PROD. - Funcas

668 TARRAGONA.
dolé el sucesor de San Dámaso , el papa Silicio, le previno
comunicase aquellas resoluciones pontificias, no solo á los
obispos de su prov. sino á todos los de España. Aun sigue
otro vacío á la memoria de llimerio. y después de querer
atribuir algunos esta igl. un Patruino, Patérrimo ó Patnmio
que era obispo de Mérida ; después de cierto Hilario que
ocasionó la decretal de San Inocencio I, antes del año iu'.í,
cuyo prelado es mas tolerable entre los Tarraconenses,
porque al fin lo apoya una débil congetura, nada podemos
asegurar, hasta que un documento de igual naturaleza al que
nos ha acreditado el nombre y la dignidad de llimerio, nos
comprueba la prelacia de Ascanio en 465. Algunos colocan
después á Emiliano, que tampoco es auténtico, y sigue un
vacio hasta principios del siglo VI, en que se hallaba presidiendo
Juan, y aparecen los concilios propios de la provincia
, que fue la primera en celebrar los particulares-, el
metropolitano Juan reunió un concilio dé sus sufragáneos en
6 de noviembre del año 516. Este arzobispo abunda de memorias.
También sabemos por los concilios el nombre de
Sergio, que hubo de presidir este arzobispado desde antes
del año 535, hasta después del 546. No es auténtico el arzobispo
Agnelo que le han dado algunos por sucesor.
Al ¡abo liosísimo Florez debemos la noticia de Tranquilino,
ob. auténtico en 560, no mencionado en ninguno de los catálogos
de los metropolitanos de Tarragona antes que él lo
descubriese. Esclúyese al arz. Falúa*, de quien no consta.
Después aparece Artemio, que presidió desde antes del 389
hasta después del 502. No consta Eufemio, que á continuación
se menciona. Asiático ocupaba la sede en 509. Ensebio
presidió desde antes del 610 hasta cerca del 632 , dejando
numerosas é interesantes memorias. Andax habia sucedido
á Ensebio en 636, y á este sucedió Protasio en 637: permanecía
aun en 646. Sé desconoce el que á continuación obtuvo
la sede, y desde antes del 680 hasta después del 688 la
ocupó Ciprian, del que existen varias memorias encarecedoras
de su nombre. Vera le habia sucedido antes del 693,
en que asistió al concilio XVI de Toledo. No se puntualiza
el tiempo en que presidió Jorge.
Se siguió la irrupción sarracena; y aunque nos ha resultado
en la precedente parte de este art. histórico, no ser
cierto que los invasores arruinasen furiosos esta c. completamente,
segun lo aseguran muchos, no vuelve á aparecer
mención alguna de su prelado, como sucede con otras ciudades
, sea'(pac permaneciesen en ellas bajo las garantías
que en la rendición se estipularan, ó ya que trasladándose
á puntos de mayor seguridad, fuesen" peregrinando con el
título. Sospechamos que esta misma falta de memorias haya
sido el principal inductivo á creer la supuesta destrucción
de Tarragona , pero sin necesidad de tanto se satisface á
este silencio: también ¡ludieron sufrir el pastor y el vecindario
lo bastante para que faltase esta sede, y sin embargo
prevalecer la c. hecha musulmana-, pudo ser menor su resistencia
que la de Ansa; pudo ser menor el encono de los
vencedores; pudieron tener estos otras miras sobre Tarragona
y conservarla en su poder.
En el año 1071 el conde D. Borrel de Barcelona, deseando
volver la autoridad metropolitana al Principado para la
mavor independencia de su Iglesia , consiguió del papa
Juan Xlll la unión de este arz. á la igl. de Vich para mien­
tras se conquistaba Tarragona. Esta disposición quedó no
obstante sin efecto. Ya hemos visto en otra parte como la
restauración de esta silla fue mas tarde el móvil de la reconquista
y reedificación de esta c. Berenguer, ob. de Vich,
anhelando el titulo que no habia podido realizar su antecesor
Atton , lo solicitó del papa Urbano II, corno la conquista
y restauración de Tarragona, como ya queda referido (1088),
y en su consecuencia en 1091 obtuvo el palio.
También hemos visto como sin razón se atribuye la empresa
de esta restauración al arzobispo de Toledo Bernardo:
afiirman que por ministerio de este fueron á un mismo tiempo
dedicadas las igl'. de Tarragona y de Toledo ; y quo por
ello, aunque Tarragona estaba mas desierta, dentro de breve
tiempo el mismo Urbano la proveyó de pastor, y fue
creado arzobispo el referido Berenguer. Pero todo esto es
.nesacto como nos ha resultado antes, y debemos recordar
aquí, por si se quiere aducir por prueba sobre la primacía
á favor de Toledo. ¿Añadiremos algo aun á lo que en otra
parte dejamos dicho acerca de esta cuestión interminable?
