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Tema 5 - OCW Usal

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Espectrofotometría de absorción atómica 2<br />

<strong>Tema</strong> 5<br />

ESPECTROSCOPIA ATOMICA. I. ABSORCION<br />

Las técnicas espectroscópicas atómicas consisten en transformar la muestra en<br />

átomos en estado de vapor * (atomización) y medir la radiación electromagnética<br />

absorbida o emitida por dichos átomos. La mayor parte de la información útil desde el<br />

punto de vista analítico se obtiene operando en las regiones ultravioleta, visible y la<br />

correspondiente a los rayos X.<br />

A diferencia de los espectros moleculares en las regiones UV y visible, que suelen<br />

consistir en una serie de bandas anchas, los espectros atómicos están constituidos por<br />

picos estrechos (teóricamente líneas) y bien definidos, originados por transiciones<br />

entre distintos niveles de energía electrónica (en los átomos aislados no existen,<br />

evidentemente, niveles vibracionales ni rotacionales). Esto explica la gran selectividad<br />

que suelen presentar estas técnicas. Asimismo, la sensibilidad también suele ser<br />

elevada y depende del número de átomos en estado fundamental (técnicas de<br />

absorción) y en estado activado (técnicas de emisión). Estos tipos de átomos pueden<br />

estimarse utilizando la ecuación de Boltzmann,<br />

N *<br />

=Ae–∆E/kT<br />

o<br />

N<br />

donde N* es el número de átomos excitados, N o el número de átomos en estado<br />

fundamental, A, una constante para cada sistema particular, DE la diferencia de<br />

energía entre dos niveles, k la constante de Boltzmann y T la temperatura.<br />

A temperaturas relativamente bajas (inferiores a 4000º) la fracción de átomos<br />

en estado fundamental suele ser muy elevada para casi todos los elementos, lo cual<br />

hace que no sea necesario controlar rigurosamente la temperatura, siendo esto muy<br />

importante desde el punto de vista práctico. Sin embargo, cuando se utilizan técnicas<br />

de emisión, las cuales dependen del número de átomos excitados, se hace necesario un<br />

control cuidadoso de esta variable.<br />

* En Fluorescencia de Rayos X se opera sobre muestras en estado sólido o líquido, si bien, se trata de una<br />

técnica atómica, como se expone en el Capítulo 6.


Claudio González Pérez 3<br />

Para la obtención del vapor atómico pueden utilizarse distintas fuentes, tales<br />

como, una llama, energía eléctrica o un plasma, dando lugar a distintas técnicas. En<br />

este capítulo se exponen los aspectos fundamentales de las técnicas de absorción y en<br />

el siguiente las de emisión.<br />

ESPECTROFOTOMETRIA DE ABSORCION ATOMICA<br />

La absorción atómica es el proceso que ocurre cuando átomos de un elemento en<br />

estado fundamental absorben energía radiante a una longitud de onda específica. La<br />

cantidad de radiación absorbida aumenta al hacerlo el número de átomos del elemento<br />

presentes en el camino óptico, utilizándose esto con fines analíticos cuantitativos. La<br />

técnica permite la determinación de, al menos, unos 70 elementos en cantidades tan<br />

bajas como 10 –14 g con razonable selectividad, pequeña manipulación y mínimo tamaño<br />

de muestra. Aunque inicialmente se utilizó solo para la determinación de elementos<br />

metálicos, se han desarrollado métodos indirectos que permiten la cuantificación de<br />

una gran variedad de aniones y de compuestos orgánicos.<br />

En la práctica, las muestras se vaporizan y se convierten en átomos libres,<br />

proceso denominado atomización. Sobre el vapor atómico originado se hace incidir la<br />

radiación electromagnética que será absorbida parcialmente por el analito. En muchas<br />

ocasiones el proceso de atomización se consigue mediante una llama, por lo que en la<br />

figura 5.1. se muestra un esquema típico de un espectrómetro de absorción atómica<br />

con llama.<br />

.<br />

Fuente de<br />

radiación<br />

primaria<br />

Sistema de<br />

introducción<br />

de muestra<br />

.<br />

.<br />

monocromador<br />

Detector<br />

Medidor<br />

o registro<br />

Figura 5.1. Componentes básicos de un espectrofotómetro de absorción atómica.<br />

.


Espectrofotometría de absorción atómica 4<br />

TEORIA<br />

El espectro de absorción atómica de muchos elementos se origina por<br />

transiciones electrónicas desde el estado fundamental a estados excitados. En la<br />

figura 5.2. se muestra un diagrama simplificado de los niveles de energía para el sodio<br />

y para el potasio.<br />

Los átomos de sodio en estado gaseoso son capaces de absorber radiaciones de<br />

longitudes de onda correspondientes a las transiciones desde el estado 3s a estados<br />

más elevados. Así, se observan experimentalmente picos de absorción muy nítidos a<br />

589.0, 589.6, 330.2 y 330.3 nm. La absorción correspondiente a transiciones desde el<br />

nivel 3p no se detectan porque el número de átomos de sodio en el estado 3p es<br />

generalmente muy pequeño a la temperatura de la llama.<br />

eV<br />

4<br />

3<br />

2<br />

1<br />

0<br />

4s<br />

330.2<br />

3s<br />

330.3<br />

589.0<br />

589.6<br />

4p<br />

3p<br />

819.5<br />

3d<br />

344.6<br />

6s<br />

5s<br />

693.9<br />

344.7<br />

404.1<br />

766.5<br />

769.7<br />

6p<br />

404.7<br />

5p<br />

4p<br />

Na 4s<br />

K<br />

696.4<br />

Figura 5.2. Diagrama de niveles de energía para el sodio y para el potasio.<br />

Un espectro de absorción atómica consta preferentemente de líneas de<br />

resonancia, que se producen como consecuencia de transiciones del estado<br />

fundamental a niveles superiores.<br />

En otros elementos, por su estructura electrónica más compleja, o por otros<br />

motivos, el número de transiciones permitidas es mucho mayor, y, con frecuencia, un<br />

gran número de líneas de resonancia aparecen muy próximas. En cualquier caso, la<br />

anchura de la mayor parte de las líneas atómicas es inherentemente muy pequeña (del<br />

orden de 10 –5<br />

nm), e incluso en los casos en los que se produce el ensanchamiento de<br />

las líneas, por los motivos que se indicarán posteriormente, nunca exceden de 10 –2<br />

nm.<br />

Por ello, los espectros de especies atómicas gaseosas están constituidos por un<br />

4d<br />

3d


Claudio González Pérez 5<br />

conjunto de líneas estrechas y bien definidas a longitudes de onda características, lo<br />

cual explica la gran selectividad de la técnica. Este hecho hace, sin embargo, que no<br />

pueda utilizarse una fuente de radiación continua para la excitación, como en otros<br />

métodos espectroscópicos, pues sería necesaria una anchura de banda espectral de<br />

unos 5x10 –4<br />

nm, lo cual excede la capacidad de la mayor parte de los monocromadores.<br />

Este problema se ha resuelto con la utilización de lámparas de cátodo hueco y otros<br />

dispositivos que se comentarán en la parte correspondiente a instrumentación.<br />

Anchura de las líneas espectrales<br />

El diagrama de niveles de energía de la figura 5.2. sugiere que una línea atómica<br />

contiene únicamente una longitud de onda. Sin embargo, existen distintos fenómenos<br />

por los que las líneas atómicas tienen en realidad anchuras finitas, tal como se indica<br />

en la figura 5.3.<br />

La anchura de línea efectiva, Dl1/2 , es la anchura en unidades de longitud de<br />

onda cuando se mide a la mitad de la señal máxima. El ensanchamiento de las líneas<br />

espectrales se debe a las siguientes causas:<br />

a) Ensanchamiento natural. Se produce como consecuencia del Principio de<br />

Incertidumbre de Heisenberg, debido a que el tiempo de vida de un electrón en<br />

un estado excitado es limitado, del orden de 10 –8<br />

segundos. Se demuestra que el<br />

ensanchamiento natural puede explicarse por la ecuación:<br />

Dn = B ij /2p<br />

donde Bij es el denominado factor de probabilidad o coeficiente de probabilidad<br />

de absorción de Einstein desde el estado fundamental (i) hasta el estado<br />

excitado (j). Este factor, a su vez, está relacionado (es inversamente<br />

proporcional) con el tiempo de vida del estado excitado.<br />

Los ensanchamientos de línea por este proceso son del orden de 10 –5<br />

bastante inferiores a los debidos a otros efectos.<br />

nm,


P<br />

Espectrofotometría de absorción atómica 6<br />

λo<br />

∆λ 1/2<br />

P/2<br />

Figura 5.3. Línea de absorción atómica.<br />

b) Ensanchamiento Doppler. Se origina como consecuencia del movimiento de los<br />

átomos del analito en el interior de la llama. De forma análoga a como sucede con<br />

las ondas de sonido, la frecuencia de la radiación emitida o absorbida por un<br />

átomo que se mueve rápidamente aumenta si el movimiento es hacia el detector, y<br />

disminuye si se aleja del mismo.<br />

El ensanchamiento de una línea atómica (a la mitad de la altura) por este efecto<br />

viene dado por la expresión:<br />

∆ν = 2ν o<br />

c<br />

(2 ln 2) RT<br />

M<br />

donde no es la frecuencia del fotón absorbido, T la temperatura absoluta de las<br />

especies absorbentes, M el peso atómico, R, la constante de los gases y c la<br />

velocidad de la luz. De la expresión anterior se deduce que este efecto es más<br />

intenso cuanto mayor es la temperatura y más ligero el elemento en cuestión.<br />

Como en el interior de las llamas, los átomos individuales presentan una<br />

distribución estadística de velocidades de Maxwell-Boltzmann, las frecuencias<br />

que llegan al detector muestran una distribución aproximadamente simétrica, con<br />

un máximo que corresponde a un desplazamiento Doppler de cero.<br />

En las llamas más comunes, estos ensanchamientos son de 5x10 –4<br />

a 5x10 –3<br />

nm.<br />

c) Ensanchamiento de presión. Es el resultado de las colisiones entre las<br />

especies que absorben o emiten con otros átomos o iones presentes en el medio<br />

