Pasión argentina - Juan Carlos Ferrigno, Art in Motion
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Entrevista | <strong>Juan</strong> <strong>Carlos</strong> <strong>Ferrigno</strong>. P<strong>in</strong>tor.<br />
<strong>Pasión</strong> <strong>argent<strong>in</strong>a</strong><br />
Ver en vivo un duelo entre Porsche 917 y Ferrari 512 deja absorto a cualquiera. Este<br />
hecho marcó a <strong>Juan</strong> <strong>Carlos</strong> para toda su vida. Las carreras de coches se convirtieron en<br />
su pasión. Una pasión que llevó este argent<strong>in</strong>o a dibujar coches primero, para luego<br />
convertirse en uno de los p<strong>in</strong>tores de carreras más famosos a nivel <strong>in</strong>ternacional.<br />
Texto y fotos: Gerard Farré<br />
P<strong>in</strong>turas: <strong>Juan</strong> <strong>Carlos</strong> <strong>Ferrigno</strong><br />
Más <strong>in</strong>fo: www.plannersevents.com<br />
44 · Clásicos Exclusivos<br />
A la derecha, el Chelco-<br />
Chevrolet de Néstor García<br />
Veiga que corría en la categoría<br />
Sport Prototipos de Argent<strong>in</strong>a<br />
en el año 1970. Lo dibujó en<br />
una libreta cuando tenía 9 años.<br />
Nacido el 25 de mayo de 1960 en<br />
Buenos Aires, este argent<strong>in</strong>o que<br />
vive en Barcelona tiene una gran<br />
pasión, el automovilismo deportivo.<br />
Las carreras de coches fueron el detonante<br />
de su carrera artística en su tierra natal y hoy<br />
se ha convertido en uno de los p<strong>in</strong>tores más famosos<br />
a nivel <strong>in</strong>ternacional, en lo que a temática<br />
automovilística se refiere. Con numerosas<br />
exposiciones en Londres, Mónaco y casi todos<br />
los circuitos de F1, sus p<strong>in</strong>turas transmiten sensación<br />
de velocidad de la primera a la última<br />
p<strong>in</strong>celada.<br />
¿Cuál fue tu primer contacto con el automóvil?<br />
Mi viejo traía a casa las revistas Automundo en las<br />
que podía ver los sport prototipos del campeonato<br />
argent<strong>in</strong>o como los Chelco, Cupeiro y demás. Un buen<br />
día me llevó a ver los 1.000 Kilómetros de la Ciudad<br />
de Buenos Aires y allí se pudrió todo. Era 1971, tenía<br />
10 años y me fasc<strong>in</strong>ó todo eso. Me enamoré del<br />
Porsche 917, vi los Ferrari 512 y los Matra. Justo frente<br />
a nosotros, Ignazio Giunti sufrió su fatal accidente al<br />
volante de un Ferrari 312 PB, fue muy impactante. A<br />
pesar del accidente me quedé con una imagen de<br />
los coches <strong>in</strong>creíble. Entonces dejé de dibujar los<br />
camiones tanque, aquellos que llevan gasol<strong>in</strong>a. Me<br />
gustaban porqué eran grandes. Así que mi viejo me<br />
empezó a traer más revistas de coches. Los copiaba de<br />
las revistas y así empezaron las p<strong>in</strong>turitas.<br />
Al año siguiente, en 1972 me volvió a llevar a los<br />
1.000 Kilómetros y a la Fórmula 1. Vi a Niki Lauda largar<br />
de la última fila junto a Graham Hill. Ya me gustó todo.<br />
Los sport me encantaban pero la primera vez que vi<br />
los F1 quedé asombrado. Me gustó mucho ver las<br />
letras de Goodyear en color blanco dar vueltas en los<br />
neumáticos, el tema del movimiento, como brillaba el<br />
coche, todo era muy plástico. Todo lo que veía lo dibu-<br />
jaba. Con las revistas que me traía mi viejo empezaba<br />
a descifrar las formas, para memorizar las proporcio-<br />
nes y así. Entonces fue cuando me transformé en un<br />
loco por los coches. Iba al colegio y los amiguitos me<br />
pedían que les dibujara coches.<br />
El año pasado tomé contacto con algunos de los<br />
que fueron conmigo al colegio y hay tipos que a día de<br />
hoy siguen guardando dibujos míos firmados. Dibujos<br />
que no guardo ni yo y que antiguos compañeros sí lo<br />
hicieron y los conservan.<br />
¿Cuándo empezaste a <strong>in</strong>teresarte por bellas artes?<br />
Eso fue tarde, empecé a dibujar por mi cuenta cuando<br />
