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EL MUNDO
MIÉRCOLES 23/06/2010
MUERTOS
17 Es la nueva cifra de decesos.
La mayoría (15)
por la quema del microbús
y dos por ametrallamiento
de otro.
MAYBEL HERNÁNDEZ
DIARIO EL MUNDO
Eeran las 5:30 de la tarde,
cuando ya había cumplido
con mis horas laborales, como
todos los días. Por no aligerar
el paso, no logré abordar
el microbús que estaba
en la parada. Desde allí, el
destino me había hablado.
En una populosa parada decidí abordar
el siguiente microbús de la ruta 47. La
unidad de transporte en la que viví el episodio
más violento y que cambió mi vida
por completo.
El bus iba bien lleno en todo el trayecto.
Un niño pequeño iba inquieto en todo el
camino, ya iba disgustado. Otras personas
iban hablando por celular y otras que no
eran conocidas hablaban entre sí de lo dura
que estaba la vida.
La rutina del viaje se rompió cuando entramos
al municipio de Mejicanos. La gen-
NACIONAL
MATANZA
DELhorror
HERIDOS DETENIDOS
Quedan tres víctimas
16
Personas resultaron
con quemaduras
de gravedad y
reciben atención en
hospitales.
RELATOS DE SOBREVIVIENTES
Se salvaron de milagro
Diario El Mundo logró colectar las historias de
tres víctimas de los pandilleros que prendieron
fuego a un microbús en Mejicanos. Dos relatos
exponen la suerte que corrieron dos de
los que viajaban en el vehículo y que, a pesar
de las llamas lograron sobrevivir. El tercer
relato contiene los sentimientos y reflexiones
de un hombre que perdió a su esposa en el
trágico incidente del pasado domingo
EL DESTINO HABLÓ
“Escuché los gritos de
la muerte bien cerca”
te se iba bajando en cada parada, ya solo
íbamos como unas 25 personas cuando en
una parada se subieron unos hombres que
con solo verlos eran mareros.
Se subió un chamaco, los otros no entraron
por completo al microbús. El motorista
ya no avanzó y les pidió el pasaje, pero
no le querían pagar, entonces sacó una
pistola y lo amenazó con ella.
El motorista, para no quedarse intimidado,
le decía: matame pues hijue... eso encandiló
más rápido a los hombres y mató al
motorista. Luego comenzaron a dispararle
a los pasajeros.
Recuerdo que el asesino le daba órdenes
a otro otro hombre: “¡dale fuego, dale fue-
go a esta mier...!”, le decía.
Fue entonces cuando
otro de los pandilleros
comenzó a disparar.
Los gritos de la gente,
de los niños con miedo
eran terribles. Escu-
8Pandilleros activos
son señalados de
quemar el microbús.
Cinco son adultos y
tres menores.
en Cuidados Intensivos
El doctor Juan Arnulfo Duarte, jefe de la
UCI del hospital Rosales, informó, sobre
la muerte de Elías Antonio Gómez, de
24 años. Su deceso se registró a las 7:50
a.m. ayer. La víctima presentaba quemaduras
de tercer grado en más del 60% de
su cuerpo.
ché los gritos de la muerte de cerca… Todos
queríamos salir, pero nos empujaban
más para adentro. Todos estábamos bien
apuñados, pensé que allí me iba a morir.
Cuando inició la balacera, otro sujeto
apareció y le comenzaron a echar gasolina
al bus.
Ese olor a combustible lo tendré presente
siempre, era olor a muerte.
Cuando le prendieron fuego. Yo ya me
iba a salir, pero no pude porque una señora
me agarró del pie y me caí en la grada.
Yo ya estaba quemándome, pero logré
bajarme a rastras sin que me vieran, porque
a todo el que se bajaba le disparaban.
A unos pocos metros me encontré un
motorista conocido que me ayudó y me llevó
a un hospital.
No recuerdo bien qué pasó después.
Me veo el cuerpo todo quemqado. Estoy
“Los gritos de la gente, de los niños
con miedo eran terribles... Dicen que
ya agarraron a los que nos hicieron
esto, pero no creo que sea verdad”.
Ocho militantes del partido
ARENA entre las víctimas
La ex vicepresidenta de la República, Ana
Vilma de Escobar, llegó al hospital Rosales
para acompañar a los familiares de un
fallecido, ya que éste y otros siete más
son militantes de su partido. De Escobar
dijo que se les brindará la ayuda necesaria
a las familias dolientes.
irreconocible. Me duelo todo. No puedo
dormir bien.
Los doctores dicen que un 40% de las
quemaduras son de segundo y tercer grado.
No sé lo que significa, solo sé que duele
mucho.
No me puedo levantar solo de la cama.
Siempre me ayudan para hacerlo.
Siento una angustia extraña, desdicha e
impotencia por tener todas estas quemadas.
La piel se me desprende y algunas partes
de mi cuerpo están rojas e hinchadas.
Yo les digo a los señores de Justicia y Seguridad
y al señor Presidente que hagan
algo para detener la ola de violencia que
vivimos.
Deberían de estar más pendientes de la
población. La delincuencia ya se salió del
huacal y necesitamos que el gobierno nos
cumpla. Es algo que ya no se aguanta más.
La población decente salimos por necesidad,
para trabajar, pero esto está muy peligroso
y no dan ganas de salir.
Tengo miedo por mi vida y por mi familia.
Dicen que ya agarraron a los que nos hicieron
esto, pero no creo que sea verdad.
Están sueltos y todavía nos pueden matar.