestas que siempre<br />

llevan dedicatoria en beneficio de su entorno. Bromista irredento con amplia facilidad<br />

inventiva, creando al momento situaciones simpáticas, o haciendo comentarios gruesos<br />

sobre tópicos diversos. Manipulador que es, tiene siempre a flor de labio una palabra<br />

amable, una lisonja que bien se lleva como estímulo pasajero que cae bien. En opinión de<br />

muchos “es un gran tipo” pero, pero lo de siempre, se le denuesta por el pasado, aún<br />

reconociéndole su don de gente.<br />

Como deporte favorito de los reynosenses está el linchamiento verbal desde la mesa del<br />

café del atardecer de las figuras políticas del momento y del pasado cercano hasta donde<br />

alcanzan sus recuerdos. En este panorama se inserta la actuación de aquellos que fueron<br />

29


Cesar H. Isassi Cantú<br />

funcionarios de administraciones anteriores y los más relevantes no salen bien librados de<br />

la crítica, con razón o sin ella que los miembros de la sociedad civil cuestionan el<br />

desempeño en este caso, de nuestro personaje.<br />

Para engrandecer la fama conquistada por su actuación de obtener en su propio beneficio<br />

bienes mostrencos diseminados en el municipio, sus familiares de buena gana, con mucha<br />

miga y chispa, en una fiesta de cumpleaños le regalaron un rollo de alambre de púas con<br />

rodadillos y unas tijeras para facilitarle el trabajo de cercar las posesiones urbanas, rurales o<br />

municipales.<br />

Buenos, malos y regulares<br />

En su octava década de vida conserva el poder de convocatoria, goza de la rara facultad<br />

de prodigarse reuniendo amistades y jóvenes destacados en la industria y el comercio,<br />

quienes le agradecen su presencia y compañía. Se disfruta de su amistad, pero el pasado<br />

con sus turbiedades sigue vigente, está presente y se mezcla irremediablemente uniéndose a<br />

su proceder actual, por ello se hacen comentarios jocosos sobre su picardía política, a la que<br />

además él contribuye a fomentar con bastante soltura y descaro la singular conseja popular<br />

de la leyenda negativa de sus actos. Las acciones comentadas abarcan desde sus nuevos<br />

negocios retrotrayéndose el recuerdo hasta su mandato en la Presidencia Municipal.<br />

Todo queda en familia<br />

En este período se destaca a su lado su hermano Reynaldo como Oficial Mayor. Caso<br />

especial -guardadas sus proporciones con otros políticos nacionales-. Nadie habló de<br />

nepotismo, nadie lanzó al aire su desacuerdo. Los periódicos callaron por sistema, ¿o<br />

alguna vez han estado seriamente contra el arbitrario abusador? ¿O al lado de la verdad? ¿O<br />

del débil? Reynaldo el de la confederación cetemista, la de don Fidel Velásquez,<br />

sempiterno líder vitalicio de la poderosa C. T. M. de México, Reynaldo era su encarnación<br />

aquí en el sindicalismo. Reynaldo diariamente atendía en la mañana en los distintos<br />

departamentos de la presidencia. Él conocía de todo y era árbitro, juez y ejecutor.<br />

Prolongaba su estancia de noche en perpetua vigilia en la Preventiva hasta altas horas de la<br />

madrugada, circunstancia aceptada no como caso único, extraño en el medio, si no,<br />

aceptada como cosa corriente, alguien que no dormía para estar al cuidado de la buena<br />

marcha de lo que implica la seguridad pública. Porque en el día supervisaba todo en la<br />

oficina presidencial. Lo mismo en el departamento de obras públicas, igual en patrimonio<br />

municipal, en sanidad, de los inspectores de comercio, en la entrega de juego de placas del<br />

servicio de carros de sitio, “taxis”, en fin, en donde se hiciera necesaria la presencia, hasta<br />

en el comité electoral la viva expresión instruida y sagaz, fría y calculada de la experiencia<br />

e ingenio del hermano menor, el querido hermano menor que administraba sin robar<br />

cámara, mientras el hermano mayor hacía su desempeño de individuo político y relaciones<br />

públicas en la capital del país, para las obras tan necesarias y que el presupuesto no daba de<br />

ancho para lo pretendido y deseado.<br />

Un fuera de serie.<br />

Reynaldo Garza Cantú, era un audaz, inteligente sindicalista, mas lo vemos protegiendo sus<br />

intereses de la competencia contraria. El pleito contra un periódico llegó a extremos de<br />

presos y muertos como consecuencia. No temía a nada ni a nadie, jamás se arropó de<br />

guardaespaldas, incluso su coche lo dejaba abierto sin desconfiar nunca. Decía que tenía la<br />

30


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

conciencia tranquila, y así se comportó aun en la cúspide de los enfrentamientos entre<br />

taxistas. Reynaldo era lúcido en sus planteamientos, la táctica de lucha la manejaba como<br />

una partida de ajedrez como aquel que conoce todas las fichas, y así se movía.<br />

El buen transporte de las camionetas monopólicas<br />

Reynaldo maquinó cómo romper el monopolio de las “camionetas urbanas” de Tina Icaza y<br />

José Cruz Contreras. Aunque lo logró, se acabó el buen transporte monopólico, todo<br />

transporte en mínimas condiciones de garantía para el usuario, y se dio pie a carros<br />

destartalados en el servicio público como peseras, y después a camiones de desecho,<br />

desvencijados y automóviles viejos como taxis, creándose un caos en las rutas invadiéndose<br />

unos a otros y otros a unos las rutas preestablecidas. Las disposiciones oficiales no se<br />

respetaban, multiplicándose en demasía los transportistas que eran arrendatarios de placas y<br />

la ruta de servicio público se vio muy mal con vehículos altamente peligrosos y groseros.<br />

Los que buscaban dirigir el poderoso membrete de la C.T.M., encontraron un hueso<br />

duro de roer en Reynaldo.<br />

Reynaldo el lógico, el analista, el todopoderoso priísta reconocido. Lo que Reynaldo<br />

conquistó para sí, desmoronando primero y desmantelando el monopolio después, para que<br />

con los años le hicieran a él lo mismo otro líder, otros derroteros, resultado: Interés<br />

dividido. Otros quieren ocupar un espacio y la población creciente da para eso y para más,<br />

se fracciona el poder aunque no la dirigencia, al paso de los años, el surgimiento de<br />

ambiciones nacionales, estructuradas, da pie a las nuevas generaciones de diversos<br />

sindicatos generales, mientras esto ocurría, Reynaldo fue perdiendo su poder de<br />

convocatoria por una enfermedad que propiamente a temprana edad acabó con su vida.<br />

Sobre Reynaldo, comentaba la gente que si enfermara y pensaran los médicos que era un<br />

infarto se llevarían un chasco al operarlo, porque no le iban a encontrar el corazón. Por la<br />

sencilla razón de que no tenía. Broma que él mismo festejaba como una aguda ocurrencia.<br />

Choque de fuerza<br />

Caracteriza la administración de los Garza Cantú, tener un encono terrible contra el sector<br />

petrolero, con su dirigente Antonio García Rojas, diputado federal, senador de la República,<br />

y líder indiscutible de la Sección 36 del Sindicato Petrolero de la República Mexicana<br />

(STPRM). La lucha desigual, la alcaldía contra el liderazgo no trajo nada de beneficios, los<br />

que pagaron el encono entre el líder y el presidente municipal fueron como siempre, los de<br />

abajo, los petroleros aprehendidos por la policía, las más de las veces sin razón, salían de la<br />

cárcel sin dinero, previo pago de la multa por ingerir unas cervezas o “alcoholes”, después<br />

de haber sido examinados por el juez calificador según su criterio, mientras tanto detenidos<br />

por horas en las tórridas ergástulas de la inspección de policía, que siempre estaban llenas<br />

de obreros, especialmente cada semana los días de raya en que se emborrachaban<br />

convirtiéndose en carne de presidio y candidatos para pagar multas que engrosaban las<br />

arcas de la tesorería municipal. Sólo el rencor, la impotencia y las boletas de pago por ser<br />

liberados, llevaban a su casa los petroleros<br />

Juego y ganancia<br />

Una anécdota contada por Reynaldo hijo, se refiere a que una noche se celebraba un juego<br />

de béisbol en el parque López Mateos, y estando los dos hermanos como espectadores, un<br />

jugador bateó un jonrón, y en el sonido local dijo el locutor: “la bola se va, se va, a la tierra<br />

de nadie”. Oyendo esto, le dijo Rodolfo a Reynaldo: “¿oíste?, vamos a cercarlo...”<br />

31


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Diez años de odio<br />

En 1977, se celebraron elecciones constitucionales para cambio de ediles del<br />

ayuntamiento. La situación al paso de los días se tornaba ríspida y calentaba el ambiente<br />

político. Los ánimos se exacerbaron y cundió una rebelión anunciada y mal atendida. Como<br />

resultado, un grupo de maestros se unió al Partido Auténtico de la Revolución Mexicana<br />

como disidentes.<br />

El PRI, de espaldas a la realidad desarrolló una campaña interna conocida como<br />

democracia transparente que era una democracia despistada, en la que acabaron los<br />

contendientes dándose con todo. La novedad consistía en una asamblea general en la que<br />

los representantes de los organismos del partido, fueran obreros, jóvenes, los que usted ya<br />

conoce, quienes emitían su voto como delegados por un precandidato previamente arropado<br />

por el gobierno. A nadie escapó que eran votaciones inducidas, y como siempre sucede, la<br />

mayoría votante acude y se va a la “cargada”. Esta improvisación que duró poco ante la<br />

desbandada de los miembros del partido, no fue excepcional, aunque el candidato Rodolfo<br />

Garza Peña era un joven con presencia, amable trato y dispuesto al diálogo, así como su<br />

esposa Lupita, una dama de respeto y sólidos principios familiares. Todos estos<br />

ingredientes hacían del precandidato un buen prospecto que contaba también con el apoyo<br />

del influyente yerno, el ingeniero Juan Gastélum Castro, quien le pavimentó los escasos<br />

baches para que la maquinaria de Rodolfo caminara políticamente sin contratiempos.<br />

El gobernador Enrique Cárdenas González lo apoyaba decididamente y muy fuerte. Tal era<br />

el aprecio que el gobernador le tenía que le llamaba “hijo” a Rodolfo.<br />

Nadie creía en un desenlace contrario a Rodolfo Garza Peña, después de ganar la votación<br />

interna. Triunfo rotundo, se comentaba, y con más ilusión que razón.<br />

Trago amargo<br />

Las elecciones municipales se celebraron normalmente y ganó el abanderado priísta, por<br />

pocos votos -menos de mil-, pero superior al contrario que alcanzó una buena cifra a pesar<br />

de ser un perfecto desconocido, repudiado inclusive por sus correligionarios del magisterio<br />

que tuvo el mérito de competir y sorprender. El coraje guardado desde el 2 de octubre del<br />

68, el 10 de junio del 71, las devaluaciones, la inflación, la deshonestidad y frivolidad de<br />

los funcionarios públicos priístas, los ciudadanos emitieron su voto de castigo. Y aunque<br />

favorecía a Rodolfo el voto útil se repartió, pero Rodolfo tenía en contra al periódico El<br />

Mañana considerado su enemigo y aliado del matutino los contreristas y el poderoso<br />

gremio de los petroleros vinieron por la revancha a pegar donde más duele: En la familia.<br />

No obstante todas estas dificultades pudo salvarlas, reconociéndole el triunfo el Comité<br />

Estatal Electoral, rindiendo la protesta de ley en unión del ayuntamiento, que lo declaraban<br />

ganador indiscutible, pero no contaban con una acción que no puede llamarse mas que<br />

producto del odio, de un prominente miembro de la familia del candidato, influyente en el<br />

Comité Ejecutivo Nacional de su partido, que le abrían las puertas de Gobernación.<br />

Fracasado en sus proyectos electorales de corte personal, vació el rencor de su frustración y<br />

se dice que influyó determinante para cortarle la cabeza al güero Garza Peña.<br />

Una muestra del encono de los contendientes para cobrarse viejas rencillas fue el día de la<br />

elección, en la que los transportes urbanos propiedad de Tinita Icaza de Contreras regalaban<br />

un ejemplar de El Mañana en donde las páginas centrales con profusas fotografías acusaban<br />

a los hermanos Rodolfo y Reynaldo de haberse enriquecido saqueando las arcas<br />

32


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

municipales. Cierto o mentira, el golpe fue dado y no había moción de réplica. El mañana<br />

no existía, tan sólo el presente era vigente ese día.<br />

El caso es que invocando la “legalidad”, Gobernación de un plumazo, canceló el resultado<br />

electoral, atribuyéndose facultades que no eran propias esgrimió argumentos contra<br />

Rodolfo. Esta medalla de inequívoca podredumbre tan sólo la puede colgar en su cuello un<br />

hombre de pocos principios éticos y morales, sociales y familiares. Es de entenderse que<br />

planear dicho propósito llevado a cabo, es producto de quien vive en un estercolero y se<br />

alimenta de carroña.<br />

La duda<br />

Lo cierto es que observando el panorama bajo la perspectiva del presente, la pregunta<br />

sigue vigente, hubiera sido mejor para Reynosa si todo es normal en las elecciones que se<br />

perdieron, porque se decía que Enrique Cárdenas había decidido mejorar la fisonomía<br />

urbana y crear la infraestructura necesaria para un crecimiento con dignidad. Quizá hubiera<br />

sido verdadero porque al término de su mandato pensaba radicar en esta ciudad, cerca de<br />

sus nietos y su hija.<br />

Distinguida familia<br />

Del matrimonio con la distinguida y apreciada dama doña Litha Peña: (Que en Paz<br />

Descanse), procreó a sus hijos: Rodolfo Javier, Félix Mario, Alejandro, Litha y Vicky,<br />

apreciados por la sociedad reynosense. Félix es un destacado empresario, propietario de<br />

varias radiodifusoras y dedicado al entretenimiento musical masivo, la distribución y la<br />

venta de agua potable y cerveza importadas, en el que destaca en primera línea. Rodolfo<br />

heredó el carisma de su padre, y es el centro de toda conversación donde se encuentra;<br />

Alejandro, el más joven, combina su desempeño como funcionario estatal y el comercio; y<br />

las hermanas han participado en la función pública y en negocios. De los hijos de<br />

Reynaldo, el vástago mayor es abogado y ha sido diputado representando a los obreros,<br />

siguiendo los pasos de su padre en la CTM. Su hermano está al frente del periódico La<br />

Prensa de Reynosa. Ambos son apreciados en su trayectoria pública. Félix es indiferente,<br />

Reynaldo es frío y distante.<br />

Lo dije, pero no lo dije<br />

El entrevistador no puede ponerse a juzgar -desde un ángulo personal- el desempeño del<br />

que ha aceptado de muy buena gana ser entrevistado, de acciones y situaciones que<br />

acontecieron hace 39 años. En un calendario político son muchos años, y se han sucedido<br />

varios trienios de presidentes municipales que hicieron su tarea, bien, mal, y que servirían<br />

de comparativo, un signo que la historia juzgará, como calificará, y dará su veredicto sobre<br />

nuestro entrevistado, con quien tengo lazos amistosos de familia muy arraigados. Pero, no<br />

por ello desconozco como reconozco lo bueno y lo negativo.<br />

Así pues, procedamos a la entrevista.<br />

Entrevista:<br />

Buenos días Rodolfo.<br />

Buenos días César, ¿cómo estás?<br />

Bien, muchas gracias por aceptar la invitación para esta entrevista.<br />

33


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Pues no sabes con qué gusto la acepto, porque yo sé que tú sí conoces Reynosa, sí conoces<br />

los problemas de la ciudad y con todo gusto estoy contigo.<br />

Rodolfo ¿dónde naciste?<br />

Yo nací por la calle Aldama 220 en Reynosa.<br />

¿Tu padre cómo se llamó?<br />

Félix Garza Rendón, él nació en Peñitas y se crió en Reynosa Díaz y toda mi familia nació,<br />

unos, en el Rancho Los Fresnos y la otra mitad en Peñitas en el lado americano, porque<br />

cuando la Revolución, mi papá tuvo que cruzarse al otro lado, regresó a Reynosa en 1920,<br />

que fue cuando yo nací aquí en Reynosa.<br />

¿A qué se dedicaba tu papá?<br />

Mi padre tenía ranchos agrícolas y ganaderos.<br />

Tú eres un hombre político, pero antes de entrar en materia, háblame de tu participación en<br />

los negocios, en el comercio.<br />

Bueno, pues yo he sido hombre de mucha suerte desde chiquito, desde muy joven comencé<br />

a trabajar en negocios de compra y venta de algodón con los señores Longoria, después me<br />

casé en 1941 y me dediqué de lleno al negocio de transportes, era dueño de una línea de<br />

transportes de Reynosa a Laredo, pasando por Camargo, Comales, Miguel Alemán, Mier y<br />

toda la Ribereña. En aquel tiempo no había carreteras, pero así hacíamos el servicio hasta<br />

que vinieron las carreteras.<br />

Sí, el doctor Adolfo Isassi Chapa me platicó que él vivía en Reynosa Díaz y te veía llegar<br />

en las mañanas manejando un camión de pasajeros y también que almorzabas en la casa de<br />

sus padres el profesor Adolfo y la señora Adela, eso fue por los años cuarenta y tres o<br />

cuarenta y cuatro, ¿así es?<br />

Mira, comencé en 1941 y 42, manejaba yo un camión que solamente teníamos, salía en la<br />

mañana de Comales y llegaba aquí a Reynosa a mediodía, regresaba, y así fue poco a poco<br />

poniendo (comprando) más y más camiones, yo duré 25 años de camionero y le vendí en<br />

1956 a Transportes Noreste, 90 camiones.<br />

¿90 camiones tenías?, o sea que trabajando duro y constante crece el capital.<br />

En el 53 yo ya tenía 90 camiones, y entraron los Noreste y tuvimos una fricción,<br />

peleábamos y entonces, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en México nos<br />

juntó y nos dijo “aquí hay que venderse uno al otro, o te compro o me vendes, tienen que<br />

poner una opción”. Hicimos una opción y en un volado me ganaron ellos y les vendí.<br />

En un volado se decidió un negocio, ¿fue entonces la suerte quien decidió?<br />

Sí, en aquel tiempo era “te compro o te vendo”, tengo cincuenta camiones, o veinte o<br />

treinta, los que fueran de ellos, ellos tenían más poquitos, tenían diez a tal precio, “te los<br />

compro o te los vendo” me tocó vender, y les vendí todo.<br />

Rodolfo, has sido un hombre polémico, un hombre que ha participado en la administración<br />

municipal, en el comercio, en la industria, creando diversas empresas prósperas, pero yo le<br />

quiero preguntar a don Rodolfo el político: ¿qué mueve a un hombre tan triunfante después<br />

de vender 90 camiones a enrolarse en la política?, cuando realmente se habla de que la<br />

política es sumamente sucia.<br />

Bueno, yo tuve problemas con un gobernador, que precisamente por eso vendí, porque nos<br />

canceló los permisos de ruta injustamente, -gobernante que fue (Norberto) Treviño Zapata-,<br />

en ese tiempo tuve un problema con él muy serio, a tal grado que tuve que voltearle el<br />

escritorio de su oficina y tratarlo muy duro, porque me canceló 60 permisos de ruta que<br />

tenía yo ya dentro de la ciudad de Reynosa como urbanos y parte de la Ribereña, tenía<br />

permiso también para Valle Hermoso, Río Rico y otros puntos, y al delegado le eché pleito,<br />

34


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

mi papá me dijo “oye, esto está muy serio, hay mucha calma, no sé que vaya a pasar, vale<br />

más que vendas tu negocio y búscale por otra parte”, entonces comencé a vender poco a<br />

poco mis negocios, tenía ranchos de agricultura, tenía ganadería, al venderlos me metí a la<br />

Secretaría de Hacienda, treinta años estuve en esa dependencia, y ahí comencé a tratar con<br />

políticos y gente de altura en México y por ello me dediqué a la política.<br />

¿Qué es eso de voltearle el escritorio al gobernador, te enojaste con él?<br />

Pues es que me hizo enojar, porque él me dijo “aparte de que soy gobernador, tengo<br />

autoridad suficiente y me hizo así (una seña con la mano, que tenía muchos …), y le dije,<br />

pues fíjate que yo soy más chiquito y no soy gobernador, pero lo mandé al diablo, ahí el<br />

problema” .<br />

¿Ahí empieza la enemistad con José Cruz Contreras por las concesiones de ruta urbana?<br />

Ahí empieza mi problema y entonces, para proteger mis negocios que me quedaban, me<br />

metí a la Secretaría de Hacienda, ahí estuve -te repito-, treinta años, pero me trunqué a los<br />

quince años, entonces en 1953 participé como candidato a presidente municipal de<br />

Reynosa.<br />

Y no llegaste en esa ocasión.<br />

Y no llegué, teniendo a todo el pueblo, precisamente porque tenía de enemigo a Treviño<br />

Zapata, él nombró al Dr. (Jesús) Ramos Castañeda –pero de dedazo-, entonces yo seguí<br />

fuera de Reynosa trabajando en la Secretaría.<br />

Pero es harto sabido que siempre la gente que tiene el pueblo a su favor no llega, sino el<br />

que tiene amistad con el gobernador ¿no es así?, el candidato que tiene la gente y aspira a la<br />

Presidencia Municipal, desafortunadamente no lo seleccionan, eligen al que lanza el<br />

gobernador, sea o no sea de la simpatía de la gente del pueblo, ¿así sucedió en esa<br />

oportunidad?<br />

Bueno, yo tuve mucha suerte con la gente del pueblo, tanto en la primera como en la<br />

segunda intervención como precandidato, junté muchísima gente, en la segunda lo<br />

demostré aún más, y sí logré ser presidente municipal, ahora sí. En seguida yo hubiera sido<br />

gobernador si el Dr. Martínez Manautou hubiese llegado a la Presidencia (de la República)<br />

en lugar de (Luis) Echeverría, él (Manautou) era mi amigo y tenía yo muchos méritos<br />

hechos para llegarle a la gubernatura.<br />

¿Tú aspirabas a ser gobernador del Estado?<br />

Sí lo aspiraba, porque yo sabía que podía hacer una buena labor como la hice en Reynosa<br />

en mi mandato como alcalde.<br />

Cuando aspiraste la primera vez, ¿quiénes eran los contendientes aparte del Dr. Ramos<br />

Castañeda?<br />

El Dr. Treviño Zapata estaba muy fuerte porque era el médico de cabecera de (el<br />

presidente Adolfo) Ruiz Cortines y él apoyaba a los contrarios nuestros, nosotros éramos<br />

gente del licenciado (Horacio) Terán Zozaya, que era el gobernador que me apoyaba a mí,<br />

y ellos dos tenían un problema político muy fuerte.<br />

En este complicado conflicto de grupos, aparece la figura de José Cruz Contreras en el<br />

ramo camionero, ustedes tienen diferencias defendiendo cada cual sus intereses<br />

relacionados con el transporte urbano.<br />

Sí señor, Cruz Contreras fue un muchacho que por allá en 1951 cuando llegó (el Lic.<br />

Horacio) Terán al gobierno, los señores (general Tiburcio y Manuel) Garza Zamora eran<br />

aquí los políticos fuertes, y Terán quería poner un presidente municipal que fuera de él, y<br />

los Garza Zamora no estaban de acuerdo, entonces pelearon entre ellos y se decidió el<br />

asunto poniendo a don Alejandro Bernal Garza, lo puso el gobernador a su capricho, para<br />

35


Cesar H. Isassi Cantú<br />

pegarle a los Garza Zamora, y tenían tanto control los Garza Zamora que no le dejaron a<br />

don Alejandro Bernal gente para el Ayuntamiento, entonces había un comandante aduanal,<br />

Alberto Serdán, que era muy político y que tenía gente en Monterrey, y de ahí trajo a<br />

Alfredo González, a (José) Cruz Contreras y a Fidel Caballero para el Ayuntamiento de don<br />

Alejandro, y ahí fue cuando Cruz Contreras -cuando yo era jefe de Tránsito en Reynosa-, se<br />

comenzó a meter, a meter con nosotros y yo fui quien lo ayudó en todo, en todo para llegar<br />

a donde llegó, pero nos traicionó y ya vinieron otras cosas.<br />

Fue una traición política.<br />

Pues sí, porque nosotros traíamos al candidato a la Presidencia Municipal de aquí, él<br />

(Contreras) ya era oficial mayor del Gobierno del estado, y yo era el precandidato para la<br />

Presidencia Municipal en aquel tiempo, y Treviño Zapata ya era el gobernador y por eso<br />

puso a Ramos Castañeda, como ya lo dije antes, pero el que me hizo el mugrero ahí fue<br />

Cruz Contreras.<br />

¿Qué te motiva aspirar a la Presidencia Municipal?, ¿qué proyectos tenías?<br />

¿En aquel tiempo?<br />

Sí.<br />

Yo aspiraba a la Presidencia Municipal porque mi papá tenía amigos como Lauro Herrera,<br />

u otros importantes personajes, el pueblo era chico, verdad, me gustaba la forma en que un<br />

presidente municipal te mandaba y se acomodaba, hacía obras, y esto y lo otro, yo quería<br />

ser un presidente municipal desde muy chico.<br />

Y cuando llegas a alcalde, ¿cuánto era el presupuesto anual?<br />

Pues era una baba, eran tres millones de pesos al año, nada más que a mí me tocó muy<br />

buena suerte, porque al llegar yo a la Presidencia Municipal, entonces era Presidente de la<br />

República (Gustavo) Díaz Ordaz y Secretario de la Presidencia (Dr. Emilio) Martínez<br />

Manautou, ahí fue cuando yo me acomodé con él porque él me dio toda la obra federal<br />

grande que hay aquí, yo me dedicaba a ir y venir a México gestionando obras, porque<br />

Martínez Manautou era quien manejaba el presupuesto.<br />

¿Y qué obras te autorizó?<br />

Pues las obras grandes que me dio, fueron el Seguro Social, el ISSSTE, el Aeropuerto, el<br />

puente internacional, Correos y Telégrafos, la Feria.<br />

Bueno, pero la Feria es local.<br />

Sí, pero me ayudó el doctor Martínez Manautou allá en México, consiguiéndome que<br />

viniera la Comisión Federal de Electricidad, que viniera Petróleos Mexicanos, en fin, la<br />

cigarrera la Moderna de Monterrey, la Hora Nacional, ¿tú te acuerdas de ello?<br />

Sí, como no, estuve en la inauguración de la primera feria.<br />

¿Estuviste?<br />

Sí, si mal no recuerdo, en octubre de 1966 fue la primera.<br />

Más o menos esa fecha.<br />

¿Por qué los ex alcaldes ya no participan más en política? ¿Qué?, se dedican a cuidar sus<br />

nuevos negocios, o acrecentarlos, ¿o por qué ya no aspiran a más, o es cierto que la alcaldía<br />

es una tumba muy pesada, y que entierra a todos sin distinción?<br />

Bueno, como te dije, yo aspiré a ser gobernador, lo único malo es que se murió mi palanca<br />

en México.<br />

¿Quién era?<br />

El Dr. (Emilio) Martínez Manautou.<br />

¿Murió? murió políticamente, dirás.<br />

36


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

Sí, políticamente. En lugar de haber sido (Luis) Echeverría (Alvarez) (candidato a la<br />

Presidencia de la República por el PRI), debía haber sido Martínez Manautou.<br />

Esa misma simpatía la manejaba tu apreciado compadre Rafael Sierra de la Garza.<br />

Sí, la tenía, nada más que yo me lo llevaba en influencias, porque yo era amigo personal de<br />

Díaz Ordaz y además, el segundo de él, que era Martínez Manautou, pues era gente de<br />

nosotros aquí.<br />

¿Y quiénes te apoyaron para ser alcalde de Reynosa?, ¿cómo se resolvió tu elección?, que<br />

fue muy comentada porque no figurabas en la lista final y resulta que fuiste el ganador.<br />

Bueno, siendo yo jefe de Hacienda en (Nuevo) Laredo, se le cerró el mundo aquí en<br />

Reynosa al gobernador Práxedes Balboa, no podía conseguir el candidato porque andaban<br />

peleando con García Rojas, el gobierno peleaba con García Rojas porque era éste muy<br />

imponente.<br />

¿Era el apoyo de Raúl Villarreal de León?<br />

Si, Antonio García Rojas era el que apoyaba a Raúl Villarreal, él lo sostenía, entonces no<br />

estaba de acuerdo el gobernador y el que tenía colindancia conmigo era Amado Treviño,<br />

que era el de Relaciones Públicas de Balboa, entonces estando en México ya para decidir,<br />

no encontraron más gente y entonces me hablaron y me dijeron “oye, te vas a la Presidencia<br />

Municipal” y eso era lo que yo quería.<br />

O sea, no lo pensaste dos veces.<br />

No. Porque yo ya había hecho muchas amistades, con ser jefe de las oficinas federales, (de<br />

Hacienda), yo ya tenía amigos en toda la República, buenos, grandes y chicos y de todos<br />

tamaños, y me vine, me tocó muy en suerte, la gané con 35,000 votos contra 2,500 de<br />

ellos.<br />

¿En la elección 35,000 votos contra 2,500?<br />

Sí, por esto, eso fue el primer ensayo que hizo (Carlos A.) Madrazo, jugar dentro del PRI<br />

los dos precandidatos, ahora es entre varios su elección y queda uno, el triunfador, y esa<br />

vez aquí nos fuimos los dos hasta lo último.<br />

Sí, tenían un nombre especial esas elecciones, las llamaron “Democracia transparente”,<br />

promovida por Carlos Madrazo, pero ¿cuántos votos dices que obtuviste?<br />

Yo tuve 35,000 y Raúl 2,500, pero teniendo éste toda la fuerza de los petroleros y la lana<br />

del mundo de éstos.<br />

¿No es exagerada la cifra?, puesto que teníamos 125,000 habitantes en la mitad de los<br />

años sesenta.<br />

No, no, yo tengo documentos, con 35,000 votos gané; hicimos un Comité que se llamó<br />

“México de Afuera”, y trabajábamos desde Harlingen hasta Peñitas, a toda la mexicanada<br />

de allá que podía votar aquí lo traíamos.<br />

Te adelantaste a Fox, en eso de reclutar votos y dinero de los paisanos de “El México de<br />

Afuera” como lo llamó don Adolfo Ruiz Cortines.<br />

Cuando lo vi hacer eso, porque Fox es amigo mío, cuando vi eso de Fox, ese me chingó,<br />

porque aquellos –los de afuera- quieren algo de México, ¿te acuerdas que traíamos a Roque<br />

Garza y a todos los políticos del Valle?<br />

¿Cuál fue tu obra más importante?<br />

Bueno, pues la educativa, yo logré hacer 950 aulas, abrí 4 secundarias, 5 preparatorias<br />

comenzando con la (Francisco) J. Mújica, la (escuela) Juárez; ahora verás, hice 900 aulas<br />

entre los ejidos y esto, pero las escuelas grandes fueron la (Francisco) J. Mújica, le<br />

pegamos a ésta de la esquina (Escuela Miguel Hidalgo) unas aulas y a la (Benito) Juárez.<br />

La Feria y Exposición, ¿cómo concibes la Feria?, que es un éxito.<br />

37


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Mira, yo como jefe de Hacienda anduve en toda la República, estuve en Campeche, estuve<br />

en Tijuana, en Baja California, fui Administrador de la Aduana de La Paz, Baja California,<br />

un poquito tiempo como seis meses, y yo siempre soñaba ser presidente municipal de<br />

Reynosa, entonces, comencé a ver las cosas que pudiera beneficiar a Reynosa, entre ellos la<br />

educación, la salud, los hospitales, todo lo que pudiera favorecer y cómo lo podía yo<br />

conseguir, entonces me preocupé mucho por la Feria, porque como estamos enfrente de los<br />

gringos, yo sabía que la ganadería era muy importante para nosotros, ahí me traje este<br />

modelo de Feria de León, Guanajuato.<br />

¿Ya no es la misma feria la que tú concebiste?<br />

No, no, no, aquí cometió un error un señor presidente municipal, un error incalificable, el<br />

permitir sacar a la feria de allí.<br />

¿Quién fue?<br />

(Oscar) Luebbert (Gutiérrez), malbarató los terrenos para dárselos a la Universidad<br />

(Autónoma de Tamaulipas), que ella no necesitaba de eso, eso que hicieron en los terrenos<br />

ahora de la Universidad, debieron de haberla hecho fuera y la gente va porque tiene coche,<br />

aquí la feria la hicimos nosotros para la gente pobre, porque con cuatro pesos llegas a la<br />

feria y en la noche te vienes con lo mismo.<br />

Pero la feria en sí, los “stands”, los pabellones, el concepto que tú concebiste de feria, ¿es<br />

diferente ahora, o es el mismo?<br />

No, hombre, totalmente diferente, los señores que manejaron o que están manejando la feria<br />

no saben qué cosa es una feria. Cuando la organicé era una reunión y diversión para las<br />

familias, y después se convirtió en una grandísima cantina con variedades de mujeres<br />

exóticas, travestis... Era totalmente familiar, que en los tres años que yo la manejé, no<br />

tuvimos un robo, no tuvimos un asesinato, ni un pleito, no los tuvimos dentro de la feria.<br />

¿Qué pensabas durante la toma de protesta como candidato electo a la Presidencia<br />

Municipal?<br />

Pues estaba yo soñando, que amaneciera el otro día para ponerme a trabajar, porque no<br />

había un solo camión para la basura, no había cuartel de bomberos, no había nada; entonces<br />

había que ponerse a trabajar duro, y comencé a buscar amigos que me prestaran camiones,<br />

como José Gandaría, como una bola de gente que me facilitaron dos o tres camiones para la<br />

basura para comenzar a limpiar la ciudad.<br />

Estás afirmando que los alcaldes al concluir su periodo, no dejan nada de bienes muebles al<br />

que sigue.<br />

Absolutamente nada y compran los muebles (automotores) nada más para llegar y terminar,<br />

y los vehículos se convierten en chatarra.<br />

Y en el caso tuyo, ¿al entregarle al Ing. Rafael Sierra de la Garza?...<br />

Permíteme, al terminar yo como presidente, le entregué al Ing. Sierra un equipo de patrullas<br />

bien arregladas, porque me las vino a equipar el Mayor de la ciudad de Houston, él vino<br />

personalmente y me puso una torre de radio, me trajo 15 patrullas de las que ellos desechan,<br />

pero en muy buenas condiciones, y me dijo “lo primero que tiene que ponerle a estas<br />

patrullas, son buenos radios y gas butano, para que no le roben la gasolina su misma gente”,<br />

entonces aparte de esto, me hizo un sistema de sectores, “la patrulla va a andar en este<br />

sector con dos personas, nada más con dos metralletas, un chofer y el ayudante, nada de<br />

cuatro “gorrudos” allá arriba, y así llegamos al final con las patrullas, nuevecitas las<br />

entregamos. En los tres años no tuvimos un robo ni un muerto en Reynosa, tuvimos tres<br />

auto-robos.<br />

38


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

Y tú te vas a acordar de uno de ellos, un señor que por aquí tenía una tienda enfrente del<br />

Hotel Monterrey (calle Matamoros), unos hermanos…<br />

Ah, sí, los Rodríguez….<br />

Esos, enfrente, en el mercado tenían su tienda…<br />

¿“El Cometa”?<br />

Exacto, “El Cometa”, ah, ése fue un auto-robo, el vivo, porque eran dos hermanos, uno<br />

estaba medio tontito, le compró al hermano su parte y le dio doce mil pesos por la mitad del<br />

negocio y el hermano le dijo “oye, pero dónde llevo yo este dinero, ya se hizo de noche,<br />

guárdamelo en la caja fuerte para mañana” y ahí lo depositó, pero en la noche se lo robaron,<br />

según dijo al día siguiente. En ese tiempo tenía yo de Inspector de Policía a Efraín Cantú<br />

Peña, quien hizo la investigación, encontró que no había puerta forzada, no estaba la caja<br />

violentada, etc., total, él, Agapito Rodríguez Chapa, creo que así se llamaba el hermano<br />

ratero, era quien había sacado para sí el dinero. Terminó por confesar el engaño del autorobo<br />

al propio hermano robado.<br />

Has mencionado que fueron tres años sin un asesinato en Reynosa, sin un robo. ¿Es<br />

verdad?<br />

Te lo digo, existen los periódicos de la época, pero, en fin.<br />

¿Qué los movió a ti y a tu inspector de policía Efraín Cantú Peña, a detener a los<br />

muchachos que traían el pelo largo?<br />

Bueno, unos revoltosos voltearon un carro Volkswagen en la (calle) Aldama, cuando había<br />

mucho tráfico en la zona rosa.<br />

¿Y qué tiene que ver con los jóvenes de pelo o melena larga?<br />

Entonces optamos por esa medida de cortarles el cabello, raparlos, había mucho “pachuco”<br />

de pelo largo, los músicos y todo.<br />

Era la moda universal, el estilo de los Beatles se imponía.<br />

El carro lo voltearon unos peludos y no pudimos sacar nada en la investigación porque<br />

todos andaban peludos, todos se parecían, entonces optamos por pelarlos para saber quiénes<br />

eran los rateros, y pelamos un montón de gente en aquel tiempo, vino la televisión del lado<br />

americano, acá y de otros estados y se llevaron el sistema y nosotros ya no tuvimos<br />

problemas.<br />

Cuál sistema, ¿el de cortarles el pelo es acaso un sistema?<br />

Sí. Fíjate que les cortábamos el pelo y les cobrábamos además, y a los artistas también, ora<br />

verás, a uno que ahora anda ahí en el Rock and roll.<br />

¿Quién, Benny Ibarra o Wayo Roux?<br />

El de allá de abajo, Wayo Roux.<br />

Ese, mi mujer tuvo que irles a comprar pelucas porque iban a actuar en la noche, y les<br />

compraron pelucas, pero así nos quitamos el problema.<br />

Es una forma muy cuestionable, fuera de toda norma.<br />

Era un sistema, no es una cosa que se te ocurre, es un sistema que decía Porfirio Díaz en<br />

sus tiempos y que no hay mejor que eso, el que la hace la paga y si se roba una vaca, lo<br />

cuelgas delante de la gente.<br />

Bueno, esas épocas, por fortuna están superadas ya.<br />

Pues sí, pero por ejemplo nosotros ¿por qué no teníamos robos en la Feria?, porque un mes<br />

antes de que abriéramos la Feria, a todos los rateros los metíamos al bote.<br />