tenía diez años o así, copiando fotos. S<strong>in</strong> saberlo fui<br />
aprendiendo el tema de los volúmenes, yo copiaba de<br />
las fotos en blanco y negro con lápiz negro. Con 16<br />
años había llegado un cuadro de 1 metro por 70 cm<br />
a lápiz para Julio Pardo, un piloto que corría con un<br />
FIAT en Turismo Nacional. Un día se me ocurrió que<br />
los podía vender y me fui a una tienda que se llamaba<br />
Anexo-J donde se podían comprar accesorios para<br />
deportivos, cascos, de todo. El negro Iglesias, quien<br />
regentaba la tienda, me compró un par de dibujitos<br />
y me dijo que fuera a ver a unos suyos que dibujaban<br />
en la revista Corsa, que ellos me podrían dar una op<strong>in</strong>-<br />
ión profesional de mis dibujos. Estaba en la puerta y<br />
Clásicos Exclusivos · 45
Entrevista | <strong>Juan</strong> <strong>Carlos</strong> <strong>Ferrigno</strong>. P<strong>in</strong>tor.<br />
dudé hasta el último momento, pues pensaba que se<br />
burlarían de mi. Allí conocí a Jorge García que es quien<br />
me enseñó todo, uno de los tres del estudio Bergandi y<br />
Cademartori S.A. Dijeron que para no haber estudiado<br />
les gustaba por las proporciones y los volúmenes. Me<br />
propusieron que aprendiera a p<strong>in</strong>tar con p<strong>in</strong>celes. Me<br />
regalaron un juego de p<strong>in</strong>celes para que practicara<br />
en casa. Cuando tenía algo decente los iba a ver y<br />
se lo presentaba. Entonces me corregían los errores,<br />
mandándome deberes y así. No tenía habitación pro-<br />
pia así que p<strong>in</strong>taba en la mesa del comedor.<br />
¿Cómo empezó tu carrera profesional?<br />
Un día necesitaron a alguien que les ayudara en un<br />
trabajo con Letraset. Poco a poco fui haciendo más<br />
trabajitos para ellos como ayudante en el estudio.<br />
Entonces trabajaba vendiendo cacerolas; un equipo<br />
de coc<strong>in</strong>a haciendo demostraciones en las casas.<br />
Bergandi me contrató pagándome el doble que en mi<br />
anterior trabajo y lo acepté con los ojos cerrados. Me<br />
pasaron un montón de secretillos, aprendí todo. Con el<br />
tiempo dos de los tres se fueron a Estados Unidos con<br />
lo que me quedé con Jorge. En 1979, cuando tenía 19<br />
años me encargaron mi primer trabajo solo, una viñeta<br />
para el Gran Premio de Francia de ese año, s<strong>in</strong> tener<br />
apoyo alguno. Cada día además del trabajo practicaba<br />
en casa para mejorar todavía más. Hacíamos unos<br />
perfiles de coches de F1 perfectos s<strong>in</strong> aerógrafo, pues<br />
no teníamos d<strong>in</strong>ero para uno. Me encargaron uno del<br />
Williams de Reuterman, para mi estaba bien, pero<br />
cuando lo vio Bergandi empezó a ver pequeños fallos<br />
aquí y allá y me dijo que la mejor solución era romp-<br />
erlo en dos, cosa que hizo. Casi me muero. Me lo tomé<br />
mal. Pero en realidad me di cuenta que el tipo lo hizo<br />
porque no pasaba nada, sólo era un dibujo. Un cacho<br />
cartón p<strong>in</strong>tado. Una demostración que a veces cuesta<br />
46 · Clásicos Exclusivos<br />
más arreglar una cosa que hacerla de nuevo otra vez.<br />
Esto también me ayudó a asimilar que me tenía que<br />
desprender de lo que p<strong>in</strong>taba.<br />
¿Cuáles son tus mejores recuerdos en Argent<strong>in</strong>a?<br />
Jugar a la pelota en la calle. Jugué mucho de muy<br />
pequeño. También me encantaba estar potreando<br />
todos los f<strong>in</strong>es de semana, yendo de acá para allá con<br />
mis amigos. Siempre hice los deberes, de chiquito<br />
era el abanderado del colegio, el crío que en séptimo<br />
grado tenía las mejores notas de todo el grupo. Apre-<br />
ndes a estar solo en la calle, s<strong>in</strong> que te cuide tu mamá,<br />
aprendes a cuidarte solo. Lo pasé bien de crío. Íbamos<br />
al club de Argent<strong>in</strong>os Juniors, allí jugaba Dieguito.<br />
Con 10 años, él ya jugaba con el equipo. Entonces<br />
