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ANA AMAYA MOLINA, Nombre artístico de ANILLA LA DE RONDA ...

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<strong>ANA</strong> <strong>AMAYA</strong> <strong>MOLINA</strong>, <strong>Nombre</strong> <strong>artístico</strong> <strong>de</strong> <strong>ANIL<strong>LA</strong></strong> <strong>LA</strong> <strong>DE</strong> <strong>RONDA</strong>. conocida también como ANIYA<br />

<strong>LA</strong> GIT<strong>ANA</strong>, nacida en Ronda, (Málaga), 1.855-1.933. Cantaora y guitarrista, por lo que<br />

acostumbraba a cantar acompañándose ella misma con su guitarra. En su tierra natal actuó en los<br />

cafés cantantes Fornos, La Primera <strong>de</strong> Ronda, y El Pollo, don<strong>de</strong> se cuenta que conoció a D. Antonio<br />

Chacón, y a la cantaora ron<strong>de</strong>ña Paca Aguilera, con los que volvió a coincidir, en1.890, en el Café <strong>de</strong><br />

Chinitas, <strong>de</strong> Málaga. Otras anécdotas en su vida que dán razón a sus valores <strong>artístico</strong>s, son los<br />

siguientes: Pastora Imperio en su primera actuación en el Teatro Español, <strong>de</strong> Ronda, solicitó<br />

insistentemente conocerla, regalándole una bata <strong>de</strong> cola; la Reina Victoria Eugenia, con motivo <strong>de</strong><br />

una fiesta íntima para la familia real, en la que cantó Anilla la <strong>de</strong> Ronda, obsequió a la artista con un<br />

mantón <strong>de</strong> Manila; y Fe<strong>de</strong>rico García Lorca la citó, entre otras figuras <strong>de</strong>l cante, en su conferencia<br />

"Importancia Histórica y artística <strong>de</strong>l primitivo cante andaluz llamado Cante Jondo", leída en Granada,<br />

en 1.922.<br />

En 1.930, con setenta y cinco años, fue la figura más admirada <strong>de</strong> la semana Andaluza, en la<br />

Exposición <strong>de</strong> Barcelona, que tuvo lugar en el Pueblo Español <strong>de</strong> la ciudad condal, acaparando la<br />

atención <strong>de</strong> la prensa y <strong>de</strong>l público, y cantando y bailando acompañada a la guitarra por Ramón<br />

Montoya. Entre los muchos reportajes que con tal motivo le <strong>de</strong>dicaron, creyendo que contaba<br />

ochenta y ocho años, <strong>de</strong>staca el aparecido en ESTAMPA –24-6-1.930-, firmado por D. José<br />

Benavi<strong>de</strong>s, en el que se narran algunos <strong>de</strong> sus recuerdos, como su <strong>de</strong>dicación al contrabando en su<br />

mocedad, sus éxitos en los cafés cantantes sevillanos, entre ellos El Burrero, y el Siete Revueltas <strong>de</strong><br />

Málaga, así como con el torero Lagartijo y con el general Contreras.<br />

El periodista, que la <strong>de</strong>nomina "la reina <strong>de</strong> los gitanos", reseña: "La casa don<strong>de</strong> vive Aniya Amaya,<br />

en Ronda, es un lugar <strong>de</strong> peregrinación. El Juez, el Alcal<strong>de</strong>, el Boticario, el registrador, Damas <strong>de</strong><br />

alta y baja alcunia, todos <strong>de</strong>sfilan por su vivienda, archivo <strong>de</strong> sabiduría popular. Diariamente, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

Barcelona, se telegrafía al secretario <strong>de</strong>l Ayuntamiento <strong>de</strong> Ronda, diciendo que la anciana gitana<br />

come bien, duerme poco y bebe mucho. También se telegrafía a los gitanos, que, impacientes ya,<br />

pi<strong>de</strong>n que regrese. Pero ella no quiere marcharse. Núñez <strong>de</strong> Prado, en sum obra Cantaores<br />

Andaluces, le <strong>de</strong>dica un capítulo, en que glosa su cante por –Soleares y su vida "Esclava <strong>de</strong>l amor",<br />

<strong>de</strong>l que transcribimos el siguiente párrafo: "Ella siente el Arte como el corazón que más lo sienta,<br />

concibe la belleza como el cerebro constituido para concebirla mejor, siente las grandiosida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

ese arte, como el alma que con más intensidad pueda sentirlas, pero su corazón, su cerebro y su<br />

alma, absolutamente humanos, en toda la hermosa acepción <strong>de</strong> esta palabra, sólo ven en su arte un<br />

vehículo para enviar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus entrañas al infinito toda la expresión <strong>de</strong> su exquisita ternura, <strong>de</strong> sus<br />

ansias <strong>de</strong> goces, <strong>de</strong> sus sueños <strong>de</strong> amor, <strong>de</strong> su ambición <strong>de</strong> cariño, ambición que guarda la primera<br />

y tal vez la sola finalidad <strong>de</strong> subida, ambición que mueve todos sus actos que impulsa los resortes <strong>de</strong><br />

su organismo. Eso es lo que la ha hecho más simpática aún mas que sus mismas cualida<strong>de</strong>s para el<br />

cante, y a eso se <strong>de</strong>be, en primer término, los triunfos <strong>artístico</strong>s que ha logrado y los aplausos que ha<br />

obtenido. Otra importante glosa <strong>de</strong> su personalidad artística, la constituye el poema que le <strong>de</strong>dicó<br />

