Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>Apuntes</strong> <strong>musicales</strong> Néstor Guestrin<br />
Además de haber compuesto obras para violín, cuartetos de cuerdas, conjuntos<br />
sinfónicos, misas y yaravíes, Pedro Ximenes Abril Tirado es autor de una colección de<br />
alrededor de cien minuets para guitarra, como ya dijimos. Según un dato no confirmado<br />
algunas de estos minuets habrían llamado la atención en su momento y las habría ejecutado<br />
el mismo Andrés Segovia.<br />
El uruguayo Cedar Viglietti, en su libro Origen e Historia de la Guitarra, menciona<br />
a Abril Tirado como "un buen organista que tañe guitarra (y) compone para ésta yaravíes y<br />
otras músicas". Además aporta el dato de su amistad con los mariscales Sucre y Santa Cruz,<br />
y que éste en su destierro en Italia habría hecho escuchar estas piezas a Verdi quien luego<br />
incorporaría algunas de estas melodías a su ópera La Traviata, según un cronista apellidado<br />
Sarmiento.<br />
Los ocho minuets que han llegado a nuestras manos son pequeñas piezas en un<br />
estilo y con un lenguaje armónico y manejo polifónico que lo emparentan con el catalán<br />
Fernando Sor. Están constituidos por dos períodos de ocho compases cada uno con barras<br />
de repetición, con las modulaciones características a tonos vecinos: aquellos en tonalidad<br />
mayor modulan hacia la dominante al final del primer período, y los que están en modo<br />
menor modulan al relativo mayor o a su dominante, volviendo a la tónica al final del<br />
segundo período. Las dificultades que plantea su ejecución, con pasajes verdaderamente<br />
virtuosístico nos hace pensar que Abril Tirado habrá sido un muy buen ejecutante. Escalas<br />
a velocidad, ligados, grupetos, logran un resultado brillante que debía entusiasmar a un<br />
público ávido de estas piruetas. Poco tienen que ver estas piezas con el minuet danzante,<br />
conservando de éste únicamente el compás de 3/4, y ni siquiera mantienen el aspecto<br />
formal del tradicional minuet europeo. Son piezas aunque breves de notable belleza y<br />
exquisita construcción que bien pueden lucir en un programa concertístico. Súmese a ello<br />
su origen lo que proporciona un doble interés.<br />
20