La obligación de la Iglesia de creer y obedecer a Nuestra Señora de ...
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<strong>La</strong> <strong>obligación</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>Iglesia</strong> <strong>de</strong><br />
<strong>creer</strong> y obe<strong>de</strong>cer a<br />
<strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> <strong>de</strong> Fátima<br />
por el Padre Nicho<strong>la</strong>s Gruner, S.T.L., S.T.D. (Cand.)<br />
______________________________________________________________________________<br />
Recientemente, un reconocimiento informal ha ganado a un número <strong>de</strong> <strong>la</strong>icos y sacerdotes, al igual<br />
que <strong>de</strong> obispos y Car<strong>de</strong>nales, respecto a <strong>la</strong> <strong>obligación</strong> <strong>de</strong> <strong>creer</strong> y obe<strong>de</strong>cer a <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> <strong>de</strong> Fátima.<br />
No sorprendiendo, que incluso entre gentes que se autoproc<strong>la</strong>man expertos en el tema haya i<strong>de</strong>as<br />
peligrosas. Como <strong>la</strong> cuestión es crucial para <strong>la</strong> eterna salvación <strong>de</strong> millones <strong>de</strong> almas y, a<strong>de</strong>más, es<br />
absolutamente esencial para <strong>la</strong> paz mundial, nosotros presentamos aquí una versión escrita <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
char<strong>la</strong> que el Padre Gruner dió en el 2001 en Roma en <strong>la</strong> Conferencia para Obispos por <strong>la</strong> Paz.<br />
Hab<strong>la</strong>remos ahora sobre <strong>la</strong> <strong>obligación</strong> <strong>de</strong> <strong>creer</strong> y obe<strong>de</strong>cer el Mensaje <strong>de</strong> <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> <strong>de</strong><br />
Fátima. Hay varias posiciones teológicas respecto a <strong>la</strong> <strong>obligación</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>Iglesia</strong>, y a nuestra propia<br />
<strong>obligación</strong> individual <strong>de</strong> <strong>creer</strong> y obe<strong>de</strong>cer a <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> <strong>de</strong> Fátima.<br />
En primer lugar, permítanme seña<strong>la</strong>r, están aquellos que dicen que Fátima es una<br />
“reve<strong>la</strong>ción privada”, y, por lo tanto, nosotros no <strong>de</strong>bemos <strong>creer</strong> en Fátima, ni estamos nosotros,<br />
ni incluso el Papa, obligados a obe<strong>de</strong>cer<strong>la</strong>. Usted pue<strong>de</strong>, asi dicen estas personas, <strong>creer</strong> si lo<br />
<strong>de</strong>sea, y cumplir los ejercicios píos que Fátima promueve si lo <strong>de</strong>sea, pero usted no pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir a<br />
nadie que está obligado a <strong>creer</strong> y a obe<strong>de</strong>cer.<br />
Hay sacerdotes y organizaciones pro-Fátima, que dicen tales cosas, pero que proc<strong>la</strong>man<br />
amar a <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong>. Su posición, aunque ampliamente sostenida, es errónea, es peligrosa, y<br />
pue<strong>de</strong> llevar finalmente a muchos que sostienen esa posición, directamente al infierno.<br />
¿Por qué eso es falso, peligroso y malo? Nosotros lo veremos examinando <strong>la</strong>s otras dos<br />
posiciones teológicas, ambas directamente opuestas a <strong>la</strong> posición esbozada más arriba.<br />
Parte I<br />
Fatima está en <strong>la</strong> profecía bíblica<br />
<strong>La</strong> primera posición que sostiene <strong>la</strong> <strong>obligación</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>Iglesia</strong> <strong>de</strong> <strong>creer</strong> y obe<strong>de</strong>cer a <strong>Nuestra</strong><br />
<strong>Señora</strong> <strong>de</strong> Fátima es como sigue: el Mensaje <strong>de</strong> Fátima está contenido en <strong>la</strong> Sagrada Escritura<br />
por vía <strong>de</strong> profecía. Y que si está contenido allí, es parte <strong>de</strong>l Depósito <strong>de</strong> <strong>la</strong> Fe. Y si es parte <strong>de</strong>l<br />
Depósito <strong>de</strong> <strong>la</strong> Fe, entonces nosotros estamos obligados a <strong>creer</strong>lo con Fe divina y católica.<br />
En otras pa<strong>la</strong>bras, <strong>de</strong> acuerdo a esta posición, el Mensaje <strong>de</strong> Fátima es parte <strong>de</strong> <strong>la</strong> reve<strong>la</strong>ción<br />
pública, garantizada por el Espíritu Santo en <strong>la</strong> Sagrada Escritura. Esta posición teológica es<br />
c<strong>la</strong>ra y directamente opuesta a aquellos que dicen que “Fátima es una reve<strong>la</strong>ción privada”.<br />
Para muchos, incluso píos sacerdotes y teólogos, esta posición (l<strong>la</strong>mémos<strong>la</strong> posición<br />
“Fátima está en <strong>la</strong> Biblia”) es insostenible, extremista y <strong>de</strong>masiado radical. No sostengo esta<br />
posición como una certeza, pero como verán, es muy útil para compren<strong>de</strong>r: primero, porque<br />
pue<strong>de</strong> ser verda<strong>de</strong>ra y pue<strong>de</strong> algún día ser incluso enseñanza <strong>de</strong>l Magisterio; y segundo, nos<br />
http://www.fatima.org/span/crusa<strong>de</strong>r/cr74/cr74pg32.pdf<br />
1
ayuda a compren<strong>de</strong>r mejor <strong>la</strong> segunda posición que será <strong>de</strong>scripta más abajo, que sostiene<br />
también nuestras obligaciones <strong>de</strong> <strong>creer</strong> y obe<strong>de</strong>cer.<br />
Los teólogos opuestos silenciados<br />
Ahora, respecto a <strong>la</strong> posición “Fátima está en <strong>la</strong> Biblia”, permítanme explicar<strong>la</strong> por medio<br />
<strong>de</strong> una discusión teológica que tuve con un profesor <strong>de</strong> Teología. Fue en una c<strong>la</strong>se pública en el<br />
Marianum, en Roma, hace muchos años. El profesor me sugirió que no <strong>de</strong>bíamos <strong>creer</strong> en<br />
Fátima en absoluto. Le contesté, “¿como sabe usted que este no es el cumplimiento <strong>de</strong> una<br />
profecía bíblica? ¿Pue<strong>de</strong> usted afirmar categórica y absolutamente que ésta entonces no es parte<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> Fe?” Y aunque él era totalmente opuesto a mi posición, no pudo refutar<strong>la</strong>. El no tuvo<br />
respuesta, y lo admitió.<br />
¿Por qué el profesor lo admitió, incluso aunque estaba en contra? Simple. Porque el<br />
argumento es muy simple, directo y lógico. Para compren<strong>de</strong>r <strong>la</strong> fuerza <strong>de</strong> este argumento,<br />
necesitamos revisar algunas cuestiones básicas.<br />
¿Que es lo que nosotros <strong>de</strong>bemos <strong>creer</strong> por nuestra profesión <strong>de</strong> Fe Católica? ¿Que hay <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
Fe? Santo Tomás nos dice que es todo lo que Dios ha reve<strong>la</strong>do. ¿Que hay <strong>de</strong> <strong>la</strong> Fe Católica?<br />
Todo lo que está en <strong>la</strong> Sagrada Escritura. Todo lo que está en <strong>la</strong> Tradición Católica. Eso es <strong>la</strong> Fe<br />
Católica.<br />
Santo Tomás seña<strong>la</strong> en <strong>la</strong> Summa Theologica que si usted sabe que <strong>la</strong> Escritura le dice que<br />
David tuvo setenta hijos, luego usted <strong>de</strong>be, por Fe Divina y Católica, <strong>creer</strong>lo. Es por eso que un<br />
teólogo está llevado a un nivel más alto <strong>de</strong> pensamiento que el <strong>la</strong>ico medio.<br />
Para ser salvo, Santo Tomás dice que todas <strong>la</strong>s personas <strong>de</strong>ben <strong>creer</strong> los 12 artículos <strong>de</strong>l<br />
Credo <strong>de</strong> los Apóstoles. Pero un teólogo <strong>de</strong>be <strong>creer</strong> mucho más que eso, porque es mucho más lo<br />
que ha sido <strong>de</strong>finido y enseñado y transmitido en el Depósito <strong>de</strong> <strong>la</strong> Fe. 1<br />
Santo Tomás dice que si usted sabe que en el Escritura se dice que David es hijo <strong>de</strong> Jesé,<br />
usted <strong>de</strong>be <strong>creer</strong>lo con Fe Divina y Católica, 2 porque Dios lo reveló. <strong>La</strong> esencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> virtud<br />
teológica <strong>de</strong> <strong>la</strong> Fe es que uno cree no porque su opinión coini<strong>de</strong> con <strong>la</strong> <strong>de</strong> Dios, sino porque uno<br />
acepta lo que Dios ha reve<strong>la</strong>do.<br />
Nosotros sabemos que Dios, quien es todo Santo, no pue<strong>de</strong> mentir. Nosotros sabemos que<br />
Dios, quien es omnisapiente, no pue<strong>de</strong> equivocarse. Si Dios nos dice algo, entonces nosotros<br />
<strong>de</strong>bemos <strong>creer</strong>lo. De otra manera, b<strong>la</strong>sfemaríamos contra Dios porque en ese caso estaríamos<br />
l<strong>la</strong>mándolo mentiroso, tanto como negando Su capacidad para conocer <strong>la</strong> verdad. Un no-creyente<br />