José Carlos <strong>de</strong> Luna, en su libro El Cristo <strong>de</strong> los Gitanos:<br />

Su flácido pescuezo, <strong>de</strong> carne<br />

<strong>de</strong> gallina,<br />

que con polvos baratos blanquea<br />

y enharina,<br />

aún luce con <strong>de</strong>scoco un collar<br />

<strong>de</strong> colores,<br />

que fue premio a su cante corto<br />

por soleares,<br />

y que un día Curro Dulce,<br />

<strong>de</strong>stocado el pavero,<br />

tras besar sus manos,<br />

la puso en El Burrero.


<strong>ANIL<strong>LA</strong></strong> <strong>LA</strong> E <strong>RONDA</strong><br />

Es, acaso, el perfil que se <strong>de</strong>staca con tonos mas simpáticos en el valiente y vigoroso cuadro <strong>de</strong><br />

la solea, pero, tal vez la misma causa que engendra esas simpatías, Ie hace aparecer como fuera<br />

<strong>de</strong> su cuadro.<br />

Es innegable que su ten<strong>de</strong>ncia artística la impulso cultivar ese canto, pero la excesiva ternura<br />

que constituye el fondo <strong>de</strong> su temperamento, no encaja <strong>de</strong> un modo completo en las<br />

rotundida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> un estilo que solo admite las dulzuras exclusivas a trueque <strong>de</strong> ir acompañadas<br />

<strong>de</strong> los radicalismos <strong>de</strong> un carácter nacido para imponerse. Y en la cantaora ron<strong>de</strong>ña no caben<br />

esos radicalismos porque, al contrario <strong>de</strong> la artista que la prece<strong>de</strong>, Anilla es mujer ante todo y<br />

sobre todo.<br />

Ella siente el arte como el corazón que mas lo sienta, concibe la belleza como el cerebro<br />

constituido para concebirla mejor, siente las grandiosida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ese arte, como el alma que con<br />

mas intensidad pueda sentirlas, pero su corazón, su cerebro y su alma, absolutamente humanos,<br />

en toda la hermosa acepción <strong>de</strong> esta palabra, solo ven en su arte un vehiculo para enviar <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

sus entrarías al infinito toda la expresión <strong>de</strong> su exquisita ternura, <strong>de</strong> sus ansias <strong>de</strong> goces, <strong>de</strong> sus<br />

sueños <strong>de</strong> amor, <strong>de</strong> su ambición <strong>de</strong> cariño, ambición que guarda la primera y tal vez la sola<br />

finalidad <strong>de</strong> su vida, ambición que 'mueve todos sus actos y que impulsa todos los resortes <strong>de</strong> su<br />

organismo.<br />

Como la inmensa mayoría <strong>de</strong> los corazones nacidos para el amor y nada mas que para el amor,<br />

que hacen <strong>de</strong> la pasión un cuIto y un dios <strong>de</strong>l ser a quien adoran, el corazón <strong>de</strong> esta cantaora ha<br />

tenido que llorar un mar <strong>de</strong> sangre por cada lagrima <strong>de</strong> placer, ha pagado con una eternidad <strong>de</strong><br />

sombras el goce <strong>de</strong> un solo instante <strong>de</strong> luz, ha bebido torrentes <strong>de</strong> acibar por cada una <strong>de</strong> las<br />

escasas gotas <strong>de</strong> miel que ha podido saborear, ha pa<strong>de</strong>cido siglos <strong>de</strong> infierno por un minuto <strong>de</strong><br />

gloria.<br />

Eso es lo que la ha hecho mas simpática aun que sus mismas cualida<strong>de</strong>s para el canto, y a eso<br />

<strong>de</strong>be, en primer termino, los triunfos <strong>artístico</strong>s que ha logrado y los aplausos que ha obtenido.<br />

Pue<strong>de</strong> asegurarse que su <strong>de</strong>sgracia Ie ha servido <strong>de</strong> pe<strong>de</strong>stal.<br />

Y, tanto por la naturaleza <strong>de</strong> las contrarieda<strong>de</strong>s y <strong>de</strong> los sufrimientos que ha experimentado<br />

como por las refinadas exquisiteces <strong>de</strong> su alma para sentir la ternura lo mismo que por la<br />

influencia <strong>de</strong>l ambiente que respiro <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus primeros pasos en la doble existencia <strong>de</strong> la pasión<br />

y <strong>de</strong>l arte, Anilla hubiera, indiscutiblemente, sentido mas las dulces quejas <strong>de</strong>l estilo <strong>de</strong> Málaga,<br />

sus vagas melancolías, las tiernas vibraciones <strong>de</strong> sus tonos apasionados, que las varoniles<br />

rotundida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la solea.<br />

Con ese estilo se avienen mal, lo mismo el temple <strong>de</strong> su alma que los azares <strong>de</strong> su vida; igual su<br />

manera <strong>de</strong> sonar que su modo <strong>de</strong> pa<strong>de</strong>cer; tanto la naturaleza <strong>de</strong> sus fugaces placeres como la<br />