Entonces ¿sabían quiénes eran los rateros?<br />

Sí, la policía sí sabe quién es el ratero, siempre.<br />

Y los dejaban actuar los once meses antes.<br />

39


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Actúan de acuerdo con la policía.<br />

Y ¿tú te enterabas de eso?<br />

Sí señor, entonces me juntaba a todos los rateros y les decía “los vamos a meter al bote<br />

provisionalmente, nada más los veinte días de la Feria y después los echamos fuera”, pero<br />

les pedía: Comunícate con aquéllos.<br />

¿Con cuáles?<br />

Pues con los “ratas” que hay en Monterrey o (Nuevo) Laredo, los que vienen con ustedes a<br />

robarse carros y otras cosas, y esto diles: “Que no se paren por aquí”.<br />

Y si los tenían detectados ¿por qué no los detenían o procedían penalmente?<br />

¿Pues cómo los van a detener?, si están de acuerdo con la policía, si son los que traen el<br />

dinero.<br />

Pero tú eras el alcalde, tú eras el que imponía orden.<br />

Sí, sí sabía quiénes eran pero no los vas a tener siempre en el bote, porque ¿pues cómo?,<br />

imagínate nada más para darles de comer, por eso te estoy diciendo que los teníamos<br />

vigilados, aquél sabía (Francisco) Silva quiénes eran.<br />

Bueno, también era indebida su detención y lo que procedía era que si tenían algún delito,<br />

se consignara al Ministerio Público para que los investigara y turnara a un juez penal. Pero<br />

a otra cosa.<br />

Tu hermano Reynaldo participó contigo en la presidencia, a tu juicio ¿lo hizo bien?, porque<br />

recuerdo que se comentaba que tu hermano y tú, tuvieron una agria discusión pública en la<br />

sala de espera del Palacio Municipal, Reynaldo te manifestó que su cargo de oficial mayor<br />

no te lo debía a ti, sino a la CTM.<br />

Bueno mira, tuve que poner a mi hermano Reynaldo de oficial mayor porque yo necesitaba<br />

defensa mía para poder salir a México, yo iba los lunes y regresaba los viernes a traer obras<br />

para Reynosa, entonces tenía que tener una gente que me dijera la verdad de cómo estaba<br />

esto.<br />

Tenías al licenciado José Abel Soberón como secretario del ayuntamiento.<br />

Tenía al licenciado Soberón pero ya ves como es él, tranquilo.<br />

Era y es un abogado muy competente…<br />

Para las leyes es muy bueno pero, para acá no. Te quiero platicar la cosa de los rateros, por<br />

ejemplo en mi campaña anduvo pegado conmigo Pancho Silva, el de los veladores.<br />

Aquel que era el líder del Sindicato de Veladores...<br />

Sí, y le dije yo en plena campaña “te voy a hacer comandante”, y así siguió conmigo y<br />

llegué a la presidencia y lo nombré comandante de policía, el primer día le dije “oye,<br />

necesito quedar bien, nos acusan ahí de que hay un chingo de bicicletas robadas” y que esto<br />

y que lo otro, “vamos entregándolas, dicen que tú tienes un montón”, “sí”, me contestó, y<br />

entregamos 500 bicicletas en un acto enfrente de la plaza principal Hidalgo de las que tenía<br />

guardadas. Exigía a cada velador que le llevara una bicicleta por semana, ese era Pancho<br />

Silva.<br />

¿Robadas?<br />

Sí, robadas, cada pelado se las llevaba en aquel tiempo (a Fco. Silva) y decían “Pancho<br />

tiene las bicicletas que se roban los veladores”. El que proporciona el dato del robo es el<br />

velador; el velador de la casa te dice por dónde entres, por dónde te vas, dónde están las<br />

joyas, así saqué muchos robos, como el de las guayaberas que le robaron a un vista de la<br />

aduana, a ver “tráete al velador” quihubo, “me vas a decir dónde están”, al ratito ahí están<br />

las guayaberas. Hay detallitos, esas cositas si se pelaban ni modo, tú sabes, yo te hablo de<br />

cosas grandes, de cosas chicas ahí escondían pistola y dinero (sic).<br />

40


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

Antonio García Rojas se distinguió por ser un hombre que erigió numerosas aulas en las<br />

escuelas del estado, planeó y urbanizó la colonia Petrolera, edificó los edificios de la<br />

Primaria, Secundaria y Preparatoria en la colonia Escandón, o sea, la Petrolera, también se<br />

erigió el Cinema 70, las oficinas del sindicato, y muchas obras más, sin olvidar el Casino<br />

Petrolero. Justo es reconocer su labor.<br />

De esa parte de la Petrolera, ahí el que manejaba eso era García Rojas.<br />

¿Tenías amistad? o chocaste políticamente con García Rojas.<br />

Tuve amistad hasta cierto punto, cuando me di cuenta que él quería abusar, por ejemplo, el<br />

día primero de enero (cuando tomó posesión), se presentó con su gente en la presidencia,<br />

exigiendo doscientas credenciales que quería que le diera yo para su gente, “oye, párate, no,<br />

le dije”.<br />

¿Credenciales de qué?<br />

Credenciales de policía.<br />

¿Credenciales para extorsionar?<br />

Credenciales para portar arma, le dije “no, perdóname, ni una”, y de ahí comenzó el<br />

“pique” conmigo, entonces para poderlo yo dominar me puse de acuerdo con (Jesús) Reyes<br />

Heroles que era el director de Petróleos (Mexicanos) y que lo manejaba Ramiro (Garza<br />

Cantú) como él quería y con “La Quina” también, oye le dije: Este cabrón, ya venía y te<br />

pedía a huevo, pues acaso ¿eres gallina, o qué?, quiero esto y esto. Nada. Metes a éste y me<br />

pones a este otro de policía. “Pues no, perdóname, nada de nada, nada de policía”. Yo no<br />

les nombré ni una sola persona de los petroleros, y peleé con García Rojas, y lo corrí de<br />

Reynosa.<br />

Se cuenta una ingeniosa anécdota de la época cuando vino Martínez Domínguez, (Alfonso,<br />

presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, a<br />

recoger impresiones acerca de la presencia de los precandidatos a la gubernatura del estado<br />

de Tamaulipas en 1968) al Estadio López Mateos que estaba lleno de petroleros, porque<br />

García Rojas aspiraba a ser gobernador del estado y ¿cómo te trataron cuando te<br />

mencionaron?.<br />

¿Para cambio de gobernador?<br />

Sí, cuando se destapó a Manuel Ravizé.<br />

Para cambio de gobernador, ¿quién fue?<br />

Alfonso Martínez Domínguez.<br />

Martínez Domínguez era muy amigo mío y él venía para sacar al candidato para<br />

gobernador de Tamaulipas, la rechifla fue aquí en el Parque, porque los petroleros<br />

organizan muy bien sus mítines, a su gente, para seguir poniendo unos aquí y otros allá. Yo<br />

los apreté mucho a los cabrones, y al mismo García Rojas, que era ya senador de la<br />

República.<br />

Dicen tus amigos que le comentaste al gobernador Balboa ante la silbatina imperante:<br />

“¿Cómo ve el ambiente para una relección?”<br />

Es puro cuento.<br />

Andrés Guerra Guillén entregaba a la tesorería municipal las participaciones que te<br />

correspondían de parte del estado ¿tuviste dificultades con él?<br />

Bueno, don Andrés Guerra era una gente muy honrada, muy decente, pero para manejar la<br />

Oficina Fiscal (del Estado), era lo peor del mundo, no sabía ni tenía tacto para cobrar, y se<br />

iba en puro y esto y lo otro y entonces las participaciones de nosotros iban para abajo, no<br />

nos daba nada porque Balboa y él eran como hermanos y decían “no, es que aquí el<br />

41


Cesar H. Isassi Cantú<br />

gobernador manda, y bla, bla, bla”, yo le contestaba “dame lo mío, yo tengo mucho qué<br />

hacer”. Verdad, entonces con él tuvimos muchos problemas, fue un hombre polémico.<br />

¿Era el consentido de Balboa?<br />

Sí, era el consentido de Balboa, entonces yo lo que hice, fue pasarme arriba y no tratar con<br />

el gobernador, sino tratar con (Emilio) Martínez Manautou que era enemigo del<br />

gobernador, porque cuando quisieron ser candidato a gobernador los dos, ganó Balboa y el<br />

doctor no, perdiendo Martínez Manautou. Ganó Díaz Ordaz la elección y aquél “perdido”<br />

se acomodó allí. Díaz Ordaz lo elevó a secretario de la Presidencia. Esto es más que<br />

gobernante. El gobernador Balboa para conseguir maestros venía conmigo, yo era el que le<br />

conseguía los maestros para el Estado, así que yo estaba muy bien con (Emilio Martínez)<br />

Manautou.<br />

¿Qué maestros les conseguías, maestros de qué área?<br />

Profesores, profesorado, por ejemplo, la Secretaría de Educación le niega a un estado<br />

maestros, y no le manda ni presupuesto ni maestros. Yo en eso intervine.<br />

Platica de la amistad con Rafael Sierra de la Garza, tan recordado amigo.<br />

Bueno, Sierra de la Garza cuando entró a la presidencia cambió totalmente de como era con<br />

nosotros, y comenzó a castigar mucho a Reynaldo, entonces yo ya estaba en Campeche<br />

como jefe de Hacienda y tuve que venir varias veces a conversar en forma, porque aquel<br />

(Reynaldo) me dijo “oye, este señor (Sierra de la Garza) está totalmente en contra de<br />

nosotros”. Y se nos volteó, pensando que eso (la presidencia) era una cosa… cómo decirte,<br />

única, que era propiedad particular; y metió de inspector de policía a Andrés Salinas, que<br />

era un muchacho que manejaba los retenes en aquel tiempo y nos fuimos a la mala<br />

nosotros, “oye –le dije-, ¿Andrés de inspector de policía?, no tiene experiencia este cabrón,<br />

¿cómo es posible que lo metas como jefe de la policía?”, hasta que se convenció que lo que<br />

yo le decía era cierto. Y así caminó Andrés.<br />

Rodolfo, tú y Rafael vivían discutiendo por vaciladas, pero en el fondo se querían bastante,<br />

¿verdad?<br />

Mucho, y yo se lo demostré al salir (Sierra), es que tuvo un problema muy serio, me fue a<br />

ver el día primero, ya era Meme el presidente municipal, lo platicamos y se arregló el<br />

problema. (Sierra de la Garza le entregó la alcaldía a Manuel Garza González el 31 de<br />

diciembre de 1971). Hicimos una amistad muy fuerte Rafael y yo, nos quisimos mucho, lo<br />

malo que al entrar él, los chismes de la gente, esto y lo otro, tuvimos problemas, pero al<br />

salir, él reconoció y fue a mi casa, lo que me dio mucho gusto recibirlo en tu casa que es la<br />

mía.<br />

Se asevera que siempre has gozado mucho con el cuento de que en tu rancho llamado “El<br />

Puerto” está colocado el kiosco de Reynosa, el que dicen que te robaste, lo cual pues no es<br />

cierto, el kiosco cuando eras alcalde -con consentimiento de la Secretaría del Patrimonio<br />

Nacional-, se mandó a Reynosa Díaz, para colocarlo en la placita del poblado, pero no se<br />

pudo construir, se quedó en la bodega que antes fue cinema y hace cuatro o cinco años lo<br />

descubrieron (1999), pero también comentan que las bancas las llevaste a tu rancho “El<br />

Puerto”. ¿Cómo ves esa conseja popular?<br />

Mira, esa fue una historia de Meme (Manuel Garza González), aunque yo lo ayudé<br />

muchísimo, porque cuando yo llegué a la Presidencia, a Meme ni el “Yorgo” (Jorge<br />

Orfanos) le fiaba un café y me hablaron y yo lo metí conmigo, hasta al PRI lo llevamos,<br />

acuérdate, y eso fue cuando Jacobo Zabludovsky comenzaba a decir de las cosas históricas,<br />

él consiguió una persona de aquí que hablara y que dijera que yo me había llevado el<br />

kiosco, era una mujer. Supuestamente la hermana.<br />

42


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

¿Quién se suponía que era imitando la voz de la hermana? ¿De quién?<br />

De Nachita, Julieta Ignacia, hermana de “Los Chupas”, tú sabes que el kiosco era<br />

demasiado sencillo, yo llegué y lo primero que arreglamos fue la plaza principal porque era<br />

una basca.<br />

La arregló la Junta Federal de Mejoras Materiales.<br />

Sí.<br />

¿Y por qué vender el local de los Bomberos en el mercado Zaragoza?, que dejó Cruz<br />

Contreras como terreno municipal cuando transfirió a los locatarios el parían o mercado<br />

donde estuvo la biblioteca que se llamó Plutarco Elías Calles, después se convirtió en<br />

Cuartel de Bomberos, Cruz Contreras traspasa el mercado y a ti te toca de todo el mercado<br />

vender el último predio que quedaba como patrimonio del municipio, el Cuartel de<br />

Bomberos ¿por qué venderlo?<br />

Había una casona grande ahí que era la biblioteca, entonces ahí la hacían de Cuartel de<br />

Bomberos, pero era un nido de rateros, el “Güero Colorado” aquel que estaba en el puente,<br />

tenía ahí una maquinita.<br />

¿Una maquinita de qué?<br />

Una maquinita chiquita, que era como una motocicleta, que era para bombear agua, pero de<br />

ninguna manera era una máquina apaga-fuegos. Entonces, cuando vende Cruz Contreras,<br />

echan todo lo que tenían los bomberos para afuera, entonces fue lo primero que hice yo, un<br />

Cuartel de Bomberos.<br />

En el boulevard Hidalgo, entonces ¿se vende el local para construir otro?<br />

Se le vendió el local ahí a un señor, la Peluquería Solano estaba por ahí a la entrada, ¿te<br />

acuerdas?, y le vendieron ese local no sé a quién y las cosas que estaban ahí las aventaron<br />

para afuera, cuando yo llegué estaban ahí los motores.<br />

Me refiero a que lo vendiste ¿para qué? ¿Sirve el pago acaso para construir otro Cuartel de<br />

Bomberos?<br />

Cruz Contreras lo vendió para echarse el dinero a la bolsa, yo donde construí los bomberos<br />

(el cuartel), en donde están ahora, a un costado de la iglesia San Pío, el primero o sea donde<br />

está ahí la gasolinera de Solano. Bueno, yo construí y le quité una muy buena participación<br />

a Reyes Heroles, director de Petróleos Mexicanos, quien nos ayudó –existe la placa<br />

todavía-, ese fue el primero; el segundo cuartel lo construí allá, el grande, con participación<br />

de los Leones (Club), pero él vendió (Cruz Contreras) para quedarse con el dinero.<br />

¿Construiste el nuevo Cuartel de Bomberos, frente a un centro comercial, por el boulevard<br />

Morelos, en terrenos de Gómez Lira?<br />

Enfrente era un terreno de una escuela y luego lo encerró Gómez Lira, quien peleó mucho<br />

ahí con los maestros y total, se quedó con la mitad.<br />

¿Por qué los ex alcaldes tienen terrenos tan grandes, enormes?<br />

Bueno, depende del temperamento de la persona, ¿verdad?<br />

Explícate, por favor.<br />

Mira, yo el terreno más grande que tengo fueron labores de mi papá o de nosotros allá en la<br />

orilla, que es el que está enfrente del parque (López Mateos), una laborcita vieja de papá y<br />

de mi tío Juan Garza Cárdenas, abuelo de Ramiro, allí fue donde comenzó Ramiro (Garza<br />

Cantú) el fraccionamiento (Las Fuentes), a mí me dio Ramiro la mitad y él la otra mitad; lo<br />

tengo escriturado con Ramiro.<br />

A pesar de tu enemistad con Balboa, hay algo que se comenta y que quiero preguntarte, tu<br />

relación con el Gobierno del Estado, porque se aprueba por decreto vender los derechos<br />

de vía del boulevard Hidalgo y el boulevard Morelos, ¿te tocó a ti en tu administración?<br />

43


Cesar H. Isassi Cantú<br />

¿Cómo lograste que el gobernador aprobara esa venta de esos derechos de vía, aun estando<br />

las calles tan angostas?<br />

¿El derecho de vía de aquí de la estación?<br />

No, del boulevard Hidalgo y boulevard Morelos.<br />

Bueno, del boulevard Hidalgo, yo cuando llegué ya lo habían vendido, en el tiempo de<br />

Treviño Zapata vendieron todos los acotamientos del frente, y fue Cruz Contreras.<br />

¿Y no te tocó a ti vender?<br />

No, ni ajustar, ni nada.<br />

¿Cómo crees que la historia te va a juzgar, Rodolfo?<br />

El juicio de la historia ¿a mí?<br />

A ti, ¿qué esperarías?<br />

Pues yo espero pasar una vida tranquila, pues traté de hacer las cosas bien y hasta ahorita<br />

no tengo un solo enemigo de haber hecho alguna cosa mal con él, tengo envidiosos, que es<br />

otra cosa, pero algo malo que yo haya hecho, no.<br />

¿Qué edad tienes?<br />

83 años. (1920-2003).<br />

¿Fumas mucho?<br />

Pero no le doy el golpe, ni tengo nervios, ni soy nervioso tampoco, pero de repente agarro<br />

el cigarro y estoy fumando.<br />

Aquí en esta oficina no se fumaba desde hace siete años, pero siendo tú, se te permite. Te<br />

mantienes en forma ¿cómo has logrado cumplir esos años y estar sano, fuerte, lúcido,<br />

emprendedor, animado?<br />

Pues mira, yo considero que es el trabajo, nada más el trabajo, yo todos los días me levanto<br />

a las cuatro de la mañana, toda la vida lo hice.<br />

¿Y te acuestas?<br />

A las diez de la noche o nueve y media.<br />

¿Duermes cuatro horas?<br />

Duermo cuatro o cinco horas, no puedo dormir más, por mi trabajo que tuve de camionero,<br />

y esto y lo otro, tenía que andar siempre activo.<br />

¿Y qué haces, cómo es la rutina de tu vida?<br />

Me levanto a las cuatro de la mañana, me bebo un café y me voy al rancho, ahorita ya<br />

tengo una bola de inversiones y cosas allá en el rancho, estoy haciendo un zoológico, tengo<br />

un Recreativo, tengo carreras de caballos, tengo un montón de cosas, me ocupo todo el día<br />

en eso.<br />

Sí, todos los que te conocemos sabemos que eres un hombre emprendedor, y gozas de una<br />

gran fortaleza, aun departiendo no te afecta en nada absolutamente la bebida.<br />

Pues fíjate que sí, me siento muy a gusto, nunca tengo chofer, no necesito chofer, camino<br />

muy bien, me trabaja bien el coco, no tengo ahorita como te diré, lagunas, ni borracheras,<br />

nada.<br />

Hace rato mencionabas que le dijiste al gobernador que tu también los tenías muy bien<br />

puestos, se comenta de una pelea que tuviste con don David Sada.<br />

¿Con quién?<br />

Con don David Sada.<br />

Ah, sí, bueno, con él nada más nos dimos unos golpes y empujones, nos dimos porque él<br />

traía pistola; la cosa fue así, entrando en la gasolinera iba Cruz Contreras conmigo, íbamos<br />

a ver a unas a Comales.<br />

¿A quién iban a ver a Comales?<br />

44


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

A unas chamacas allá a la Presa Marte R. Gómez cuando comenzaba, yo era jefe de<br />

Tránsito y Rogelio Garza era el subjefe, el papá de Laura Alicia Garza Galindo -del<br />

Senado de la República-, y resulta que a David lo tenía don Alejandro en el Agua, o sea, lo<br />

que pudiera ser la Junta de Aguas, y estaba muy crecido y vivía con su pistola por fuera y<br />

ahí cargaba gasolina el Ayuntamiento, en la gasolinerita de él; y llegamos aquél (Contreras)<br />

y yo, éste (David) había chocado y no le había dado el derecho Rogelio, porque no lo tenía<br />

y me vio a mí y se vino encima, pero así ya con la pistola en la mano diciendo: “es que<br />

Rogelio Garza, etc... pero yo tenía la razón y además, yo soy funcionario”. Oye –le<br />

contesté-, pues yo no sé nada cómo estuvo tu problema, de qué me hablas, “no, pero tú<br />

también te vas” y entonces me dio mucho coraje y abrí la puerta y lo de siempre, la pistola<br />

se fue a rodar y nosotros ya nos fuimos.<br />

Las generaciones actuales, ¿qué tan diferentes son en modales a la que te tocó vivir en tu<br />

juventud?<br />

Sí, hay mucha diferencia hombre, muchísima.<br />

¿Como qué?<br />

Pues en aquel tiempo éramos gente de más vergüenza, de todo, no éramos groseros con los<br />

grandes (adultos), no nos gustaban los vicios, yo llegué a tomar un jaibol hasta los 35 años,<br />

no les faltábamos el respeto a los mayores, ahorita todo mundo está borracho, hombres y<br />

mujeres y la chingada, el problema es serio, a las chamacas ya no las respetan los pelados,<br />

“vamos a bailar” y van y la sacan de un tirón, ya no las invitan como en aquel tiempo.<br />

O las chamacas sacan a los muchachos. ¿Te recuerdas de algo que en tu juventud te<br />

impactó?<br />

Pues tengo muchas anécdotas que contarte, bien porque la vida es muy larga, pero vamos<br />

dejándolo para otra vez para darme una preparadona y apuntar algo que hemos ido<br />

brincando, verdad, ahorita yo traigo poco tiempo y tú también; lo dejamos pendiente,<br />

componle ahí lo que te falte que le busquemos.<br />

Agradezco mucho tu plática, esta grabación es para publicarla, ¿me autorizas su<br />

publicación?<br />

Yo lo autorizo que la use en donde usted quiera, y si quiere usted saber cómo fue que<br />

sacamos de aquí a García Rojas, yo estoy dispuesto a darle toda la información.<br />

Si es ahorita ¿por qué no?, en este momento.<br />

García Rojas al llegar yo de presidente municipal aquí, él quería credenciales para toda su<br />

gente, para portar pistola y cometer abusos por todos lados y que le metiera regidores y<br />

síndicos y todo, y propiciaba que el presidente municipal no mandara, y yo no le metí a<br />

ninguno, me puse de acuerdo con Reyes Heroles, con “La Quina” y con Martínez<br />

Manautou y fue como lo sacamos.<br />

Muchas gracias don Rodolfo, que esté muy bien.<br />

Nos vemos.<br />

¿Te trajo tu chofer?<br />

Sí mira, te la presento, es una mujer, me lleva a todos lados.<br />

* El régimen constitucional del gobierno del estado de seis años no coincidía por trienios<br />

con el término constitucional de los ayuntamientos del estado. Debido a los diversos<br />

problemas presentados como en esa ocasión en que un gobernador recibe el gobierno del<br />

estado con el total de los alcaldes que van a finalizar su período como último año, teniendo<br />

que convivir políticamente con presidentes electos por el gobernante que concluyó su<br />

45


Cesar H. Isassi Cantú<br />

período. Ejemplo: Período del gobernador 2000 a 5 de febrero de 2005, período de<br />

presidente municipal 1999-2001 y 2002 a 2004.<br />

46


político.<br />

Introducción.<br />

<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

ENTREVISTA AL SR. ING. RAFAEL SIERRA <strong>DE</strong> LA GARZA<br />

22 <strong>DE</strong> JULIO <strong>DE</strong> 1997<br />

El sentido común es un atributo mal visto en un<br />

En el año de 1970, al pronunciarse un discurso político en cualquier circunstancia, era<br />

costumbre inveterada mencionar al presidente de México, al gobernador de la entidad y sin<br />

falta al alcalde, así fuese una iniciación de clases escolares o una arenga al equipo de fútbol<br />

de una escuela pública. Si el orador no los aludía, era muy probable recibiera un serio<br />

extrañamiento consistente en enlistarlo como disidente y marginarlo como orador de actos<br />

oficiales.<br />

Este ambiente prevalecía cuando tomé posesión del Comité Municipal de Partido<br />

Revolucionario Institucional el 12 de octubre de 1968. Año crucial en la vida social<br />

mexicana.<br />

Los días posteriores fueron de incertidumbre en política nacional; aquí también, a pesar de<br />

haber “línea” por Ernesto Gómez Lira, viable aspirante favorecido con la designación. A<br />

mí no me pasaba, no la persona -con quien siempre guardé una sana amistad de respeto-, si<br />

no el procedimiento establecido para que éste fuera el beneficiado con la designación.<br />

Continuamente celebraba reuniones en su casa y en la misma celebró en noviembre su<br />

cumpleaños, festejándose con lideresas, amigos y miembros de los seccionales de colonias<br />

populosas.<br />

Por ahí andaba el médico Hugo Garza Ruiz, cuñado del ungido con la anuencia y apoyo<br />

del próximo gobernador Ravizé, que le tenía en alta estima y basta saber que le pidió al<br />

presidente nacional del partido solamente un único precandidato en el estado y éste era<br />

Ernesto, quien con esta bendición se convertía en el más viable, dejando en el aire a los<br />

demás prospectos. En cuanto saludamos a Ernesto, nos pasó a Hugo y a mí a la sala oficina<br />

de su casa, fue el único día que lo visité atendiendo la recomendación del delegado, quien<br />

haciéndose eco del reclamo de Ernesto me insinuaba que como presidente del partido debía<br />

visitarlo. Yo le hacía ver –a pesar de mi poca experiencia política- de que si me convertía<br />

47


Cesar H. Isassi Cantú<br />

en miembro del equipo de Ernesto y si no llegaba –como no llegó-, cavaría suavemente en<br />

forma prematura mi tumba política, y yo deseaba un camino fructífero con aciertos.<br />

Los días transcurrieron y sucedió lo inevitable, Ernesto cayó y se dio vuelta a la página,<br />

de momento. Ernesto es muy sagaz y a la postre logró su anhelo de ser alcalde en dos<br />

ocasiones, podemos decir que por méritos propios, según sus métodos, su astucia y saber<br />

como aprovechar el mal momento de la cosa pública en su beneficio.<br />

En este ambiente conocí al Ing. Rafael Sierra de la Garza, ahí nació una sólida amistad<br />

de respeto. En el transcurso de los años haciéndonos menos jóvenes, platicamos de la<br />

conveniencia de dejar un testimonio de su intervención en la cosa pública durante su<br />

período de alcalde. Al fin, temprano una mañana se dio la circunstancia de encontrarnos un<br />

22 de julio de 1997 y le grabé una pequeña conversación sobre los enredijos políticos, no lo<br />

extensa que yo hubiera deseado, pero de nada a esto, preferible esto, unas páginas<br />

reveladoras.<br />

Durante varias ocasiones platicamos del pasado en que ambos intervenimos, él en la<br />

cosa pública, yo en la política, él en la alcaldía, yo en la presidencia del Partido.<br />

El día de la fecha mencionada anteriormente, se presentó de improviso en mi notaría y<br />

alzando la voz como es su costumbre, me informó de que planeó visitarme y no lo olvidó,<br />

lo que es ganancia, expresa con agudo sentido del humor. Se sienta cómodo manifestando<br />

sentirse cabalmente en confianza en mi compañía y me advierte con palabras apresuradas<br />

en su tono nasal, tener un compromiso establecido a la una de la tarde y si aún no<br />

concluye la entrevista, él me dejará, así le insista. Entonces, ganémosle tiempo al tiempo y<br />

procedamos a grabar de inmediato, así que prendí la grabadora. Hicimos puntualizaciones<br />

sobre la actividad política en Reynosa y su desempeño como alcalde de Reynosa en los<br />

años 1969-1971, trienio que le tocó en suerte dirigir los destinos de la ciudad.<br />

Una vez iniciada la grabación que más adelante daré a conocer –antes-, permítaseme<br />

expresar unos comentarios al desempeño político del ex alcalde Sierra de la Garza en su<br />

actividad pública de algunos pasajes conocidos de sobra, pero que se perderán si no se<br />

trasladan a la letra impresa.<br />

Apreciaciones personales.<br />

El Ing. Sierra durante la campaña y su período constitucional fue asimilando el<br />

torbellino del tráfago diario en el que todo es alabanza y hasta las miradas halagan, las<br />

voces de los interlocutores se vuelven amables, se ríen éstos de cualquier ocurrencia del<br />

ungido como candidato a la Presidencia Municipal de Reynosa -sin contar la docena de<br />

jóvenes y mujeres que se acercan al candidato-, vaya usted a saber con qué peregrinas<br />

intenciones. Y las dosis de halagos que nadie repele y tolera de buen agrado, pues es<br />

48


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

preferible que digan que el candidato es un hombre de sólidos principios y no un tal por<br />

cual. Naturalmente, nadie resiste una dosis de halagos suministrada ingeniosamente ante<br />

una gran concurrencia.<br />

Promesa chispeante<br />

Recuerdo que el mitin de los petroleros de la Sección 36 del STPRM que ofrecieron con<br />

José Ulloa Castellón a la cabeza, como dirigente de la CTM y la presencia del líder<br />

petrolero indiscutible, senador Antonio García Rojas, quienes presidieron el acto, sus<br />

oradores coincidieron en alabar la conducta honesta que el candidato había observado a<br />

través de su vida, que era de trabajo y tenacidad. Aparte de ser cierto –repito-, es muy<br />

agradable escucharlo en diversos tonos de lisonja, y máxime cuando una multitud eufórica<br />

está aplaudiendo y gritando el nombre del candidato repetidas veces, coreando las palabras<br />

de los oradores, doblan a cualquiera. Tanto fue así el contagio de todos los asistentes al<br />

mitin que se convirtió en fiesta cívica, siendo su estrella principal el novel político, que en<br />

el uso de la palabra dijera que en su administración prevalecería la honradez, “no<br />

llevándose de la administración municipal ni un calcetín”, así, de ese tamaño. Son cosas<br />

que se piensan, pero no se dicen, mucho menos en estas circunstancias. Pero el ambiente<br />

contagió a quien era ecuánime, sagaz e inteligente. El día once de abril del año 2005,<br />

publica la prensa local lo que le aconteció al avezado político, luchador de mil batallas -<br />

como lo es Andrés Manuel López Obrador-, en una conferencia matinal el día de ayer<br />

refiriéndose a su honestidad, le dijo a los reporteros, “que de la administración pública no<br />

pensaba llevarse ni unos chocolates”.<br />

En ambas situaciones, la ciudadanía recibe con gusto estas palabras tan llenas de<br />

sensibilidad, cuando se refiere a la ansiada honestidad de funcionarios tan escasa hoy en<br />

día.<br />

Menudo problemón.<br />

Por haber regalado un refrigerador al señor Francisco Juaristi de la Prensa de Reynosa,<br />

fue anatematizado a ocho columnas en un periódico: “Sierra de la Garza, Traidor a la<br />

Patria”. Pagó caro la insolencia de ser amigo de sus amigos, y corto con sus conocidos. El<br />

tiempo pone las cosas en su lugar y aparentemente se madura con las ofensas, pero muy<br />

adentro, no sé en qué lugar del cuerpo se anidan las animadversiones porque ésta no se<br />

olvidó, se perdonan, sí, pero no se olvidan, me dijera con gesto adusto.<br />

A raíz de ese grave calificativo se desató una campaña periodística terrible. Todos los<br />

días “pretendían herirlo de muerte” para que renunciara a su cargo en la Secretaría de<br />

49


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Recursos Hidráulicos. Con una lucha estoica soportó el ramalazo de insultos y<br />

descalificativos. En esas circunstancias, fue oportuna la intervención del secretario de<br />

Recursos, que era Juan Manuel Hernández Terán, quien por ser su amigo y compañero de<br />

trabajo, le advirtió que arreglase asunto tan escandaloso, que ya había llegado a las altas<br />

esferas políticas del país en la Ciudad de México, D. F., a lo que contestó Sierra, que el<br />

pleito no valía un centavo puesto que él no se dejaba chantajear.<br />

“No”, le respondió el Ministro, “no es que quieras o no quieras, si no lo haces y paras<br />

esa bronca, te meterás en un grave, éste si, grave problema, Gobernación se prepara ya para<br />

actuar en tu perjuicio, así es que arregla el asunto”.<br />

No hubo más remedio que hacerle caso y transar.<br />

Los amigos comunes sirvieron de puente para allanar el camino a la concordia.<br />

Como intermediario, José Cruz Contreras Gamboa, en su edificio del Hotel Casa de<br />

Palmas, en el bar privado, se dio el apretón de manos y el abrazo de Acatempan.<br />

Refiriendo el afectado, que resultó que trasladó la deuda de cien mil pesos a diez<br />

mensualidades de diez mil pesos incluyendo dicha entrega, la publicidad de avisos que<br />

hacía la Secretaría de Recursos Hidráulicos.<br />

Mono del retrato o retrato mono..<br />

Cuando el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional<br />

preparaba la visita del candidato a la Presidencia de la República, Lic. Luis Echeverría<br />

Álvarez, en unión del gobernador del estado de Tamaulipas y del presidente municipal de<br />

Reynosa, acordaron el trayecto, tiempos, hoteles, comidas y todo lo relacionado con un<br />

mitin en el que en ese tiempo se involucraban todas las organizaciones activas de comercio,<br />

industria, educación, deporte y hasta la sociedad civil participaba en tan fausto<br />

acontecimiento, convirtiéndose en una manifestación cívica imponente. No faltaron los<br />

altavoces, las mantas alusivas al acto, las banderas, estandartes, las bandas de música, los<br />

sindicatos, los campesinos, los estudiantes, los profesionistas, un gran templete, desde<br />

donde se dirigiría a la muchedumbre el candidato.<br />

En ese tiempo, Salvador Gámez, joven pintor que hacía su vida en Reynosa, me pidió<br />

pintar la imagen de Echeverría, retrato que presidiría la ceremonia del mitin, por estar en la<br />

parte más alta y visible desde todos los lados de la plaza. Consultado con el Ing. Sierra,<br />

informándole de la calidad artística de nuestro pintor reynosense, aceptó de buena gana y<br />

dispusimos que pintara a Echeverría.<br />

Es obvio decir que la publicidad, antes y ahora, sobre todo cuando se publicita el rostro<br />

del candidato, éste es de lo más sereno, sonriente, en fin, guapo para decirlo en una sola<br />

palabra.<br />

50


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

El retrato que pintó Gámez de la efigie de Echeverría era de un gesto adusto, enojado,<br />

bastante duro. De eso nos dimos cuenta inmediatamente. Cambiarlo por nuestra parte<br />

hubiera sido incurrir en coartarle la libertad a un artista, así es que el retrato nada agradable<br />

se quedó en su pedestal de tubos de acero.<br />

Solidaridad para no parecer mentecato ignorante.<br />

Llegó el senador del estado de Morelos, Diódoro Rivera Uribe, como delegado en<br />

Tamaulipas del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, y habiéndome advertido desde Ciudad<br />

Victoria que había escuchado rumores del ya famoso y controvertido retrato en que se<br />

había convertido la efigie de Echeverría en Reynosa, comentado y cocinado el asunto con<br />

el Ing. Sierra, le dimos al senador el tratamiento adecuado. Una vez que llegó, esperábamos<br />

la pregunta consabida: ¿Dónde está el retrato? “En la plaza donde se desarrollará el mitin”,<br />

oyó por respuesta. -Como acordamos- iniciamos un diálogo sobre las técnicas de los<br />

grandes muralistas mexicanos que el joven Gámez, pintor del rostro de Echeverría, había<br />

abrevado y que el retrato reflejaba la fuerza del precandidato; que sólo los ignorantes de los<br />

excelsos pintores mexicanos, negarían valor al multicitado retrato de Echeverría. Viéndolo,<br />

el senador Rivera puso cara de estar confundido ante aquella pintura que tenía un rostro<br />

agrio, duro y nada “bonito”, como era el busto predominante.<br />

Arrasar sin miramientos el incipiente arte local.<br />

Comunicó al Partido y a Gobernación de la ciudad capital: “que el retrato se quedaría,<br />

que los defectos se compensaban por ser, en todo caso, una obra de arte”. Quizás, la<br />

expresión tan descriptiva “tan sólo un ignorante no entiende de pintura”, le calaba hondo al<br />

delegado, pero el gusto no duró un día más, cuando llegó la avanzada de las Guardias del<br />

Estado Mayor Presidencial, ordenaron quitarlo, colocando en su lugar -ante el regocijo de<br />

los pintores de brocha gorda y retratistas-, un afable, joven y guapo Echeverría.<br />

En lo que estuvimos de acuerdo el Ing. Sierra y yo, era que el pintor Gámez en su retrato<br />

malogrado, había sabido escudriñar el futuro, pintando a un hosco Echeverría que en su<br />

fuero interno era como lo ha demostrado el tiempo, un ser enérgico que no se tentaba el<br />

corazón para ordenar acabar con manifestaciones como la matanza del 10 de junio de<br />

1971, emparentada con la matanza de Tlatelolco de 1968, en que murieron infinidad de<br />

estudiantes y civiles, hombres y mujeres, como se ha documentado en el proceso que se le<br />

sigue por crímenes de lesa humanidad.<br />

Panza llena, corazón contento.<br />

51


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Ambos, universitarios, analizábamos las etapas por las que pasaba el país, no nos<br />

dejábamos confundir por la propaganda gubernamental. Y en parte era contestatario del<br />

régimen, sobre todo contra un delegado del partido que estando entre nosotros le daba por<br />

comer en el desparecido “U.S. Bar”, los mejores filetes y embotarse con whiskis de calidad<br />

y adoptar posiciones retrógradas y reaccionarias, desde una mesa de comedor en los<br />

restaurantes lanzando pestes y diatribas sin sustento contra estudiantes que dieron el pecho<br />

por su verdad. Eso se lo hice notar al delegado Juan José Guevara López, de Victoria,<br />