pue<strong>de</strong> no tener <strong>la</strong> intención explícita <strong>de</strong> b<strong>la</strong>sfemar contra Dios, pero él está b<strong>la</strong>sfemando por su<br />
propio acto <strong>de</strong> incredulidad.<br />
Negar <strong>la</strong> Fe es un pecado mortal<br />
Por eso, negar un solo artículo <strong>de</strong> <strong>la</strong> Fe Católica es un pecado mortal. <strong>La</strong> <strong>Iglesia</strong> ha enseñado<br />
esto por siglos, como lo hacen <strong>la</strong>s mismas Escrituras. San Pablo dice en Gá<strong>la</strong>tas 1:8, “Pero<br />
aunque nosotros o un ángel <strong>de</strong>l cielo os anunciase otro evangelio distinto <strong>de</strong>l que habéis recibido,<br />
sea anatema”. (Lo cual significa sea separado, sea mal<strong>de</strong>cido, vaya al infierno por toda <strong>la</strong><br />
eternidad.)<br />
http://www.fatima.org/span/crusa<strong>de</strong>r/cr74/cr74pg32.pdf<br />
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<strong>La</strong> <strong>Iglesia</strong>, en Su misericordia y en Su amor por <strong>la</strong>s almas, ha puesto en c<strong>la</strong>ro que ciertas<br />
cosas <strong>de</strong>ben ser creídas para salvarse. Es por eso que El<strong>la</strong> hizo <strong>de</strong>finiciones solemnes.<br />
Quienquiera dice o cree lo contrario a una <strong>de</strong>finición solemne, sea anatema. Sea separado.<br />
Ahora, en nuestro tiempo, mucha gente en <strong>la</strong> <strong>Iglesia</strong> Católica está perdiendo el sentido <strong>de</strong>l<br />
dogma, <strong>de</strong> acuerdo al Tercer Secreto. (Sobre este punto, ver el artículo “Si per<strong>de</strong>mos el dogma,<br />
per<strong>de</strong>mos nuestra alma”.) Pero ningún hombre está excusado <strong>de</strong> <strong>creer</strong> <strong>la</strong>s verda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> Fe<br />
simplemente porque muchos otros hayan perdido su sentido <strong>de</strong>l dogma. <strong>La</strong> Fe Dogmática es<br />
requerida para <strong>la</strong> salvación. No cualquiera conoce todas <strong>la</strong>s enseñanzas dogmáticas <strong>de</strong>l<br />
Magisterio, pero todos <strong>de</strong>ben guardar explícitamente aquel<strong>la</strong>s cosas que saben que <strong>la</strong> <strong>Iglesia</strong> ha<br />
<strong>de</strong>finido solemnemente como pertenecientes a <strong>la</strong> Fe Católica.<br />
Ciertamente los teólogos tienen <strong>la</strong> <strong>obligación</strong> <strong>de</strong> conocer<strong>la</strong>s y <strong>creer</strong><strong>la</strong>s más que los <strong>la</strong>icos.<br />
Pero incluso un <strong>la</strong>ico, una vez que una enseñanza dogmática ha llegado a su conocimiento,<br />
tiene <strong>la</strong> misma <strong>obligación</strong> solemne <strong>de</strong> <strong>creer</strong>, tan explícitamente como un teólogo. San Agustín<br />
nos dice que no todos tienen el mismo don <strong>de</strong> entendimiento, y aquellos <strong>de</strong> nosotros que somos<br />
menos dotados, porque tenemos menos inteligencia, tenemos menor <strong>obligación</strong>, pero <strong>la</strong><br />
<strong>obligación</strong> esencial es <strong>la</strong> misma para todos; eso es, que uno <strong>de</strong>be <strong>creer</strong> lo que Dios enseña. Un<br />
rechazo a <strong>creer</strong> lo que Dios enseña es suficiente para con<strong>de</strong>narlo a usted al infierno por toda <strong>la</strong><br />
eternidad.<br />
Y así, el argumento principal <strong>de</strong> esa posición es que <strong>la</strong> aparición <strong>de</strong> <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> en<br />
Fátima está contenida en <strong>la</strong> Sagrada Escritura, porque está profetizada en el Apocalípsis,<br />
Capítulo 12. En otras pa<strong>la</strong>bras, <strong>la</strong> aparición <strong>de</strong> <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> en Fátima en 1917 es un hecho<br />
profetizado que sí ocurrió. Y como tal, es parte <strong>de</strong>l Depósito <strong>de</strong> <strong>la</strong> Fe. Recordar que no sostengo<br />
esa posición como cierta; sin embargo, <strong>la</strong> respeto y no tengo argumento contra el<strong>la</strong>.<br />
Nosotros no <strong>de</strong>bemos seguir<br />
a los ‘guías ciegos’ que dicen que<br />
usted pue<strong>de</strong> ignorar Fátima<br />
Por lo tanto, si es verdad que Fátima está verda<strong>de</strong>ramente contenida en una profecía <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
Sagrada Escritura, nosotros ahora, al presente, tenemos más especiales obligaciones solemnes.<br />
Pues cada uno <strong>de</strong> nosotros ahora mismo está frente a verda<strong>de</strong>s eternas que <strong>de</strong>terminarán nuestro<br />
<strong>de</strong>stino eterno. Nosotros no po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>jar esto <strong>de</strong> <strong>la</strong>do, no po<strong>de</strong>mos ignorarlo o no reflexionar<br />
sobre esto. Nosotros no po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>jar siemplemente que otros, incluso l<strong>la</strong>mándose expertos,<br />
<strong>de</strong>cidan por nosotros como muchos lo hicieron en tiempos <strong>de</strong> Nuestro Señor.<br />
Los fariseos fueron ciegos y guías <strong>de</strong> ciegos y en ambos casos cayeron en el abismo <strong>de</strong>l<br />
infierno. Reflexionemos aquí por un momento sobre el paralelo con <strong>la</strong> vida <strong>de</strong> Nuestro Señor. <strong>La</strong><br />
venida <strong>de</strong> Nuestro Señor fue profetizada en el Antiguo Testamento. Y los fariseos <strong>de</strong>l Antiguo<br />
Testamento afirmaron que ellos tenían <strong>la</strong>s Escrituras, ¿para qué necesitaban ellos escuchar a este<br />
‘ignorante’ Carpintero <strong>de</strong> Nazareth? Lo que ellos olvidaron fue que sus propias Escrituras<br />
contenían profecías y esas profecías hab<strong>la</strong>ban <strong>de</strong>l Carpintero <strong>de</strong> Nazareth. Y así, ellos mismos<br />
cumplieron su papel <strong>de</strong> vil<strong>la</strong>nos en <strong>la</strong> mismas profecías <strong>de</strong> <strong>la</strong>s que ellos c<strong>la</strong>maban ser los<br />
custodios y <strong>de</strong>positarios. Y es porque ellos no creyeron en Dios, y porque ellos no creyeron en<br />
los mi<strong>la</strong>gros que hizo Jesús (aunque <strong>de</strong>c<strong>la</strong>raban <strong>creer</strong> en Dios), que fueron con<strong>de</strong>nados.<br />
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<strong>La</strong> venida <strong>de</strong> Nuestro Señor estaba profetizada en el Antiguo Testamento por muchos<br />
profetas. Y Cristo vino en el tiempo pre<strong>de</strong>cido. 3 Lo que El haría; como moriría; 4 muchos,<br />
muchos sucesos <strong>de</strong> Su vida estaban profetizados.<br />
Y aunque los fariseos <strong>de</strong>c<strong>la</strong>raban ser fieles a <strong>la</strong>s Escrituras, ellos mismos fueron culpables<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> crucifixión <strong>de</strong> Cristo. (Eso no es ignorar que todos los pecadores, en alguna medida,<br />
crucifican a Cristo, pero nosotros ahora estamos hab<strong>la</strong>ndo <strong>de</strong> <strong>la</strong> muerte física <strong>de</strong> Cristo en su<br />
tiempo, y eso fue profetizado) Los jefes <strong>de</strong> los judíos <strong>de</strong>c<strong>la</strong>raban tener a Dios por su maestro,<br />
pero Nuestro Señor les dijo: “Si tenéis a Dios por vuestro Padre, vosotros me reconocerías,<br />
porque Yo soy <strong>la</strong> imagen <strong>de</strong>l Padre”. “Yo y el Padre somos Uno.” (Jn. 10:30) “Vosotros tenéis<br />
por padre al diablo, y queréis hacer los <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> vuestro padre”. (Jn. 8:44)<br />
Como dijo una vez el Santo Padre Pío, hay personas que a título <strong>de</strong> acatar <strong>la</strong>s Escrituras,<br />
niegan mi<strong>la</strong>gros evi<strong>de</strong>ntes en su propio tiempo, y caerán poco a poco, a partir <strong>de</strong> eso, en negar<br />
incluso los mi<strong>la</strong>gros que Cristo obró en <strong>la</strong>s Escrituras.<br />
¿Como estos hechos nos conciernen aquí y ahora? Muy simple. Si <strong>la</strong> venida <strong>de</strong> <strong>Nuestra</strong><br />
<strong>Señora</strong> a Fátima está profetizada en <strong>la</strong> Sagrada Escritura, tal como <strong>la</strong> venida <strong>de</strong> Cristo está<br />
profetizada en <strong>la</strong> Sagrada Escritura, luego <strong>la</strong> profecía bíblica <strong>de</strong>be ser creída cuando está<br />
cumplida. Y el rechazo <strong>de</strong> los fariseos <strong>de</strong> <strong>creer</strong> en Cristo, cuando les fueron concedidos los<br />
gran<strong>de</strong>s mi<strong>la</strong>gros que El realizó, los hace culpables.<br />
Su <strong>de</strong>c<strong>la</strong>mación <strong>de</strong> <strong>creer</strong> en <strong>la</strong>s Sagradas Escrituras, como sus excusas para <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> <strong>creer</strong> en<br />
el Profeta que Dios Padre les había enviado no los excusan. 5 Ellos se extinguieron en sus<br />
pecados.<br />
¡Dos Papas nos lo dicen!<br />