índole <strong>de</strong> sus constantes dolores; en el mismo grado el carácter especial <strong>de</strong> su constitución<br />

orgánica que la influencia, rara vez estéril <strong>de</strong>l país o <strong>de</strong> la comarca don<strong>de</strong> vio la luz.<br />

Nacida en Ronda, como claramente lo indica su nombre <strong>de</strong> guerra, Ie hubiera sido punto menos<br />

que imposible substraerse a los dominadores efectos <strong>de</strong>l género <strong>de</strong> cante peculiar <strong>de</strong> aquel<br />

rincón <strong>de</strong> la región andaluza, canto que, como es lógico suponer, se aproxima mucho mas al<br />

estilo malagueño que al que prefirió cultivar la simpática cantaora. Las notas <strong>de</strong> ese cante<br />

arrullaron su sueno en la cuna, las melancólicas tonalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la ron<strong>de</strong>ña formaron en su<br />

corazón infantil los primeros estrillos <strong>de</strong>l puente por el que mas a<strong>de</strong>lante hubo <strong>de</strong> atravesar el<br />

inmenso torrente <strong>de</strong> ternura que había <strong>de</strong> tener fecundo manantial en el alma <strong>de</strong> la mujer; y<br />

como tenia que ocurrir forzosamente, todas estas causas, en complicidad con los sucesos y<br />

ayudadas po<strong>de</strong>rosamente por la psicología propia <strong>de</strong> la artista, <strong>de</strong>terminaron el único efecto<br />

posible: su estilo se resintió siempre <strong>de</strong> la influencia incontrastable <strong>de</strong> esas causas.<br />

No es esto <strong>de</strong>cir que no sintiera la solea: la sentía puesto que triunfo. Pero la sentía a su modo,<br />

Ie daba el tinte peculiar <strong>de</strong> su sentimiento enteramente femenino Ie imprimía el sello


exclusivamente tierno <strong>de</strong> su alma y, sin <strong>de</strong>struir el estilo, lo convertía en el lenguaje propio <strong>de</strong><br />

su corazón, lenguaje que no tenia la heroica fuerza <strong>de</strong> ese estilo ni su vigoroso empuje.<br />

Como ya he dicho antes <strong>de</strong> ahora, se pue<strong>de</strong> reír en la solea, pero con la risa <strong>de</strong>l sarcasmo; se<br />

pue<strong>de</strong> también Ilorar en ella, pero con el llanto <strong>de</strong> la rabia y <strong>de</strong>l odio, y la cantaora <strong>de</strong> Ronda no<br />

era sarcástica ni sabia odiar. Habría pa<strong>de</strong>cido menos si en sus entrañas hubiera cabido el odio.<br />

Y esto lo <strong>de</strong>muestra hasta la saciedad la copla que sigue:<br />

Yo no siento que te vayas,<br />

lo que siento es que te lleves<br />

la sangre <strong>de</strong> mis éntralas.<br />

Como se ve, esa copla encierra la expresión <strong>de</strong> un dolor irremediable, <strong>de</strong> una puñalada <strong>de</strong><br />

muerte, <strong>de</strong> un sufrimiento que no perdona. Y en la expresión <strong>de</strong> ese dolor, en el grito agónico<br />

que lanza ese sufrimiento, no pue<strong>de</strong> encontrarse, por mas que se busque, el menor asomo <strong>de</strong><br />

odio, ni aun <strong>de</strong> protesta, ni siquiera <strong>de</strong> reconvención. Es la queja <strong>de</strong>sesperada, intensa, horrible<br />

y mortal <strong>de</strong> una mujer que se <strong>de</strong>spi<strong>de</strong> para siempre <strong>de</strong> la felicidad soñada; es la hembra<br />

apasionada hasta la locura que mira huir al ser por quien dada su vida entera; digo que es la<br />

hembra porque ese dolor no es sola mente un dolor <strong>de</strong>l alma, sino que es material, tangible, que<br />

pue<strong>de</strong> palparse como los bor<strong>de</strong>s <strong>de</strong> una herida que tiene la consistencia <strong>de</strong> la carne y produce el<br />

efecto <strong>de</strong> la llaga; dolor en que los gritos <strong>de</strong>l corazón quedan sofocados a pesar <strong>de</strong> su<br />

intensidad, por los aullidos <strong>de</strong>l sexo; es la mujer que Ilora sobre las ruinas <strong>de</strong> su dicha<br />

<strong>de</strong>strozada, pero que da a sus quejas las notas <strong>de</strong>sesperadas y rugientes con que la tigre<br />

abandonada llama al macho en su cubil; por eso es también la hembra porque en su dolor hay<br />

tanto sexo como alma.<br />

De un solo rasgo se dibuja a si misma Anilla la e Ronda. Ha vivido esclava <strong>de</strong>l amor como una<br />

perra <strong>de</strong> su dueño; no ha comprendido ni querido compren<strong>de</strong>r que pueda haber nada en la<br />

humanidad fuera <strong>de</strong> las tristezas o <strong>de</strong> las alegrías <strong>de</strong> ese amor; lo ha subordinado a el todo,<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el arte hasta la existencia; canta, Ilora, siente y vive para amar; una caricia encierra para<br />

ella infinitamente mas felicidad que todos los aplausos; halla mas dicha en una sola promesa <strong>de</strong><br />

