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Vasija numantina - Museo Arqueológico Nacional

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PMZA DEL MtrS<br />

Cíclo 2006<br />

Los mensajes de la cerámica<br />

diciembre 2006<br />

Vasij a celtib érica de l\um a:ncia<br />

Mu Jesús Rodríguez / SaIa I<br />

E<br />

,MUSE C, ARgUEOLÓcrC O NACTONAL


DESCRIPCION<br />

Se trata de una vasija d"e arcilla de color ocfe que se encontró incompleta' Presenta<br />

dos asas delas que penden sendas anillas. Latécnica empleada pala su ejecución<br />

fue e1 torno y su cocción fue oxidante. Presenta una capa de en$obe y decoración<br />

geométrica asimétrica pintad.a en una de sus caras: un tetrasquel o "svástica" fodeado<br />

de un friso de 1íneas oblicuas paralelas; posiblemente presentaba la misma<br />

decoración en la otra cara. Los motivos decorativos son de un co10r entre e1 rojo<br />

oscufo y el ne$ro que Se conoce como tono avinado' En su base tiene e1número de<br />

inventario 1920 /37 /94.<br />

LUGAR DE HALL AZGO Y DATACIÓN<br />

procede d.el yacimiento de Numancia (Garray, Soria), se$uramente de su necrópo-<br />

1is desconocida hasta 1993, aunque la ciudad se cofioce desde e1 siglo XVII y 1as<br />

refercnciaa ella, d.esde \a caídadel lmperio. La vasija fue hallada en 1920, es decir'<br />

67 años antes de1 descubrimiento de 1a necrópolis'<br />

pertenecea 1a cultura celtibéric a, alirLa época, e1 siglo I a. C., en que Numancia formaba<br />

ya parte de1 mundo lomano, habia sido conquistada por e1 $eneral Escipión<br />

en 133 a.C.yrepoblada con $entes celtíberas afines a Roma' Este será e1 motivo por<br />

e1 cua1, a pesaf d.e pertenecer cronológicamente a un período de ocupación romana,<br />

1a forma, los temas decorativos y otros elementos nos remiten al mundo celtibérico,<br />

como veremos.<br />

USO Y FUNCIÓN<br />

Por su tamaño, forma y decoración es posible que formataparte del ajuar funerario<br />

que acompañaría 1os restos cremados de1 difunto' que sería probablemente una<br />

p.r*ru de 1a é1ite o próxima a e11a, puesto que el pueblo común no efa acompañado<br />

en su "viaje final" por ningún objeto de ajuar'<br />

Si 1a vasija tuvo un uso previo de contenedor en los ámbitos doméstico o funerario<br />

no 1o podremos saber nunca ya que en e1 momento de Su excavación el recipiente<br />

segufamente fue lavado, por 1o que no queda ningún resto que, tras sus análisis químico,<br />

nos permita saber si contuvo 1os restos de 1a cremación de1 difunto' alimentos<br />

só1idos o alguna bebida de fermento de tri$o o cebada empleados en e1 ritual<br />

funerario.<br />

TÉCNICA DE PRODUCCIÓN. LOS ALFARES<br />

Latécnicaempleada parahacer e1 cuerpo de esta vasija, al igual que 1as restantes<br />

cerámicas <strong>numantina</strong>s y 1as de algunos talleres celcanos, fue e1 tofno, tecnolo$ía<br />

introducida pof 1os comerciantes fenicios en e1 siglo VIII y $eneralizada en e\<br />

mundo celtibérico desde e1 siglo V. Después fue sometida a una cocción oxidante'


esto es, con entrada de oxígeno en el horno. Las asas y las anillas fueron realizadas<br />

a torno y pegadas después. Posteriormente, fue sometida a un baño de engobe<br />

(mezcla de arci1la, óxidos y colorantes) para facilitar 1a decoración posterior, tal y<br />

como coffesponde a este tipo de cerámica decorada.<br />

E1 trabajo y modo de producción cerámicos en los alfares celtibéricos han sido estudiados<br />

con detenimiento por los arqueólogos. En los asentamientos se han encontrado<br />

zolaas especializadas en 1a producción cerámica, con espacios delimitados<br />

para e1 horno de alfar y para e1 secado de las cerámicas que suponen la existencia<br />

de personas dedicadas 1a mayor parte de su tiempo a la producción cerámica.<br />

