1 Hoy Julio 22 del año 2011, sumido entre las ... - Hoz de Jaca
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artrosis. Fruto y consecuencia <strong>de</strong> la penitencia cumplida para<br />
remediar los pecados <strong>de</strong> otros, que fueron el origen y<br />
tuvieron la consecuencia, que nos hace a nosotros reos<br />
penitentes, ajenos a la ofensa in<strong>de</strong>corosa <strong>de</strong> aquellos que<br />
quisieron comer <strong>de</strong> la manzana, o <strong>de</strong> otras cosas.<br />
Somos nosotros digo, aquellos, los hombres<br />
inhumanos a los que les falta una costilla y les sobra el<br />
hambre <strong>de</strong> querer, tener, saber, ser. Quienes pagamos <strong>las</strong><br />
consecuencias <strong><strong>de</strong>l</strong> hecho luctuoso <strong>de</strong> aquellos que quisieron<br />
saber. Y ahora, pagamos, ganándonos el pan con el sudor, el<br />
frio y el dolor. Saciados y cargados <strong>de</strong> in<strong>de</strong>corosas<br />
penitencias. Ante el duro banco <strong>de</strong> trabajo.<br />
Todo ello por querer saber.<br />
Dentro <strong>de</strong> dos mil <strong>año</strong>s sabrás que lo supimos.<br />
Teníamos, los pobres pecadores, la sonrisa yerma <strong>de</strong><br />
esperanzas. Carecíamos <strong>de</strong> futuro, estábamos perdiendo el<br />
tiempo, caminando <strong>entre</strong> recuerdos y ganando con esfuerzo,<br />
el silencio y el olvido eterno.<br />
Eran días <strong>de</strong> tar<strong>de</strong>s cortas, y noches espesas, rellenas<br />
<strong>de</strong> calor, <strong>de</strong> <strong>año</strong>ranza por aquello que no fue, y <strong>de</strong> <strong>de</strong>seos<br />
perdidos buscando “sin respuestas”.<br />
Los ojos llorosos, embozados <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> lágrimas<br />
secas por el ayer, miraban más allá <strong>de</strong> la soledad. Y el<br />
pensamiento, vagaba <strong>entre</strong> el hoy y el mañana. Sabíamos los<br />
dos, es <strong>de</strong>cir, mi yo y mi ausencia, al mirar hacia atrás y<br />
hacia el mañana, cual corto es el camino <strong>entre</strong> el ayer y la<br />
nada.<br />
Los surcos <strong>de</strong> la frente reflejan mas penas que<br />
alegrías. Surcos profundos, grabados en la piel, esculpidos<br />
sin piedad en nuestro rostro <strong>de</strong> seres carininfos. Repletos <strong>de</strong><br />
ignorancia, <strong>de</strong> <strong>de</strong>seo febril, <strong>de</strong> tar<strong>de</strong>s <strong>de</strong> sol y mañanas <strong>de</strong><br />
escarcha. Mientras, apoyada la espalda contra el tronco <strong>de</strong><br />
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