Sudáfrica 2010 - Diariodemallorca - Diario de Mallorca
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<strong>Diario</strong> <strong>de</strong> <strong>Mallorca</strong> ■ Viernes, 11 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> <strong>2010</strong> <strong>Sudáfrica</strong> <strong>2010</strong><br />
La Opinión <strong>de</strong>...<br />
MATÍAS VALLÉS<br />
España entrega<br />
el po<strong>de</strong>r<br />
a su selección<br />
03<br />
El traspaso se ha consumado, la España harta<br />
<strong>de</strong> Zapatero y <strong>de</strong> Rajoy entrega el po<strong>de</strong>r a<br />
su selección. Así acaba la transición. Hundidos<br />
en economía y favoritos en fútbol, los<br />
españoles no sólo cobrarán el doble que los<br />
franceses por ganar el Mundial. También tomarán<br />
La Moncloa, La Zarzuela y <strong>de</strong>más<br />
palacios <strong>de</strong> invierno. Ningún ministro es<br />
más conocido ni reconocido que el último<br />
reserva <strong>de</strong> Del Bosque.<br />
Si un triunfo en el campeonato planetario<br />
no tranquiliza a los mercados sobre la fiabilidad<br />
<strong>de</strong> España, nada lo logrará. De ahí que<br />
no estemos preparados para un fracaso en el<br />
Mundial, no nos lo po<strong>de</strong>mos permitir. La<br />
confianza ciega <strong>de</strong> Zapatero en el triunfo le<br />
ha impulsado a colocar sabiamente el <strong>de</strong>bate<br />
<strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong> la Nación en la semana siguiente<br />
a la final. De cumplirse los vaticinios<br />
futbolísticos más optimistas, el presi<strong>de</strong>nte<br />
<strong>de</strong>l Gobierno subirá a la tribuna <strong>de</strong>l<br />
Parlamento enfundado en la camiseta roja.<br />
El lí<strong>de</strong>r socialista está dispuesto a pagar las<br />
suculentas primas <strong>de</strong> su bolsillo aunque, <strong>de</strong><br />
momento, Del Bosque no consi<strong>de</strong>ra oportuno<br />
alinear a Zapatero por la banda <strong>de</strong>recha,<br />
ahora que ya no es <strong>de</strong> izquierdas. Mientras<br />
tanto, la secretaria <strong>de</strong> estado <strong>de</strong> Deportes<br />
francesa, Rama Ya<strong>de</strong>, critica a su selección<br />
por la pompa <strong>de</strong> su hotel sudafricano. Nuestros<br />
vecinos tienen tan pocas opciones <strong>de</strong><br />
triunfo que se distraen con inconsecuencias.<br />
No han entregado el po<strong>de</strong>r a su selección,<br />
porque a nosotros ningún lujo nos parece<br />
suficiente.<br />
La historia abunda en prece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> gobernantes<br />
salvados por el fútbol, empezando<br />
por la singular Margaret Thatcher. La selección<br />
<strong>de</strong>be cambiar el estado <strong>de</strong> ánimo <strong>de</strong> España,<br />
aunque en algunos partidos previos ha<br />
parecido contagiarse <strong>de</strong> la <strong>de</strong>solación nacional.<br />
Ha disparado incluso la carga emocional<br />
<strong>de</strong> la población. Sin embargo, no proce<strong>de</strong><br />
alarmarse. La distensión es voluntaria,<br />
nos hemos negado a abusar <strong>de</strong> escuadras como<br />
Arabia o Corea <strong>de</strong>l Sur. No somos Israel.<br />
Por cierto, ¿durante cuántas horas hay que<br />
contemplar a un equipo coreano, antes <strong>de</strong><br />
singularizar a alguno <strong>de</strong> sus jugadores? En<br />
un Mundial no da tiempo suficiente.<br />
Otros ciudadanos nos aferramos a razones<br />
más pragmáticas que patrióticas para<br />
respaldar a España. Nuestra limitada ciencia<br />
futbolística nos incapacita para hablar <strong>de</strong> selecciones<br />
ajenas, cuanto más para soportarlas<br />
en su versión íntegra.