1 RUBEN DARIO EN AGUSTIN LARA Hace como ... - Roger Araica
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Metáforas de aristocracia<br />
En vano busqué a la princesa<br />
Que estaba triste de esperar.<br />
La vida es dura. Amarga y pesa.<br />
¡Ya no hay princesa que cantar!<br />
Imágenes basadas en el oro, plata, perlas y<br />
piedras preciosas<br />
Y, no obstante la vida es bella,<br />
Por poseer<br />
La perla, la rosa, la estrella<br />
Y la mujer<br />
Las flores<br />
Cojamos la flor del instante;<br />
¡La melodía<br />
De la mágica alondra cante<br />
La miel del día!<br />
Se ven las palmeras<br />
Borrachas de sol<br />
Metáforas de aristocracia<br />
Tienes el perfume<br />
De un naranjo en flor<br />
El altivo porte<br />
De una majestad<br />
Imágenes basadas en el oro, plata, perlas y<br />
piedras preciosas<br />
Y tengo celos de tus espumas y tus<br />
Cristales<br />
Arroyito de plata, mi rival eres tú.<br />
Las flores<br />
Rosa la más hermosa<br />
La primorosa flor<br />
Que mi ser perfumó<br />
No pude encontrar, por lo menos en el CD de Agustín Lara que me sirve de referencia, ninguna<br />
figura relacionada con “volar”. Y, aunque localicé una metáfora de aristocracia en el poeta<br />
veracruzano: “El altivo porte de una majestad”, no parece que sea su tendencia. Contrario a<br />
Darío, cuya poesía está llena de reyes y princesas: “Princesa de mis locuras, / que tus cabellos<br />
desatas” (Tornada Libre). Que escribe: “Ahí va ese poeta por su camino / con su soberbio rostro<br />
de emperador”, refiriéndose a Walt Whitman, y que se llama así mismo: “A despecho de mis<br />
manos de marqués”; la versificación de Lara es triste y melancólica: “Una vez nada más en mi<br />
huerto / brilló la esperanza / la esperanza que alumbra el camino de mi soledad” (Solamente<br />
una vez); “Noche de ronda / <strong>como</strong> me hiere / <strong>como</strong> lastima mi corazón” (Noche de ronda), “Mi<br />
vida, / triste jardín / tuvo el encanto / de tus perfumes / y tu carmín” (Rosa); “Rival de mi<br />
tristeza / mi propia soledad” (Mi Rival); “En esta noche de frío / de duro cierzo invernal”<br />
(Arráncame la Vida); “Cuantas noches / me viste llorando / llamar a su puerta” (Farolito).<br />
Una figura literaria que en Lara se vuelve repetitiva, es el adjetivo “divina”: “Mujer, mujer<br />
divina” (Mujer); “La divina magia de un atardecer” (Mujer); “En la cadencia / de tu voz<br />
divina”; (Palmera); “Divina Rosa / que encendió mi amor” (Rosa), “Ya ves que venero tu<br />
imagen divina” (Piensa en mi); que también Darío usa con alguna frecuencia: “Y cuando Venus<br />
brilla, / dulce, imperial amor de la divina tarde, / creo que en la onda suena / o son de lira o<br />
canto de sirena. / Y en mi alma otro lucero <strong>como</strong> el de Venus arde” (Vesperal); “La dulzura del<br />
ángelus matinal y divino / que diluyen ingenuas campanas provinciales” (La Dulzura del<br />
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