Paisajes -- Landscapes - Rygaard, Maya
Paisajes -- Landscapes - Rygaard, Maya
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El crítico e historiador de arte neoyorquino fallecido en<br />
2006, vinculó la estética y la tradición histórico-cultural del<br />
romanticismo nórdico primitivo con la pintura abstracta<br />
moderna europea y norteamericana, tomando como referentes<br />
de ambas corrientes artísticas a sendos pintores como Carl<br />
Gustav Carus, Carl Blechen, William Turner, Miles Constable,<br />
Vincent van Gogh, Edward Munch, Paul Klee, Vasilij Kandinsky<br />
o Max Ernst, que muestran la evolución pictórica sugerida por<br />
Rosenblum introduciendo la abstracción en la representación<br />
del paisaje.<br />
El recorrido concluye con los paisajes de figuras del<br />
expresionismo abstracto estadounidense como Mark Rothko,<br />
Adolf Gottlieb, Barnett Newman y Jackson Pollock, además<br />
de las obras de dos pintores europeos contemporáneos, Anselm<br />
Kiefer y Gerhard Richter, en cuyas obras pervive la influencia<br />
del romanticismo.<br />
<strong>Maya</strong> <strong>Rygaard</strong> desde fines del 2004 trabaja con el paisaje como<br />
idea básica, donde investiga desde los puntos más imaginarios<br />
la mitología de la naturaleza nórdica. Una investigación entre la<br />
relación de presencia y no presencia. Escenarios de naturaleza<br />
cruda, sin huellas de lo humano, sin tiempos. Solamente rasgos<br />
de los interminables cambios rutinarios de las estaciones<br />
del año, donde esta naturaleza cruda se apodera de los más<br />
pequeños rincones de nuestra existencia. La pintura tiene su<br />
propio idioma sensual, libre de las reglas de la expresión verbal.<br />
Ricardo Donoso<br />
Director de Arte<br />
Edsvik Konsthall<br />
Los dioses<br />
Los carros de los dioses<br />
no sacuden las nubes,<br />
avanzan deslizándose<br />
callados como rayos de luz.<br />
Los pasos de los dioses son<br />
casi inaudibles,<br />
como el susurro de la hierba<br />
apenas presentido.<br />
Cautelosamente, cautelosamente<br />
sigues los senderos<br />
que tienen el aroma<br />
de su proximidad vivificante.<br />
¡No grites nombres!<br />
Ellos huyen, te dejan<br />
llena de palabras<br />
en un mundo vacío.<br />
Poema de Karin Boye