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Campaña militar y política de Filipo II, rey de Macedonia. Cátedra ...

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hambre sino a complejas máquinas <strong>de</strong> asalto. Los recursos financieros para sufragar los gastos <strong>de</strong> guerra<br />

proce<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la explotación <strong>de</strong> las minas <strong>de</strong> oro <strong>de</strong> Pangeo. <strong>Filipo</strong> <strong>II</strong> también adoptó hábiles negociaciones<br />

diplomáticas y su primera medida fue procurarse una salida al mar.<br />

La guerra sagrada<br />

Los acontecimientos <strong>de</strong> Grecia proporcionan a <strong>Filipo</strong> <strong>II</strong> ocasión <strong>de</strong> intervenir. En Grecia, entre pueblos en<br />

pueblos que todavía no se incorporaban a la cultura, se produce un grave inci<strong>de</strong>nte. Los focidios saquearon el<br />

santuario <strong>de</strong> Apolo en Delfos. La esperanza <strong>de</strong>l rico botín atrajo mercenarios, y Esparta, <strong>de</strong>seosa <strong>de</strong> <strong>de</strong>squite<br />

contra Tebas, entro en alianza con los focidios. Pero la anfictionía <strong>de</strong> Delfos estaba ahora dirigida por Tebas,<br />

y ello bastaba para lanzar a Esparta a una alianza sacrílega. Locrios y tesalios acudían a la llamada <strong>de</strong> Tebas, y<br />

la anfictionia <strong>de</strong>claraba la guerra (355 a.c.) a los focidios, mientras que Atenas y Corinto, que también<br />

pertenecían a la organización que unía a varias ciuda<strong>de</strong>s para proteger el santuario y la <strong>de</strong>voción apolínea, se<br />

resistían a tomar parte en esta guerra santa que podía <strong>de</strong>volver a Tebas su perdida supremacía. Los focidios,<br />

tomando en préstamo los tesoros sagrados <strong>de</strong> Apolo, consiguieron reunir un ejercito <strong>de</strong> diez mil cercenaron al<br />

mando <strong>de</strong> Filomelo. Este contuvo victoriosamente a los beocios y a los locrios. Sin embargo, su sucesor,<br />

Onomarco, pudo sostenerse convertido en tirano, y los inagotables tesoros <strong>de</strong> Delfos aseguraban a los<br />

sacrilegos una fuerza superior a la <strong>de</strong> los anfictiones. Se veía el peligro <strong>de</strong> que surgiera un po<strong>de</strong>r centralizador<br />

en Grecia comparable al que habían tenido en sus zonas respectivas Dionisio <strong>de</strong> Siracusa. En Tesalia,<br />

Onomarco intervenía hábilmente en las rivalida<strong>de</strong>s entre Larisa, dominada por la familia <strong>de</strong> los Aleuadas, y<br />

Feras, apoyando a esta ciudad. Allí Onomarco, que había llegado para combatir a los Aleuadas, se encontró<br />

con los macedonios. <strong>Filipo</strong> <strong>II</strong> estaba vivamente interesado en las divisiones <strong>de</strong> los tesalios y salio al encuentro<br />

<strong>de</strong> Onomarco. La primera campaña fue muy favorable al focidio, pero al año siguiendo, cuando Onomarco<br />

invadió <strong>de</strong> nuevo Beocia y se presento en Tesaia, <strong>Filipo</strong> <strong>II</strong> le infligió una <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong>cisiva. Onomarco murió a<br />

manos <strong>de</strong> sus mismos soldados y el ejército sacrílego fue aniquilado. <strong>Filipo</strong> <strong>II</strong> se apo<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> Feras y la ocupo,<br />

a pesar <strong>de</strong> la apelación <strong>de</strong> sus habitantes a Atenas, siempre inactiva.<br />

Así el macedonio quedo dueño <strong>de</strong> Tesalia. Avanza luego hacia el mar, con color <strong>de</strong> combatir a Falio, el<br />

hermano <strong>de</strong>l tiránico jefe <strong>de</strong> los focidios, y cuando se aproxima a las Termopilas (352 a.c.) los fatigados<br />

griegos recuerdan que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Jerjes, ningún extraño ha atravesado el paso. El <strong>rey</strong> macedonio, que por el<br />

momento no <strong>de</strong>seaba un conflicto, se conforta con el exito logrado y regresa a su reino, mientras que la guerra<br />

sagrada perdura langui<strong>de</strong>ciente, reducida a pequeñas escaramuzas locales.<br />

El sátrapa Artabazo, que había apoyado a Tebas, pasa a convertirse en aliado <strong>de</strong> <strong>Filipo</strong> <strong>II</strong> en Asia Menor,<br />

mientras que la capital tebana entabla relación directa con la corte <strong>de</strong>l gran <strong>rey</strong> y recibe mas tar<strong>de</strong>, para<br />

terminar la guerra sagrada, una subvención <strong>de</strong> 300 talentos.<br />

El choque con Atenas<br />

<strong>Filipo</strong> <strong>II</strong>, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su <strong>de</strong>cisiva intervención en la guerra sagrada, se <strong>de</strong>dico a consolidar su po<strong>de</strong>r. Triunfa<br />

sobre los ilirios, interviene en las luchas dinasticas <strong>de</strong> Epiro a favor <strong>de</strong> su joven cuñado Alejandro, vence a los<br />

tracios. Pero Olinto, recelosa <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r macedonio, que se extien<strong>de</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las Termopilas hasta el Bosforo,<br />

quebranta el acuerdo con <strong>Filipo</strong> <strong>II</strong> y busca la amista <strong>de</strong> Atenas.<br />

<strong>Filipo</strong> <strong>II</strong> entonces (350 a.c.) ataca a Olinto, que recibió solo un auxilio ateniense <strong>de</strong> 2000 mercenarios<br />

mandados por Cares. Hábilmente el <strong>rey</strong> macedonio, que no tiene interés en un choque frontal con Atenas,<br />

procura suscitar una rebelión en Eubea, la cual no pudo sofocar Focion.<br />

Atenas aparentemente estaba dividida en los dos partidos tradicionales: el que representaba la actividad<br />

aristocrática y el <strong>de</strong>mocrático imperialista. Demóstenes incorpora, con grandiosa elocuencia y con un<br />

patriotismo exaltado, esta ultima tradición, a la cual sacrifica su vida a cambio <strong>de</strong> gloria perenne. En la otra<br />

dirección no hay figura <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>za comparable; vino a representar un i<strong>de</strong>al espartano, no sin influencias <strong>de</strong> la<br />

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