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CONCLUSIÓN
Estamos, sin duda, frente a uno de los mayores retos
de la humanidad; la acumulación de contaminantes
propiciada a lo largo de generaciones combinada con
los acelerados hábitos de consumo a nivel mundial
están produciendo una merma en el medio ambiente a
un ritmo que el planeta no podrá soportar por mucho
tiempo. Quizá la situación no sea crítica todavía, pero
tampoco nos queda mucho tiempo, y si queremos
asegurar un planeta habitable para nuestros hijos y los
hijos de nuestros hijos tenemos que comenzar a
cambiar los viejos hábitos, los viejos males.
Reciclar y reducir el consumo de productos
industrializados es un buen comienzo, pero en un
plano realista no es suficiente, hacen falta acciones
mucho más eficientes, que representen un verdadero
impacto y ayuden a solventar el problema. Ha llegado
el momento en el que las casas ecológicas dejan de ser
modelos ineficientes y costosos, el avance de la
tecnología ha abierto las puertas a miles de ideas
revolucionarias que llevaron los conceptos de
ecología, sustentabilidad, comodidad y economía a un
nivel donde todo va de la mano.
REFERENCIAS
[1] Juan Carlos Velarde. “Suelo apto para
viviendas ecológicas”. El Diario Nacional, Bolivia,
11 de Diciembre de 2012.
[2] Comisión Nacional de Vivienda. Recuperado
en noviembre de 2013.
http://www.sae.gob.mx/quienes/entidades_transferen
tes/informe s_res/Conavi/Paginas/Comision.aspx
[3] Asociación de Bancos de México.
Recuperado en noviembre de 2013.
http://www.abm.org.mx/
[4] Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda
para los Trabajadores, 2011.
http://portal.infonavit.org.mx/wps/wcm/connect/info
navit/trabaj
adores/saber+para+decidir/cuido_mi_casa/ahorro+y
+cuido+el+ medio+ambiente
En mi opinión las edificaciones ecológicas o
sustentables son el futuro, y nos tocó vivir el cambio
de ideología, el cambio de paradigma. Hoy nos
corresponde ser parte de esa transformación, dejar de
observar pasivos como nos devoramos al planeta y
realizar nuestra respectiva aportación a la solución de
este gran problema. Ahora sí que como dice el dicho:
“El buen juez por su casa empieza”.
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