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Tres motivos principales impulsaron a la - Pontificia Universidad ...

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QUINTAS JORNADAS<br />

DE<br />

HISTORIA DE CHILE<br />

Santiago<br />

1983


PRESENTACION<br />

<strong>Tres</strong> <strong>motivos</strong> <strong>principales</strong> <strong>impulsaron</strong> a <strong>la</strong> Comisión Organizadora de <strong>la</strong>s "Quintas Jornadas de<br />

Historia de Chile", a publicar este texto con los RESUMENES DE PONENCIAS.<br />

En líneas generales, el propósito fue ofrecer a los Participantes en el Evento:<br />

Un panorama global - y particu<strong>la</strong>r a <strong>la</strong> vez -, de los temas que serán objeto de Ponencia en <strong>la</strong>s<br />

sesiones de trabajo.<br />

Una colección de reseñas de investigaciones, realizadas por sus autores, que proporcionará un<br />

anticipo de <strong>la</strong> futura publicación de el<strong>la</strong>s.<br />

Un instrumento de trabajo que servirá de orientación para el análisis y discusión de cada<br />

Ponencia.<br />

De lo seña<strong>la</strong>do, se deduce que el texto tiene un carácter eminentemente práctico, en éste radica,<br />

sobre todo, <strong>la</strong> validez de su publicación.<br />

Comisión Organizadora<br />

SANTIAGO, Octubre de 1983


EL PERIODO PARLAMENTARIO EN LA HISTORIA CHILENA: ALGUNOS<br />

ENFOQUES Y REFLEXIONES<br />

Dr. Harold B<strong>la</strong>kemore <strong>Universidad</strong> de Londres<br />

En <strong>la</strong> <strong>la</strong>rga trayectoria de <strong>la</strong> historia chilena, el Período Par<strong>la</strong>mentario, considerado generalmente<br />

desde 1891 - cuando <strong>la</strong> guerra civil de ese año destruyó no so<strong>la</strong>mente a Balmaceda pero también<br />

al sistema Portaliano - hasta 1925, cuando Arturo Alessandri regresó a <strong>la</strong> presidencia y promulgó<br />

una constituci6n que reemp<strong>la</strong>z6 aquel<strong>la</strong> de 1833, ha sido visto casi universalmente en términos<br />

peyorativos. Se encuentra extensa y - abundante literatura sobre este tema, y hasta hace poco, era<br />

casi enteramente crítica. El período fue uno, se argumento, durante el cual Chile, después de<br />

haber gozado por 60 años, desde 1833, de un proceso histórico de progreso - constitucional,<br />

político y económico - perdió completamente su sentido de orientación. El espíritu nacional que<br />

mostraba una gran confianza en el destino de Chile, que lleg6 a su culminación después de <strong>la</strong><br />

Guerra del Pacífico y que Balmaceda mismo creía personificar, se transformó a principios de este<br />

siglo en una autocrítica pesimista, en <strong>la</strong> que dominaba <strong>la</strong> sensación de una dirección errada y el<br />

miedo creciente por el futuro de Chile. Debido a que el sistema político oligárquico de Chile no<br />

pudo reflejar una sociedad en transición ni satisfacer sus necesidades, surgió en Chile "<strong>la</strong> cuestión<br />

social", <strong>la</strong> conciencia de "dos naciones". Era una sociedad cada vez más dividida, aparentemente<br />

oprimida por una estructura económica que inhibía el desarrollo, obsesionada por el temor a un<br />

conflicto social y agobiada con un sistema político en el cual importaban más <strong>la</strong>s pequeñas riñas<br />

de <strong>la</strong>s personalidades y los partidos que <strong>la</strong>s necesidades nacionales.<br />

Esta imagen de aquel período ha sido fuertemente desafiada durante los últimos años con <strong>la</strong><br />

aparición, tanto en Chile como en el exterior, de un número de trabajos históricos los cuales, en<br />

conjunto, representan aquel revisionismo de interpretaciones anteriores que es <strong>la</strong> sangre vital del<br />

arte de los historiadores. Una parte de este proceso es el descubrimiento y <strong>la</strong> publicación de<br />

nuevo material; otra parte es <strong>la</strong> interpretación de esta nueva evidencia, a <strong>la</strong> luz de una experiencia<br />

contemporánea - <strong>la</strong> cual ningún historiador, pese Ranke, puede escapar y, finalmente, aunque de<br />

no menos importancia, hace parte también el gran intento consciente y creciente de los<br />

historiadores de hacer investigaciones y ofrecer los resultados, no sólo para sus colegas<br />

académicos sino también para <strong>la</strong> sociedad a <strong>la</strong> cual pertenecen.<br />

Se hará una tentativa por medio de esta ponencia de evaluar el Período Par<strong>la</strong>mentario, tanto a <strong>la</strong><br />

luz de esta reciente y abundante historiográfica como a <strong>la</strong> luz de fuentes extranjeras: se ofrecerá<br />

también algunas observaciones sobre el papel que el historiador desempeña en su capacidad para<br />

esc<strong>la</strong>recer los cambios contemporáneas, los cuales son, en sí mismos, el producto del pasado.


LA DECLARACION DE LA INDEPENDENCIA DE CHILE EN LA CIUDAD DE<br />

CONCEPCION: ¿MITO O REALIDAD?<br />

Sergio Correa Bello <strong>Universidad</strong> Austral de Chile<br />

Encontrándose en <strong>la</strong> ciudad de TALCA, a comienzos de febrero de 1818, O'higgins ordenó que el<br />

Acta de Dec<strong>la</strong>ración de <strong>la</strong> Independencia de Chile fuera fechado en CONCEPCION a de enero<br />

de 1818.<br />

Esta Acta, <strong>la</strong> única conocida, fue redactada en Santiago y comunicada a O'higgins para su<br />

aprobación y firma. Este documento, sin <strong>la</strong>s frases que el Director Supremo pidió que se<br />

introdujeran, fue leída en <strong>la</strong> ceremonia de Proc<strong>la</strong>mación de <strong>la</strong> Independencia, efectuada en <strong>la</strong><br />

capital en 12 de febrero de 1818.<br />

La tradición oral y algunos documentos han llevado a algunos - autores a sostener <strong>la</strong> existencia de<br />

una Acta anterior, efectivamente redactada y, presumiblemente, leída en un acto público<br />

celebrado en <strong>la</strong> ciudad de Concepción en 1° 1818.<br />

El autor de <strong>la</strong> ponencia realiza un examen crítico, tanto de <strong>la</strong> tradición oral como de los<br />

documentos exhibidos por quienes han querido con ellos - consolidar dicha tradición como<br />

hecho real.


IGLESIA, SOCIEDAD Y POLITICA.CHILE 1958 - 1973.<br />

Eduardo Araya Leupin<br />

<strong>Universidad</strong> Católica de Valparaíso<br />

El presente avance de investigación se centra en el análisis de como <strong>la</strong> Iglesia Chilena - entendida<br />

como actor social y político - enfrenta el período antes seña<strong>la</strong>do, un doble proceso de cambios:<br />

en el p<strong>la</strong>no interno como consecuencia de Vaticano II y en lo externo <strong>la</strong> incidencia del conjunto<br />

de transformaciones sociales que experimenta <strong>la</strong> sociedad y que <strong>la</strong> Iglesia, al menos en parte,<br />

también promueve.<br />

Esta ponencia se inscribe en el contexto de una investigación mas sobre el tema Iglesia y Cambio<br />

Social y aquí lo hemos referido fundamentalmente a uno de los grupos identificables al interior<br />

de <strong>la</strong> Iglesia su jerarquía, cuyas posiciones oficiales se expresan a través de documentos<br />

colectivos del Episcopado. La jerarquía ciertamente - no agota <strong>la</strong> posici6n de <strong>la</strong> Iglesia, en su<br />

interior <strong>la</strong> contestación es un todo recurrente, pero <strong>la</strong> representa de manera oficial y es en este<br />

nivel en donde más específicamente se expresa el carácter de actor social y político.<br />

A lo <strong>la</strong>rgo de este trabajo se examinan, para cada una de <strong>la</strong>s administraciones del período <strong>la</strong>s<br />

re<strong>la</strong>ciones entre jerarquía y Gobierno, entre jerarquía y otros actores políticos (partidos) y <strong>la</strong>s<br />

interre<strong>la</strong>ciones entre algunas transformaciones y tendencias en <strong>la</strong> sociedad y los contenidos del<br />

discurso del episcopado, incluyendo también algunos fen6menos de carácter más global como <strong>la</strong><br />

Revolución Cubana.<br />

Como un contexto más global a esos problemas se considera <strong>la</strong> evolución interior de <strong>la</strong> Iglesia, de<br />

una línea de compromiso y promoción social aunque surge prácticamente a fines del siglo XIX en<br />

una reducida elite, pero que sólo a comienzos de <strong>la</strong> década del 60 se consolida como contenido<br />

central en el discurso del Episcopado Nacional.<br />

También se examina el surgimiento, hacia fines de esa década, de orgánicas de contestación,<br />

tanto de derecha como de izquierda, motivadas tanto por el cambio conciliar como por problemas<br />

derivados del cambio social.


