2011 01 16 - Diócesis de Barbastro-Monzón

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TEMAS DE HOY
Octavario de oración por la unidad de los cristianos (18-25 de enero)
DESDE Pentecostés, los
cristianos de siempre y
de todo lugar se han
sentido llamados a proclamar
juntos a Jesucristo como Señor
y Salvador. Por eso, este
año la llamada a la Unidad nos
llega desde Jerusalén, la Iglesia
madre, a las Iglesias del
mundo entero, invitándonos a
redescubrir los valores que
constituyeron la unidad de la
primera comunidad cristiana,
cuando era asidua a la enseñanza
de los apóstoles y a la
comunión fraterna, a la fracción
del pan y a la oración.
La Iglesia madre de Jerusalén
desde el comienzo supo de
dificultades, desigualdades y
divisiones, y de su consideración
de una unidad mayor entre
los cristianos. Evocar la experiencia
de la Iglesia primitiva
puede ser para nosotros una
fuente de inspiración para superar
todos nuestros desencuentros
entre las diferentes iglesias
y comunidades eclesiales.
El concilio Vaticano II vio
en el movimiento ecuménico
un impulso del Espíritu que
despierta en los cristianos divididos el
remordimiento por sus divisiones, infundiéndoles
el anhelo de la unidad
(UR 1 y 4). Él ha puesto en marcha la
peregrinación hacia la unidad, que no
es posible sin conversión, renovación y
reforma (UR 6-8).
ECUMENISMO Y MISIÓN. ¡UNIDOS!
Desde el comienzo esta llamada a trabajar
por la Unidad prendió en nuestra
diócesis, preparando cada año con mimo,
junto a otras iglesias hermanas, el Octavario
de oración, realizando durante el año
Señor, haz de mí un instrumento de tu Paz
Haz de mí un instrumento de tu paz.
Donde haya odio, ponga yo el amor.
Donde haya ofensa, ponga yo el perdón.
Donde haya duda, ponga yo la fe.
Oh Señor, que yo no busque tanto
Ser consolado, sino consolar,
Ser comprendido, sino comprender,
Ser amado, sino amar.
todo tipo de encuentros que nos
permitieran conocernos y querernos,
así como garantizando espacios
de formación ecuménica.
Todo esto nos está permitiendo
mirar de forma nueva el Reino de
Dios y la unidad de la Iglesia, haciendo
más profundos los vínculos
de comunión y más capaces
de afrontar las memorias dolorosas,
pesadas cargas sociales y
frustrantes debilidades humanas.
La oración en común es el alma
de todo este movimiento ecuménico
pues “si el Señor no construye
la casa, en vano se afanan
fatigándose los constructores. Si el
Señor no guarda la ciudad, en
vano vigilan los guardas” (Sal
127, 1). A la hora de afrontar la misión
de anunciar el Evangelio en el
mundo de hoy, qué mejor forma de
hacerlo que juntos para que, acabando
con el escándalo de nuestras
divisiones, el mundo crea.
A las parroquias, comunidades
religiosas, movimientos apostólicos,
grupos de jóvenes, os invitamos
a ponernos en contacto con
la Delegación de Ecumenismo
para poderos ofrecer diversas formas
de prender la llama ecuménica
entre vosotros y así participar en
este apasionante movimiento que está dinamizando
el Espíritu
Jesús Domínguez Longás. Delegado de
Ecumenismo de la Archidiócesis de Zaragoza.
Haz de mí un instrumento de tu paz.
Donde haya desesperación, ponga yo la esperanza.
Donde haya tinieblas, ponga yo la luz.
Donde haya tristeza, ponga yo la alegría.
Haz de mí un instrumento de tu paz.
Porque es perdonando como se es perdonado,
Porque es dándose como se recibe,
Porque es muriendo como se resucita a la vida eterna.
(Oración atribuida a San Francisco).
ACTOS EN ZARAGOZA
Día 18, martes, a las 7:30 de la
tarde.
Comienzo de la Oración ininterrumpida.
7 días x 24 horas.
Dirigida por el Pastor Augusto Milián
Hernández.
Lugar: Iglesia Reformada de Aragón,
c/ Mariano Supervía 52.
Información sobre turnos de voluntarios:
653 054 222 (Jesús Domínguez)
y 976 29 71 06 (José Mª Fanlo).
Día 19, miércoles, a las 8 de la
tarde. Conferencia:
- Ecumenismo y misión en Europa.
Ponente: D. Eloy Bueno de la
Fuente. Profesor de Cristología y Teoría
del conocimiento y decano de la Facultad
de Teología de Burgos.
- Ecumenismo y misión en España.
Ponente: D. Enric Capó i Puig.