¿Cuando vino <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> <strong>de</strong> Fátima? ¿Cuando El<strong>la</strong> fue profetizada en <strong>la</strong> Sagrada<br />
Escritura?<br />
Bien, nosotros tenemos dos Papas en los últimos treinta y siete años que nos dicen que es<br />
<strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> <strong>de</strong> Fátima <strong>la</strong> nombrada en el Capítulo 12, versículo 1 <strong>de</strong>l Apocalipsis. Ambos<br />
Papas seña<strong>la</strong>ron c<strong>la</strong>ramente que no es sino <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> – y ciertamente es <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> –<br />
pero que no es simplemente <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong>, es <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> <strong>de</strong> Fátima <strong>la</strong> que cumplió <strong>la</strong><br />
profecía que está contenida en el Capítulo 12, versículo 1 <strong>de</strong>l Apocalipsis. Ahora, ¿don<strong>de</strong><br />
encontramos estas afirmaciones <strong>de</strong> los Papas? Nosotros <strong>la</strong>s encontramos en primer lugar en el<br />
párrafo con que comienza el Papa Paulo VI su encíclica Signum Magnum, 6 que traducido <strong>de</strong>l<br />
<strong>la</strong>tín es “un gran signo”; y en <strong>la</strong>tín, el Capítulo 12, versículo 1 <strong>de</strong>l Apocalipsis comienza:<br />
“Signum magnum apparuit in caelo” – esto es, “apareció un gran signo en el cielo”. Y Paulo VI<br />
no <strong>de</strong>fine ni dice c<strong>la</strong>ramente que esa sea categóricamente <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> <strong>de</strong> Fátima, pero él<br />
c<strong>la</strong>ramente quiere sugerir que es El<strong>la</strong>.<br />
Eso no es <strong>de</strong>cir que el Magisterio dijo que <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> <strong>de</strong> Fátima es <strong>la</strong> Mujer vestida con<br />
el sol. Sin embargo, Paulo VI en su encíclica, tiene <strong>la</strong> intención <strong>de</strong> transmitir ese mensaje. Está<br />
muy sutilmente expresado, pero es c<strong>la</strong>ro que eso es lo que él quiere <strong>de</strong>cir. A<strong>de</strong>más, Juan Pablo II<br />
también nos hizo <strong>la</strong> misma sugerencia, y pienso que aún más contun<strong>de</strong>ntemente, en su sermón en<br />
Fátima el 13 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2000. 7 Allí, él hizo <strong>la</strong> misma sugestión, pero aún fue más preciso. Es<br />
más notable que los dos Papas, quienes fueron a Fátima, hayan sugerido, afirmado, seña<strong>la</strong>do, que<br />
http://www.fatima.org/span/crusa<strong>de</strong>r/cr74/cr74pg32.pdf<br />
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<strong>la</strong> aparición <strong>de</strong> <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> <strong>de</strong> Fátima es el cumplimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> profecía bíblica <strong>de</strong>l Capítulo<br />
12 <strong>de</strong>l libro profético <strong>de</strong> San Juan.<br />
Si ese es realmente el cumplimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> profecía bíblica, entonces pue<strong>de</strong> argumentarse que<br />
no es sino una reve<strong>la</strong>ción pública profética, <strong>la</strong> cual les explicaré en un momento, pero es, en<br />
realidad, parte <strong>de</strong>l Depósito <strong>de</strong> <strong>la</strong> Fe.<br />
¡Un Papa pudo <strong>de</strong>finirlo!<br />
“Fátima está en <strong>la</strong> Biblia” es una posición teológica respetable – aún cuando no sea<br />
ampliamente sostenida. No digo que esa posición sea <strong>de</strong>finitiva, que pudiera asumir<strong>la</strong> el<br />
verda<strong>de</strong>ro Magisterio, más exáctamente, que el Papa hiciera un pronunciamiento solemne con <strong>la</strong><br />
intención <strong>de</strong> adherir a toda <strong>la</strong> <strong>Iglesia</strong> Católica a esta posición para darle fuerza vincu<strong>la</strong>nte sobre<br />
todos los católicos. Sin embargo, hasta el presente, no hay nadie que pueda probar que esto no es<br />
exacto y verda<strong>de</strong>ro. Especialmente cuando dos Papas han seña<strong>la</strong>do muy c<strong>la</strong>ra y públicamente –<br />
muy posiblemente en base al texto completo <strong>de</strong>l Tercer Secreto, el cual, c<strong>la</strong>ramente, aún no ha<br />
sido totalmente reve<strong>la</strong>do – que <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> <strong>de</strong> Fátima es verda<strong>de</strong>ramente el cumplimiento <strong>de</strong><br />
esa profecía bíblica. Puedo <strong>de</strong>cirles que aquellos en <strong>la</strong> <strong>Iglesia</strong> que se oponen a Fátima, (y hay<br />
muchos <strong>de</strong> entre los mo<strong>de</strong>rnistas, progresistas, liberales, conservadores, e incluso algunos<br />
“tradicionalistas”) no tienen argumentos contra <strong>la</strong> posición que “Fátima es una profecía bíblica”.<br />
Tampoco yo tengo argumentos.<br />
Dejaría <strong>la</strong> opción abierta a esta posición, por si <strong>la</strong> <strong>Iglesia</strong> alguna vez pudiera <strong>de</strong>finir<strong>la</strong>, lo<br />
cual El<strong>la</strong> bien podría hacer. En realidad, sobre este punto preciso, el Quinto Concilio <strong>de</strong> Letrán<br />
– reunido alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l año 1512 – <strong>de</strong>finió que solo el Papa <strong>de</strong>fine sobre cuestiones <strong>de</strong><br />
reve<strong>la</strong>ción profética. 8 Ni el Car<strong>de</strong>nal Secretario <strong>de</strong> Estado, ni el Prefecto <strong>de</strong> <strong>la</strong> Congregación<br />
para <strong>la</strong> Doctrina <strong>de</strong> <strong>la</strong> Fe, sino solo el Papa. Y nosotros estamos hab<strong>la</strong>ndo <strong>de</strong>l Papa en su calidad<br />
<strong>de</strong> maestro, no como teólogo privado.<br />
Algunas c<strong>la</strong>rificaciones necesarias<br />
A este respecto, no hay una gran diferencia entre un Papa y un Juez. Tomemos el ejemplo <strong>de</strong><br />
un juez. Su esposa le pregunta por <strong>la</strong> noche sobre un juicio <strong>de</strong> homicidio en curso, “ bien, ¿el<br />
acusado es culpable o inocente? Y el juez pudo <strong>de</strong>cir a su esposa en <strong>la</strong> privacidad <strong>de</strong> su hogar<br />
“pienso que es culpable”. Pero esa opinión <strong>de</strong>l juez no contituye una sentencia oficial <strong>de</strong>l juicio.<br />
Esa es su opinión. E igualmente, el Papa pue<strong>de</strong> tener opiniones sobre diferentes cosas que<br />
ocurren en <strong>la</strong> <strong>Iglesia</strong>. Pero <strong>la</strong> expresión <strong>de</strong> esas opiniones, incluso en lugar público, no<br />
constituyen <strong>la</strong> expresión <strong>de</strong>l Magisterio, no constituyen – como tales – <strong>de</strong>finiciones o<br />
<strong>de</strong>c<strong>la</strong>raciones <strong>de</strong>l Magisterio.<br />
Hay ciertos requerimientos precisos para que alguna cosa sea magisterial por parte <strong>de</strong>l Papa.<br />
No estoy hab<strong>la</strong>ndo solo <strong>de</strong> <strong>de</strong>finiciones solemnes, sino incluso <strong>de</strong>l ejercicio <strong>de</strong> Magisterio<br />
Ordinario y Universal. Esta es toda otra cuestión, pero es necesario explicar<strong>la</strong> porque hoy hay<br />
una gran confusión sobre ese punto. A lo que quiero llegar es simplemente a que en estas<br />
cuestiones <strong>de</strong> reve<strong>la</strong>ción profética, el Papa es el último y solo juez. Pero hasta el momento en el<br />
que él se pronuncia magistralmente, nosotros tenemos <strong>de</strong>recho a tener nuestras propias<br />
opiniones. San Agustín nos dice que “en lo esencial <strong>de</strong>be haber unidad, en lo no esencial<br />
libertad, y en todas <strong>la</strong>s cosas caridad”. Y así, nosotros tenemos <strong>de</strong>recho a sostener nuestra propia<br />
opinión mientras que lo hagamos sinceramente, esto es, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber sopesado <strong>la</strong> evi<strong>de</strong>ncia<br />
y haber puesto lo mejor <strong>de</strong> nuestra parte para compren<strong>de</strong>r lo que está en juego.<br />
http://www.fatima.org/span/crusa<strong>de</strong>r/cr74/cr74pg32.pdf<br />
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Parte II<br />
Reve<strong>la</strong>ción profética pública<br />
<strong>La</strong> siguiente posición teológica es que el Mensaje <strong>de</strong> Fátima no es una reve<strong>la</strong>ción privada, ni<br />
es parte <strong>de</strong>l Depósito <strong>de</strong> <strong>la</strong> Fe, pero sin embargo lleva en si <strong>la</strong> <strong>obligación</strong> solemne – ante Dios y<br />
ante el hombre – <strong>de</strong> <strong>creer</strong> en él, tanto <strong>de</strong> obe<strong>de</strong>cerlo como <strong>de</strong> <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rlo y apoyarlo en <strong>la</strong> medida<br />
<strong>de</strong> nuestras fuerzas y posibilida<strong>de</strong>s.<br />