LAS ELECCIONES COMPLEMENTARIAS AL PARLAMENTO CHILENO Y SU<br />

GRAVITACION EN EL PROCESO POLITICO: 1932 1973<br />

Jaime Etchepare Jensen<br />

Mario Valdés Urrutia<br />

<strong>Universidad</strong> de Concepción<br />

Como punto de partida de este estudio se eligió 1932, debido a que a partir de octubre de ese año,<br />

el sistema político surgido de <strong>la</strong> Constituci6n de 1925 alcanzó un nivel de re<strong>la</strong>tiva estabilidad,<br />

que iría deteriorándose hasta hacer crisis en los años 1964-1973 en funci6n de los excesos del<br />

partiditarismo, los conflictos Presidente de <strong>la</strong> República - Congreso Nacional, y el predominio de<br />

partidos de marcado corte ideológico.<br />

En dicho período se llevaron a cabo diversas elecciones complementarias para llenar <strong>la</strong>s vacantes<br />

producidas tanto en el Senado como en <strong>la</strong> Cámara de Diputados del país. Ahora bien, nos<br />

abocamos al estudio y análisis de estas debido al alcance y gravitaci6n que varias de el<strong>la</strong>s<br />

tuvieron en <strong>la</strong> historia política del período, y que fueron más allá del nuevo reemp<strong>la</strong>zo de un<br />

Senador o Diputado, según de que caso se trate.<br />

Algunos ejemplos - que son analizados con más detalle de esta investigaci6n- ilustrarán mejor<br />

nuestras afirmaciones precedentes:<br />

La violencia imperante en <strong>la</strong> elección complementaria senatorial del 17 de noviembre de 1940<br />

por Aconcagua y Valparaíso, que ganara el candidato frentista Aníbal Cruzat -, provocó <strong>la</strong> salida<br />

del Ministro del Interior y <strong>la</strong> negociación de una reforma a <strong>la</strong> Ley electoral - por el anuncio de<br />

partidos de derecha de abstenerse a concurrir por falta de garantía a <strong>la</strong>s par<strong>la</strong>mentarias de marzo,<br />

que entreg6 a <strong>la</strong> Jerarquía de <strong>la</strong>s FFAA el control del mantenimiento del orden en los actos<br />

eleccionarios.<br />

El éxito obtenido por Arturo Matte Larraín en <strong>la</strong> complementaria senatorial por Santiago el 26 de<br />

noviembre de 1950, fue causa determinante de su proc<strong>la</strong>maci6n posterior como candidato<br />

presidencial.<br />

El triunfo del candidato del Frente de Acción Popu<strong>la</strong>r, Dr. Oscar Naranjo Herrera, en <strong>la</strong> elección<br />

de un Diputado por Curicó y Mataquito el 15 de marzo de 1964, produjo un verdadero terremoto<br />

político: renuncia de candidatos presidenciales y nueva agrupación de <strong>la</strong>s fuerzas políticas con<br />

miras a <strong>la</strong> elecci6n presidencial de ese año.<br />

En este estudio hemos recurrido a <strong>la</strong> bibliografía sobre el siglo XX en Chile, a <strong>la</strong> prensa, revistas<br />

de opinión, documentos del Registro electoral y del Tribunal Calificador de Elecciones, para<br />

reconstruir los resultados de estas elecciones y analizar sus implicancias.<br />

Asimismo, hemos estructurado <strong>la</strong> investigación por capítulos, correspondiendo cada uno de ellos<br />

a un período presidencial con el objeto de ubicar a los lectores en los diversos contextos en que se<br />

producen estas elecciones durante <strong>la</strong> gestión de los ocho presidentes que actuaron en el período<br />

1932-1973.


LA GUERRA DEL PACIFICO EN LA PERSPECTIVA DE LA DIPLOMACIA<br />

ITALIANA<br />

Zvonimir Martinic Drpic<br />

<strong>Universidad</strong> de Chile<br />

Los países europeos consideraron como algo sumamente grave, el estallido de <strong>la</strong> Guerra del<br />

Pacífico, que venga a comprometer sustancialmente <strong>la</strong> estabilidad del continente y <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones<br />

econ6micas y sociales de los ciudadanos europeos que habitaban en estas <strong>la</strong>titudes.<br />

Desde el inicio de <strong>la</strong> contienda se nota c<strong>la</strong>ramente <strong>la</strong> preocupación de potencias como Ing<strong>la</strong>terra y<br />

Francia; a el<strong>la</strong>s se sumará <strong>la</strong> gestión diplomática italiana en orden a <strong>la</strong> realización de un arbitraje<br />

internacional que pusiese fin a <strong>la</strong>s hostilidades.<br />

La importancia de Italia dentro del desarrollo de <strong>la</strong>s tratativas conducentes al fin anteriormente<br />

seña<strong>la</strong>do, queda en evidencia cuando se analiza <strong>la</strong> correspondencia diplomática de ese país. Su<br />

principal -preocupaci6n será <strong>la</strong> de aunar sus esfuerzos con <strong>la</strong>s demás potencias para lograr un<br />

acuerdo de arbitraje, acuerdo que permitirá el desarrollo comercial de estas áreas y evitaría <strong>la</strong>s<br />

considerables pérdidas para el comercio internacional.<br />

Por otra parte, Italia desde el principio de <strong>la</strong>s hostilidades instruye a sus connacionales para que<br />

se conserven <strong>la</strong>s más estrictas normas de neutralidad, sobre todo por parte de <strong>la</strong> numerosa colonia<br />

italiana residente en <strong>la</strong>s áreas en conflicto, pero no trepida en denunciar y quejarse ante los<br />

respectivos Gobiernos cuando se produce <strong>la</strong> destrucción de <strong>la</strong>s propiedades privadas de sus<br />

súbditos, debido a <strong>la</strong>s operaciones bélicas.<br />

El volumen de <strong>la</strong> correspondencia diplomática italiana con re<strong>la</strong>ción al conflicto del Pacífico,<br />

obliga a los estudiosos de él a no desdeñar en el futuro tan importante fuente de análisis, ya que<br />

de el<strong>la</strong> también se desprende <strong>la</strong> acción que asume el Gobierno de Estados Unidos en <strong>la</strong>s<br />

tratativas tendientes a <strong>la</strong> finalización del conflicto. En un principio, Estados Unidos es visto por<br />

parte de <strong>la</strong>s potencias europeas como un país que prefiere actuar separado de Europa y asumir<br />

solo, en el momento oportuno <strong>la</strong> parte de mediador. Posteriormente, <strong>la</strong> correspondencia<br />

diplomática italiana mostrará su extrañeza por esta y otras actitudes de Estados Unidos en el<br />

conflicto.<br />

Aparte de lo anteriormente seña<strong>la</strong>do, <strong>la</strong> correspondencia diplomática italiana manifiesta su<br />

constante preocupación con re<strong>la</strong>ción a los italianos que poseen certificados salitreros y esboza<br />

<strong>la</strong>rgamente al Gobierno de Chile <strong>la</strong> real situación de este hecho, al mismo tiempo que presenta<br />

una memoria sobre el salitre, <strong>la</strong>s salitreras y los certificados salitreros, para llegar a un acuerdo<br />

con Chile en el establecimiento de un Tribunal Italo-Chileno que arbitraría los rec<strong>la</strong>mos italianos<br />

en tan importante problema.