λ


Claudio González Pérez 7<br />

(ensanchamiento Lorentz) o incluso con átomos del mismo elemento<br />

(ensanchamiento Holtsmark). Estas colisiones provocan pequeños cambios en los<br />

niveles energéticos atómicos y, en consecuencia, se origina una dispersión de las<br />

longitudes de onda emitidas o absorbidas.<br />

El ensanchamiento de una línea espectral por efecto Lorentz se expresa por<br />

∆ν = σ 2<br />

N<br />

2RT M 1 +M 2<br />

M 1 M 2 π<br />

donde s 2<br />

es un parámetro relacionado con el diámetro de las especies que<br />

colisionan, N el número de átomos o moléculas extrañas por unidad de volumen,<br />

M1 el peso atómico o molecular de la especie extraña, M2 el peso atómico o<br />

molecular de la especie absorbente, R la constante de los gases y T la<br />

temperatura absoluta. El ensanchamiento debido a este efecto es del mismo<br />

orden de magnitud que el producido por efecto Doppler.<br />

El efecto Holtsmark depende, evidentemente, de la concentración de analito, si<br />

bien, el ensanchamiento que produce es solo del orden de 10 –5<br />

nm con disoluciones<br />

1 M, por lo que puede considerarse despreciable.<br />

d) Efectos producidos por campos eléctricos y magnéticos. La presencia de<br />

campos eléctricos (efecto Stark) o magnéticos (efecto Zeeman) origina ciertas<br />

perturbaciones en las líneas de absorción o emisión, si bien, únicamente se ponen<br />

de manifiesto al operar en presencia de campos muy intensos o cuando el medio<br />

está muy ionizado, como en un plasma. En absorción atómica presenta un cierto<br />

interés en cuanto que se han desarrollado algunos sistemas para corregir el<br />

fondo basados en ello, y que más adelante se comentarán.<br />

ETAPAS DEL PROCESO DE ATOMIZACION<br />

Las etapas que deben seguir los átomos del analito desde la disolución inicial<br />

hasta llegar a transformarse en vapor atómico son comunes para todos los métodos<br />

que utilizan llama. En la figura 5.4. se han representado esquemáticamente los más<br />

significativos y que se comentan a continuación.


LLAMA<br />

Espectrofotometría de absorción atómica 8<br />

.<br />

vapor vapor vapor<br />

molecular* atómico* iónico*<br />

vapor vapor vapor<br />

+ e –<br />

molecular atómico iónico<br />

vaporización<br />

desolvatación<br />

transporte<br />

del aerosol<br />

nebulización<br />

muestra<br />

transporte<br />

Figura 5.4. Etapas del proceso de atomización.<br />

estado<br />

excitado<br />

estado<br />

fundamental<br />

Transporte de la muestra. El transporte de la muestra, que debe estar en<br />

disolución, hasta la cámara de nebulización suele hacerse a través de un pequeño tubo<br />

de plástico. El movimiento de la disolución se produce generalmente por aspiración<br />

debido al efecto Venturi, si bien, pueden utilizarse bombas peristálticas, o incluso<br />

jeringas que inyecten la muestra en el nebulizador. En cualquier caso, es necesario<br />

trabajar en condiciones de velocidad idénticas en la muestra y en los patrones.<br />

.


Claudio González Pérez 9<br />

Cuando el transporte se realiza aspirando la muestra, la reproducibilidad se<br />

consigue controlando rigurosamente el flujo de oxidante. Asimismo, las<br />

características físicas de las muestra y de los patrones, tales como viscosidad,<br />

tensión superficial, etc. deben ser idénticas, por lo cual en ambos hay que utilizar el<br />

mismo disolvente. Por otra parte, partículas de polvo y disoluciones turbias dificultan<br />

la reproducibilidad en el transporte.<br />

Nebulización. Consiste en la conversión de la disolución en una niebla muy fina o<br />

aerosol. Un tipo muy común de nebulizador se muestra en la figura 5.5.a., donde la<br />

muestra se aspira a través de un tubo capilar por efecto Venturi. Debido a la gran<br />

velocidad del gas en el extremo del capilar, el líquido se dispersa en gotitas muy finas.<br />

Casi siempre, el gas que se utiliza para este proceso es el oxidante, y a continuación el<br />

aerosol formado se mezcla con el combustible<br />

muestra<br />

oxidante<br />

nebulizador<br />

muestra<br />

oxidante combustible<br />

a b<br />

desagüe<br />

Figura 5.5. Cámara de nebulización.<br />

Este tipo de nebulizadores neumáticos produce un aerosol constituido por gotitas<br />

cuyo diámetro oscila entre 1 y 25 mm. Sin embargo, únicamente resultan adecuadas<br />

para ser introducidas en la llama las gotitas de diámetro inferior a 10 mm, que<br />

constituyen solo un 10 % del total de muestra nebulizada. (Las gotitas mayores no son<br />

adecuadas porque se vaporizan de forma incompleta, reducen la temperatura de la<br />

llama e incrementan el ruido de fondo).<br />

La relativamente baja eficacia de los nebulizadores es la mayor limitación de los<br />

sistemas de absorción atómica que utilizan llama, ya que solo se utiliza del orden del<br />

.


Espectrofotometría de absorción atómica 10<br />

10 % de la muestra * . Este ha sido uno de los motivos que han impulsado el desarrollo<br />

de métodos electrotérmicos para la atomización, que se comentarán más adelante.<br />

Transporte del aerosol. Esta etapa tiene como finalidad asegurar que solamente<br />

lleguen hasta la llama las gotitas de tamaño adecuado. Esto se consigue mediante bolas<br />

de impacto, tabiques deflectores, etc, con los que se pretende eliminar las gotitas de<br />

mayor tamaño producidas en la nebulización (figura 5.5.B.)<br />

Antes de pasar a describir los procesos que tienen lugar en el interior de la<br />

llama, es necesario considerar algunas de sus propiedades más importantes.<br />

Características de las llamas<br />

Una llama es el resultado de una reacción exotérmica entre un gas combustible y<br />

un agente oxidante gaseoso. En la figura 5.6. se representa una llama típica,<br />

donde pueden distinguirse tres partes: una zona interna, una región intermedia y<br />

un cono externo.<br />

.<br />

cono externo<br />

región intermedia<br />

zona interna<br />

Figura 5.6. Zonas de la llama.<br />

* Cuando se utilizan disolventes distintos del agua, varía la eficacia de la nebulización. Con 90 % de metanol<br />

se consigue un rendimiento tres veces mayor que con agua. Obviamente, las propiedades físicas del<br />

disolvente (viscosidad, densidad, tensión superficial, punto de ebullición, presión de vapor, etc.) afectan a la<br />

sensibilidad de las medidas de absorción atómica. Asimismo, los detergentes y sufactantes modifican el<br />

tamaño de las gotitas y alteran la eficacia de la nebulización.


Claudio González Pérez 11<br />

En la zona interna la combustión es incompleta; suele presentar color azul, como<br />

consecuencia de la emisión producida por C2, CH y otros radicales, y casi nunca<br />

se utiliza en trabajos analíticos.<br />

La zona intermedia, o región interconal, es la parte más caliente de la llama; en<br />

ella tiene lugar la combustión completa y prácticamente se alcanza un equilibrio<br />

termodinámico. Es la parte de la llama más utilizada en espectroscopia analítica.<br />

El cono externo es una zona en la que productos parcialmente oxidados en las<br />

regiones más internas pueden completar su combustión. Esta zona se enfría por<br />

el aire circundante y no se utiliza demasiado.<br />

El parámetro que se utiliza normalmente para caracterizar una llama es la<br />

temperatura de la región intermedia, si bien es difícil de medir exactamente, por<br />

depender de las velocidades relativas de combustible y oxidante. En la tabla 5.1.<br />

se indican las temperaturas de algunas llamas utilizadas en análisis.<br />

Tabla 5.1.<br />

Temperaturas de algunas llamas<br />

Oxidante Combustible Temperatura ºC<br />

aire<br />

aire<br />

aire<br />

oxido nitroso<br />

oxígeno<br />

oxígeno<br />

oxígeno<br />

gas natural<br />

acetileno<br />

hidrógeno<br />

acetileno<br />

acetileno<br />

hidrógeno<br />

cianògeno<br />

1700-1900<br />

2100-2400<br />

2000-2100<br />

2600-2800<br />

3050-3150<br />

2550-2700<br />

4400-4600<br />

La llama formada a partir de aire y gas natural fue la primera utilizada en<br />

absorción atómica, si bien, su temperatura es demasiado baja para originar la<br />

atomización de muchos elementos.<br />

La llama aire–acetileno resulta apropiada para la atomización efectiva de un<br />

grupo numeroso de elementos. Esta llama es prácticamente transparente en una<br />

amplia zona espectral, y puede operarse en condiciones estequiométricas o<br />

débilmente oxidantes. Sin embargo, su temperatura no es lo suficientemente alta<br />

para disociar óxidos metálicos refractarios, para los cuales se hace necesario<br />

utilizar llamas más caloríficas, como oxígeno–acetileno. Esta llama proporciona


Espectrofotometría de absorción atómica 12<br />

unos 1000 ºC más que cuando se utiliza aire como combustible, lo cual se debe,<br />

por una parte a que la combustión es más rápida, y por otra, a que con aire, parte<br />

de la energía calorífica producida en la combustión se utiliza para calentar el<br />

nitrógeno presente.<br />

Con las llamas que utilizan oxido nitroso se alcanzan temperaturas intermedias<br />

entre las que usan aire y las que emplean oxígeno, debido a que el N 2 O se<br />

descompone en la llama dando doble cantidad de nitrógeno que de oxígeno.<br />

El empleo de llamas de óxido nitroso–acetileno a partir del año 1965 representó<br />

un gran avance en los trabajos con llama, pues su temperatura relativamente alta<br />

hizo posible la atomización de muchos elementos, incluyendo aquellos que forman<br />

óxidos refractarios. Además, la velocidad de combustión es relativamente baja,<br />

con lo que el peligro de "implosiones" ("flash-bachk") * se minimiza.<br />

La llama aire–hidrógeno se ha utilizado para el análisis de metales alcalinos por<br />

fotometría de llama (emisión) debido a su pequeña emisión de fondo, si bien,<br />

presenta problemas relacionados con la velocidad de combustión y mayor peligro<br />

de explosiones.<br />

Finalmente, con la mezcla cianógeno–oxígeno se alcanzan temperaturas muy<br />

elevadas, con la ventaja que ello supone en cuanto a la sensibilidad para la<br />

determinación de algunos elementos. Sin embargo, su uso no está demasiado<br />

extendido, debido a la elevada toxicidad del cianógeno y al peligro de explosiones<br />

que representa el trabajar con las mencionadas mezclas.<br />

Una vez que el aerosol, conteniendo la muestra, llega a la llama, tienen lugar los<br />

siguientes procesos:<br />

Desolvatación. Lo primero que ocurre cuando el aerosol se pone en contacto con<br />

la llama es la de-solvatación, esto es, la eliminación del agua y otros disolventes para<br />

formar pequeñas partículas de sal seca. La velocidad de evaporación depende de la<br />

velocidad de transferencia de calor desde el ambiente de la llama hasta la gotita de<br />

aerosol, y, considerando que esta transferencia de calor tiene lugar por conducción,<br />

puede expresarse por la ecuación:<br />

– dm<br />

dt<br />

= 4πrλ<br />

C p<br />

ln 1+ C p T–T b<br />

L<br />

* Cuando el caudal de los gases es menor que la velocidad de combustión, la llama se propaga hacia el<br />

interior del quemador, originando un fogonazo interno.