cariño, que en todos sus triunfos <strong>de</strong> artista; el hombre a quien adora, lleva para ella el mundo;<br />

en la eternidad es su dios y en la creación su universo; espera, cree y ama para ese hombre; por<br />

el lucha y por el vive y cuando sin el se ve, cuando se mira en el abandono mas <strong>de</strong>sconsolador y<br />

en el vacío mas horrible, tal es la fuerza invencible <strong>de</strong> su avasalladora pasión, que mas que la<br />

perdida <strong>de</strong>l ser que idolatra, siente la perdida <strong>de</strong> si misma porque compren<strong>de</strong> que el se ha<br />

llevado lo mas intima <strong>de</strong> ella, que su cuerpo esta ya sin alma, que su misión en la vida ha<br />

terminado y que en a<strong>de</strong>lante, Ie faltara fe para esperar en lo divino y sensibilidad para gozar en<br />

lo humano.<br />

Sentir y amar <strong>de</strong> esa manera es, acaso, un privilegio <strong>de</strong> las almas escogidas, pero un privilegio<br />

espantosos y que, obliga a rechazar esa elección y esa preferencia como el formidable<br />

sambenito <strong>de</strong> las infamias inquisitoriales. Tal vez y sin tal vez, será cierto que el dolor es la vida<br />

y que cuanto mas se sufre mas se vive, pero es preciso reconocer y confesar que, siendo, así<br />

como realmente lo es, se paga <strong>de</strong>masiado caro el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> vivir y que, si es cierta la justicia<br />

que inspira a los <strong>de</strong>cretos que se forjan en la eternidad, para regir los <strong>de</strong>stinos <strong>de</strong>l universo,<br />

bien valdría la pena consultar a las almas para tomar en cuenta su opinión antes <strong>de</strong> encerrarlas<br />

en una jaula <strong>de</strong> carne; <strong>de</strong> otro modo, hay que reírse <strong>de</strong> esa justicia, mas que discutible, que<br />

con<strong>de</strong>na caprichosamente a los seres que crea y que, al con<strong>de</strong>narlos, ni siquiera se toma el<br />

trabajo <strong>de</strong> oírlos. Es divertida la invención <strong>de</strong> esa justicia y pue<strong>de</strong> estar orgullosa <strong>de</strong> ella la<br />

fantasía religiosa o especulativa que la ha realizado, pero Ie profetizo poca duración porque la<br />

humanidad va <strong>de</strong>jando, aunque lentamente, <strong>de</strong> ser idiota y cada siglo que vive, da menos<br />

crédito a los absurdos, y no pue<strong>de</strong> haber mayor absurdo que una justicia cruel.<br />

Dicho esto, que no esta <strong>de</strong> mas, volvamos a Anilla la e Ronda. La vida <strong>de</strong> esta cantaora es<br />

positivamente una vida <strong>de</strong> sufrimiento, y es seguro que ella no podrá <strong>de</strong>finir la burlona negación


que encierra el párrafo que antece<strong>de</strong>, pero es mas seguro aun que la ha sentido, obligada por la<br />

fuerza <strong>de</strong> los hechos y por la incesante presión que el martirio ha ejercido sobre su alma.<br />

Y no se ha contentado con sentirla, sino que la lanzó en una copla mas <strong>de</strong>sesperada, mas<br />

escéptica y que produce un frío mucho mas <strong>de</strong>sconsolador que todas las negaciones; copla en la<br />

que podría escucharse la espantosa confesión <strong>de</strong> un cadáver, si los cadáveres hablaran y tuvieran<br />

la facultad <strong>de</strong> confesarse, lo que, dicho sea <strong>de</strong> paso, seria mas útil para la humanidad, que la<br />

confesión <strong>de</strong> todos los vivos, mas instructiva y mas curiosa también.<br />

He aquí la copla a que me refiero:<br />

Estoy viviendo en el mundo<br />

con la esperanza perdía,<br />

no es menester que me entierren,<br />

porque estoy enterra en vía (l).<br />

Será necesario haber leído a Voltaire para saber reír <strong>de</strong> cierto modo, pero es innegable que no<br />

precisa conocer ningún sistema filosófico para que un alma llore su última lagrima sobre el<br />

montón <strong>de</strong> ruinas que formaron en un principio el templo <strong>de</strong> su creencia. Para esto ultimo, basta<br />

con que la realidad muerda en su corazón hasta hacerle dar el grito <strong>de</strong> dolor supremo que en ese<br />

cantar ha lanzado Anilla la e Ronda.<br />

Cantaores Andaluces – Guillermo Nuñez <strong>de</strong> Prado


EL MUNDO <strong>DE</strong>L F<strong>LA</strong>MENCO http://www.serrania<strong>de</strong>ronda.com/flamenco/cantaores.htm<br />

ANITA <strong>AMAYA</strong> " <strong>LA</strong> REINA <strong>DE</strong> LOS GITANOS"<br />

Anita Maya "La Reina <strong>de</strong> los Gitanos"<br />

Tiene ochenta y ocho años y en sus moceda<strong>de</strong>s fue contrabandista.<br />

La reina <strong>de</strong> los gitanos se encuentra en Barcelona con motivo <strong>de</strong> la Semana<br />

