las fiestas santas de dios - Iglesia de Dios Unida, una Asociación ...
las fiestas santas de dios - Iglesia de Dios Unida, una Asociación ...
las fiestas santas de dios - Iglesia de Dios Unida, una Asociación ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
28<br />
Las <strong>fiestas</strong> <strong>santas</strong> <strong>de</strong> <strong>Dios</strong><br />
Por medio <strong>de</strong> este milagro y la predicación inspirada <strong>de</strong> Pedro, <strong>Dios</strong><br />
agregó 3.000 personas a su iglesia en ese día. Todas el<strong>las</strong> fueron bautizadas<br />
y recibieron el Espíritu Santo (vv. 40-41). Des<strong>de</strong> ese importantísimo<br />
acontecimiento, el Espíritu <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> ha estado accesible a todos los que<br />
verda<strong>de</strong>ramente se arrepienten y son bautizados en forma apropiada. La<br />
Fiesta <strong>de</strong> Pentecostés es un recordatorio anual <strong>de</strong> que <strong>Dios</strong> <strong>de</strong>rramó su<br />
Espíritu para establecer su iglesia, la cual es el conjunto <strong>de</strong> personas que<br />
son guiadas por ese Espíritu.<br />
Por qué necesitamos el Espíritu Santo<br />
Como humanos, seguimos cometiendo pecado, no importa cuánto<br />
nos esforcemos por no hacerlo (1 Reyes 8:46; Romanos 3:23). Conociendo<br />
esta innata <strong>de</strong>bilidad humana, <strong>Dios</strong> dijo: “¡Quién diera que<br />
tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos<br />
mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para<br />
siempre!” (Deuteronomio 5:29).<br />
Aquí <strong>Dios</strong> nos hace ver que el problema <strong>de</strong>l hombre está en su<br />
corazón. El conocimiento teórico <strong>de</strong> la ley no nos da la capacidad para<br />
pensar como <strong>Dios</strong>. De hecho, sin el don especial <strong>de</strong>l Espíritu Santo<br />
es absolutamente imposible que comprendamos <strong>las</strong> cosas espirituales<br />
(1 Corintios 2:11); tampoco po<strong>de</strong>mos obe<strong>de</strong>cer a <strong>Dios</strong> ni apren<strong>de</strong>r a<br />
pensar como él piensa.<br />
La forma <strong>de</strong> pensar <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> produce paz, felicidad y sincera preocupación<br />
por el bienestar <strong>de</strong> otros. En cierta ocasión, Jesús citó el meollo<br />
<strong>de</strong> la ley <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>: “El primer mandamiento <strong>de</strong> todos es: Oye, Israel; el<br />
Señor nuestro <strong>Dios</strong>, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu <strong>Dios</strong> con<br />
todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus<br />
fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante:<br />
Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor<br />
que éstos” (Marcos 12:29-31). Estas citas son <strong>de</strong> Deuteronomio 6:4-5 y<br />
Levítico 19:18. Con esto, Jesús confirmó que <strong>las</strong> Escrituras que nosotros<br />
conocemos como el Antiguo Testamento se basan en estos dos gran<strong>de</strong>s<br />
principios <strong>de</strong>l amor (Mateo 22:40).<br />
El fundamento <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> es el amor (Romanos 13:8-10;<br />
1 Tesalonicenses 4:9). <strong>Dios</strong> nos ha dado sus mandamientos porque nos<br />
ama. El apóstol Juan, dirigiéndose a algunos <strong>de</strong> los que tenían el Espíritu<br />
Santo, escribió: “En esto conocemos que amamos a los hijos <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>,