Tres reacciones ante el pesebre - La Red del Camino
Tres reacciones ante el pesebre - La Red del Camino
Tres reacciones ante el pesebre - La Red del Camino
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>Tres</strong> <strong>reacciones</strong> <strong>ante</strong> <strong>el</strong> <strong>pesebre</strong><br />
Alberto Castro<br />
RdC Costa Rica<br />
Un periodista escribió una vez, "<strong>La</strong> Navidad va más allá de toda lógica. O se trata<br />
de la más grande falsedad o es la cosa más cierta en todo <strong>el</strong> mundo. Se trata de<br />
aceptar que <strong>el</strong> Dios de toda la creación vino a este mundo en forma de un bebé”.<br />
Otro autor ha dicho, "El asunto de la encarnación es un asunto crucial a la fe<br />
cristiana. Si este hecho no es cierto, entonces debemos encarar <strong>el</strong> problema de<br />
que no podemos saber cómo ser salvos, ni cómo vivir o aún cómo pensar acerca<br />
de Dios". Este concepto básico de la encarnación es tan escandaloso, que si no es<br />
verdad, entonces nada d<strong>el</strong> cristianismo es tampoco verdad. Sin embargo, en <strong>el</strong><br />
Siglo I las expectativas de un Mesías que habría de venir estaban en su punto<br />
máximo. Los Romanos gobernaban al pueblo judío y, naturalmente, los judíos<br />
odiaban esta situación. Ansiaban librarse d<strong>el</strong> pesado yugo d<strong>el</strong> Imperio Romano de<br />
modo que estaban atentos a la aparición de un Mesías militar --un libertador<br />
político (Sal. 2; Isa 11,12; Dan 7).<br />
Aunque algunos veían en Jesús a su poderoso Rey-Guerrero, su misión y manera<br />
de llevarla a cabo eran diferentes, lo cual confundió y desilusionó a muchos judíos, e incluso a<br />
algunos de sus discípulos. Todos lo miraban con expectativas, unos verían cumplidas sus<br />
esperanzas, mientras que otros las verían desaparecer.<br />
Reacciones en torno al <strong>pesebre</strong><br />
Cuando Jesús nació en B<strong>el</strong>én de Judea en días d<strong>el</strong> rey Herodes, vinieron d<strong>el</strong> oriente a Jerusalén unos<br />
magos, diciendo, “¿Dónde está <strong>el</strong> rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estr<strong>el</strong>la hemos visto en<br />
<strong>el</strong> oriente, y venimos a adorarle. Oyendo esto, <strong>el</strong> rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. Y al<br />
ver la estr<strong>el</strong>la, se regocijaron con muy grande gozo. Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre<br />
María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y<br />
mirra” (Mat 1:2-3; 10-11).<br />
Los seres humanos de acuerdo a la cultura, la herencia y los intereses, solemos reaccionar de<br />
muchas e inesperadas maneras al nacimiento de Jesús. Muchas personas que reaccionan con euforia<br />
<strong>ante</strong> la noticia de tener en sus manos un billete de lotería premiado, de un embarazo, o por haber<br />
conseguido <strong>el</strong> trabajo de sus sueños y,<br />
sin embargo, son indiferentes al<br />
mensaje de la Navidad. Veamos tres<br />
<strong>reacciones</strong> diferentes en <strong>el</strong> primer siglo<br />
<strong>ante</strong> la encarnación para luego<br />
colocarnos según nuestra propia<br />
actitud hacia <strong>el</strong>la. Porque si este<br />
asunto es tan import<strong>ante</strong> que la<br />
veracidad de la fe cristiana descansa<br />
en <strong>el</strong>, tenemos que lidiar, tarde o<br />
temprano, con lo que nosotros<br />
realmente pensamos y creemos sobre<br />
<strong>el</strong>.<br />
<strong>La</strong> actitud de Herodes: Temor<br />
“Oyendo esto, <strong>el</strong> rey Herodes se turbó,<br />
y toda Jerusalén con él” (Mat 2:3).<br />
El Mesías siempre tendrá oposición.