Incluso si <strong>la</strong> posición previamente esbozada que “Fátima está en <strong>la</strong> Biblia” resulta no ser<br />
<strong>de</strong>finida por un Papa futuro en una fecha futura; sin embargo, nosotros hasta el momento<br />
estamos obligados a <strong>creer</strong> y obe<strong>de</strong>cer el Mensaje <strong>de</strong> Fátima y sus pedidos.<br />
Esta tercera posición es una c<strong>la</strong>ra respuesta a <strong>la</strong> falsa afirmación que “Fátima es solo una<br />
reve<strong>la</strong>ción privada”. Como veremos, esta tercera posición está basada en <strong>la</strong> Sagrada Escritura y<br />
en <strong>la</strong> recta razón.<br />
Esto muestra que aquellos quienes preten<strong>de</strong>n, incluso personas como el Car<strong>de</strong>nal Ratzinger<br />
o el Padre Fox, que nosotros (o el Papa o los obispos y sacerdotes) no estmos obligados a <strong>creer</strong> y<br />
a obe<strong>de</strong>cer a <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> <strong>de</strong> Fátima, están c<strong>la</strong>ramente equivocados.<br />
Esta tercera posición, muy simplemente entonces, es que el Mensaje <strong>de</strong> Fátima <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
Santísima Virgen María es una reve<strong>la</strong>ción pública, profética. Y esta es una posición que ha sido<br />
dilucidada completamanete por teólogos mejores que yo. Usted encontrará entre ellos al Obispo<br />
Graber <strong>de</strong> Alemania, quien nos dice que aquellos que dicen que Fátima es una reve<strong>la</strong>ción privada<br />
que pue<strong>de</strong> ser ignorada están equivocados. 9 Usted encontrará que <strong>la</strong> misma posición <strong>la</strong> sostuvo el<br />
Padre Joseph <strong>de</strong> Sainte Marie, un teólogo carmelita que enseñaba en Roma 10 , quien cita también<br />
a otros teólogos que sostienen que aquellos que dicen que Fátima solo es una reve<strong>la</strong>ción privada<br />
y uno no necesita prestarle atención, están gravemente equivocados. 11<br />
¿Y qué es una reve<strong>la</strong>ción privada? Una reve<strong>la</strong>ción privada es, hab<strong>la</strong>ndo estrictamente, un<br />
mensaje <strong>de</strong> Dios a un indivíduo o a un santo, <strong>de</strong>stinado a ser creído. Así, si <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> se<br />
aparece a uno <strong>de</strong> uste<strong>de</strong>s, o su santo patrono se le aparece, y le dice a usted algo que <strong>de</strong>be hacer<br />
para salvar su alma, o lo que usted <strong>de</strong>be hacer mañana, o incluso a <strong>la</strong> hora siguiente, esa<br />
reve<strong>la</strong>ción que usted recibe, que nadie pue<strong>de</strong> verificar, podría ser privada y nadie más podría<br />
estar obligado a <strong>creer</strong><strong>la</strong> excepto usted mismo.<br />
Fátima es pública<br />
Pero Fátima no es incomprobable, y no tiene un mensaje para un solo individuo. Es un<br />
mensaje público dado a toda <strong>la</strong> <strong>Iglesia</strong> y verificado por un mi<strong>la</strong>gro público y profecías públicas.<br />
Y <strong>la</strong>s consecuencias <strong>de</strong> ignorar los pedidos <strong>de</strong> <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> <strong>de</strong> Fátima son catastróficas.<br />
Fátima es una reve<strong>la</strong>ción pública, profética, y como tal, una vez que <strong>la</strong> <strong>Iglesia</strong> <strong>la</strong> ha examinado y<br />
<strong>la</strong> ha encontrado digna <strong>de</strong> crédito, <strong>la</strong> Ley Natural y <strong>la</strong> Sagrada Escritura nos dicen lo que<br />
nosotros <strong>de</strong>bemos hacer. En <strong>la</strong> Primera carta a los Tesalonicenses 5:19:21, San Pablo escribe:<br />
“No apaguéis al Espíritu. No <strong>de</strong>spreciéis <strong>la</strong>s profecías. Probadlo todo y quedáos con lo bueno”.<br />
http://www.fatima.org/span/crusa<strong>de</strong>r/cr74/cr74pg32.pdf<br />
6
Fátima es profética<br />
El Mensaje <strong>de</strong> Fátima es una reve<strong>la</strong>ción pública; es una profecía. <strong>La</strong> <strong>Iglesia</strong> <strong>la</strong> ha examinado<br />
y <strong>la</strong> encontró buena, y, por lo tanto, nosotros estamos obligados a ajustarnos a el<strong>la</strong>. Tomar una<br />
actitud que significara ignorar<strong>la</strong>, sin consecuencias, sería <strong>de</strong>spreciar <strong>la</strong> profecía. De otro modo,<br />
nosotros estaríamos extinguiendo el espíritu, y si hiciéramos eso, podríamos <strong>de</strong>cir “Bien, es<br />
incómodo para mi consagrar Rusia”, o “es incómodo para mi rezar el Rosario todos los días,” o<br />
“es incómodo para mi hacer esto o aquello y por lo tanto no quiero hacerlo”.<br />
Así todo lo que <strong>de</strong>bo hacer es <strong>de</strong>cir simplemente “Yo no <strong>de</strong>bo <strong>creer</strong>lo”, y enconces puedo<br />
seguir pacíficamente mi camino y <strong>de</strong>cir el Día <strong>de</strong>l Juicio, “Bien, no comprendí que Usted quiso<br />
que yo rezara el Rosario. No supe que Usted quiso que yo promoviera el Mensaje <strong>de</strong> Fátima. Yo<br />
no sé si Usted quiso <strong>de</strong> mi que consagrara Rusia”. El Señor dirá “Bien, se te dijo”. “Oh, pero se<br />
me dijo que era una reve<strong>la</strong>ción privada que no necesitaba obe<strong>de</strong>cer para salvar mi alma”. “Bien,<br />
en ciertos términos Yo te lo dije. Obré un gran mi<strong>la</strong>gro para que tu pudieras saber que ese<br />
mensaje venía <strong>de</strong> Mi. Tu, solo no quisiste escuchar. Tu quisiste <strong>de</strong>senten<strong>de</strong>rte. Tu obviamente<br />
estabas tratando <strong>de</strong> extinguir Mi Espíritu. Esa disculpa no te excusa conmigo. No te molestes en<br />
<strong>de</strong>cirme que el Car<strong>de</strong>nal Ratzinger y el Padre Fox dijeron dijeron eso. ¡Tu lo sabías muy bien!<br />
Ignorarlo es omitir al Espíritu Santo, 12 quien te habló por esta profecia. Tu <strong>de</strong>spreciaste <strong>la</strong><br />
profecía, tu eres culpable, y eso es muy malo para tí”.<br />
Eso es <strong>de</strong> lo que habló <strong>la</strong> Hermana Lucía en su famosa entrevista con el Padre Fuentes:<br />
rechazar conocer <strong>la</strong> verdad es un pecado contra el Espíritu Santo. Dios ha dado <strong>la</strong> evi<strong>de</strong>ncia que<br />
el Mensaje <strong>de</strong> Fátima viene <strong>de</strong> El.<br />
Lecciones <strong>de</strong> <strong>la</strong> Biblia<br />
Nuestro Señor habló a <strong>la</strong>s ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Cafarnaúm, Betsaida y Corazein. <strong>La</strong> Sagrada<br />
Escritura dice:<br />
“Comenzó entonces a increpar a <strong>la</strong>s ciuda<strong>de</strong>s en que había hecho muchos mi<strong>la</strong>gros,<br />
porque no habían hecho penitencia: ¡Ay <strong>de</strong> ti Corazein; ay <strong>de</strong> ti Betsaida!, porque si en<br />
Tiro y en Sidón se hubieran hecho los mi<strong>la</strong>gros realizados en ti, mucho ha que en saco y<br />
en ceniza hubieran hecho penitencia.<br />
“Asi, pués, os digo que Tiro y Sidón serán tratadas con menos rigor que vosotras en<br />
el día <strong>de</strong>l juicio.<br />
“Y tu Cafarnaúm, ¿te levantarás hasta el cielo? Hasta el infierno serás precipitada.<br />
Pues si en Sodoma se hubieran realizado los mi<strong>la</strong>gros obrados en ti, hasta hoy<br />
subsistiría.<br />
“Así, pues os digo, que el país <strong>de</strong> Sodoma será tratado con menos rigor que tú el<br />
día <strong>de</strong>l juicio.” (Mat. 11:20-24)<br />
<strong>La</strong>s ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Corazein, Betsaida y Cafarnaúm habían visto los mi<strong>la</strong>gros <strong>de</strong> Nuestro<br />
Señor. Incluso aquellos habitantes que no los presenciaron personalmente, tenían el testimonio<br />
<strong>de</strong> muchos otros habitantes; así, su incredulidad fue culpable.<br />
http://www.fatima.org/span/crusa<strong>de</strong>r/cr74/cr74pg32.pdf<br />
7
¿Como pue<strong>de</strong> ser que rechazar <strong>creer</strong> en los mi<strong>la</strong>gros <strong>de</strong> Nuestro Señor sea culpable,<br />
mientras que rechazar <strong>creer</strong> en el Mi<strong>la</strong>gro <strong>de</strong>l Sol, que ocurrió ante 70.000 testigos no sea<br />
culpable? <strong>La</strong>s ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Betsaida, Cafarnaúm y Corazein fueron con<strong>de</strong>nadas por rechazar <strong>creer</strong><br />
los mi<strong>la</strong>gros conocidos <strong>de</strong> Cristo y por rechazar el mensaje que fue dado con aquellos mi<strong>la</strong>gros.<br />
Eso amerita con<strong>de</strong>nación. Y por <strong>la</strong> misma línea <strong>de</strong> razonamiento, así será por rechazar <strong>creer</strong> en el<br />
Mensaje <strong>de</strong> Fátima. Porque el mi<strong>la</strong>gro ha sido testificado por 70.000 personas, y no solo el<br />
Mi<strong>la</strong>gro <strong>de</strong>l Sol sino también <strong>la</strong>s curas y <strong>la</strong>s profecías.<br />
El Concilio Vaticano Primero nos enseña que Dios no solo nos mueve por gracias interiores<br />