ya era de otro planeta, pero lo era gracias a que se<br />
dedicaba como n<strong>in</strong>gún otro. Después de cada partido<br />
se quedaba practicando faltas con el portero y una<br />
barrera de muñecos de madera. Si no hubiera sido<br />
por los millones de falta que tiró a esa edad, mientras<br />
los otros niños estaban ya en casa con sus mamás, él<br />
seguro que no hubiera llegado donde llegó. Nadie le<br />
regaló nada, se lo curró.<br />
Y de grande las coladas en el Autódromo. Teníamos<br />
controlados todos los agujeros. Hay una parte que<br />
por un lado da a una avenida más o menos civilizada,<br />
mientras que por la parte de atrás no iba ni Dios. Como<br />
no éramos los únicos que nos colábamos, había unos<br />
mayores que con p<strong>in</strong>zas cortaban las vallas, nosotros<br />
íbamos detrás. El secreto era llegar antes del personal<br />
que había contratado para vigilar con lo que más de<br />
una vez nos colábamos de noche en pleno <strong>in</strong>vierno,<br />
¡con el frío que hacía! Era como una aventura con los<br />
amiguetes.<br />
¿Por qué v<strong>in</strong>iste a España?<br />
La dura <strong>in</strong>flación que había entonces me llevó a cam-<br />
biar de país. Una vez, llamé a una casa de lám<strong>in</strong>as e hice<br />
un encargo antes de comer, como no me daba tiempo<br />
pedí que me las reservaran para esa misma tarde. La<br />
señora de la tienda me respondió que no me podía<br />
mantener el precio pues a lo mejor habría cambiado.<br />
¡En dos horas el precio de unas lám<strong>in</strong>as de dibujo<br />
podía haber cambiado! Por ejemplo, si un paquete<br />
de tabaco el lunes costaba 100, el miércoles podía<br />
estar en 150 y el viernes 200. Eso sí, mi sueldo seguía<br />
siendo el mismo. Era una situación <strong>in</strong>sostenible. Otro<br />
recuerdo bastante duro era el de viajar colgado del<br />
autobús. Como el servicio de transportes era nefasto<br />
los autobuses viajaban llenos, como si fueran latas<br />
de sard<strong>in</strong>as, hasta el punto que tenías que montarte<br />
colgado de la parte trasera, fuera del propio autobús.<br />
Algo surrealista. Era aquello o volvías a casa andando.<br />
Un día que llovía y viajaba así le empecé a dar vueltas<br />
a la cabeza que tenía que marchar de allí que seguro<br />
habría un sitio mejor que ese.<br />
¿Qué tal tus <strong>in</strong>icios en nuestro país?<br />
El artista posa junto a una de sus últimas obras. No es un coche de carreras tradicional, es una de las naves de<br />
carreras que aparecen en la saga Star Wars. ¿Adiv<strong>in</strong>an quien compró este cuadro? El mismísimo George Lucas,<br />
el c<strong>in</strong>easta que creó Star Wars.<br />
Una amiga mía, Gabriela, que trabajaba con nosotros<br />
en Argent<strong>in</strong>a se había casado con un español y se fue a<br />
vivir a Ibiza. Aunque mi primera idea era establecerme<br />
solo en Barcelona, al surgir esto en 1988, opté por ir<br />
con ellos para no estar completamente perdido. Tras<br />
ocho meses de <strong>in</strong>tenso trabajo en Ibiza, un compañero<br />
de trabajo nos la jugó a los dos dejándonos s<strong>in</strong> nada<br />
de todo lo que habíamos logrado. Así me encontré<br />
con 25.000 pesestas y nada que hacer allí. Decidí irme<br />
a Barcelona a probar suerte, pero tal era el bajón que<br />
tenía que estuve a punto de regresar. De no ser por un<br />
taxista que se me acercó para preguntarme si quería<br />
que me llevara hoy, quizás, estaría en Argent<strong>in</strong>a. Le<br />
conté lo que me había pasado y me llevó por todos ho-<br />
teles pequeños de Barcelona hasta que me encontró<br />
una habitación. Al día siguiente lo empecé a ver todo<br />
menos negro y probé suerte en Solo Moto. Unos días<br />
después me contrataron en Imagen y Comunicación,<br />
un estudio de diseño gráfico e ilustración que estaba<br />
por la zona de Vallcarca. Allí conocí a la Negra, la que<br />