LA TÉCNICA Y LOS MOTWOS DECORATTVOS<br />

Los motivos decorativos de 1a vasija son monocromos, de color avinado a negro,<br />

obtenidos de1óxido de hierro. Tras ser decorada, fue cocida por segundayez er':ur,a<br />

atmósfera de nuevo oxidante. Esta técnica procede sin duda del mundo ibérico,<br />

pero sus formas y temas decorativos son propios del mundo celtibérico. Por su alta<br />

calidad, belTeza y originalidad, 1as cerámicas de Numancia destacan en el mundo<br />

celtibérico.<br />

La decoración geométrica se da con más frecuencia en \a cerámica <strong>numantina</strong> que<br />

la decoración con figuras humanas o zoomorfas ya que 1os motivos geométricos,<br />

tales como ajedrezados, triángu1os, trisqueles y tetrasqueles, tan habituales en los<br />

repertorios de 1a cultura de La Téne, pueden utilizarse exclusivamente o combinados<br />

con aqué11as y se insertan generalmente en composiciones simétricas perfecta-<br />

Fig.1. Diferentes vasijas celtibéricas con decoración g€om€trizante (Basado en Ló¡¡io, 1997: 251 y ss)


mente adecuadas a1 marco pictórico que cada forma ofrece, como sucede en esta<br />

vasija.<br />

Las representaciones zoomorfas se d.esarrollan en frisos corridos o destacan alften'<br />

te d.e ciertas jarras o en el fondo de 1as copas. Estos motivos figurados presentan un<br />

estilo curvilíneo de base geométrica que evidencia 7a gran capacidad de abstracción<br />

de sus artesanos. Entre sus creaciones destacan cabal1'os, como en e1 Vaso de1<br />

Domador, pero esta misma estilización curvilínea recombina motivos geométricos<br />

de tradición anterior, como en e1 Plato de| pájaro. Junto a estas obras, cabe señalar<br />

otras creaciones no menos geniales, como e1 Vaso de los guefferos con figuras<br />

humanas, seguramente una lucha mítica entre campeones, y el Yaso del toto, c;'tya<br />

genial capacidad de abstracción anuncia 1as mejores creaciones de1 arte abstracto<br />

de1 s. XX, pues en e11a parece haberse inspirado el mismo Picasso.<br />

En definitiva,larepresentación de figuras humanas son menos frecuentes y cuand.o<br />

aparecen 1o hacen en sencillas escenas; representan tan sólo un siete por ciento<br />

de ias d.ecoraciones cerámicas y normalmente se enmarcan con motivos geométri-<br />

cos.<br />

LA DECORACIÓN, REFLEJO DE LA RELIGIÓN CELTIBÉRICA<br />

Son numerosos 1os círculos radiados y tetrasqueles que aparecef_en las decoraciones<br />

de 1as cerámicas celtibéricas. También se han conservado en los umbrales de<br />

1as casas, en 1os que tuvieron una evidente función protectora tanto de la casa como<br />

de sus ocupantes.<br />

En 1íneas generales y basándonos en 1as últimas investigaciones, se puede afirmar<br />

que existe una relación entre las deidades celtibéricas de catácter astral y<br />

estos motivos geométricos radiados o de tipo "svástica" que decoran 1as cerámicas,<br />

ya que en 1a religión celtibérica, básicamente naturalista, tenia un peso muy<br />

importante 1a adoración de Lug, dios solar, y de 1a 1una. Éstos dioses ayudaban<br />

a 1os d.ifuntos en su viaje final y sus ciclos respectivos eran altamente sugerentes<br />

de muefte y fesulrección. Los celtíberos creíal, incluso, que la noche daba<br />

,,a7.u2,, a1 d.ía: pot eso pensaban que los muertos volvían a 1a vida Y, €n sentido<br />

{eneral, eran fuente de fecundidad. Por este motivo, decoraban con estos temas<br />

sus cerámicas funerarias, como es e1 caso de esta vasija, pafa propiciar un buen<br />

viaje de la muerte.<br />

Estos símbolos relacionados con astros solares están documentados desde e1 neolítico,<br />

creyéndose que su nomenclatura -"svástica- procedería de 1a taíz sumeria<br />

"súatz" (fuego con asPas)'<br />

También 1os motivos frgurados de 1a cerámtca se inspiran en mitos y creencias celtas,<br />

además d.e ilustrarnos sobre aspectos de vestim enta y armamento e incluso<br />

sobre costumbres sociales y creencias citadas por 1os autores c1ásicos.


