El niño y la creación del mundo - Teatro Real

Y el violonchelo. Aunque éste es un
instrumento mucho más moderno,
pertenece a la familia de las cuerdas, y las
cuerdas frotadas también aparecieron muy
pronto, aunque no de forma tan
sofisticada, y como el sonido de este
instrumento es más grave que el del violín,
me pareció más acertado escogerlo.
En cuanto al lenguaje musical, me basé en escalas exóticas, es decir
nada del típico DO RE MI FA SOL LA SI DO, sino combinaciones más
complicadas que vuestros profesores de música os pueden hacer oír
en un teclado, como por ejemplo la escala que sigue:
DO RE MIb FA# SOL LAb SI DO, que es una escala llamada Húngara
mayor (me diréis que Hungría no tiene mucho que ver con la
Patagonia) o esta otra:
DO REb MI FA# LA SIb, que se llama Prometeo napolitana (aunque
Nápoles tampoco tenga nada que ver con la Patagonia). Son escalas
exóticas típicas de pueblos primitivos e iban muy bien para reflejar
ese mundo fantástico. Espero que disfrutéis pues de este cuento
musical.
¡Ah! pero debéis saber que Eduardo, el buscador de leyendas, tiene
una canción con la que acompaña cada una de sus aventuras; en esta
ocasión he escrito para él esta bella canción. Si la aprendes la podrás
cantar junto con él en El niño y la creación del mundo; aquí debajo la
encontrarás.
¡Nos vemos!
Miquel Ortega
Compositor
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