Claudio González Pérez 13<br />

donde r es el radio de la gotita, l la conductividad térmica media del ambiente gaseoso<br />

de la llama, Cp la capacidad calorífica del vapor del disolvente a presión constante, T<br />

la temperatura de la llama, Tb el punto de ebullición del disolvente y L el calor de<br />

vaporización del disolvente.<br />

Es evidente, que la velocidad de evaporación depende del tamaño de las gotitas,<br />

de las características del disolvente y de la temperatura de la llama. Por ello, si las<br />

gotas son demasiado grandes, la de-solvatación se produce de forma incompleta, lo que<br />

constituye un problema.<br />

En otro sentido, cuando se trabaja con disolventes orgánicos, la velocidad de<br />

evaporación es más elevada, debido al menor calor de vaporización y a la liberación de<br />

calor por la combustión del propio disolvente. Además, la pequeña tensión superficial y<br />

viscosidad de muchos disolventes orgánicos aumentan la velocidad de flujo y<br />

favorecen la nebulización, incrementando, en consecuencia, la concentración de<br />

átomos en la llama.<br />

Vaporización. Esta etapa consiste en la transformación de partículas de sal<br />

sólidas o fundidas en vapor. Es una etapa bastante crítica en los métodos que utilizan<br />

llama y depende de la composición química del analito, del tamaño de las partículas y<br />

de la temperatura de la llama.<br />

Las sales que son sublimables o con bajo punto de ebullición se vaporizan<br />

fácilmente, mientras que aquellas que se descomponen en la llama para dar óxidos<br />

estables, tales como magnesio, aluminio o calcio, no se vaporizan completamente a las<br />

temperaturas de las llamas ordinarias. La forma de superar estas dificultades se<br />

comentará posteriormente en la sección dedicada a "interferencias".<br />

Por lo que respecta a la temperatura y composición de los gases de la llama,<br />

puede indicarse lo siguiente: la formación de óxidos metálicos no volátiles se favorece<br />

al trabajar con llamas estequiométricas o cuando se opera con exceso de oxidante. Las<br />

llamas reductoras facilitan la reducción de las partículas de óxido hasta átomos libres<br />

o especies más volátiles.<br />

En resumen, la velocidad del proceso de vaporización puede aumentarse por:<br />

* Disminución de la concentración (del analito o de la matriz).<br />

* Formación de derivados volátiles del analito.<br />

* Formación de un aerosol constituido por partículas muy pequeñas.<br />

* Disminución de la velocidad de aspiración.


Espectrofotometría de absorción atómica 14<br />

* Empleo de llamas con altas temperaturas.<br />

* Utilización de llamas reductoras.<br />

Equilibrios entre especies vaporizadas<br />

El vapor originado en la etapa comentada anteriormente puede estar constituido<br />

por las siguientes especies: moléculas, átomos libres o iones, tanto en estado<br />

fundamental, como en estado excitado (figura 5.4.). Parece probable que, al menos<br />

entre algunas de estas especies, se establezcan los correspondientes equilibrios,<br />

algunos de los cuales se tratarán a continuación.<br />

La formación de especies moleculares, MX, es un proceso reversible en el cual,<br />

las concentraciones de dichas especies están relacionadas con las de las<br />

correspondientes especies atómicas a través de la constante de equilibrio,<br />

K=<br />

M X<br />

MX<br />

donde M representa un átomo metálico y X el resto de la molécula MX. La constante K<br />

depende de la temperatura y de la naturaleza de la molécula. Cuanto mayor sea la<br />

temperatura y mayor el valor de K, tanto más disociada estará la molécula MX.<br />

En muchas ocasiones, la especie representada anteriormente por MX son óxidos<br />

metálicos. En estos casos, el empleo de una llama reductora, con bajo contenido de<br />

oxígeno, desplaza el equilibrio hacia la formación de átomos libres:<br />

MOM+O; M = K MO<br />

O<br />

En la práctica, la concentración de átomos suele incrementarse al hacerlo el flujo<br />

de gas combustible, sobre todo si se trata de acetileno o de hidrógeno. Además, en<br />

llamas de acetileno fuertemente reductoras, se forman radicales CN, NH, CH y C 2 , de<br />

vida relativamente larga, los cuales colaboran de forma importante a la reducción de<br />

óxidos metálicos.<br />

En absorción atómica interesa que la población de átomos neutros en estado<br />

fundamental sea lo más alta posible. Afortunadamente, a las temperaturas ordinarias<br />

de las llamas, la cantidad de átomos en estado fundamental suele ser elevada, o lo que<br />

es lo mismo, la fracción de átomos excitados es suficientemente baja. Esta fracción<br />

puede calcularse a partir de la distribución de Boltzmann:


Claudio González Pérez 15<br />

N *<br />

=Ae–∆E/kT<br />

o<br />

N<br />

En la tabla 5.2. se muestran las fracciones de átomos excitados al primer nivel<br />

energético para algunos elementos a diversas temperaturas.<br />

Tabla 5.2.<br />

Fracción de átomos en el primer estado excitado<br />

Elemento 2000 ºK 3000 ºK 4000ºK<br />

Cs<br />

Na<br />

Ca<br />

Zn<br />

4x10 –4<br />

1x10 –5<br />

1x10 –7<br />

7x10 –15<br />

7x10 –3<br />

6x10 –4<br />

4x10 –5<br />

6x10 –10<br />

3x10 –2<br />

4x10 –3<br />

6x10 –4<br />

2x10 –7<br />

El hecho de que la fracción de átomos en estado fundamental sea muy elevada es<br />

importante, ya que ello hace innecesario tener que controlar cuidadosamente la<br />

temperatura de la llama, pues pequeñas fluctuaciones en ella no son decisivas en<br />

absorción atómica, lo cual constituye una ventaja considerable.<br />

Como prácticamente todos los átomos en la fase de vapor están en estado<br />

fundamental, podría esperarse que la absorción atómica fuese siempre más sensible<br />

que la emisión atómica; sin embargo, esto no siempre es así, ya que a bajas<br />

concentraciones de analito es mucho más fácil medir de forma precisa una pequeña<br />

señal de emisión que una pequeña diferencia entre dos señales grandes, como se hace<br />

en absorción atómica. Como regla general, con métodos de llama, los elementos con sus<br />

principales líneas de resonancia a longitudes de onda inferiores a 300 nm se<br />

determinan con mayor sensibilidad por absorción atómica, mientras que la emisión<br />

atómica es más sensible para elementos con líneas de resonancia a longitudes de onda<br />

superiores a 350 nm.<br />

En las llamas que utilizan aire como oxidante, la ionización del analito es<br />

prácticamente despreciable. Sin embargo, si la temperatura de la llama es más<br />

elevada, como cuando se emplea oxido nitroso u oxígeno como oxidante, los átomos<br />

neutros del analito pueden originar iones sencillos y electrones libres durante la<br />

vaporización térmica, según el proceso:<br />

MM + +e –<br />

K i = M+<br />

M<br />

e –


Espectrofotometría de absorción atómica 16<br />

La constante Ki depende de la temperatura y del potencial de ionización. En la tabla<br />

5.3. se indica el porcentaje de ionización para unos cuantos elementos a diferentes<br />

temperaturas.<br />

Tabla 5.3.<br />

Porcentaje de ionización<br />

Elemento 2200 ºK 2800 ºK<br />

Li<br />

Na<br />

K<br />

Cs<br />

Ca<br />

Sr<br />

< 0.01<br />

0.3<br />

2.5<br />

28.3<br />

< 0.01<br />

< 0.1<br />

16.1<br />

26.4<br />

82.1<br />

96.4<br />

Los elementos alcalinos presentan una fuerte tendencia a formar iones en la<br />

llama, observándose que esta tendencia aumenta desde el litio (Ei=5.39 eV) hasta el<br />

cesio (Ei=2.89 eV). Por su parte, los alcalinotérreos tienen menos tendencia a<br />

7.3<br />

17.2<br />

ionizarse, si bien, pueden formarse iones moleculares del tipo MOH + .<br />

En general, cuanto mayor sea la temperatura y menor la energía de ionización,<br />

tanto mayor será el número de iones producidos, por lo que la fracción de átomos en<br />

estado fundamental se reduce y el límite de detección se hace menos favorable.<br />

INSTRUMENTACION<br />

Los componentes básicos de un espectrómetro de absorción atómica, mostrados<br />

en la figura 5.1., son:<br />

* Una fuente de radiación que emita la línea espectral del elemento de interés.<br />

* Un sistema de atomización, que suministre energía suficiente para la<br />

disociación del analito y la formación de átomos libres.<br />

* Un monocromador para aislar la línea espectral medida.<br />

* Un detector acoplado con un sistema medidor o de registro de los datos<br />

obtenidos.