Tamps., quien enfurecido me retó a debatir tema tan candente y aceptando el reto, le<br />

increpé su baja calidad humana. Lógico, montó en cólera. Ni modo, era la lucha de<br />

generaciones, la juventud que se expresaba y el hombre acabado sin argumentos. Intervino<br />

una voz prudente, la del Ing. Sierra, quien me conminó a ser más ecuánime ante un<br />

representante -aceptado como anquilosado- del PRI, del pasado más ingrato. Me invitaba<br />

el delegado a analizar el movimiento del 68 en el seno del Partido, a lo cual le respondí que<br />

aceptaba, que no fuera a recular en su posición, y fijara la fecha. Al parecer lo olvidó. No<br />

volvió a tocar el tema.<br />

Una buena dosis de prudencia.<br />

Comprendí el mensaje de Rafael Sierra y opté por ignorar a tamaño despotricador -que<br />

se embotaba el estómago de comida y de alcohol la cabeza fumando un puro acompañado<br />

de coñac, sin costarle un centavo-, quien venía a decir a las nuevas generaciones, que ellos<br />

–los viejos-, tenían razón de ser como eran. Genuinos representantes opresores de un<br />

régimen corrupto, como lo eran-, teniendo la cabeza llena de humo, ya fueran delegados o<br />

ejercieran puestos burocráticos con cargo al erario, y sumamente deshonestos, corruptos<br />

cabales, tan pronto enderezaban como volteaban una elección.<br />

Magos electorales<br />

Antes eran los “reventadores de casillas”, ahora le llaman “ingeniería electoral”, sus<br />

mejores representantes lo son entre otros el ingeniero Carlos Nuño Robles, Manuel Garza<br />

González “El Meme” y Albino Chapa, como los mejores en su encomienda.<br />

Otros que emplean refinados métodos contrarios a los burdos robos de ánforas,<br />

acarreados, usando ahora sofisticados métodos de falsificación de actas, cohecho a<br />

funcionarios, comprándoles la iniciativa para enmarañar la elección.<br />

“Ratón, los tamaleados…”<br />

Total, más de lo mismo a disposición de los candidatos que les urjan manos expertas en el<br />

desarrollo de una elección. ¿Cuánto tienes y cuánto das para garantizarte una elección?<br />

52


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

Eran los famosos “mapaches” lo que nos molestaba entre otras cosas a los que éramos<br />

jóvenes en esa etapa trascendental de vida del país, visualizábamos la cosa pública desde<br />

una perspectiva más abierta, más amplia, más democrática. Los argumentos que nos<br />

exponían, siendo del mismo partido chocaban con la realidad. Los jóvenes éramos de<br />

corriente contraria a los anquilosados y caducos representantes de la vieja guardia,<br />

corruptos, sin ideología, serviles, reventadores de elecciones, aduladores del presidente en<br />

turno. Deseábamos aire fresco, nueva estructura con ideología avanzada. Merecía el<br />

instituto político un cambio de dirigentes, con una visión más completa del panorama local<br />

y mundial.<br />

La vida desde la óptica juvenil.<br />

Yo tomé posesión del Partido el día 12 de octubre de 1968, a escasos diez días del<br />

fatídico 2 de octubre y habiendo estado ese día en el Comité Ejecutivo Nacional, me di<br />

cuenta de la tristeza y desazón de funcionarios allegados a Alfonso Martínez Domínguez,<br />

lamentando el alto costo que pagaría el Partido por una decisión torpe de Díaz Ordaz,<br />

Echeverría y el ejército.<br />

Al tomar posesión como presidente del PRI, vine a romper el esquema tradicional de que<br />

los presidentes del partido eran impuestos por los líderes locales o por decisión absoluta del<br />

mandatario en turno, ya fuera municipal o del estado, según interés que manifestaran.<br />

Además, contaba con título universitario. Siendo el primer abogado que llegaba a ese<br />

cargo. Esto y la magnífica relación que acrecenté con la prensa me hacían acreedor de<br />

apoyos de un sector abierto al conocimiento y al cambio, y puesto en tela de juicio hasta no<br />

probar lo contrario, por quienes se sentían dueños absolutos de la política de Reynosa.<br />

Además de contar con el apoyo del líder nacional Martínez Domínguez, Sierra de la Garza<br />

me tomó como un prospecto que debería estar a su lado, y me tendió su mano.<br />

Trabajaré, pero protestar por protestar ¿cómo?<br />

El día de la toma de posesión ante los tres sectores del Partido, Lauro Olivares Garza por<br />

el sector campesino, José Ulloa Castellón por los obreros y el Dr. Gregorio Perales de la<br />

Garza, por el sector popular e invitados, contando con la presencia de Manuel Garza<br />

González, que dejaba de ser presidente para aspirar a una diputación local y entre otros<br />

amigos, los licenciados en derecho: Miguel Valdés Revilla, Luciano Ibarra Pérez, Manuel<br />

González Garza, Luis Chapa Castañeda, tantos otros que no recuerdo, y los reporteros de<br />

prensa: Mario Castorena, del Tiempo; Juan Ramos Rodríguez, de La Prensa; Carlos Soto<br />

Barrientos, de Noticias, y Mauro Pérez Galindo, de El Mañana, quien dirigiéndose al<br />

presidente recién electo y que había propuesto un plan de acción muy claro, acorde con los<br />

53


Cesar H. Isassi Cantú<br />

tiempos de cambio y apertura. El reportero Mauro, lo trató como quien conoce a un joven<br />

amigo y le habla con suma confianza, en privado le preguntó: “Bueno chavo, ¿con cuántos<br />

votantes te vas a caer?”. El joven licenciado que sentía el calor de simpatía momentáneo de<br />

los presentes, sin dinero para darle, tomó como lección aquella frase para medir a cada cual<br />

en su justo medio. Yo me hacía a la idea de que cuando venían a pedirme lámparas, agua,<br />

drenaje, pavimento, pensaba “Bueno chavo, ¿con cuántos votos te vas a caer?”. Era el<br />

trueque de la necesidad por la sobrevivencia del Partido.<br />

Por esta razón fui cauto con los reporteros y di un trato amable y fino con la premisa de<br />

que buen compañerismo y noticias para publicar eran motivos para armonizar, y máxime<br />

una comida de vez en cuando, pues era muy cierto lo que Juan Ramos mencionaba, “que<br />

los reporteros o se mueren de hambre o se mueren de una hartada”. Me hice amigo de los<br />

reporteros de la prensa y todo marchó sobre rieles. Los periódicos me trataban bien y<br />

empecé a realizar mi labor en los seccionales.<br />

Espejito, espejito…<br />

Hablamos de la dosis de vanidad y ésta surtió efecto para construir el edificio del<br />

Partido.<br />

Yo había visto al Ing. Sierra soportar gotas dulces de alabanza a su persona en mítines y<br />

reuniones sobre todo cuando niños o ancianos hacían sus peticiones con una luz de<br />

esperanza en su tierna mirada. Pues si a un hombre tan duro de carácter “le cae el veinte”,<br />

lo emociona, a otros será igual, veremos; el constante trabajo con los seccionales me<br />

serviría para conquistar adeptos y lograr fines propuestos. Le había comunicado al Ing.<br />

Sierra de que en mi toma de posesión había ofrecido construir un edificio nuevo para el<br />

comité municipal. Hecho del conocimiento del alcalde mi deseo de edificar un buen espacio<br />

para las oficinas del Partido y gustándole la idea afirmó que me daría el terreno y que<br />

escogiera el predio adecuado. Nada de dinero. Si estaba disponible lo donaría el municipio<br />

con gusto, pero que chambeara duro para construir el proyecto. “Pero claro” -me dice-<br />

“contarás con mi simpatía y mi respaldo absoluto, solamente”. Al buen entendedor pocas<br />

palabras, hecho. Ya está la calabaza. Ya era ganancia no tener enemigos. Meme era quien<br />

se oponía a la edificación, así me lo manifestó el día de toma de posesión del gobernador<br />

Ravizé en Cd. Victoria.<br />

Utilizando el método de las dosis de reconocimiento y palabras amables pero ciertas, el<br />

día 18 de marzo de 1970, en un mitin celebrado en la plaza Niños Héroes –que todos<br />

conocíamos como la placita-, ante los líderes obreros y del máximo jerarca, el senador<br />

Antonio García Rojas, se celebraba un aniversario más de la Expropiación Petrolera. Muy<br />

cortés, según sus modales, don Antonio me comunicó que me invitaba a decir un discurso<br />

alusivo a la fecha cuando terminase el orador en turno. Puse en orden mis ideas y ante los<br />

54


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

aplausos halagadores de la multitud, procedí a lanzar mis gotas de envanecimiento, a lo que<br />

pronto cayeron los presentes, mencioné que eran dignos de imitarse los esfuerzos de los<br />

líderes presentes para tener una colonia como la Petrolera, el liderazgo indiscutible de su<br />

promotor García Rojas y repasé la historia del oro negro desde Lázaro Cárdenas y de los<br />

beneficios que había acarreado a Reynosa. Al término del discurso me felicitó el senador y<br />

el presidente Sierra, quien me dijo “te los echaste a la bolsa, te felicito”.<br />

Abuso de humildad, o pantalla.<br />

El alcalde seguía usando su viejo automóvil que no cambiaba por uno nuevo pagado por<br />

el ayuntamiento. Eran detalles varios que el Ing. Sierra hacía por economizar, no por pose,<br />

porque siempre es preferible la comodidad de un auto nuevo.<br />

Del parque nos íbamos a trasladar a la Presidencia Municipal, precisamente en el vetusto<br />

automóvil de Rafael. Ocho personas viajaban en él, el chofer y el ingeniero, Ulloa y Mario<br />

Jiménez, tesorero municipal iban adelante, atrás, el senador don Oscar Ochoa, alguien más<br />

que se me escapa su nombre y el de la voz. Ya lo recuerdo, era Rigoberto de la Viña<br />

Vamos a construir juntos. Y ¿quién le habló?<br />

En un momento determinado en el trayecto, me dijo el senador “señor licenciado, ya lo<br />

felicité por su magnífico discurso, estoy enterado de sus planes de construir el edificio del<br />

PRI, ¿qué le parece si ahora mismo le entrego cien mil pesos para que inicie la obra?”,<br />

“como usted guste señor senador”, fue mi respuesta, soñaba que el sueño se convertiría en<br />

realidad, cien mil pesos era aproximadamente casi la mitad del costo del edificio, el resto<br />

gracias a mi juventud inexperta e irresponsable lo edificaría con mi propio patrimonio<br />

tamaña empresa; como la de construir un edificio sin dinero como lo hice, pues el alcalde<br />

dada su escrupulosidad de manejar el dinero, saltó de su asiento, dirigiéndose a García<br />

Rojas, le dijo “esa cantidad de dinero se la darás mediante estimaciones semanales hasta<br />

terminar la obra”. Mentalmente calculó el senador que nos pagasen catorce mil pesos por<br />

semana hasta cubrir los cien mil pesos prometidos.<br />

Pues como el tigre.<br />

Pasados los años, en una conversación con el ex alcalde Rafael Sierra de la Garza, le<br />

pregunté cuál era la razón para desconfiar del equipo constructor, que era escrupuloso en<br />

las cuentas, para no prestarse a ningún comentario desagradable. “Créeme abogado, que no<br />

recuerdo esta estupidez, pues si lo dije, no era más que una tontería de mi parte, por lo que<br />

te pido disculpas aunque sea tardíamente”. Recapacité estas palabras, pues venían de un<br />

hombre adulto, sincero.<br />

55


Viendo el futuro<br />

Cesar H. Isassi Cantú<br />

El ingeniero cumplió su palabra cuando llamó al jefe de Bienes Municipales y le ordenó<br />

que me entregaran el terreno que yo quisiera para la construcción del edificio del Partido.<br />

Don Antonio entregó las partidas correspondientes, la Maderera y Ferretera Reynosa con<br />

Abdiel González y Juan F. Ríos Salinas y otros proveedores, me fiaron a mí y al arquitecto<br />

Rigoberto de la Cruz Herrera, cien mil pesos en materiales.<br />

Salimos airosos.<br />

En una visita a Reynosa realizada por el gobernador Manuel Ravizé, el Ing. Sierra de la<br />

Garza le dijo: “Manuel, éste es el licenciado Isassi, que construyó el edificio del Partido, tú<br />

participaste en este asunto, ordena el pago de las facturas pendientes”. Don Manuel se<br />

mostró renuente, pero la tenacidad de Sierra de la Garza y su poder de convencimiento,<br />

hizo al gobernador ordenar el pago de la deuda al jefe de la Oficina Fiscal que resultó ser<br />

mi buen amigo Romeo Flores Salinas, que ni tardo ni perezoso, conociendo lo intrincado y<br />

veleidoso de la política pagó a todos los proveedores de inmediato.<br />

La vejez se vive especial.<br />

“El Club de los 11”, está compuesto por socios de edad superior a los setenta años y<br />

cuyo lema –según afirma Gerardo Ballí-, es: “Ser viejo, ser rico, ser pinche”, del cual Sierra<br />

era socio fundador junto con Rodolfo Garza Cantú y Ernesto Gómez Lira, ambos<br />

compadres, ex presidentes municipales junto con él. Se cuenta que en cierta ocasión, en<br />

una comida del club, salió a relucir un terreno municipal que reclamaban sus compadres los<br />

ex alcaldes, “es mío”, decía uno “no, es mío”, argüía el otro, y no poniéndose de acuerdo<br />

sobre la propiedad del terreno en cuestión, a sugerencia de Héctor “Tolo” Martínez Sr.,<br />

nombraron al Ing. Sierra mediador en tan escabroso asunto. Con agilidad mental dio su<br />

juicio salomónico inmediatamente, afirmando: “El terreno es de Rodolfo, porque él se lo<br />

robó primero”. Festejaron tamaña ocurrencia, ya que había razón de por medio, si había un<br />

terreno municipal sin dueño, era natural que el que hubiera sido primero alcalde se hubiera<br />

quedado con él, y todos recordaron que primero fue Rodolfo y a los cuantos años, Ernesto.<br />

No me sirves muchacho.<br />

Otilo Sáenz Salinas era un jovencito de cualidades organizadoras (lo sigue siendo<br />

mejor). Su trabajo en la campaña le hizo acreedor de la confianza del candidato Sierra.<br />

Tanto le agradó su proceder que lo invitó para secretario particular. El mero día de<br />

elecciones le dio el candidato -verbalmente- una encomienda: Vigilar un importante sector<br />

56


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

de casillas electorales para que no tergiversaran la elección aprovechando el no haber<br />

contrario –se “despacharan con la cuchara grande” para rellenar las ánforas, práctica<br />

común, ya que sin contrario se hacía y deshacía-. El interés del candidato Rafael, era<br />

valorar realmente si había penetrado la campaña o no. Batalló Otilo convenciendo a los<br />

presidentes de casilla para no defraudar la votación, según platicaría después. Llegó a las<br />

tres de la tarde y ante el Ing. Sierra le comunicó los magros resultados, “muy pocos,<br />

poquísimos votos”, respondió Otilo a pregunta expresa. Como Sierra ya sabía de los<br />

amplios resultados de otros municipios, levantando la voz y fingiendo golpear el escritorio<br />

le dijo: “No me sirves muchacho, no me sirves”, concluyendo la última frase con risas.<br />

Azotes te da la vida<br />

Genio y figura… el ingeniero Rafael Sierra de la Garza, de aspecto serio y hosco era al<br />

mismo tiempo incisivo y bromista. Reía de buen grado al escuchar la broma que le<br />

cargaban a su compadre con el cuento de que en cierta ocasión viniendo de Reynosa Díaz,<br />

un hombre vio cómo un ranchero tenía a un chamaquito amarrado de las manos a un árbol<br />

de mezquite, dándole un castigo desmedido de cintarazos en la espalda. No se contuvo en<br />

llamar la atención de aquel furibundo papá -conocido suyo-, por lo que le reclamó tan<br />

excesivo castigo:<br />

- ¿Por qué le pegas con tanta saña?<br />

- Es que este muchacho cabrón se robó una borrega del rebaño<br />

del vecino.<br />

- No es para tanto castigo robarse una borrega.<br />

- No le pego por robarse una borrega, debería haberse traído todo el hato.<br />

Son éstas unas pinceladas que demuestran la forma de ser, la catadura, la bonhomía, lo<br />

estricto y la singular manera de desenvolverse ante los demás.<br />

Entrevista.<br />

Señor ingeniero, es realmente un placer volvernos a encontrar después de que hace años<br />

participáramos en la política local en los años 1969, 70, y 71, cuando usted fue presidente<br />

municipal, a mí me tocó en suerte ser presidente del Partido Revolucionario Institucional y<br />

convivir los tres años de su período en la Presidencia, los mismos tres años en el Partido; en<br />

esa época éramos jóvenes, aunque con diferencia de edades pero, siempre nos unió el<br />

sentimiento genuino de hacer política y de servir a la comunidad. Cuando usted era en ese<br />

tiempo funcionario de la Secretaría de Recursos Hidráulicos destacamentado en Río Bravo<br />

57


Cesar H. Isassi Cantú<br />

como gerente, se distinguía por ser un técnico agrónomo, y de pronto nos enteramos de que<br />

el Ing. Rafael Sierra de la Garza iba a ser candidato a la presidencia municipal,<br />

seguramente usted -ya que así me lo manifestó-, disfrutó plenamente esos tres años al frente<br />

de la administración municipal para realizar los planes y proyectos que nacieron al paso de<br />

la campaña, al estar en contacto con las masas populares como candidato a alcalde.<br />

Realmente la política ha cambiado desde aquellos años a la fecha, antes era más simple, las<br />

campañas eran de mero trámite, en ese tiempo al que nos referimos, previamente a ser usted<br />

el candidato, durante meses antes, al que se mencionaba más en las columnas políticas de<br />

los medios de comunicación, era sin duda el doctor Gregorio Perales de la Garza,<br />

sempiterno líder de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares de Reynosa,<br />

que en cada elección municipal levantaba la mano para ser tomado en cuenta, pero la<br />

veleidosa política que no tiene memoria lo ignoraba, ya fuese porque no reunía los<br />

requisitos o porque era un tipo débil, o quizá deshonesto en su trabajo de la Secretaría de<br />

Salubridad o no tenía el perfil adecuado para serlo. O bien, aunque era conocido en la<br />

localidad, los gobernadores que eran el dedo elector no lo hacían en el mundo a aquel<br />

dirigente que cumplía doce años al frente de la central cenopista que se apuntaba como<br />

aspirante cada trienio. Y circunstancias de la vida, le tocaba en las asambleas proponer<br />

siempre a sus enemigos políticos a la alcaldía como candidatos a la presidencia, lo más<br />

terrible para él era encontrarles grandes cualidades como seres humanos y políticos.<br />

Obviamente carecían de condiciones de rectitud, de ser diestros en problemas sociales, y<br />

una falta de acrisolada honradez –palabras en su boca-, que más sonaban a burla, por el<br />

despecho de no llegar a ser “el avezado político, recto y honesto” en que se convertiría si<br />

fuese seleccionado por el poderoso partido en el que militaba. Bastaba una asamblea<br />

política en la cual se eligiese a un supuesto favorecido por los hados eleccionarios, para<br />

tener de un momento a otro, infinidad de cualidades. De figura oscura, gris, a estadista<br />

virtuoso, tan sólo falta una decisión y todo cambia, los nubarrones se vuelven color de rosa<br />

y todo a su alrededor le sonríe al candidato, si fuera bizco sería diferente, si le faltase un<br />

brazo, digno de admirarse, si careciese de cerebro sería una cualidad intrínseca de los<br />

precandidatos.<br />

Sobre este mismo episodio, recuerdo una mañana del mes de noviembre de 1968, que el<br />

doctor José Balderas Galván –recordado médico ya fallecido, compadre del Ing. Sierra-,<br />

nos llevó en automóvil a Perales de la Garza, de la CNOP y a mí, que estaba recién<br />

estrenado como presidente del Partido a recibirlo por instrucciones suyas, al aeropuerto de<br />

la vecina población de Matamoros, ya venía usted ungido como candidato a la Presidencia<br />

Municipal, el candidato a gobernador era Manuel Ravizé.<br />

¿Qué me puede comentar al respecto, ingeniero?<br />

58


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

Bueno, algunas aclaraciones; la postulación a la Presidencia Municipal tú recuerdas, se<br />

ofreció como una alternativa a la candidatura de nuestro buen amigo Ernesto.<br />

¿Gómez Lira?<br />

Exactamente, Ernesto Gómez Lira, quien había luchado apoyando en sus pretensiones y<br />

que había seguido en su campaña a Manuel Ravizé, aspirante a gobernador del estado,<br />

entonces, a él le correspondía por derecho de acción dicha candidatura, algo se complicó y<br />

no vale la pena referirlo, más bien no quiero referirlo, algo se complicó y él no pudo ser, en<br />

el mitin a Manuel Ravizé que se ofreció en la Plaza Reynosa, en la esquina norte oeste de la<br />

plaza, nuestro buen amigo Ramiro Garza Cantú me sacó un poquito así del grupo y me dijo<br />

que si no quería ser presidente municipal, porque tenía intención, más bien instrucciones<br />

del candidato Ravizé a gobernador.<br />

¿Para ofrecerle la Presidencia Municipal?<br />

A mí definitivamente no me gustó esa situación, fundamentalmente porque iba yo a<br />

luchar contra mi buen amigo Ernesto Gómez Lira y también ¿por qué no decirlo?, porque<br />

sentía que de alguna manera mi escalafón en la escala de puestos públicos y políticos se<br />

degradaba o se disminuía, entonces esa fue mi respuesta, sin embargo, siguió esa situación<br />

y en Valle Hermoso, yendo de Valle Hermoso a Matamoros donde iba a descansar el<br />

candidato Manuel Ravizé, se me volvió a insistir en ese asunto y definitivamente no acepté,<br />

porque yo ya había sentido el enojo, no el rechazo, pero sí el reclamo, el sentimiento de<br />

Ernesto, pensando que yo ambicionaba ese puesto, siendo que yo era por aquellos años,<br />

gerente de los Distritos de Riego del Bajo río San Juan, más adecuado a mi profesión de<br />

constructor y operador de Distritos de Riego.<br />

Sí, es natural ingeniero, que nace siempre un celo entre los que aspiran y que no pueden<br />

ser y el que puede ser; realmente ni la presidencia era de Ernesto, ni él la había comprado,<br />

pues no se compra, ni le pertenecía, entonces probablemente los celos que siempre nacen y<br />

que son naturales, eso haya sido, pues por la frialdad hacia usted del amigo entrañable<br />

que era Ernesto; pero como le digo, la presidencia ni la andaba usted buscando y se la<br />

estaban ofreciendo, qué curioso es que los dichos son muy certeros, “que uno corretea la<br />

liebre y otro es el que la alcanza”, usted estaba en la Secretaría de Recursos Hidráulicos –<br />

recuerdo- con un presupuesto de 40 millones de pesos anuales.<br />

Ciento diez.<br />

¿Ciento diez millones anuales, contra cuántos millones de pesos de la Presidencia<br />

Municipal?<br />

Nueve millones.<br />

59


Cesar H. Isassi Cantú<br />

¿Nueve?, entonces usted quería seguir como lo está manifestando, quería seguir su<br />

carrera dentro de Recursos Hidráulicos y de repente le dicen que tiene que ser presidente<br />

municipal, ¿nunca le había pasado por la mente, ser alcalde?<br />

No, definitivamente, yo había aspirado a una diputación, siendo gobernador el Dr.<br />

Norberto Treviño Zapata, y yo además de mi puesto oficial era presidente del Comité<br />

Regional de Caminos Vecinales, hice la tarea de promover la construcción de la carretera<br />

Ribereña Reynosa-Laredo, del Sendero Nacional de Matamoros a Valle Hermoso, de varios<br />

caminos carreteros dentro del distrito de la 109 que le daban gran movimiento y gran<br />

mejoría a la agricultura regional.<br />

No era normal que habiendo tanta tierra de cultivo en los distritos de riego no había<br />

suficientes carreteras, ya que sin éstas no se podía sacar la producción.<br />

Hay una cosa curiosa, que nosotros inventamos la calcomanía de la tenencia, fuimos los<br />

primeros que la inventamos, porque al principio pedíamos un centavo por litro de la<br />

gasolina vendida en la zona y en ese entonces, el director de Petróleos Mexicanos era un<br />

político de Ciudad Juárez.<br />

¿Bermúdez?<br />

Exacto, Bermúdez dijo “no, el centavo lo quiero para mí, yo necesito aumentar, porque<br />

no me alcanza, así es de que no”, entonces, viendo ese camino cerrado, buscamos que<br />

todos los carros, que todos los vehículos de la zona de los municipios fronterizos, al ir por<br />

sus placas tenían también que cooperar con las carreteras y se les vendía una calcomanía,<br />

no recuerdo el valor de la calcomanía.<br />

Pero no sería arriba de cinco pesos.<br />

No, era algo así como 15 ó 20 pesos.<br />

Entonces ya era un poco costoso, verdad.<br />

Sí, era algo.<br />

Pero no tan costoso como es ahora.<br />

No, definitivamente.<br />

Ing. usted fue suplente del Dr. Martínez Manautou cuando fue senador.<br />

A eso voy, yo estaba políticamente inmiscuido en el Comité de Caminos Vecinales,<br />

colaborando estrechamente con el gobierno de Zapata, a él le expresé mi inquietud de ser<br />

diputado, él me aceptó, me indicó que fuera al PRI donde me presenté a hacer mis<br />

gestiones, sabía que tenía el respaldo del gobernador, él me lo hizo sentir -por situaciones<br />

políticas que no viene al caso contar-, para no meter más personajes en esta plática.<br />

Mire señor ingeniero, lamento mucho lo de los ex alcaldes de Reynosa, de que no<br />

mencionan las situaciones por las cuales han llegado a ser alcaldes, como usted me dice<br />

ahorita “no menciono a estas personas, no digo esto”, pues entonces...<br />

60


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

Pues entonces lo voy a decir, no tiene importancia, simplemente quería yo en función<br />

del tiempo -pues ya te dije-, abreviar, el general Tiburcio Garza Zamora fue electo, pues no<br />

electo, fue elegido por el Presidente de la República, para ser el diputado por la frontera,<br />

del primer distrito que abarcaba desde Laredo hasta Río Bravo, lo eligió porque así<br />

convenía a la situación política del país y del estado y en tal naturaleza y una vez que yo ya<br />

había sido como vulgarmente se dice “palomeado” por Gobernación, por el Partido, al<br />

Partido lo palomeaba Gobernación, el Partido siempre figuró como una oficina adjunta o<br />

ad-later a Gobernación, a través de ella hacía todos sus movimientos, entonces me cayó de<br />

sorpresa una vez llegando a mi casa a las siete u ocho de la noche, mi esposa me recibió<br />

con la noticia, y me dijo “fíjate que hubo mucha gente con el gobernador y con Garza<br />

Zamora y te vinieron a decir que había sido designado candidato a diputado y que quería<br />

que te sumaras a su campaña”, entonces pues me dio un vuelco el corazón, era la primera<br />

vez, por primera vez no tuve yo el triunfo en un proyecto que yo me hubiera propuesto.<br />

Es que nunca había participado en política, por eso.<br />

No, sí había participado.<br />

Pero no de elecciones.<br />

No, de elecciones no, elecciones entre comillas, siempre mis aspiraciones las había<br />

logrado, pues me sentí derrotado.<br />

¿Qué año fue ese, ingeniero?<br />

Pues no sé, fue en el gobierno de Treviño Zapata.<br />

¿Terminaba el período de Ruiz Cortines?<br />

Estaba a dos años de terminar el gobierno de Ruiz Cortines, por ese tiempo fue, y bueno,<br />

mi mujer me vio tan atribulado cuando íbamos a Monterrey que me agarró de la mano y<br />

estuvo triste junto conmigo, porque yo iba realmente triste de haber fracasado en esto.<br />

¿Lloró, su esposa?<br />

Mi esposa pues, hizo un pequeño llanto, me fui a dar grasa hasta avenida Madero, a ver<br />

pasar a la gente y a descansar, por mis hijos pequeños que estaban ahí, cuando regresé la<br />

gente me felicitaba, “hombre, te felicitamos”, ¿por qué me felicitan?, “tú eres senador<br />

suplente, eres suplente del Dr. Emilio Martínez Manatou”, “pero ¿cómo, y el otro<br />

senador?”, “pues el otro senador designado era el Lic. Juan Manuel Terán Mata, distinguido<br />

político tamaulipeco, y también gran amigo, su suplente era Manuel Ravizé; así fue como<br />

yo fui senador suplente, en vez de ser diputado.<br />

Sí, las carambolas que da la política, se estiró a una diputación y terminó siendo<br />

senador suplente.<br />

Senador suplente y bajando del tobogán de la política, llegué a presidente municipal.<br />

61


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Bueno, y allí cuando es usted presidente municipal ¿no era una corriente, no era un<br />

grupo el que capitaneaba Martínez Manautou con la esperanza de llegar a la Presidencia<br />

de la República, al cual estaba entrando?<br />

No, en ese tiempo no, el doctor Martínez Manautou gozó y gozaba mayormente en esa<br />

época, de todo el cariño y la confianza del candidato a la Presidencia, que era el Lic. Díaz<br />

Ordaz, yo no quería aceptar, un conocido líder obrero que hacía el contrapeso al poderío<br />

petrolero, Elías Piña, era íntimo amigo mío y teníamos mucha convivencia y mucha<br />

concordancia en lo que pensábamos, qué sí era bueno y qué sí era malo en política,<br />

teníamos muchos pensamientos afines, cuando yo me negué en el Hotel Ritz en Matamoros<br />

a participar, bueno, empezaron a buscar otros candidatos y no les gustaban, finalmente<br />

Elías Piña dijo “yo lo tomo” y Elías Piña más o menos ahí entre la nube de los tiempos me<br />

acuerdo que más o menos me dijo “aquí no se trata de que convenga o que no convenga un<br />

juez, aquí no se trata de que tú quieras o no quieras, tú perteneces a una asociación, a un<br />

partido en el que te has cobijado y si en ese momento el Partido solicita que tú desempeñes<br />

una comisión, te guste o no te guste, debes aceptarlo, recuerda que en política tú solo estás<br />

actuando dentro del Partido en un grupo de amigos, te queremos, te apoyamos, ahora<br />

necesitamos que tú nos quieras, y nos apoyes y aceptes lo que te damos. Más claro ni el<br />

agua.<br />

Y no le quedó más remedio que aceptar.<br />

Más claro ni el agua, y no me quedó más remedio que aceptar, de ahí salí ungido por el<br />

candidato al gobierno del Estado para que me presentara en la Ciudad de México, donde me<br />

presenté y se me dieron las instrucciones requeridas, y al regresar de ese viaje, donde en<br />

una forma extraoficial las votaciones todavía no existían, tuvimos ese encuentro en el<br />

aeropuerto que tú mencionas. Claro que eran contiendas muy limpias y muy fáciles, yo no<br />

tuve oponentes, no había oponente, recuerdo que yo dije “bueno, no tenemos oponentes,<br />

con un voto ganamos”, pero no se trata de eso, vamos a ver qué tanto hemos penetrado en<br />

la gente, vamos a ver hasta qué punto hemos sido eficientes en nuestro dialogar, si se nos<br />

entendió, si no se nos entendió, si penetramos o no penetramos, no se nos entendió, no<br />

penetramos, hubo un 55% de votación naturalmente a mi favor, pero natural, el que fue a<br />

votar por el Partido quería votar por mí, y luego recibí que mi compañero querido y<br />

estimado, también el compañero Ing. Agrónomo Oscar Guerra Elizondo contendió a la<br />

Presidencia Municipal de Matamoros, él sí con oponente, y él sí con una votación muy<br />

copiosa del 105%.<br />

Rebasó al Padrón.<br />

62


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

Se pasó del Padrón, y me dije: “Mira, aprende a Oscar”, bueno pues se pasó, no se<br />

trataba de eso, yo no le iba a ganar a nadie, yo quería hacer un muestreo, es una cosa<br />

curiosa, son cosas que pasan.<br />

Sí, yo me acuerdo de eso, como presidente del Partido vimos esa situación suya muy<br />

especial, porque debemos de confesarlo, ya que como no había contrario, la gente<br />

acostumbraba llenar las urnas, y se sentían satisfechos de que habían desarrollado una<br />

muy buena labor ante el candidato. Ingeniero, ya que hablamos de situaciones a veces<br />

complicadas, recuerdo una noche en que usted nos invitó a Francisco Longoria, a su<br />

oficial mayor y a un servidor a la casa de Manuel Garza González, ahí estaba Manuel<br />

Ravizé, entonces en un momento de la cena ya después de platicar de partidos, haber<br />

cenado atendidos por la esposa de Meme, la señora Monina, Manuel Ravizé que se<br />

encontraba delicado de salud, le hizo una proposición a usted sin rodeos, yo lo escuché<br />

clarito, cuando le dijo que si acaso él no seguía de gobernador por su enfermedad, él<br />

había pensado que usted fuera quien lo sustituyera, yo recuerdo que su respuesta fue<br />

“Manuel, si andaba mal, con esto me estás volviendo loco, estás bromeando”, como que lo<br />

agarró de sorpresa, ¿qué era esa situación ingeniero?<br />

Con toda franqueza no recuerdo ese momento, sí, sí recuerdo que Manuel Ravizé, al<br />

principio de su período tuvo unas operaciones médicas que lo separó del ejercicio de su<br />

poder, e incluso se llegó a hablar de que iba a ser sustituido por el Secretario General de<br />

Gobierno, el Lic. Pedro Zorrilla Martínez.<br />

Ingeniero, ¿pero no recuerda o no quiere recordar?<br />

No lo recuerdo.<br />

Porque si a mí me hubieran ofrecido en un momento de mi vida la Gubernatura de mi<br />

Estado, creo que no lo olvidaría nunca, es lo que yo le pregunto, ¿no lo quiere recordar o<br />

lo pasamos por alto?<br />

Definitivamente no lo recuerdo, nada más te hago una aclaración, definitivamente no era<br />

la persona indicada, ni con el poder suficiente se te ofrecía la Gubernatura, la Gubernatura<br />

en sí, es propuesta por el presidente de la República, el PRI elige varios candidatos,<br />

escogía, creo que ya cambiamos, no sé, pero estamos tratando de cambiar nuestro sistema<br />

político.<br />

Ingeniero, y no sería que en ese tiempo usted tenía solidez y manejando un presupuesto<br />

de 110 millones en Recursos Hidráulicos en Río Bravo, lo cual representaría contra los 9<br />

millones de Reynosa, el presupuesto de 10 o de 15 o de la mitad de los municipios de<br />

Tamaulipas, que hubiera nacido un celo en alguno de los políticos que hayan intrigado a<br />

Manuel Ravizé de que Sierra de la Garza aspiraba a sucederlo, dada su enfermedad y que<br />

para eso haya sido la reunión ahí en la cual le planteaban a usted a ver si “abría el agua”,<br />

63


Cesar H. Isassi Cantú<br />

nada más que usted no lo recuerda, no le dio mayor importancia, además porque no era el<br />

indicado, ¿cierto?<br />

Lo que sí me acuerdo, es que él a su regreso curado de la enfermedad, y al volver a<br />

retomar el gobierno, descubrió que algún periodista inventó juntas que tenía yo con<br />

personajes de la zona en Valle Hermoso, con la finalidad que así dice “fulano de tal dijo en<br />

el periódico” –un pasquín que no recuerdo su nombre ni quiero acordarme de ese<br />

periodiquillo- me entrevisté con Ravizé y le comenté: “vengo a decirte que es totalmente<br />

falso lo que se dice de mí” -le expliqué-, el gobernador parte en broma y parte en serio me<br />

dijo “cuando el río suena, es que lleva agua”, le dije “mira, por favor, no es broma, en el<br />

momento en que tú te sientas incómodo conmigo, por favorcito, comunícalo, yo seré el<br />

primero en no darte molestias” él me tomó de la mano, me jaló –era muy cariñoso- y me<br />

dio un abrazo, así terminó ese episodio.<br />

- El Ayuntamiento –usted- prestó dinero al Gobierno del Estado, ¿cierto?<br />

- Mira, eso qué importa, ya pasó.<br />

Ingeniero, sabemos de la bonhomía de don Manuel Ravizé y del carácter fuerte que<br />

usted tenía, que se le ha menguado quizá con los años.<br />

Un poco.<br />

Y más cuando se tiene poder, usted era muy exigente, muy serio, además también<br />

bromista con sus amigos, muy directo, esa situación de Manuel Ravizé seguramente fue<br />

creada por intereses políticos o por esto, que usted en cierta forma y me consta también,<br />

procuraba que el dinero no se gastara a tontas ni a locas y muchas veces son los<br />

problemas que algunos políticos tienen, porque no le dan a la prensa el dinero que creen<br />

merecer y quizá en ese tiempo como había tantos periódicos viviendo del presupuesto,<br />

¿usted no fue muy dispendioso, o fue generoso con la prensa?<br />

No, no fui dispendioso ni con los periódicos ni con nadie, en realidad había poco dinero,<br />

yo traté de mejorar un poco las condiciones de los empleados del Ayuntamiento, estaban<br />

muy deterioradas, parece que los policías ganaban 700 pesos mensuales, yo los subí a mil<br />

para mejorar su desempeño, siguió igual o más o menos igual.<br />

¿Cuánto ganarán ahora?<br />

No sé, no tengo idea, no es cuestión de sueldo, es cuestión de sentimiento, es cuestión de<br />

educación, puedes ganar mucho dinero y seguir con una mala situación, yo por primera vez<br />

y por única vez les regalé una quincena de aguinaldo a todos los empleados.<br />

Y terminó pagándoles hasta el último día.<br />

Yo les pagué hasta el último día.<br />

Comparativamente ganaban 80 dólares propiamente con usted, que serían ahora 6,400<br />

pesos, con un poder adquisitivo pues mucho mayor que el que ahora tienen, ingeniero, al<br />

64


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

momento de entregar la Presidencia Municipal a su sucesor que fue Manuel Garza<br />

González ¿qué pasaba por su mente, qué sentimientos tenía usted viendo a la gente.<br />

Recuerdo que nos citó en la Presidencia a todos los que eran sus colaboradores, a la<br />

gente del Partido y a la gente suya, salimos de la Presidencia Municipal, pues un buen<br />

número como 60 u 80 acompañándolo a usted al lanzamiento de Manuel Garza González,<br />

a la pronunciación de los sectores en favor de Meme Garza, y llegamos y de salida pues<br />

nada más venía su entrañable amigo Mario Jiménez y un servidor y volteó usted dijo “Ay,<br />

cabrones, ¿dónde se quedaron todos?”, estaban en el “besamanos”.<br />

Te estás refiriendo cuando le entregué la Presidencia a Manuel. Cuando le entregué la<br />