INHUMACION Y EXHUMACION DE LOS RESTOS DE PRAT Y SERRANO<br />

Leonel Lamagde<strong>la</strong>ine Ve<strong>la</strong>rde<br />

Instituto Profesional de Iquique<br />

El 21 de Mayo de 1879, por <strong>la</strong> tarde, el Huascar traía a Iquique los cadáveres de Prat y Serrano,<br />

fueron depositados estos frente a <strong>la</strong> aduana.<br />

En <strong>la</strong> noche don Eduardo L<strong>la</strong>nos acompañado del alcalde municipal y del corresponsal del diario<br />

"La Patria" de Lima visitan diferentes lugares de <strong>la</strong> ciudad con el fin de ubicar los cadáveres de<br />

los oficiales de <strong>la</strong> Esmeralda: en el Cuartel de <strong>la</strong> Compañía de Bomberos "La Salvadora" les<br />

informaron que habían sido tras<strong>la</strong>dados al hospital.<br />

El día 22 don Eduardo L<strong>la</strong>nos y don Benigno Posada realizaron <strong>la</strong>s gestiones para dar sepultura a<br />

los restos de Prat y Serrano.<br />

En junio de 1879, <strong>la</strong> colonia españo<strong>la</strong> de Santiago a través de su directorio, solicitó a don<br />

Eduardo L<strong>la</strong>nos <strong>la</strong> Co<strong>la</strong>boración para que gestionara <strong>la</strong> exhumación de los restos de los oficiales<br />

marinos, este cometido no pudo llevarse a cabo debido a <strong>la</strong> existencia de disposiciones legales<br />

re<strong>la</strong>cionadas con el tiempo de permanencia de los cadáveres en el cementerio.<br />

En mayo de 1881 los restos de los oficiales de <strong>la</strong> Esmeralda fueron tras<strong>la</strong>dados desde el<br />

Cementerio General a <strong>la</strong> Iglesia Parroquial, en esta ceremonia tuvo activa participación <strong>la</strong><br />

Compañía de Bomberos Iberia" N° 1.<br />

Cuando <strong>la</strong> iglesia se incendió (marzo de 1883) <strong>la</strong>s cenizas de Héroes fueron tras<strong>la</strong>dadas a <strong>la</strong><br />

bodega de una casa comercial de Iquique. En 1884 volvieron los restos a <strong>la</strong> Iglesia Parroquial,<br />

permanecieron hasta 1888, fecha en que fueron tras<strong>la</strong>dados a Valparaíso.


EL PRIMER CONSUL DE LOS PAISES BAJOS EN VALPARAISO Y SU ACTIVIDAD<br />

COMERCIAL EN EL PACIFICO SUR<br />

Regina C<strong>la</strong>ro Tocornal<br />

<strong>Universidad</strong> de Chile<br />

Apenas consolidada <strong>la</strong> independencia de <strong>la</strong>s colonias hispanas, los países europeos se apresuraron<br />

a conquistar oficialmente aquel codicia do comercio americano, al que sólo habían tenido acceso<br />

ilegal durante los tres siglos que durara el Imperio Español.<br />

Loa Países Bajos, nación surgida por <strong>la</strong> fusión de Ho<strong>la</strong>nda y Bélgica, no se quedaron atrás. En<br />

1825 fue extendido el nombramiento de cónsul en Valparaíso para un joven belga de 25 años,<br />

oriundo de <strong>la</strong> región valona. Esta designación cambiaría para siempre el destino de Juan<br />

Francisco Doursther, nombre del titu<strong>la</strong>r de este cargo. En el otoño de 1826, Doursther avistaría<br />

desde <strong>la</strong> rada de Valparaíso, con angustia en el corazón, el conjunto de cabañas pajizas esparcidas<br />

por los cerros, que hab<strong>la</strong>n de constituir su lugar de residencia.<br />

Muy pronto, sin embargo, apreciaría <strong>la</strong> importancia de Valparaíso como centro de un activo<br />

comercio, ya que era reca<strong>la</strong>da obligada, no sólo para los barcos que traficaban entre Europa y los<br />

puertos occidentales de América, sino para aquellos que traían exóticos productos de <strong>la</strong>s is<strong>la</strong>s del<br />

Pacifico Sur.<br />

Junto con insta<strong>la</strong>r sus oficinas consu<strong>la</strong>res, se dispuso Doursther aprovecha estas circunstancias,<br />

en beneficio propio y de su patria. Organizó una agencia marítima para <strong>la</strong> contratación de fletes<br />

desde y hacia Europa y también se incorporó a <strong>la</strong> fascinantes y lucrativa <strong>la</strong>bor de pescar per<strong>la</strong>s y<br />

nácares en <strong>la</strong>s vecindades de <strong>la</strong>s Is<strong>la</strong>s de <strong>la</strong> Sociedad.<br />

El buen resultado de <strong>la</strong>s primeras expediciones y el atractivo de conocer personalmente <strong>la</strong> fuente<br />

de su riqueza, impulsarían al Cónsul, en 1831, a participar él mismo en una de estas aventuradas<br />

excursiones de pesca. La suerte le sería adversa, ya que casi pierde <strong>la</strong> vida como prisionero de<br />

los nativos de <strong>la</strong>s is<strong>la</strong>s, que además le desvalijaron el barco. De esta aventura ha quedado un<br />

Diario, que escribió Doursther en francés para una revista belga de <strong>la</strong> época, y que posteriormente<br />

fue traducido y publicado en Chile.<br />

En los años siguientes, Doursther, cuya intención había sido s6lo hacer fortuna en América para<br />

residir definitivamente en Bélgica junto a los suyos, se acostumbra en Chile, se casa y no vuelve<br />

más a su patria.<br />

La investigación se hizo en torno al personaje protagonista del Diario; pero interesó además,<br />

adentrarse en ese búl<strong>la</strong>nte comercio de Valparaíso de los años 1820 y 30, y constituye también un<br />

ejemplo típico de tanto extranjero que llegó a nuestras costas en el siglo XIX con <strong>la</strong> intención de<br />

"hacer <strong>la</strong> América", y que luego de lograr estable situación económica y enamorados de nuestra<br />

patria y de sus mujeres, se avecindaron definitivamente aquí, contribuyendo a dar un toque más<br />

cosmopolita a nuestra sociedad.


ALGUNAS CARACTERISTICAS DE LA HISTORIOGRAFIA ECLESIASTICA<br />

CHILENA DURANTE LOS AÑOS 1848 - 1918<br />

Marciano Barrios Valdés<br />

<strong>Universidad</strong> de Santiago de Chile<br />

Esta ponencia tiene por objetivo exponer <strong>la</strong> situación de los conocimientos y estudios publicados<br />

sobre el tema, presentar <strong>la</strong>s investigaciones personales y analizar una hipótesis acerca de <strong>la</strong>s<br />

motivaciones de <strong>la</strong>s obras historiográficas de los eclesiásticos aparecidas entre los años 1848 -<br />

1918.<br />

El análisis se limitará exclusivamente a <strong>la</strong>s obras de los eclesiásticos sobre asuntos eclesiásticos.<br />

Por lo cual, quedan excluidas todas <strong>la</strong>s obras de los numerosos <strong>la</strong>icos liberales o conservadores,<br />

creyentes o librepensadores, que publicaron estudios sobre problemas específicamente<br />

eclesiásticos. Como ejemplo señalo <strong>la</strong>s obras de Nicolás González Errázuriz y de Luis Barros<br />

Borgoño concernientes a <strong>la</strong> Misión Muzi en Chile.<br />

Con <strong>la</strong> intención de complementar <strong>la</strong>s conclusiones de los estudios realizados por Guillermo<br />

Feliú Cruz 1 Allen Woll y Ricardo Krebs han destacado <strong>la</strong> instrumentalización política de <strong>la</strong><br />

historiografía eclesiástica como respuesta y reputación de <strong>la</strong> visión del pasado presentado por <strong>la</strong><br />

historiografía liberal, presentaré <strong>la</strong>s motivaciones que <strong>impulsaron</strong> a numerosos eclesiásticos de<br />

uno y otro clero que investigaron <strong>la</strong> actuación de <strong>la</strong> Iglesia y del clero en el país.<br />

Aunque <strong>la</strong> tesis sostenida por los historiadores seña<strong>la</strong>dos es notoria e indiscutible, <strong>la</strong>s<br />

motivaciones de los historiadores es más compleja y variada. En todos ellos gravita <strong>la</strong><br />

influencia de Crescente Errázuriz, pesan los condicionantes políticos de <strong>la</strong> época y subyace un<br />

tipo eclesiológico que colorea sus juicios y apreciaciones de los acontecimientos y de <strong>la</strong>s<br />

personas. Unos se adentran en el estudio de <strong>la</strong> Orden religiosa a que pertenecen para buscar en<br />

el pasado el espíritu legado por su Fundador y recuperar el fervor primitivo después de <strong>la</strong> crisis<br />

de <strong>la</strong> Independencia. Es indudable que <strong>la</strong> obra de Reimundo Chigliaza y de Víctor Maturana<br />

obedece a esta finalidad. Ambos pertenecen a <strong>la</strong> generación reformada de sus Institutos después<br />

de <strong>la</strong> polémica intervención del arzobispo Rafael Valentín Valdivieso, delegado de <strong>la</strong> sede y que<br />

contó con el p<strong>la</strong>cer del gobierno conforme a lo que establecía <strong>la</strong> vigencia práctica del exequatur.<br />

