Revista Aeronáutica y Astronáutica de marzo de 2008 [6576.39, pdf]

C
UANDO hablamos de Gestión de la Información
nos estamos refiriendo a los sistemas
C4ISTAR/IM (Command, Control,
Communications, Computers, Intelligence, Surveillance,
Target Acquisition & Reconnaissance/Information
Management), un largo acrónimo para definir
una herramienta esencial que proporciona al Comandante
de una Operación Militar y a sus Unidades subordinadas
los medios y las capacidades para generar,
compartir y usar la información necesaria para
facilitar el éxito de la misión. Esta capacidad tecnológica
hace posible el disponer de la información en
el momento, lugar y tiempo adecuados, protegerla
frente ataques externos y presentarla de forma útil y
comprensible. En definitiva, permite alcanzar la superioridad
en el conocimiento, mejorando el proceso
de decisión y contribuyendo, de esta manera, a una
correcta ejecución de las operaciones.
Gracias a sus especiales características y formas de
acción, el Ejército del Aire, como el resto de las Fuerzas
Aéreas más avanzadas, es un usuario tecnológico
de primer orden que necesita mantener en todo momento
unos medios de última generación, especialmente
en el ámbito de la gestión de la información y
de la capacidad para operar en red. La integración de
estos elementos de vigilancia, reconocimiento, inteligencia
y adquisición de objetivos, junto con la necesaria
modernización del Sistema de mando y control,
constituye un reto a medio y largo plazo de gran importancia
para las operaciones futuras, tanto las que
se pudiesen desarrollar en tiempo de paz, como en
crisis o conflicto.
Consciente de esta necesidad, claramente definida
como un “objetivo básico” dentro de las capacidades
militares previstas para nuestras Fuerzas Armadas, el
Centro de Guerra Aérea ha organizado una nueva edición
del Seminario Internacional de la Cátedra “Alfredo
Kindelán” en la cual, gracias a la participación
de prestigiosos profesionales, se ha tratado con profundidad
la gestión de estos medios en el ámbito de
las Fuerzas Aéreas.
DE las conclusiones más significativas obtenidas
podemos destacar, en el ámbito conceptual
y doctrinal, la necesidad de que quienes
están involucrados en las operaciones aéreas se entrenen
decididamente como generadores/gestores de información
y de conocimiento. Además, dicha generación/gestión
deberá siempre atender a criterios de simplicidad,
redundancia y reducción de tiempos de
REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA / Marzo 2008
Editorial
Gestión de la Información
en las Fuerzas Aéreas
acceso, sin que ello afecte negativamente a la calidad.
En relación con los futuros escenarios dónde se requiera
acceso a una “inteligencia conjunta”, se vislumbra
la cada vez más necesaria búsqueda de nuevas formulas
que permitan integrar a terceras partes, sin importar
su entidad u origen, incluso no combatientes, en
la comunidad ISR; sobre todo cuando se trate de información
“sensible”. Es y será inevitable utilizar el principio
de mutua confianza.
En el campo de las redes y comunicaciones en los
procesos de gestión de la información, se deja constancia
de que los medios C4ISTAR/IM ayudan a crear
la “Situation Awareness” como base para la toma de
decisiones. Por otro lado, a pesar de que se disponga
de los medios capaces de realizar un seguimiento exhaustivo
de forma remota de cuanto ocurre en el campo
de batalla, es importante mantener el principio de
“control centralizado, ejecución descentralizada”, evitando
caer en el error de la “microgestión”.
E
N cuanto a los nuevos procesos para compartir
información, se adivinan dos posibles soluciones:
una basada en el principio de “push
and pull” (cada usuario pone a disposición de los demás
solamente la información que considera adecuada)
y otro, más restrictivo, basado en el acceso limitado
a las bases de datos.
Finalmente, los recursos humanos relacionados con
la gestión de la información se convierten en la principal
restricción para alcanzar plena capacidad, ya que se
requiere personal experto y un cambio en la mentalidad
y en la cultura organizativa de nuestra Institución.
Ahora viene la tares más dura: Debemos aplicar todas
estas ideas y principios a un Ejército del Aire cuyos
presupuesto y recursos de personal y material no
son ilimitados. Aun así, no debemos cejar en el propósito
de alcanzar un nivel aceptable de medios C4IS-
TAR/IM que nos diferencie y nos destaque dentro del
grupo de las Fuerzas Aéreas más avanzadas del mundo.
Sin duda, las conclusiones alcanzadas nos serán de
gran utilidad para entender mejor este nuevo ambiente
operacional que representa un reto apasionante para
nuestras Fuerzas Armadas, pero muy particularmente
para el Ejercito del Aire.
Parafraseando la doctrina conjunta norteamericana:
“Un Sistema C4ISTAR/IM nunca será capaz de destruir
por si solo a un adversario ni de actuar directamente
en una misión de fuego real y, sin embargo, no
existe una capacidad militar más importante y clave
para garantizar el éxito de las operaciones militares”.
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