Claudio González Pérez 17<br />

Análogamente a lo que sucede con los espectrofotómetros que miden absorción<br />

molecular, existen comercializados instrumentos de absorción atómica de haz sencillo<br />

y de doble haz. En los de haz sencillo se mide el cambio producido en la intensidad del<br />

haz procedente de la fuente de radiación cuando interacciona con el vapor atómico del<br />

elemento a analizar. En los sistemas de doble haz, el haz procedente de la fuente de<br />

radiación se divide en dos, mediante un espejo giratorio, haciendo pasar uno a través<br />

de la muestra (vapor atómico en la llama) y desviando el otro alrededor de la llama.<br />

Ambos haces se recombinan posteriormente y se mide la relación entre ellos (figura<br />

5.7.).<br />

Figura 5.7. Sistema de doble haz.<br />

Monocromador<br />

Operando con el sistema de doble haz se compensa cualquier fluctuación de la<br />

fuente de radiación, así como del detector o del sistema electrónico. Sin embargo, es<br />

evidente que no se corrige el ruido de fondo producido por la propia llama, ya que ésta<br />

se encuentra únicamente en uno de los haces.<br />

En la práctica ordinaria, muchos aparatos de absorción atómica operan con haz<br />

sencillo, ya que, para bajos valores de absorbancia, se obtienen límites de detección<br />

más favorables, si bien, cuando es necesaria una corrección del fondo, los<br />

instrumentos de doble haz posibilitan la incorporación de sistemas para llevar a cabo<br />

esa compensación.<br />

Fuentes de radiación<br />

La parte más crítica de un instrumento de absorción atómica es la fuente, ya que<br />

es muy difícil medir con buena exactitud líneas de absorción tan estrechas como las<br />

que presentan los átomos. El problema se ha resuelto aplicando el principio de que<br />

"cada especie química es capaz, en condiciones adecuadas, de absorber sus<br />

propias radiaciones". Bajo esta premisa se han desarrollado las lámparas de cátodo<br />

hueco y las lámparas de descarga sin electrodos.<br />

.


Espectrofotometría de absorción atómica 18<br />

Lámparas de cátodo hueco. Consisten en un tubo de vidrio conteniendo argon o<br />

neón a baja presión (1–5 torr.) y dos electrodos. El ánodo suele ser de volframio, y el<br />

cátodo, de forma cilíndrica, está construido con el metal que se desea determinar<br />

(figura 5.8.)<br />

300–400 V<br />

anodo<br />

cátodo<br />

Figura 5.8. Lámpara de cátodo hueco.<br />

ventana de cuarzo<br />

gas a presión muy baja<br />

Cuando se aplica una diferencia de potencial suficiente entre los dos electrodos<br />

tiene lugar la ionización del gas y los cationes gaseosos son acelerados hacia el cátodo,<br />

adquiriendo la suficiente energía cinética para arrancar algunos átomos metálicos del<br />

material catódico. Algunos de estos átomos metálicos son excitados al chocar con los<br />

iones gaseosos, y al retornar a su estado fundamental emiten radiación característica.<br />

.<br />

.<br />

Mo<br />

Ar+<br />

.<br />

Ar+ + M o —> M*<br />

M* —> M o + h ν<br />

Al apagar la lámpara, los átomos metálicos vaporizados tienden a depositarse<br />

sobre las paredes del cátodo o sobre las paredes de vidrio del tubo, siendo mínima<br />

esta posibilidad, por el diseño cilíndrico del cátodo.<br />

El hecho de que los diferentes elementos tengan que ser determinados de uno en<br />

uno, hace que la absorción atómica sea una técnica de análisis cuantitativo, no siendo<br />

efectiva para la identificación de los elementos presentes en una muestra.<br />

Ordinariamente, para cada elemento se utiliza una lámpara, si bien, se han<br />

comercializado lámparas de cátodo hueco multi-elementales. Estas lámparas se<br />

construyen con aleaciones de diferentes metales, procurando que tengan similares<br />

puntos de fusión y volatilidad, como por ejemplo, Ca/Mg, Ag/Au, Cu/Pb/Zn,<br />

Co/Cr/Cu/Fe/Mn/Ni.<br />

.


Claudio González Pérez 19<br />

Lámparas de descarga sin electrodos. Consisten en un tubo de cuarzo<br />

herméticamente cerrado conteniendo unos pocos miligramos del elemento de interés y<br />

un gas inerte a baja presión. La activación se lleva a cabo mediante un campo intenso<br />

de radiofrecuencias (100 kHz – 100 MHz) o radiación de microondas (>100 MHz).<br />

Cuando opera, el gas noble se ioniza, y los iones producidos son acelerados por el<br />

campo de radiofrecuencia hasta que adquieren la energía suficiente para excitar a los<br />

átomos del metal.<br />

Sistemas de atomización<br />

Históricamente, la llama ha desempeñado un papel importante en absorción<br />

atómica para la generación de vapor atómico a partir de disoluciones, o incluso de<br />

muestras sólidas. Actualmente, y a pesar de sus limitaciones, todavía se utiliza muy<br />

extensamente, debido a su sencillez, bajo coste del equipo y su versatilidad para<br />

varios elementos de diferente naturaleza.<br />

En cuanto al quemador, el más utilizado es el de premezcla, que opera en régimen<br />

laminar y que esquemáticamente se ha representado en la figura 5.5. Asimismo, se han<br />

desarrollado sistemas de atomización sin llama, que se comentarán al final del capítulo.<br />

Monocromadores<br />

La única finalidad del monocromador es aislar la línea de resonancia del elemento<br />

de interés. Para la mayor parte de los elementos, el problema suele ser sencillo, pues<br />

las diferentes líneas suelen estar bastante separadas, como se muestra en la figura<br />

5.9., donde se representan las líneas más características de los elementos Ag, Pb y Zn.<br />

Ello hace que no sea necesario un moncromador de muy alta resolución, y, en<br />

consecuencia, no demasiado costoso, siendo éste uno de los factores que han<br />

contribuido a que la técnica sea muy utilizada en la práctica ordinaria del análisis.<br />

.<br />

.<br />

328.07<br />

Ag<br />

338.28<br />

217.00 261.41 283.30<br />

Pb<br />

Figura 5.9. Longitudes de onda de líneas de absorción.<br />

213.86 307.59<br />

Las anchuras de rendija juegan un papel importante, al determinar la fracción del<br />

espectro que incide en el detector. La rendija deberá ser lo más estrecha posible, con<br />

Zn<br />

.


Espectrofotometría de absorción atómica 20<br />

objeto de reducir la cantidad de radiación emitida por la llama que llega al detector.<br />

Algunos instrumentos comerciales están provistos de dos tipos de rendijas, para<br />

usarlas con llama o con atomización electrotérmica respectivamente.<br />

Detectores<br />

El detector universalmente usado en absorción atómica es el tubo<br />

fotomultiplicador, ya que ningún otro sistema ofrece la misma sensibilidad en el<br />

margen de longitudes de onda utilizado en esta técnica.<br />

INTERFERENCIAS<br />

Se considera aquí la influencia de diversos factores sobre la absorbancia atómica<br />

del elemento a determinar y la forma de evitar o paliar dichos efectos. En general, las<br />

interferencias pueden clasificarse en físicas, químicas y espectrales.<br />

Interferencias físicas<br />

Este tipo de interferencias se debe a cambios en las propiedades físicas, tales<br />

como viscosidad, densidad, tensión superficial, etc. en la disolución del analito y en los<br />

patrones, los cuales pueden afectar al proceso de nebulización y, en consecuencia, al<br />

número de átomos presentes en la llama.<br />

En ocasiones se utilizan disolventes orgánicos para aumentar la eficacia de la<br />

nebulización y también la temperatura de la llama, si bien, la presencia de sustancias<br />

orgánicas origina una gran variedad de interferencias, sobre todo al aumentar la<br />

emisión de fondo de la llama y provocar fluctuaciones en su temperatura.<br />

Cuando se utiliza atomización electrotérmica, no suelen tener lugar<br />

interferencias físicas como las descritas anteriormente, ya que el analito se coloca<br />

directamente en el atomizador, sin nebulización previa. Sin embargo, determinados<br />

disolventes suelen causar problemas cuando se introducen en el tubo de grafito, ya<br />

que producen una absorción de fondo entre 200–250 nm a 2500 ºC, incluso después de<br />

haber secado previamente la muestra.<br />

En cualquier caso, las interferencias físicas pueden evitarse procurando que las<br />

propiedades físicas y la matriz sea la misma en la muestra y en los patrones. También<br />

utilizando el método de adición estándar o, incluso, a veces, simplemente operando con<br />

disoluciones más diluidas.


Claudio González Pérez 21<br />

Interferencias químicas<br />

Las interferencias químicas son aquellas en las cuales algún tipo de compuesto<br />

químico está presente, o se forma en la llama, con la consiguiente disminución de la<br />

población de átomos libres.<br />

La causa más común de este tipo de interferencia es la formación de óxidos,<br />

hidróxidos, carburos o nitruros metálicos térmicamente estables. Estas<br />

interferencias se evitan operando con llamas más calientes, ya que el grado de<br />

disociación de estos compuestos aumenta con la temperatura.<br />

En otras ocasiones, la interferencia se produce cuando en la muestra existen<br />

aniones o elementos que pueden formar aniones, tales como aluminio, boro, etc.<br />