No podemos excluir en ambos historiadores un afán de glorificación de sus respectivas Ordenes<br />

destacando el aporte positivo de sus miembros en el pasado con fines de propaganda para atraer<br />

vocaciones. Algo simi<strong>la</strong>r se podría captar en <strong>la</strong> Historia de Francisco Enrich.<br />

La exposición sobre LOS REGULARES EN LA IGLESIA Y EN CHILE del mercedario Pedro<br />

Valenzue<strong>la</strong> Armengol obedece a una petición expresa del gobierno chileno que lo comisionó para<br />

averiguar en Roma los cambios canónicos introducidos durante el siglo XIX en <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción<br />

canónica. Las múltiples tareas que debió realizar y <strong>la</strong> ausencia de los cambios que interesaban al<br />

gobierno chileno, le llevó a presentar un estudio que <strong>la</strong> historia que abarcará en forma sucinta<br />

todas <strong>la</strong>s Ordenes religiosas existentes en el país.


Las biografías de algunas personalidades destacadas obedecen a muy peculiares. La del<br />

presbítero B<strong>la</strong>s Cañas, escrita por M. A. Román no puede inscribirse en aquel<strong>la</strong>s que ofrecen<br />

ribetes de instrumentalización política. La del arzobispo Valdivieso. de R. Vergara Antúnez, sin<br />

negar su intencionalidad política, <strong>la</strong> desborda ampliamente. Algunas de Francisco Prieto del Río<br />

se encaminan a otra meta: <strong>la</strong> auscultación de una posible vocación sacerdotal o <strong>la</strong> búsqueda de<br />

alguna vía personal de espiritualidad. Y es obvio que <strong>la</strong>s historias particu<strong>la</strong>res de santuarios,<br />

Ordenes Terceras y parroquias no respiran los aires políticos.


LOS HISTORIADORES CHILENOS Y LA HISTORIA CONTEMPORANEA:<br />

ALGUNAS CONSIDERACIONES<br />

Augusto Salinas A.<br />

<strong>Universidad</strong> Austral de Chile<br />

La ponencia analiza, en primer término, <strong>la</strong>s causas probables del vacío que, en lo que a nuestra<br />

historia reciente se refiere, evidencia <strong>la</strong> actual historiografía chilena. En segundo lugar, se<br />

postu<strong>la</strong> <strong>la</strong> hipótesis que al menos algunas de estas causas corresponden a factores derivados de<br />

nuestra cultura, de <strong>la</strong>s actuales circunstancias y del proceso de intensa profesionalización que<br />

vive nuestra disciplina. Tercero se intenta una aproximación metodológica al problema del<br />

conocimiento histórico de los hechos recientes y, por último, se proponen medidas para<br />

contrarrestar adecuadamente los factores que inhiben el desarrollo de nuestra historiografía en<br />

cuanto al estudio e interpretación historia contemporánea.<br />

Aunque se reconoce el actual auge de los estudios históricos en Chile y <strong>la</strong> excelente calidad de <strong>la</strong>s<br />

publicaciones, así como el interés profesional de algunos historiadores en el examen de los<br />

hechos más recientes se subraya <strong>la</strong> existencia de una contradicción evidente entre el nivel de<br />

excelencia alcanzado por <strong>la</strong> historiografía nacional, y el hecho que casi <strong>la</strong> totalidad de los<br />

trabajos sobre <strong>la</strong> historia de Chile en <strong>la</strong> segunda mitad de este siglo se deba a autores extranjeros<br />

o analistas de otras áreas de <strong>la</strong>s ciencias sociales. Este fenómeno da lugar a <strong>la</strong> proliferación de<br />

mitos y fa<strong>la</strong>cias y a <strong>la</strong> distorsión maliciosa de nuestra historia reciente.<br />

Las razones que motivan el rechazo a escribir historia contemporánea no son fáciles de identificar<br />

y pueden encontrarse en otras sociedades. La hipótesis nuclear del trabajo postu<strong>la</strong>, sin embargo,<br />

<strong>la</strong> existencia de una subcultura propia de los especialistas que, en Chile, se dedican a los<br />

estudios históricos, lo que estaría seña<strong>la</strong>ndo <strong>la</strong> existencia de una comunidad con un ethos bien<br />

definido. Entre otras características, esta subcultura tiende a inhibir <strong>la</strong> aproximación profesional<br />

a <strong>la</strong> historia contemporánea.<br />

La definición de lo que es propiamente <strong>la</strong> historia contemporánea permite proponer sugerencias<br />

metodológicas que legitimen el análisis y formu<strong>la</strong>ción de explicaciones válidas sobre los hechos<br />

recientes, en particu<strong>la</strong>r. Los comprendidos en los últimos dos decenios. Se subraya el buen uso<br />

de teorías, métodos y estrategias de otras ciencias sociales, <strong>la</strong> importancia de utilizar un enfoque<br />

verdaderamente histórico y <strong>la</strong> necesidad de comprender <strong>la</strong>s características fundamentales de<br />

nuestra época.<br />

La aparente confusión del mundo contemporáneo, <strong>la</strong> abrumadora cantidad y variedad de <strong>la</strong>s<br />

fuentes y <strong>la</strong> falta de perspectiva constituyen un reto al investigador. Es posible, sin embargo,<br />

identificar lo permanente, los procesos de <strong>la</strong>rga duración, el genuino hecho histórico, siempre y<br />

cuando proponga el historiador una tarea creativa e innovadora, que defina nuevas pautas y<br />

categorías históricas. La historia, por serlo, es actualidad. El historiador está intelectualmente<br />

más capacitado para <strong>la</strong> comprensión del presente. Si los historiadores no escriben nuestra historia<br />

actual, otros, menos preparados pero más audaces, lo harán en su lugar.


CONSIDERACIONES PARA UNA HISTORIA DE LA AGRICULTURA CHILENA;<br />

VISIONES DE VIAJEROS, SIGLOS XVIII - XIX<br />

Ana María Wegmann S. Ruth Guerrero S.<br />

<strong>Universidad</strong> de Chile<br />

Las motivaciones constantes sobre <strong>la</strong> situación del agro chileno surgen en primer lugar del<br />

conocimiento aprendido sobre el sector a través de <strong>la</strong>s experiencias obtenidas durante el servicio<br />

prestado, como profesor de <strong>la</strong> Facultad de Agronomía y luego a <strong>la</strong> Facultad de Ciencias<br />

Agrarias, Veterinarias y Forestales de <strong>la</strong> <strong>Universidad</strong> de Chile. En segundo lugar, a <strong>la</strong> necesidad<br />

de contribuir, como investigadores a esc<strong>la</strong>recer mediante un estudio sistemático, <strong>la</strong> historia de <strong>la</strong><br />

agricultura chilena.<br />

Pretendemos hacer de ésta, una historia objetiva y global del desarrollo agrario, en el marco de<br />

un análisis multifactorial, que tome en cuenta debidamente <strong>la</strong>s condiciones naturales (clima,<br />

agua, suelos, geomorfología, etc.), <strong>la</strong>s acciones de los grupos humanos (organización<br />

institucional, poder de inversión, capacidad de empresa, fuerza de trabajo de tecnologías,<br />

iniciativas de colonización, etc.), los logros productivos, <strong>la</strong> transformación del paisaje y el<br />

impacto ecológico - provocado por esas acciones en el medio agrario chileno.<br />

Todo lo anterior expuesto implica un gran esfuerzo de investigación integrada, que en su mayor<br />

parte se ha ido logrando, faltando aún completar fuentes de información que se están revisando y<br />

adquiriendo en el momento de <strong>la</strong> presentación de este trabajo.<br />

Se eligió como base, para el presente estudio, <strong>la</strong>s siguientes obras publicadas; una de carácter<br />

clásico como es <strong>la</strong> de Don C<strong>la</strong>udio Gay, de mediados del siglo pasado, y <strong>la</strong>s escritas por los<br />

destacados autores como Mackenna, Mattei, Scheider, Keller, Góngora, etc.<br />

Los viajeros del siglo XVIII y XIX con su visión de Chile, para los objetivos fundamentales que<br />

nos hemos propuesto, nos proporcionan un análisis comparativo que constantemente utilizan para<br />

caracterizar <strong>la</strong> situación agraria chilena en un nivel de desarrollo, referido a sus países de origen o<br />

a regiones vecinas que acaban de recorrer. Este Método nos parece sumamente valioso para<br />

nuestra investigación porque aporta numerosas valoraciones y datos re<strong>la</strong>tivos a problemas<br />

agrarios, indicadores del grado de desarrollo o a los niveles de productividad de <strong>la</strong> agricultura<br />

chilena.<br />

Veremos como parte del estudio final algunas consideraciones sobre <strong>la</strong> historia de <strong>la</strong> agricultura<br />

chilena, basados en <strong>la</strong> información recopi<strong>la</strong>da hasta el momento.<br />

Agricultura chilena - cultivos áreas rurales, cultivos áreas urbanas y periferia. Insta<strong>la</strong>ciones<br />

rurales - herramientas e instrumentos agríco<strong>la</strong>s.<br />

Hábitos y costumbres rurales - alimentación, vestuario.<br />

Agroindustria incipiente - Procesamiento de productos - actividad manufacturera.<br />

Comercialización - redes de comercialización - mercados, transportes y vías de comunicación.


