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En un acto sumamente conmovedor,
la Universidad Nacional de Lomas de
Zamora (UNLZ) distinguió el pasado
miércoles 13 de marzo a Estela de
Carlotto con el Doctorado Honoris
Causa por su continuo trabajo en torno
a la recuperación de nietos que fueron
apropiados en la última dictadura militar.
En tal sentido, y acompañado por el
Intendente del municipio lomense,
Martín Insaurralde, el rector de la UNLZ,
destacó: “La titular de Abuelas de Plaza
de Mayo, Estela de Carlotto, y el resto
de las integrantes de la asociación que
preside son un claro ejemplo de lucha por
la Memoria, la Verdad y la Justicia. Desde
hace 35 años trabajan incansablemente
para recuperar la identidad y la historia
de los nietos apropiados durante la última
dictadura militar.
Soy un ferviente admirador de Estela y
del resto de las Abuelas, porque ellas nos
enseñaron que el amor vence al odio y la
esperanza vence al tiempo.
Esas mujeres, a quienes llamaron “las
locas” en tiempos de la dictadura,
encontraron en 2003 un gobierno que
ubicó en un lugar prioritario de su agenda
los Derechos Humanos, a la vez que las
reivindicó por su obra.
En reconocimiento a esa tarea titánica,
el miércoles pasado, en mi primer acto
como rector de la Universidad Nacional
de Lomas de Zamora, pude cumplir
el sueño de entregarle el Doctorado
Honoris Causa a Estela de Carlotto. Ese
título constituye la máxima distinción
que una casa de estudios puede otorgar
a una persona para galardonarla por
su trayectoria y el aporte que realiza
a la comunidad académica y a la
Doctorado Honoris Caus
La presidenta de Abuela de Plaza de Mayo fue distinguida en un em
el rector de esta Casa de Estudios, Diego Molea, desta
sociedad toda. Días antes, el Consejo
Académico aprobaba por unanimidad
mi propuesta para honrarla y la adhesión
de sus miembros se vio refl ejada en la
multitudinaria convocatoria que tuvo
el acto.
El salón de la Biblioteca Central de
la UNLZ contó con la presencia de
gran cantidad de jóvenes militantes que
escucharon emocionados.
Entonces, recordé lo que Néstor expresó
con tanta precisión durante su primera
participación en la asamblea de las
Naciones Unidas, el 25 de septiembre de
2003: “Somos los hijos de las Madres y las
Abuelas de Plaza de Mayo.”
No eran palabras vacías aquellas. Era un
anuncio de lo que luego fue la política de
Derechos Humanos durante su gestión,
la reconstrucción de la memoria colectiva
como punto central. Por esa razón, fue
el primer presidente que pidió “perdón”
en nombre del Estado argentino por lo
sucedido durante el último gobierno de
facto, aquel 24 de marzo de 2004, después
de descolgar el cuadro de los represores
Jorge Rafael Videla y Roberto Bignone,
y de ex directores del colegio militar. Por
eso también, en 2005, la renovada Corte
Suprema de Justicia de la Nación declaró
inconstitucionales las leyes de Obediencia
Debida y Punto Final.
En ese momento nació un nuevo rumbo
para la Argentina, había llegado el tiempo
de revisar lo sucedido y abrir nuevamente
las causas contra los genocidas en un
proceso legítimo. Celebramos el año
pasado cuando se concretó una condena
histórica a los asesinos de la ESMA y
seguimos atentos el avance del resto
de los juicios. Debemos continuar
profundizando este proyecto iniciado
por Néstor junto a la presidenta de la
Nación, Cristina Fernández de Kirchner,
desde todos los espacios. Esta defensa a
los Derechos Humanos es un respaldo
a las Abuelas y a las Madres frente a
los ataques de quienes quieren enterrar
el pasado con la excusa de que lo que
importa es el futuro.
Acaso este galardón tan merecido
otorgado a Estela es parte de esa defensa
y de ese reconocimiento que se merecen,
y un paso más para continuar por este
camino de recuperación nacional.
Luego de sus palabras y acompañado de
un intenso aplauso, el rector le entregó
el diploma que la destaca como Doctora
Honoris Causa a Estela de Carlotto,
quien se mostró agradecida no sólo con
las autoridades de la Universidad y del
municipio, sino con todos los presentes.
“Tengo que expresar agradecimiento