Estos aniones pueden formar sales con el analito lo suficientemente estables como<br />

para disminuir la población de átomos neutros. Así, la absorbancia atómica del calcio<br />

disminuye en presencia de silicato, por formación de un silicato complejo de calcio<br />

bastante estable térmicamente (refractario). La interferencia debida a la formación<br />

de estas especies puede evitarse aumentando la temperatura, o bien empleando<br />

agentes liberadores, que son cationes que reaccionan preferentemente con la<br />

interferencia, impidiendo así su interacción con el analito. De este modo, la<br />

interferencia del silicato en la determinación de calcio se reduce añadiendo (a la<br />

muestra y a los patrones) un exceso de iones lantano o estroncio. Estas especies<br />

hacen que se forme silicato de estroncio o de lantano, en lugar de formarse silicato de<br />

calcio.<br />

También pueden utilizarse agentes complejantes protectores, los cuales evitan la<br />

combinación del elemento de interés con la especie interferente. Uno de los más<br />

usados con esta finalidad es el AEDT, que, además de formar quelatos estables con<br />

muchos cationes metálicos, se descompone fácilmente en la llama.<br />

Cuando la especie de interés pierde algún electrón, formando los iones<br />

correspondientes, se origina la llamada interferencia de ionización. Se produce en los<br />

elementos fácilmente ionizables, como alcalinos y alcalinotérreos. Esta interferencia<br />

se evita con la adición de un supresor de ionización, el cual es un elemento que<br />

proporciona una concentración de electrones relativamente alta, con lo que inhibe la<br />

ionización del elemento de interés.<br />

M M + + e –<br />

B —> B + + e –


Espectrofotometría de absorción atómica 22<br />

La presencia del elemento B, fácilmente ionizable, hace que el equilibrio de<br />

ionización de M se desplace a la izquierda. A estas especies se las denomina también<br />

tampones de ionización..<br />

Interferencias espectrales<br />

Una interferencia espectral tiene lugar cuando se produce absorción o emisión<br />

por una especie a la misma longitud de onda que el analito, o a una longitud de onda tan<br />

próxima que el monocromador no puede separar ambas señales.<br />

En general, en absorción atómica, las interferencias espectrales son poco<br />

corrientes, debido a que las líneas de la fuente son extremadamente estrechas y<br />

específicas. Sin embargo, no es cierto, como suele decirse, que la técnica está libre de<br />

este tipo de interferencias. Pueden considerarse los siguientes casos:<br />

* Superposición de líneas de resonancia de algún componente de la matriz con<br />

la línea de resonancia del analito. Así, por ejemplo, el aluminio y el vanadio<br />

presentan líneas de resonancia a 3082.15 y 3082.11 Å, por lo que el vanadio<br />

interfiere en la determinación de aluminio.<br />

Este tipo de interferencia es muy rara, ya que solo se han encontrado seis pares<br />

de líneas que se interfieren mutuamente. Además, la interferencia se evita<br />

fácilmente utilizando otra líneas de resonancia de las del analito. Concretamente,<br />

en el ejemplo anterior, se podría utilizar la línea que presenta el aluminio a<br />

3097.7 Å.<br />

* Presencia en la llama de productos con bandas de absorción anchas. Así, por<br />

ejemplo, la presencia de calcio en la llama aire-acetileno origina CaOH, el cual<br />

interfiere en la determinación de bario, como puede observarse en la figura<br />

5.10., donde se ha representado la banda de absorción del CaOH y la línea de<br />

resonancia del bario.<br />

La interferencia, en este caso particular, se elimina fácilmente utilizando óxido<br />

nitroso como oxidante, en lugar de aire, ya que la mayor temperatura alcanzada<br />

hace que se descomponga el CaOH, desapareciendo, en consecuencia, su banda de<br />

absorción.


.<br />

Claudio González Pérez 23<br />

linea de resonancia del Ba<br />

5500 5520 5540 5560 5580<br />

λ, Å<br />

Figura 5.10. Interferencia del CaOH sobre el bario.<br />

* Absorción debida al fondo. La absorción del fondo es un término que se utiliza<br />

para designar colectivamente una serie de efectos tales como la absorción por<br />

moléculas o radicales originados en la llama por la matriz de la muestra, por la propia<br />

llama, así como la dispersión de radiación por partículas sólidas o gotitas de líquido,<br />

etc. La corrección del fondo se hace necesaria en muchas ocasiones, para lo cual se<br />

han propuesto diferentes métodos, algunos de los cuales se describen a continuación:<br />

Utilización de una fuente continua. La corrección del fondo por este método<br />

consiste en utilizar una fuente de radiación continua, generalmente una lámpara<br />

de hidrógeno o de deuterio * (figura 5.11.)<br />

Lámpara<br />

de cátodo hueco<br />

.<br />

Lámpara de deuterio<br />

AA<br />

AA<br />

F F F F<br />

LCH LD LCH LD<br />

Figura 5.11. Corrección del fondo con una lámpara de deuterio.<br />

* La absorción del fondo casi siempre es mayor en la región ultravioleta que en la visible, por lo que se usan<br />

las lámparas mencionadas. Para la corrección del fondo en la zona visible se utiliza una lámpara de<br />

volframio.


Espectrofotometría de absorción atómica 24<br />

La radiación procedente de esta lámpara y la procedente de la lámpara de cátodo<br />

hueco se hacen pasar alternativamente (10 o más veces por segundo) a través de<br />

la muestra.<br />

La radiación procedente de la lámpara de cátodo hueco es absorbida por el<br />

analito (banda muy estrecha) y por el fondo (banda ancha). Sin embargo, la señal<br />

de absorbancia medida procedente de la lámpara de deuterio indica, casi<br />

exclusivamente la absorción del fondo, ya que la cantidad de radiación absorbida<br />

por el analito sobre esa banda tan ancha es prácticamente despreciable (figura<br />

5.12.). De esta forma, obteniendo la diferencia de señales entre ambas lámparas,<br />

el efecto del fondo se elimina o se reduce considerablemente.<br />

L.C.H.<br />

P o<br />

P o<br />

llama<br />

P<br />

analito<br />

analito+fondo<br />

analito<br />

analito+fondo-fondo<br />

L.D.<br />

llama<br />

.<br />

P<br />

Figura 5.12. Absorción del analito y del fondo sobre una banda estrecha y sobre una banda ancha.<br />

Efecto Zeeman. Consiste, esencialmente, en lo siguiente: en presencia de un<br />

campo magnético, las líneas espectrales atómicas se escinden en, al menos, tres<br />

componentes: la componente p, situada a la longitud de onda de la línea original, y<br />

las componentes s, desplazadas hacia longitudes de onda mayores y menores.<br />

Estas componentes son simétricas, y su intensidad es la cuarta parte de la línea<br />

original (figura 5.13.). Además, ambas componentes están polarizadas en planos<br />

diferentes.<br />

I<br />

I<br />

A<br />

λ<br />

B<br />

λ<br />

Figura 5.13. Efecto Zeeman. A: ausencia de campo magnético. B: presencia de campo magnético.<br />

La utilización del efecto Zeeman para la corrección del fondo se basa en que la<br />

absorción del fondo se debe, fundamentalmente, a dispersiones y absorción<br />

σ –<br />

π<br />

σ+


Claudio González Pérez 25<br />

molecular, la cual no es afectada por la presencia de un campo magnético,<br />

contrariamente a lo que sucede con la absorción atómica. En principio, el campo<br />

magnético puede aplicarse a la fuente de radiación o al sistema de atomización.<br />

Cuando se aplica el campo magnético a la fuente de radiación, la línea espectral<br />

emitida se escinde en los componentes p y s±. Al pasar a través de la muestra<br />

atomizada, el componente p es absorbido por el analito y el fondo, mientras que<br />

los componentes s± son absorbidos solo por el fondo. La técnica puede adaptarse<br />

fácilmente a cualquier sistema de atomización.<br />

Sistema de Smith–Hieftje. En la conferencia de Pittsburgh, en 1982, se<br />

presentó un nuevo método para la corrección del fondo, de fundamento<br />

sorprendentemente sencillo. Se sabe, desde hace tiempo, que cuando se hace<br />

pasar una intensidad de corriente excesivamente alta a través de una lámpara de<br />

cátodo hueco, se produce un ensanchamiento de la línea de emisión y una<br />

disminución de la intensidad, justamente a la longitud de onda de interés (figura<br />

5.14.)<br />

Este efecto se debe a que las corrientes elevadas producen una gran<br />

concentración de átomos no excitados, los cuales son capaces de absorber la<br />

radiación producida por las especies excitadas (fenómeno de auto-absorción).<br />

Smith y Hiefje consideraron que el fenómeno podría aplicarse a la corrección del<br />

fondo. Para ello, se hace funcionar la lámpara, en primer lugar, a baja intensidad,<br />

con lo que su radiación es absorbida por el analito y por el fondo. A continuación,<br />

se hace pasar a través de la lámpara un impulso de corriente mucho más intenso,<br />

pero de poca duración, con lo que tiene lugar el fenómeno de la auto-absorción,<br />

reduciéndose considerablemente la absorción de la muestra, mientras que el<br />

fondo absorberá en la misma proporción que antes. La corrección del fondo se<br />

obtiene por la diferencia entre ambas señales.<br />

.<br />

λ<br />

Intensidad alta<br />

Intensidad baja<br />

Figura 5.14. Líneas de emisión a alta y baja intensidad.


Espectrofotometría de absorción atómica 26<br />

APLICACIONES<br />

La absorción atómica es un excelente método para la determinación de elementos<br />

a nivel de trazas. El método está basado en la absorción de radiación<br />

electromagnética, cumpliéndose la Ley de Beer. Sin embargo, como en los métodos de<br />

absorción molecular, puede ser arriesgado llevar a cabo una determinación sin<br />

comprobar experimentalmente la linealidad entre la absorbancia y la concentración.<br />

Por ello, las determinaciones se llevan a cabo mediante la correspondiente curva de<br />

calibrado, si bien, en ocasiones, resulta ventajoso el método de adición estándar.<br />

Para caracterizar las medidas de absorción atómica suelen utilizarse los dos<br />

parámetros siguientes: sensibilidad y límite de detección. La sensibilidad se define<br />

como la concentración en solución del elemento a determinar que origina una<br />

absorbancia de 0.00444 (1 % de absorción) unidades a la longitud de onda usada,<br />

respecto al disolvente. También puede considerarse como la pendiente del calibrado<br />

en su región lineal. Así, la sensibilidad es una medida del tamaño de la señal de<br />

absorción.<br />

Por su parte, el límite de detección suele tomarse como la concentración de elemento<br />

que produce una señal dos o tres veces la raíz cuadrada del valor medio del ruido de<br />

fondo. En otros términos, es la más baja concentración que estadísticamente puede<br />

distinguirse del cero (blanco). La distinción entre estos términos se ilustra en la<br />

figura 5.15. Las señales mostradas presentan la misma sensibilidad, pero el límite de<br />

detección es más favorable en b.<br />

0.0044 A<br />

a b<br />

Figura 5.15. Sensibilidad y límite de detección.