Presidencia a Manuel, a mi compadre, yo le dije “¿qué, no vas a hacer alguna fiesta?”, “no,<br />

hazla tú”, pues sí, unos amigos míos de México van a comer conmigo, no recuerdo quién,<br />

entre ellos Juan Manuel Terra Mata, Riva Palacio que había venido, en fin, dos, tres amigos<br />

y la gente de Reynosa, entonces, saliendo de la Presidencia rumbo a mi casa, tu casa<br />

también, siempre te la he ofrecido.<br />

Gracias.<br />

Le dije a un chofer que yo traía, Carlos, formal el hombre, trompudo, que recuerdo así<br />

en broma le decía yo –azorado- “bueno, y ¿por qué te dicen El Trompudo?”, “Bah, pues<br />

quién sabe”, me contestaba, entonces le dije “oye Carlos, no vayas tan recio, porque los que<br />

vienen atrás van a perderse, muchos no conocen aquí y se van a perder”, y me dice “no<br />

viene nadie detrás de nosotros”, de una sola píldora me metí toda la medicina de amargura<br />

que iba yo a tener, esa vez fue la soledad más impresionante que existe.<br />

Cuando le entregó a Meme a las doce horas del día último del año, ¿entonces?<br />

Mi esposa hizo allí unos canapés, una botanita como se dice, unas copas ahí, pues no, la<br />

botana se quedó, fui por la gente, no recuerdo exactamente quién, creo que tú, Mario<br />

Jiménez, Andrés Salinas y no sé quién más.<br />

Ingeniero, cuando estaba usted rindiendo el informe todavía sentía esa sensación de<br />

poder o ya no, porque pienso que el presidente municipal como un gobernador, o como un<br />

Presidente de la República, pues son seres humanos aunque uno sea el Presidente de la<br />

República o el otro el presidente municipal, los mismos problemas tiene el Presidente de la<br />

República quizá magnificados a los que pueda tener un presidente municipal, porque tiene<br />

secretarios, tiene inspector de policía, entonces realmente ¿qué pasaba por su mente o era<br />

un tránsito así, no normal, sino mezclado?<br />

Sentimiento de poder definitivamente no lo tenía, si tengo o tenía un sentimiento de<br />

mando, un sentimiento de responsabilidad, cuando yo estudié en Chapingo, tuvimos un<br />

régimen militar y de alguna u otra forma adquirimos las virtudes que el mando conlleva, las<br />

65


Cesar H. Isassi Cantú<br />

obligaciones que el mando conlleva, entonces sí tuve conciencia de mando, de la dirección,<br />

pero de poder o que el poder es una cosa de ambición, no la tuve.<br />

Yo recuerdo ese deseo de mando, no sé si lo recuerde, pero nos invitó a la Cucaracha<br />

vieja, donde se le rindió un homenaje a Miguel Alemán, y le expresó un discurso muy<br />

enjundioso, donde le afirmó que usted era un joven ¿por qué no lo relata usted?, yo lo que<br />

recuerdo es que le dijo que “Miguel Alemán les estaba exigiendo trabajo” y que ustedes<br />

salieron al campo a partirse el pecho, y tan bien lo narró usted, tan sincero, que las<br />

lágrimas le rodaron a Miguel Alemán, eso sí lo recuerdo.<br />

Bueno, el señor Miguel Alemán vino a un festejo que se hace en el municipio que lleva<br />

su nombre, en un aniversario del municipio donde fue él invitado especial, era un<br />

aniversario especial de tantos años, él vino y llegó a Reynosa, aquí lo recibimos como se<br />

merece a un ex presidente, y le recordé que cuando él inauguró unas obras en las que yo fui<br />

residente en Ver-Río Sinaloa, las tomas y compuertas del Canal Burrioncito, del nuevo<br />

Canal Burrioncito, y las obras de ampliación del Canal Cubilete en la margen derecha.<br />

¿Burrioncito, eso qué significa?<br />

No lo sé, todavía no lo sé, pero así se llamaba, y existe un pueblo y un ejido de<br />

Burrioncito, entonces el presidente Alemán fue a inaugurar esas obras y efectivamente no<br />

fue una barra, el presidente Alemán conseguía dinero de donde podía, fue muy buen<br />

presidente, cierto es que nos dejó embarcados, pero el dinero que él pedía prestado lo<br />

empleaba en obras que daban, carreteras que se construían, ferrocarriles que trabajaron,<br />

Distritos de Riego que trabajaron, presas que se pagaron; aquí en los Distritos de Riego se<br />

hicieron los bonos del Canal Anzaldúas, el Canal Anzaldúas se pagó solo, se llevaban los<br />

bonos y se vendían según las pacas de algodón que cosechaba, cada agricultor pagaba un<br />

porcentaje en dólares, vendía su algodón para pagar la deuda del Canal Anzaldúas y el del<br />

San Juan, se pagó la cuota de plusvalía, también se pagó la mitad del costo de las obras; el<br />

presidente Alemán fue un buen inversionista, pues sí, fue un presidente que se hizo rico, sí<br />

es cierto, pero lo malo es, que los otros muchos que han seguido se han hecho ricos y lo<br />

que han invertido es para fregar al país. Yo sé de un puente que se hizo sobre una carretera<br />

que iban a hacer, porque iban a hacer unas perforaciones de PEMEX en algún lugar de<br />

Chiapas o de Tabasco, el contratista muy bien parado sacó la orden y luego, luego, se puso<br />

a hacer un puente, cambiaron los planes, no hubo pozos, no hubo carretera, pero sí existe un<br />

puente que va de una selva a otra de cada lado del río. Vamos a suspender la plática, luego<br />

seguimos.<br />

¿Cuándo continuamos?<br />

Cuando tú ordenes.<br />

Ya está dicho.<br />

66


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

Lamentablemente no se dio la oportunidad de retomar tan sustanciosa plática a pesar de<br />

las visitas que posteriormente me hiciera. Excusas sobran, como no tener a mano o sin pilas<br />

la grabadora, esto se hubiera solucionado, lo que no podemos poner límite sin fin es a la<br />

muerte, el día menos pensado se presenta escurridiza y así sucedió con el bronco, pero<br />

brillante interlocutor, quien se despidió de nosotros el diecinueve de enero de dos mil tres a<br />

la edad de ochenta y dos años, habiendo nacido en Tampico, Tamaulipas, el veinticinco de<br />

abril de mil novecientos veinte. En mil novecientos cincuenta y tres, se establece en la<br />

región casado con la Sra. Raquel Acuña.<br />

Lo recordaré siempre con afecto por las atenciones dispensadas que fueron<br />

significativas. Los casi veinte años de diferencia valieron para acrecentar un entendimiento<br />

intelectual de mutuo respeto.<br />

• Esto se platicó en su momento.<br />

• El caso de Ernesto Gómez Lira fue muy comentado en las reuniones políticas.<br />

Ernesto durante varias ocasiones había pretendido llegar a conquistar la candidatura<br />

para figurar como candidato a alcalde de Reynosa.<br />

• Lo recuerdan como un joven delgado, esmirriado, alto, presentándose en cada<br />

elección municipal con el deseo antes anotado.<br />

• Amigo personal de Manuel Ravizé, a quien había conocido en la ciudad y puerto de<br />

Tampico, y quizás sintiéndose con derecho por el conocimiento que tenía del futuro<br />

gobernador, y seguramente la aquiescencia –según se supo después- de Ravizé a sus<br />

aspiraciones, es conocido que al hablar con Martínez Domínguez, presidente del PRI<br />

nacional, le pidiera que por favor él eligiera los futuros alcaldes municipales, pero que<br />

le respetara la voluntad de que en Reynosa el electo fuera Ernesto Gómez Lira.<br />

• Trato que respetó Alfonso Martínez Domínguez, pero que por un proceso penal en<br />

contra de Ernesto, se tambaleó su precandidatura ya casi amarrada.<br />

• El asunto es que Ernesto –hombre de trabajo- había girado un cheque por cien<br />

mil pesos, y dicho cheque fue devuelto por alguna causal que marca la Ley de Títulos y<br />

Operaciones de Crédito. Había sido demandado ante un juzgado de distrito, que era donde<br />

se ventilaban los asuntos federales, el cheque es de este rango. Ernesto optó por buscar un<br />

contacto con el juez de la causa para que dictara el inejercicio, y así se fraguó, se dictó<br />

sentencia absolutoria. Pero se dice que Manuel Garza González, quien aspiraba a la<br />

presidencia también, se enteró de este proceso y pidiéndole al Lic. Alfonso López Quiroga,<br />

abogado reynosense, que ejercía de fiscal federal en Tampico, solicitara a su colega en<br />

Nuevo Laredo, donde se ventilaba el asunto de Ernesto, apelara la sentencia lo que así fue,<br />

67


Cesar H. Isassi Cantú<br />

y era bastante difícil arreglar satisfactoriamente para sus intereses este proceso a su favor.<br />

Por lo tanto, era un impedimento grave para ser designado candidato.<br />

• En el Hotel Sierra Gorda, al término de la postulación de Ravizé como candidato a<br />

gobernador, Alfonso Martínez Domínguez fue muy claro y directo con Ernesto Gómez<br />

Lira, diciéndole: “Arregle este asunto del cheque, le quedan escasas dos semanas para que<br />

se cierre el registro de candidatos. No lo aceptaré como abanderado del Partido a<br />

menos que resuelva este asunto, y aunque no tenemos contrario a la alcaldía perteneciente a<br />

otro instituto político, el Partido Acción Nacional siempre vigila y se aprovecha de los<br />

errores pidiendo nulidad de elecciones, y es lo que no quisiera yo, que gane usted la<br />

Presidencia Municipal de Reynosa y después perderla. Arregle ese asunto”.<br />

• Ernesto no pudo arreglar tan complicada situación y a pesar de sus aspiraciones,<br />

todo quedó como anécdota política.<br />

• Pero Ernesto tenía un olfato político tremendo y logró dos veces ser alcalde sustituto<br />

y constitucional de Reynosa. La primera vez en el trienio 69-71 como presidente de<br />

la Junta de Administración Civil, y no consumado el gusano de la política, se postuló por el<br />

Partido Auténtico de la Revolución Mexicana y ganó en unas discutidas elecciones<br />

municipales; y lo que son las cosas, recibió ayuda económica de distinguidos priístas que lo<br />

apuntalaron en su campaña contra la señora doña Ernestina Icaza Guerra de Contreras.<br />

• Al ser impedido como precandidato se abrió la posibilidad de la candidatura de<br />

Sierra de la Garza.<br />

singular<br />

Por ser de interés para la ciudadanía, se publica aquí una visión de este personaje tan<br />

y carismático que usó el poder a su antojo, que dispuso órdenes para sí sin importarle<br />

tratados internacionales, que gobernó como quiso y decía que si las cosas no se arreglan<br />

gritando, a veces una cachetada “marranera” arregla todo.<br />

Ernesto Gómez Lira en su segunda vez como presidente del pueblo reynosense,<br />

protagonizó situaciones dignas de recordar.<br />

La primera no fue la excepción.<br />

Ranchero toda su vida con un sueño dorado: La Presidencia Municipal; la logró<br />

accidentalmente.<br />

Una y otra vez. La inicial, por excepción. La segunda por intuición ranchera.<br />

Primero lo propusieron y no quería. La segunda se propuso y sí quería.<br />

El caso se constriñe a Enrique Cárdenas. Él lo propuso, él lo sostuvo, él lo apagó.<br />

Después, segundas partes nunca fueron buenas. Ernesto, que seguramente no ha oído<br />

hablar de “La importancia de llamarse Ernesto”, creyó que habría un libro de memorias y<br />

un espejo reflejando la labor anterior. Mentira. Ni páginas guardando registro del pasado, ni<br />

espejo que reflejase no el ayer, sino el hoy. Mentira. Si no hay luz, el espejo no refleja a<br />

nadie, y Ernesto, el de la Junta de Administración Civil, el priísta, el parmista, el otra vez<br />

priísta, no tuvo luz y se apagó.<br />

68


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

Pero una cosa no perdió, la chispa ranchera.<br />

Y veamos cómo la desarrollaba.<br />

Dijimos la segunda vez. Pues siendo ahora sí alcalde, la primera fue presidente de una<br />

Junta de Administración Civil, cargo que despreció “El Veracruz”, José Rodríguez Blanco,<br />

y un abogado que se vio timorato cuando Miguel Valdés Revilla lo propuso, y achicándose<br />

dijo no, Aníbal Pérez Vargas; no aceptaron aunque Gregorio Perales quien a todo le iba,<br />

venía pendejeando con Pedro de León haciendo cuentas cómo les iba a ir como autoridad al<br />

primero y cuando llegó de Victoria en un carro viejo, ya todo estaba cocinado, pues<br />

Reynaldo Garza Cantú apoyó a Ernesto Gómez Lira en contra de Goyo, aduciendo el dicho<br />

de que Ernesto jalonea con él y Perales con el contrario, -léase Contreras-, era más<br />

manejable y se inclinaría con su compañero de naipes: Contreras. Timorato que era se<br />

dejaría dirigir por el que le prestase dinero para pagar deudas provenientes del juego. Pero<br />

Reynaldo que actuó como dirigente obrero de la Federación de Trabajadores de<br />

Tamaulipas, adherida a la C.T.M. se equivocó plenamente, pues su maleable “amigo”<br />

Ernesto intuyó que el poder no se comparte, y pareciera que como Luis XIV, dijera “el<br />

Estado soy yo”. O lo que es igual, “el municipio soy yo” y mandó los 365 días de tres años<br />

seguidos, y le gustó, lamentaba no hubiera reelección.<br />

Nunca lo comprobaremos, pues burócrata al fin, se fue y se terminó la matanza de<br />

perros rabiosos durante los comicios electorales y él anunciaba la muerte de los canes<br />

callejeros, ¿importaba en realidad?, el médico Perales se refugió en una chamba en Cd.<br />

Victoria y después se afilió a un partido de oposición para primero –soñando- ganar como<br />

diputado y de allí ya reconciliado con el PRI, irse de alcalde a Reynosa, ahora con todo el<br />

apoyo y fuerza de su pariente político, el Dr. Emilio Martínez Manatou; y el Goyito salió<br />

por debajo de la mesa con una votación tan exigua que daba pena ver su fracaso, el que<br />

decía iba a hacer polvo al PRI, y que le daba pena ganar tan fácilmente, ¡caray!, cuántas<br />

ínfulas a su vetusta edad.<br />

La verdad es que jaló para su santo Ernesto Gómez Lira, con la experiencia de la<br />

primea vez, todo le venía guango, hasta el gobernador en turno –recuerdan- dejó<br />

funcionando un día y noche más la feria, así de ésas era. Refrendo, Ernesto jaló para su<br />

santo. Lo demás se lo lleva el viento.<br />

Américo Leal y Lauro Izaguirre habían muerto, si no, su presencia habría dado vuelta<br />

a la rosca. Primero uno y al concluir su mandato entraría de relevo el segundo. Todo<br />

previsto, menos la muerte, trágica y sorprendente. La cual se hizo presente.<br />

Ernesto era ducho en el manejo de gente.<br />

- Oye Ernesto, ayer la policía me detuvo. Yo me había tomado dos cervecitas y zas, me<br />

agarró la chota y me amenazó con enjaularme, me mandaron con el juez calificador, quien<br />

sin verme me bajó cincuenta pesos, aquí está la boleta de pago, ten, y quiero pedirte una<br />

tarjeta para que los policías no me desconozcan y respeten.<br />

- A ver, a ver, pérate. A ver señorita, agarre una tarjeta mía, sí, de ésas, de las grandes,<br />

ahora escriba: “Yo Ernesto Gómez Lira, pido a la policía que no le hagan daño a este<br />

cabrón, si... así apunte señorita, él puede hacer lo que quiera y se llama Juan Andrés Celada<br />

y nadie tiene derecho a molestarlo. Déme acá” y la firmó.<br />

Bueno, gracias –dijo Celada-, ¿y los cincuenta pesos?<br />

- Ah, esos ya se chingaron. Olvídate de ellos.<br />

- Ya vete, ya sacaste lo que querías.<br />

69


Cesar H. Isassi Cantú<br />

- Pasen a las “chorreadas” a ver qué quieren las cabronas.<br />

- Pásenle, pásenle, pasen, seguro vienen a pedirme algo, lámparas, drenaje, aulas,<br />

bueno ¿qué no piden? mira ya viniste, no que estabas intrincada de coraje, que me<br />

vas a chingar, no´mbre venga acá mi chula, tenga su abrazo… mis cabroncitas<br />

“chorreadas” ¿en qué les sirvo?, no han de venir a platicar, a ver tú, si, tú chaparra,<br />

dime ¿qué pedo traen para venir en manada?<br />

- Don Ernesto, aquí en la antesala está la regidora Yadira, viene a verlo.<br />

- Pásenla, no la hagan esperar.<br />

- Yadira ¿por qué vienes encabronada?, se te nota nomás al verte.<br />

- Sr. Gómez Lira, nosotros demandamos en Conciliación, demandamos al<br />

Ayuntamiento, e hicimos una huelga de trabajo y resulta que a las cuatro de la mañana<br />

según nos informan los compañeros de lucha, usted llegó y a patadas tiró todas las<br />

banderas y mantas…<br />

- Ya cállate Yadira…<br />

- Es una aberración/ . Ya cállate../ su gobierno arbitrario/, ya cállate Yadira, o te<br />

pescueceo, y le puso una manaza en la garganta, salió despavorida de la presidencia la<br />

regidora y se presentó ante el Ministerio Público a denunciar el intento de ahorcamiento<br />

del alcalde.<br />

Gómez Lira al siguiente día se fue a Cd. Victoria y lo descubrió la prensa y<br />

dirigiéndose a él lo cuestionaron por el ataque a la regidora, dicen que la quería ahorcar<br />

¿Es verdad?<br />

- No es cierto, son chismes, puros chismes.<br />

- Pero se le apreciaban marcas moradas en el cuello, ¿la quería ahorcar?<br />

- No´mbre, qué ahorcar ni que ojodiacha, le di un chupetón.<br />

Al día siguiente salió en un periódico a ocho columnas: No la ahorqué, la chupetée:<br />

Gómez Lira.<br />

Llegando ese día de la capital fue abordado por los habitantes de la colonia Bermúdez y<br />

le reclamaban la propuesta de construir el bulevar Álvaro Obregón, porque, decía una<br />

ama de casa que se iban a beneficiar los auto-tanques que van a la refinería pasando<br />

frente a sus casas, y por lo pesado de los camiones las casas se les cuartearían, a lo que<br />

le contestó: “Mira, mira, ahora me saliste arquitecta”.<br />

Bien decía don Daniel Cossío Villegas, que los gobernantes tienen su estilo muy<br />

particular de gobernar, y esta muestra es fiel reflejo de ello, porque hay o ha habido<br />

alcaldes que deben su postulación a que ante el gobernador suelen contarle chistes muy<br />

simpáticos, hay el que canta, y otros hasta bailan y declaman. Esas cualidades adornan a<br />

nuestros alcaldes, y valen. Porque populares, leales, honestos ¿de dónde los sacamos?. Y<br />

hay los de otra clase, que se sienten en serio alcaldes, bueno, de todo hay en las tierras<br />

del norte, del sur y en todo lugar.<br />

70


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

ENTREVISTA AL SR. LIC. MIGUEL VALDÉS REVILLA<br />

14 de Julio de 2005<br />

Vanidad de vanidades. Todo es vanidad.<br />

Eclesiastés.<br />

El día 2 de octubre de 1968, el gobierno -presidido por Gustavo Díaz Ordaz y Luis<br />

Echeverría Alvarez, secretario de Gobernación-, se encontraba en una encrucijada ante los<br />

acontecimientos multitudinarios de protesta, que cada día agravaba la tranquilidad de la<br />

población, decidió poner un alto al libre tránsito de las ideas, usando la fuerza de las armas,<br />

muriendo cientos de muchachos en los enfrentamientos de policía y Ejército contra<br />

estudiantes y pueblo en general. Se enlutó al país, sin cuantificarse hasta la fecha las<br />

muertes por discrepancias entre los actores principales, el gobierno y los opositores al<br />

régimen que siguen en la brega después de casi cuarenta años. Aunado a estos sucesos<br />

lamentables, se iniciaba el desquebrajamiento del poder omnímodo del presidente del<br />

partido en el poder, sustentado por el Partido Revolucionario Institucional. Sirvió el<br />

movimiento estudiantil para abrir puertas, ventanas, agujeros, resquicios a la política,<br />

apertura conseguida a sangre derramada en el asfalto y en cuarteles, se iniciaba así una<br />

nueva etapa en la que se respiraba aire fresco.<br />

El día de la matanza de Tlatelolco, como se conocen los hechos sangrientos del 68, el<br />

doctor Emilio Martínez Manautou era secretario de la Presidencia. Este cargo se brindaba<br />

únicamente a amigos del presidente en turno y se le confiaba abundantes y cuantiosas<br />

partidas de dinero a distintos rubros. Era un hombre muy poderoso. Un súper secretario,<br />

íntimo además. Por supuesto cambiaba de rostro cada seis años. Su estrecha y amistosa<br />

relación de trabajo con el llamado Primer Magistrado de la nación, le daba cierta ventaja<br />

sobre otros aspirantes a la Presidencia de la República y es lo que avezados políticos<br />

confiaban en pegarle al “gordo de la lotería” si su “gallo” era encumbrado como candidato<br />

del PRI, lo demás era “pan comido”, “con el doctor Emilio, hasta que gane”.<br />

El doctor Emilio dicho sea de paso, no participó en los hechos de tan terrible<br />

acontecimiento, pues nunca fue acusado.<br />

Que veinte años no es nada.<br />

Entre la gente que conocía al doctor Martínez Manautou, había un abogado joven de<br />

Reynosa, interesado en la política. Aparentemente, aquellos que estuvieron en la cercanía<br />

de la candidatura del personaje en cuestión, se sintieron posteriormente identificados con el<br />

que fuera a la postre candidato a gobernador del Estado de Tamaulipas, no muy de su<br />

agrado, pues aspiraba seriamente de nueva cuenta desde la Secretaría de Salubridad donde<br />

despachaba como titular de la misma, ser precandidato a la mismísima Presidencia de la<br />

República.<br />

Pégame, mátame, pero no me dejes<br />

Sus deseos se vieron frustrados al mandarlo el presidente José López Portillo a su estado<br />

natal ungido como candidato a gobernador por el PRI, el joven abogado tenía dieciséis años<br />

más que le sirvieron para madurar aspectos de la vida y desenvolvimiento político de las<br />

instituciones y de los hombres. La amistad con el candidato se descubrió nuevamente y se<br />

hizo estrecha comulgando los mismos intereses. El joven adulto creyó que estaba listo para<br />

71


Cesar H. Isassi Cantú<br />

vuelos mayores después de litigar y desempeñarse como juez civil y como diputado local a<br />

la Cámara de Diputados del Estado, el abogado Miguel Valdés Revilla inteligentemente<br />

realizó un crucigrama de su vida y lo fue resolviendo paso a paso conforme se daban los<br />

acontecimientos. Llega a ser presidente de la Legislatura y abre el espacio del espectro<br />

político a la oposición que como novedad se estrenaba con representantes en el Congreso.<br />

El licenciado Valdés fue factor importante en la apertura democrática.<br />

¿Quién es Miguel Valdés Revilla, que fuera alcalde en el período 1984-1986?<br />

Pues es un ciudadano cuyos orígenes familiares se remontan al estado de Coahuila, donde<br />

nació en una familia compuesta de tres hombres y dos mujeres, caracterizándose con ser<br />

buenos alumnos en todos los niveles escolares.<br />

Don Miguel Valdés es el prototipo del hombre que de un modesto trabajo asciende los<br />

peldaños de la economía, teniendo al fin de la vida, satisfactores gratos al lado de su<br />

familia. Fue su madre, la señora Josefina Revilla Ruiz.<br />

Miguel tiene en su haber, ser el primer abogado titulado de Reynosa que accede a la<br />

Presidencia Municipal en la que fungió hace veintiún años.<br />

Puede entenderse que a pesar de los conflictos inherentes a toda sociedad que pretende<br />

organizarse, llevó su actuación tranquilamente no exenta de logros positivos, puede llamar<br />

la atención el conflicto suscitado que le heredan de las peseras, donde hubo muertos,<br />

aprehendidos y heridos de ambos bandos que competían por la posesión total del desastroso<br />

servicio público del movimiento de pasajeros llamado el transporte urbano.<br />

Seguramente el señor abogado Valdés Revilla ilusionó una vida diferente a la vida<br />

presionada a que son sometidos los alcaldes durante su período. Después de casi veinte<br />

años de haber sido alcalde entrevisto al amigo y ciudadano Miguel Valdés Revilla el día 15<br />

de julio del año 2005.<br />

Entrevista<br />

Miguel, buenas tardes.<br />

Buenas tardes César.<br />

Te he pedido me concedas un espacio para una entrevista sobre tu actuación como alcalde.<br />

Gracias por permitirme exponer mis recuerdos de cuando presidí el Honorable<br />

Ayuntamiento en el período que comprendió de 1984 a 1986 y terminando el día 31 de<br />

diciembre de ese año. Llegué a ese puesto de elección popular postulado por el Partido<br />

Revolucionario Institucional, fui su candidato, miembro de una planilla que representaba el<br />

Ayuntamiento y resultamos triunfantes en las elecciones.<br />

¿Qué edad tenías cuando fuiste alcalde?<br />

Déjame ver, yo nací en 1939, entonces fue en el 84 que iniciamos la gestión, tenía yo 45<br />

años.<br />

45 años, ¿de qué mes eres?<br />

Soy de mayo 15 de 1939.<br />

Entonces, naciste como un homenaje al magisterio.<br />

Exactamente.<br />

¿No tenías compromisos con grupos de poder que te ayudaran a ser candidato a alcalde?<br />

Afortunadamente no, César, porque como se desenvolvieron las cosas, ocupé yo un cargo<br />

antes de ser secretario del Ayuntamiento en una Junta de Administración Civil y tuve<br />

relaciones con la gente de las colonias y me permitió esto conocer las aspiraciones de los<br />

72


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

pobladores y enseguida que se ligara la oportunidad de ocupar la presidencia del Partido<br />

Revolucionario Institucional aquí en Reynosa y posteriormente la Secretaría General del<br />

partido en Ciudad Victoria. Entonces, concluyó, fue una carrera en la que afortunadamente<br />

no se tuvo que crear ningún compromiso.<br />

Miguel, ya que fuiste secretario del partido estatal, ¿cómo ves las circunstancias que<br />

prevalecen ahora, en un PRI que al parecer tiene conflictos de integración?<br />

A mi entender, esto es lógico que se presentara, porque es consecuencia de que el Partido<br />

Revolucionario Institucional -al que yo pertenezco todavía y que perteneces tú también-,<br />

dejase de tener la jefatura de la Presidencia de la República, en el año 2000 en que triunfa<br />

Vicente Fox postulado por el PAN, las cosas cambian completamente en cuanto a la<br />

perspectiva que tiene el PRI hacia delante. Afortunadamente el sistema, la estructura del<br />

PRI ha tenido siempre la suficiente fuerza como para resistir estos embates, éste fue uno de<br />

los principales logros de su organización. Entonces, te decía, que de pronto a nivel<br />

nacional, en el ámbito estatal, y a nivel municipal el partido perdiera su integración, como<br />

que tendiera a desintegrarse, pero poco a poco va tomando otra vez el camino; claro, aquí<br />

en el municipio y en el distrito desde el punto de vista federal, nosotros, el PRI, somos<br />

oposición, aquí tenemos a representantes de otro partido en la Presidencia Municipal, en la<br />

diputación federal y también en algunas diputaciones locales.<br />

Bien, volvamos al pasado ¿qué motivó tu aspiración para ser presidente municipal de<br />

Reynosa?<br />

Es un deseo personal, yo creo que todos los seres humanos que vivimos en una comunidad<br />

aspiramos a llegar a ser el guía de ese conglomerado social; en este caso, ser presidente<br />

municipal. Yo desde que tengo uso de razón, sobre todo desde que podía hacer un análisis<br />

más detenido de las cosas cuando estaba en la secundaria, tuve el deseo de ser presidente<br />

municipal, por ese entonces, era presidente de la Sociedad de Alumnos, y hubo dos o tres<br />

acontecimientos que me motivaron mucho para pensar, soñar tal vez, en una ocasión llegar<br />

a ser presidente municipal.<br />

Y cuando ves que se acerca la posibilidad de ser alcalde ¿recurriste a grupos políticos<br />

hegemónicos o ellos se acercaron a ti?<br />

Bueno, si tú observas la época en que yo fui presidente y las circunstancias, me mantenía<br />

yo completamente al margen de los grupos políticos, inclusive como tú sabes, en cada<br />

ocasión en que se va a definir una candidatura en aquel tiempo del PRI -que era el<br />

principal-, pues los medios de comunicación principalmente la prensa, hacía mención de<br />

una u otra gente y poco se hacía mención de mi nombre, yo me mantenía un tanto al<br />

margen porque de alguna manera pues había yo hilvanado las cosas, de tal suerte que si se<br />

presentaba un problema en Reynosa en el que hubiese conflicto de intereses de grupo, se<br />

iba a resolver la situación con una intervención inclusive de carácter nacional, pues el todo<br />

de Reynosa acababa interviniendo la Secretaría de Gobernación, misma que tenía la<br />

información de cómo estaban desenvolviéndose las cosas en el municipio de Reynosa, y<br />

como había un conflicto difícil, pues se llegó a la conclusión de que fuera otro elemento y<br />

no el que mencionaban como seguro.<br />

¿Cuál era el conflicto difícil?<br />

No, el conflicto difícil que se presentaba entonces, era que don Joaquín Hernández Galicia,<br />

que tenía mucha fuerza en el sur del estado y en el estado mismo, pero su fuerza estaba<br />

asentada en Madero, Tampico, Altamira, todo eso, quería avanzar hacia el norte desde el<br />

punto de vista de puestos políticos y entonces había una persona de mucho respeto, una<br />

gran dama, que aspiraba a ser presidente municipal, pero los apoyos con que contaba era<br />

73


Cesar H. Isassi Cantú<br />

precisamente de Joaquín Hernández Galicia. En ese tiempo había en la Federación, la<br />

decisión de no permitir que avanzara Hernández Galicia; entonces en Gobernación se hizo<br />

un detenido estudio y se llegó a la conclusión de que cuantas personas que vinieran de esa<br />

influencia no llegaran a la candidatura, entonces se le dijo -hablando con toda<br />

claridad- al propio gobernador, le indicaron de la Secretaría de Gobernación que escogiera<br />

gente que colaborara con él o que estaban en el medio político estatal para que lo designara<br />

como candidato a la Presidencia Municipal en Reynosa; inclusive le hablaron de tres<br />

personas.<br />

¿Quiénes eran?<br />

Andábamos allá los tres por cierto, dos que colaboraban con él en dos secretarías, la<br />

Secretaría de Agricultura en la que estaba el Ing. Rafael Sierra de la Garza; que ya había<br />

sido presidente municipal; estaba el doctor Gregorio Perales en la Secretaría de Salud, y yo<br />

en ese tiempo estaba en la Subsecretaría General de Gobierno. Por esta circunstancia le<br />

dieron esos tres nombres y le dijeron que él escogiera, entonces de pronto tuve la<br />

oportunidad de que el gobernador me comunicara: “que para el Partido, lo mejor es que<br />

usted sea el candidato”.<br />

A mediación del período de Martínez Manautou.<br />

Para terminar, que era de tres años.<br />

¿Y resultaste ser el candidato?<br />

Resulté ser el candidato del partido.<br />

Miguel, aquí hay una contradicción en esto que quiero que lo analicemos. Tú tenías<br />

contacto con las bases, con las colonias, con los líderes, con los seccionales, por tu<br />

presidencia del partido en Reynosa, pero si no hubieras tenido esos contactos ¿crees que<br />

no hubieras sido presidente municipal?, o eso se hace a un lado, el no tener contactos<br />

cuando al gobernador del estado le proponen una terna y escogió a uno de ellos. En este<br />

caso, tú..<br />

Lo que pasa es esto, que en esa época se presentó para mí felizmente una circunstancia<br />

coyuntural como luego dicen, que no se definieron las cosas a como se acostumbraba, de<br />

que el gobernador determinaba y punto y aparte, sino que en la Federación de Trabajadores<br />

había la reticencia de que no interviniera Joaquín Hernández Galicia. Si bien es cierto que<br />

en ese tiempo el que tuvieses el contacto con las clases populares no era suficiente para que<br />

obtuvieras una candidatura, también es cierto que yo pude hilvanar las dos cosas, tuve el<br />

contacto durante mucho tiempo con las clases populares, campesinas, y también tuve la<br />

oportunidad de irme en un momento dado a Cd. Victoria como secretario del partido y<br />

luego ser diputado local, ser presidente del Congreso y tener la relación con el gobernador<br />

en los poderes; no digo que había independencia de poderes porque no la había, si en este<br />

tiempo difícilmente se puede decir que la haya, entonces formaba parte ya de un sistema<br />

pero a nivel estatal, entonces ya por lo menos estaba entre el grupo de los que se podían<br />

escoger.<br />

Qué bueno que aclares esto, porque la ciudadanía siempre se pregunta cómo llegan a ser<br />

alcaldes, en qué se basan, qué méritos gozan, porque es curioso saber y ver los<br />

encabezados de los periódicos cuando dicen: “Quiero mucho a Reynosa, quiero trabajar<br />

por Reynosa” pues en Reynosa hay miles de oportunidades de trabajar por la ciudad. Y no<br />

precisamente como edil del ayuntamiento.<br />

Yo opino que sin necesidad de ser alcalde, se puede cooperar y mucho, pero aquí hay una<br />

cuestión que quiero que aclares, era doña Ernestina o Tinita -como la conocemos de<br />

siempre-, ella la candidata, pero quien la impulsaba era su esposo, José Cruz Contreras, y<br />

74


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

la impulsó aparte de todo el apoyo de Joaquín Hernández Galicia “La Quina” y la<br />

estimuló en el último período de Martínez Manautou y la volvió a promover en el primer<br />

período del siguiente gobernador que fue Américo Villarreal Guerra.<br />

Sí, así es.<br />

Que pierde la elección y gana Ernesto, ¿verdad?<br />

Sí, pierde la elección constitucional. Ernesto compite en la selección interna de candidatos,<br />

en la Consulta a la base en el PRI, pierde en la selección de candidato y queda Tina como<br />

candidata del PRI y Ernesto se cambia de partido y es candidato del PARM. Resultado, el<br />

Revolucionario Institucional pierde la elección constitucional y gana el Partido Auténtico<br />

de la Revolución Mexicana<br />

Y tu amistad con Ernesto se ve resquebrajada ¿por qué razón?<br />

Pues hay unas razones que no quisiera comentar.<br />

Estás en todo tu derecho. Muy bien. Miguel, el PRI cambia de métodos para postular los<br />

candidatos según los ánimos y las circunstancias que priven en diversas regiones del país.<br />

¿Cuál fue la mecánica que se siguió para la nominación a la presidencia?, ya me<br />

explicaste que fue una circunstancia que se dio que te beneficia a ti por ser líder del<br />

Congreso, por tener el acercamiento con el gobernador, por tener acercamiento con las<br />

masas, pero seguramente había otros intereses muy pesados que lucharon para que no<br />

fueras, y hay otros intereses también pesados que luchan para que seas. Lo positivo lo<br />

damos por hecho pero lo negativo, ¿qué se movió para que no llegaras a ser postulado?.<br />

¿Cómo se armó todo el proceso?.<br />

Sí, bueno, una vez que se determina como sucedió en esos tiempos porque no se puede<br />

hablar de que el PRI era una cosa y que el gobierno era otra, la gente tenía razón cuando<br />

afirmaba que el gobierno era el PRI y que el PRI era el gobierno. Una vez que quedó<br />

resuelta la situación, pues entonces viene ya lo protocolario, esto tiene varias formas el PRI<br />

de postular candidatos y cambios según las circunstancias, pues sí las tienen, los estatutos<br />

ahí están, en éstos hay varias formas de obtener candidaturas dentro del partido, por un<br />

candidato de unidad, por designación del Consejo, por consulta a la base, por voto directo,<br />

todo está en los estatutos.<br />

Lo que significa que está debidamente determinado, porque la experiencia la tienen los<br />

que hacen los estatutos, utilizándolos para lo que les conviene, pero cuando un candidato<br />

muy popular va a ganar una consulta a la base, la hacen por designación en un teatro<br />

cerrado, con los delegados de los sectores, con elegancia, ya van adiestrados a decir quién<br />

es el candidato.<br />

Sí, si, bueno, se podría dar el lujo el partido en ese tiempo, en el tiempo que estamos<br />

hablando, que es en el 84, se podría dar el lujo de utilizar el método que quisiera, porque<br />

casi, casi, ya empezaban los “asegunes”, -casi- que cuando eras candidato del Partido<br />

Revolucionario Institucional prácticamente eras ya el funcionario de elección popular.<br />

Entonces se podrían dar el lujo de utilizar el método que fuera, verdad., en mi caso se<br />

utilizó el candidato único mediante una convención.<br />

Miguel, tú, por capacidad intelectual, el conocimiento de las leyes, llegaste a ser líder del<br />

Congreso pero también tenías que tener acercamiento con el gobernador del estado. Me<br />

han platicado que en cierta ocasión, para darle un viso de democracia recurriste a un<br />

partido de oposición para que le contestara el Informe al gobernador, el gobernador se<br />

cimbró de pies a cabeza creyendo que, pues, que las cosas saldrían mal; salió bien porque<br />

el diputado de la oposición parece ser que alabó la labor de Martínez Manautou y ahí<br />

propiamente te firmó un cheque en blanco para que fueras presidente municipal, pero lo<br />

75


Cesar H. Isassi Cantú<br />

que se cuestiona es esto: Miguel ofreció algo a cambio de esas palabras encomiables, no<br />

porque esté mal, sino porque la política es de posiciones, de darse espacios unos a otros,<br />

en este caso ¿qué le ofreciste tú o qué te garantizó él a ti, o te la jugaste?<br />