Andaluza, que se celebra en el Pueblo Español <strong>de</strong> la Exposición. Se llama<br />

Anita Maya. Y es una vieja <strong>de</strong> cara curtida, andares <strong>de</strong> pato parsimonioso, con<br />

cierto contoneo aún <strong>de</strong> moza. Des<strong>de</strong> que llegó a Barcelona, las gentes hacen<br />

corro a su alre<strong>de</strong>dor. Porque ella sabe el origen <strong>de</strong> todas las cosas, buenas y<br />

malas.<br />

Niño, Te arquilo un barcón en el cielo-nos dice al vernos, echando atrás con<br />

ambas manos las greñas blancas que le cosquillean las mejillas y la pican los<br />

ojos.<br />

Rasguea la guitarra, y <strong>de</strong> repente lanza, como una sarta <strong>de</strong> cascabeles, la<br />

canción:<br />

"En el sielo se arquilan barcones<br />

para un casamiento que se vá hasé.<br />

Se casa la Señora María<br />

Con el patriarca señor San José."<br />

¡Dios mio<strong>de</strong> mi arma, qué negruras, con la fresca vos <strong>de</strong> cristal que yo tenía antes!<br />

Antes. ¿Cuándo, Anita?<br />

En el café Siete Revueltas, <strong>de</strong> Málaga, y en el <strong>de</strong>l Burrero, <strong>de</strong> Sevilla. Pero <strong>de</strong>bí atrapá esta Ronquera <strong>de</strong> gallo<br />

esplumao en alguna parte, en una boda o en algún entierro... Mire Uté, la última ve que canté en er café Siete<br />

Revueltas, ¡jozú!, estaba llena <strong>de</strong> gente la calle y los guardias no, podían <strong>de</strong>spejá... La voz me había vuelto<br />

grasias a un remedio <strong>de</strong> cabayo. Gueno, po, cuando aparesí, los bastones golpearon en el piso, la mano<br />

aplaudieron: era Anita Maya, la guena, la brava Anita. ¡ Como iban a reirse! ¡Bravo! ¡Olé!<br />

Yo permanesía quieta, procurando aturdirme, bebiendo,, con las narises estremesías, el vino embriagadó <strong>de</strong><br />

ésta apoteosis; mirando, con las manos tendias, las largas sonrisas <strong>de</strong> los ricos...<br />

¡Chis, Chas! Comienso a cantá. Pero mi vos no se oye bien. "¡Más alto", grita uno, que <strong>de</strong>bía sé diputao. Por un<br />

instante me repongo. ¡Enhorabuena!... ¡Olé, Anita! ¡Al fín va a empesá <strong>de</strong> firme!"... yo no pueo; mi lengua está<br />

seca, una mano <strong>de</strong> hierro parese oprimime la garganta, siento como martillaso en la nuca y la risa suena a farso<br />

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EL MUNDO <strong>DE</strong>L F<strong>LA</strong>MENCO http://www.serrania<strong>de</strong>ronda.com/flamenco/cantaores.htm<br />

entre mi labios... Entonses como un reguero <strong>de</strong> polvora, er público se incomoda... U silbido... Dos silbidos... Una<br />

tempestad... ¡La gente se pone <strong>de</strong> pie y toos prorrumpen en gritos <strong>de</strong> animales!: "¡Miau! ¡Miau! ¡Quiquiriquí!<br />

¡Que tome malvavisco!".<br />

¿ Y usted?-me aventuro a preguntarle. – Yo el idolo, estaba allí tiesa. Ese e er público... ¡Mirale, Anita, y apren<strong>de</strong><br />

lo que valen su entusiasmo, sus afecciones y su idolatría! En er público no hay sivilasión. De echa, estremesía,<br />

olvidando el doló agudo, contemplé la gran mentira... ¡Mira, Anita, mira bién y acuerdate!.<br />

Anita Maya cuenta esto con amargura. Pero vuelve en sí y se rie.<br />

¿Cuántos años tiene Usted? - Cuatro veses veinte duros<br />

y ocho duros más.<br />

¿Quiere <strong>de</strong>cirme por qué le llaman la reina <strong>de</strong> los<br />

gitanos?<br />

Canta:<br />

"Por don<strong>de</strong> quiera que voy,<br />

la gente me mira mucho:<br />

¡la sombra dirá quién soy!<br />

Ante <strong>de</strong> sé la reina <strong>de</strong> los gitanos, fui la reina <strong>de</strong> la<br />

"forma"... –Esplíquese...<br />

Hase veinte años, o más quisá, gané el reinao <strong>de</strong><br />

"forma", con otra bellesas, en un concurso <strong>de</strong> "El<br />

Imparsial", <strong>de</strong> Madrid. Era yo una linda mosita. Ahora<br />

paresco un cangrejo. Si se me respeta e porque yo<br />

tengo tanta sivilisasión, cojo, recojo y engancho con<br />

grasia.<br />

Me han asegurado que hace unos dias bebió usted más <strong>de</strong> treinta copas <strong>de</strong> cazalla y que le sentaron mal.<br />

-¡Quiá! Yo estoy libre <strong>de</strong> "parabanes".<br />

La Casa don<strong>de</strong> vive Anita Maya, en Ronda, es un lugar <strong>de</strong> peregrinación. El Juez, el Alcal<strong>de</strong>, el boticario el<br />