Pastor de la Iglesia evangélica de Cataluña
y director de la revista “Cristianismo
protestante”.
Lugar: Salón de actos de la Casa de
la Iglesia, Pza. La Seo 6.
Día 20, jueves.
- 12:30 horas. Charla-Testimonio:
Comunión Anglicana e Iglesia Católica.
Situación actual.
Ponente: D. José Ramón Villar.
Profesor agregado de Teología Dogmática
en la Universidad de Navarra.
Lugar: CRETA, Ronda Hispanidad
10.
- 20:30 horas. Oración ecuménica
interconfesional.
Homilía: D. Manuel Ureña Pastor.
Arzobispo de Zaragoza.
Lugar: Parroquia del Corazón de
María. Avda. Goya, 65.
Día 23, domingo.
19:30 horas. Oración de TAIZÈ dirigida
especialmente a los jóvenes.
Lugar: Iglesia Reformada de Aragón,
c/ Mariano Supervía 52.
Día 25, lunes, a las 20:00 horas.
Final de la Oración ininterrumpida,
7 días x 24 horas.
Dirigida por el P. Aurel Nae, de la
Iglesia Ortodoxa Rumana.
Lugar: Iglesia Reformada de Aragón,
c/ Mariano Supervía 52.
Escribe nuestro Obispo
«UNA SOLA
FAMILIA HUMANA»
Se me ha quedado grabada en la memoria una frase que leí hace años: «El
hombre sólo sabe lo que experimenta.» Esta frase me ha hecho pensar. Podemos
conocer cosas, leer libros, tener una cultura amplia, pero saber, lo que se dice saber,
sabemos poco; sólo aquello que hemos vivido con intensidad. No es lo
mismo conocer las estadísticas sobre los emigrantes y refugiados que hay en el
mundo, que ser emigrante o refugiado. Sólo ellos saben de esa dura experiencia.
Tratemos de acercarnos al corazón de los que tienen que salir de su tierra para
buscar medios de subsistencia o de los que han de buscar refugio en otro país porque
en el suyo son perseguidos. Dejan atrás su cultura, sus amigos, sus costumbres
y, en muchos casos, su familia, y corren la aventura de introducirse, los que
lo logran, en un país extraño. Después han de situarse, buscar vivienda y trabajo,
conseguir “papeles”… en medio de una profunda soledad, en la mayor parte de
los casos; desconociendo la lengua y, a veces, sufriendo desprecios y carencias de
atención y acogida.
Todos tenemos inmigrantes a nuestro alrededor, en todos los pueblos, hasta en
los más pequeños. Muchos de ellos han aceptado hacer los trabajos más duros.
Hemos de preguntarnos cómo les acogemos, si nos ponemos en su lugar, si les
dedicamos algo de atención, si nos interesamos por su situación…
Podemos verlos como vecinos y conciudadanos o como competidores por un
puesto de trabajo. Si sólo miramos la realidad de la emigración “de tejas abajo”,
como se suele decir, nos perderemos lo mejor.
Los cristianos rezamos la oración que nos enseñó Jesús; en ella reconocemos
que todos somos hermanos porque tenemos un Padre común al que le decimos
Padre nuestro. Debemos reconocer, como nos dice el Concilio Vaticano II, que todos
los pueblos formamos una comunidad, que tenemos un mismo origen puesto
que Dios hizo habitar a todo el género humano sobre la faz de la tierra, y tenemos
también un mismo fin último, que es Dios, cuya providencia se extiende a
todos. No vivimos unos al lado de los otros por casualidad; todos estamos recorriendo
el mismo camino como seres humanos y, por tanto, como hermanos y hermanas.
El papa Benedicto XVI, en su mensaje para la Jornada Mundial de las Migraciones,
que hoy se conmemora, ha lanzado este lema: «Una sola familia humana.»
Una sola familia de hermanos y hermanas, en sociedades que son cada
vez más multiétnicas e interculturales, donde también las personas de diversas religiones
se ven impulsadas al diálogo, para que se pueda encontrar una convivencia
serena y provechosa en el respeto de las legítimas diferencias.
La Iglesia, los cristianos, tenemos una misión muy importante que cumplir
con los inmigrantes. Quiero dar las gracias a todos los que en nombre de la Iglesia
les acogéis, les ayudáis a tramitar los papeles y, si hay suerte, a buscar un
puesto de trabajo. Cáritas realiza una gran tarea en este campo, y, por supuesto,
las parroquias que los incorporáis a la familia de la comunidad parroquial. Ellos
tienen mucho que aportarnos.
A todos los inmigrantes os acojo con mi afecto y bendición.
† Alfonso Milián Sorribas
Obispo de Barbastro-Monzón