Claudio González Pérez 27<br />

Para llevar a cabo una determinación por absorción atómica es necesario seguir<br />

un camino que consta, normalmente, de las etapas siguientes:<br />

* Preparación y disolución de las muestras. Aunque se han descrito métodos<br />

para la atomización de muestras sólidas o de suspensiones, prácticamente todas<br />

las determinaciones por absorción atómica exigen la muestra en disolución.<br />

Para la descomposición y disolución de muestras sólidas se siguen los<br />

procedimientos habituales, que incluyen tratamiento con ácidos minerales en<br />

caliente, oxidación con reactivos líquidos (HNO3 , HClO4 , etc.), combustión en<br />

bomba de oxígeno, disgregaciones a alta temperatura (Na2CO3 , Na2O2 , etc) etc.<br />

Es necesario tener en cuenta que a veces, los reactivos utilizados para disolver la<br />

muestra pueden originar algún tipo de interferencia, así como contener el propio<br />

analito como impureza, lo cual es importante en análisis de trazas. En cualquier<br />

caso, es necesario que el contenido de sales en la disolución final no sea superior<br />

al 2 %.<br />

Cuando se trata de sustancias orgánicas, puede llevarse a cabo una<br />

mineralización, con la posterior disolución del residuo en ácidos minerales.<br />

Asimismo, en ocasiones, es posible la disolución en disolventes orgánicos, si bien,<br />

la utilización de estos disolventes presenta una problemática particular, que se<br />

tratará más adelante.<br />

* Relación de flujos de combustible y oxidante. Es importante según interese<br />

trabajar con llama oxidante o reductora. El ajuste de la relación de flujos de<br />

combustible y oxidante suele hacerse de manera empírica. Para ello,<br />

corrientemente, se regula el flujo de oxidante para conseguir una nebulización<br />

óptima, y, a continuación, se varía el flujo de combustible hasta obtener una señal<br />

óptima. Al hacer esto, se modifica la atomización y, consecuentemente, la<br />

absorción. Hay que considerar que, en ocasiones, el incremento en la sensibilidad<br />

que se obtiene al proceder de esta manera, es ficticio, pues suele aumentar<br />

también el ruido de fondo y, por consiguiente el límite de detección.<br />

* Selección de la longitud de onda adecuada para cada elemento. Dentro de las<br />

líneas de resonancia se selecciona alguna de buena intensidad y libre de<br />

interferencias espectrales.


Espectrofotometría de absorción atómica 28<br />

* Calibrado. Es uno de los aspectos más importantes. Los patrones deben tener<br />

la misma matriz que la muestra, lo cual, muchas veces es difícil de conseguir. En<br />

estos casos se utiliza ampliamente el método de adición estándar.<br />

Cuando sea necesario añadir alguna especie a la muestra para eliminar<br />

interferencias (por ejemplo, lantano, para determinar calcio en muestras<br />

naturales), esa misma especie, y en idéntica concentración hay que añadirla a los<br />

patrones.<br />

Consideraciones respecto al uso de disolventes orgánicos en absorción atómica<br />

Anteriormente se ha mencionado que la disolución de ciertas muestras requiere<br />

el uso de disolventes orgánicos. Por otra parte, en ocasiones, es necesario llevar a<br />

cabo determinaciones de trazas de metales en líquidos orgánicos, tales como aceites,<br />

derivados del petróleo, disolventes, etc. Otras veces, y ésta es una práctica a la que<br />

se recurre con cierta frecuencia, se utilizan disolventes orgánicos para extraer<br />

quelatos metálicos.<br />

La utilización de disolventes orgánicos presenta una serie de ventajas e<br />

inconvenientes. Entre las primeras, cabe mencionar el aumento de señal que<br />

normalmente se observa respecto al medio acuoso. Esto se debe a la mayor eficacia<br />

del nebulizador, como consecuencia de la menor tensión superficial de muchas de<br />

estas sustancias, mayor velocidad de evaporación e incluso a la combustión del propio<br />

disolvente. Entre los inconvenientes, puede señalarse el mayor ruido de fondo<br />

procedente de la llama, lo que implica la necesidad de utilizar sistemas correctores, y,<br />

sobre todo, la imposibilidad de utilizar calibrados acuosos. Por todo ello, la medida de<br />

la absorción atómica de un determinado elemento metálico en un disolvente orgánico<br />

puede llevarse a cabo por alguno de los procedimientos siguientes:<br />

* Aspiración directa a la llama.<br />

* Dilución con un segundo disolvente orgánico<br />

* Retro-extracción.<br />

* Mineralización.<br />

* Formación de emulsiones.<br />

Para que un disolvente pueda ser aspirado directamente a la llama debe reunir<br />

una serie de características tales como presentar baja viscosidad (para que la<br />

velocidad de nebulización sea elevada), originar poco ruido de fondo, no ser tóxico, ni<br />

dar lugar a productos tóxicos en la llama, ser poco soluble en agua (cuando se emplea<br />

en un proceso de extracción), etc. Sin embargo, es difícil que todos estos requisitos


Claudio González Pérez 29<br />

los cumpla alguno de los disolventes utilizados corrientemente, por lo que no se<br />

conoce, al menos por el momento, el que podría denominarse "disolvente orgánico<br />

ideal" para absorción atómica.<br />

De los disolventes usados normalmente, el que presenta mayores ventajas y<br />

menor número de inconvenientes para la aspiración directa a la llama, es la metil-<br />

isobutil-cetona (MIBK) * . Sin embargo, los disolventes clorados, como el tetracloruro<br />

de carbono o el cloroformo (muy utilizados en procesos de extracción) presentan<br />

problemas asociados con la elevada toxicidad de sus productos de combustión** , lo<br />

que hace que la aspiración directa a la llama sea poco recomendable, a pesar de su alta<br />

eficacia como agentes extractantes. En estos casos, una posibilidad de mejorar las<br />

condiciones de aspiración directa consiste en diluir con un segundo disolvente<br />

orgánico, con el fin de obtener una mezcla binaria más adecuada, si bien, esta<br />

posibilidad no se ha empleado en demasiadas ocasiones, entre otras razones, por la<br />

pérdida de sensibilidad que lleva consigo el proceso.<br />

Por otra parte, es necesario considerar, tanto si se emplea un solo disolvente<br />

orgánico, como una mezcla, otro tipo de problemas inherentes a estos medios, y es el<br />

relacionado con la preparación de calibrados, ya que, un mismo elemento metálico<br />

normalmente presenta distinta sensibilidad en medio acuoso y orgánico. Con objeto de<br />

evitar esta dificultad es preciso emplear patrones organo-metálicos, si bien, estos<br />

compuestos no se encuentran fácilmente para todos los elementos y presentan,<br />

además, el problema de su elevado precio.<br />

Un modo de evitar los inconvenientes que supone introducir directamente<br />

disolventes orgánicos en la llama, lo proporciona el método de retro-extracción,<br />

método que presenta la ventaja de poder utilizar calibrados acuosos. Ello es posible<br />

cuando el rendimiento del proceso extracción–retroextracción sea del 100 % y cuando<br />

la presencia del disolvente orgánico y de otras especies que puedan retro-extraerse<br />

en la fase acuosa, no produzcan efectos de matriz que modifiquen la sensibilidad. Si<br />

esto sucede, no hay otra solución que construir el calibrado sometiendo los patrones a<br />

las mismas operaciones que la muestra, es decir, a todo el proceso de extracción–<br />

retroextracción.<br />

* La MIBK es relativamente barata, no es tóxica ni de olor desagradable, su viscosidad es pequeña, y es<br />

relativamente sencillo obtener una llama poco luminosa disminuyendo el flujo de combustible o<br />

suministrando un oxidante auxiliar. Posiblemente la única dificultad sea su parcial solubilidad en agua, si<br />

bien ésta no es demasiado elevada y disminuye en medios fuertemente ácidos. En general, puede decirse que<br />

los inconvenientes que presentan otras cetonas residen, o en su solubilidad en agua, o en su precio, pues la<br />

toxicidad no es en ningún caso especialmente alta.<br />

** Se ha demostrado que la combustión de disoluciones conteniendo ácido tricloroacético en una habitación<br />

exenta de un buen sistema de ventilación, provoca dolor de cabeza y lacrimeo en pocos minutos, habiéndose<br />

detectado cloroformo, cloruro de carbonilo e incluso cloruro de hidrógeno en los productos de combustión.<br />

Tambien se ha observado la formación de fosgeno cuando se queman hidrocarburos clorados en llama de<br />

oxígeno–hidrógeno.


Espectrofotometría de absorción atómica 30<br />

También es posible la utilización de calibrados acuosos por evaporación del<br />

disolvente orgánico y posterior mineralización. La mayor dificultad de este método<br />

reside en su laboriosidad, que depende de la naturaleza de la muestra, y en la<br />

posibilidad de que el residuo se contamine.<br />

Por otra parte, se ha desarrollado una técnica basada en el empleo de emulsiones<br />

fase orgánica/agua (o/w). Una emulsión o/w es, en sentido estricto, un sistema<br />

heterogéneo formado por gotitas de fase orgánica dispersas en el seno de la fase<br />

acuosa, lo cual hace que el sistema sea predominantemente acuoso, reuniendo unas<br />

características de homogeneidad suficientes para producir una respuesta<br />

instrumental representativa de la concentración hipotética de elemento metálico en el<br />

conjunto de la emulsión. El principal inconveniente reside, como en la técnica de<br />

dilución con un segundo disolvente, en la pérdida de sensibilidad.<br />

METODOS DIRECTOS<br />

Se han desarrollado métodos directos para la determinación de más de 60<br />

elementos en las más variadas muestras: rocas, suelos, aguas, vegetales, muestras<br />

biológicas, productos petrolíferos, metales y aleaciones, combustibles nucleares,<br />

productos farmacéuticos, vinos, etc.. La técnica es particularmente apropiada para la<br />

determinación de trazas de metales en muestras biológicas y medioambientales.<br />

También es de utilidad cuando la muestra contiene un nivel elevado del elemento<br />

metálico, pero solo se cuenta con una cantidad de muestra muy pequeña para realizar<br />

el análisis, como, por ejemplo, en las metal-proteínas.<br />

Los fluidos biológicos, sangre y orina, pueden, con frecuencia, ser introducidos<br />

directamente en la llama después de una simple dilución. Para el análisis de sangre<br />

suele utilizarse suero o plasma (suero con anticoagulante, como heparina u oxalato), ya<br />

que en esta fracción están contenidos los elementos metálicos en concentraciones<br />

significativas desde el punto de vista clínico * . En ocasiones, el metal puede estar más<br />

concentrado en los glóbulos rojos, pero los cambios de concentración en el suero o<br />

plasma tienen mayor significación clínica. Tal es el caso del potasio, cinc, magnesio,<br />

hierro. En estos casos es fundamental que la muestra de sangre no sufra hemólisis<br />

(rotura de los glóbulos rojos) antes de que se complete la separación del suero o<br />

plasma.<br />

* Una excepción se da en los casos de envenenamiento por plomo, pues éste está concentrado en los<br />

glóbulos rojos.