Registrador, damas <strong>de</strong> alta y baja alcurnia, todas <strong>de</strong>sfilan por su vivienda, archivo <strong>de</strong> la sabiduría popular.<br />

Diariamente, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Barcelona, se telegrafía al Secretario <strong>de</strong> Ronda, diciendo que la anciana gitana come bien,<br />

duerme poco y bebe mucho. También se telegrafía a los gitanos, que, impacientes ya, pi<strong>de</strong>n que regrese. Pero<br />

ella no quiere marcharse.<br />

-Como cuervos a la novedad <strong>de</strong> una res muerta- dice-, han venio a la Exposisión gente <strong>de</strong> toda parte. Hay que<br />

ver ese movimiento y ese barullo. Aquí se compra y se ven<strong>de</strong> a lo ojo. De comé y<strong>de</strong> bebé, lo se busque. La tela,<br />

riquisima. Yo he coprao una colcha bordada, requetefina, a la vida como un pastel florido. De noche sobre todo,<br />

qué <strong>de</strong> baile, ¡jozú!, y <strong>de</strong> música. Y no fartan mosita <strong>de</strong> ésa carita <strong>de</strong> regalo y blandita <strong>de</strong> corasón. La Plata<br />

blanca corre como agua. Los afisionaos al trago no se andan con chiquita pa empiná el codo....<br />

-Por ahí se dice que usted y "Lagartijo"...<br />

-Rafael Molina fué muy amigo mío, verdad. Pero el hijo que tengo no e <strong>de</strong>l, ni <strong>de</strong>l General Contreras. Se lo pedí<br />

yo a la Virgen <strong>de</strong> los Dolores, y me lo consedió. Créame, señorito <strong>de</strong> mi arma. Lo <strong>de</strong>má son crítica, chumba y<br />

esto... Cierra en abanico los <strong>de</strong>dos <strong>de</strong> la mano.<br />

Anita Maya fue contrabandista <strong>de</strong> tabaco. Montaba su jaca mejor que nadie. -A mi me bellagueó una jaca en la<br />

la<strong>de</strong>ra, cuesta abajo, con peligro pa la jinete <strong>de</strong> se lanzada al abismo. La mula que montaba una tar<strong>de</strong> se mató<br />

quebrandose el tronco <strong>de</strong>l cogoteal darse la vuelta, a la carrera, uyendo <strong>de</strong> los siviles...<br />

La reina gitana charla, exagera y miente, y estoy seguro <strong>de</strong> que adivina que yo no le creo ni una palabra.<br />

¿Por don<strong>de</strong> contraban<strong>de</strong>aba, Anita?<br />

Por toda la Serranía. Una ves pasamos nueve dias "najando" po el pié a los civile... No dio alcanse el frio en el<br />

camino, las mulas <strong>de</strong> carga venían flojeando yá. Allá por la cuesta <strong>de</strong>l Gato <strong>de</strong>scargamo. La mula, rendida por la<br />

penosa jornada, con el lomo molío y dolorío, se revolcaban en lo blando, a su ancha, entre quejios <strong>de</strong> esa<br />

satisfasión que ningún otro aNimal conose.<br />

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EL MUNDO <strong>DE</strong>L F<strong>LA</strong>MENCO http://www.serrania<strong>de</strong>ronda.com/flamenco/cantaores.htm<br />

El frio prinsipaba a hasé la oreja. ¡Que nocha perra! La madrugada par<strong>de</strong>aba apenita, cuando uno <strong>de</strong> lo gitano,<br />

que se <strong>de</strong>spertó primero, <strong>de</strong>spertó a los otros. Como no acostamos vestio, no levantamos sin tardanza. Deaspués<br />

cada uno amontonó la prenda <strong>de</strong> su montura en que había dormido. Corría un viento <strong>de</strong>lgadito y ligero como un<br />

galgo y jelao <strong>de</strong> cortá la carne. La mula comensaron a enfilarse a la cola. Teníamo que pasá una serranía, tan<br />

temida en verano con lo solaso como en invierno, po el viento allí tirita <strong>de</strong> frio. Caminamo, caminamo...<br />

Hace una pausa. En seguida bebe, una tras otra, dis coas <strong>de</strong> cazalla.<br />

-Habiamo cumplío la mayó parte <strong>de</strong> trayecto. Toos estábamo bastante alegre. De pronto, a distansia, <strong>de</strong>visamos<br />

una lenta comitiva... En un cajonsito pintao <strong>de</strong> ver<strong>de</strong>, tierno, como la hojaprimera <strong>de</strong>l espinillo, y rosa, como la<br />

mejilla <strong>de</strong> lo infante sano, yasía un angelito <strong>de</strong> mi rasa. El padre <strong>de</strong>l finadito había convidao a la comitiva con<br />

mucha largesa, que se pasaron toíta la noche bailando. Para toos pudieran verle, lo llevaban <strong>de</strong>scubierto. La<br />

comitiva seguía sin sentí cansansio, grasia a la cazalla, que hase olvoda a las coplas <strong>de</strong> algún chusco, que hasía<br />

sonreí a las niñas y avergonzá a los mozos... En eso oimos: ¡Esperen; yo voy a ve el angelito!" Y los mísicos<br />

