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La Adolescencia hoy (un enfoque psicológico). Perdomo, Rita. - INAU

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con los usuarios de las llamadas drogas pesadas. En cuanto a las condiciones ambientales, sabemos que las<br />

drogas son consumidas indistintamente en todos los estratos socioeconómicos, pero es notoria su mayor<br />

incidencia en los grandes centros urbanos". Osorio concluye que "los individuos más expuestos al uso de<br />

drogas son los que disponen de <strong>un</strong>a precaria estructura del ego para hacer frente a la carga ansiógena de la<br />

vida urbana, organizada bajo la égida de la falta de respeto hacia lo humano, en favor del producto material<br />

de su actividad, en <strong>un</strong>a flagrante inversión tanática de valores, que conduce a la praxis suicida de <strong>un</strong>a<br />

sociedad que violenta las leyes naturales y, por lo tanto, predispone al uso de sustancias que en lugar de<br />

alimentamos nos envenenan".<br />

"El dilema tóxico de los adolescentes consiste, por lo tanto, en ren<strong>un</strong>ciar al placer sustitutivo proporcionado<br />

por las drogas, en <strong>un</strong>a sociedad que induce a su consumo".<br />

Partiendo de la precisión de que existen DROGAS LICITAS (el tabaco y el alcohol) y DROGAS ILICITAS<br />

(marihuanas, anfetaminas, pegamentos, cocaína, barbitúricos, etc.), correspondería que nos preg<strong>un</strong>táramos<br />

si podemos hablar (como lo hacen permanentemente los medios masivos de difusión) de <strong>un</strong> problema real de<br />

consumo de drogas ilícitas en nuestra población adolescente.<br />

En primer lugar, debemos aclarar que la distinción entre drogas lícitas e ilícitas se hace sin tener en cuenta<br />

la dependencia que puedan generar, ni el daño que causan a la salud. El alcohol y el tabaco producen<br />

dependencia y son perjudiciales para la salud. No es posible afirmar con ligereza, en cambio, que todas las<br />

drogas ilícitas generan adicción y pueden llevar a la muerte. Según Gabriela Del Signore (2) en JOVENES, "la<br />

cannabis sativa (marihuana) y la cannabis índica (hashish) con sus derivados -las cuales no producen<br />

síndrome de abstinencia- en alg<strong>un</strong>os casos son recomendadas por su acción terapéutica, y en todos son destacadas<br />

como menos nocivas que el tabaco y el alcohol. Otro muy distinto es el caso de estos últimos,<br />

además del de los barbitúricos, anfetaminas y pegamentos, en cuanto a la dependencia y nocividad".<br />

También habría que señalar que no todas las drogas producen efectos similares, y que s610 alg<strong>un</strong>as pueden<br />

producir conductas violentas, entre ellas el alcohol, que es <strong>un</strong>a de las drogas lícitas. Según Françoise Dolto<br />

(8) "el tabaco y el alcohol pueden hacer más daño que la marihuana tanto en el plano del sistema nervioso<br />

central del individuo, que es más o menos sensible al alcohol o al tabaco, como en el campo de los<br />

accidentes", donde el alcohol aparece en primer lugar como causante de los mismos, a veces asociado con<br />

drogas ilícitas.<br />

En seg<strong>un</strong>do lugar, se debe tener en cuenta la periodicidad del consumo. Ya hablamos de que si <strong>un</strong><br />

adolescente consume <strong>un</strong> porro ocasionalmente, y esta conducta no va asociada con otros síntomas, si no<br />

tiene contacto con traficantes, y ese consumo ocasional no data de mucho tiempo atrás, no podemos<br />

adjudicar a la situación otra, significación que la de formar parte de la propia crisis adolescente. El<br />

significado regresivo de la conducta sería comparable al de otros hábitos orales socialmente incorporados a<br />

la sociedad adulta, tales como el consumo de cigarrillos de tabaco. Del Signore (2) plantea: "Existe quien<br />

consume ocasionalmente (sí, <strong>un</strong>a vez probé <strong>un</strong>o en Brasil), esporádicamente (y, si pinta, pero no estoy ni ahí<br />

de salir a buscar; compro a veces), o habitualmente (siempre que puedo tengo; fumo cuando tengo ganas;<br />

en alg<strong>un</strong>os períodos mas, en otros menos, pero siempre algo). Y por supuesto existirían casos extremos, pero<br />

no son los centrales".<br />

En tercer lugar debemos tener en cuenta todos los factores en<strong>un</strong>ciados respecto a la delincuencia juvenil,<br />

ya que delincuencia y drogas participan ambas de la lógica social a la que nos habíamos referido.<br />

No poseemos aún cifras respecto al consumo de drogas (lícitas o ilícitas) entre los jóvenes de nuestro país.<br />

Lo estamos investigando desde distintas disciplinas. Sospechamos que nuestra población juvenil, en términos<br />

generales, no consume mayormente drogas ilícitas en forma habitual, y que <strong>un</strong> consumo de este tipo se da<br />

f<strong>un</strong>damentalmente en sectores que podríamos definir como sectores de ingresos económicos "altos" y<br />

sectores con graves carencias socioeconómicas, constituyendo en ambos casos, conductas que podríamos<br />

denominar como conductas "sociopáticas". Creemos en cambio, que en términos generales, entre nuestros<br />

adolescentes adquiere mayores proporciones el consumo de drogas lícitas como el alcohol y el tabaco. Estas<br />

hipótesis deberán ser confirmadas. Pensamos que en <strong>un</strong> plazo relativamente breve contaremos con los datos<br />

necesarios. Poseemos en cambio, datos de dos investigaciones realizadas en Brasil por Baptista Neto (4 y 5),<br />

que coinciden con parte de nuestras hipótesis.<br />

<strong>La</strong> primer investigación tuvo como objetivo la elaboración del perfil psicosocial del adolescente de<br />

Florianópolis, capital del estado de Santa Catarina, y p<strong>un</strong>to de convergencia de la mayoría de los jóvenes en<br />

busca de estudio y empleo, según su autor. (4) Fue realizada en 1979, con <strong>un</strong>a muestra de estudiantes<br />

sec<strong>un</strong>darios de entre 14 y 19 años de edad, de clase media. En el perfil elaborado, respecto al uso de<br />

drogas, se establece que normalmente no hacen uso de las mismas.<br />

<strong>La</strong> seg<strong>un</strong>da investigación, con el mismo objetivo de la primera, fue realizada en todo el Estado de Santa<br />

Catarina (5) en noviembre de 1989, con <strong>un</strong>a muestra representativa de estudiantes de 10, 20 Y 3er. grado de<br />

liceos públicos y privados y centros de atención al menor - 2045 adolescentes de áreas rurales y urbanas con

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