ENSAYO PERSONA HUMANA Y LIBERTAD* Gabriel Zanotti**
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<strong>PERSONA</strong> <strong>HUMANA</strong> Y LIBERTAD 167<br />
al desarrollo de sus potencialidades específicas. Por supuesto, la naturaleza<br />
humana siempre guarda la posibilidad de oponerse al totalitarismo<br />
—ejemplo, los disidentes soviéticos— y por eso dijimos que<br />
el estatismo dificulta, mas no imposibilita, el desarrollo de la persona.<br />
A su vez, el hecho de que la sociedad libre facilite el desarrollo<br />
personal, no quiere decir, obviamente, que dicho desarrollo se dé<br />
necesariamente en una sociedad libre. Como en ésta se respeta el hecho<br />
de que la persona es dueña de su destino, existe obviamente la<br />
posibilidad (muy frecuente en los hechos) de que la persona no se<br />
perfeccione como tal y se rebele contra su destino final, con el límite<br />
"legal positivo" de no violar los derechos de los demás. "... La<br />
ley humana —dice Santo Tomás 26 — se establece para una multitud<br />
de hombres, en la cual la mayor parte no son hombres perfectos en<br />
la virtud. Y así la ley humana no prohibe todos los vicios, de los<br />
que se abstiene un hombre virtuoso; sino sólo se prohiben los más<br />
graves, de los cuales es más posible abstenerse a la mayor parte de<br />
los hombres, especialmente aquellas cosas que son para el perjuicio<br />
de los demás, sin cuya prohibición la sociedad no se podría conservar,<br />
como son los homicidios, hurtos, y otros vicios semejantes". La<br />
sociedad libre, pues, tiene conciencia del pecado original, y no es<br />
pues una sociedad de hombres necesariamente virtuosos, sino una<br />
sociedad con las condiciones humanas óptimas donde los hombres,<br />
libremente —como no podía ser de otro modo— pueden buscar su<br />
perfección. Este es un muy importante aspecto de una filosofía política<br />
cristiana, dado el dogma cristiano del pecado original. 27<br />
Todo lo anterior responde al "para qué" debe respetarse la libertad<br />
del hombre en el marco social: para facilitar el desarrollo del<br />
hombre como persona. La respuesta, como vemos, es de carácter<br />
ético. De allí el carácter "eticista" de la libertad.<br />
3 La Primacía del Bien Común y la Dignidad Humana 28<br />
Al analizar el tema de la fundamentación de los derechos del<br />
hombre, vimos la importancia del marco social, dado que el hombre<br />
necesita de la sociedad para su desarrollo. De lo cual se infiere que<br />
la sociedad es un medio con respecto al desarrollo pleno de la persona<br />
humana. Por lo tanto, será un importantísimo bien que cada persona<br />
encuentre en el marco social una serie de condiciones que permitan<br />
y faciliten el desarrollo pleno de sus potencialidades. Y ese será<br />
pues el bien común que es debido a todas las personas en el marco<br />
social. Común porque, como su nombre lo indica, es comunicable,<br />
participable a todas las personas. Y según los elementos vistos,<br />
26 En Suma Teológica, Op. Cit., MI, Q. 96, a. 2 c.<br />
27 Ver Novak, M.: El espíritu del capitalismo democrático; Tres Tiempos,<br />
Bs. As., 1982; Cap. 20, punto 2, 4.<br />
28 Ver nuestro ensayo Economía de Mercado y Doctrina Social de la Iglesia,<br />
Editorial de Belgrano, Bs. As., 1985. Cap. 1.