<strong>de</strong>jaron <strong>de</strong> tocá pa mirá, como toos venia la vos. En la cumbre aparesió una muje...<br />

¡No se vayan! –gritaba-. ¡Quiero verlo!... ¡No me <strong>de</strong>jen con el antojo!... A la vose <strong>de</strong> la gitana la comitiva se<br />

<strong>de</strong>tuvo un instante, y en la sierra todo fue espera. Pero la distansia , po la revuelta <strong>de</strong>l sen<strong>de</strong>ro, era larga...<br />

Hubo un momento <strong>de</strong> in<strong>de</strong>sisión... Alguno pensamo en la angustia <strong>de</strong> la encitá: no <strong>de</strong>bía quedá con ese<br />

pensamiento <strong>de</strong> mal agurio. Alguien dijo:<br />

No se pue esperar; es tar<strong>de</strong> ya. Y los músicos que habían aprovechao el arto pa echarse al coleto gran<strong>de</strong> trago<br />

<strong>de</strong> aguardiente, comensaron a tocá. -¡No me <strong>de</strong>jen con el antojo, no se vayan, ya los alcanso!-imploraba la<br />

cuitada.<br />

Pero sus voses fueron cubierta po el,parche, que resonaba como una mano <strong>de</strong>l dieblo... Y el cortejo se perdía...<br />

Entonses la madre, <strong>de</strong>seperá, en ve que tomá el sen<strong>de</strong>ro, comensó a bajá po la pendiente. Nadie quiso<br />

esperarla. Cuando la madre vió que la comitiva se alejaba, apresuró el <strong>de</strong>scenso; resbaló, y cayó... Bajaba como<br />

una bolita, rebotando <strong>de</strong> piedra en piedra hasta el, fondo. Cuando llegué tenía vía. Le dí una saliva mía po too el<br />

cuerpo y cargamo con ella. Serca <strong>de</strong> Tuba no salió al paso el capitán Villena con sus hombre. Y con la ayuda <strong>de</strong><br />

la enfermita, que con mi saliva se puso bien, emborrachamo como pellejo al capitán y su tropa, pasando nosotro<br />

la carga tan lindamente.<br />

Se arregla el mantón, se pasa la mano por los cabellos y comienza a cantar:<br />

"Manque toquen a rebato<br />

las campanas <strong>de</strong>l olvío,<br />

en mi no s’paga el fuego<br />

que tu queré ha ensendio.<br />

¡ Viva Ronda ¡<br />

Reina <strong>de</strong> los sielos,<br />

Flor d’Andalusía.<br />

¡Quien no t’ha visto que se ponga aquí!"<br />

Esta entrevista fue concedida por Ana Amaya Molina, "Aniya la Gitana", a D. José D. BENAVI<strong>DE</strong>S, periodista <strong>de</strong><br />

la Revista Gráfica Literaria <strong>de</strong> la Actualidad española y Mundial, Editada en Su. <strong>de</strong> Riva<strong>de</strong>neya. Fotos <strong>de</strong> Badosa.<br />

Revista "ESTAMPA", 24 <strong>de</strong> Junio <strong>de</strong> 1.930.<br />

"ANIYA <strong>LA</strong> GIT<strong>ANA</strong>"<br />

<strong>ANIL<strong>LA</strong></strong> <strong>LA</strong> <strong>DE</strong> <strong>RONDA</strong>. <strong>Nombre</strong> <strong>artístico</strong> <strong>de</strong> Ana Amaya Molina, conocida también como<br />

"Aniya la Gitana", nacida en Ronda, (Málaga), 1.855-1.933. Cantaora y guitrarrista, por lo que acosmbraba a<br />

cantar acompañandose ella misma con su guitarra. En su tyierra natal actuó en los cafés cantantes Fornos, La<br />

Primera <strong>de</strong> Ronda, y El Pollo, don<strong>de</strong> se cuenta que conoció a D. Antonio Chacón, y a la cantaora ron<strong>de</strong>ña Paca<br />

Aguilera, con los que volvió a coincidir, en1.890,<br />

en el Café <strong>de</strong> Chinitas, <strong>de</strong> Málaga. Otras anécdotas en su vida q ue dán razón a sus valores <strong>artístico</strong>s, son los<br />

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EL MUNDO <strong>DE</strong>L F<strong>LA</strong>MENCO http://www.serrania<strong>de</strong>ronda.com/flamenco/cantaores.htm<br />

siguientes: Pastora Imperio en su primera actuación en el Teatro Español, <strong>de</strong> Ronda, solicitó insistentemente<br />

conocerla, regalándole una bata <strong>de</strong> cola; la Reina Victoria Eugenia, con motivo <strong>de</strong> una fiesta íntima para la<br />

familia real, en la que cantó Anilla la <strong>de</strong> Ronda, obsequíó a la artista con un mantón <strong>de</strong> Manila; y Fe<strong>de</strong>rico<br />

García Lorca la citó, entre otras figuras <strong>de</strong>l cante, en su conferencia "Importancia Histórica y artística <strong>de</strong>l<br />

primitivo cante andaluz llamado Cante Jondo", leída en Granada, en 1.922.<br />

En 1.930, con setenta y cinco años, fue la figura más<br />

admirada <strong>de</strong> la semana Andaluza, en la Exposición <strong>de</strong><br />