CONSIDERACIONES SOBRE LOS EXTRANJEROS EN CHILOE COLONIAL<br />

Hendrik Van Nievelt N.<br />

<strong>Universidad</strong> Técnica Federico Santa María<br />

Breve reflexión a <strong>la</strong> luz de algunas fuentes archivísticas sobre diversas actitudes de los<br />

administradores de <strong>la</strong> Corona bajo los Austria y Borbones, en re<strong>la</strong>ción con <strong>la</strong>s múltiples formas<br />

de llegadas de extranjeros a Chiloé. Este contacto es de variada índole, tanto en cuanto a <strong>la</strong><br />

duración e influencia, como <strong>la</strong> actitud con que llegan. Estas de enfrentamiento y/o depredación,<br />

tomando a Chiloé como primer asentamiento español, <strong>la</strong> respuesta será intentar transformar en<br />

bastión que asegure el dominio de este enc<strong>la</strong>ve, el "Antemural del Pacífico" para que <strong>la</strong><br />

"Gibraltar del Sur". La permanencia será breve para <strong>la</strong> actividad de marinos, piratas, corsarios y<br />

filibusteros. Otros vendrán con miras a una re<strong>la</strong>ción provechosa en el comercio, que puede ser<br />

licito e ilícito (de estos últimos hay poca información). Diferente es <strong>la</strong> postura que se establecen<br />

ya sea ejerciendo oficios o el gesto de entrega de misioneros que portan su acerbo cultural y<br />

esfuerzo cristianizante (promoviendo un desarrollo con su contribución) en este confín,<br />

considerado como el "Jardín de <strong>la</strong> Iglesia". Hay también casos de significativas carreras<br />

administrativo militares.<br />

Interesante es constatar, analizando <strong>la</strong>s diferentes posiciones de <strong>la</strong>s autoridades, frente a <strong>la</strong><br />

situación producida por <strong>la</strong> presencia del extranjero, primando a veces marcados contrastes, en <strong>la</strong><br />

visión desde <strong>la</strong> metrópoli y América según domine en <strong>la</strong>s consideraciones el enfoque del aspecto<br />

de lo religioso, lo europeo, <strong>la</strong> nacionalidad y los beneficios de <strong>la</strong> actividad e intereses<br />

involucrados, aparte del nivel instancia y lugar con que se informa, el grado aperturista. Cita de<br />

algunos ejemplos.


EL PENSAMIENTO POLITICO DE JUAN EGAÑA: CONCEPTO CONSTITUCIONAL<br />

Y LIBERTAD<br />

Luis Carreño Palma<br />

Instituto Profesional de Osorno<br />

Juan Egaña puede ser considerado uno de los más importantes ideólogos del período de <strong>la</strong><br />

Independencia Nacional, lo cual lo lleva a ocupar un lugar destacado en <strong>la</strong> historia del<br />

pensamiento político chileno. Tradicionalmente se le caracterizado como un hombre de<br />

pensamiento conservador, pero como jurista y hombre de cultura superior es un ilustrado y su<br />

pensamiento esta influenciado por filósofos de esa corriente, tales como Rousseau, Montesquieu,<br />

Fi<strong>la</strong>ngiere y otros, además de los pensadores clásicos de <strong>la</strong> cultura greco<strong>la</strong>tina. Pero <strong>la</strong> gran<br />

diferencia de Egaña con sus contemporáneos es que sacó conclusiones diferentes.<br />

Para Egaña lo fundamental en su pensamiento político es <strong>la</strong> moralidad que es <strong>la</strong> base de todas <strong>la</strong>s<br />

garantías, sin virtud no hay costumbres, ni sin esta libertad. El Estado ideal sólo podía aparecer<br />

una vez que todos los habitantes hubieran adquirido costumbres permanentes y virtuosas. La<br />

única garantía de una sociedad durable es convertir <strong>la</strong>s leyes escritas en costumbres observadas<br />

espontáneamente.<br />

En el aspecto Constitucional, Egaña es partidario de un gobierno centralizado con todas <strong>la</strong>s<br />

facultades y recursos para cumplir su cometido, pero el pueblo debe reservarse alguna garantía<br />

para evitar los abusos del poder. El pueblo es el verdadero y legitimo magistrado de su<br />

soberanía, que no se le puede despojar de estos derechos sino cuando lo exige <strong>la</strong> necesidad de su<br />

bienestar.<br />

El gobierno debe ser mixto, aristocracia y democracia. En el primer aspecto se refiere a los<br />

mejores y como <strong>la</strong> segunda forma de gobierno es defectuosa e impracticable, ésta solo puede<br />

operar con eficacia en extensiones pequeñas.<br />

No es partidario de los Congresos electivos transitorios, pues son de un valor discutible y tienen<br />

una serie de defectos los cuales afectarían a <strong>la</strong> nación. Es partidario de instituciones permanentes<br />

como los Senados que deben estar integrados por mejores hombres, más instruidos y ejercitados<br />

en <strong>la</strong> administración.<br />

En cuanto a los poderes del Estado estos deben estar separados, pero no equilibrados, ni que uno<br />

sea superior a otro, por tal motivo estableció que el ejecutivo y el legis<strong>la</strong>tivo debían obrar en<br />

común, pues así tienen <strong>la</strong> vitalidad que necesita el orden institucional.<br />

La tolerancia religiosa <strong>la</strong> acepta, como <strong>la</strong> prohibición de toda autoridad para entrometerse a<br />

corregir <strong>la</strong>s conciencias y opiniones privadas, él ataca sólo <strong>la</strong> incredulidad y los que difieren de <strong>la</strong><br />

religión católica puede profesar su religión en forma privada.<br />

La libertad de imprenta <strong>la</strong> p<strong>la</strong>ntea solo como una restricción, pues él quiere que no se confunda <strong>la</strong>


libertad de imprenta con los abusos pues solo el pensamiento es libre, respecto de <strong>la</strong> sociedad, <strong>la</strong><br />

pa<strong>la</strong>bra y <strong>la</strong> escritura pertenecen a <strong>la</strong> jurisdicción política.<br />

Como podemos observar el pensamiento de Juan Egaña no es propiamente de un conservador,<br />

sino el de un ilustrado que sacó sus propias conclusiones.


