Rutómetro - TransAndalus

Prólogo
Impulsado por el viento, con la ayuda de un trozo
de tela y montado sobre una tabla, surfeo el mar
que baña las costas de Huelva y echo la mirada
atrás para recordar el tiempo en que surfeaba los
caminos serpenteantes montado sobre las ruedas
gordas de mi bicicleta.
De Cumbres Mayores a El Rompido, desde el Guadiana
hasta la Punta Malandar, son muchos los caminos de
mi tierra que la bicicleta me ha dado la
oportunidad de conocer y disfrutar, en la mejor de
las compañías o en solitario.
Hecho la vista atrás y sobre todo me quedan las
sensaciones; horas interminables viajando al rebufo
de mi amigo Adelino. Atravesar la playa del Coto de
Doñana para llegar a Sanlúcar de Barrameda, 30 Km
de playa virgen, una experiencia inolvidable cuando
lo único que te rodea son las dunas y el océano
durante horas. La entrada a Galaroza, acompañado de
Juan, sobre una alfombra de hojas otoñales y una
lluvia de colores dándonos la bienvenida. Las rutas
por el Andévalo con la fresquita del verano.
Hice amigos, descubrí dólmenes y castillos, sorteé
arroyos y riveras, cuestas sofocantes y bajadas
para gritar. Atravesé ríos rojos, amarillos,
verdes; puentes esqueléticos, oscuros túneles. Pasé
por cortas y minas abandonadas, fui en busca de
otros horizontes y a veces sentí la compañía de mi
ángel de la guarda.
Muchas son las imágenes que quedan en el recuerdo,
vecinos de un pueblo que se extrañan al verte,
extraños que recuerdan su niñez sobre una
bicicleta, niños que revolotean a tu alrededor
sedientos de curiosidad y curiosos, o no tanto, que
sencillamente te ven pasar.
Algún día volveré a recorrer esos caminos y pueblos
de Huelva, pero lo vivido ya nadie me lo podrá
quitar.
Si estás leyendo estas líneas, es posible que estés
pensando en hacer algún tramo de la Transandalus,
quizás elijas Huelva, o quizás no, da igual, no lo
dudes, haz el viaje. El mejor momento es cuando tú
decidas que sea, porque las sensaciones que
experimentes durante la ruta, ya nadie te las podrá
quitar.
Antonio C. Álvarez Abellán,
con la colaboración de
Juan Manuel Muñoz Luque