Barcelona, que tuvo lugar en el Pueblo Español <strong>de</strong> la<br />

ciudad condal, acaparando la atención <strong>de</strong> la prensa y<br />

<strong>de</strong>l público, y cantando y bailando acompañada a la<br />

guitarra por Ramón Montoya.<br />

Entre los muchos reportajes que con tal motivo le<br />

<strong>de</strong>dicaron, creyendo que contaba ochenta y ocho años,<br />

<strong>de</strong>staca el aparecido en ESTAMPA –24-6-1.930-,<br />

firmado por D. José Benavi<strong>de</strong>s, en el que se narran<br />

algunos <strong>de</strong> sus recuerdos, como su <strong>de</strong>dicación al<br />

contrabando en su mocedad, sus éxitos en los cafés<br />

cantantes sevillanos, entre ellos El Burrero, y el Siete<br />

Revueltas <strong>de</strong> Málaga, así como con el torero Lagartijo y<br />

con el general Contreras.<br />

El periodista, que la <strong>de</strong>nomina "la reina <strong>de</strong> los gitanos",<br />

reseña: "La casa don<strong>de</strong> vive Anita Amaya, en Ronda, es<br />

un lugar <strong>de</strong> peregrinación. El Juez, el Alcal<strong>de</strong>, el<br />

Boticario, el registrador, Damas <strong>de</strong> alta y baja alcunia,<br />

todos <strong>de</strong>sfilan por su vivienda, archivo <strong>de</strong> sabiduría<br />

popular.<br />

Diariamente, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Barccelona, se telegrafía al secretario <strong>de</strong>l Ayuntamiento <strong>de</strong> Ronda, diciendo que la anciana<br />

gitana come bien, duerme poco y bebe mucho. También se telegrafía a los gitanos, que, impacientes ya, pi<strong>de</strong>n<br />

que regrese. Pero ella no quiere marcharse. Nuñez <strong>de</strong> Prado, en sum obra Cantaores Andaluces, le <strong>de</strong>dica un<br />

capítulo, en que glosa su cante por –Soleares y su vida "Esclava <strong>de</strong>l amor", <strong>de</strong>l que transcribimos el siguiente<br />

párrafo: "Ella siente el<br />

Arte como el corazón que más lo sienta, concibe la belleza como el cerebro constituido para concebirla mejor,<br />

siente las grandiosida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ese arte, como el alma que con más intensidad pueda sentirlas, pero su corazón, su<br />

cerebro y su alma, absolutamente humanos, en toda la hermosa acepción <strong>de</strong> esta palabra, sólo ven en su arte<br />

un vehículo para enviar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus entrañas al infinito toda la expresión <strong>de</strong> su exquisita ternura, <strong>de</strong> sus ansias<br />

<strong>de</strong> goces, <strong>de</strong> sus sueños <strong>de</strong> amor, <strong>de</strong> su ambición <strong>de</strong> cariño, ambición que guarda la primera y tal vez la sola<br />

finalidad <strong>de</strong> suvida, ambición que mueve todos sus actosy qye impulsa los resortes <strong>de</strong> su organismo.<br />

Eso es lo que la ha hecho más simpática aún mas que sus mismas cualida<strong>de</strong>s para el cante, y a eso se <strong>de</strong>be, en<br />

primer término, los triunfos <strong>artístico</strong>s que ha logrado y los aplausos que ha obtenido. Otra importante glosa <strong>de</strong><br />

su personalidad artística, la constituye el poema que le <strong>de</strong>dicó José Carlos <strong>de</strong> Luna, en su libro El Cristo <strong>de</strong> los<br />

Gitanos<br />

(R.P.P.)<br />

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Soleariyas atribuidas a Aniya La Gitana<br />

Me juegan consejo <strong>de</strong> Guerra<br />

Si me ven hablar contigo<br />

Primita, en la Puerta Tierra<br />

Yo te estoy queriendo a ti<br />

Con la misma violencia<br />

Que lleva el ferrocarril<br />

Copla <strong>de</strong> Aniya La Gitana<br />

Estoy viviendo en el mundo<br />

con la esperanza perdía,<br />

no es menester que me entierren,<br />

porque estoy enterra en vía.<br />

Yo no siento que te vayas,<br />

lo que siento es que te lleves<br />

la sangre <strong>de</strong> mis éntralas.<br />

Soleares y soleariyas atribuidas a Aniya la Gitana<br />

Si quieres saber mi nombre,<br />

El mío y el <strong>de</strong> mi hermana,<br />

Yo me llamo, me llamo<br />

Y ella se llama, se llama.<br />

La retama y la consulta<br />

En un vasito yo la metí,<br />

Todo me sabe a azúcar<br />

Cuando me acuerdo <strong>de</strong> ti.<br />

Es una escalera <strong>de</strong> vidrio<br />

Por una suben las penas<br />

Por otras bajan martirios.<br />

Tras <strong>de</strong> la cruz <strong>de</strong> la iglesia<br />

Vestía <strong>de</strong> un negro luto,<br />

Altas fatiguitas tiene<br />

El que no logra su gusto.<br />

En aquellas primera “chosilla”<br />

Estaban Perrengue y el Cuervo<br />

Miracielo y Maravilla.

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