No, mira.<br />

Que las cosas salieran juntas.<br />

No, no, esto es parte de un todo, en realidad la primera Legislatura que se puede llamar<br />

plural, fue a la que yo pertenecí, en ella estaban cinco diputados del partido de oposición;<br />

cuatro de ellos eran del PARM, uno de ellos –inclusive-, era de mayoría relativa, no era de<br />

representación proporcional, había ganado en Matamoros, era Paz Derbez, el otro era el<br />

profesor Miguel Treviño Rábago; entonces digo que es parte de un todo porque siendo yo<br />

coordinador del Congreso, me aboco a –con todo respeto- poder llegar a acuerdos con<br />

diputados de oposición; tal vez en ese tiempo no era muy de fondo la cuestión política pero<br />

ya se veía la dirección que tenía la oposición buscando una nueva forma de gobierno.<br />

Entonces ¿qué es lo que yo podía ofrecer?, pues yo lo que podía ofrecer a los diputados de<br />

oposición, era que lo que algunas veces ellos propusieran, que fuera algo que<br />

verdaderamente fuera aceptable, pues que lo propusieran ellos y se lo aprobábamos como<br />

sucedió en varias ocasiones.<br />

Sí, no tenía el sartén con el mango siempre, sino accionar entre todos.<br />

Exactamente, o sea que hubo algunas leyes, pues ellos fueron los que propusieron, los que<br />

dieron la pauta y nosotros la aceptamos, votamos, y varias veces nombramos presidente del<br />

Congreso a un diputado de oposición. Antes de que se diera la situación de que en un<br />

informe de justicia por parte del presidente del Tribunal, en el que iba a estar presente el<br />

gobernador, en ese mes nombramos presidente al profesor Miguel Treviño Rábago. La<br />

verdad es que yo nunca pude leer el discurso que él iba a pronunciar, yo conocía mi<br />

discurso, y bueno.<br />

Yo lo que sentía, que había la suficiente madurez de él y había la suficiente amistad y<br />

entendimiento entre nosotros como para que se comportara como correspondía, tampoco<br />

quería alabanzas, ni esto ni lo otro, pero dos o tres frases que satisficieron mucho a<br />

Martínez Manautou.<br />

Treviño Rábago fue el contrincante de Rodolfo Garza Peña.<br />

Cuando la Presidencia Municipal.<br />

Un señor totalmente desconocido que logró una gran cantidad de votos. Miguel, hay tres<br />

momentos sumamente especiales en la vida de un candidato, uno de ellos es cuando te<br />

notifican en el caso tuyo, a ver, platícame cuando te dan la noticia de que eres elegido,<br />

estamos hablando de cuando se designaban por voluntad única del gobernador del estado<br />

o del presidente de la República o del Secretario de Gobernación.<br />

Qué bien trataron de imponerse o imponer a su pupilo.<br />

¿Qué sentiste o cómo estuvo cuando te confirmaron, dijeron algo que tú ya intuías que ibas<br />

a ser?, Las circunstancias se estaban dando.<br />

Pues desde luego que te emocionas, la emoción no la puedes hacer a un lado, pero también<br />

llegas a la conclusión de que todo lo que estuviste construyendo lleva como consecuencia<br />

que se lograra que te nombraran candidato. Entonces, pues, lo que se estilaba en aquel<br />

tiempo para ese tipo de candidaturas y otras, era que el delegado del partido fuera a<br />

comunicártelo.<br />

Bien, el otro momento especial es los sentimientos que afloran en ti al momento de ser<br />

designado en una asamblea el candidato elegido por el partido. ¿Cuáles eran los<br />

76


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

sentimientos que pasaban por tu mente, aparte de un discurso que llevas, ver a la gente<br />

entregada gritando “Miguel, Miguel?”<br />

Sí bueno, lo primero que -aunque te parezca una cosa rutinaria esta expresión-, lo primero<br />

que suscita es una gran responsabilidad, ves a la gente, ves a tu gente porque es comunidad<br />

y lo primero que sientes es una gran responsabilidad porque hasta ahí empiezas a darte<br />

cuenta cien por ciento de que vas a tener que encabezar todas las acciones para resolver los<br />

problemas<br />

Bien, y ... de un momento muy especial para rendir la protesta para tomar posesión como<br />

presidente municipal, ¿serías tan amable de explicarnos qué sentiste cuando protestaste<br />

cumplir y hacer cumplir las leyes que rigen al ayuntamiento?.<br />

Si, bueno, desde luego que lo hace cualquier funcionario al llegar ese momento, prepara un<br />

discurso y lo revisa y lo vuelve a revisar, lo checa, etc., y lo estudia y procura aprendérselo<br />

de memoria con el objeto de que pueda comunicar su sentir, pues eso es de cajón, pero, lo<br />

importante es cuando estás ahí, en el acto de protesta, cuando estás diciéndole a la gente<br />

que te comprometes a hacer cumplir la Constitución Política de la República Mexicana y la<br />

Constitución política del estado de Tamaulipas y las leyes que de ellas emanen y sobre<br />

todo, responderle al pueblo.<br />

No dudo que todos los alcaldes al protestar tengan la intención de gobernar bien, pero<br />

qué sucede que al quinto o sexto mes, empieza un desánimo en el alcalde, ¿qué, no son<br />

suficientes los fondos para resolver los problemas o, o .... es fastidioso ser alcalde?<br />

No, yo diría, que no precisamente a los cinco meses, el primer impacto que tienes es en los<br />

primeros días de enero cuando empiezas a checar el presupuesto, cuando se dan cuenta de<br />

lo exiguo que son los recursos. No tienes fondos, y entonces dices ¡ah, caray!, con qué voy<br />

a satisfacer estas necesidades, ésta y esta otra necesidad, cuando casi todo lo que se dice<br />

que voy a recibir para administrar ya está etiquetado para pago del personal, para gasto<br />

corriente, entonces te das cuenta que es muy poquito el presupuesto para las necesidades<br />

de la ciudad y empieza ahí tu gran preocupación porque tiene que ser lo suficientemente<br />

imaginativo uno como para acudir a esto o al otro o al gobierno federal, o al gobierno<br />

estatal o convocar a la ciudadanía, buscar la forma de resolver los problemas. Yo creo que<br />

las cosas tienen su lado bueno y su lado malo. Lado malo, ver un presupuesto así tan<br />

raquítico; lado bueno, pues que te estimula, que te estimula y que tienes que andar, pues,<br />

poniendo tu mejor esfuerzo para resolver los problemas.<br />

Y la primer quincena, ¿logras pagarle los sueldos completos a los servidores públicos, con<br />

los ingresos propios, los ingresos del Estado, de la Federación, lo que le corresponde al<br />

ayuntamiento o solicitas un préstamo personal a un banco?<br />

A la vieja usanza, no sé qué esté sucediendo ahorita, pero anteriormente el gobierno del<br />

estado siempre detenía la participación del anterior ayuntamiento, la última la de<br />

diciembre, para entregarla en enero al nuevo ayuntamiento, para que pudiera cubrir todas<br />

estas necesidades.<br />

Por eso el anterior ayuntamiento no pagaba muchas veces los sueldos de los empleados.<br />

A veces quedaban pendientes.<br />

También si el presidente municipal no era del agrado del gobernador, pues estaba en un<br />

grave problema.<br />

Tú dijiste hace rato de una actitud de echarle ganas, ¿qué es echarle ganas?<br />

Estimular, echarle ganas, no sentirte deprimido, por el contrario, sentirte entusiasmado,<br />

quedando el mayor pues entonces ¿qué vamos a hacer?<br />

Sacar los recursos.<br />

77


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Pues uno sabe, afortunadamente por ser universitario, porque estudiamos la carrera de<br />

Derecho, uno sabe que puede lograr participaciones e incrementar las participaciones de<br />

parte de la Federación y de parte del propio estado también. A ver entonces ¿qué es lo que<br />

tienes que hacer?, pues gestionar.<br />

En días anteriores en un programa de radio, el Lic. Rodolfo Martínez Galván tenía de<br />

invitado a un destacado político reynosense, el estimado Otoniel Ochoa Guerrero, quien<br />

mencionaba que el presupuesto de Reynosa era raquítico porque escondía muchas partidas<br />

que no las incluían como ingreso del ayuntamiento, tal es el caso de Alcoholes, la venta de<br />

bebidas embriagantes, prostitución tanto de hombres como mujeres, ampliación de<br />

horario, giros mixtos y otros rubros que deben ingresar al ayuntamiento y que no los<br />

contabilizan, sino que parte de él se quedan en bolsas particulares. Durante tu<br />

administración ¿no tuviste esos problemas?, el alcalde puede ser una gente honesta, puede<br />

tener un equipo de gente honesta bien intencionada, pero no va a andar vigilando a los<br />

inspectores qué es lo hacen, ¿no tuviste problemas de esta índole?.<br />

Pues hay problemas siempre, siempre hay problemas, es difícil que pueda controlar uno a<br />

toda la gente que colabora, finalmente participa con el ayuntamiento en el rango que sea,<br />

pero hay que distinguir épocas, nosotros cuando estuvimos en la administración municipal<br />

no recaudábamos el impuesto predial, por ejemplo. Lo recaudaba el gobierno del estado y<br />

luego te mandaba la participación correspondiente.<br />

¿La que querían?.<br />

La que querían, exactamente, entonces ya así fue a lo que me refiero, lo otro, bueno pues yo<br />

no puedo decir que la administración del 84 al 86 fuera de “santos”.<br />

¿De Santos Valdés?<br />

Sí, de Santos Valdés, (risas) no, de los santos, de esta gente que era santa, verdad. No, pues<br />

digo, somos seres humanos, pero afortunadamente el tiempo va juzgando y va aclarando<br />

muchas cosas; entonces de mis colaboradores pues los conoce todo Reynosa, a mí me<br />

conocen bien, nadie de nosotros tenemos una fortuna.....<br />

Como sabes, ambos fuimos secretarios del ayuntamiento en distintas administraciones. Por<br />

desgracia se entera uno de muchas cosas, aunque quieras corregirlas te encuentras con<br />

paredes y abismos infranqueables, y se siente una impotencia comprobar ciertos desmanes<br />

que realizan los recomendados. En tu caso, como alcalde, ¿no fue éste el “Talón de<br />

Aquiles” de la Presidencia Municipal? O, ¿tú los nombraste o te los nombraron? al jefe de<br />

Tránsito o al inspector de la Policía.<br />

En ese tiempo tanto el inspector de policía como el inspector de Tránsito lo nombraba el<br />

Gobierno del Estado.<br />

Entonces, si querían te hacían caso y sino...<br />

Esa es una de las labores de carácter político ¿qué tiene que hacer el alcalde?, ¿disgustarse?<br />

No. Lo primero que hice fue platicar con el gobernador y solicitarle que me diera los<br />

nombramientos en esos cargos para determinadas personas, y la ciudadanía los conoció;<br />

uno de ellos ya falleció.<br />

¿Héctor Soberón Pérez?<br />

Sí, Héctor Soberón estuvo en Tránsito y Leonel Lozano Salinas estuvo de jefe de Policía, y<br />

ambos están a la vista de la ciudadanía.<br />

Ambos son trabajadores, son honestos, son gente de Reynosa.<br />

Y respondieron muy bien, muy bien, magníficamente. Y bueno, ahí yo siento que si hubo<br />

alguna falla sería por falta de recursos materiales, pero en cuanto se refiere al trato de ellos<br />

como funcionarios a la ciudadanía fue excelente, eso todavía lo puedes corroborar con los<br />

78


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

maestros por ejemplo, con los cuales tenían constantes pláticas tanto con Héctor Soberón<br />

como con Leonel Lozano, por la cuestión de las escuelas por la hora de salida, del<br />

movimiento que había de jóvenes que salían de las escuelas.<br />

Sí, que muchas veces los conductores no respetan las disposiciones, o no les hacen caso a<br />

los agentes de Tránsito.<br />

Había que darles cierta seguridad, y nos llevamos de maravilla.<br />

Pero aparte de eso, ¿cómo manejaban la seguridad de la población?<br />

El problema no era tan grave como sucede actualmente porque era una población mucho<br />

menos numerosa.<br />

¿Cuántos habitantes eran más o menos durante tu período?<br />

Aunque el INEGI y el Censo Nacional decía que eran 167 mil, yo creo que eran alrededor<br />

de unos cuatrocientos mil ciudadanos.<br />

En tu administración se suscitó un problema grave respecto al transporte urbano, conocido<br />

como peseras, ¿tuviste participación en él y en cuanto te afectó?<br />

Si existió el problema. El problema venía de la administración anterior. Al principio, el<br />

servicio de peseras, como se llamó, lo prestaban las peseras amarillas, que pertenecían a la<br />

CTM, en ese tiempo, el Secretario General era Abel Hernández y era el grupo de Reynaldo<br />

Garza Cantú. Entonces, llega aquí a Reynosa, una persona que infiltra a sus trabajadores,<br />

choferes de peseras, y se crea otro grupo llamado peseras rojas, esta persona se llamaba<br />

Suero López. Le hacían competencia a las peseras amarillas y lógicamente la ciudad no<br />

daba para tantas peseras; tuvieron un enfrentamiento muy fuerte donde se perdió una vida.<br />

Lógicamente este problema me atañía porque era mi municipio. Desde el punto de vista<br />

jurídico, el problema le correspondía al Gobierno del Estado. Para resolverlo intervenía en<br />

ese tiempo el Director de Seguridad, que era Abdón Trejo Nava, por tanto, representante<br />

del Gobierno del Estado, de donde dependía Tránsito, que era estatal y dependía de esta<br />

Dirección y era quien tenía que resolver esos problemas, pero los problemas afectaban a la<br />

comunidad.<br />

Quitaba, primero, tiempo, porque había que andar pendiente de que no se derramara el<br />

agua, porque la situación siempre estaba muy crítica.<br />

Por último, desde el punto de vista económico, mandaban a la Policía Rural para prevenir o<br />

sofocar enfrentamientos, y a mí era al que me tocaba darles el hotel y la comida. Y, eso<br />

pesaba en el municipio; y, teníamos como desventaja que no podíamos dar una resolución<br />

porque no éramos la autoridad competente. Era problema del Gobierno del Estado y<br />

políticamente me afecta a mí y al ayuntamiento.<br />

Hubo necesidad de que en una ocasión fuese yo a platicar, al lugar donde estaba el<br />

sindicato de las peseras rojas, para que prestaran el servicio, se respetaran las amarillas,<br />

asignándose rutas. Lo que hicieron fue ampliar las rutas.<br />

¿En qué año pasó esto y como terminó?<br />

Entre 1984 y finales del 85, y concluyó con la expedición de autorizaciones a las peseras<br />

rojas y con la aprehensión de Suero López.<br />

¿Lo mandaron a las Islas Marías?<br />

No se ... lo mandaron a Ciudad Victoria.<br />

¿Y se arregló el problema del transporte?<br />

Se encauzó. Fue uno de los problemas que más dolores de cabeza dió.<br />

Y por eso no hay subsidio ni participaciones extras.<br />

79


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Pues no, son problemas.... ahí es donde las autoridades de elección popular o funcionarios<br />

designados tienen el deber de llegar a la consigna de que si los problemas atañen a la<br />

comunidad, son de su competencia.<br />

¿Qué labor desarrollaste –más preponderante- durante tu gestión administrativa?<br />

Pues yo antes que nada, desde el punto de vista de la relación con el pueblo, la actividad<br />

que se hace de entendimiento político con las diversas organizaciones fue con los<br />

ciudadanos, eso creo que es lo más importante, y luego por lo que se refiera a la<br />

administración desde el punto de vista material, que es lo que hacemos todos los alcaldes,<br />

según las posibilidades que tengamos y nosotros tomamos en cuenta que cuando yo entré<br />

en la época de Miguel de la Madrid, el dólar andaba como por cien pesos y cuando salí ya<br />

andaba como por tres mil quinientos pesos, si hiciéramos una cuantificación de los dólares<br />

que se podían obtener con el presupuesto que teníamos, pues cada vez tendríamos menos<br />

poder adquisitivo, pero se presentó la situación que en ese tiempo estaba funcionando -<br />

como todavía-, pero en aquel tiempo con mayor fuerza, el Fondo Nacional para la<br />

Habitación Popular (FONHAPO) y nos dio un crédito para construir mil casas habitación, y<br />

se hizo “Reynosa 2000” de esas mil casas a precios muy accesibles y en pagos muy<br />

cómodos también y se crearon otros dos o tres asentamientos que también se les llamó<br />

“Reynosa 2000”, La Presa Reynosa 2000, Rancho Grande Reynosa 2000, y el Moll<br />

Reynosa 2000. En lo que se refiera a lo demás a calles, bacheo, pavimentación, pues se<br />

hacía lo que podía hacer el municipio, pero sobre todo lo que se podía gestionar ante el<br />

Gobierno del Estado, que hizo mucha pavimentación en mi administración como obra<br />

directa.<br />

¿No te la cobraban?<br />

No, pues ellos la hacían directamente, uno nada más lo gestionaba y ellos la hacían.<br />

Miguel, yo conozco a Santos –tu hermano- abogado, como una persona íntegra y capaz,<br />

que no iba a cometer un error que lo perjudicara a él y a tu administración, pero es el<br />

punto crítico de tu gestión, por haber participado administrativamente en la organización<br />

del Módulo 2000.<br />

No, yo no lo nombré administrador, yo simplemente auspicié que le dieran el crédito a una<br />

sociedad civil que se llamó Reynosa 2000, S.C. es todo. No, ahí no había administrador, era<br />

una sociedad con un presidente, un secretario, un tesorero.<br />

Y la comisión de Santos, ¿cuál fue?<br />

Inclusive la función de Santos era asesorar al presidente, secretario y tesorero, no tenía un<br />

cargo, él asesoró a los miembros de la sociedad.<br />

Ya contestaste en otra pregunta pero quiero hacerla directa:¿Cuánta dependencia existe<br />

entre el ayuntamiento y el Gobierno del Estado?<br />

¿En mi tiempo?<br />

Yo creo que en tu tiempo y en el tiempo presente.<br />

Bueno, vamos a hablar de mi tiempo y también del tuyo que está más cerquita, pues la<br />

dependencia se puede decir que era absoluta, actualmente yo siento que hay más<br />

independencia por el municipio para con el estado, y como debe de ser, yo veo primero<br />

evolucionar la Legislación, el Artículo 115 Constitucional, me tocó ver alguno de los<br />

puntos en el Congreso del Estado y evoluciona la Legislación pero no evoluciona la<br />

situación, de hecho. Si tú ves el Artículo 115 Constitucional de 1984, se hubiera cumplido,<br />

pero no se cumplió. Entonces, sigue evolucionando la Legislación y se sigue insistiendo<br />

que de hecho también se evolucione y que se transforme en un municipio libre como lo<br />

80


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

propuso la Constitución de 1917 en municipio libre en el Artículo 115. Yo siento que en<br />

estos tiempos, el municipio puede ser más independiente del estado.<br />

¿No escamotean a veces las partidas municipales, especialmente las aportaciones<br />

federales?<br />

No, yo te puedo decir de lo que yo viví, agregado a lo que le pasa es que sus aportaciones<br />

federales son muy escasas comparadas con otras ayudas<br />

Muchos han descuidado a su familia, en el caso tuyo ¿la relación sigue siendo la misma o<br />

la vida cambia?<br />

Pues no puede decirse que no hizo mella el desempeño de la función en la relación familiar,<br />

sí, de alguna manera cambia, pero lo medular en mi caso por lo menos no ha cambiado,<br />

sigue la relación con mi esposa y con mis hijos, sigue siendo de la misma índole. Claro,<br />

cuando estás de alcalde y cumples, pues tienes que ir a graduaciones, a tomas de protesta de<br />

los clubes, a la cosa política, siempre estás lleno de trabajo pero se da uno tiempo para no<br />

perder la relación familiar y se recupera en grande cuando ya terminas.<br />

Y los hijos no ven al padre como el papá, sí, el presidente municipal, como que lo ven de<br />

otra forma.<br />

Pues fíjate que eso no lo he podido yo descifrar, quién sabe por qué, no sé cómo me verían<br />

mis hijos, sé otra cosa, que a ninguno de ellos le dio por la política, eso me lleva a una<br />

conclusión, no les gustaba mucho que anduviera en la política, porque sino, alguno se<br />

hubiera entusiasmado, pero siento que de alguna manera el que yo estuviera ocupado en la<br />

política, a ellos les mortificó un poco, no. Por los constantes viajes a México, descuidaba el<br />

acercamiento.<br />

Pero no sé cómo me observaron en ese tiempo.<br />

Hay proclividad de los presidentes municipales cuando rinden un informe adornar sus<br />

palabras con una irrealidad que molesta y que choca, por ejemplo “trabajaré sin<br />

descanso” “trabajaré día y noche”, “laborar sin desmayar” y lo más trágico del asunto es<br />

el combate a la corrupción y la socorrida y desgastada palabra de alto significado que es<br />

honradez, ¿qué sucede, quieren tomarnos el pelo? Porque la honradez es algo que no<br />

caracteriza a las alcaldías, dice la mayoría de la gente.<br />

Yo creo que la cuestión de que todos hayamos caído en el error de pronunciar discursos<br />

muy leídos y un sinnúmero de frases como mencionas tú ahí, es la inversa porque lo que se<br />

puede decir en cinco minutos lo haces en una hora o más; en cuanto a la honradez pues yo<br />

no puedo decir que tenga grados la honradez, porque el que es honrado es honrado y punto<br />

y aparte.<br />

No es como la que está medio embarazada.<br />

Exactamente, está embarazada o no está embarazada. Yo creo que debemos ser un tanto<br />

comprensivos en estas cosas, pues hombre, estás prestando un servicio a la comunidad, y<br />

bueno, a lo mejor en unas ocasiones haces gastos y tienes gastos fuera de lo común, bueno,<br />

eso no es no ser honrado, pero no vayas a no ser honrado y vayas a robar la mayor parte de<br />

los bienes que le corresponden a la comunidad, eso es estar súper-deshonrado, por eso te<br />

digo a lo mejor desde el punto de vista estricto, la honradez no emite grados, pero desde el<br />

punto de vista convencional sí podemos ser nosotros condescendientes, para decir pues<br />

hombre pasa con un siete, pasa con un ocho, no creo que alguien pase con un diez la mera<br />

verdad. Pero pasas, no pasan en la calificación que se les dé en la cuestión de honradez.<br />

Finalmente no lo va a decir uno, finalmente lo va a decir a la larga el tiempo y la gente.<br />

La actitud del que fue alcalde, se exhibe con el tiempo, pues la gente descubre lo que se<br />

guarda en secreto, porque lo que no se puede esconder en la vida es el dinero y lo tarugo.<br />

81


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Resultan los alcaldes con predios, negocios y hemos visto que –algunos de ellos- han<br />

amasado unas muy grandes fortunas en terrenos, en gasolineras, inversiones en ranchos, y<br />

eso es lo que la gente ve y juzga.<br />

Ya que hablamos de honradez, no tan sólo de honradez económica, sino que hay honradez<br />

en conducta, en forma de ser, por ejemplo, a mí me da risa o me da coraje cuando ciertos<br />

personajes sin capacidad ni mucho menos pudor, dicen que quieren ser alcaldes, que van a<br />

mejorar la ciudad, ¿no sería más honesto que a ésos los mandase su partido a estudiar el<br />

Presupuesto de Ingresos y Egresos, para que tengan noción de lo que van a enfrentar?,<br />

porque si les hacen un examen de administración municipal, yo creo que reprueban a la<br />

mayoría de todos los aspirantes a la alcaldía, y “tienen muchos deseos de servir a la<br />

comunidad”, ¿quién les cree?<br />

Bueno, pues la política es la que menos mata.<br />

Es la condición humana.<br />

Es la gran condición humana y la convivencia, que a veces se antojan ilógicas.<br />

Miguel y hace rato que hablabas tú de la Policía y Tránsito ¿por qué fueron removidos<br />

tanto Héctor como Leonel?<br />

Héctor se retiró porque andaba malancón, falleció.<br />

Sí, hace tres o cuatro años murió. Bueno, se retiró por enfermedad.<br />

Porque tenía enfisema, ese fue el problema. Leonel se retiró, ah no, él no se dio de baja, ni<br />

yo le hubiera permitido que se separara del cargo, pero como ya empezaba la nueva<br />

campaña para la renovación de poderes con el ayuntamiento, entonces quien andaba de<br />

candidata, pues pensó que era mejor otra persona por intereses con ellos, por protección o<br />

por lo que fuera, lo que promovió que cambiaran a Leonel, yo no tuve ningún<br />

inconveniente. Se salió como tres meses antes, entró César de la Garza, que lo metió Tina,<br />

por cierto, Leonel se fue feliz de la vida, le dije “espérate no te vayas, espérate tantito,<br />

aguanta conmigo”.<br />

La ciudadanía y las madres de familia, los padres y los muchachos, se quejan de que no<br />

existen los suficientes jardines, parques, ni centros de esparcimiento en Reynosa, pero<br />

sí podemos constatar -con suma tristeza-, que algunos ayuntamientos -no sé si será el caso<br />

tuyo-, han donado terrenos a sindicatos, organizaciones con siglas de asociación o<br />

sociedad civil, deportistas o ejidatarios ¿cuál es esa razón? ¿por qué sucede esto?<br />

Bueno, normalmente los ayuntamientos tuvieron acuerdos para donar terrenos a organismos<br />

a veces sindicales, en otras ocasiones a grupos deportivos, también predios para escuelas,<br />

pero en lo que se refiere al ayuntamiento que yo presidí, el acuerdo inicial fue no donar<br />

ningún terreno a ninguna organización, salvo que tocara la creación de una nueva escuela;<br />

entonces se donaron dos terrenos nada más, se compró un terreno de cinco hectáreas -para<br />

completar hasta diez-, al ejido La Presa, donados a la Facultad de Agronomía de la<br />

Universidad Autónoma de Tamaulipas, y otro terreno que se donó para la Escuela<br />

Secundaria Técnica.<br />

De allí en fuera, ningún otro terreno se donó, ni a ningún sindicato ni a ningún partido, ni<br />

siquiera a ninguna organización deportiva, porque en cuanto a esas organizaciones,<br />

solamente se tomaron en cuenta a las Ligas Pequeñas de Béisbol, y no se les donó, se les<br />

dio en custodia los terrenos que se pudieron habilitar con el relleno sanitario que se hizo en<br />

el antiguo Dren de las Mujeres.<br />

Que por cierto, ya no queda ninguno de esos terrenos en propiedad del municipio que<br />

afirmas diste en custodia.<br />

82


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

Ya no quedó ninguno porque después se hizo una permuta de un terreno de ahí del relleno<br />

sanitario para que el municipio adquiriera el predio donde está actualmente el edificio de<br />

Seguridad Pública.<br />

Sí, pero ahí fue “te cambio dos gatos de cincuenta mil pesos por dos perros de un millón”<br />

y quien salió perdiendo fue el ayuntamiento al comprar los perros.<br />

No sé cómo sería, yo sólo sé que hubo una permuta, simplemente el terreno que está acá<br />

por el libramiento Luis Echeverría y le llaman también Fundadores por la otra parte, ese<br />

terreno se quedó la Coca Cola con él.<br />

A cambio de donde está la Inspección de Policía o Seguridad Pública.<br />

Y la Coca Cola a su vez, le entregó al ayuntamiento el edificio que está por el boulevard<br />

Morelos, no el edificio, sino el terreno donde se construyó el edificio de Seguridad Pública.<br />

Miguel, y retrotrayéndonos en el tiempo, y observando a otras administraciones ¿por qué<br />

crees que hay esa inclinación a donar terrenos que no sobran, que hacen falta, pues<br />

encontramos -vuelvo a repetirte-, donaciones sin ninguna restricción a sindicatos, a<br />

organismos de alguna índole, otros en manos de alcaldes o familiares allegados, ¿por qué<br />

esa falta de respeto a la ciudadanía y al mismo patrimonio municipal, que es inalienable e<br />

imprescriptible?<br />

Pues bueno, yo creo en principio lo que había era una facilidad o discrecionalidad de parte<br />

de los ayuntamientos, a donar –principal- mente a los sindicatos-, el terreno en el que<br />

construían su recinto sindical. También se hicieron donaciones –tú lo conoces- a algunas<br />

organizaciones de profesionales, como fue el Colegio de Arquitectos, en alguna ocasión se<br />

le donó a la Barra de Abogados, que por cierto no lo utilizamos.<br />

¿Cuándo observaremos una cultura de la honestidad en los funcionarios públicos?. Ahora<br />

te voy a decir, que un alcalde donó un predio de una manzana a un colegio de<br />

profesionales, arguyendo que el alcalde que vendría, lo más probable es que se apropiara<br />

del terreno. ¿Por qué esa presunción negativa de un alcalde con otro de su mismo<br />

Partido?<br />

Pues no tengo algún dato de cómo se haya desenvuelto alguna situación de esa naturaleza,<br />

yo de lo que tengo datos firmes es por ejemplo, de que el ayuntamiento, yo creo que al<br />

siguiente del que yo presidí o alguno de los siguientes, le donó a CAPUFE por ejemplo,<br />

alrededor de doce mil metros cuadrados, ahí mismo en el relleno sanitario.<br />

Ahí donde estaban los parques que decías anteriormente.<br />

Sí, ahí estaban los parques de béisbol de la Liga Pequeña, a muchos le retiraron la custodia<br />

y utilizaron esos terrenos, unos para donárselos a CAPUFE y otros para hacer la permuta<br />

de la que te hablaba.<br />

De la Coca Cola<br />

Sí, del terreno que se utilizó para el edificio de Seguridad Pública, cuando teníamos<br />

nosotros la administración, ya a finales de la administración, habilitamos un inmueble que<br />

actualmente es la Delegación de la Procuraduría General de la República, ese inmueble<br />

constaba de un terreno y un edificio que se había construido con el fin de que fuera la<br />

central de talleres de las escuelas secundarias, pero los padres de familia se opusieron a que<br />

funcionara, porque era problemático y peligroso para los muchachos trasladarse de cada<br />

escuela secundaria a ese edificio donde estaba el taller, entonces nunca se utilizó, y<br />

nosotros lo habilitamos para que ahí quedara la Inspección de Policía precisamente.<br />

Nosotros le hicimos todas las adecuaciones necesarias para que funcionara.<br />

Pero terminamos nosotros la gestión del ayuntamiento en 1986 y no se cambió la<br />

Inspección de Policía al inmueble que nosotros habíamos habilitado. Entonces, ya en la<br />

83


Cesar H. Isassi Cantú<br />

siguiente administración o en las subsecuentes, de alguna manera ese inmueble pasó a<br />

poder de la Procuraduría General de la República.<br />

Un predio que inclusive se estaba peleando de parte del dueño.<br />

Sí, porque el propietario original, era el que construyó un panteón que está ahí a un lado y<br />

entonces el Cabildo le exigió la participación que exige la Ley, para utilizarlo el municipio<br />

también en panteón, pero en Panteón Municipal, nunca se hicieron escrituras y como no se<br />

dedicó a lo que se había dicho de que fuese el Panteón Municipal, entonces entiendo que el<br />

propietario original entabló sino judicialmente o extrajudicialmente, una controversia para<br />

recuperar el inmueble. Cosa que yo creo que no se ha logrado y no se va a lograr, porque de<br />

hecho ya está ahí la Procuraduría.<br />

Lamentablemente se perdió ese terreno y también se perdió otro que estaba al lado de la<br />

Aduana, ¿no lo recuerdas?<br />

¿A un lado de la Aduana, en donde le llamaban el “Caracol?”<br />

En la Garita Juárez, sí.<br />

En el Puente Internacional, a un lado estaba un terreno en donde se derivaba por medio de<br />

una calle pavimentada y servía para la revisión de los camiones, ese terreno la verdad yo no<br />

sé si fue municipal o era propiedad federal.<br />

Era federal, pues se le entregó al municipio. Me consta porque acuérdate que yo colaboré<br />

como secretario en la Junta Federal de Mejoras Materiales dependiente de la Secretaría<br />

del Patrimonio Nacional, ese terreno era federal y se le entregó al municipio junto con el<br />

Dren de las Mujeres, ya de Bienes Nacionales pasó a ser de Bienes Municipales. Como<br />

coincidencia, era yo secretario del Ayuntamiento cuando Patrimonio Nacional entrega<br />

acta con Decreto federal y terreno<br />

Inclusive algún tiempo se dijo que era para que se utilizara como estacionamiento y se<br />

cobrara y fuera a beneficio del DIF. Entonces cuando estaba Ramiro Saracho en la<br />

Administración de la Aduana utilizaron este terreno que está al lado del puente<br />

internacional. Primero lo utilizaron para la revisión de vehículos y como patio fiscal.<br />

Pero fíjate lo lamentable que es, no tener terrenos y los pocos que tenemos se destinan a<br />

empresas o a organismos de Gobierno que tienen presupuestos multimillonarios.<br />

O más apreciable que cualquier municipio. Sobre todo que es de Reynosa, no es posible<br />

admitir ni justificar que el municipio done un terreno por decir a CAPUFE, que tiene un<br />

presupuesto enorme o a la Procuraduría General de la República, que también tiene un gran<br />

presupuesto.<br />

O el de la Secretaría de Hacienda.<br />

A la Secretaría de Hacienda, que en este caso es de la Aduana.<br />

Y también en la lista de errores debemos anotar el atropello en la colonia de los<br />

Electricistas donde construyó el Poder Judicial de la Federación -sobre un parque infantil-<br />

los modernos Juzgados de Distrito en una zona inadecuada.<br />

¿Se podría escribir un libro de las aberraciones de los alcaldes?<br />

Sí, hay mucha, mucha ...<br />

¿Mucha tela de donde cortar?<br />

Sí, pero lo que sí puedes encontrar en los anales de la historia, entre 1984 y 1986 es que no<br />

se donó un solo terreno por la administración que me tocó presidir.<br />

La pregunta propiamente personal que valoro en mucho: ¿por qué la cultura siempre está<br />

en el debe?, nunca hemos tenido un alcalde que promueva la cultura en forma coordinada<br />

y continua; un candidato leyó dos líneas afirmando iba a promover la cultura y no agregó<br />

84


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

más. Si es parco para prometer peor será en crear espacios culturales y deportivos Ojalá<br />

el deporte y la distracción también lo promovieran los alcaldes, sería muy interesante.<br />

Pues es que hay otras necesidades que están golpeando todos los días, sin embargo algo se<br />

hace, en la administración que yo encabecé se creó la Semana Cultural con motivo de la<br />

fundación de Reynosa, para ello tuvo mucho que ver la intervención de los organismos<br />

culturales, uno encabezado por la Lic. Ana Teresa Luebbert y el otro encabezado por doña<br />

Bertha González de Garza, se creó toda una semana de actos culturales. Otra de las cosas<br />

fue que había desaparecido la Banda Municipal, entonces compramos instrumentos y se<br />

organizó con el profesor Valenzuela, que todavía está por ahí tocando la Banda Municipal.<br />

Eran los instrumentos de la Banda Municipal de Reynosa, ¿o los compraste?<br />

Mira, esos yo creo que eran de ellos, algunos los compramos. Otros yo creo que eran de la<br />

Banda de Reynosa.<br />

Mira, el señor Salvador Estrada, me dice que abajo de las gradas de la Secundaria José<br />

de Escandón –ahora la Preparatoria por Cooperación- encontraron los instrumentos, que<br />

los mandaron a Saltillo a arreglar.<br />

Fue una rehabilitación de los instrumentos y organizó la nueva banda el Profr. Valenzuela.<br />

A quien la administración municipal destituyó como director de la Banda de Música.<br />

¿A Arturo Valenzuela?.<br />

Sí, porque los setecientos cincuenta pesos mensuales que le pagaban no los desquitaba.<br />

Cambiando de tópico, ¿Cómo avizoras en estos últimos tiempos a la administración<br />

municipal para que se mejore en beneficio de los ciudadanos?<br />

¿En estos momentos?<br />

Sí, en estos momentos, el estado de cosas en que estamos viviendo<br />

Bueno, pues yo creo que lo más importante de los gobernantes a cualquier nivel es<br />

entenderse con los gobernados, sea a través directamente con los ciudadanos o de los<br />

organismos a los que pertenecen los ciudadanos, entonces podremos aspirar a una mejor<br />

calidad de vida.<br />

Eso es respecto a entendimiento, pero cuando hay diferencia de criterios –que los hay<br />

muchas veces- y los esconde la prensa ¿cómo ves esa situación?<br />

Pero a diferencia de criterios ¿de qué?<br />

Sí, por ejemplo, alguien cerró una calle, el vecindario protesta pero la prensa no le da<br />

importancia, y no tienen acceso al acercamiento a la Presidencia Municipal.<br />

Yo insisto, que quien está con la responsabilidad de administrar la ciudad, que es el<br />

presidente municipal del ayuntamiento, deben estar en contacto con la ciudadanía para<br />

hacer las cosas que se adecuen a las aspiraciones de los ciudadanos, a lo mejor no todo lo<br />

van a hacer, pero por lo menos van a andar más cerca.<br />

O lo van a entender, o lo van a desconocer.<br />

Exactamente.<br />

Un mensaje que quieras decirle a los jóvenes, porque los adultos ya no van a variar su<br />

camino ni su modo de ser, creo yo.<br />

Tienes razón.<br />

¿Qué consejo darías a los jóvenes?<br />

Pues que se interesen más por su comunidad, que no es porque nos lo merezcamos los<br />

adultos, sino que es por el bien de ellos mismos, que tomen en cuenta que nosotros no<br />

tuvimos la capacidad para comunicarles a ellos el interés por la comunidad, entonces todo<br />

lo que le podemos decir ahorita es interésense por su comunidad por ustedes mismos,<br />

nosotros ya prácticamente pues nos vamos.<br />

85


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Por qué si la política es lo que podría salvarnos de los desastres no naturales sino<br />

humanos ¿por qué se ve siempre con desprecio?<br />

Yo pienso que se ve con desprecio y con cierta sorna, porque hay la idea de que en la<br />

política se utilizan las artimañas más sucias para lograr los fines, fines también negativos,<br />

por eso es que hay desprecio, cierta reticencia a la política y a aceptar a los políticos, no<br />

nada más a los políticos, a mí me duele mucho por cierto, que haya pasado el día 12 de<br />

julio “Día del Abogado” y que no nos hayamos ni siquiera felicitado entre nosotros.<br />