FINANCIAMIENTO Y GASTOS DE LAS CAMPAÑAS DE RODRIGO DE QUIROGA<br />

1576 - 1578<br />

Antecedentes.<br />

Juan Guillermo Muñoz Correa<br />

<strong>Universidad</strong> de Santiago de Chile<br />

Cuando Rodrigo de Quiroga fue nombrado gobernador del reino luego de <strong>la</strong> supresión de <strong>la</strong> Real<br />

Audiencia, una de sus <strong>principales</strong> preocupaciones fue <strong>la</strong> pacificación de Arauco, propósito que se<br />

vio estimu<strong>la</strong>do por el arribo a los puertos chilenos de los 340 hombres del socorro del general<br />

Losada. Organizó así <strong>la</strong> campaña de 1576, reforzada en 1577 y 1578 por <strong>la</strong>s de sus delegados el<br />

alférez real don Antonio de Quiroga y por el licenciado Calderón, respectivamente.<br />

Las cuentas que rindieron el factor y veedor y el tesorero re<strong>la</strong>tivas a esos años, conservadas en el<br />

Archivo General de Indias, Contaduría, Legajos 1851 y 1852, nos permiten observar una muestra<br />

de algunos de los aspectos de <strong>la</strong> organización de aquellos refuerzos, aunque incompletas por<br />

faltar una documentación parale<strong>la</strong> de los oficiales reales delegados, además de muchos otros<br />

aspectos de <strong>la</strong> vida económica y social de aquel<strong>la</strong> época.<br />

El primer trámite lo constituía "el acuerdo", consistente en una reunión del gobernador con los<br />

oficiales reales propietarios en que se fijaba <strong>la</strong> cantidad de pesos de oro que podrían ser gastados<br />

de <strong>la</strong>s arcas reales en <strong>la</strong> empresa y otros asuntos re<strong>la</strong>tivos a su financiamiento. Entre abril y<br />

diciembre de 1575 se celebraron no menos de catorce acuerdos.<br />

La campaña que nos ocupa estuvo basada, en primer lugar, en un presupuesto de cincuenta mil<br />

pesos de oro, resultado del acuerdo de 2 de julio de 1576, y en segundo lugar en otro de 3 de<br />

noviembre que amplió <strong>la</strong> suma en otros cuarenta mil, de los que sobraron algunos que sé utilizaron<br />

en 1577.<br />

Los acuerdos seña<strong>la</strong>ban <strong>la</strong> cantidad máxima a gastar con cargo a <strong>la</strong> Real Hacienda, y si <strong>la</strong> suma<br />

no existía, como era el caso más frecuente, <strong>la</strong>s formas posibles de conseguir<strong>la</strong>.<br />

Aprovisionamiento y financiación.<br />

Una parte de <strong>la</strong>s necesidades era cubierta con lo que llevaban los particu<strong>la</strong>res, de todo lo cual no<br />

tenemos datos. Otra, con lo que se recibía de fuera del reino, como el salitre, plomo, mecha y lo<br />

sobrado del matalotaje del refuerzo de Losada, enviado del Perú por orden del virrey Francisco<br />

de Toledo. También en <strong>la</strong>s cosas que eran devueltas por participantes en otras campañas<br />

anteriores o que <strong>la</strong>s habían recibido por otras causas.<br />

Las fuentes de obtención de bienes o fondos, cuyo máximo había fijado el acuerdo, <strong>la</strong>s hemos<br />

ordenado en los siguientes rubros:<br />

Existentes en caja, provenientes de <strong>la</strong> recaudación de los diferentes impuestos, penas de cámara,


compra de oficios y demás entradas fiscales existentes en <strong>la</strong> época.<br />

Donaciones, l<strong>la</strong>madas en <strong>la</strong> época "servicios", muy exigua, encontramos solo algunas<br />

provenientes de vecinos de Santiago, La Serena y Cuyo.<br />

Condenaciones aplicadas por <strong>la</strong> justicia a este fin.<br />

Préstamos de <strong>la</strong>s Cajas de Indios, habiéndose recurrido lo a <strong>la</strong> de Santiago, como seña<strong>la</strong>ba el<br />

acuerdo, sino a <strong>la</strong>s de todo el reino.<br />

Préstamos de particu<strong>la</strong>res. También mercaderías facilitada a crédito por los comerciantes,<br />

destinadas a los repartos y a pago de servicios y mano de obra o a <strong>la</strong> adquisición de otras.<br />

Trabajo de artesanos, con aporte o no de <strong>la</strong>s materias primas. Encontramos silleros, fruteros,<br />

polvoristas, curtidores, ta<strong>la</strong>barteros, herreros, espaderos, zapateros, sastres y hasta bordadores,<br />

muchos de los cuales incluso marchaban al sur.<br />

Gastos y distribución.<br />

- Adquisición de materias primas: hierro, plomo, algodón, cueros; de armas: arcabuces,<br />

<strong>la</strong>nzas, espadas; arreglo y confección de <strong>la</strong>s mismas y de <strong>la</strong>s defensivas: cotas y escaupiles; de<br />

caballos, tambores, estandartes y de medicinas y alimentos.<br />

- Reparto a los hombres de guerra en los l<strong>la</strong>mados "socorros", los que quedaban en una calidad<br />

intermedia entre préstamo y donación, eran retirados de manos del factor con <strong>la</strong>s libranzas<br />

expedidas por el gobernador o su delegado, y refrendadas por el contador propietario. En 1576<br />

encontramos, en 1577 y en 1578 hombres, a muchos de los cuales también se les asignan ciertas<br />

sumas en pesos de oro.<br />

- Pago de servicios: arriendo de locales para el reparto de bienes, recolección y guarda de<br />

caballos, despacho y avío de los expedicionarios, arrieros y maestres de barcos para el transporte,<br />

curación de enfermos, y herraje de caballos.<br />

- Aspecto religioso: bienes repartidos a frailes, pago del sa<strong>la</strong>rio del cura del campo, compra de<br />

ornamentos, tras<strong>la</strong>do de una imagen de <strong>la</strong> Virgen.<br />

Para el refuerzo de don Antonio de Quiroga se acordó gastar otros ochenta mil pesos,<br />

repartiéndose los hombres cantidades que fluctuaban entre los 2 1/2 PS. y los 300 ps. siendo el<br />

promedio de 73 pesos. El refuerzo contaba con cuatro destacamentos de indios amigos con un<br />

capitán español cada uno a los que no se les repartían bienes. De <strong>la</strong>s cuentas puede saberse el<br />

tipo de hombres que participaba y sectores sociales que se veían implicados en estos procesos.


EL OBRAJE DE MELIPILLA EN EL SIGLO XVII<br />

Guillermo Bravo Acevedo<br />

<strong>Universidad</strong> de Santiago de Chile<br />

El tema en estudio, referido al Obraje de Melipil<strong>la</strong>, tiene como fundamental explicar el desarrollo<br />

histórico - económico de este centro manufacturero textil, creado a principios del siglo XVII por<br />

el Gobernador Alonso de Ribera.<br />

La escasez de estudios monográficos y sistemáticos sobre <strong>la</strong>s manufacturas chilenas coloniales se<br />

deben, principalmente, a dos factores: el casuístico, pues los estudios de historia económica no<br />

han considerado los obrajes y, el de <strong>la</strong>s fuentes documentales, ya que faltan documentos o están<br />

muy dispersos -, que permitan resolver problemas sobre producción, abastecimiento de materia<br />

prima, mano de obra, comercialización y otros varios aspectos.<br />

Como consecuencia resulta casi imposible realizar una síntesis. La evolución general de <strong>la</strong>s<br />

manufacturas en Chile Colonial. Ante esta perspectiva, <strong>la</strong> investigación se orientó hacia el<br />

universo histórico micro económico, es decir, hacia el estudio o unidad de producción, aunque<br />

teniendo presente <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones macroeconómicas o globales en que está inserta.<br />

El trabajo consideró entonces, dos tipos de problemas: La Política Económica de <strong>la</strong> Corona frente<br />

a <strong>la</strong> industria manufacturera y el origen y estructura y desarrollo del centro artesanal textil<br />

melipil<strong>la</strong>no.<br />

La Política Económica Imperial, de corte mercantilista, no se aplicó uniformemente a lo <strong>la</strong>rgo de<br />

los tres siglos coloniales, pues no sólo permitió establecer una diferencia en <strong>la</strong> organización<br />

económica de los espacios regionales y tipos de manufacturas, sino que además, tuvo tres<br />

períodos <strong>principales</strong>: Proteccionista (1551-1555)Supresión de Manufacturas (1555-1700);<br />

Fomento de <strong>la</strong> Industria Peninsu<strong>la</strong>r aje de Melipil<strong>la</strong> - 1603-1660 -, quedó inserto en el segundo<br />

período, pero <strong>la</strong>s condiciones regionales - Guerra y Abastecimiento del ejército permanente,<br />

determinaron su establecimiento, por cuenta del Rey. Tal determinación ac<strong>la</strong>ró su origen y<br />

objetivo que perseguía.<br />

En cuanto a su estructura interna, el estudio analizó <strong>la</strong>s fuerzas productivas y consideró dentro de<br />

el<strong>la</strong>s <strong>la</strong> fuerza de trabajo y los medios de Producción. Asimismo, se analizaron datos re<strong>la</strong>tivos a<br />

producción y productividad, lo que permitió seguir <strong>la</strong> evolución de <strong>la</strong> empresa estatal en <strong>la</strong><br />

temporalidad.<br />

Por otra parte, se detectaron ocasionalmente datos re<strong>la</strong>tivos a inversión y comercialización de <strong>la</strong><br />

producción, aunque en ambos casos el agente económico fue <strong>la</strong> Real Hacienda.<br />

Finalmente, <strong>la</strong> incidencia del siglo XVII estuvo determinada por los ingresos que generó a <strong>la</strong>s<br />

Cajas Reales, pero sobre todo por el ahorro que significó su producción en el abastecimiento del<br />

Ejército de <strong>la</strong> Frontera, que por lo demás fue el objetivo que persiguió su fundación.