Fig. 2. Diferentes ejemplos de tipologías cerámicas celtibéricas con represcntaciones de tetrasqueles, trisquelcs, rspus y ajedrezados (Basado<br />

en Lorrio, 7997:253).<br />

LA CIUDAD CELTIBÉNICA DE NLIMANCIA<br />

La ciudad celtibérica de Numancia se adaptó a la orografía de7 cerro de la Muela,<br />

limitado a suvez por los ríos Duero,Tera y Medrano. Antes de ser arévaca, estuvo<br />

ocupada por el pueblo pelendón hasta fines del siglo V a.C o inicios de1 IV a.C.<br />

Posteriormerrte, a finales del siglo III a.C. o principios del II a.C. 1a habitaronlos<br />

arévacos, coincidiendo con 1a eclosión de la cultura celtlbérica.<br />

La fase denominada Celtibérico Tardío (III a.C. - 133 a.C.), etapa de transición y de<br />

profundo cambio en el mundo celtibérico, presenta una seña1ada tendencia hacia<br />

formas de vida cadayez más urbanas, tendencia que se debe enmarcar entre el pro-<br />

ceso precedente en e1 mundo tartesio-ibérico y e1 de la aparición de los oppida en<br />

Centroeuropa. Durante esta fase, 1os arévacos se extienden hacia el norte soriano a<br />

costa de sus vecinos pelendones tomando pafie de su territorio, así, Numancia,<br />

pasará de ser un centro pelendón a ser de dominio arévaco hasta que, en época<br />

altoimperial, vuelve a estar poblada por pelendones, debido a la poiítica de restitución<br />

de límites practicada por Roma.


-.., $s¡dss5<br />

-', Necrópolis<br />

ii:t in::t<br />

Fig. 3., Localización de la ciudacl celtibérica de Numancia y cle la necrópolis y sondeos que se llevaron a cabo en el siglo xX (basado en Jimeno<br />

et alii,2001:68).<br />

No está claro e1 momento en que Numancia, capital de los afévacos' deja de sef un<br />

sencillo castfo pafa conveftifse en 1a destacada ciudad (oppidum) que Ítace frente<br />

a Roma. En cualquier caso su protagonismo histórico está en relación con 1as guerras<br />

celtibéricas (f SS-f gS a.C.) Ante 1a ruptura de 1as relaciones entle Roma y algu-<br />

nos pueblos indígenas -belos y titos- en el 153 a. C., tras 1as reclamaciones que éstos<br />

hicieran pof e1 incumplimiento de 1os pactos con Tiberio Sempronio Graco,<br />

muchos de ellos se fefugiafon entfe 1os muros de Numancia' Esta ciudad se puso,<br />

así, al frente de las gueffas celtibéricas y su caída, en e1año 133 a.C. supuso el frnal<br />

de 1as mismas.<br />

La lucha contfa 1os arévacos y sus aliados y e1 asedio de Numancia duró veinte<br />

años, con vafias fases de conflicto y paz.En e1 aío I34 a.C. había llegado a la<br />

península 1béricapublio Cornelio Escipión con el objetivo de acabar con 1a resistencia<br />

de Numan cia, para e1lo aisla la ciudad arévacabloqueando 1a comunicación<br />

por e1 Duero y levanta un cefco de 9 kms. de perímetro sobre e1 que sitúa siete campamentos.<br />

La ciudad resiste 15 meses de asedio pero termina cayendo pof inanición<br />

en el 133 a.C., tras una resistenata <strong>numantina</strong> que ha pasado a la posteridad<br />

y no sin antes recurrir sus habitantes a situaciones extremas, como alimentarse de<br />

cadáveres humanos u optar por suicidios colectivos, tal como relatan los clásicos.<br />