El Rmo. Florez, habiendo entrado de lleno en ella, y examinado
todas las razones espueslas por ambas partes , espresa
parecerle existir un derecho en la igl. de Tarragona, cual
en otra ninguna; apesar de que los arzobispos de Toledo, ya
desde el citado Bernardo, hayan obtenido bula pontificia del
mismo restaurador de la dignidad de Tarragona. Urbano II,
para que reconociese esta por primado al Toledano. Lapro-
. funda erudición é imparcial juicio de este varón insigne nos
i esó'tisa la penosa tarea de reproducir tantos documentos y
i observaciones que le dieron este resultado ; el cual aclara
j luego, esponiendo la ant. independencia de las prov. entre
I si, deduciendo de ella el empeño con que han rechazado y
rechazan toda idea de superioridad mutua. «Tarragona (dice
al último) tuvo un derecho á legítima primacía sobre diversas
prov. cuan no muestran las demás prov.... Tarragona
tuvo derecho de preceder á metropolitanos de diversas
prov., como mas ant. que ellos , y como obispos de igl. que
reconocieron á Tarragona por matriz. Estas fueron las de
Galicia y de la Cartaginense que en lo ant. camponian con su
cap. la "prov. de la España Citerior , y separadas debian reconocer
como primera la igl. y prelado de la matriz, y esto
era constituirle primado.» tal es, en efecto, el resultado de
las razones emitidas por Tarragona; pero ¿no seria mas digno
de las partes contendientes , mas propio de su carácter
evangélico, esponer otras que hay aun no lomadas en cuenta,
y que son las mas poderosas, haciendo contra la pretensión"
común? El infante 1). Juan, arzobispo de Toledo , y D.
Pedro de Luna, que lo era de Zaragoza , ¿qué disgustos no
produjeron en Aragón el año 1320 por estas diferencias?
¿No llegaron las mismas casi á esponer la suerte de los reinos
de Aragón y de Castilla en Tarazona, dando lugar á mil
escándalos? Este es el resultado de las cosas que llegan á
desnaturalizarse-, no dejaba de ser todo por una vanidad
ciertamente no enseñada por Jesucristo.
El obispo de Barcelona, I). Ramón no obtuvo lo sede Tarraconense,
como pretenden algunos, interponiéndolo á Berenguer
y á San Oldegario, que fue el verdadero restaurador
de esta c. Habiendo presentado ya los pormenores concernientes
á la igl., al referir la restauración de la c, como inseparables,
escusamos aqui repetirlos. D. Gregorio, sucesor
de Oldegario, murió en 1146 ; D. Bernardo Tort, que murió
en 1163; D Hugo de Cervellon, asesinado en 1171; D. Guillermo
de Torroja , que murió en 1174; D. Berenguer de Vilademils.
asesinado por D. Ramón de Moneada en 1193; Don
Ramón de Castelltersos. que murió en 1198; D. Ramón de
Rocaberti en 1215; I). Spargo Barca en 1233; D. Guillermo
de Mongri. en 1230; I). Pedro de Albalat, en 1231; D. Benito
de Rocaberti, en 1268; D. Bernardo deOlivella, en 1291;
I). Rodrigo Tello , en 1308 ; D. Guillermo de Rocaberti , en
1316; D. Gimeno de Luna , trasladado á Toledo en 1327 : D.
Juan de Aragón, que murió en 1334 ; D. Arnaldo Cescomes,
en 1346; D. Frav Sancho López de Averbe, en 1357 ; D.
Pedro Clasquez, én 1380; D. Iñigo de Valterra; en 1408; D.
Pedro Zagarriga, en 1418; D. Dalmacio de Mur, trasladado
á Zaragoza , en 1431 ; D. Gonzalo de Ixart, que murió en
1433 ; D. Domingo Ramos, en 1445 ; D. Pedro de Urrea , en
1489; 1). Gonzalo Fernandez de Heredia, en 1511; D. Alonso
de Aragón, en 1514; D. Pedro de Cardona , en 1530; D.
Luis de Cardona, en 1532; D. Gerónimo Doria , en 1558; D.
Fernando de Loaces, trasladado á Valencia en 1567 ; D.
i Bartolomé Sebastian de Aroito. que murió en 1568; D. Gaspar
Fernandez de (laeta . en 1573; 1). Antonio Agustin , en
1586; I). Juan Teres, en 1603; I). Juan Vich v Manrique , en
1644; D. Juan de Moneada , en 1622; I). Juan de Hoces, en
1626 ; D. Juan de Guzman , trasladado á Zaragoza en 1633;
D. Antonio Pérez, que murió en 1637; D. Francisco de Roías
, trasladado á Avila en 1664; D. Juan Manuel Espinosa,
que murió en 1679; D. Frav José Sanchiz, en 1604; D. Fray-
José Lliuás, en 1710; D. Miguel Taverrier, en 1721 ; 1). .Manuel
Samaniego, trasladado a Rúrgos en 1728; ü. Pedro Copons
de Copons , que murió en 1753; D. Juan de Cortada,
en 1762 ; I). Lorenzo Despuig . en 1764 : D. Juan Lario , en
1777; D. Joaquin Santian , en 1783 ; D. Fray Francisco Armañá
, en 1803 ; 1). Romualdo Mon , trasladado á Sevilla en
1816 ;' 1) Antonio Bergosa , que murió en 1819 ; D. Jaime
Creus y Marti, en 1825, y D. Antonio Fernando de Echanove,
nombrado en 1826 ," que actualmente (1819, gobierna
esta iglesia.