las fiestas santas de dios - Iglesia de Dios Unida, una Asociación ...
las fiestas santas de dios - Iglesia de Dios Unida, una Asociación ...
las fiestas santas de dios - Iglesia de Dios Unida, una Asociación ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
14<br />
Las <strong>fiestas</strong> <strong>santas</strong> <strong>de</strong> <strong>Dios</strong><br />
<strong>de</strong> <strong>Dios</strong> iba a ser ofrecido como sacrificio por el pecado, porque “somos<br />
santificados mediante la ofrenda <strong>de</strong>l cuerpo <strong>de</strong> Jesucristo hecha <strong>una</strong> vez<br />
para siempre. Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando<br />
y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pue<strong>de</strong>n<br />
quitar los pecados; pero Cristo, habiendo ofrecido <strong>una</strong> vez para siempre<br />
un solo sacrificio por los pecados . . . con <strong>una</strong> sola ofrenda hizo perfectos<br />
para siempre a los santificados” (Hebreos 10:10-14). Cuando nos arrepentimos<br />
y somos bautizados, <strong>Dios</strong> nos perdona por medio <strong>de</strong>l sacrificio <strong>de</strong><br />
Cristo; entonces recibimos el Espíritu Santo y <strong>Dios</strong> nos “santifica” —nos<br />
aparta— para que vivamos en obediencia a él.<br />
Comer el pan <strong>de</strong> la Pascua significa que enten<strong>de</strong>mos que Jesucristo<br />
quitó <strong>de</strong> en medio el pecado “por el sacrificio <strong>de</strong> sí mismo” (Hebreos<br />
9:26). Él estuvo dispuesto a sufrir <strong>una</strong> muerte atroz por nosotros; en su<br />
cuerpo y en su mente llevó el sufrimiento que trae el pecado.<br />
El sacrificio <strong>de</strong> Jesucristo también está estrechamente ligado con<br />
nuestra sanidad. Con relación a esto, el apóstol Pedro escribió que<br />
Cristo “llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el ma<strong>de</strong>ro,<br />
para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a<br />
la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados” (1 Pedro 2:24). Siglos<br />
antes, Isaías profetizó acerca <strong>de</strong>l sufrimiento que Jesús pa<strong>de</strong>cería por<br />
nosotros: “Ciertamente llevó él nuestras enfermeda<strong>de</strong>s, y sufrió nuestros<br />
dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>, y<br />
abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros<br />
pecados; el castigo <strong>de</strong> nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos<br />
nosotros curados” (Isaías 53:4-5).<br />
En Mateo 8:16-17 se hace referencia a algunos <strong>de</strong> los milagros <strong>de</strong><br />
sanidad que hizo Jesús. Él ayudó a “muchos en<strong>de</strong>moniados; y con la<br />
palabra echó fuera a los <strong>de</strong>monios, y sanó a todos los enfermos; para que<br />
se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: Él mismo tomó<br />
nuestras enfermeda<strong>de</strong>s, y llevó nuestras dolencias”.<br />
Las curaciones milagrosas que Jesús realizó fueron parte <strong>de</strong>l<br />
cumplimiento <strong>de</strong> su misión como el Re<strong>de</strong>ntor prometido. Y a<strong>de</strong>más<br />
<strong>de</strong> mostrar su compasión y sensibilidad, estos milagros mostraron que<br />
tenía autoridad para perdonar pecados (Mateo 9:2-8). ¡El pecado trae<br />
sufrimiento! El sacrificio <strong>de</strong> Cristo hace posible la sanidad completa al<br />
aliviar y eliminar los sufrimientos físicos, mentales y emocionales que<br />
son el resultado <strong>de</strong> nuestros pecados.