a <strong>creer</strong> en <strong>la</strong> Fe Católica, El también nos da motivos externos <strong>de</strong> credibilidad. 13 Y los dos más<br />
gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong> aquellos son mi<strong>la</strong>gros externos y profecías que se han convertido en ciertas. Y<br />
nosotros tenemos ambas <strong>de</strong> esas cosas en Fátima. Pues Dios ha dado los signos externos y Dios<br />
también ha dado <strong>la</strong>s profecías externas, todas el<strong>la</strong>s atestiguando <strong>la</strong> verdad <strong>de</strong> ese mensaje.<br />
<strong>La</strong> <strong>obligación</strong> <strong>de</strong>l Papa y <strong>de</strong> todos los Obispos<br />
<strong>de</strong> escuchar a Fátima<br />
Hay personas que piensan que <strong>de</strong> alguna manera o <strong>de</strong> otra el Mensaje <strong>de</strong> Fátima exime a <strong>la</strong><br />
jerarquía, a los sacerdotes y obispos, o a los Car<strong>de</strong>nales, o al Papa, <strong>de</strong> obe<strong>de</strong>cerlo. No estoy aquí<br />
para pronunciar una sentencia sobre nadie, ya que eso no sería teológicamente correcto.<br />
Alguno se preguntará “¿Quien es más importante, <strong>la</strong> Hermana Lucía o el Papa?” Pienso que<br />
<strong>la</strong> pregunta está mal p<strong>la</strong>nteada. No es cuestión <strong>de</strong> si <strong>la</strong> Hermana Lucía manda sobre el Papa. El<strong>la</strong><br />
no tiene ninguna pretensión <strong>de</strong> hacer eso, ni yo tampoco. Pero, ¿no estoy contradiciendo lo que<br />
acabo <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir? No. <strong>La</strong> respuesta es simple. Es cosa <strong>de</strong>l profeta dar el mensaje como Dios lo da<br />
al profeta, en este caso <strong>la</strong> Hermana Lucía. Es cosa <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>Iglesia</strong> examinar si <strong>la</strong> profecía viene <strong>de</strong><br />
Dios, lo que hizo. Y <strong>la</strong> <strong>Iglesia</strong> dijo, “Si, el mensaje vien<strong>de</strong> <strong>de</strong> Dios, quien lo dió.” Es entonces<br />
<strong>obligación</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>Iglesia</strong>, incluídos el Papa y los obispos obe<strong>de</strong>cer a Dios, cuyo mensaje fue dado<br />
por el profeta.<br />
Así, <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción entre el profeta y <strong>la</strong> jerarquía no pasa porque el profeta manda sobre <strong>la</strong><br />
jerarquía. Es Dios quien manda a <strong>la</strong> jerarquía. Es Dios quien da Su mensaje por medio <strong>de</strong>l<br />
profeta a <strong>la</strong> jerarquía, y es cosa <strong>de</strong> <strong>la</strong> jerarquía obe<strong>de</strong>cer, una vez que se <strong>de</strong>terminó que el<br />
mensaje verda<strong>de</strong>ramente viene <strong>de</strong> <strong>la</strong> Dios.<br />
Más reflexiones en <strong>la</strong> Escritura<br />
¿Hay alguna base escriturística sobre esto? Ciertamente. Usted encontrará en los Hechos <strong>de</strong><br />
los Apóstoles varios ejemplos <strong>de</strong> tal re<strong>la</strong>ción en el tiempo <strong>de</strong> los Apóstoles. Por ejemplo, <strong>la</strong><br />
propia consagración <strong>de</strong> San Pablo como obispo fue hecha por <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> <strong>la</strong> profecía. Mientras<br />
ellos estaban juntos rezando, habló el Espíritu Santo, obviamente por medio <strong>de</strong> un profeta, y dijo<br />
“Segregadme a Bernabé y a Saulo para <strong>la</strong> obra a que los l<strong>la</strong>mo”. (Hechos 13:2)<br />
Y así los católicos rezaron y ayunaron juntos, y luego un obispo entre ellos hizo a Pablo y a<br />
Bernabé obispos. Pero ellos fueron <strong>de</strong>signados obispos por <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> <strong>la</strong> profecía. Y también<br />
tenemos el ejemplo <strong>de</strong> San Pablo escribiendo a los Efesios (en Ef. 2:20) a quienes dice que <strong>la</strong><br />
<strong>Iglesia</strong> está edificada sobre el fundamento <strong>de</strong> los Apóstoles y <strong>de</strong> los Profetas.<br />
De acuerdo al Padre Joseph <strong>de</strong> Sainte Marie, el contexto nos dice que los profetas hab<strong>la</strong>ron<br />
sobre los profetas <strong>de</strong> <strong>la</strong> Nueva Alianza, quienes son el fundamento <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>Iglesia</strong> junto con los<br />
http://www.fatima.org/span/crusa<strong>de</strong>r/cr74/cr74pg32.pdf<br />
8
Apóstoles y los obispos, sus sucesores. Santo Tomás nos dice que Dios envía profetas <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
Nueva Alianza a todas <strong>la</strong>s generaciones, no para dar una nueva doctrina, sino para recordar a los<br />
fieles que ellos <strong>de</strong>ben salvar sus almas.<br />
El Padre Joseph <strong>de</strong> Sainte Marie <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong> este tema más a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte y nosotros lo hemos<br />
publicado en <strong>la</strong> revista The Fatima Crusa<strong>de</strong>r y también en mi libro Esc<strong>la</strong>vizacion <strong>de</strong>l mundo o<br />
paz. 14 Pienso que usted encontrará mucho sobre el argumento que he dado aquí entre <strong>la</strong>s páginas<br />
72 y 145 <strong>de</strong> ese libro.<br />
Hace trece años <strong>de</strong> su publicación y ha sido enviado a todos los obispos. No he encontrado<br />
aún un teólogo que no esté <strong>de</strong> acuerdo con nosotros. <strong>La</strong> <strong>obligación</strong> <strong>de</strong> <strong>creer</strong> y obe<strong>de</strong>cer es<br />
solemne y usted encontrará que los ejemplos <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>Iglesia</strong> también lo confirman.<br />
El ejemplo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>capitado Rey <strong>de</strong> Francia<br />
Está también <strong>la</strong> reve<strong>la</strong>ción a Santa Margarita María. 15 El Sagrado Corazón <strong>de</strong> Jesús dijo a<br />
Santa Margarita María que el Rey <strong>de</strong> Francia <strong>de</strong>bía consagrar su país al Sagrado Corazón. No<br />
privada sino públicamente, y poner el emblema <strong>de</strong>l Sagrado Corazón en su estandarte, en <strong>la</strong><br />
ban<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> Francia y en su escudo <strong>de</strong> armas. Ahora bien, eso fue dado sin un Mi<strong>la</strong>gro <strong>de</strong>l Sol.<br />
Eso fue transmitido en el mensaje dado a Santa Margarita María el 17 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1689.<br />
Ese mensaje fue escrito y transmitido a los reyes <strong>de</strong> Francia. Ellos supieron <strong>de</strong> los pedidos y<br />
lo ignoraron; así, el 17 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1789, cien años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> ese mismo día, el Rey <strong>de</strong> Francia<br />
fue <strong>de</strong>spojado <strong>de</strong> su po<strong>de</strong>r legis<strong>la</strong>tivo por el Tercer Estado, y cuatro años más tar<strong>de</strong>, luego estar<br />
en prisión durante algún tiempo, fue ejecutado. 16<br />
Nuestro Señor, en el Mensaje <strong>de</strong> Fátima, hace referencia a este mismo hecho cuando dice,<br />
“Participa a mis ministros, que en vista <strong>de</strong> que siguen el ejemplo <strong>de</strong>l Rey <strong>de</strong> Francia, en <strong>la</strong><br />
di<strong>la</strong>ción por ejecutar mi petición, le han <strong>de</strong> seguir también en <strong>la</strong> aflicción.” 17<br />
Ahora, ¿tiene sentido que Nuestro Señor dijera que el Rey <strong>de</strong> Francia fue castigado por no<br />
obe<strong>de</strong>cer una “reve<strong>la</strong>ción privada” si en realidad esta no lo obligó a <strong>creer</strong> y obe<strong>de</strong>cer? Pero como<br />
esto ocurrió, ¡el Rey <strong>de</strong> Francia fue castigado muy severamente por su <strong>de</strong>mora en <strong>la</strong> ejecución <strong>de</strong><br />
una or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> Jesús! Ahora Nuestro Señor mismo está advirtiendo formalmente que un número<br />
<strong>de</strong> obispos y posiblemente el propio Papa – e incluso tal vez un número <strong>de</strong> sus sacerdotes –<br />
seguirán al Rey <strong>de</strong> Francia en <strong>la</strong> aflicción por una razón: y esa razón es <strong>la</strong> <strong>de</strong>mora en obe<strong>de</strong>cer<br />
Su or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> consarar específicamente a Rusia. Ese es el c<strong>la</strong>ro propósito <strong>de</strong>l mensaje dado por<br />
Nuestro Señor.<br />
No tendría sentido que Dios nos diera un mensaje tan c<strong>la</strong>ro, con tanta autoridad, y sin<br />
embargo pudieramos <strong>de</strong>cir con impunidad a Dios, “Bien, no lo leí en <strong>la</strong> Escritura, según mis<br />
lecturas <strong>de</strong> <strong>la</strong> Escritura, por lo tanto no <strong>de</strong>bo escucharte”. Pero están aquel<strong>la</strong>s gentes ciegas que<br />
son lí<strong>de</strong>res <strong>de</strong> otras gentes ciegas que dicen que nosotros no <strong>de</strong>bemos prestar atención al Mensaje<br />
