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Descargar - Iglesia Cristiana Gnóstica Litelantes y Samael Aun Weor

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1ª Que nunca le pusiera la mano encima, es decir, que nunca la golpeara.<br />

2ª Que viajaran, pues no quería estar viviendo mucho tiempo en un sólo pueblo,<br />

y<br />

3ª Que él era muy hombre para tener las mujeres que quisiera, que él tenía toda<br />

la libertad, pero que si andaba de novio con alguna, quería que él mismo se<br />

lo dijera y no venirlo a saber por los vecinos. Eso sí: que no hiciera<br />

comparaciones ni la llevase a casa, por supuesto.<br />

El hecho es que el Maestro siempre le cumplió, según afirmaba enfáticamente la<br />

Maestra: jamás la golpeó, viajaron mucho —hasta que por fin se establecieron<br />

definitivamente en México, D. F.— y siempre le dijo con cuál mujer andaba.<br />

La corrección del Maestro<br />

El Maestro era terrible en aquel entonces, cuando —como él mismo solía decir—<br />

andaba de “capa caída”.<br />

Era un joven que había salido definitivamente de su casa a los 16 años; trabajando y<br />

estudiando llegó a la Universidad, hasta cursar el segundo año en la Facultad de Medicina,<br />

de donde salió para irse a estudiar otra clase de medicina con los indios de la sierra, porque<br />

—afirmaba entonces— la medicina oficial normalmente era un comercio y no podía curar<br />

las cosas que él sabía.<br />

El hecho es que aprendió medicina con los Mamas de la tribus de los arahuacos,<br />

circunstancia que lo llevó a conocer a la Maestra, mediante la curación de su hermana.<br />

Con los indios aprendió de todo: bueno (con los “Mamas” arahuacos) y malo o<br />

mezclado (con muchos chamanes, brujos y curanderos de distintas tribus), y no se asustaba<br />

de nada ni de nadie... era de los que entraban a la cantina con todo y caballo.<br />

Era tremendo: todo un Bodhisattva caído, pero Bodhisattva al fin, con posibilidades<br />

de levantarse, las que supo desarrollar su esposa-sacerdotisa con su tenacidad proverbial...<br />

Desde su infancia el Maestro tenía capacidades poco comunes de clarividencia,<br />

recuerdos de vidas anteriores y de los Registros Akáshicos, y su ánimo de servicio lo llevó<br />

a estudiar Medicina, pero fue después de convivir con nuestra bienamada Maestra, que<br />

dedicó tales facultades a la Gran Obra del Padre.<br />

www.litelantes.com * www.iglisaw.com * www.icglisaw.com Pág. 33

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