Los pocos supervivientes que quedafon fueron encadenados y conducidos a Roma<br />

para fofinar parte,junto con el botín conseguido, del desfrle triunfal de las tropas<br />

y su general a 1o 1ar$o del Foro de 1a ciudad'


Sobre 1a ciudad ceTthérica asolada por Escipión se desarrollaron varias ocupacio-<br />

nes más, al menos una tardo- ceTttbérica (tardo-republicana, durante e1 siglo I a. C.),<br />

ala que pertenece nuestra vasija, y otra posterior plenamente romana (imperiai,<br />

desde e1 siglo I a1 IV d.C.) Durante la primera, se perfecciona e1 trazado urbano,<br />

manteniéndose en general e1 esquemaindígena y no se produce nin$ún cambio<br />

espectacular ni se levantan grandes edificios púb1icos. Durante la segunda, se<br />

impulsa la red viaria y 1a ciudad, a1 igual que otros oppida celtibéricos como Bilbilis,<br />

Uxama y Termes, y adquiere el rango de municipium latino con el edicto Flavio (74<br />

d.C.) A pesar de 1a progresiva y lenta romanización cu1tural, pervive la tradición<br />

ind.ígena, como ya indicamos. A partir del s.IV d.C.,\a ciudad pierde i.mportancia<br />

en favor de explotaciones rurales dispersas tipo villae'<br />

LOS CELTÍNBROS' UNA SOCIEDAD GUERRERA<br />

Según 1as fuentes greco-1atinas, las cuencas altas del Tajo-Duero y e1 valle medio<br />

de1 Ebro estaban habitadas durante 1a Edad de1 Hierro por distintas entidades étni-<br />

cas celtibéricas: arévacos, titos, belos, lusones, pelendones y, más a occidente' vac-<br />

ceos.<br />

Los d.atos analizados de 1os ajuares funerarios de 1as necrópolis celtlbéricas coinciden<br />

en destacar el papel de las élites de tipo gueffero dentro de esta sociedad, fuertemente<br />

jeratquizada, en 1a que e1 armamento es un signo exterior de prestigio,<br />

aunque se verá desplazado por 1as joyas a partir de un determinado momento.<br />

permiten anali-<br />

Las noticias proporcionadas por 1as fuentes literarias $recolatinas<br />

zar eÍrprofundidad la fase fina1 o tardía (Celtibérico Tardío, siglo III a.C. - 133 a.C.)<br />

de1 mundo celtibérico y su organización sociopolítica, evidenciando un pallorama<br />

más complejo que el obtenido anteriormente, basado tan só1o en 1a documentación<br />

arqueológica.La existencia de grupos parentales de carácter familiar o suprafamiliar,<br />

o de tipo no parental como el hospitium, 1a clientela o los $rupos de edad y de<br />

instituciones sociopolíticas, como senados o asambleas, así como de entidades étni-<br />

cas y territoriales, se documentan a través de las fuentes literarias o de las evidencias<br />

epigráficas. También ofrecen importante información sobre costumbres familiares<br />

y hábitos sociales. Por ejemplo, Estrabón relata 1as comidas o reuniones que<br />

se realizaban en e1 interior de las casas: 1as personas, por orden de edad, se situaban<br />

en semicírculo alrededor de 1os hogares y sobre bancos adosados ala pared,<br />

documentados en 1as excavaciones; además nos transmiten información sobre 1a<br />

or ganización e conómic a.<br />

ACTIVIDADES ECONÓMICAS Y VIDA COTIDIANA: LA CULTURA MATE.<br />

RIAL<br />

Las bases económicas sobre 1as que se articula la sociedad <strong>numantina</strong> en 1a antesa-<br />