¿Entonces hay una dispersión de los ciudadanos con los mismos intereses y de los valores<br />

entre ellos?<br />

Yo siento que sí, se nos escapan en el concepto de valor.<br />

Una última intervención que quieras tener.<br />

Pues agradecerte mucho César, esa preocupación que tienes de ir capturando todo esto de la<br />

vida de nuestra comunidad, en realidad yo colaboro con un granito, pero tú vas juntando<br />

granito a granito y estás contribuyendo en algo muy importante para Reynosa. Al final de<br />

cuentas, quienes quieran saber qué es Reynosa, pues lo podrán averiguar en lo que tú<br />

escribes y van a encontrar muchas explicaciones que se pudieron haber perdido.<br />

Por eso el libro se llama “<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong>”.<br />

Ah, qué bien, te felicito.<br />

Miguel, pues muchas gracias, te agradezco la amabilidad de permitirme entrevistarte y<br />

creo que hemos sido muy objetivos y hemos hecho a un lado la amistad para hablar de<br />

cosas que nos atañen a ambos.<br />

Una última pregunta ¿me permites que publique esta conversación?.<br />

Sí, César, cómo no.<br />

Muchas gracias.<br />

86


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

ENTREVISTA AL SR. ISAURO VILLARREAL SANTOS<br />

9 de Febrero de 1990<br />

Isauro Villarreal Santos, vino por unos días a trabajar en Reynosa, y es fecha que aún<br />

sigue con nosotros como uno más después de sesenta y un años de estancia fecunda, y<br />

ninguna gana tiene de dejar al pueblo que lo recibió con música y alegría.<br />

Tenedor de libros, fue un profesionista capaz y competente. El mayor problema que<br />

encontraba era que los comerciantes se negaban sistemáticamente a pagar los impuestos,<br />

“son además impuestos retenidos, ¿qué les pasa?. Comprendan, no son suyos, son del fisco<br />

federal”. Nada. Los tiempos siguen y la balanza de la cobranza sigue igual, hay quienes no<br />

escamotean al fisco los impuestos y la mayoría subterránea que no procede a cumplir sus<br />

obligaciones del timbre.<br />

Isauro nació en Villa Aldama, Nuevo León, pero la tristeza que se cosecha todos los días<br />

en ese hermoso pueblo, le hizo emigrar a tierras hospitalarias, tan es así que reynosense al<br />

fin, no dejará esta tierra más que al final, final; por su raigambre fue electo localmente<br />

Secretario de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, desde donde<br />

defendió al pequeño comercio. Actualmente se encuentra jubilado por sus largos años de<br />

servicio burocrático.<br />

Procedemos a la entrevista realizada el día nueve de febrero de 1990..<br />

Isauro, ¿cómo te va?<br />

Muy bien, licenciado.<br />

Me comentabas que había muerto anteayer don Rodrigo González Guerra, ex alcalde de<br />

Reynosa.<br />

Pues, el amigo González Guerra fue el primer presidente electo para un período de tres<br />

años aquí en Reynosa.<br />

En efecto, en la lista que me proporcionó don Juan Granados, señala que con su<br />

administración de 1943 a 1945, se inaugura esta modalidad que perdura hasta nuestros<br />

días. Y a propósito, ¿cómo estuvo la elección, qué nuevas circunstancias se dieron, qué<br />

factores concurrieron?<br />

Se le conoció en el pueblo como…<br />

Vamos, dilo, al fin que son cosas históricas de un pasado casi lejano en que ya quedan<br />

pocos participantes vivos…<br />

87


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Bueno pues, se le llamó el primer presidente de “dedazo”, según me platicara don Juan<br />

Granados, que el gobernador del Estado, creo que era Pedro Hugo González, se la había<br />

ofrecido a don Manuel González Ochoa, que era el papá de Rodrigo, y le contestó: “no, yo<br />

ya no quiero la Presidencia para mí, la desee tantas veces y creo estoy viejo” -palabras más,<br />

palabras menos, pero así fue-, “dásela a mi hijo” -intercedió por él-, y así fue su hijo<br />

presidente municipal.<br />

Dijiste que fue el primer “dedazo”, ¿por qué y qué situaciones prevalecieron?<br />

Se dice fue el “primer dedazo” porque hubo elecciones internas del partido,<br />

compitiendo Villanueva y Rodrigo. Entonces, habiendo ganado Pancho Villanueva se la<br />

dieron como quiera al señor Rodrigo González Guerra.<br />

¿Cuál fue la reacción de Francisco Villanueva?<br />

De coraje, di, si no. Pero cambió. Lo fue a saludar un grupo de amigos, a exhortarlo y<br />

manifestarle que él había ganado las elecciones, si se creía ganado, pues debería tomar la<br />

Presidencia.<br />

Y ¿qué hizo?<br />

Pues él dijo: “bueno, si el pueblo me apoya, nada me cuesta”, fueron y tomaron el<br />

edificio de la Presidencia, fue cuestión de horas, luego tuvieron que entregar de nueva<br />

cuenta al presidente municipal electo, que era nada menos que Rodrigo González Guerra.<br />

¿Fueron y tomaron la Presidencia, a la fuerza o pacíficamente sin mayor problema?<br />

Sí, fue con un grupo de gente.<br />

Y luego ¿qué sucedió, por qué se salió a los cuántos días?<br />

Te diré, llega el Ejército, ¡hombre!, y para dónde te haces, entonces llegó el Ejército a<br />

pedirle que debía abandonar la Presidencia y entregarla a Rodrigo González Guerra.<br />

fue.<br />

Y ¿qué hizo Pancho?<br />

Bueno, dijo, “si el pueblo así lo desea, ahí muere, vamos a ver cómo salimos de aquí”.<br />

Y ¿qué le dijo la gente?, porque la gente de palabra, sólo de palabra te apoya.<br />

La gente dijo: “No´mbre Pancho, vamos a retirarnos, al cabo en la otra, tú ganas” . Y así<br />

Y ¿comentó algo don Pancho?<br />

Creo que dicen que contestó: “No, pues está bien”. Después, en el próximo trienio fue el<br />

candidato y ganó las elecciones como alcalde municipal, todo el pueblo de Reynosa estuvo<br />

con él, fue el primer presidente apoyado por lo que es ahora el Partido Revolucionario<br />

Institucional. Por primera vez fueron elecciones con el nombre “consulta a la base” en<br />

forma transparente como un plebiscito.<br />

Sin contrario de otros partidos, ¿verdad?, no había contrarios, las pugnas eran<br />

internas.<br />

88


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

No tuvo contrincantes, era un hombre muy popular, toda la gente lo tenía en buen<br />

concepto y le dieron el apoyo.<br />

Tú platicabas que en las tardes gustaba de pasear a caballo alrededor de la Plaza.<br />

Por eso cuando montaba a caballo por la calle Hidalgo, le daba dos o tres vueltas a la<br />

Plaza y ahí salía la raza a aplaudirle, verdaderamente era popular.<br />

Ah, si, ¿le aplaudían cuando iba a caballo?<br />

Sí, salía la raza diciendo: “Viva Pancho” y le aplaudían.<br />

Y ¿traía pistola .45 al cinto?<br />

Pues no, yo nunca lo vi que anduviera armado.<br />

¿No era de armas tomar?<br />

No, era un hombre mucho muy popular.<br />

Muy simpático, yo lo alcancé a conocer.<br />

Y muy trabajador.<br />

Muy amigo de mi papá, tenía un rancho, ¿verdad?<br />

Era ganadero también, cómo no, comerciante.<br />

Era muy hombre, fíjate que el gobernador con el que fue electo lo tiraron, y vino un<br />

sustituto, pues mira, fíjate que el único alcalde que se presentó con el general Gárate a<br />

entregar su renuncia fue Pancho, ¿y sabes qué le dijo?, “por ser el único valiente de los<br />

alcaldes, todos estarán cesados, menos usted”. Y cumplió su palabra el gobernador interino.<br />

Pancho terminó su período y fue diputado local. No se equivocó con hombres de la talla de<br />

Villanueva.<br />

Me preguntabas, te contesto ahora, mira: “Bueno, pues yo llegué el 20 de noviembre de<br />

1944 y precisamente los Transportes Monterrey Cadereyta-Reynosa estaban ahí donde está<br />

el Cine Rex. (A un costado de la plaza Hidalgo, enfrente)”.<br />

Y llegaba yo como entre siete y siete y media de la tarde y vi que había mucho<br />

movimiento aquí en la Plaza, estábamos celebrando la Revolución y yo no sabía quién era<br />

Juan Granados, ni quiénes eran las personas que estaban en el acto, pero sí recuerdo que<br />

había una pareja ahí en una de las bancas que estaba a la entrada del Palacio, y pregunté<br />

que quiénes eran porque me llamó la atención, y me dijeron que eran don Rodrigo<br />

González Guerra y doña Sofía, la esposa del presidente municipal.<br />

Doña Sofía era una persona muy bonita.<br />

Y en la noche regresé, porque supuestamente iba a haber mucha fiesta y mucha alegría,<br />

y volví, y sí, en realidad fue una fiesta mucho muy bonita, asistió muchísima gente, y lo<br />

que más me sorprendió en esa ocasión fue la cantidad de alimento vendiéndose en la Plaza,<br />

había tacos, tostadas, sodas. Lo que quisieras, había una abundancia espantosísima y a muy<br />

bajo precio más que todo.<br />

89


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Para el que quisiera cenar ahí o llevar a su casa, ahí se ponía la gente para vender, en ese<br />

tiempo; entonces, pues querías menudo, ahí había menudo; querías barbacoa, ahí había<br />

barbacoa; querías taquitos, había taquitos; querías tamales, había tamales; en realidad para<br />

mí, había mucha comida muy barata.<br />

¿Cuál era el salario de un obrero?<br />

Pues no estoy muy seguro, no recuerdo muy bien, pero era entre $1.50 ó $1.75 diario.<br />

¿Cuánto costaba un cabrito?<br />

Valía también en esos años, entre veinticinco y treinta centavos. Podía comer la familia<br />

un cabrito diariamente, y le sobraba dinero.<br />

¿Unos zapatos?, eran muy baratos, entre $3.00 ó $4.00 pesos o $2.50 el par.<br />

En ese tiempo la gente era más seria, si por ejemplo vendían, por decir algo, cualquier<br />

cantidad -mil o dos mil pesos diarios-, pues ponle que no manifestaran los dos mil, pero<br />

manifestaban mil ochocientos pesos. Y había gente que sí, lo que vendían lo declaraban.<br />

Con fidelidad.<br />

Y era gente perfectamente segura de qué era lo que iba a ordenar, los impuestos los<br />

cubrían totalmente porque eran retenedores de impuestos, hay que pagarlos.<br />

Oye Isauro, ¿y a dónde llegaste tú ese 20 de noviembre del 44?<br />

Pues venía a ver a mi hermano y me dieron la dirección, me tenía que bajar allá en el<br />

Cine Rex, enfrente estaba la cantina El Mission, que caminara toda la cuadra.<br />

Qué buena seña.<br />

Que en la esquina estaba el Banco Mercantil, que siguiera por toda la calle hasta una<br />

cantina que se llamaba “El caballo blanco” y que preguntara por el señor Reynaldo Adame,<br />

quien me tendría que decir el domicilio, bueno, muy atento el señor salió a la esquina y me<br />

dijo “camine usted esta cuadra, está el Hotel Nuevo León, en la siguiente vive el señor<br />

Nazario Cantú Cortés y a la vueltecita ahí vive su hermano”, “muy amable señor, le<br />

agradezco infinitamente”, le reconocí su atención. Entonces yo venía por unos quince días<br />

y ya me quedé.<br />

Tomaste agua del río Bravo. Afirmativo, en ti también fue cierto el dicho de que “el que<br />

toma agua del río Bravo se queda a vivir en Reynosa”.<br />

Había aquí una persona que comentaba precisamente eso, don Pedro Salinas López me<br />

decía “no te preocupes, ya tomando agua en Reynosa, aquí te vas a quedar”, y así fue. El<br />

dicho, no sé si él lo compondría, pero él me lo dijo a mí.<br />

Isauro, pues tú viniste a Reynosa cuando era alcalde Rodrigo González y hablamos de<br />

él porque anteayer murió.<br />

Tenía 84 años.<br />

Oí lo que dijiste que “es una chulada Reynosa, lástima” , ¿lástima de qué?.<br />

90


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

Reynosa es una chulada, pero nos estamos haciendo viejos. Y esta cosa no se compone.<br />

¿Qué no se compone?<br />

El crecimiento, el desorden, la deshonestidad, caray, hombre, ¿no la ves tú así?, Reynosa<br />

ya no es la de antes. Aunado a lo anterior, está el detalle de no conocer a nadie, todo mundo<br />

se nos perdió, o nos le perdimos de vista. Lamento esto, ayer no sé quien me saludó y era<br />

un conocido, y se me hizo raro ya saludar a un viejo conocido de Reynosa, porque<br />

regularmente te saluda pura gente que ya no conoces, hombre, o que sabes quiénes son,<br />

gerentes de banco, empleados, o gente que te conoce, pero no te acuerdas ya del nombre.<br />

Eso me pasa a mí también exactamente.<br />

Y antes era un caminar y saludar a conocidos.<br />

Ahora no los conoces por nombre, ni de vista, antes, sabías que era un conocido, ¿cómo<br />

se llama? pues no sé. Esto cambió y para siempre, atrás en los años pasados quedaron los<br />

recuerdos y tanta gente que no sabemos nada de ella, te dices impotente a ti mismo por<br />

tanta gente venida de fuera.<br />

Son los signos de los tiempos que estamos viviendo, gente nueva, avecindada, pasan a<br />

formar parte importante del pueblo, así están las cosas, por eso te digo que son signos de<br />

las nuevas etapas, qué le vamos a hacer.<br />

Después seguimos con esta charla, ¿dónde la vas a publicar?.<br />

Yo te aviso.<br />

91


L<br />

Cesar H. Isassi Cantú<br />

ENTREVISTA A DON JESÚS GARCÍA PALACIOS<br />

“DON CHUY”<br />

4 de Julio de 2003<br />

a vida de don Jesús García Palacios es la lucha del hombre que con sus propias manos,<br />

logra a base de trabajo y tesón irla pasando bien, con casa, educación y modesto bienestar,<br />

aún así trabajando diez horas diarias y después de los ochenta años seguir en la brega<br />

cotidiana como un joven de escasos treinta años.<br />

Tiene en común con los otros entrevistados que no nació en Reynosa. Viene por su plena<br />

voluntad, quizá atraído por las fantasías narradas de don Juan Granados a través de una<br />

radiodifusora que puso a Reynosa en todos los confines de la tierra, desde Filipinas hasta<br />

Puerto Rico, entre muchos países donde llegaba la voz de Reynosa desde Reynosa, era un<br />

hombre decidido Jesús, que escogió este poblado para cimentar su hogar y su trabajo.<br />

Hoy es 4 de julio del año 2003, este día se conmemoran los 201 años de re-fundada la<br />

ciudad de Reynosa, Tamaulipas. En mi oficina me acompaña como invitado Jesús García<br />

Palacios, a quien le llaman cariñosamente sus amigos y conocidos “Don Chuy”.<br />

Entrevista<br />

Don Jesús ¿dónde nació usted?<br />

Yo nací en San Juan, Nuevo León.<br />

¿En qué año?<br />

En el año de 1917, el día 3 de marzo.<br />

¿Y allá estudió la primaria?<br />

Pues estuve hasta tercer año de primaria y muy apenas.<br />

¿Los ciclos escolares eran hasta qué grado?<br />

Eran hasta sexto, pero yo nada más hasta tercer año pude estudiar, no me gustaba<br />

mucho, y en aquellos años no le exigían a uno que fuera a la escuela, sí iban, pero porque<br />

querían.<br />

Pero aprendió a leer y a escribir.<br />

Sí, no muy bien, pero me defiendo un poquito.<br />

92


Sobre todo las matemáticas.<br />

<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

Más o menos, dice una hija mía “oye papá, tú sabes mucho de matemáticas”, no, si no<br />

sé, pero como quiera que sea aquí traigo mi maquinita (calculadora).<br />

Platíqueme pasajes de su juventud, ¿qué hacía en San Juan?<br />

Bueno, mi papá allá era ganadero, tenía cabras, vacas y propiedades, y aparte de eso él<br />

era Jefe de Correos en aquellos años.<br />

Ah, es una función muy interesante y ¿usted le ayudaba?<br />

No, no, como es un pueblo chico, él hacía todo el movimiento de las firmas y cartas y<br />

todo eso.<br />

¿Y pasaba cerca el ferrocarril?<br />

De tal manera el tren venía de Monterrey a Tampico. En aquellos años eran máquinas<br />

antiguas, de vapor, le tenían que echar agua al tanque de un tinaco muy grande donde había<br />

una bomba que extraía agua, pues pasa un río cerca y llenaban el tinaco.<br />

¿El río se llama San Juan?<br />

San Juan, sí.<br />

Y ¿usted le ayudaba a su papá?<br />

No, no, estábamos chamacos, como le digo, él tenía vacas y cabras y vendía la leche en<br />

el pueblo, de a litro o medio litro.<br />

¿Y a cómo la vendía, cuánto costaba?<br />

Pues creo que costaba diez centavos, estaba muy barato todo.<br />

Y ¿el sueldo de una persona cuánto era?, ¿se acuerda?<br />

Pues era poco, pero sí alcanzaba, como papá era bueno para los negocios, aparte de su<br />

trabajo tenía sus cabras y vacas y todo eso y alguna leche que no se vendía, mamá la<br />

cuajaba y hacía asaderas.<br />

Para comer ustedes.<br />

Para comer nosotros y para vender, porque como le digo, el tren pasaba a las ocho de la<br />

mañana y duraba como un cuarto de hora ahí parado, mientras que le echaban el agua.<br />

¿Y usted vendía las asaderas?<br />

Sí, y mamá nos mandaba a vender las asaderas al tren.<br />

¿Y cómo las llevaban?<br />

En una bandeja, ya sabe como son las asaderas.<br />

¿Y cómo se la daban al cliente que compraba?<br />

Pues ya venían preparadas en cada hoja de papel de estraza y así se le daba al pasajero,<br />

en el ferrocarril andábamos vendiendo, recorríamos los carros, a pie, el cliente se asomaba<br />

a la ventanilla “dame una asadera”, y así era como vendíamos.<br />

¿Cuánto costaba?<br />

93


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Pues como quince o diez centavos, decía papá “para que desquiten la comida”.<br />

Que trabajen, oiga Jesús ¿y cuándo se vino a Reynosa?<br />

Ora verá, mamá le tenía mucha fe a la peluquería, cuando cumplí como diez años de<br />

edad, decía ella “aprende peluquería, porque el peluquero nunca se muere de hambre”, pues<br />

no se muere uno de hambre, pero no se hace rico. Me mandaron a Monterrey porque tenían<br />

unos compadres allá, a que fuera a aprender la peluquería.<br />

¿A una escuela de peluquería?<br />

No, era una peluquería que se llamaba “Hollywood” era de unos compadres de papá y<br />

mamá.<br />

¿Por qué calles estaba?<br />

Por la Calzada, Calzada y Cuauhtémoc.<br />

Muy transitado ese sector.<br />

Sí, muy transitado, ahí estaba el Arco, ése, de la mujer.<br />

¿De la Independencia?, de la Mona que le dicen, de la Bola.<br />

Sí, y entonces estaba como a media cuadra, ahí fue donde aprendí, Monterrey estaba<br />

cerquita de mi pueblo.<br />

Y ¿qué hizo allí?<br />

Ahí duré tres meses, a los tres meses ya me fui de regreso para el pueblo, porque según<br />

yo, ya sabía peluquería, ¿qué podía aprender en tres meses?, porque ese oficio se aprende<br />

viendo.<br />

Ah, ¿se aprende viendo, no practicando?.<br />

No, no, bueno sí, puede uno practicar pero tenía uno que andar buscando chamacos para<br />

pelarlos y no, yo nada más me fijaba cómo le hacían ellos, porque el señor ése tenía un hijo<br />

más o menos de la edad mía.<br />

¿Cuántos años tenía?<br />

Pues estábamos chamacos, unos diez u once años.<br />

Tan chiquillos así.<br />

Y el muchacho ese, pues era muy amigo mío desde que vivieron en el pueblo de<br />

nosotros, después se fueron a Monterrey y pusieron esa peluquería, todos eran peluqueros,<br />

y allí yo viendo cómo le hacían ellos, pero nunca pelé a nadie allá, para qué le voy a decir.<br />

Pero llegando al pueblo ¿qué dijo?<br />

No, pues según yo, ya soy peluquero y luego, luego, había una señora que tenía un sillón<br />

de peluquería y me lo compraron y me puse a trabajar como si supiera.<br />

Y la herramienta ¿dónde la consiguió?<br />

Pues en Monterrey, en ese tiempo eran máquinas de mano ¿se acuerda?, no eran<br />

eléctricas, esas llegaron cuando ya radiqué en Reynosa.<br />

94


Pero ¿ya había electricidad en San Juan?<br />

No, todavía no había.<br />

Estamos hablando de 1927.<br />

<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

Yo cuando vine aquí a Reynosa, ya era peluquero.<br />

Pero se hizo peluquero allá en la casa.<br />

Sí, ya tenía clientelita, y me iba más o menos bien, pero como no tenía compromiso de<br />

nada, así que lo que ganaba era para mí, pues papá era de dinero, no necesitaba que yo le<br />

diera, ni nada.<br />

Y ¿cuándo se vino a Reynosa?<br />

Pues mire, déjeme platicarle cómo estuvo eso, cuando yo tenía unos 18 años me<br />

enamoré de una muchacha, ella tenía 16 años y yo 18 más o menos y nos casamos de velo y<br />

corona y todo, pues yo ya había juntado dinero y tuvimos un hijo, se llama Jesús García<br />

González, Chuy, y me tocó tan mala suerte, que mi esposa se enfermó en la casa de la<br />

familia de ella, no sé de qué.<br />

Dice que se enfermó en la casa de su familia.<br />

Sí, al año once meses se enfermó, ya había nacido el niño.<br />

Y ¿de qué se enfermó?<br />

Es como le digo, no supe de qué, porque el papá de ella no creía en los doctores, era de<br />

esos hombres antiguos que no creían en ellos y decía “tráele una bruja”.<br />

Era ignorante y además testarudo.<br />

Sí.<br />

¿Cuántos habitantes eran en San Juan?<br />

Pues yo creo que unos tres o cuatrocientos, era un pueblo chico. Entonces se muere la<br />

señora y quedó el niño chiquito de once meses de nacido, el papá de ella no creía en los<br />

doctores y después de irla a sepultar, yo tenía que despedirme de la familia.<br />

Y usted ¿por qué no hizo lo posible para curarla en Monterrey?<br />

No, porque ahí en Cadereyta había y hay todavía muy buenos médicos, muy famosos,<br />

había uno que se llamaba el doctor Vale y yo se la llevé a ella, pero el papá no quería ni que<br />

la tocaran, y decía él “tráele una bruja, está embrujada”, fíjese nada más. Pues ya fuimos a<br />

sepultarla y tenía que irme a despedir de la familia de ella y recoger el niño, era mío, y<br />

entonces llegué a la casa y me despedí de los hermanos de ella, de la señora, con todos la<br />

llevaba bien, menos con el señor y le dije “me ando despidiendo de todos porque ya me voy<br />

para la casa, me voy a llevar al niño” y me dijo “no, el niño no te lo llevas, aquí se va a<br />

quedar”, yo no quise decirle nada, por lo que acabábamos de pasar; llegué a la casa y mi<br />

familia -que era una familia grande- cinco mujeres y dos hombres, entonces también<br />

acababan de llegar del panteón y lo primero que me dijeron fue “oye Chuy, y el niño ¿no te<br />

95


Cesar H. Isassi Cantú<br />

lo trajiste?”, les dije “el niño se va a quedar allá”, se va a quedar con ellos, y dijo papá:<br />

“No, hombre, ¡qué se lo vamos a dejar!, vamos a pelearlo”, y a otro día los citamos a la<br />

Agencia del Ministerio Público y no fueron a la cita y al otro día tampoco, y a la tercer cita<br />

sí fue, entonces me empezó a poner en mal a mí, y le contesté yo “miente usted, si yo no<br />

tomo -estaba joven todavía-, no tomo ni nada de eso”, entonces me quiso dar una bofetada,<br />

estaba yo cerquita y el agente del Ministerio Público mandó traer un policía, y vino el<br />

policía y dijo “llévense a este señor al corralón y ténganlo dos horas nada más”, yo creía<br />

que me iban a llevar a mí, y nada, era a él, diciendo “a las dos horas me lo traen”; no, pues<br />

ya venía muy mansito el señor y le dijo el agente “a la noche van a ir dos policías por el<br />

niño y se lo van a llevar a Jesús, a la casa de él”, entonces una hermana mía me dijo “yo te<br />

voy a cuidar al niño”, y así lo hicimos; luego me vine para Reynosa a los cinco meses de<br />

viudo, yo iba para Monterrey, dije no, a Reynosa sí.<br />

¿Y en qué se transportó a Reynosa?<br />

Había dos camiones que salen de San Juan a Monterrey cada media hora, y agarré el<br />

autobús y dije “no, yo no voy a Monterrey, me voy a regresar, yo me voy para Reynosa”,<br />

por aquel tiempo oía yo una radiodifusora que anunciaba don Juan Granados, ¿se acuerda?<br />

Sí cómo no, la XEAW.<br />

Se oía en todo México, pues era muy fuerte, yo la escuchaba y me decía “un día voy a ir<br />

a Reynosa”.<br />

Así que la estación de radio lo movió venir a conocer a Reynosa.<br />

Sí, ahí en Cadereyta me bajé y tiré el boleto y saqué uno para Reynosa en autobús, siete<br />

pesos me costó.<br />

Pero estamos hablando entonces ¿de qué año?<br />

Estamos hablando de 1943, ese año llegué aquí, ya estaba la Peluquería Reynosa, usted<br />

todavía no nacía.<br />

Yo nací en 1939, ¿había muchas peluquerías en Reynosa?<br />

No había muchas, pero sí había muchos peluqueros.<br />

¿Y eran peluquerías de buena calidad?<br />

No, esa era la más grande la de Reynosa, eran 6 sillones me acuerdo, estaba frente a La<br />

Opera.<br />

Por la calle Hidalgo, en la acera oriente.<br />

Ahí pedí trabajo porque yo venía sin nada y me lo dieron, el dueño se llamaba Antonio<br />

Rincón.<br />

Que luego lo mataron aquí en la esquina (P. Díaz y Matamoros).<br />

Espéreme tantito, ahorita le voy a contar, ya empleado, había un cliente que arreglaba,<br />

porque después de que me metí a trabajar empecé a tener mis clientes, y había uno que<br />

96


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

siempre que iba a arreglarse conmigo me decía “oiga Don Jesús ¿por qué no pone su<br />

peluquería?, usted trabaja bien”, “es que voy llegando, maestro, era un maestro ebanista,<br />

voy llegando pero quizá más allá la ponga”; me dice “cuando usted quiera, yo puedo<br />

cooperar con usted, puedo ayudarlo para que ponga su peluquería, el día que usted quiera”,<br />

“bueno, yo le aviso”, transcurrió un año, en ese año que pasó hablé con Antonio Rincón y<br />

le dije “oiga, ¿no quiere vender la peluquería, don Antonio?”, me dice “¿por qué, me la<br />

quieres comprar?”, “pues sí, si la vende yo se la compro”, pensando por lo que me había<br />

dicho el señor ebanista, entonces dijo: “No, pues ahorita no la quiero vender, pero más<br />

adelante tal vez sí”, bueno, pasó otro medio año y me dijo “ahora sí la quiero vender, si la<br />

quieres comprar, te la vendo”, dije “sí, si la compro”, fui a ver al maestro ese donde vivía<br />

pero ya no estaba ahí, quién sabe para dónde se había cambiado y le hablé a mi papá por<br />

teléfono y le dije que me prestara $16,000 pesos y me dijo “sí te los presto, pero te los<br />

presto con intereses, así que ya sabes”, porque papá era prestamista, le dije “no le hace, yo<br />

le pago lo que sea y le pago los intereses que quiera”.<br />

¿Qué intereses eran?<br />

Pues no me acuerdo, pero sí era alto el interés, en ese tiempo había mucho trabajo,<br />

cobrábamos 75 centavos el corte de pelo y 50 centavos la rasura, fíjese.<br />

¿Y el dólar en cuánto estaba?<br />

Estaba a $4.85 más o menos, estaba barato y luego aumentó a $8.00 y luego se fue a<br />

$12.50 y así estuvo mucho tiempo, ¿se acuerda?. Se cobraba muy barato la peluqueada pero<br />

ya cuando la compré, le aumenté a peso cada servicio. Nada más los veinticinco centavos<br />

que faltaban para cerrar el peso, había como le digo, mucho trabajo.<br />

El trabajo era de qué, ¿de petroleros, de agricultores?<br />

Era el algodón en aquel tiempo.<br />

¿Venía de compras la gente americana?<br />

Sí, venía mucha gente del otro lado a Reynosa a comer, en aquel tiempo no había en<br />

Estados Unidos los restaurantes que hay ahora, cabrito al pastor, nada, no había, la gente<br />

venía de compras pues aquí era muy barato todo.<br />

¿El tequila era barato?<br />

Sí, era muy barato todo.<br />

Se podía comprar con la feria que sobraba.<br />

Sí, venía mucha gente aquí a pasear, a comprar, al Mercado Zaragoza.<br />

Ya el mercado parece una tienda de curiosidades, las únicas tiendas que hay ahí,<br />

fruterías, son las de Treviño y en el otro extremo.<br />

Ah, si, la del tocayo Jesús, esa es la única frutería, había muchas carnicerías adentro.<br />

97


Cesar H. Isassi Cantú<br />

La de Gabino Ponce, ¿verdad?, entonces ¿qué pasó con el proyecto de comprar la<br />

peluquería?<br />

Tenía bastante clientela, muy buena clientela.<br />

¿Cuánto se ganaba?<br />

Sí se ganaba bien, pero como a los cinco meses de llegado aquí a Reynosa me casé -<br />

venía viudo-, con mi esposa que todavía vive, tenemos tres hijas.<br />

¿Cuántos años de matrimonio tienen?<br />

Como sesenta años.<br />

Usted me decía que tiene 86 años de edad y sesenta años de matrimonio.<br />

Sí, pues estaba yo joven, tenía 25 años, venía viudo de allá, después se vino a vivir acá<br />

mi hermana con el niño y hasta mi papá se vino también, aquí estuvo mucho tiempo.<br />

¿Se dedicó a prestar dinero su papá?<br />

No, al contrario, compró unos departamentos por la calle Saltillo y los rentaba.<br />

Estuvieron viviendo acá mucho tiempo papá y mamá y también una hermana mía que le<br />

falló la vista a la edad de 17 años, no volvió a ver en su vida, papá la llevaba cuando estaba<br />

en el pueblo con oculistas buenos, y nunca pudo sanar.<br />

¿Tenía diabetes?<br />

No, nada, nada más quedó cieguita, hasta estuvo encerrada en la sala de la casa, con un<br />

chal tapada porque no quería que nadie la viera, le daba pena que la miraran, de diecisiete<br />

años veía muy bien y de repente quedó cieguita, no sé por qué.<br />

¿Se le fue acabando poco a poco?<br />

No, de repente se le fue la vista y ya no volvió a ver.<br />

Fue una lástima. ¿De recién llegado dónde comía?<br />

Fíjese, en ese tiempo cuando llegué aquí había varios restaurantes, pero el Sánchez y el<br />

Fénix eran unos de los mejorcitos, ahí nos cobraban $7.00 a la semana por las tres comidas.<br />

Para hacer la comparación ¿cuánto ganaba usted en la peluquería diario?<br />

Cuando estuve de oficial ganaba como 3 pesos diarios, era buen dinero.<br />

Ganaba $21.00, una tercera parte se iba en comida.<br />

Nada más llevaba a la señora a comer allá, a mí no me gusta ir al restaurante.<br />

Había restaurantes como el US Bar, La Cucaracha, el Casa Blanca, el Sam´s Place, y<br />

luego ¿qué pasó después?<br />

Como ya era el dueño de la peluquería, ya ganaba un poquito más de dinero.<br />

Su papá le prestó los 16 mil pesos con intereses, y usted le empezó a pagar.<br />

Le pagué yo todo, porque es lo que he tenido siempre, no me gusta andar así, lo que<br />

debo lo pago.<br />

Y compró la peluquería ¿el local no?<br />

98


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

No, el local no, el local era de doña Aurorita Gutiérrez.<br />

Hija de don Gerardo M. Gutiérrez ¿y cuánto tiempo estuvo en esa peluquería?<br />

Estuve 28 años en la peluquería esa, luego me metí 22.<br />

Yo me acuerdo de esa peluquería porque tenía un caramelo grande, un día por ir<br />

bobeando me di un tope ahí.<br />

Sí, estaba un poco bajito.<br />

Sí, yo era un chamaquito y me pegué con él, por cierto ese caramelo se ha ido<br />

perdiendo, ya las peluquerías no lo tienen.<br />

Fíjese que cuando me metí, yo compré otro caramelo más chico ahí en la peluquería lo<br />

tuve y hace nueve años que ya no la quise tener porque ya entraron las estéticas y ya era<br />

poco el negocio, ya estaba yo fastidiado, ya tenía casa propia, la que tengo por la colonia<br />

Ribereña.<br />

¿Todo, producto de la peluquería?<br />

Sí, en aquel tiempo yo le buscaba por otro lado, licenciado, porque como me casé muy<br />

joven y luego recién viudo, tuvimos tres hijas y empezaron a crecer, las metimos a la<br />

escuela primaria, y me dijo mi mujer “a las muchachas hay que darles buenos estudios”, yo<br />

ya me portaba más o menos mejor, porque como le digo yo le revolvía a todo, vendía lo que<br />

salía, yo vendía hasta cigarros americanos ahí en la peluquería y si no, mandaba a los<br />

muchachos, a los boleros, a que vendieran acá en la esquina del mercado Zaragoza, y la<br />

gente del otro lado compraba los cigarros americanos, eran baratos.<br />

¿Por qué eran más baratos?<br />

Porque los daban en el puente, en el otro lado, más baratos ellos, tenía uno que pasarlos<br />

para acá.<br />

El llamado “in bond”, creo que un paquete costaba dos dólares.<br />

Y ganaba buen dinero, mis hijas empezaron a crecer y me dijo mi señora “a las<br />

muchachas hay que darles buenos estudios” le dije “no, hombre para qué, nada más<br />

terminan y se casan”, se me puso brava la señora y le dije “bueno, está bueno”<br />

¿Es de aquí de Reynosa, su esposa?<br />

Nació en El Guerreño, cerca de Corrales, municipio de Reynosa.<br />

Hablamos ayer don Chuy de sus hijas, me decía que las tres son biólogos, una en<br />

Nuevo León, una de Saltillo, Coahuila, y la otra de México, D.F., y ¿por qué las mandó a<br />

diferentes partes a estudiar?<br />

Porque así quiso el destino y las tres viven aquí en Reynosa, como quiera tienen papeles<br />

del otro lado, pero aquí se prepararon.<br />

Hablábamos de las peluquerías, usted compró la peluquería “Reynosa”.<br />

A los dos años de estar aquí en Reynosa.<br />

99


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Y ¿qué recuerdos hay de las peluquerías, había mucha competencia?<br />

Pues no había mucha competencia pero como quiera venía mucha gente del otro lado y<br />

sí había negocio y se cobraba muy barato.<br />

¿Cuánto cobraban?<br />

Cuando yo la compré cobraba el maestro 75 centavos.<br />

¿Por qué mataron a Rincón, aquí en la esquina? (Matamoros y P. Díaz).<br />

Pues ese señor, el papá de Roberto Rincón, puso la peluquería aquí donde está el Sevilla,<br />

en la calle Porfirio Díaz, después de que me la vendió a mí puso otra peluquería acá, en<br />

Porfirio Díaz y Matamoros, en el mero Sevilla, y había un peluquero que era de<br />

Montemorelos que vivía aquí en Reynosa pero era medio sanguinario, debía algunas<br />

muertes, estaba trabajando ahí en la peluquería pero estaba escuchando lo que estaba<br />

hablando don Antonio, el papá de Roberto, en la puerta de la peluquería.<br />

¿Qué Roberto es?<br />

Era hijo de don Antonio Rincón, Salvador era hermano y Toño y otro que se llama<br />

Rodolfo también, puros hombres y entonces estaban platicando ellos acaloradamente, no<br />

peleando, así hablaban ellos de fuerte, como aquel Beto andaba medio entradón, medio<br />

borracho, estaban discutiendo y el peluquero estaba trabajando, arreglando un cliente,<br />

terminó de arreglarlo y como los estaba oyendo allá, nada más salió a matar a Roberto, le<br />

dio 19 puñaladas, se hizo de palabras con él y éste que era buen boxeador lo tumbó al suelo<br />

de un golpe, y abriendo una navaja de fuelle se abalanzó sobre Beto, quien corrió rumbo al<br />

Valle Salón, aquí en la esquina en Matamoros y Porfirio Díaz, donde lo alcanzó, porque<br />

