LA ESTACIÓN DE ADVIENTO - Iglesia Episcopal en Colombia
LA ESTACIÓN DE ADVIENTO - Iglesia Episcopal en Colombia
LA ESTACIÓN DE ADVIENTO - Iglesia Episcopal en Colombia
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Viernes de Pascua<br />
<strong>LA</strong> <strong>ESTACIÓN</strong> <strong>DE</strong> PASCUA<br />
COLECTA<br />
Padre todopoderoso, que <strong>en</strong>tregaste a tu único Hijo para morir por nuestros pecados y resucitar<br />
para nuestra justificación: Danos gracia para desechar la levadura de malicia e iniquidad, de tal modo<br />
que te sirvamos siempre con pureza de vida y verdad; por Jesucristo tu Hijo nuestro Señor, que vive y<br />
reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.<br />
EPÍSTO<strong>LA</strong><br />
Hechos 4:1-12<br />
Todavía Pedro y Juan estaban hablándole a la g<strong>en</strong>te, cuando llegaron los sacerdotes, con el jefe<br />
de la guardia del templo y con los saduceos. Estaban <strong>en</strong>ojados porque Pedro y Juan <strong>en</strong>señaban a la g<strong>en</strong>te<br />
y decían que la resurrección de los muertos había quedado demostrada <strong>en</strong> el caso de Jesús. Los<br />
arrestaron y, como ya era tarde, los metieron <strong>en</strong> la cárcel hasta el día sigui<strong>en</strong>te. Pero muchos de los que<br />
habían escuchado el m<strong>en</strong>saje, creyeron; y el número de crey<strong>en</strong>tes, contando solam<strong>en</strong>te los hombres, llegó<br />
a cerca de cinco mil. Al día sigui<strong>en</strong>te se reunieron <strong>en</strong> Jerusalén los jefes de los judíos, los ancianos y los<br />
maestros de la ley. Allí estaban también Anás, que era el sumo sacerdote, Caifás, Juan, Alejandro y<br />
todos los que pert<strong>en</strong>ecían a la familia de los sumos sacerdotes. Ord<strong>en</strong>aron que les llevaran a Pedro y a<br />
Juan, y poniéndolos <strong>en</strong> medio de ellos les preguntaron:<br />
-¿Con qué autoridad, o <strong>en</strong> nombre de quién hac<strong>en</strong> ustedes estas cosas? Pedro, ll<strong>en</strong>o del Espíritu<br />
Santo, les contestó: -Jefes del pueblo y ancianos: ustedes nos preguntan acerca del bi<strong>en</strong> hecho a un<br />
<strong>en</strong>fermo, para saber de qué manera ha sido sanado. Pues bi<strong>en</strong>, declaramos ante ustedes, para que lo sepa<br />
todo el pueblo de Israel, que este hombre que está aquí, delante de todos, ha sido sanado <strong>en</strong> el nombre de<br />
Jesucristo de Nazaret, el mismo a qui<strong>en</strong> ustedes crucificaron y a qui<strong>en</strong> Dios resucitó. Este Jesús es la<br />
piedra que ustedes los constructores despreciaron, pero que se ha convertido <strong>en</strong> la piedra principal. En<br />
ningún otro hay salvación, porque <strong>en</strong> todo el mundo Dios no nos ha dado otra persona por la cual<br />
podamos ser salvos<br />
Palabra del Señor. Pueblo: Demos gracias a Dios.<br />
SALMO 116:1-8 (PÁGINA 650 L.O.C.)<br />
l. Amo al Señor, pues ha oído mi voz y mi súplica;*<br />
porque ha inclinado a mí su oído,<br />
siempre que le invoco.<br />
2. Ligaduras de muerte me <strong>en</strong>redaron;<br />
me alcanzaron las garras de la tumba;*<br />
hallé angustia y dolor.<br />
3. Entonces invoqué el Nombre del Señor:*<br />
"Oh Señor, dígnate salvar mi vida".<br />
4. Clem<strong>en</strong>te es el Señor y justo;*<br />
sí, misericordioso es nuestro Dios.<br />
Página 98 Leccionario Dominical, Año C