<strong>de</strong> Fátima. Ellos dicen eso aún cuando reconocen que no pue<strong>de</strong>n estar seguros que ya está en <strong>la</strong><br />
Escritura, en <strong>la</strong> profecía. Ahora, si yo fuera un apostador, no apostaría sobre mi salvación<br />
conociendo todo eso. En otras pa<strong>la</strong>bras, si yo – sabiendo que eso pue<strong>de</strong> estar en <strong>la</strong> Sagrada<br />
Escritura, sabiendo que <strong>de</strong>bo hacer <strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong> Dios y que Dios se toma el trabajo <strong>de</strong> <strong>de</strong>cirme<br />
cual es su voluntad – dijera, “Bien, pienso que puedo esgrimir una duda suficiente en mi mente<br />
para excusarme el día <strong>de</strong>l Juicio Final” – bien, ninguno que discutió con Dios ganó el pleito.<br />
http://www.fatima.org/span/crusa<strong>de</strong>r/cr74/cr74pg32.pdf<br />
9
Y Nuestro Señor está diciendo “en vista <strong>de</strong> que siguen el ejemplo <strong>de</strong>l Rey <strong>de</strong> Francia, en <strong>la</strong><br />
di<strong>la</strong>ción por ejecutar mi petición, le han <strong>de</strong> seguir también en <strong>la</strong> aflicción”. Pienso que <strong>la</strong><br />
<strong>obligación</strong> – no solo <strong>de</strong> los fieles <strong>de</strong> <strong>creer</strong> y obe<strong>de</strong>cer a <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> <strong>de</strong> Fátima, sino <strong>la</strong><br />
<strong>obligación</strong> <strong>de</strong> los obispos y el Papa – es absolutamente c<strong>la</strong>ra y absolutamente cierta.<br />
Parte III<br />
No l<strong>la</strong>mar al mal bien<br />
Esto no es pronunciar una sentencia contra nadie, porque no soy nadie para juzgar – excepto<br />
si alguien viene a mi en confesión, entonces <strong>de</strong>bo cumplir mi <strong>de</strong>ber como ministro <strong>de</strong>l<br />
sacramento y juzgar al penitente. Por lo tanto, no estoy aquí para juzgar a nadie, pero no sería<br />
justo <strong>de</strong> mi parte <strong>de</strong>cir simplemente: “Como no soy juez, no puedo afirmar ciertas verda<strong>de</strong>s”.<br />
Una cosa es <strong>de</strong>cir “No sé si alguien es culpable o no” y otra cosa es <strong>de</strong>cir “No sé si eso es pecado<br />
o no”.<br />
Dice <strong>la</strong> Sagrada Escritura, ‘no l<strong>la</strong>mar al mal bien y no l<strong>la</strong>mar bien al mal’. 18 Y, por lo tanto,<br />
en mi calidad <strong>de</strong> difusor <strong>de</strong>l Mensaje <strong>de</strong> Fátima, en mi calidad <strong>de</strong> sacerdote católico, no puedo<br />
l<strong>la</strong>mar bien al rechazo a obe<strong>de</strong>cer a <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> <strong>de</strong> Fátima. Debo l<strong>la</strong>marlo pecado. ¿Pero,<br />
estoy diciendo que el Car<strong>de</strong>nal X, o el Obispo Y, o quienquiera sea es cump<strong>la</strong>ble <strong>de</strong> pecado? No,<br />
no esoy diciendo eso. Yo no soy su juez. Pero estoy diciendo en el or<strong>de</strong>n objetivo moral que eso<br />
es un pecado. No hay otra explicación para ello, y si <strong>de</strong>biera <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r esto en un <strong>de</strong>bate<br />
teológico, podría hacerlo.<br />
Nuestro <strong>de</strong>ber<br />
Nosotros que conocemos mejor Fátima, tenemos <strong>la</strong> <strong>obligación</strong> <strong>de</strong> prestarle atención. Tal<br />
como los teólogos tienen <strong>la</strong> <strong>obligación</strong> <strong>de</strong> <strong>creer</strong> en más artíclos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Fe, nosotros que conocemos<br />
Fátima tenemos una <strong>obligación</strong> mayor <strong>de</strong> <strong>creer</strong> en el<strong>la</strong>, <strong>de</strong> obe<strong>de</strong>cer<strong>la</strong>.<br />
Cuando <strong>la</strong> Hermana Lucía le preguntó a Nuestro Señor en 1936, “Por qué no conviertes a<br />
Rusia sin que el Papa haga esa consagración”, Jesús contestó diciendo: “Porque quiero que toda<br />
Mi <strong>Iglesia</strong> reconozca esa consagración como un triunfo <strong>de</strong>l Inmacu<strong>la</strong>do Corazón <strong>de</strong> María, para<br />
que más tar<strong>de</strong> en Mi <strong>Iglesia</strong> se extienda Su veneración, y poner <strong>la</strong> <strong>de</strong>voción a ese Inmacu<strong>la</strong>do<br />
Corazón al <strong>la</strong>do <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>de</strong>voción a Mi Sagrado Corazón”. Y <strong>la</strong> Hermana Lucía, al recibir esta<br />
respuesta dijo “Pero Dios mío, el Santo Padre probablemente no me <strong>creer</strong>á a menos que Tu<br />
mismo lo muevas con una especial inspiración”. Y <strong>la</strong> respuesta <strong>de</strong> Nuestro Señor fue: “Hay que<br />
rezar mucho por el Santo Padre. El lo hará, pero será tar<strong>de</strong>”. 19 Y así, nos correspon<strong>de</strong> a nosotros<br />
rezar por el Santo Padre.<br />
Actuar en favor <strong>de</strong> Fátima<br />
Pienso que <strong>la</strong> cuestión se reduce a esto: o <strong>la</strong> gente no conoce el Mensaje <strong>de</strong> Fátima o<br />
verda<strong>de</strong>ramente no cree en él. Rechazar <strong>creer</strong>lo es un pecado; y rechazar obe<strong>de</strong>cerlo también es<br />
un pecado. ¿Alguien es culpable <strong>de</strong> pecado? Dios lo sabe, yo no. Pero, ¿tenemos nosotros una<br />
<strong>obligación</strong>? Si, sabiendo lo que hacer con Fátima, nosotros ciertamente <strong>de</strong>bemos rezar por el<br />
Santo Padre, y no <strong>de</strong>bemos en verdad mantenernos en silencio. Eso es lo que quieren los<br />
enemigos <strong>de</strong> <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong>.<br />
10<br />
http://www.fatima.org/span/crusa<strong>de</strong>r/cr74/cr74pg32.pdf
El maravilloso ejemplo <strong>de</strong> los tres niños<br />
Recor<strong>de</strong>mos que todo lo que el Alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Ourém quiso <strong>de</strong> los tres niños <strong>de</strong> Fátima fue que<br />
<strong>de</strong>jaran <strong>de</strong> contar que habían visto a <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong>, y ellos rechazaron hacerlo. Y él los<br />
amenazó con <strong>la</strong> muerte.<br />
Recor<strong>de</strong>mos que esos tres niños estaban solos, abandonados y encarce<strong>la</strong>dos. Recor<strong>de</strong>mos<br />
que ni <strong>la</strong> ira <strong>de</strong>l Alcal<strong>de</strong> y sus amenazas <strong>de</strong> extrema violencia, ni su posición <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, prestigio<br />
y aparente autoridad ilimitada no los <strong>de</strong>sanimaron. Ellos no obe<strong>de</strong>cerían <strong>la</strong> or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> guardar<br />
silencio sobre <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> <strong>de</strong> Fátima y Su Mensaje.<br />
Ellos resistieron todo el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l Estado que pesaba sobre ellos, y resistieron <strong>la</strong>s<br />
insinuaciones <strong>de</strong>l párroco quien les dijo que todo eso podía ser cosa <strong>de</strong>l <strong>de</strong>monio. Ellos sabían <strong>la</strong><br />
verdad, y con el<strong>la</strong>, junto con <strong>la</strong> Gracia <strong>de</strong> Dios, resistieron <strong>la</strong> furia <strong>de</strong>l infierno. Ellos morírían<br />
antes <strong>de</strong> ser infieles a Dios y a <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> <strong>de</strong> Fátima y a su Mensaje.<br />
Ellos habían preparado sus almas en corto tiempo para esa batal<strong>la</strong> con sus vidas <strong>de</strong> oración y<br />
sacrificio, por su recurso a <strong>la</strong> oración y a los méritos <strong>de</strong> Jesús y <strong>de</strong> María. Ellos procuraron<br />
obe<strong>de</strong>cer en sus propias vidas, todo lo que <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> quiso que hicieran. <strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> les<br />
dió a cambio el favor <strong>de</strong> fortalecerlos para esa batal<strong>la</strong>.<br />
Ellos no comenzaron a imprimir comunicados <strong>de</strong> prensa, sino ellos no negarían haber visto a<br />
<strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong>. Ellos no falsificarían Su Mensaje, y ellos mas bién hubieran muerto antes <strong>de</strong><br />
hacerlo. Fueron enfrentados con <strong>la</strong> última prueba, llevados uno a uno a hervirlos en aceite hasta<br />
matarlos, al menos eso creyeron. Nosotros también <strong>de</strong>beríamos, al menos <strong>de</strong> alguna manera,<br />
imitarlos rechazando guardar silencio sobre el Mensaje <strong>de</strong> Fátima.<br />
Aunque muchos <strong>de</strong> nosotros tengamos medios limitados para hacer conocer el Mensaje,<br />
todos tenemos algún medio. Recor<strong>de</strong>mos que <strong>la</strong>s 5.000 personas que concurrieron en julio fueron<br />
el resultado <strong>de</strong> <strong>la</strong>s 50 que fueron allí en junio. Y <strong>la</strong>s 15.000 personas que fueron en agosto fueron<br />