hoy sigue siendo mi actual mujer. Héctor Cademartori<br />
me había preparado una carta de recomendación para<br />
“Mi primera exposición fue en Mónaco, en 1997 donde<br />
vendí 8 de los 15 cuadros que llevé. Después v<strong>in</strong>o lo del<br />
Paddock Club para p<strong>in</strong>tar en los GP de Fórmula 1.”<br />
Clásicos Exclusivos · 47
Entrevista | <strong>Juan</strong> <strong>Carlos</strong> <strong>Ferrigno</strong>. P<strong>in</strong>tor.<br />
Jaime Alguersuari, pues Cademartori era el correspon-<br />
sal de Solo Moto en Argent<strong>in</strong>a y Estados Unidos. Me<br />
contrató para trabajar en la revista como ilustrador.<br />
Primero viví en un hotel, luego en una pensión más<br />
barata para luego alquilar un piso en Castelldefels.<br />
¿Cómo surgió la oportunidad de p<strong>in</strong>tar cuadros?<br />
A pr<strong>in</strong>cipios de los noventa conseguí regularizar mi<br />
situación en España. Como mi madre era española al<br />
igual que mi abuela, de la localidad gallega de Cam-<br />
bados, pude reclamar la nacionalidad. Mi abuelo y<br />
mi padre eran argent<strong>in</strong>os. A mediados de la década<br />
fue una época no muy buena. Todo mejoró gracias<br />
48 · Clásicos Exclusivos<br />
a un contrato con Quaker State quien montó una<br />
exposición en el Hotel Majestic, allí conocí a Pablo Gi-<br />
meno. Gimeno nos propuso un acuerdo para exponer<br />
en el Salón del Automóvil. Allí hicimos muy buenos<br />
contactos, funcionó muy bien y empezó a rodar todo.<br />
Después v<strong>in</strong>o exponer en el Auto Retro y la posibilidad<br />
de p<strong>in</strong>tar para los <strong>in</strong>gleses. Claudi Boet, de Libro Motor,<br />
me pasó el contacto de un concurso de p<strong>in</strong>tura en In-<br />
glaterra. Hice un cuadro de un Alfa Romeo de Fórmula<br />
1 con <strong>Juan</strong> Manuel Fangio y probé suerte. En el jurado<br />
había personajes como Stirl<strong>in</strong>g Moss, el Duque de<br />
Kent y Murray Walker. Al tiempo nos llamaron de Ingla-<br />
terra para decirnos que habíamos ganado un premio,<br />
creímos que era el tercero. Con Anna decidimos viajar<br />
a Londres para recogerlo y de paso visitar la ciudad. Al<br />
llegar allí vimos que había ganado el primer premio<br />
con lo que además de la compensación económica se<br />
llevaría a cabo una edición limitada de “pr<strong>in</strong>ts” de mi<br />
p<strong>in</strong>tura. Allí conocí a David quien acabaría siendo mi<br />
marchante de arte. Con él firmamos un contrato para<br />
trabajar con Planners Events.<br />
¿Los viajes a la Fórmula 1?<br />
Así surgió lo de exponer en Mónaco, Spa,… Mi primera<br />
exposición fue en Mónaco, el año 1997 donde vendí<br />
8 de los 15 cuadros que llevé. Después v<strong>in</strong>o lo del<br />
Paddock Club para p<strong>in</strong>tar en los Grandes Premios de<br />
Fórmula 1. Pasé a ser uno de los p<strong>in</strong>tores de coches<br />
de carreras más famosos de Inglaterra. La editorial<br />
británica Haynes editó un libro sobre mi carrera, “The<br />
Motorsport <strong>Art</strong> of <strong>Juan</strong> <strong>Carlos</strong> <strong>Ferrigno</strong>”, escrito por<br />
el reputado periodista británico Christopher Milton,<br />
famoso escritor especializado en F1.<br />
¿Qué piensas de Dexter Brown?<br />
Me encanta ese tipo, lo amo y lo odio a la vez. Es tan<br />
buen p<strong>in</strong>tor, aunque haya gente que no lo entiende.<br />
David me pidió que buscara un equilibrio entre el<br />
hiper-realismo de Michael Turner y lo abstracto de<br />
Dexter Brown. Un día fuimos a una exposición de<br />
Dexter Brown, allí lo conocí y estuvimos mucho rato<br />
hablando, muy buen tipo. Es el que más me gusta.<br />
Turner, también me gusta así como el uruguayo Al-<br />
fredo de la Maria, Nicolas Watts, William Motta,… Hay<br />
muchos que me gustan.<br />
¿Cómo te enfrentas a un cuadro en blanco?<br />
Primero decides qué quieres p<strong>in</strong>tar. Ahora, por ejem-<br />