1a d.e su romanización son ia agricultúta y 7a ganadería, complementadas con otras<br />

actividades artesanales de gran relevancta: metalurgia del hierro, alfarería cerámi-


ca, trabajo textil, industrias de transformación de alimentos como la molienda, la<br />

minería y e1 aprovechamiento forestal..., además de 1as relaciones comerciales con<br />

otros pueblos a través de las cuales l1egan a Celtiberia productos como el vino o el<br />

aceite. Muchos objetos e instrumentos, algunos de fuerte influencia norpirenáica y<br />

otros ibérica, propios de estas labores han llegado hasta nosotros en las excavaciones<br />

de Numancia. Entre e1los, instrumentos de telar como pesas y fusayolas; aperos<br />

agrícolas; herramientas para el trabajo de la madera o 1a piedra; elementos relacionados<br />

con la alimentación: molinos pétreos, vasijas y silos con granos de trigo y<br />

cebada en su interior, ho$ares, hornos, numerosas vasijas cerámicas...así como cisternas<br />

y atajeas en relación con el almacenamiento de agua.<br />

No debemos olvidar que la escritura se documenta desde mediados del siglo II a. C.<br />

en 1as acuñaciones numismáticas, aunque 1a diversidad de alfabetos y su rápida<br />

generalización permiten suponer una introducción anterior desde 1as áreas ibéricas<br />

meridionales y orientales. También hay que señalar 1a existencia de leyes escri-<br />

tas en bronce.<br />

EL PROBLEMA DE LA GÉNESIS DE LA CULTURA CELTIBÉRICA<br />

Un problema esencial es el de la génesis de la cultura ce7t7bérica. Se han venido uti-<br />

Tizando con frecuencia términos como campos de urnas, haIlstáttico, posthallstáttico<br />

o céltico, en un intento por establecerla vinculaciórr con la realidad arqueológica<br />

europea, encubriendo con e1lo, de forma más o menos explícita, 1a existencia<br />

de posturas invasionistas que relacionan la formación del grupo celtibérico con la<br />

llegada de sucesivas oleadas de celtas venidos de centroeuropa. Esta tesis fue defendida<br />

por Bosch Gimpera en diferentes trabajos publicados desde 1os años 20, en los<br />

que, aunando las fuentes históricas y fi1ológicas con la realidad arqueológica, planteabala<br />

existencia de distintas invasiones,lo que abrió unavía de difícil salida para<br />

1a investigación arqueológica española al no encontrar el necesario refrendo en los<br />

datos arqueológicos.<br />

La hipótesis invasionista fue mantenida por 1os lingüistas, pero sin poder aportar<br />

información respecto a su cronología o a las vías de llegada. La de mayor antigüedad,<br />

considerada precelta, incluiría el lusitano, lengua que para algunos investigadores<br />

debe considerarse como un dialecto céltico, mientras que la más reciente<br />

sería el denominado celtibérico, ya plenamente céltico. No obstante, 1a delimitación<br />

de 1a cultura de los campos de urnas en e1 noreste de la Penínsu1a, área lingüísticamenteibérica,<br />

por tanto no céltica ni aun indoeuropea,y el que dicha cul-<br />

tura no aparezca en áreas celtizadas, obligó areplantear 1as tesis invasionistas, pues<br />

ni aceptando una única invasión, 1a de los campos de urnas, podría explicarse el<br />

fenómeno de 7a ceTtización peninsular.<br />

La dificultad de relacionar 1os datos lingüísticos y la realidad arqueológica ha propiciado<br />

el que ambas disciplinas ftabajen por separado, impidiendo disponer de<br />

una visión g1oba1, pues no sería aceptable una hipótesis lingüística que no tuviera


su refrendo en la realidad arqueológica, rri una arqueológica que se desentendiera<br />

de la información filo1ógica. Así, fi.lólogos y arqueólogos han trabajado disociados,<br />

tendiendo estos últimos o a buscar elementos exógenos que probaran la tesis invasionista<br />

o, sin llegar arregat 1a existencia de celtas en 1a península lbérica, al menos<br />

restringir el uso del término a las evidencias de tipo lingüístico, epigráfico, etc., en<br />

contradicción con los datos que ofrecen las fuentes escritas.<br />

Almagro-Gorbea ha propuesto una interpretación alternativa, partiendo de 1a dificultad<br />

en mantener que el origen de los celtas hispanos pueda relacionarse con 1a<br />

cultura de los campos de urnas, cuya dispersión se circunscribe al cuadrante nororiental<br />

de la Península; tal origen habría de buscarse en su substrato uprotocelta"<br />

conservado en 1as regiones del occidente peninsular, aunque en 1a transición de1<br />