el resultado <strong>de</strong> los 5.000 testigos <strong>de</strong> julio, fueron el resultado <strong>de</strong> lo que contaron a sus vecinos y<br />
amigos entre el 13 <strong>de</strong> julio y el 13 <strong>de</strong> agosto. A su vez, <strong>la</strong>s 30.000 <strong>de</strong> setiembre resultaron <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />
15.000 personas hab<strong>la</strong>ndo a sus amigos, y así también <strong>la</strong>s 70.000 que fueron en octubre. Y<br />
hubieran sido muchas mas <strong>de</strong> no haber sido por <strong>la</strong> oposición <strong>de</strong> <strong>la</strong>s fuerzas <strong>de</strong>l gobierno y <strong>de</strong><br />
alguna parte <strong>de</strong>l clero católico <strong>de</strong> entonces.<br />
Cada uno <strong>de</strong> nosotros pue<strong>de</strong> hacer su pequeña parte, y creo que todos nosotros estamos<br />
obligados a hacer lo que podamos. Porque como dijo el Obispo <strong>de</strong> Regensburg, Monseñor<br />
Graber, “Sabiendo que el mundo pue<strong>de</strong> ser completamente <strong>de</strong>struído por <strong>la</strong>s armas terribles <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>strucción masiva <strong>de</strong> hoy y conociendo también que eso pue<strong>de</strong> ser evitado por <strong>la</strong> oración y <strong>la</strong><br />
penitencia como <strong>la</strong> Santísima Virgen nos lo recordó en Fátima, es mi sagrada <strong>obligación</strong> utilizar<br />
ese par <strong>de</strong> medios <strong>de</strong> salvación, <strong>la</strong> oración y <strong>la</strong> penitencia. Rechazándolos incurro en <strong>la</strong> culpa <strong>de</strong><br />
<strong>la</strong> <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> pueblos. <strong>La</strong> omisión <strong>de</strong> <strong>la</strong> oración y <strong>la</strong> penitencia – lo digo con toda seriedad –<br />
es un crimen contra <strong>la</strong> humanidad”. 20<br />
Y yo díría que sabiendo como lo se que <strong>la</strong>s naciones pue<strong>de</strong>n ser aniqui<strong>la</strong>das y todo el mundo<br />
esc<strong>la</strong>vizado a menos que el Santo Padre realice <strong>la</strong> consagración <strong>de</strong> Rusia, sería culpable <strong>de</strong> un<br />
crimen contra <strong>la</strong> humanidad por no transmitir al menos <strong>la</strong> verdad <strong>de</strong> todo esto. Y así, hagamos<br />
11<br />
http://www.fatima.org/span/crusa<strong>de</strong>r/cr74/cr74pg32.pdf
nuestra parte para hacer que el Mensaje <strong>de</strong> Fátima sea conocido, comprendido, aprecidado y<br />
obe<strong>de</strong>cido. Y al mismo tiempo, no aceptemos el falso argumento que el Mensaje <strong>de</strong> Fátima es<br />
solo una reve<strong>la</strong>ción privada y no trae consigo ninguna <strong>obligación</strong> cualquiera fuere.<br />
<strong>La</strong> <strong>obligación</strong> <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>r c<strong>la</strong>ro<br />
a los Sacerdotes, Obispos,<br />
Car<strong>de</strong>nales y al Papa<br />
Y puedo agregar una cosa más. Se proc<strong>la</strong>ma el argumento que no <strong>de</strong>bemos molestar al Santo<br />
Padre, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> todo él es solo un individuo y está cansado <strong>de</strong> escuchar peticiones. Y eso ha<br />
sido dicho, creo que entre otros, por el Obispo <strong>de</strong> Fátima, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el púlpito, y así sucesivamente,<br />
al menos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace años.<br />
Me gustaría seña<strong>la</strong>r que el pastor <strong>de</strong> una parroquia, cuando acepta su nombramiento <strong>de</strong> ser<br />
pastor, lo acepta voluntariamente. Cuando él lo acepta voluntariamente, él acepta también no<br />
solo el honor, el papel, el estipendio, sino que acepta <strong>la</strong> responsabilidad, los <strong>de</strong>beres implícitos.<br />
Y si se lo l<strong>la</strong>ma en medio <strong>de</strong> una noche “Padre, el Sr. Smith se está muriendo y pi<strong>de</strong> los santos<br />
sacramentos”, él verda<strong>de</strong>ramente no pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir “Bien, lo haré mañana”. El tiene <strong>la</strong> <strong>obligación</strong><br />
ante Dios, como pastor, <strong>de</strong> ir hasta ese hombre y adminstrarle los sacramentos siempre que sea<br />
digno <strong>de</strong> ellos.<br />
Incluso San Alfonso seña<strong>la</strong> que el párroco tiene <strong>la</strong> <strong>obligación</strong>, aún a riesgo <strong>de</strong> su propia<br />
vida, <strong>de</strong> dar los sacramentos a sus feligreses. Esa es su <strong>obligación</strong> como pastor.<br />
Pero eso no se aplica so<strong>la</strong>mente a los párrocos. También se aplica a los obispos. Los<br />
obispos, cuando se hacen cargo <strong>de</strong> una diócesis, asumen esa responsabilidad voluntariamente. Y<br />
también se aplica al Papa mismo. 21 El ha aceptado convertirse en Papa. El asume <strong>la</strong> función <strong>de</strong><br />
pastor <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s almas. Una parte <strong>de</strong> ese ministerio requiere respon<strong>de</strong>r al Mensaje <strong>de</strong> <strong>Nuestra</strong><br />
<strong>Señora</strong> <strong>de</strong> Fátima. Y así, aunque resulte molesto a nuestros obispos – o resulte molesto a los<br />
Car<strong>de</strong>nales y al propio Papa, aunque pienso que no lo es mucho – el Mensaje <strong>de</strong> Fátima impone<br />
una <strong>obligación</strong> a <strong>la</strong> <strong>Iglesia</strong> y a los miembros <strong>de</strong> <strong>la</strong> Jerarquía.<br />
Fue el mismo Papa Juan Pablo II quien dijo que el Mensaje <strong>de</strong> Fátima impone una<br />
<strong>obligación</strong> sobre <strong>la</strong> <strong>Iglesia</strong>. 22<br />
El dijo eso púbicamente en su sermón en Fátima el 13 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1982.<br />
Y así, es importante para nosotros no ser disuadidos por <strong>la</strong>s observaciones bien<br />
intencionadas <strong>de</strong> gente que recomienda no firmar una petición o no pedir al Papa <strong>la</strong><br />
consagración. Ellos pue<strong>de</strong>n estar bien intencionados, pero ese es nuestro <strong>de</strong>ber, ese es nuestro<br />
<strong>de</strong>recho. Como <strong>de</strong>finió el Segundo Concilio <strong>de</strong> Lyon – y el Primer Concilio Vaticano – es<br />
nuestro <strong>de</strong>recho procurar una <strong>de</strong>finición en materias referidas a <strong>la</strong> jurisdicción eclesiástica. 23<br />
Es importante entonces para nosotros recordar que Fátima impone una <strong>obligación</strong> sobre <strong>la</strong><br />
<strong>Iglesia</strong>; sobre todos los miembros <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>Iglesia</strong>, incluyendo al Papa y a los obispos. Y conocemos<br />
<strong>la</strong>s consecuencias <strong>de</strong> ignorarlo: “Si mis pedidos son atendidos, Rusia se convertirá y habrá paz;<br />
si no, Rusia propagará sus errores por el mundo provocando guerras y persecuciones contra <strong>la</strong><br />
<strong>Iglesia</strong>. Los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá mucho que sufrir. Varias naciones<br />
serán aniqui<strong>la</strong>das”. No hay otra elección. Nosotros <strong>de</strong>bemos hab<strong>la</strong>r c<strong>la</strong>ro, nosotros <strong>de</strong>bemos<br />
12<br />
http://www.fatima.org/span/crusa<strong>de</strong>r/cr74/cr74pg32.pdf
pedir y <strong>de</strong>bemos rezar por <strong>la</strong> Consagración <strong>de</strong> Rusia. Nosotros <strong>de</strong>bemos insistir que incluso el<br />
Papa está obligado ante Dios a obe<strong>de</strong>cer, porque <strong>la</strong> consagración <strong>de</strong> Rusia es esencial.<br />
Notas al pie:<br />
1. Santo Tomás <strong>de</strong> Aquino, Summa Teologica, Pt. II.II, Q2, Art. 6.<br />
2. Santo Tomás <strong>de</strong> Aquino, Summa Teologica, Pt. II.II, Q2, Art. 5.<br />
3. Daniel 9:24-26.<br />
4. Isaías: 53:2-12 y otras profecías a lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong>l Antiguo Testamento.<br />
5. Jn 3:19, Jn. 5:23, Jn. 5:36, Jn. 10:24-26.<br />
6. 13 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1967.<br />
7. “De acuerdo al p<strong>la</strong>n divino, ‘un mujer vestida con el sol’ (Apoc. 12:1) bajó <strong>de</strong>l Cielo a esta tierra para<br />
visitar a los hijos privilegiados <strong>de</strong>l Padre. El<strong>la</strong> les hab<strong>la</strong> con <strong>la</strong> voz y el corazón <strong>de</strong> una madre: El<strong>la</strong><br />
les pi<strong>de</strong> que se ofrezcan como víctimas <strong>de</strong> reparación, diciendo que El<strong>la</strong> está pronta para llevarlos con<br />
seguridad a Dios...<br />
“Luego Francisco, uno <strong>de</strong> los tres niños privilegiados, exc<strong>la</strong>mó: ‘Fuimos abrasados en esa luz que es<br />
Dios y no fuimos consumidos. ¿Como es Dios? Es imposible <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir. En realidad nunca pudimos<br />
