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ANA AMAYA MOLINA, Nombre artístico de ANILLA LA DE RONDA ...

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<strong>ANIL<strong>LA</strong></strong> <strong>LA</strong> E <strong>RONDA</strong><br />

Es, acaso, el perfil que se <strong>de</strong>staca con tonos mas simpáticos en el valiente y vigoroso cuadro <strong>de</strong><br />

la solea, pero, tal vez la misma causa que engendra esas simpatías, Ie hace aparecer como fuera<br />

<strong>de</strong> su cuadro.<br />

Es innegable que su ten<strong>de</strong>ncia artística la impulso cultivar ese canto, pero la excesiva ternura<br />

que constituye el fondo <strong>de</strong> su temperamento, no encaja <strong>de</strong> un modo completo en las<br />

rotundida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> un estilo que solo admite las dulzuras exclusivas a trueque <strong>de</strong> ir acompañadas<br />

<strong>de</strong> los radicalismos <strong>de</strong> un carácter nacido para imponerse. Y en la cantaora ron<strong>de</strong>ña no caben<br />

esos radicalismos porque, al contrario <strong>de</strong> la artista que la prece<strong>de</strong>, Anilla es mujer ante todo y<br />

sobre todo.<br />

Ella siente el arte como el corazón que mas lo sienta, concibe la belleza como el cerebro<br />

constituido para concebirla mejor, siente las grandiosida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ese arte, como el alma que con<br />

mas intensidad pueda sentirlas, pero su corazón, su cerebro y su alma, absolutamente humanos,<br />

en toda la hermosa acepción <strong>de</strong> esta palabra, solo ven en su arte un vehiculo para enviar <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

sus entrarías al infinito toda la expresión <strong>de</strong> su exquisita ternura, <strong>de</strong> sus ansias <strong>de</strong> goces, <strong>de</strong> sus<br />

sueños <strong>de</strong> amor, <strong>de</strong> su ambición <strong>de</strong> cariño, ambición que guarda la primera y tal vez la sola<br />

finalidad <strong>de</strong> su vida, ambición que 'mueve todos sus actos y que impulsa todos los resortes <strong>de</strong> su<br />

organismo.<br />

Como la inmensa mayoría <strong>de</strong> los corazones nacidos para el amor y nada mas que para el amor,<br />

que hacen <strong>de</strong> la pasión un cuIto y un dios <strong>de</strong>l ser a quien adoran, el corazón <strong>de</strong> esta cantaora ha<br />

tenido que llorar un mar <strong>de</strong> sangre por cada lagrima <strong>de</strong> placer, ha pagado con una eternidad <strong>de</strong><br />

sombras el goce <strong>de</strong> un solo instante <strong>de</strong> luz, ha bebido torrentes <strong>de</strong> acibar por cada una <strong>de</strong> las<br />

escasas gotas <strong>de</strong> miel que ha podido saborear, ha pa<strong>de</strong>cido siglos <strong>de</strong> infierno por un minuto <strong>de</strong><br />

gloria.<br />

Eso es lo que la ha hecho mas simpática aun que sus mismas cualida<strong>de</strong>s para el canto, y a eso<br />

<strong>de</strong>be, en primer termino, los triunfos <strong>artístico</strong>s que ha logrado y los aplausos que ha obtenido.<br />

Pue<strong>de</strong> asegurarse que su <strong>de</strong>sgracia Ie ha servido <strong>de</strong> pe<strong>de</strong>stal.<br />

Y, tanto por la naturaleza <strong>de</strong> las contrarieda<strong>de</strong>s y <strong>de</strong> los sufrimientos que ha experimentado<br />

como por las refinadas exquisiteces <strong>de</strong> su alma para sentir la ternura lo mismo que por la<br />

influencia <strong>de</strong>l ambiente que respiro <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus primeros pasos en la doble existencia <strong>de</strong> la pasión<br />

y <strong>de</strong>l arte, Anilla hubiera, indiscutiblemente, sentido mas las dulces quejas <strong>de</strong>l estilo <strong>de</strong> Málaga,<br />

sus vagas melancolías, las tiernas vibraciones <strong>de</strong> sus tonos apasionados, que las varoniles<br />

rotundida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la solea.<br />

Con ese estilo se avienen mal, lo mismo el temple <strong>de</strong> su alma que los azares <strong>de</strong> su vida; igual su<br />

manera <strong>de</strong> sonar que su modo <strong>de</strong> pa<strong>de</strong>cer; tanto la naturaleza <strong>de</strong> sus fugaces placeres como la<br />

índole <strong>de</strong> sus constantes dolores; en el mismo grado el carácter especial <strong>de</strong> su constitución<br />

orgánica que la influencia, rara vez estéril <strong>de</strong>l país o <strong>de</strong> la comarca don<strong>de</strong> vio la luz.<br />

Nacida en Ronda, como claramente lo indica su nombre <strong>de</strong> guerra, Ie hubiera sido punto menos<br />

que imposible substraerse a los dominadores efectos <strong>de</strong>l género <strong>de</strong> cante peculiar <strong>de</strong> aquel<br />

rincón <strong>de</strong> la región andaluza, canto que, como es lógico suponer, se aproxima mucho mas al<br />

estilo malagueño que al que prefirió cultivar la simpática cantaora. Las notas <strong>de</strong> ese cante<br />

arrullaron su sueno en la cuna, las melancólicas tonalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la ron<strong>de</strong>ña formaron en su<br />

corazón infantil los primeros estrillos <strong>de</strong>l puente por el que mas a<strong>de</strong>lante hubo <strong>de</strong> atravesar el<br />

inmenso torrente <strong>de</strong> ternura que había <strong>de</strong> tener fecundo manantial en el alma <strong>de</strong> la mujer; y<br />

como tenia que ocurrir forzosamente, todas estas causas, en complicidad con los sucesos y<br />

ayudadas po<strong>de</strong>rosamente por la psicología propia <strong>de</strong> la artista, <strong>de</strong>terminaron el único efecto<br />

posible: su estilo se resintió siempre <strong>de</strong> la influencia incontrastable <strong>de</strong> esas causas.<br />

No es esto <strong>de</strong>cir que no sintiera la solea: la sentía puesto que triunfo. Pero la sentía a su modo,<br />

Ie daba el tinte peculiar <strong>de</strong> su sentimiento enteramente femenino Ie imprimía el sello

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