PENSAMIENTO Y REALIDAD ECONOMICA<br />

DURANTE LA INDEPENDENCIA DE CHILE<br />

John L. Rector<br />

<strong>Universidad</strong> de Chile<br />

Este trabajo de investigación ofrece un análisis de los cambios en el pensamiento económico y en<br />

<strong>la</strong>s realidades económicas, desde fines de <strong>la</strong> época colonial hasta comienzos de <strong>la</strong> época<br />

portaliana. En <strong>la</strong> primera parte del estudio, hay un resumen de <strong>la</strong>s ideas neomercantilistas de los<br />

miembros del Tribunal del Consu<strong>la</strong>do y una demostración de como <strong>la</strong>s mismas sirven como base<br />

de <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción económica de Chile independiente. Después, este trabajo seña<strong>la</strong> como <strong>la</strong>s<br />

realidades económicas tales como: el escaso erario, el contrabando, los nuevos nexos<br />

comerciales, etc., obligan a los gobernantes a revisar sus ideas políticas y económicas. Dicha<br />

revisión se refleja en una nueva orientación económica, que es más a tono con el cambio de <strong>la</strong>s<br />

realidades.<br />

La tesis de este estudio es que <strong>la</strong> rápida revisión de <strong>la</strong> política económica permitió a Chile<br />

aprovechar nuevas oportunidades económicas y así lograr un precoz desarrollo nacional.


EL SECTOR COMERCIAL Y FINANCIERO DE VALPARAISO<br />

A MEDIADOS DEL SIGLO XIX<br />

Eduardo Cavieres<br />

<strong>Universidad</strong> Católica de Valparaíso<br />

A través del ejemplo de <strong>la</strong>s casas de Huth Grunning y de Gibbs Compañía, se trata de analizar <strong>la</strong><br />

estructura y funcionamiento del comercio de Valparaíso en re<strong>la</strong>ción con los caracteres de <strong>la</strong><br />

economía nacional y de <strong>la</strong> organización y expansión del sector financiero a mediados de siglo.<br />

Se pone especial énfasis en <strong>la</strong> acción concreta de <strong>la</strong>s Casas de Comisión, se analizan libros de<br />

cuentas y se observan parte de los mecanismos a través de los cuales se interre<strong>la</strong>cionaron<br />

capitales e intereses nacionales y extranjeros.


HISTORIA DE LOS FERROCARRILES DE CHILE, VOLUMENES DE CARGA Y<br />

CANTIDAD DE PASAJEROS TRANSPORTADOS<br />

Sonia Pinto Vallejos<br />

<strong>Universidad</strong> de Chile<br />

El trabajo que se presenta, forma parte de una investigación titu<strong>la</strong>da Historia de los Ferrocarriles<br />

de Chile. Significado Económico y Social 1866 - 1930, que desarrol<strong>la</strong>mos en conjunto con el<br />

Profesor Ro<strong>la</strong>ndo Mel<strong>la</strong>fe y que ha contado con el patrocinio del Servicio de Desarrollo de<br />

Investigación de <strong>la</strong> <strong>Universidad</strong> de Chile.<br />

La hipótesis fundamental de ponencia, es <strong>la</strong> existencia de fuertes interre<strong>la</strong>ciones entre <strong>la</strong> actividad<br />

económica general, y <strong>la</strong>s vías de comunicación en particu<strong>la</strong>r.<br />

El trabajo comienza con una breve descripción de <strong>la</strong>s redes ferrocarrileras existentes a <strong>la</strong> fecha<br />

en que comienza aquél - comienzos siglo XX-, y su evolución hasta <strong>la</strong> década de 1930. Los<br />

ferrocarriles que componen estas redes, han sido construidos con aportes de particu<strong>la</strong>res y del<br />

Estado chileno. Las motivaciones de <strong>la</strong> construcción ferrocarrilera, son eminentemente<br />

económicas, aunque también están en juego <strong>la</strong>s incorporaciones de nuevos territorios al complejo<br />

nacional, y <strong>la</strong> política general de los diversos gobiernos que rigen los destinos del país en ese<br />

periodo.<br />

Luego, se analizan los volúmenes de carga transportados por los ferrocarriles particu<strong>la</strong>res,<br />

comparándolos con los estatales, de manera global. Los cuadros y gráficos permiten observar, en<br />

general, mayores volúmenes transportados por los ferrocarriles particu<strong>la</strong>res, lo que es fácilmente<br />

explicable, dada <strong>la</strong> función eminentemente económica de estas redes, ubicadas sobre todo en el<br />

norte del país.<br />

En cuanto a <strong>la</strong>s cantidades de pasajeros, aparecen en general, con cantidades superiores <strong>la</strong>s redes<br />

estatales, que sirven regiones más densamente pob<strong>la</strong>das.<br />

También se analiza el volumen total de carga, agrupada por especies, correspondiendo a <strong>la</strong>s redes<br />

central y sur, un mayor acento en los productos agríco<strong>la</strong>s que van desde sus centros de<br />

producción y distribución, al consumo interno, y al mucho más importante mercado externo, ya -<br />

sea extrarregional (por ejemplo: desde Valparaíso hasta Antofagasta, para el abastecimiento de<br />

<strong>la</strong>s salitreras y yacimientos cupríferos) o internacional. El ferrocarril traerá en retorno, productos<br />

importados o producidos por <strong>la</strong> región de Valparaíso). La red Norte, con un acento en el<br />

transporte minero, tendrá un movimiento de bajada hacia los puertos de embarque, cargado de<br />

minerales, y uno de retorno o subida a <strong>la</strong>s oficinas salitreras con productos importados y<br />

comestibles traídos de <strong>la</strong>s regiones centrales y sur del país.<br />

A lo anterior, debo agregar el aporte de los ferrocarriles internacionales, como el de Antofagasta<br />

a Oruro, que sirve de vehículo a <strong>la</strong> producción agropecuaria y minera de Bolivia desde 1890. A<br />

él se agrega bien entrado el siglo XX, el Ferrocarril de Arica a La Paz, que acorta


considerablemente <strong>la</strong> duración del viaje, y por lo tanto, abarata los costos de transporte, sirviendo<br />

a los mismos fines que el Ferrocarril de Antofagasta. Sin embargo, éste último sigue existiendo, y<br />

aún incrementando su volumen de carga.<br />

Con este pequeño análisis, más ampliado en <strong>la</strong> ponencia misma, y manteniendo los cuadros y<br />

gráficos con los datos, se confirma <strong>la</strong> importancia que ha tenido en <strong>la</strong> actividad económica<br />

chilena el ferrocarril, que permitió movilizar grandes cantidades de carga y de pasajeros, con<br />

mayor comodidad y rapidez, y a un precio más barato, permitiendo con ello, un incremento en <strong>la</strong>s<br />

diversas actividades económicas y un mayor bienestar para <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción chilena.


El MATRIMONIO EN CHILE: SIGLOS XVIII Y XIX<br />

UN ENFOQUE DE HISTORIA DE LAS MENTALIDADES<br />

Sergio Vergara Quiroz<br />

<strong>Universidad</strong> de Chile<br />

<strong>Universidad</strong> de Santiago de Chile<br />

Es un estudio que tiene como base documental los volúmenes de Licencias de Casamientos y de<br />

Montepíos existentes en el Archivo Nacional. Se agregan a ellos los de <strong>la</strong> Vicaria Castrense, sitos<br />

en el Archivo del Arzobispado de Santiago. Se utilizan igualmente, disposiciones legales y<br />

religiosas de los siglos correspondientes.<br />

En esta oportunidad se presentan <strong>la</strong>s tendencias generales observadas en esta institución, en el<br />

<strong>la</strong>rgo tiempo y desde <strong>la</strong>s variaciones en concepto del matrimonio para <strong>la</strong> sociedad y el Estado.<br />

En especial, <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones del matrimonio y familia con el entorno social y político circundante;<br />

así como <strong>la</strong> percepción que se va teniendo de los roles de cada uno de los componentes<br />

esenciales, esto es, del padre, de <strong>la</strong> novia, esposa o madre; de los hijos.<br />

Este estudio parte del supuesto que el matrimonio, concebido como Institución de derecho natural<br />

y carácter sagrado, fue rodeado durante <strong>la</strong>rgas épocas de una serie de formalidades y<br />

condicionantes muy severas. En el caso de <strong>la</strong> carrera militar, éstas tendieron a permanecer más<br />

tiempo que para el resto de <strong>la</strong> sociedad, por lo que <strong>la</strong> documentación reunida permite apreciar <strong>la</strong><br />

concepción del "matrimonio tradicional".