<strong>de</strong>cirlo a <strong>la</strong> gente’. Dios: una luz que quema sin consumir. Moisés tuvo <strong>la</strong> misma experiencia cuando<br />
vió a Dios en <strong>la</strong> zarza ardiente...<br />
“ ‘Apareció en el cielo otra señal, y vi un gran dragón...’ (Apoc. 12:3). Esas pa<strong>la</strong>bras <strong>de</strong> <strong>la</strong> primera<br />
lectura <strong>de</strong> <strong>la</strong> Misa nos hacen pensar en <strong>la</strong> gran lucha entre el bien y el mal, mostrando como, cuando<br />
el hombre rechaza a Dios, no pue<strong>de</strong> lograr <strong>la</strong> felicidad, sino termina <strong>de</strong>struyéndose...<br />
“El Mensaje <strong>de</strong> Fátima es un l<strong>la</strong>mado a <strong>la</strong> conversión, alertando a <strong>la</strong> humanidad <strong>de</strong> no tener nada que<br />
ver con el ‘dragón’ cuya ‘co<strong>la</strong> arrastró una tercera parte <strong>de</strong> <strong>la</strong>s estrel<strong>la</strong>s <strong>de</strong>l Cielo, y <strong>la</strong>s arrojó sobre <strong>la</strong><br />
tierra. (Apoc. 12:4)” Del sermón <strong>de</strong>l Papa Juan Pablo II el 13 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2000.<br />
8. Padre M. <strong>La</strong>ffineur, Star on the Mountain, (publicado con permiso <strong>de</strong> <strong>la</strong> autoridad eclesiástica, 20 <strong>de</strong><br />
noviembre <strong>de</strong> 1967, Newtonville, New York) p. 70.<br />
9. Obispo Rudolph Graber, “Why this Pall of Silence Regarding Fatima?”, The Fatima Crusa<strong>de</strong>r,<br />
Edición 19, febrero-abril <strong>de</strong> 1986, pp. 4-5; o ver también en nuestro sitio web<br />
www.fatimacrusa<strong>de</strong>r.com/cr19/cr19pg04.asp<br />
10. Padre Joseph <strong>de</strong> Sainte-Marie, O.C.D., “The Church’s Duty in the Face of the Fatima Message”, The<br />
Fatima Crusa<strong>de</strong>r, Edición 9-10, octubre-diciembre <strong>de</strong> 1982, pp. 9-10: o en el artículo en el sitio web<br />
www.fatimacrusa<strong>de</strong>r.com/cr09/cr09pg09.asp<br />
11. Ibid.<br />
12. Hermano Michel <strong>de</strong> <strong>la</strong> Sainte Trinité, The Whole Truth About Fatima [Toda <strong>la</strong> verdad sobre Fátima]<br />
– Vol. III: The Third Secret, (Immacu<strong>la</strong>te Heart Publications, Buffalo, New York, 1990) p. 507. Ver<br />
también “<strong>La</strong> última entrevista publica <strong>de</strong> Sor Lucía”, The Fatima Crusa<strong>de</strong>r, Edición 19, febrero-abril<br />
<strong>de</strong> 1986, p. 11; o en el sitio web www.fatima.org/span/crusa<strong>de</strong>r/cr19/fuenteintvspan.asp<br />
13<br />
http://www.fatima.org/span/crusa<strong>de</strong>r/cr74/cr74pg32.pdf
13. “Sin embargo, para que el obsequio <strong>de</strong> nuestra fe fuera conforme a <strong>la</strong> razón [Rom. XII. 1], quiso<br />
Dios que a los auxilios internos <strong>de</strong>l Espíritu Santo se juntaran argumentos externos <strong>de</strong> su reve<strong>la</strong>ción, a<br />
saber, hechos divinos y, ante todo, los mi<strong>la</strong>gros y <strong>la</strong>s profecías que, mostrando <strong>de</strong> consuno<br />
luminosamente <strong>la</strong> omnipotencia y ciencia infinita <strong>de</strong> Dios, son signos certísimos y acomodados a <strong>la</strong><br />
inteligencia <strong>de</strong> todos, <strong>de</strong> <strong>la</strong> reve<strong>la</strong>ción divina (Can. 3 y 4 [ver más abajo]). Por eso, tanto Moisés y los<br />
profetas, como sobre todo el mismo Cristo Señor, hicieron y pronunciaron muchos y c<strong>la</strong>rísimos<br />
mi<strong>la</strong>gros y profecías; y <strong>de</strong> los Apóstoles leemos: Y ellos marcharon y predicaron por todas partes,<br />
cooperando el Señor y confirmando su pa<strong>la</strong>bra con los signos que se seguían [Mc. 16, 20] Y<br />
nuevamente está escrito: ¿Tenemos pa<strong>la</strong>bra profética más firme, a <strong>la</strong> que hacéis bien en aten<strong>de</strong>r como<br />
a una antorcha que bril<strong>la</strong> en un lugar tenebroso [II Pet. 1, 19]”<br />
“[Canon] III. Si alguno dijere que <strong>la</strong> reve<strong>la</strong>ción divina no pue<strong>de</strong> hacerse creíble por signos externos y<br />
que, por lo tanto, <strong>de</strong>ben los hombres moverse a <strong>la</strong> fe por <strong>la</strong> so<strong>la</strong> experiencia interna <strong>de</strong> cada uno y por<br />
<strong>la</strong> inspiración privada, sea anatema”.<br />
“[Canon] IV Si alguno dijere que no pue<strong>de</strong> darse ningún mi<strong>la</strong>gro y que, por en<strong>de</strong>, todas <strong>la</strong>s<br />
narraciones sobre ellos, aún <strong>la</strong>s contenidas en<strong>la</strong> Sagrada Escritura, hay que relegar<strong>la</strong>s entre <strong>la</strong>s<br />
fábu<strong>la</strong>s o mitos, o que los mi<strong>la</strong>gros no pue<strong>de</strong>n nunca ser conocidos con certeza y que con ellos no se<br />
prueba legítimamente el origen divino <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión cristiana, sea anatema”. Concilio Vaticano<br />
Primero, Constitución dogmática sobre <strong>la</strong> Fe Católica, 24 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1870. Tomado <strong>de</strong>l libro<br />
Dogmatic Canons and Decrees, (TAN Books and Pubishers) pp. 224, 235-236. Ver también Dz.<br />
1790; Dz. 1813; D.S. 3009; D.S. 3033; D.S. 3034.<br />
14. Disponible en el Fatima Center por US$ 7.50. Vea nuestra dirección en “Help Us Spread the Fatima<br />
Message”.<br />
15. Santa Margarita María A<strong>la</strong>coque fue una religiosa <strong>de</strong>l Convento <strong>de</strong> <strong>la</strong> Visitación en Paray-le-Monial<br />
en <strong>la</strong> provincia <strong>de</strong> Borgoña, Francia. El<strong>la</strong> vivió <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1648 a 1690. Era reconocida como santa aún<br />
mientras estaba viva; así Luis XIV, Rey <strong>de</strong> Francia en ese entonces, <strong>de</strong>bió haber obe<strong>de</strong>cido el<br />
mensaje como que le había llegado <strong>de</strong> Dios mismo.<br />
16. El Rey Luis XVI – nieto <strong>de</strong>l Rey Luis XIV quien había sido el receptor <strong>de</strong>l mensaje <strong>de</strong> Santa<br />
Margarita María A<strong>la</strong>coque – fue <strong>de</strong>spojado <strong>de</strong> su po<strong>de</strong>r por los revolucionarios franceses y más tar<strong>de</strong><br />
ejecutado por <strong>la</strong> guillotina.<br />
17. Mensaje <strong>de</strong> Jesús a <strong>la</strong> Hermana Lucía en agosto <strong>de</strong> 1931 en Rianjo, España como está documentado<br />
en Fatima ante <strong>la</strong> esfinge <strong>de</strong>l Padre Joaquín María Alonso, Ediciones “Sol <strong>de</strong> Fátima”, Madrid 1979,<br />
p. 97. Cf.: Hermana Lucía dos Santos, Fatima in Lucia’s own words, versión inglesa <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />
Memorias <strong>de</strong> <strong>la</strong> Hermana Lucía (N. <strong>de</strong>l T.), p. 200.<br />
18. “¡Ay los que al mal l<strong>la</strong>man bien, y al bien mal; que <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz hacen tinieb<strong>la</strong>s, y <strong>de</strong> <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s luz.”<br />
(Isaías 5:20)<br />
19. Carta fechada 18 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1936, en Memorias e Cartas da Irmã Lúcia, (Oporto, Portugal, 1973,<br />
editadas por el Padre António Maria Martins) pp. 414-415.<br />
20. Padre Nicho<strong>la</strong>s Gruner, “World Peace Depends on the Catholic Bishops and You”, The Fatima<br />
Crusa<strong>de</strong>r, Edición 11-12, mayo-julio 1983, p. 4; también en el sitio web<br />
www.fatimacrusa<strong>de</strong>r.com/cr11/cr11pg03.asp<br />
21. Sobre estos puntos, ver el artículo <strong>de</strong>l Padre Gruner “By this Means”, parte I y parte II, The Fatima<br />
Crusa<strong>de</strong>r, edición 23, setiembre-octubre 1987, pp. 2 y ss. y 9 y ss; en el sitio web<br />
www.fatimacrusa<strong>de</strong>r.com/cr23/cr23pg02.asp y www.fatimacrusa<strong>de</strong>r.com/cr23/cr23pg09.asp<br />
14<br />
http://www.fatima.org/span/crusa<strong>de</strong>r/cr74/cr74pg32.pdf
22. El Papa Juan Pablo II dijo, “El l<strong>la</strong>mado <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>Señora</strong> en el Mensaje <strong>de</strong> Fátima está tan profundamente<br />
arraigado en el Evangelio y en toda <strong>la</strong> Tradición, que <strong>la</strong> <strong>Iglesia</strong> siente que el Mensaje impone un<br />
compromiso sobre El<strong>la</strong>”. L’Osservatore Romano (edición inglesa), 17 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1982, p. 3. Ver<br />
también en inglés “13 <strong>de</strong> mayo: homilía <strong>de</strong>l Papa Juan Pablo II en <strong>la</strong> Misa en Fátima”, The Fatima<br />
Crusa<strong>de</strong>r, edición 9-10, octubre-diciembre 1982, p. 7; o en el sitio web<br />
www.fatimacrusa<strong>de</strong>r.com/cr09/cr09pg05.asp<br />
23. Concilio Vaticano Primero (1870), Dz. 1830, D.S. 3063; Segundo Concilio <strong>de</strong> Lyons (1274), Dz. 466.<br />
15<br />
http://www.fatima.org/span/crusa<strong>de</strong>r/cr74/cr74pg32.pdf