Roberto se cayó y ahí lo apuñaló.<br />

¿Pero por qué?<br />

Nada más por eso, nada más porque estaban discutiendo ellos acaloradamente, se<br />

enfadó, terminando el cliente salió nada más a matar a aquel muchacho.<br />

¿Delante del papá?<br />

Sí, le dio 19 puñaladas.<br />

¿No hicieron nada por detenerlo?<br />

Sí, lo metieron a la cárcel.<br />

No, pero ahí, antes cuando cometió el crimen.<br />

No, pues quién se metía, yo lo supe después acá.<br />

¿Con la navaja de trabajo?<br />

No, con una arma, un puñal o algo, le puso 19 puñaladas, lo mató ahí.<br />

¿En qué año fue eso?<br />

Yo creo que fue como en 1945 cuando estábamos ahí, y el crimen fue como en 1946, un<br />

año después.<br />

100


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

¿Había mucha violencia en Reynosa en aquellos años?<br />

Sí.<br />

Yo recuerdo una muerte de un doctor que tenía el consultorio adelante del Sevilla,<br />

donde está el Teatro Reynosa ahora, el doctor Pérez y Pérez que fue muerto por el papá de<br />

una niña a la que estaba curando y murió, entonces el padre vino y con una pistola lo<br />

mató, ¿no recuerda usted ese crimen?<br />

No, fíjese, no me acuerdo de ese doctor.<br />

¿Y el del boticario?<br />

Bueno, el de ese sí me acuerdo, que mató a un doctor.<br />

¿Por qué razón?<br />

Pues yo realmente no supe cómo estuvo, pero me acuerdo que lo mató allí en la puerta<br />

de la farmacia por la calle Hidalgo.<br />

¿El doctor, era el farmacéutico de la farmacia?<br />

No, era el doctor que atendía a los clientes en la farmacia.<br />

¿Y le dio de balazos?<br />

Sí. También me acuerdo que después mataron al “Aguacate”, así le decían, hubo otra<br />

muerte muy sonada, la de Zayas, allá por los panteones.<br />

¿En qué fecha?<br />

Pues no lo recuerdo, pero fue por la época cuando el alcalde era Rodolfo Garza Cantú, y<br />

ahorita que platicamos hago mientes de que una vez un tal Lupillo, criminal de Guadalajara<br />

vino a matar a Rogelio Garza Tijerina y creo que murieron los dos, es que hace tantos años<br />

que se olvidan las cosas.<br />

¿Y el crimen de Baldomero del Fierro, ¿lo recuerda usted?<br />

Sí, le dieron muchos balazos, se ensañaron con él; también me acuerdo de un asesinato<br />

muy feo, al tipo se le conoció como el “Chacal de las Comitas” lugar donde vivía, aquí en<br />

el municipio, en las afueras mató a seis familiares, a la esposa y a cinco hijos, el<br />

desgraciado los enterró en el patio de la casa, apenas lo recuerdo hace 43 años (2003); ya<br />

que hablamos de crímenes, el del padre que golpeó a su hijo y aún vivo lo arrojó a una fosa<br />

séptica de esas sucias, y ya preso porque lo aprehendieron, arrepentido quería le<br />

permitieran ir al funeral del hijo que había matado y le dijeron “te matan los familiares,<br />

bárbaro”, y no fue. Pero mire, le voy a referir otro crimen que sí me acuerdo -porque fue<br />

casi enfrente de la peluquería mía-, el de don Ramiro Rodríguez Palafox y don Miguel<br />

Gutiérrez.<br />

¿Cómo estuvo ese tiroteo?<br />

El motivo es que venían peleando un terreno en no sé qué parte, donde tenían unos<br />

terrenos y no sé cuánto medía el que andaban peleando ellos, empezó la discusión y se<br />

101


Cesar H. Isassi Cantú<br />

pusieron a pelear donde estaban y dijeron “en donde quiera que nos encontremos, ahí nos<br />

vamos a matar”, así fue, y se encontraron ahí. Frente a la peluquería, frente a La Opera y<br />

ahí se agarraron a balazos, en ese tiempo pasaban los carros por la calle Hidalgo y se<br />

estacionaban por el lado de la peluquería.<br />

Por la parte poniente de la calle.<br />

Venían de la Plaza para acá, era de un solo sentido y se paraban los carros al lado<br />

derecho, entonces don Ramiro estaba por el lado de la peluquería y don Miguel estaba por<br />

el lado de La Opera, y ahí había una casa de curiosidades de una americana, bueno, el<br />

esposo de ella era Mario Leal, la señora era americana pero hablaba muy buen español, y<br />

ahí cayó don Miguel, en ese momento que oí los balazos y salí, que fue cuando don Miguel<br />

iba cayendo, la pistola la hacía así (balanceándola) en su mano, cayó muerto luego, luego.<br />

¿Hirió a Ramiro en un hombro?<br />

Sí, así fue.<br />

¿Junto estaba la zapatería de Juan Leal de la Garza?<br />

Sí, y luego enseguida estaba el Cine Gutiérrez.<br />

¿Quién auxilió a Ramiro?<br />

Pues no, nadie, él inmediatamente se fue para Estados Unidos, allá, total que ni la cárcel<br />

alcanzó.<br />

¿Hubo muchos crímenes en la zona de tolerancia, en el Central?<br />

Sí, allá se agarraban a balazos, ¿se acuerda de Jesús Reyna?<br />

No.<br />

Que se agarró a balazos Jesús Reyna con unos soldados, allá en la zona, entonces lo<br />

venían siguiendo los soldados porque creo había matado un soldado allá, porque aquél se<br />

vino así, no agarró carro ni nada, se vino a pie, huyendo, fue a la Presidencia y se subió al<br />

segundo piso y se dejó caer, porque ahí estaba la cárcel ¿se acuerda?, y se dejó caer Jesús<br />

Reyna y se lastimó las piernas.<br />

¿Se dejó caer entre los presos para que no lo agarraran los militares?<br />

Sí, pues ya estando dentro, en eso llegaban los soldados por él. También supe de un<br />

crimen que cometió “El Aguacate” una vez que estaba en El Central jugando billar,<br />

llegaron unos militares borrachos y quisieron desarmarlos. Lo mataron y luego fueron y lo<br />

tiraron allá por las afueras de Reynosa.<br />

Mataron al militar y luego lo subieron a la camioneta y lo tiraron fuera de aquí y ¿qué<br />

ganaban con eso?, pues el crimen estaba cometido, ¿y el otro?, eran dos militares ¿se<br />

salvó?<br />

Sí, anoche me estaba acordando de ese Jesús pero no me acordaba cómo se apellidaba<br />

hasta que llegué aquí, se trataba de Jesús Reyna. Tenía un hermano en el puente que era<br />

102


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

velador, por el Imperial. Sí, también me acuerdo de un comandante que mataron enfrente<br />

de la Presidencia.<br />

¿Por qué mataron al comandante?<br />

No sé por qué, y luego también hubo otro enfrente del Monterrey, al frente estaba el café<br />

El Fénix, había una señora que tal vez la conoció y se acuerda de ella, Blasita Garza, ella<br />

estaba trabajando de cajera en El Fénix, le alcanzó un balazo en la pierna.<br />

Ah si, ¿se tiraron de balazos en la calle?, y ¿quiénes fueron los rijosos?<br />

Pues había un señor que se apellidaba Santana o Tana por ahí, pero no supe por qué se<br />

pelearía, como estaba enfrente me daba cuenta; como le digo licenciado, me acuerdo de<br />

muchas cosas pero a veces no sé qué hicieron.<br />

Doy Chuy, como le dice todo el que le estima y le decimos los que lo queremos, ¿usted<br />

perteneció a algún partido político llegando a Reynosa?<br />

No, nunca me ha gustado la política.<br />

¿Por qué nunca le ha gustado la política?<br />

Pues no, no me llama la atención.<br />

¿Las peluquerías no le pagan al Ayuntamiento?<br />

No, le pagamos al Estado y a la Federación, a Hacienda, nada más, yo pagué impuestos<br />

50 años.<br />

¿Y cómo era el contrabando en aquellos años?<br />

Bueno, de eso sí le puedo decir, porque yo contrabandeaba un poquito, poquito, no<br />

mucho, porque yo tenía que sacar a mis hijas adelante, a como diera lugar, ya que una<br />

peluquería no deja mucho.<br />

¿Y qué contrabandeaba?<br />

El vino y los cigarros americanos.<br />

Vino es whisky, ¿qué whisky era?<br />

Old Pharr, ahorita el que se contrabandea es el Buchanan’s.<br />

Primero era Old Pharr, después fue el Ballentines.<br />

Yo el que alcancé a pasar algunas veces, no muchas, pero por ejemplo le vendía al Valle,<br />

al Monterrey (cantinas).<br />

¿Entonces era contrabandista en gran escala?<br />

No, no, poquito, pero sí todos los días, pero como te digo estaba fácil.<br />

¿Cómo era fácil?<br />

Pues llegaba uno a la Aduana, donde estaban algunos aduanales que me conocían a mí<br />

porque llegaban a la peluquería, les decía yo “voy a pasar una caja o dos de Old Pharr y 200<br />

paquetes de cigarros” y les preguntaba cuánto dinero tenía que dar, les dejaba el dinero y yo<br />

me venía sin ningún pendiente de nada.<br />

103


Cesar H. Isassi Cantú<br />

O sea, era una situación “arreglada”, el contrabandista le pagaba a los aduanales, ¿y<br />

no cree usted que estaba cometiendo un delito?<br />

Sí sabía que era un delito, pero a mí nunca me molestaron en nada, ni por los cigarros,<br />

yo los traía y los guardaba en un departamento que tenía rentado y de ahí estaba sacando lo<br />

que iba necesitando, lo que me fueran pidiendo, y como venía mucha gente del otro lado y<br />

les salía más barato los cigarros americanos aquí que allá, a esos se los vendíamos.<br />

Bueno y a los 86 años que tiene, ¿cómo ve usted en perspectiva eso ¿lo volvería a hacer,<br />

si tuviera necesidad de seguir contrabandeando?<br />

No, pues yo tengo ahorita mucho tiempo que no vendo contrabando, vendo vino, pero<br />

vino de aquí de México, mexicano.<br />

¿Qué licores vende?<br />

Vendo el Don Pedro y algunas botellas de otros vinos.<br />

¿Dónde lo consigue?<br />

Yo lo compro en la tienda del ISSSTE.<br />

¿Es más barato?<br />

Es más barato en otras partes, pero ahí en el ISSSTE tengo un descuento de un 10% en<br />

lo que yo compre, si compro dos botellas de Don Pedro, me cuestan 90 pesos cada una, y<br />

así, el que me encarga por ejemplo de algunas cantinas, se las traigo, pero me voy a ganar<br />

cinco o diez pesos.<br />

Ya no es igual que antes.<br />

No, pero antes yo tenía más gastos y ahorita realmente no tengo.<br />

Don Jesús, me decía que terminó de trabajar la peluquería por la competencia de las<br />

estéticas.<br />

Pues sí, ya no había muy buen negocio y luego como me metí para acá adentro, lo que<br />

pasa es que la peluquería nunca ha sido un negocio bueno.<br />

Se estableció usted en un pasaje.<br />

Nada más que uno vive más o menos bien, yo en aquel tiempo pagaba renta de casa, de<br />

la peluquería, etc.,<br />

Don Jesús, y en aquellos años que nos narra, ¿había homosexuales en Reynosa?<br />

Pues sí, sí había, había un aduanal que se llamaba don Gasparito, que lo mató uno de los<br />

amigos de él.<br />

Pero no eran tan evidentes como ahora, que los ve uno en la calle vestidos de mujer.<br />

No, no, ese señor era aduanal y traía su pistola, yo me acuerdo de recién llegado aquí a<br />

Reynosa, iba allí a la peluquería a arreglarse.<br />

Y la prostitución en Reynosa en aquellos años, ¿cómo era?<br />

104


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

Estaba la zona allá de aquel lado, en aquellos años, cerca de la Central Camionera, luego<br />

la cambiaron para la colonia Ramos.<br />

¿Por qué la cambiaron?<br />

Yo creo que ya iba creciendo Reynosa para allá y se iba a juntar.<br />

¿Quién la mandó quemar?<br />

Pues no supe, para qué más que la verdad. Pero hubo muertos de seguro.<br />

Ahí en las cantinas y burdeles.<br />

Sí, ahí en la cantina, en el París.<br />

Se cuentan muchas historias de la zona de tolerancia, ¿es cierto que había un pozo, que<br />

enterraban gente ahí, en una noria?<br />

No supe yo de eso.<br />

Una vez conocí a Baudel Espinosa, no sé si lo haya conocido.<br />

Sí lo conocí.<br />

Creo que ya murió, vivía en Mission o en Pharr.<br />

Ya era un hombre grande.<br />

Me contó unas historias truculentas, de que en la zona de tolerancia, en alguno de esos<br />

garitos había un pozo profundo en donde echaron a un negro, a niños que tenían las<br />

prostitutas, gente argüendera que ahí los asesinaban y los echaban a ese pozo, yo quise<br />

platicar más, después con Baudel, pero el tiempo se pasa y luego no se consiguen esas<br />

entrevistas, así me pasó con varios ciudadanos reynosenses que me podían haber contado<br />

cosas de Reynosa.<br />

Como circulaba dinero en demasía, vinieron circos, carpas, artistas.<br />

Sí, yo la única vez que vino Pedro Infante aquí a Reynosa, yo le corté el pelo, la única<br />

vez que vino antes de morirse.<br />

¿Se presentó en el Cine Savoy?<br />

No, se presentó en la Plaza de Toros.<br />

Pues entonces vino dos veces, o tuvo dos presentaciones.<br />

Pues yo nada más supe que una.<br />

Yo lo vi en el Cine Savoy.<br />

Bueno, esa vez yo fui a cortarle el pelo al Hotel Tívoli, porque ahí se hospedó, yo nada<br />

más esa vez supe que vino aquí a Reynosa, solamente que haya sido la misma vez.<br />

¿Usted conoce a Ángel Ancona?<br />

Sí, como no.<br />

Pregúntele a Ángel Ancona, porque lo traía en la Caravana Corona, él era el<br />

representante.<br />

105


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Esa vez no supe quién lo traía, porque usted se acuerda de un muchacho que se<br />

apellidaba Galil.<br />

Era Neder Kalil Garza.<br />

Ese era cliente mío, entonces del Hotel Tívoli mandó uno de los que trabajan en el hotel,<br />

a que le fueran a hablar a un carro de sitio y este Neder era chofer de sitio y como era<br />

cliente mío, fue y me dijo allá en la peluquería que fuera a cortarle el pelo a Pedro Infante,<br />

y fui yo entonces. Me dijo Pedro: “pásele, maestro, pásele”, estaba en el segundo piso, ya<br />

le pasé yo y él andaba como haciendo ejercicio, como boxeando, él andaba en puro<br />

pantalón, sin camisa, tenía el cuerpo atlético, y me dijo cuando terminé de cortarle el pelo a<br />

Pedro “córtele el pelo a mi niño”, sí, el niño que ahora es artista, estaba chiquito.<br />

Bueno don Jesús, hoy es día 4 de julio celebramos el 201 Aniversario de la Refundación<br />

de Reynosa, tenga usted una larga vida, muchas gracias.<br />

Le agradezco mucho por la invitación, hasta aquí llegamos, ya no hay más que decir,<br />

para venir otra vez.<br />

Si tiene usted más que decir, ¿tiene más?<br />

Pues ahorita de momento no, tengo 86 años y a veces se me olvidan las cosas, como le<br />

digo, anoche se me había olvidado el apellido de Jesús Reyna y luego me acordé, mi tocayo<br />

se apellidaba Reyna, porque nos decíamos tocayos y la llevaba muy bien con él.<br />

Jesús Reyna ¿no era el que iba a tomar al Mission?<br />

Sí. Se agarró a balazos con esos soldados que le digo, no sé si mataría a alguno, porque<br />

lo venían siguiendo los soldados.<br />

De alguien que mató a alguno, alguien como “La Palma”, ¿no lo mataron?<br />

Sí, bueno eso de “La Palma” le voy a decir, a él lo mató no me acuerdo quién fue,<br />

porque también mataron a Homero del Homer´s Bar, porque él era el querido de Yolanda la<br />

que vivía sola ahí por donde tenía Homero el negocio, ya me acordé quién, a “La Palma”<br />

fue éste, llegó borracho al Texa´s Bar ahí donde trabajaba “La Palma” y ahí lo mató.<br />

¿Y qué tiene que ver lo del Homer´s?<br />

Al poco tiempo también, pues no le hicieron nada al amigo ¿cómo se llamó?, no lo<br />

metieron a la cárcel ni nada, no sé por qué; mató a “La Palma” y luego no sé cuánto tiempo<br />

pasaría, llegó borracho al Homer´s Bar de la dueña que es Yolanda, ahí también llegó<br />

haciendo escándalo el sujeto ese, con la pistola y ahora yo pienso que mi compadre, porque<br />

nos decíamos compadre de palabra Homero y yo, pero no éramos nada, y como Homero<br />

también era amigo del borracho, estaba dormido mi compadre en una recámara adentro, la<br />

señora en lugar de hablarle a la policía, fue y le habló para que viniera a apaciguar al<br />

licenciado, y entonces en lugar de apaciguarlo, lo hizo enojar y el licenciado ahí lo mató.<br />

Qué cosa tan terrible.<br />

106


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

Me acuerdo yo de esa muerte, y de “La Palma” también, no supe cómo estaría.<br />

Entonces habría propiamente un muerto por semana o dos.<br />

Había muy seguido muertos. Todo mundo traía pistola. No se dejaba nadie, por tanta<br />

maldad<br />

que hubo en ese tiempo.<br />

Y aquel crimen donde murió un doctor en la calle Hidalgo, ¿ quién lo mató?<br />

Jesús, hermano de Mito, por la calle Hidalgo.<br />

Por un metro cuadrado de terreno.<br />

Yo muchas veces no me daba cuenta pero sí sabía de esas cosas, tantas cosas que se<br />

viven.<br />

¿Y trató usted con algún criminal, le cortó el pelo a algún criminal?.<br />

Pues tal vez a algunos sí.<br />

¿Y a maestros de escuela?.<br />

Mire, otra cosa que le voy a platicar, ¿se acuerda del profesor Héctor Espinosa?, ese era<br />

profesor de una escuela que estaba por la calle Bravo, que era academia comercial, bueno, a<br />

ese profesor lo desocupó el dueño porque había engañado a una alumna, le hizo una niña a<br />

la muchacha esa, la embarazó.<br />

Pero ¿lo procesaron?<br />

Pues no, porque no sé cómo arreglaría él, no lo metieron a la cárcel ni nada, sino que ya<br />

que lo habían desocupado. Yo había tenido dos peluqueros que se habían ido para Chicago,<br />

se fueron de aquí a hacerle la lucha allá, no estaba muy delicado pasar ¿se acuerda?, se<br />

fueron de mojados, y entonces ya tenían tiempo de estar allá, y como al profesor lo<br />

desocuparon, se fue a Chicago también y como eran amigos y conocidos del profesor, en el<br />

departamento que tenían rentado, le dieron un espacio para que durmiera con ellos, y que<br />

en las noches se ponían a platicar aquellos peluqueros con el profesor, se ponían a platicar<br />

de Reynosa y decían “oiga profesor, ¿se acuerda de don Chuy, cuando lo robábamos?”; que<br />

me robaban a mí, porque yo siempre he tenido suerte para que me roben, licenciado.<br />

Tenían un sueldo y le robaban o ¿cómo?<br />

No, que tengo suerte para que me roben.<br />

Y ¿qué le robaban?<br />

Pues ahí en el trabajo de la peluquería, como era de 6 sillones, tenía 6 peluqueros y cada<br />

quien tenía el color de sus notas y yo les daba una nota en cada cliente que hacían, yo les<br />

daba una nota y cuando ya a la hora de liquidar, como había bastante trabajo, yo sacaba el<br />

liacho de notas y se las ponía en una vitrina que tenía y les decía “ahí pongan cada quien<br />

sus notas y ahorita les voy a hacer cuentas”, ellos se llevaban notas de las de ellos, de las<br />

107


Cesar H. Isassi Cantú<br />

que no habían trabajado se las llevaban en la bolsa y las metían que habían trabajado y yo<br />

tenía que pagárselas.<br />

El profesor violador cuando se vino ya para acá de Chicago, ya no quiso estar allá o<br />

quién sabe, el caso es que me platicó a mí de ese detalle, le dije “mira qué canijos”, y les<br />

recordé a esos de acá, a dos peluqueros que trabajaban conmigo y me dijeron “tú también<br />

nos robabas”, les dije: “¿Qué les robaba a ustedes?”, pues las propinas que nos daban, las<br />

que estaban ahí en la vitrina, tú las echabas a la caja, les dije “no señor”, a nadie le he<br />

robado un cinco, lo poco que tengo yo, es a base de sacrificio y trabajo, a nadie le he<br />

robado nada.<br />

Se siente orgulloso de su honradez como patrón, lo felicito don Jesús, esta entrevista es<br />

para publicarla, ¿está bien?.<br />

Pues sí, pues qué tiene que ver, al cabo me lo dijeron aquí y allá.<br />

Me autoriza a publicar todo lo que hemos platicado.<br />

Pues digo yo que sí, no tiene que ver nada.<br />

Y alguna otra cosa que quiera usted agregar.<br />

Sí, déjeme contarle, cuando vino el profesor ése aquí, que se vino de Chicago, es lo que<br />

quería decirle, el profesor cuando andaba entradón de copas era muy provocador.<br />

Muy lengua larga.<br />

Sí, entonces estaban tomando ahí enfrente donde está La Parisina.<br />

La de las telas.<br />

Sí, ahí enfrente había una cantina por la calle Matamoros, donde estaba El Río Grande,<br />

al fondo, ahí pusieron esa cantina.<br />

¿Aparte del billar del Río Grande?<br />

Sí, aparte, ahí estaba un muchacho en aquel tiempo, no hace mucho, vendía revistas en<br />

la calle ¿cómo se llamaba ese muchacho?<br />

Mataron al hermano del vendedor de revistas.<br />

Sí, estaba el profesor y ese muchacho en la cantina esa, ya estaban borrachos los dos y<br />

pidieron otras cervezas, ya eran las doce o doce y media de la noche y les dijo el cantinero:<br />

“está bueno, se las voy a vender, pero ya se hizo noche, ya quiero cerrar, ya tengo sueño”,<br />

está bien, entonces “no, pues... que véndenos otra”, y al fin lo convencían y les vendía otra,<br />

llegó el momento en que se hicieron de palabras porque ya no les quiso vender aquél, se<br />

empezaron a enojar ahí, a echarse maldiciones y todo eso, y salieron echándole maldiciones<br />

todavía al cantinero, quien salió con pistola y los mató a los dos.<br />

El cantinero mató a los dos.<br />

Sí, fue por eso, cayó muerto el profesor y este “Momo” el de las revistas, así le decían,<br />

se agachó a levantar al profe porque iba cayendo y ahí también le sonó a él, los mató a los<br />

108


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

dos. Son crímenes muy lamentables, bueno, todo crimen es lamentable, matar dos por nada.<br />

Yo pienso, aunque yo no conocía al cantinero ese que todavía está en el bote.<br />

En la cárcel, sí, está como el otro crimen que mataron a tres ¿se acuerda?, ahora en<br />

diciembre, en unos billares, un cristiano se enojó con unos amigos de él y mató a tres, pero<br />

de uno, dos, tres.<br />

No supe yo de eso.<br />

O sea que los crímenes, desgraciadamente no se han acabado en Reynosa. Don Jesús,<br />

ya es hora de que pasen por usted, mucho gusto y gracias.<br />

Pues mire ... si quiere agregar otra cosa. ¿Se está acordando de otro crimen?.<br />

De repente me acuerdo y lo visito.<br />

Bueno, ándele, gracias.<br />

Nota: Don Jesús murió antes de la publicación de este material.<br />

109


Cesar H. Isassi Cantú<br />

ENTREVISTA CON EL DR. JUAN MARTÍNEZ REYNA<br />

10 de Julio de 2003<br />

Hoy jueves 10 de julio de 2003, a las cinco de la tarde, con un sol<br />

radiante y un calor de cerca de los cuarenta grados, me recibe en su casa de la colonia José<br />

de Escandón, en Reynosa, Tamaulipas, el Dr. Juan Martínez Reyna, quien amablemente<br />

ha aceptado una entrevista sobre los valores que todo ser atesora a través de una larga y<br />

fructífera vida, agradezco su hospitalidad de recibirnos en su hogar. El médico se muestra<br />

fuerte y con entereza a pesar de haber perdido recientemente a su compañera de toda la<br />

vida, su señora esposa.<br />

Como un preámbulo a nuestra plática, comentamos parte de su vida, para tomar como<br />

lineamiento a las preguntas.<br />

Doctor, mucho gusto en saludarle.<br />

Mucho gusto, es su casa.<br />

Qué amable de su parte, doctor ¿dónde nació usted?<br />

Nací en Cd. Maíz, el día 6 de mayo de 1916.<br />

O sea, que hace 87 años. Afortunadamente está usted bien física y mentalmente.<br />

Eso quisiera. Hago ejercicios físicos, mentales y espirituales, los tres integrantes de<br />

nuestro cuerpo, los estoy practicando con el objeto de mantenerme más o menos vigente,<br />

todavía estudio la Medicina a pesar que ha evolucionado bastante y estoy captando la<br />

medicina moderna.<br />

Está captando la medicina moderna, me decía.<br />

Sí, es que como ha evolucionado mucho, entonces como yo todavía ejerzo un poco,<br />

cuando llegamos a cierta edad tenemos nuestras limitaciones, y la mejor forma de que el<br />

médico pueda ejercer dignamente, es medir su capacidad mental a medida que avanza la<br />

edad, tenemos que tener nuestras limitaciones y nada más tratar de resolver temas de los<br />

enfermos cuando esté dentro de nuestra capacidad, lo demás, como hay tantas<br />

especialidades ahora, cuando el enfermo no está dentro de mi área de trabajo lo mando con<br />

el especialista.<br />

¿Es usted médico general?<br />

Yo soy médico general, mi título es médico cirujano y partero, yo fui partero, fui<br />

cirujano, pero últimamente como han venido tantos especialistas, yo le refiero los enfermos<br />

110


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

que no están dentro de mi capacidad a los cardiólogos, a los nefrólogos, ya nada más me<br />

limito a medicina general, lo que está dentro de mi capacidad.<br />

¿Cuántas horas trabaja al día?<br />

Pues yo voy al consultorio nada más dos horas en la mañana y aquí estoy a la hora que la<br />

gente me solicite, porque en aquel tiempo, hace 43 años que llegué yo a Reynosa, venía<br />

mucha gente de Aguascalientes, de Zacatecas, con deseos de pasarse al otro lado, mientras<br />

tanto, yo los consultaba y esa clientela siguió siendo clientela mía, aún me visitan.<br />

¿Los que no se fueron?<br />

No, aun los que se fueron vienen de McAllen, de Mission, de Weslaco, vienen de todo el<br />

Valle, mis clientes siguen siendo fieles conmigo.<br />

¿Cómo se hace de clientela un médico?<br />

Pues en primer lugar, habiendo una relación médico-paciente lo mejor posible, así que el<br />

médico no se sienta tan diferente del paciente, yo cuando llegué a Reynosa vi mucha gente<br />

humilde, tenía que ponerme a la altura de su capacidad mental, de su expresión para<br />

entendernos, la relación médico-paciente debe ser que el lenguaje se entienda, además,<br />

tratando de ser amable, una persona normal es diferente a un enfermo, el sujeto tan pronto<br />

como se enferma cambia su psiquismo, su manera de ser, entonces a los médicos, la ética<br />

profesional nos aconseja que debemos ser amables, accesibles, de manera que el enfermo<br />

nos entienda lo más inteligible para que haya una buena comunicación.<br />

¿Dónde estudió?<br />

En la Facultad de Medicina de San Luis Potosí.<br />

¿Su papá tenía una talabartería?<br />

Mi papá tenía una talabartería, hacían zapatos, huaraches y todo, cuando estaba la<br />

Revolución todavía en grande, los revolucionarios iban a quemar el pueblo, nosotros<br />

estábamos dentro del área que iban a quemar los zedillistas, iban a quemar todo el pueblo,<br />

entonces el Coronel Z. Martínez que fue después Regente de la Ciudad de México, le dijo:<br />

le voy a dar “caballada” para que lleve toda su gente fuera de aquí, porque puede haber<br />

peligro.<br />

¿A quién le dijo, a su papá?<br />

Sí, en eso mi papá preparó todo, porque tenía muchos trabajadores allí, y todos<br />

resolvieron en irse, consiguieron caballos y soldados que nos custodiaron por el camino<br />

hasta salir fuera del pueblo, lejos.<br />

¿Y qué ganaban con quemar el pueblo?<br />

Sacar a los soldados y al Ejército que estaba allí, como siempre, la pugna entre el<br />

Gobierno y los revolucionarios.<br />

Hablaba usted del general Zedillo.<br />

111


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Sí, Saturnino Zedillo, eran varios hermanos revolucionarios: Manuel Zedillo, Prior<br />

Zedillo, la señora hermana de ellos que también era soldadera, Doña Elena Zedillo era otra<br />

Adelita que está desconocida, ellos se apoderaron del pueblo, ya no había con quién pelear,<br />

salieron fuera del pueblo los soldados para que no fueran a hacer daño a las casas, ya estaba<br />

para terminar la Revolución ahí, seguía en otras partes pero ahí ya se estaba disminuyendo.<br />

Llegamos a un lugar que se llamaba Las Tablas, es una jornada bastante larga como de dos<br />

días y ahí tomamos el tren rumbo a una estación que se llamaba San Bartolo, y nos fuimos<br />

por tren a Río Verde, llegamos en el año de 1918, yo tenía dos años de edad. Mi papá puso<br />

la primera talabartería, la primera tortillería, la industria que no había en Río Verde él la<br />

hizo y le fue bien, nos mantuvo a 12 hijos, entre hombres y mujeres, muchos ya murieron<br />

de viejos.<br />

Yo soy el segundo de la familia y aquí estoy todavía.<br />

Lleno de salud, oiga, en Reynosa se acabaron las talabarterías, el último trabajador se<br />

fue a Estados Unidos a laborar, me estoy dando cuenta que usted y Mirtha han vivido en<br />

dos siglos, precisamente, yo también, pero a usted le toca vivir una etapa larguísima.<br />

Yo viví una etapa de agricultor, mi papá compró muchos terrenos ahí y sembró naranjos<br />

y luego nos enseñó –yo tenía diez o doce años- y compró arados, pero yo tenía la inquietud<br />

de estudiar, entonces el señor William Haliday que era el director de la escuela, que<br />

enseñaba inglés, habló con papá y dijo “ese muchacho quiere ir a la escuela, tiene buenas<br />

calificaciones y tiene la inquietud de estudiar, déjelo estudiar” y dice papá “a mí me hace<br />

falta para vigilar a los trabajadores”, diciéndole “pero si tiene deseos de estudiar, hay que<br />

cultivar su cerebro” y lo convenció, y fui a estudiar secundaria, el mismo señor Haliday me<br />

consiguió una beca para estudiar en San Luis la preparatoria y entré a la Facultad de<br />

Medicina, a mí me tocó ser alumno del doctor Ignacio Morones Prieto, que era maestro de<br />

segundo año de Cirugía.<br />

Que luego fue gobernador de Nuevo León.<br />

Sí, fue gobernador de Nuevo León, Ministro de Salubridad, fue Embajador de México<br />

en Francia.<br />

Bien, volvamos con usted, termina la carrera de Medicina ¿y dónde ejerce?<br />

Termino la carrera, me mandan a servicio social, fui a México a los Servicios Rurales<br />

Cooperativos y me tocó en Mezquital del Oro, Zacatecas, yo no conocía y tuve que aceptar,<br />

se entra por Guadalajara y fui hasta Zapopan.<br />

Es una región muy pobre.<br />

Era una región minera en decadencia, ya se estaba acabando el mineral, ya la Compañía<br />

Minera Azarco había explotado gran parte de la mina y le salía más pesado seguir haciendo<br />

más túneles porque ya no daba mucho oro.<br />

112


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

¿Y usted se fue a hacer su servicio social a Mezquital?<br />

Sí, eran 8 horas de camino a caballo, del río Lerma a Mezquital del Oro y ahí me<br />

establecí.<br />

Pero no estaba usted muy de acuerdo.<br />

No me gustaba mucho por la incomunicación, había teléfono pero eran caminos de<br />

herradura, el correo lo trasladaban a lomo de mula, yo no vi rodar una rueda allí.<br />

¿Camino de herradura qué es?<br />

Es de caballo, a base de mulas o de burros, yo sabía andar a caballo porque papá los<br />

tenía en la casa, y aprendí a montar y me sirvió mucho porque cuando me fui no tuve<br />

dificultad al andar por cerros a caballo.<br />

Y termina su servicio social y se reintegra, ¿dónde comienza a trabajar?<br />

Pues como económicamente estaba mal, me fui a un pueblo cercano donde había<br />

prosperidad por la agricultura y la ganadería que era más abundante, porque en Mezquital<br />

del Oro eran montañas y ahí no había mucho que sembrar, la gente vivía de lo poquito que<br />

los gambusinos sacaban de oro, me fui a Estanzuela -ahora hay carretera-, volví a ir<br />

después de muchos años, ahí conocí a la que fue mi esposa, maestra, nos hicimos novios y<br />

después de un año nos casamos, ella fue mi compañera, ayudante, porque le gustó mucho la<br />

medicina, leía mis libros y aprendió a atender partos. Las mujeres que tenían tanto pudor<br />

no querían que yo las examinara, decían “la señora que me examine”, calculaba más o<br />

menos la base del producto y se hizo partera teórico-práctica, porque había estudiado, había<br />

leído.<br />

Me habló de un pueblo.<br />

Sí, García la Cadena, Zacatecas, estaba en la Sierra de Zacatecas.<br />

Y allí fue a dar, a trabajar.<br />

Allí fui a trabajar yo, ahí duré dos años.<br />

Y después ¿a dónde se traslada?<br />

Después me fui a un pueblo llamado Tepichistlán, ya había camiones y vías de<br />

comunicación, teléfono.<br />

¿De qué año estamos hablando ya?<br />

Allá por el año de 1950.<br />

¿Y cuándo llega a Reynosa?.<br />

A Reynosa llegué en el 60, a mediados del 59 y principios del 60.<br />

Y ¿cómo encuentra a Reynosa?<br />

Un pueblo chiquito, un pueblo reducido, había 30,000 habitantes nada más, donde llegué<br />

me invitó un amigo que era agente de medicinas, establecí una botica, a ese agente lo<br />

cambiaron para Reynosa, cuando mi papá murió en el año de 1957 fui a los funerales a Río<br />

113


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Verde, entonces mi mamá me dijo “quédate aquí” porque yo cuando iba de vez en cuando a<br />

Río Verde, curaba, me dice mi mamá “la gente te busca mucho, eres más o menos atinado<br />

para la gente, aquí hay varios médicos pero como están un poco rezagados”; de eso yo<br />

tengo otra historia, como tardé para graduarme tres años más, no tenía dinero para<br />

recibirme –de la botica saqué para recibirme- entonces cuando llegué a la Facultad de<br />

Medicina, me dijo el director “usted no se puede recibir, porque en tres años han agregado<br />

otras tres materias más, las clínicas han aumentado mucho los conocimientos, la medicina<br />

nueva cuando comenzó a aparecer la penicilina, la estreptomicina, las sulfanilamidas, dice,<br />

dio un salto gigante la medicina hacia adelante, usted está un poco rezagado, no sé cómo<br />

estaba, yo ya manejaba todo eso, usted tiene que hacer de nuevo clínicas, tiene que estudiar<br />

un año más”, le hablé a mi esposa por teléfono y dijo “pues ni modo”, me quedé en San<br />

Luis a estudiar otro año a llevar esas materias que aumentaron, medicina del trabajo,<br />

medicina social, tres materias, cosas muy sencillas pero me quedé allí a estudiar y<br />

aproveché para entrar a las clínicas. Estuve haciendo mi internado allí, hacía internados<br />

cada ocho días para hacer servicio, me tocó inaugurar el Hospital Central de San José, un<br />

hospital grande, me renové, como quien dice casi me instruí más de lo que había aprendido<br />

antes, porque había dado un salto la medicina muy fuerte y algunos muchachos que habían<br />

sido mis compañeros, ya eran maestros míos. La cosa es que me recibí y me fue muy bien.<br />

Adquirí conciencia, si yo me recibo tan pronto como lo planee, a lo mejor no habría tenido<br />

el nuevo conocimiento. Yo estaba estudiando constantemente medicina moderna, actual.<br />

Una vez recibido, ¿a dónde se dirige?<br />

Me fui a Río Verde, porque mi mamá me urgía, ahí estuve ejerciendo dos años cuando<br />

me encontré a la gente de medicinas, de Nacional de Drogas que me decían “¿qué estás<br />

haciendo aquí?, vamos a Reynosa, allá está muy bien, va creciendo el pueblo, allá es la<br />

frontera y tiene mucho futuro”; pues voy a experimentar y me fui para Reynosa, la tierra<br />

que estaba en auge. En Río Verde sacaba para irla pasando bien, más o menos.<br />

¿Y cómo encuentra a la gente de Reynosa?, amistosa, como acostumbra ser con los que<br />

llegan de fuera.<br />

De inmediato me di cuenta que la gente es muy abierta, muy sincera, muy franca, muy<br />

diferente a la gente de San Luis Potosí, de Zacatecas, allá hay mucha hipocresía, la gente de<br />

Río no; somos diferentes, aquí ya me hice de aquí, verdad, la gente es franca, abierta,<br />

sincera, le da uno la mano con ganas de ser amigo, las personas que yo conocí, así eran en<br />

el Reynosa antiguo, el Reynosa moderno ya no se parece nada al que yo conocí. Los<br />

doctores que ejercían me dieron la mano, su papá, el señor Isassi, me atendió muy bien,<br />

llegaba a la tienda a conseguir cosas y ahí tenía de todo, era una miscelánea, me cayó muy<br />

bien. Mis hijos -cuando llegamos acá-, me ofrecieron un trabajo en Tampico, me querían<br />

114


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

llevar como médico cirujano y me dijeron mis hijos “si usted se quiere ir, nosotros aquí<br />

nos quedamos, Reynosa es nuestra tierra”.<br />

¿Sabes contar?, no cuentes con nosotros le dijeron.<br />

Sí.<br />

Del año 60 que llegó a Reynosa, han pasado 43 años.<br />

Reynosa no estaba urbanizada, comenzó la urbanización a partir de cuando vino López<br />

Mateos a Reynosa, yo fui presidente del Comité pro Colonias, la gente me nombra<br />

presidente de ese Comité, Abel Flores, mi compadre García Almaguer y el señor Cantú me<br />

nombraron presidente de ese Comité.<br />

¿Qué Cantú, José María, el doctor?<br />

No, era otro Cantú, pues total que fuimos al Foro de Chico, ahí estuvimos comiendo con<br />

López Mateos en la Cucaracha y ahí le presenté al PRI la petición, y me dijo “espérese un<br />

poquito, todo se va a hacer, voy a tomar apenas la Presidencia y a ver qué se hace, quiero<br />

recorrer con usted Reynosa”, “¿hasta dónde?”, “Usted dónde vive”, “yo estoy allá en una<br />

colonia, una colonia que está desprovista de todo, no tenemos drenaje, no tenemos agua<br />

potable, no tenemos pavimento, nada”, y en un camión nos fuimos hasta la Escuela<br />