Claudio González Pérez 31<br />

Cuando se requiere la destrucción de la materia orgánica, ésta puede llevarse a<br />

cabo por calcinación en seco, o por vía húmeda. La calcinación en seco puede originar<br />

pérdidas por volatilización, por lo que suele preferirse la digestión por vía húmeda.<br />

Una mezcla muy eficaz para muestras biológicas es la formada por<br />

HNO3 :H2SO4 :HClO4 en la proporción 3:1:1 en volumen, usando 1 mililitro por gramo de<br />

muestra.<br />

Las muestras metálicas y las aleaciones suelen disolverse en ácidos minerales,<br />

mientras que las muestras biológicas o materiales orgánicos requieren fusión ácida o<br />

alcalina. En cualquier caso, es importante, como ya se ha mencionado, que la matriz de<br />

los patrones se aproxime a la de la muestra, o si no, diluir la muestra para minimizar<br />

los efectos de matriz.<br />

Un tipo especial de determinaciones directas son las basadas en la volatilización<br />

del elemento o algún derivado. Ello implica la separación del analito por volatilización a<br />

temperatura ambiente o a temperatura elevada, en forma de átomos libres o algún<br />

compuesto volátil. Por esta técnica es posible medir concentraciones muy bajas, pues<br />

las especies volatilizadas pueden recogerse a partir de un gran volumen de disolución,<br />

en la que queda la matriz y las sustancias interferentes. Dentro de este tipo de<br />

determinaciones, las más utilizadas son la técnica del vapor frío para el mercurio y la<br />

técnica de generación de hidruros.<br />

Técnica de vapor frío para el mercurio. El mercurio tiene la inusual propiedad<br />

(para ser un metal) de que no se oxida fácilmente por el aire y, además, tiene una<br />

apreciable presión de vapor a temperatura ambiente. Por ello, la determinación<br />

de mercurio combinado consiste en originar iones Hg 2+<br />

, lo cual, cuando se trata<br />

de compuestos orgánicos, se consigue por tratamiento con un oxidante (MnO –<br />

4 ) y<br />

posterior reducción a Hgo con una sal de Sn 2+<br />

(después de haber eliminado el<br />

exceso de oxidante)<br />

Hg—R + oxidante (MnO 4 – ) —> Productos + Hg 2+<br />

Hg 2+<br />

+ Sn 2+<br />

—> Hgo + Sn 4+<br />

El mercurio metálico originado es arrastrado por un gas portador hacia el camino<br />

óptico del aparato de absorción atómica, midiendo la absorbancia a 263.7 nm, sin<br />

necesidad de llama ni atomización electrotérmica. Se consiguen límites de<br />

detección de 0.002 ng/ml, habiéndose diseñado sistemas automáticos para llevar<br />

a cabo esta determinación.


Espectrofotometría de absorción atómica 32<br />

Generación de hidruros metálicos. La técnica se utiliza para aquellos elementos<br />

que pueden formar hidruros covalentes volátiles: As, Se, Sb, Sn, Te, Bi, Pb. En<br />

principio, estos elementos, en disolución, se reducen con cinc, magnesio, aluminio<br />

o borohidruro, para formar los correspondiente hidruros, los cuales se hacen<br />

pasar al atomizador, donde se disocian en átomos libres, midiendo su absorbancia<br />

a las longitudes de onda de sus líneas de resonancia.<br />

La sensibilidad del método es incluso mayor a la obtenida con atomización<br />

electrotérmica, y prácticamente está libre de interferencias, ya que implica la<br />

separación de los elementos en forma gaseosa.<br />

En relación con cuestiones medioambientales, es importante conocer las<br />

concentraciones de metales pesados en aguas potables, debido a su toxicidad.<br />

Además, incluso la utilización prolongada de un agua que contenga concentraciones muy<br />

bajas puede resultar peligrosa, pues en muchos casos el efecto es acumulativo. En<br />

este sentido, resultan especialmente indeseables los elementos plomo, cadmio y<br />

mercurio, cuyas concentraciones máximas permitidas por la CEE son 0.05, 0.005 y<br />

0.001 mg/mL respectivamente. La determinación de estos elementos a esos niveles de<br />

concentración es difícil de llevar a cabo. El plomo puede determinarse por absorción<br />

atómica empleando la técnica de generación de hidruros, mientras que el mercurio<br />

puede cuantificarse utilizando la técnica del vapor frío * .<br />

METODOS INDIRECTOS<br />

Se ha indicado anteriormente que la espectrometría de absorción atómica se<br />

utiliza para la determinación directa de unos sesenta elementos metálicos. Sin<br />

embargo, existen elementos — como Th o Ce — para los cuales resulta<br />

extremadamente difícil formar y mantener una población atómica dentro de la llama,<br />

por lo que los métodos directos no resultan adecuados. Tampoco resultan convenientes<br />

estos métodos cuando las determinaciones no pueden llevarse a cabo con la suficiente<br />

sensibilidad, tal como sucede con uranio, volframio, niobio, tántalo, circonio, etc. Por<br />

otra parte, los elementos no metálicos presentan sus líneas de resonancia en la región<br />

espectral correspondiente al ultravioleta de vacío, y por lo tanto, no es posible su<br />

determinación directa mediante la utilización de instrumentos convencionales.<br />

* Posiblemente, la técnica más adecuada para determinar metales pesados en aguas de forma rápida, simple<br />

y directa, sea la voltamperometría de redisolución anódica (ver en Capítulo 9)


Claudio González Pérez 33<br />

Con objeto de poder llevar a cabo la determinación de estas y de otras especies,<br />

tales como sustancias orgánicas, se han desarrollado métodos indirectos de análisis,<br />

en muchos de los cuales la etapa que controla el proceso es una reacción química.<br />

Seguidamente se mencionan algunos.<br />

* Métodos basados en aumento o disminución de la absorbancia. Algunos<br />

aniones, cationes o compuestos orgánicos producen aumento o disminución en la<br />

absorción atómica de algún metal en particular. Estos efectos se deben<br />

fundamentalmente a que dificultan o facilitan la formación de especies<br />

disociadas en el proceso de atomización.<br />

Los fosfatos, sulfatos y silicatos ejercen un gran efecto depresivo sobre la<br />

absorbancia atómica del calcio. Esto hace posible la determinación indirecta de<br />

aquellos aniones midiendo la absorbancia del calcio mediante la utilización del<br />

correspondiente calibrado (que tendrá pendiente negativa). De forma análoga, los<br />

fluoruros reducen la absorbancia del magnesio, o la glucosa la absorbancia del<br />

mismo calcio. Por otra parte, muchos compuestos nitrogenados (amoniaco, aminas,<br />

aminoácidos, etc.) aumentan la absorción del circonio en llama de óxido<br />

nitroso/acetileno.<br />

* Precipitación del analito con un ión metálico cuya absorción pueda medirse. Así,<br />

por ejemplo, puede determinarse sulfato precipitando con exceso de Ba 2+<br />

, y<br />

midiendo por absorción atómica el exceso de este elemento. También existe la<br />

posibilidad de filtrar el precipitado de BaSO4 , disolver en AEDT y medir la<br />

absorbancia atómica del bario. Análogamente, el oxalato puede determinarse<br />

previa precipitación con Ca 2+<br />

.<br />

* Formación de hetero-poliácidos seguida de la extracción y medida del metal<br />

correspondiente. Así, por ejemplo, puede determinarse silicio por reacción con<br />

molibdato amónico, formándose el hetero-poliácido SiO 4 NH 4 (MoO 3 ) 12 . La<br />

formación de este compuesto permite la determinación de cantidades muy<br />

pequeñas de silicio, ya que, si bien la relación de combinación en moles es de 1 a<br />

12, en peso es de 1 a 41. Si a esto se le añade la variación del volumen en el<br />

proceso de extracción, el incremento de la sensibilidad es aún mayor.<br />

* Solubilización de iones metálicos a partir de metales puros. Es posible la<br />

determinación de cianuro o de nitrocompuestos por su reacción con plata o


Espectrofotometría de absorción atómica 34<br />

cadmio metálicos respectivamente, al liberar la cantidad equivalente de Ag + y<br />

Cd 2+<br />

, cuya absorbancia se mide.<br />

* Formación de compuestos de asociación iónica con quelatos metálicos,<br />

seguida de la extracción y medida de la absorbancia atómica del metal. Esto<br />

permite la determinación, tanto del ligando, como del agente formador del par<br />

iónico. Así, por ejemplo, el fármaco psicotrópico bromazepam se ha determinado<br />

por absorción atómica mediante la formación del compuesto de asociación iónica<br />

entre el anión perclorato y su quelato con Ni 2+ :<br />

Br<br />

2+<br />

NH<br />

N<br />

CO<br />

C N<br />

Bromazepam (Bz)<br />

CH2<br />

Bz + Ni + ClO —> (Bz Ni) (ClO ) + Ni (exceso) + ClO (exceso)<br />

4 –<br />

3<br />

2+<br />

–<br />

4<br />

2<br />

2+<br />

–<br />

4<br />

extraer en MIBK<br />

medir absorbancia atómica del niquel<br />

Análogamente, el ión nitrato se ha determinado por reacción con el complejo<br />

Cu(I)-neocuproína, para formar Cu(I)-(neocuproína)2NO3, seguida de la<br />

extracción y medida del cobre a 324.7 nm.<br />

* Procesos redox, seguidos de la extracción selectiva de alguna especie. El<br />

yoduro puede determinarse por reacción con Cr(VI), seguida de la extracción del<br />

exceso de Cr(VI) en MIBK. Por su parte, es posible determinar yodato por<br />

oxidación de Fe(II) seguida de extracción del Fe(III) con éter y medida del<br />

Fe(II) que permanece en la fase acuosa.<br />

* Desplazamiento de iones metálicos de alguno de sus complejos. Así, por<br />

ejemplo, el fluoruro puede determinarse por desplazamiento del hierro(III) del<br />

correspondiente complejo con tiocianato, seguida de extracción y medida del<br />

exceso de complejo Fe(III)-SCN.