Bronce Final a la Edad de1 Hierro se extendería desde 1as regiones atlánticas a la<br />

Meseta. De dicho substrato protocéltico surge 1a cultura celtibérica, con 1o que que-<br />

darían explicadas las similitudes culturales, socioeconómicas, lingüísticas e ideológicas<br />

que hay entre ambos y 7a progresiva asimilación de dicho substrato por parte<br />

de aqué1la. De acuerdo con Almagro-Gorbea,la ceTtización de 1a Penínsulalbérica<br />

se presenta como un fenómeno complejo, en e1 que una aportación étnica única y<br />

determinada, presente en los planteamientos invasionistas, ha dejado de ser consi-<br />

derada como elemento imprescindible para explicar el surgimiento y desarrollo de<br />

la cultura cé7tica peninsular, de la que 1os celtíberos constituyen e1 grupo mejor<br />

conocido.<br />

A pesar de 1o dicho, 1a reducida información sobre e1 final de la Edad del Bronce<br />

en la Meseta oriental dificulta la valoración del substrato en la formación de1<br />

mundo celtibérico , a17Ír cuando ciertas evidencias vienen a confirmar la continuidad<br />

de1 poblamiento al menos en la zona donde el fenómeno celtibérico irrumpirá<br />

con mayor fuerza: el Alto Tajo - AltoJalón - Alto Duero. Por otro lado, aunque esté<br />

por valorar todavía 1a incidenciareal de 1os grupos de campos de urnas en el pro-<br />

ceso de gestación de1 mundo celtibérico, 1a presencia de aportes étnicos procedentes<br />

del valie del Ebro estaría documentada en las altas tierras de 1a Meseta oriental,<br />

como parece confirmar el asentamiento de Fuente Estaca (Ernbid), en el noreste de<br />

la provincia de Guad aTajara. No debe desestimarse 1a posibilidad de que estas infiltraciones<br />

de grupos de campos de urnas hubiesen sido portadoras de una lengua<br />

indoeuropea precedente de \a celtibérica, conocida a partir de una serie de documentos<br />

epigráficos fechados en las dos centurias anteriores al cambio de era.<br />

A partir de 1a conquista romana 1as poblaciones que se resistieron más a estas fueron<br />

sometidas y sus territorios fueron repoblados con gentes de las etnias más colaboracionistas<br />

con Roma.<br />

CONCLUSIÓN<br />

No podemos fi.na1izar sin remarcar \a gran personalidad de la cuitura celtlbérica en<br />

e1 cuadro general del mundo céltico, en grarr medida debido a 1a importante


10<br />

influencia que 1a cultura ib&ica ejerció sobre e1la, unido a su situación periférica<br />

en el extremo suroriental de Europa, alejada de 1as corrientes culturales que afectaron<br />

de una forma determinante a 1os celtas continentales, identificados arqueológicamente<br />

con 1as culturas de Hallstatt y de La Téne.<br />

Consecuencia de todo e1lo son las producciones artesanales tan singularmente<br />

características, entre ellas 1as producciones cerámicas, ejemplo de sincretismo plasmado<br />

en sus formas y decoraciones, tal y como hemos podido admirar enla cerámica<br />

<strong>numantina</strong> que hemos analizado.<br />

Será precisamente Roma, adaptándose en pafie al sustrato loca1 e imponiendo sus<br />

criterios, quien termine por instituir en la península Ibérica una cultura material<br />

acorde con modos de vida ya plenamente urbanos.<br />

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PIEZA DEL MES<br />

Departamento de Difusión<br />

Sábados: 17,30 h.<br />

Domingos: 11,30 y 12,30 h.<br />

Duración aproximada:<br />

30 minutos<br />

Entrada libre y gratuita<br />

Texto:<br />

Má Jesús Rodríguez<br />

Asesoramiento científi co<br />

Dpto. de Protohistoria<br />

Maquetación:<br />

Luis Canillo

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