Libro Oficial de la XVII Cumbre Iberoamericana - Segib

Presentación
Las experiencias exitosas y los fracasos de los últimos decenios no
han ocurrido en vano: nos han dejado lecciones, a veces dolorosas,
sobre las que debemos refl exionar.
Necesitamos un mercado que asegure el crecimiento y un Estado
que distribuya los benefi cios del crecimiento a toda la población a
través de políticas públicas. Un Estado comprometido con la vigencia
de las libertades fundamentales, pero también con la búsqueda de
una mayor igualdad en el acceso a las oportunidades de progreso. Un
Estado capaz de responder a las aspiraciones de sus ciudadanos, y de
aprovechar los desafíos de la globalización en benefi cio de su gente.
Junto a la mano invisible del mercado precisamos la mano visible del
Estado que asegure la justicia y la solidaridad.
Majestad, Señoras y Señores Jefes de Estado y de Gobierno:
Es fundamental para la credibilidad de estos encuentros que se alcancen
logros que lleguen a la gente y sean percibidos como merecidas
conquistas. Me voy a referir sólo a dos de ellas.
Por primera vez en nuestra historia, el Convenio Iberoamericano de
Seguridad Social, permitirá que a cualquier trabajador se le reconozca
su tiempo de cotización en cada uno de los países iberoamericanos
para las prestaciones de vejez, invalidez o accidentes de trabajo.
En una primera estimación, este Convenio que ustedes habrán de
considerar benefi ciará a más de cinco millones de personas.
También este año hemos celebrado, a propuesta de la Presidenta
de Chile, la primera Reunión Ministerial de Género, para aprobar la
Agenda Iberoamericana de Igualdad y las políticas que hagan de la
discriminación un residuo del pasado.
El combate que usted, Señora Presidenta, y tantas mujeres de nuestra
región han librado, es el mismo de aquel bibliotecario de Barrancabermeja
evocado por Laura Restrepo, cuando animaba a los
escolares a entrevistar “a sus maestras, a la médica del puesto de
salud, a esa hermana de ustedes que estudia en la universidad, a
esa otra hermana, la que está trabajando porque no pudo estudiar.
12
Ésas son las mujeres célebres de este país, las que dan motivo para
celebrar”.
Ésa es la misma dignidad que profesó aquella señora alta que con
vestidos muy largos y zapatos de taco bajo llegó, desde las regiones
magallánicas a hacerse cargo del Liceo de Niñas de Temuco, Doña
Gabriela Mistral.
Éste es, también, el tiempo de los reconocimientos.
Reconocimiento a usted, Majestad, por su apoyo permanente al proyecto
iberoamericano y por estos 17 años de compromiso con la libertad,
con la solidaridad y con la amistad con los pueblos de Iberoamérica,
con sus sueños y con sus luchas.
Desde América, reconocimiento a Portugal por su ilustrada y efi caz
Presidencia de la Unión Europea. Les hemos sentido muy cerca y
ciertamente que su acción redundará en una exitosa Cumbre de Europa
con América Latina y el Caribe el próximo año en el Perú.
Y es, fi nalmente, el tiempo de las promesas para una Iberoamérica
que se dispone a conmemorar, unida, la gesta independentista, y que
considera el inicio de las celebraciones de los Bicentenarios como
un factor de unión y de trabajo futuro para nuestro desarrollo económico
y social, cuyo mejor testimonio será el de formar desde ya
a la generación de jóvenes mejor preparada de nuestra historia. ¡La
generación del Bicentenario! Ésa será la mejor celebración de 200
años de vida independiente, de lucha por conquistar la libertad y los
valores democráticos.
Será la ocasión para que nosotros, iberoamericanos, que consideramos
el mestizaje como un activo propio, reconozcamos la dignidad
y la diversidad de los pueblos indígenas y afrodescencientes, como
una multitud de ventanas abiertas al mundo, que sentimos orgullosamente
nuestras. Pueblos que debemos apoyar decididamente para
que, con respeto de cultura y valores, alcancen los niveles de desarrollo
económico y social al que aspiran.
XVII-Chile.indd 12 3/3/08 11:57:51