Claudio González Pérez 35<br />

ATOMIZACION ELECTROTERMICA<br />

Aunque el empleo de llamas es extremadamente útil y conveniente en absorción<br />

atómica, su inherente baja eficacia de atomización impone ciertas limitaciones en el<br />

uso de las técnicas que las utilizan. La necesidad de superar estas y otras limitaciones<br />

ha provocado el desarrollo de métodos sin llama con el fin de generar la población<br />

necesaria de átomos libres. Tales métodos incluyen la utilización de arco eléctrico,<br />

láser, plasmas y microondas de alta frecuencia, filamentos y bandas atomizadoras, así<br />

como hornos de alta temperatura. Esta última modalidad es la más empleada, y la que<br />

se tratará aquí.<br />

Al comienzo del siglo, King, en 1905, volatilizó muestras para llevar a cabo<br />

estudios espectroscópicos por medio de un horno de grafito calentado eléctricamente.<br />

Sin embargo, hasta la llegada de la cubeta de L´vov (1969) esta técnica del horno no<br />

se aplicó con éxito en análisis cuantitativo por absorción atómica. Su dispositivo<br />

(figura 5.16.) estaba constituido por un tubo de grafito de unos 10 cm de longitud, 10<br />

mm de diámetro externo y 3 mm de diámetro externo, recubierto internamente con<br />

una lámina de tántalo o volframio para eliminar la difusión del vapor a través de las<br />

paredes porosas del grafito.<br />

haz de<br />

radiación<br />

muestra electrodo<br />

.<br />

Figura 5.16. Cubeta de L´vov.<br />

tubo de grafito<br />

La muestra se coloca sobre un electrodo de carbón, se seca y se introduce en el<br />

tubo de grafito, el cual se calienta eléctricamente mediante una corriente eléctrica,<br />

con lo cual se produce la vaporización y atomización de la muestra.<br />

Actualmente se utilizan hornos de temperatura programada, cuyo diseño básico<br />

se muestra en la figura 5.17. El elemento atomizador es un tubo de grafito abierto por<br />

ambos extremos y que tiene un orificio central para introducir la muestra mediante<br />

una micro-pipeta. El tubo de grafito (intercambiable) se ajusta a un par de contactos


Espectrofotometría de absorción atómica 36<br />

eléctricos situados en sus extremos. Estos contactos se mantienen en una caja<br />

enfriada por agua, y por aplicación de una diferencia de potencial entre los electrodos,<br />

se va aumentando la temperatura del horno. Mientras se va calentando el atomizador,<br />

está pasando una corriente de gas inerte (nitrógeno o argón) para prevenir la<br />

oxidación y desalojar los vapores del horno.<br />

contacto eléctrico<br />

gas ventana H 2O<br />

H O<br />

2<br />

muestra tubo de grafito<br />

Figura 5.17. Horno de grafito.<br />

contacto eléctrico<br />

haz de<br />

radiación<br />

El proceso de calefacción transcurre en tres etapas (figura 5.18.).<br />

ºC<br />

2500<br />

2000<br />

1500<br />

1000<br />

500<br />

0<br />

secado<br />

.<br />

mineralización<br />

atomización<br />

tiempo<br />

Figura 5.18. Programa de temperaturas en el horno de grafito. Durante la etapa de secado tiene lugar la eliminación del disolvente, mientras que<br />

la etapa de mineralización tiene como objetivo eliminar, en lo posible, aquellas<br />

especies no deseadas, como, por ejemplo, la materia orgánica. Durante el ciclo de<br />

.


Claudio González Pérez 37<br />

atomización se alcanza una temperatura lo suficientemente alta para volatilizar el<br />

residuo sólido obtenido en la etapa anterior, y formar el correspondiente vapor<br />

atómico.<br />

La temperatura exacta y la duración de cada etapa depende de la naturaleza del<br />

analito. En general, los procesos de secado y mineralización transcurren lentamente,<br />

mientras que la temperatura para la atomización hay que alcanzarla con gran rapidez.<br />

Naturaleza de la señal de absorción<br />

En contraste con los métodos que utilizan llama, en los que se obtiene una señal<br />

continua, las señales generadas por atomización electrotérmica son discontinuas. Esta<br />

diferencia está relacionada con la naturaleza del proceso de atomización. En la llama,<br />

mientras la muestra está siendo aspirada, la población atómica se mantiene constante,<br />

mientras que en el horno de grafito, la alícuota de muestra introducida se atomiza<br />

totalmente en pocos segundos, o incluso en milisegundos. En consecuencia, la absorción<br />

en la llama está directamente relacionada con la concentración de analito en la<br />

disolución problema, mientras que en el horno de grafito, la absorción depende de la<br />

cantidad total de analito introducido, y no de la concentración de la muestra original.<br />

El método más utilizado para medir las señales originadas por atomización<br />

electrotérmica es medir la altura del pico de absorción obtenido, si bien, también<br />

puede llevarse a cabo la medida del área correspondiente.<br />

Comparación entre atomización electrotérmica y por llama<br />

La atomización electrotérmica presenta toda una serie de ventajas e<br />

inconvenientes respecto a la utilización de llama, entre las que pueden citarse:<br />

Ventajas<br />

* Sensibilidad elevada. Se debe fundamentalmente a la alta eficacia del proceso<br />

de atomización (se atomiza la totalidad de la muestra). Teóricamente, el incremento<br />

en la sensibilidad debería ser del orden de 10 5<br />

, aunque en la práctica es bastante<br />

menor (tabla 5.4.)<br />

Tabla 5.4.


Espectrofotometría de absorción atómica 38<br />

Límites de detección (µg/L) en llama y con horno de grafito<br />

Elemento horno llama llama/horno<br />

Ag<br />

Al<br />

Ba<br />

Cd<br />

Cu<br />

Fe<br />

Mn<br />

Pb<br />

Zn<br />

0.02<br />

0.1<br />

0.4<br />

0.008<br />

0.1<br />

0.1<br />

0.04<br />

0.06<br />

0.1<br />

Debido a la gran sensibilidad que se obtiene para muchos elementos, hay que<br />

tomar toda una serie de precauciones en cuanto a la pureza de los reactivos a emplear,<br />

incluido el agua. Para análisis de ultra-trazas hay que trabajar en "atmósferas<br />

limpias".<br />

En la figura 5.19. se muestran de forma aproximada los márgenes más típicos<br />

para los límites de detección de la absorción atómica con llama, horno de grafito y<br />

generación de hidruros.<br />

.<br />

generación de hidruros<br />

horno de grafito<br />

llama<br />

1.5<br />

45<br />

15<br />

0.8<br />

1.5<br />

5<br />

1.5<br />

15<br />

1.5<br />

ICP–MS<br />

100 10 1 0.1 0.01 0.001<br />

Límite de detección ( µg/L)<br />

75<br />

450<br />

38<br />

100<br />

15<br />

50<br />

38<br />

250<br />

Figura 5.19. Márgenes aproximados de límites de detección.<br />

* Volúmenes de muestra pequeños. En general, se utilizan volúmenes<br />

comprendidos entre 0.5 y 10 µl. Esto es ventajoso cuando se dispone de muestras<br />

15


Claudio González Pérez 39<br />

pequeñas, lo cual es interesante en análisis medioambiental, forense o clínico, pero<br />

puede ser un inconveniente cuando se trate de muestras heterogéneas.<br />

* Tratamiento de la muestra "in situ". La destrucción de la materia orgánica,<br />

junto con la posibilidad de analizar directamente líquidos viscosos e incluso sólidos,<br />

son ventajas importantes de este sistema de atomización.<br />

Inconvenientes<br />

* Menos reproducibilidad. La precisión de los métodos sin llama se encuentra<br />

normalmente en el intervalo del 5 al 10 %, frente al 1 % o menos que puede obtenerse<br />

al operar con llama.<br />

* Interferencias. Son, posiblemente, uno de los mayores problemas de los<br />

atomizadores electrotérmicos. Pueden ser de los tipos siguientes:<br />

Señales de fondo. Cuando se produce una gran concentración de la matriz<br />

vaporizada durante la atomización puede tener lugar la dispersión del haz<br />

incidente o la absorción por especies moleculares vaporizadas.<br />

Efectos de memoria. La atomización incompleta de un elemento realza la<br />

siguiente determinación, al acumularse en el atomizador. Esto se produce con<br />

frecuencia en aquellos elementos que forman óxidos refractarios, como<br />

vanadio, molibdeno o volframio. Los efectos de memoria se reducen utilizando<br />

altas temperaturas de atomización o tiempos altos.<br />

Pérdidas por pirolisis. Ocurren cuando el elemento está presente en la matriz<br />

en una forma significativamente volátil a la temperatura de mineralización, o<br />

cuando se transforma en una especie volátil por efecto de la matriz.<br />

Formación de carburos. La formación de carburos metálicos puede influir<br />

sobre la cinética del proceso de atomización. De hecho, para algunos<br />

elementos, las señales analíticas son muy dependientes del estado físico de la<br />

superficie del atomizador.


Espectrofotometría de absorción atómica 40<br />

* El tiempo necesario para el análisis es mayor que con llama, y no puede aplicarse<br />

a todos los elementos.<br />

* Finalmente, mencionar también como desventajas el pequeño intervalo<br />

analítico, que suele ser menor de dos órdenes de magnitud, y el precio, por la<br />

necesidad de renovar periódicamente el tubo de grafito.

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