plo, estoy trabajando sobre Le Mans de los años 70,<br />
sobre el ambiente previo a la carrera. Para empezar<br />
busco los elementos que necesito, qué coche, si lo haré<br />
de día o de noche y empiezas a dibujar para ver si será<br />
vertical o horizontal. Más o menos tienes una imagen<br />
de lo que vas a hacer. Cuando te pones a p<strong>in</strong>tarlo vas<br />
tomando decisiones en caliente, vas sobre la marcha.<br />
El mismo cuadro te va diciendo que esto molesta o<br />
esto debe ser más oscuro. Al f<strong>in</strong>al, la p<strong>in</strong>tura va hacia<br />
donde ella quiere. Llega un momento en el que vas<br />
siguiendo la p<strong>in</strong>tura. Siempre acaba siendo lo que qui-<br />
ere la misma p<strong>in</strong>tura. Acabas encontrando algo aquí y<br />
allá que te dice que en el próximo cuadro lo mejorarás.<br />
Esto es lo que te engancha a seguir p<strong>in</strong>tando.<br />
Un color preferido.<br />
El rojo.<br />
Una textura.<br />
Toquetear a la gatita es muy l<strong>in</strong>do. Manoseo bastante<br />
los cuadros, me gusta. De pequeño tenía un profesor<br />
que era escultor y decía que cuando uno tiene una<br />
buena escultura delante, ésta llama a la gente a que le<br />
meta la mano encima. Si no te tienta de tocar, aquella<br />
forma no te llega. Nosotros le dijimos de críos que<br />
si íbamos a un museo y tocábamos una escultura el<br />
guarda nos daría un guantazo. Su respuesta fue muy<br />
clara “hay que tocarla cuando el guarda no se dé cuen-<br />
ta”. Él se refería al placer sensorial de meter la mano.<br />
Una carrera.<br />
Una carrera que vi. El GP de Argent<strong>in</strong>a de 1973. Fit-<br />
tipaldi decide esperarse y no tirar al pr<strong>in</strong>cipio. Pasada<br />
mitad de carrera empieza a acercase a los líderes.<br />
Delante tenía a Regazzoni con el BRM y los Tyrrell de<br />
Stewart y Cevert. La pelea de Fittipaldi con Stewart fue<br />
algo apoteósico, fue una pelea de verdad, nada que<br />
ver con lo de ahora. F<strong>in</strong>almente lo pudo pasar. Luego<br />
agarró a Cevert y ganó la carrera. Estalló el Autódromo.<br />
Allí, la estrategia la llevaba Fittipaldi en su cabeza, allí<br />
no p<strong>in</strong>taban nada ni los ordenadores, ni la telemetría,<br />
sólo p<strong>in</strong>taba el piloto.<br />
Y una carrera que no vi. Los 1000 km de Brands<br />
Hatch de 1970. Pedro Rodríguez hacía pareja con Chris<br />
Amon al volante de un Porsche 917 Gulf. Lo penal-<br />
izaron y salió a pista echo una furia para recuperar el<br />
terreno perdido. El circuito estaba <strong>in</strong>undado de agua y<br />
él cada vez rodaba más y más rápido. No sólo recuperó<br />
el terreno perdido, además ganó por c<strong>in</strong>co vueltas de<br />
ventaja. Eso me lo contó un <strong>in</strong>glés que había estado<br />
en esa carrera.<br />
Un coche.<br />
El Porsche 917, s<strong>in</strong> n<strong>in</strong>guna duda, porque a mi me im-<br />
pactó el color celeste; su presencia imponente. Tiene<br />
p<strong>in</strong>ta de bestia. Asusta, es una cosa bruta. El Porsche<br />
tiene un look bestia. Todos llevaban las mismas ruedas<br />
detrás, pero tal y como era el Porsche parecía que las<br />
ruedas eran todavía más grandes. Recuerdo el Mart<strong>in</strong>i<br />
de Vic Elford, en el medio de la curva lenta lo ponía de<br />
costado, pisaba la tierra y levantaba arena. El ruido, el<br />
color, todo en sí era bruto.<br />
Un piloto.<br />
El Ronnie Peterson. Desde que lo vi con el March en<br />
el Autódromo, con su casco azul, la visera amarilla y<br />
los guantes blancos. En la parte rápida lo pasaban,<br />
pero en la zona lenta les recuperaba el terreno. Era<br />
muy de andar de costado. Peleó por el campeonato<br />
de F2 con Reuterman de allí que dieran las carreras<br />
de F2 en la Televisión Argent<strong>in</strong>a. Cada vez que salía,<br />
salía a ganar.<br />
Clásicos Exclusivos · 49