Longoria, en la colonia del mismo nombre; “está muy abandonado” comentó, “vamos a<br />

ayudarles”, concluyó; se estacionó el camión, vio el futuro presidente la escuela chiquita y<br />

dijo “esa escuela hay que ampliarla, vamos a hacer una escuela grande” y le dije “yo aquí<br />

trabajo, aquí tengo mi consultorio, aquí veo a mucha gente pobre, cobro tres pesos de<br />

consulta y a veces nada”.<br />

¿Tres pesos y a veces nada, el dólar cuánto valía?<br />

Doce cincuenta, en el sesenta, pues total, que como a los seis meses -hablamos de 1962<br />

y el año 63-, se vinieron muchos ingenieros y comenzaron a escarbar las calles, se vino<br />

gente de los ranchos, ya había fuentes de trabajo gigantes aquí, ya la gente no se iba para el<br />

otro lado, estaban aquí, se abrieron las zanjas, se abrió todo, hubo mucho trabajo, comenzó<br />

la Potabilizadora, fue una cosa maravillosa.<br />

Pero usted ¿qué le pidió a López Mateos?<br />

Iba con nosotros José Cruz Contreras.<br />

¿Iba con ustedes un ex alcalde cuando hicieron la petición?<br />

Don Juan Granados fue el que habló, era elocuente Don Juan, dijo: “Este pueblo<br />

frontera, da pena que siendo frontera esté en condiciones desastrosas”, y fue a recorrer las<br />

calles y se dio cuenta.<br />

Sí, pero usted ¿qué le planteó, qué era la petición de las colonias?<br />

La petición fundamentalmente era el agua potable, el drenaje y el alcantarillado, la<br />

pavimentación y dos escuelas más, sobre todo las escuelas.<br />

115


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Yo recuerdo que cuando vino López Mateos ya de Presidente de la República, el Club<br />

de Leones le solicitó construir una escuela, y López Mateos, quien tenía mucho carisma les<br />

contestó que mejor él hacía la escuela, pero que el Club de Leones la sostuviera, le digo<br />

esto porque en ese tiempo el Gobierno de la República no manejaba los ingresos que está<br />

percibiendo actualmente, por eso esa contestación: “No hagan ustedes la escuela, la<br />

escuela la hago yo, ustedes sosténganla”, así es que sí les hizo las dos escuelas, ¿cuáles<br />

fueron?.<br />

La Escuela Longoria y otra escuela que ahorita no me acuerdo cómo se llama, está cerca<br />

de la Línea del Gas, Margarita ¿qué?<br />

Margarita Maza de Juárez, y su participación en ese Comité Cívico, ¿terminó allí o<br />

siguió usted adelante?.<br />

Pues yo seguí adelante, porque la gente me conoció, el mismo Comité formó el Comité<br />

Moralizador de las Colonias, entonces tenía toda la gente de la calle Charco, ahora la Herón<br />

Ramírez, donde había 42 cantinas, todo estaba sembrado de cantinas, entonces la gente lo<br />

que repudiaba, era que no solamente existían las cantinas, sino que había mujeres públicas<br />

en las cantinas, en las noches era un paseo por las banquetas con tanta gente, vivían<br />

familias completas, familias bien avenidas, por eso nombraron el comité, nosotros pusimos<br />

nuestras oficinas donde estuvo en algún tiempo por Herón Ramírez, la Zapatería Victoria.<br />

Era gobernador Treviño Zapata y fuimos con el pliego de peticiones a Cd. Victoria y no<br />

nos querían dejar pasar; “es que usted no se da cuenta señor gobernador, que hay una calle<br />

que es una serie de cantinas y la gente ya está protestando”, dijo “no tengo noticias”, no le<br />

informaban porque era una entrada extra de dinero sin contabilizarse para el Estado y para<br />

el Municipio.<br />

¿Quién no los dejaba pasar, el secretario particular?<br />

Sí.<br />

¿Quién era el alcalde?.<br />

Era todavía José Cruz Contreras, después siguió el Sr. Treviño González, no me acuerdo<br />

cómo se llamaba.<br />

Fidel Treviño González.<br />

Entonces ya hablamos con él, y le informé, “yo soy médico, tengo mi consultorio en la<br />

colonia Longoria, formo parte del Comité Moralizador de las Colonias y venimos a<br />

solicitar a ver si es posible, que se clausuren esas cantinas porque la gente no aguanta ya,<br />

viven demasiadas familias, muchos jóvenes, niños y señoritas, y se pone el mal ejemplo, y<br />

se cerraron, se ampararon como cuatro, entre ellos se amparó la Carta Blanca y entonces<br />

llegaba un camionero con un cartón de cerveza, una hielera y un mingitorio y la<br />

consideraban cantina permitida, arreglada por abajo del agua para el disimulo, entonces<br />

116


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

estaba en su apogeo Petróleos Mexicanos, había mucho trabajo en Petróleos, generaba una<br />

derrama de dinero en las cantinas, por cierto que José Manuel Contreras, era el<br />

Superintendente General de Petróleos Mexicanos en esta ciudad.<br />

La empresa daba un subsidio a la Cruz Roja de tres mil pesos mensuales, porque sabía<br />

que los hechos de sangre eran provocados por los petroleros.<br />

Y por el alcoholismo.<br />

Sí, efectivamente.<br />

¿Qué etapas importantes acontecieron aparte de esta situación?<br />

Pues otro episodio muy especial fue cuando el Superintendente de PEMEX, José Manuel<br />

Contreras, dejó el cargo, al mismo tiempo se le retiró el subsidio a la Cruz Roja y luego nos<br />

cortaron la luz al crearse la Comisión Federal de Electricidad, antes la estaba regalando (el<br />

general Tiburcio) Garza Zamora, porque él era el concesionario, también la Comisión<br />

Federal de Electricidad suspendió el suministro gratuito.<br />

¿Dónde estaba la Cruz Roja?<br />

Donde está ahorita.<br />

En un tiempo estuvo en el Casino Reynosa.<br />

Fue hace mucho tiempo, yo todavía no llegaba, le voy a explicar por qué se clausuraron<br />

todos los bailongos, don Manuel Tárrega escuchó las quejas y ordenó cerrar los<br />

“bailaderos” celebrados en el Rancho Bonito, la Terraza Nacional, la Terraza Flores y el<br />

Casino Reynosa, porque eran escandalosos y molestos, la Policía no podía controlar a los<br />

peleoneros y a tanta bronca armada en diversos sitios, se baleaban dentro de los bailes y<br />

peleaban entre sí, entonces ordenaron la clausura. Fui y hablé con don Manuel Tárrega y le<br />

informé: “Somos un Comité pro la delegación de la Cruz Roja local. La benemérita<br />

institución está cerrada y nos hace mucha falta, yo quisiera que usted nos permitiera hacer<br />

bailes para poder captar dinero para abrir la Cruz Roja, y nos lo permitió por ser una causa<br />

noble; yo como fui médico del Sindicato de Albañiles me llevaba muy bien con el líder y le<br />

dije ¿me renta?”<br />

¿El salón de la Sección 5 de Albañiles?<br />

Sí, la que está aquí cerquita, es la misma, nos la alquiló. Como los bailes se<br />

suspendieron no había diversión y los músicos querían trabajo, y se los dimos de sobra.<br />

Los Alegres del Valle, Los Alegres de Terán, Los Montañeses del Alamo, todos venían a<br />

amenizar los bailes, los contratábamos por dos horas, un conjunto y al otro día otro, un día<br />

sí y otro no, cada sábado y domingo, no había fuentes de trabajo para los músicos, y nos<br />

buscaban cobrando barato según eso, hicimos bailes y cobrábamos tres pesos la entrada; se<br />

llenaba, pues eran los únicos bailes y nos prestaban policías para cuidar el orden adentro y<br />

afuera.<br />

117


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Doctor, primero cerraron los bailongos y después los abrieron de nuevo.<br />

Sí, pero éste ya con muchísimo orden porque no se permitían bebidas alcohólicas ni<br />

nada, don Manuel Tárrega nos dio permiso, pero los boletos estaban foliados para saber qué<br />

tanto dinero estábamos cobrando, porque ese dinero lo íbamos a pasar a la Tesorería<br />

Municipal.<br />

Cuentas claras.<br />

Le dije, mire, el dinero no es para nosotros, es para el Club, nosotros debemos tener<br />

dinero para abrir la Cruz Roja, nosotros le vamos a dar el balance y los talonarios de lo que<br />

estamos recogiendo, cuánto tenemos en caja, porque vamos a abrir la Cruz Roja.<br />

¿Y cuánto recaudaban por baile?<br />

Llegamos a juntar hasta mil pesos.<br />

Buena cantidad.<br />

Era mucho dinero, le hablo de 1965.<br />

¿Qué más recuerda acerca de esos movimientos sociales?<br />

No, pues ya tenía regular clientela que me ocupaba todo el día, no tenía tiempo de otra<br />

actividad, fui médico del ring cuando José Cruz Contreras, anduve yo en la campaña y<br />

fuimos a Río Bravo, porque Río Bravo pertenecía a Reynosa, me invitó Abel Flores y todo<br />

el grupito, a mí me tocó pronunciar un discurso de política, muy sencillo, y me dice el<br />

candidato que era Fidel Treviño: “exprésate en la forma más sencilla, que entienda la<br />

asistencia que yo soy de Contreras”. Don Fidel era candidato a la Presidencia Municipal y<br />

en campaña al poco tiempo se separó Río Bravo de Reynosa. En ese tiempo había un<br />

licenciado que era el secretario, venido de Monterrey.<br />

Humberto Villarreal, de Saltillo.<br />

Me dijo: “Doctor, le vamos a dar a usted nombramiento oficial de médico de ring, nada<br />

más que va a ser honorario, sin sueldo”, pues no le hace, como quiera que sea para mí era<br />

hacer algo, yo era simpatizante del boxeo, en mi juventud fui practicante de box, para poder<br />

defenderme, no porque fuera yo pleitero. Me nombraron médico de ring y estuve dos años,<br />

iba a los entrenamientos a mediodía y al pesaje, los pesábamos, los medíamos, tomábamos<br />

la presión arterial, hacía examen general y yo llevaba su récord, además de ser médico de<br />

ring era secretario de la Comisión de Box, no había mucha gente, verdad, estaba don José<br />

Quirín Galindo, que era el presidente, hermano de don Adrián, muy conocido aquí de<br />

comerciante, entonces era secretario y médico de ring.<br />

A veces había broncas porque paraba peleas de los que iban apostándole a alguno, al<br />

golpeador que estaba malherido, pero que iba ganando, yo tenía que parar la pelea porque si<br />

no le iban a abrir más la ceja o abrir más la oreja y la paraba, “ !pero cómo!”, se quejaban.<br />

Se hacía el alboroto.<br />

118


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

Yo paraba la pelea, había un comisionado que me ayudaba mucho, el Dr. Luebbert, el<br />

Dr. Manuel Soberón, eran de la Comisión, eran mis consejeros, y había otro médico de<br />

Petróleos también y ellos me apoyaban.<br />

¿Y no ha regresado a las peleas de box, como aficionado?<br />

No, ya no tenían seriedad como Battling Torres y Bobby Pulido, eran buenos, no había<br />

eso antes, que sean aconsejados para defraudar, que se caían por nada sin algún golpe, eso<br />

es ahora.<br />

Ya no había seriedad, se caían a determinado round; y de su profesión ¿cómo encontró<br />

la planta médica cuando llega a Reynosa?<br />

Bien, porque yo fui el primer médico que llegó sin estar en el centro, cuánta gente estaba<br />

desprotegida y los médicos se portaron bastante amables conmigo.<br />

¿Fue el primer médico que llegó a una colonia?<br />

Así es. Estuve con mi consultorio en la colonia Longoria, ahí estoy todavía, tengo 43<br />

años en la calle Mante.<br />

Sé a lo que se refiere, que usted fue el primer médico en esa colonia.<br />

Sí, el primero, precisamente donde consulto es en la colonia Longoria. El doctor<br />

Gustavo Salazar se estableció por la calle Culiacán. En principio fuimos los únicos,<br />

después ya empezaron a llegar muchos médicos.<br />

Yo puse la primer botica que tuvimos con Lupito el que me trajo para acá, aquí me<br />

quedé, me iba muy bien, pero cambiaron a Lupito para Guadalajara y dejó la botica en<br />

manos de Abel Flores, tenía los hijos ya grandes y no eran afectos a andar trabajando en<br />

eso, dejaban la botica sola y yo tenía que hacer la función de médico y boticario.<br />

Y vendieron la sociedad.<br />

Sí, la vendieron.<br />

¿Qué consejo le daría usted a las nuevas generaciones de médicos?<br />

Pues fundamentalmente que lleven una ética profesional apegada a los principios de<br />

Hipócrates y de Galeno, que están vigentes todavía en muchas universidades, en la ética<br />

profesional, los tiempos que vivimos son materialistas, fríos, duros, hay mucho que<br />

cambiar, los médicos jóvenes no ven las posibilidades económicas del enfermo, ¿sí trae<br />

para la consulta?, si no, no hay consulta. Entonces ha caído en ese sentido.<br />

Es el comercialismo en la Medicina.<br />

Sí, la Medicina ha caído en la cuestión de la ética profesional, la Medicina ha avanzado<br />

mucho en el sentido de que son buenos médicos, capaces, pero falta el sentido humano.<br />

Usted hablaba de ejercicios espirituales, físicos y mentales.<br />

Sí, pues ya cuando llega uno a una edad avanzada, en todas las épocas de la vida del<br />

hombre debemos hacer ejercicio físico de acuerdo con nuestras posibilidades, practicar<br />

119


Cesar H. Isassi Cantú<br />

deportes o simplemente caminar, ejercicio mental, leer, estudiar Medicina, estudiar libros<br />

importantes de cultura general, realizar ejercicios espirituales, el ejercicio espiritual no es el<br />

hecho de ir a la Iglesia y que la gente lo vea que está en misa, es una cosa muy privada, un<br />

espíritu muy privado, hacemos una meditación, hacemos una oración por la gente que está<br />

sufriendo, por sus amigos, por alguien en privado, sin hacer publicidad.<br />

¿Cómo se logra vivir años, sanamente?<br />

Afortunadamente nosotros como médicos sabemos qué tipo de alimentación es la más<br />

adecuada, en cierta manera poca carne, mucha verdura, abundante fruta, bastante agua,<br />

agua natural, retirar lo más posible las bebidas alcohólicas, el cigarro que es tan dañino, yo<br />

fumé en mi juventud un poco de tiempo porque yo fui músico, ahorita le voy a tocar una<br />

pieza si me da tiempo, para que vea que fui músico aceptable en mi juventud, ahora ya de<br />

viejo mis nietos se van cuando me oyen tocar, como las cucarachas, se retiran.<br />

día.<br />

¿Fue músico?<br />

Yo estudié en la Academia de Música, mi papá me veía afanarme con el violín todo el<br />

¿Fue músico profesional?<br />

Sí, yo fui músico profesional, toqué en la Sinfónica de Río Verde San Luis Potosí hace<br />

70 años, casi fue ayer.<br />

vivir?<br />

Casi, casi.<br />

Me recibí con éxito de violinista a los dos años de estudiar.<br />

¿Qué edad tenía?<br />

Tenía 17 años.<br />

Doctor, ¿qué diferencia encuentra entre las nuevas generaciones a la que usted le tocó<br />

A las generaciones las mueve la ética, los maestros hablaban –cuando estaba en primero<br />

de Medicina- esta carrera es una carrera humanística, no es un negocio, es una forma de<br />

vivir pero tenemos que vivir para nuestros enfermos, para los seres humanos, los seres más<br />

desprotegidos. México es un país que tiene muchos millones de habitantes, de los cuales en<br />

aquel tiempo, más de la mitad eran gente pobre; desgraciadamente la gente que se enferma<br />

más, es la gente pobre, es la que tenemos que atender nosotros.<br />

No ha cambiado, seguimos siendo un país de pobres, más de la mitad son pobres.<br />

Decía Fox: “México es un país que tiene muchos ricos que viven en una isla, rodeada de<br />

un mar de pobres”, así es.<br />

No descubrió nada entonces. Doctor, y volviendo al tema social ¿está usted de acuerdo<br />

con lo que han hecho los alcaldes, o se ha decepcionado o los felicita?, corrijo la pregunta,<br />

120


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

usted que ha vivido tantos años en Reynosa y ha participado en política, ¿ha visto que los<br />

alcaldes están a la altura del desarrollo de la ciudad?<br />

Pues no, porque ésta es una ciudad rica, aquí se mueve mucho dinero, con motivo de las<br />

maquiladoras que han llegado, hay una derrama de millones de pesos, la ciudad merece<br />

estar en otras condiciones mejores, porque si los dineros se manejaran bien nos pudiéramos<br />

comparar con las calles de Estados Unidos, somos vecinos y no hemos aprendido gran cosa<br />

de ellos.<br />

Nuestras calles están llenas de basura, tiradero de agua por dondequiera, es decir, no hay<br />

educación en la gente; y además, la Policía no ha logrado frenar la delincuencia en esta<br />

ciudad, hay mucha delincuencia, cuando yo llegué a Reynosa hace ya 43 años, era más<br />

respetada la vida, saludaban a uno por la calle atentamente y ahora nadie conoce a nadie.<br />

Usted llega aquí como médico, pero actualmente ha llegado muchísima gente que viene<br />

del campo, del campo de Veracruz, de San Luis, de Zacatecas, son gente buena pero gente<br />

ignorante o que se rebelan ante el medio por la pobreza que tienen, lo vemos en las calles<br />

al tirar bolsas de basura, vasos, cáscara de fruta, y son diferentes los tiempos, hace 43<br />

años, hubo una gran migración de gente que venían de pizcadores a contratarse como<br />

braceros para irse a Estados Unidos, muchos se quedaban aquí, seguramente la ciudad era<br />

muy sucia, no tenía pavimento, no tenía banquetas entonces, lo malo de tirar cosas a la<br />

calle no se notaba porque había mucha tierra, mucho lodo, en cambio actualmente sí<br />

vemos que hay estratos sociales en Reynosa muy diferenciados unos de otros, que son de<br />

una condición social lamentable o sobresaliente. La diferencia es abismal.<br />

Hay colonias bien urbanizadas, viviendo gente educada, la cual sí tiene cuidado, desde<br />

muy temprano el día se levantan a barrer y regar la calle, que da gusto andar por esos<br />

lugares, pero vamos a otras colonias de gente nueva avecindada que llega de Veracruz,<br />

como la colonia La Joya, que no tienen ninguna atención, ningún servicio.<br />

Aquí en Reynosa hay esquinas de calles con montones de basura, las registro, he visto<br />

pasar seis, ocho meses o un año con el mismo tiradero de basura o blocks o láminas y se<br />

quedan, se pueden quedar por años y no hay autoridad que las levante. ¿Cómo ve usted<br />

esa situación?<br />

No, pues es que falta una educación en ese sentido, eso se forma desde la escuela, ese<br />

aspecto básico los maestros no lo tocan, de cómo debe conducirse un niño para que de<br />

adulto se comporte de una buena manera, por ejemplo, tener limpia la calle, limpia su casa,<br />

bien presentado todo, si no hay higiene pública, la higiene escolar deja de desear bastante,<br />

los maestros no tienen el cuidado de impartir la enseñanza de salubridad, ellos cumplen<br />

nada más con lo que le estipula la Secretaría de Educación, y ya.<br />

Así es, doctor, ¿no quiere agregar algo más a esta amena charla?<br />

121


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Le agradezco mucho esta entrevista que me ha hecho y poder externarle mis inquietudes,<br />

cómo viví yo en Reynosa, yo fui un hombre feliz, un médico feliz, mi esposa también fue<br />

muy feliz, mis hijos no vivieron aquí, pues estudiaron fuera.<br />

Entonces me quedé solo, murió mi esposa, hasta últimamente que vino mi hijo a vivir<br />

conmigo con mi nuera, yo viví solo aquí.<br />

Pero sigue siendo feliz.<br />

Sí, como no.<br />

La felicidad se la ha dado Reynosa también.<br />

Sí, como no, llegamos en el momento que yo esperaba.<br />

Muchas gracias, vamos a escucharle y a grabarle su intervención musical con el violín.<br />

Le voy a tocar una música que usted conoce y otra que es de mis tiempos, aunque usted<br />

es mucho menor que yo, como quiera la conoce bien.<br />

Nota: Interpretó “Amor eterno”.<br />

122


H<br />

<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

ENTREVISTA CON EL SR. JOSÉ ELÍAS MACIEL<br />

oy es 11 de Julio del año 2003, son aproximadamente las tres de la tarde, me encuentro<br />

en el Restaurante Sam´s en la Avenida Los Virreyes de la zona turística de Reynosa, en<br />

compañía del señor José Elías Maciel, un ciudadano muy apreciado en la comunidad,<br />

distinguido en el campo de atención al turismo, ha desarrollado casi la mayor parte de su<br />

vida en el restaurante referido trabajando junto con su hermano también reynosense, Jorge<br />

Elías Maciel, propietario de la empresa.<br />

Pepe Elías fue presidente de la Cámara de Comercio y fue también asesor del presidente<br />

municipal que fungió en el período 1983-85. De niño aprendió el arte del comercio al lado<br />

de su padre, José, de origen libanés. Fue dueño de varios negocios después de contratarse<br />

como empleado en su temprana juventud.<br />

Pepe, buenas tardes.<br />

Buenas tardes.<br />

Me da mucho gusto saludarte.<br />

Igualmente.<br />

El propósito de mi visita es para solicitarte una entrevista referente a los medios<br />

turísticos. El Sam´s cumple 75 años prestando servicio a los visitantes, ¿tú, cuántos años<br />

tienes de laborar aquí?<br />

Tengo 42 años.<br />

42 años se dice fácil, pero es toda una vida, hay gente que no logra vivirlos, en este<br />

tiempo,¿ qué experiencias has recogido?<br />

En este tiempo siendo el Restaurante Sam´s un negocio turístico para extranjeros y<br />

nacionales, tuvo sus mejores épocas hace unos 15 ó 30 años, posteriormente con la<br />

afluencia de establecimientos en el valle en la frontera de Estados Unidos con México, que<br />

se fueron instalando restaurantes, bares y demás, ha traído como consecuencia que aunque<br />

Reynosa también ha crecido en la cuestión comercial gastronómica, de bares de alta calidad<br />

y de centros de diversión para las nuevas generaciones, mas que para la gente de cierta edad<br />

que concurren a otro tipo de evento tanto culturales como educativos, ha decrecido el<br />

turismo que en años anteriores se internaba a las fronteras de Tamaulipas, en este caso en<br />

Reynosa.<br />

123


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Y ¿por qué ha decrecido el turismo, aparte de que se establecieron negocios en Estados<br />

Unidos?<br />

Ha decrecido porque la competencia de Estados Unidos en lo comercial ha traído como<br />

consecuencia esa capacidad de brindar buenos servicios, digamos “en su casa”, que no nada<br />

más ya no viene un ochenta por ciento del turista a esta ciudad fronteriza de Reynosa, sino<br />

que los de Reynosa acuden a Estados Unidos a compras y al mismo tiempo allá toman<br />

bebidas y la mayor parte comen en los buenos y diversos restaurantes de los que hay<br />

muchos de cocina especializada.<br />

Pero aparte de que ya hayan establecido negocios, puesto que México es otro país, hay<br />

el atractivo de conocer lo desconocido, venir a un país exótico como el nuestro, ¿a qué se<br />

debe que ya no vengan, aparte de esas circunstancias?<br />

Aparte de esas circunstancias influye mucho el factor administrativo de una ciudad<br />

como ésta, y los problemas mayores que es Tránsito, Policía y alguna otra dependencia<br />

policíaca.<br />

¿En qué sentido Tránsito y Policía?<br />

Porque en lugar de darle alguna atención al turismo, tienen alguna desatención, y al<br />

decir desatención abarca muchas cosas, que invitan al turismo a no regresar a esta frontera.<br />

Entonces, aparte de la competencia de los negocios norteamericanos, es que nuestras<br />

autoridades han provocado que los turistas no vengan. ¿Por qué?<br />

Los agentes de Tránsito van hacia los negocios donde acude o acudía el turismo<br />

extranjero a imponer multas, -no todos los agentes son así, por supuesto-, pero algunos de<br />

los nuevos detienen al visitante, nada más para decirles que están mal estacionados y los<br />

infraccionan por nada, que vienen a altas velocidades, por pasarse un alto, que no es cierto,<br />

son pretextos que se provocan para que esto ocasione algo que quieren ellos.<br />

¿Igualmente la policía?<br />

La policía en menor escala, Tránsito en mayor escala.<br />

Porque yo recuerdo hace 15 ó 20 años, los salones comedores estaban completamente<br />

llenos de turistas americanos de todas las edades, mayores y jóvenes, hombres y mujeres,<br />

parecía una romería, todos los días era una fiesta aquí en el restaurante Sam´s, dándose<br />

un festín los comensales americanos.<br />

Esa fiesta se acaba cuando empezaron a establecerse negocios que venden licor y que no<br />

existían en el Valle de Texas, en este caso McAllen, Edinburg, Pharr.<br />

Sí, pero aparte de que se abolió la ley seca y que empiezan ellos a vender bebidas, ¿por<br />

qué no vienen ya, por decirte, los “palomeros”?, yo recuerdo que venían en sus propios<br />

aviones jet, aterrizando en la vecina McAllen. Platícame de esa interesante etapa.<br />

124


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

Bueno, la época de los “palomeros” que se remonta hace más de veinte años, por no<br />

irme más atrás, todavía no deforestaban las 505,000 hectáreas de Tamaulipas. (Ordenada<br />

por el presidente José López Portillo, en 1975).<br />

¿Del Distrito de Riego de San Fernando, que le llaman?<br />

Sí, entonces la paloma estaba muy cerca y los americanos que venían todos los años,<br />

podían practicar este deporte, eran muy abundantes las aves. Si querían ir y regresar u<br />

hospedarse en hoteles aquí o trasladarse a la ciudad de McAllen a los hoteles de allá; no<br />

existe ya eso, porque fueron 505,000 hectáreas que las pelaron todas, con saña pudiera<br />

decirse, no dejaron ni cortinas de árboles. Ya la paloma no tiene donde anidar, cortaron<br />

todos los árboles, matorrales, zacate, nada, ni una rama.<br />

Se desmontaron y no sirvieron para nada.<br />

Repartieron la tierra como siempre sucede, a peluqueros de Jalisco, a gente falta de<br />

preparación, era un desastre. Los beneficiarios de esto vendieron después al amparo de la<br />

Ley Agraria, y ahora no sé cuantos años van a pasar para que sirvan estas tierras -en parte<br />

ensalitradas-. Posteriormente se vieron zonas desérticas, carreteras arenosas al trasladarnos<br />

a Cd. Victoria o a cualquier parte.<br />

Sí, hay un proyecto de sembrar árboles para verlos en plenitud hasta el 2020 para<br />

volverlo a dejar igual, como antes de que se destruyera.<br />

Cuando menos hubieran dejado cortinas de árboles, para que esa erosión que se<br />

convirtió en desierto no afectara a otras áreas más y sobre todo se notó que las carreteras se<br />

cubrían de arena, se hizo arenosa la tierra.<br />

El viento la traslada a kilómetros de distancia desde las playas del mar en el Golfo de<br />

México.<br />

Quedó improductible la tierra que pudiera ser para ganadería o para agricultura.<br />

Entonces nos da la idea de que el gobierno constituyó por decreto un paraje semi desértico,<br />

con todas las características de agravarse anualmente cada vez más.<br />

En otro orden de ideas, aquí han venido muchos personajes, yo recuerdo que tú<br />

mencionabas a Lyndon B. Johnson, -el que fuera presidente de los Estados Unidos-<br />

cuando era senador; también el cantante y bailarín Bing Crosby, y tantos otros personajes<br />

de la vida económica que aterrizaban en McAllen en sus propios jets, ¿qué me platicas de<br />

eso?<br />

Bueno, venían en las épocas en que casi no existían negocios de aquel lado, eran muy<br />

pocos y menos los Restaurant-Bar como ahora los tienen allá, en Estados Unidos.<br />

Ese es tu punto de vista, pero yo te pregunto ¿te acuerdas de Johnson que estuvo aquí,<br />

también en Brownsville?<br />

125


Cesar H. Isassi Cantú<br />

Johnson que fue gobernador y luego presidente de Estados Unidos, por la muerte de<br />

Kennedy.<br />

¿Cuándo estuvo aquí?<br />

Cuando fue gobernador, ya cuando estuvo de vicepresidente de Estados Unidos, después<br />

ya no.<br />

¿Bing Crosby también era palomero, verdad?, aquí cantó.<br />

Cantaba y le gustaba la caza de la “paloma ala blanca” que en ese entonces había<br />

bastante, pero se fue alejando más hacia el sur del Estado de Tamaulipas, donde ya acuden<br />

algunos grupos de palomeros y encuentran allí: Música, alojamiento, comida y diversión.<br />

Y aeropuertos cercanos también, es lamentable que hayamos perdido esta manera de<br />

atender al turismo, Pepe, aquí han venido algunos gobernadores, presidentes municipales,<br />

diputados, políticos, beisbolistas como Pete Rose, y el que fue catcher de los Rojos de<br />

Cincinnati Johnny Beanch, algunos contrabandistas, periodistas prestigiados y gente del<br />

montón, ¿qué les atrae del Sam´s?<br />

Bueno, les atraía en otro tiempo y en otras épocas, venir a comer en un restaurante que<br />

tenía una cocina internacional, que posiblemente todavía tenga algo de eso, pero como ha<br />

cambiado tanto la situación comercial, por la competitividad, porque Reynosa tiene<br />

competencia, si en ese tiempo había 10 restaurantes, ahorita hay 100 ó 200.<br />

O más, ¿te acuerdas de la ensalada que servían aquí, que era de apio, tomates,<br />

cebollas, rabanitos?<br />

Pues fíjate que esa forma de servir no debía de haberse acabado, porque era única en su<br />

preparación, era un atractivo muy especial, acabaron con muchos clientes y no hubo<br />

protesta, sino que hubo ausencia de esa clientela con sus familias que venían.<br />

¿A pesar de que aquí se sirven los mejores whiskis del mundo?<br />

Se dice que los mejores whiskis los sirve el Sam´s Bar-Restaurante y el cliente es el que<br />

puede hablar con la verdad, no los dueños de los negocios ni los que trabajan aquí.<br />

El mejor whisky del mundo ¿por qué?<br />

El hielo es de un corte especial, único en el mundo servido aquí, es un hielo cristalino de<br />

barras grandes y se escogen las mejores partes de la barra del hielo para hacer esos lingotes<br />

que caben en un vaso jaibolero de diferente tamaño.<br />

De unos catorce o quince centímetros de alto ¿ verdad?<br />

Sí, y el resultado es que el sabor del whisky no lo rebaja el agua, como los pequeños<br />

hielos, éste es grande, no le cambia el sabor a la bebida, el hielo lo enfría mejor, lo deja<br />

siempre en su punto, llámese Etiqueta Negra, llámese Old Pharr, Buchana´s o Chivas.<br />

Hablando de los años anteriores ¿quién fue el fundador?<br />

126


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

Cuando yo llegué aquí, todavía vivía el fundador del restaurante Sam´s, se llamaba<br />

Fermín Arenal Tresgallo, español santanderino, casado con una hermana de mi madre<br />

Esther Maciel Garza.<br />

Pepe, y el fundador del bar ¿se llamaba Jenkins?<br />

Samuel Jenkins, que era un americano, llegó un día a pedir trabajo con el señor Fermín<br />

Arenal, y le dijo ¿de qué quieres trabajar?, dijo “de lo que me pongan”, ese señor fue un<br />

gran maestro de Relaciones Públicas ante sus paisanos judíos que venían aquí.<br />

Es una tristeza ver que lo que antes eran negocios para los turistas, ahora se han<br />

convertido en farmacias, en consultorios de dentistas, de médicos, en hierberías, y aquel<br />

auge tan grande que existió hace veintitantos años se ha perdido, ¿qué crees tú que vaya a<br />

suceder en la rama Gastronómica?<br />

En la rama Gastronómica, a pesar de que hay negocios nuevos muy buenos, en Reynosa<br />

-no quiero dar todos los nombres porque parecería un comercial-, va hacia abajo, el<br />

Gobierno Federal y el Gobierno Estatal con sus departamentos de Turismo no ayudan a<br />

hacer promociones al visitante –que para eso están- pero, para esas promociones<br />

necesitamos responder con acciones, cuando menos en trato, en buen trato a los que se<br />

atreven a venir a la frontera de Reynosa a conocer los negocios y a comer un buen platillo,<br />

que los hay.<br />

Te refieres nuevamente a los oficiales de Tránsito y a los elementos de la Policía.<br />

Me refiero a la Policía, me refiero a que debería de haber una atención, en la que aparece<br />

una Policía Turística pero no sé cuál sea su papel, si orientar, auxiliar y proteger, como<br />

deben ser las cosas, a ese turismo que nos visita, sea americano o sea texano, pero es<br />

turismo que llega a una frontera. Debemos respetarlo para que hagan buenas referencias<br />

del buen trato.<br />

Y antes de incorporarte a la gastronomía¿a qué te habías dedicado?<br />

Yo manejé el negocio más grande de materiales de construcción, Materiales Reynosa, no<br />

había bodegas, eran cinco traileres para entregar a Reynosa, yo trabajé con un hermano de<br />

mi papá que se llamaba Elías Elías; el mejor cliente cuando se construyó la colonia Del<br />

Prado se llamaba Mario Jiménez, un gran hombre, un hombre muy decente que fue tesorero<br />

municipal en la administración del Ingeniero Sierra de la Garza.<br />

Bueno, pues ha sido muy sustanciosa la plática ¿algo que quieras agregar?<br />

Pues quiero agregar que te felicito por andar haciendo una buena labor para Reynosa,<br />

porque eres reynosense, a pesar de que tienes que atender tu despacho como abogado, como<br />

notario y que ojalá que todos los reynosenses se preocuparan por Reynosa, y ojalá los<br />

nuevos políticos también hagan algo por Reynosa y que la Presidencia Municipal, pues que<br />

se acuerde que estamos en una frontera y que no es justo, hay que invitar a que sigan<br />

127


Cesar H. Isassi Cantú<br />

viniendo y no necesitamos publicidad, necesitamos buenos tratos, buena atención para que<br />

puedan retornar a Reynosa en otras ocasiones.<br />

Gracias Pepe, tienes razón. Esta entrevista es para publicarla, ¿me autorizas a<br />

presentarla en un libro?<br />

Sí, en tu libro y en varios.<br />

Gracias.<br />

128


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

La época en que César Isassi se inició en su carrera política fue cuando se realizaba una<br />

transformación de los sistemas políticos en todo el mundo. De hecho, el año 1968, en el<br />

que Isassi alcanza su puesto de Presidente del PRI en la ciudad de Reynosa, ha sido, desde<br />

la Revolución Mexicana, el año más tormentoso en la vida política de México.<br />

Aunque hubo países, como Francia, en los que se realizaron revoluciones socialistas<br />

pacíficas, hubo otros en los que el comunismo ruso hizo cruentas intervenciones y fue en<br />

general un período de expansión del socialismo en todo el mundo y cuando se inició el<br />

período de decadencia del comunismo en la Unión Soviética y en China.<br />

México permaneció al margen de esa revolución socialista y las supuestas inconformidades<br />

en el régimen político hiperautoritario del PRI fueron controladas a sangre y fuego por<br />

distinguidos líderes políticos de ese partido, como Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría,<br />

Alfonso Martínez Domínguez y otros no menos represivos y criminales.<br />

Esta colección de documentos que contienen entrevistas a los alcaldes reynosenses de esa<br />

época da una idea de lo que había en la mente de los políticos, la vocación individualista y<br />

protagónica que los inspiraba, pero sobre todo, el concepto más grotesco del político<br />

mexicano, donde el servilismo, el cinismo y la ambición desmedida son los comunes<br />

denominadores de su carácter.<br />

Lo más revelador y desconcertante de esos documentos de César Isassi, es la aparente<br />

cachaza de los políticos que aceptan en todo momento que así fue su concepción del<br />

ejercicio de la política y en ningún momento piensan que debieron de hacerlo de otra<br />

forma, e inclusive se jactan que ésa era la única forma de realizarla con éxito.<br />

A pesar de su relativo pragmatismo político, Isassi crea en todo momento un deslinde de<br />

esa visión de sus políticos coetáneos y sin ejercer una censura moral severa, deja entrever<br />

que su visión de la realidad es diferente, quizá por su formación universitaria, o quizá<br />

porque en el ejercicio de la política contingente de esa época, predominaba el pragmatismo<br />

sobre las ideas.<br />

Aunque no existen pretensiones literarias en esta crónica, el discurso es muy llano y muy<br />

ágil, además de que conserva la gracia y el buen humor de personajes norestenses de la vida<br />

real, que como la mayoría de los políticos mexicanos de todas las épocas, su<br />

representatividad y sus intereses nunca trascienden su ámbito familiar.<br />

129


Portada:<br />

Lic. Gerardo Ramírez Molina<br />

Contraportada<br />

Arq. Federico López Castro<br />

“El contador de ilusiones”<br />

Primera edición: Agosto de 2005<br />

César Humberto Isassi Cantú<br />

ISBN:<br />

Impreso y hecho en Monterrey, México<br />

Printed and made in México.<br />

Cesar H. Isassi Cantú<br />

130


<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

<strong>Palabras</strong> <strong>Recuperadas</strong><br />

Por:<br />

César Humberto Isassi Cantú<br />

Se terminó de imprimir en agosto de 2005, en los<br />

Talleres de Grafo Print Editores, S.A., avenida<br />

Insurgentes 4274, Colinas de San Jerónimo<br />

Monterrey, Nuevo León. Se tiraron 1,000<br />

ejemplares en papel _______________<br />

kilogramos. Se usaron tipografías Times<br />

New Roman 12, 14 y 36 puntos<br />

La edición fue cuidada por el Autor,<br />

Dolores Alfaro y<br />

Susana Hernández<br />

131

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