LA SOCIEDAD CHILENA A COMIENZOS DEL SIGLO XIX<br />

VISTA POR LOS VIAJEROS<br />

Baldomero Estrada T.<br />

<strong>Universidad</strong> Católica de Valparaíso<br />

Procuramos conocer <strong>la</strong> sociedad chilena por <strong>la</strong> visión de algunos viajeros en un periodo en que no<br />

existen muchos testimonios y/o fuentes al respecto. Al mismo tiempo, nos interesa analizar el<br />

valor de fuente histórica que poseen estos re<strong>la</strong>tos dejados por los viajeros.<br />

El período elegido se concentra entre 1817 y 1827, siendo los viajeros consultados 10: Carlos E.<br />

B<strong>la</strong>d, Alejandro Caldcleugh, María Graham, Samuel Haigh, George Mathison, John Miers,<br />

Robert Proctor, Hugo Salvin y William Stevenson.


LA SOCIEDAD TARAPAQUEÑA DURANTE LOS PRIMEROS AÑOS DE OCUPACION<br />

CHILENA, 1879 1884<br />

Julio Pinto Vallejos<br />

<strong>Universidad</strong> de Santiago de Chile<br />

La mayoría de los estudios dedicados al auge salitrero han incidido en caracterizar a <strong>la</strong> provincia<br />

de Tarapacá, durante ese período, como una especie de "enc<strong>la</strong>ve geográfico" ajeno a <strong>la</strong> realidad<br />

nacional y sometido a <strong>la</strong> voluntad del empresariado extranjero que presidió los años de mayor<br />

crecimiento de <strong>la</strong> industria. El argumento guarda una re<strong>la</strong>ción muy estrecha con <strong>la</strong>s advertencias<br />

del presidente Balmaceda sobre <strong>la</strong> conformación de una "factoría extranjera" en <strong>la</strong> misma<br />

provincia, y tiende también a concordar con toda una tipología sociológica e<strong>la</strong>borada sobre <strong>la</strong><br />

base de <strong>la</strong>s economías mineras <strong>la</strong>tinoamericanas, activadas por el capital extranjero y con escasos<br />

efectos sobre el desarrollo de sus países anfitriones.<br />

Dicha caracterización ha sido cuestionada recientemente por una serie de monografías en su<br />

mayoría tesis doctorales norteamericanas, pero también un estudio de <strong>la</strong> FLACSO dirigido por<br />

Osvaldo Sunkel que han hecho hincapié en los muchos vínculos que amarraron, desde un<br />

comienzo, a <strong>la</strong> industria salitrera con el resto del país: como mercado para <strong>la</strong> producción<br />

agropecuaria del Valle Central, como fuente de trabajo para <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción, y como fuente de<br />

ingreso para un aparato estatal en pleno proceso de expansión.<br />

Sin entrar a enjuiciar <strong>la</strong> validez de una u otra posición, es interesante observar <strong>la</strong> conducta de <strong>la</strong>s<br />

autoridades chilenas, a nivel nacional y local, frente a una elite extranjera de indudable<br />

preponderancia económica. Si bien el tema ha recibido algunas consideraciones en el p<strong>la</strong>no<br />

nacional (Obras de B<strong>la</strong>kemore, Ramírez Necochea, Thomas O'Brien), no se podría decir lo<br />

mismo para el p<strong>la</strong>no estrictamente local. Las numerosas fuentes que sirven para conocer este<br />

último no han sido aprovechadas en toda su potencialidad.<br />

La ocupación chilena del territorio tarapaqueño, y su posterior incorporación oficial al<br />

patrimonio nacional, constituyen una excelente oportunidad para adentrarse en <strong>la</strong> complejidad de<br />

este tema. Desde el momento mismo en que se produce <strong>la</strong> ocupación militar (Noviembre de<br />

1879), <strong>la</strong>s presiones en favor de una anexión definitiva se hacen presentes con toda su fuerza.<br />

Durante todos esos primeros años se verifica un esfuerzo sostenido y consciente por "chilenizar"<br />

al territorio, cuya pob<strong>la</strong>ción, aún para el censo de 1885, se componía en más de un 50% de<br />

extranjeros <strong>la</strong> mayoría de ellos originarios de países con los que Chile mantenía un estado de<br />

beligerancia. Ese esfuerzo de integración, legalmente coronado por el Tratado de Ancón, de<br />

Octubre de 1883, y <strong>la</strong> creación de <strong>la</strong> provincia de Tarapacá, en Octubre de 1884, se vio jalonado<br />

por una campaña permanente de opinión pública, y también por una serie de medidas administrativas<br />

destinadas a consolidar <strong>la</strong> presencia chilena en <strong>la</strong> zona: creación de escue<strong>la</strong>s,<br />

reemp<strong>la</strong>zo de <strong>la</strong>s autoridades eclesiásticas existentes, dotación de servicios públicos, adecuación<br />

del sistema judicial, agilización de <strong>la</strong> <strong>la</strong>bor edilicia y municipal, etc. Junto a este accionar se<br />

desplegó un discurso legitimador basado en <strong>la</strong> misión "civilizadora" que le correspondería<br />

desempeñar a Chile. En todo caso, <strong>la</strong> incertidumbre engendrada por <strong>la</strong> indefinición jurídica de <strong>la</strong>


situación, y por <strong>la</strong> propia presencia de una pob<strong>la</strong>ción mal asimi<strong>la</strong>da, rodeó este esfuerzo de una<br />

atmósfera problemática durante todo el transcurso del período estudiado.<br />

Pero el factor más contradictorio para los intereses chilenos puede que no haya emanado tanto de<br />

esas fuerzas hostiles como de <strong>la</strong> presencia de una elite económica que, aunque aparentemente<br />

conforme con vivir bajo el alero de <strong>la</strong> administración chilena, no tenía porque hacer coincidir sus<br />

intereses con los del gobierno en el país. La re<strong>la</strong>ción establecida entre estos dos actores no fue<br />

necesariamente hostil, pero sí problemática. Y si bien a los líderes de <strong>la</strong> economía chilena les<br />

convenía el fortalecimiento económico de Tarapacá, y estaban por lo tanto dispuestos a confiar en<br />

<strong>la</strong> acción del inversionista extranjero, hubo momentos críticos en que lo que se jugó fue nada<br />

menos que <strong>la</strong> hegemonía efectiva sobre los destinos de <strong>la</strong> provincia. En esas oportunidades, al<br />

entrar en conflicto ambos intereses rectores podemos destacar aquí <strong>la</strong> crisis de 1884, o <strong>la</strong><br />

gestación de <strong>la</strong> primera Combinación limitadora de <strong>la</strong> producción salitrera lo que se dirimía era,<br />

en última instancia, el predominio re<strong>la</strong>tivo entre el poder económico y el poder político. En ese<br />

conflicto, en esas alternativas y desen<strong>la</strong>ces parciales, pueden encontrarse <strong>la</strong>s respuestas a <strong>la</strong><br />

validez del modelo de enc<strong>la</strong>ve para <strong>la</strong> historia de Tarapacá.


ANARCO - SINDICALISTAS Y TRABAJADORES URBANOS, 1900-1930:<br />

HACIA UNA NUEVA INTERPRETACION DE LA HISTORIA LABORAL CHILENA<br />

Peter DeShazo<br />

La ponencia tiene como tema el desarrollo del movimiento sindical chileno en los comienzos del<br />

siglo XX. Propone una interpretación nueva a los hechos, algo que va en contra de <strong>la</strong> versión<br />

ortodoxa formu<strong>la</strong>da por historiadores como Hernán Ramírez Necochea, Julio César Jobet,<br />

Manuel Barría, y otros. La tesis es esencialmente esto: Debido a varias circunstancias, los<br />

trabajadores urbanos chilenos (de Santiago y Valparaíso) ejercían mucho más influencia sobre <strong>la</strong><br />

formación y naturaleza del movimiento sindical que los obreros salitreros del Norte Grande.<br />

Establecían sindicatos más fuertes y combativos, influenciaban más a <strong>la</strong> creación de legis<strong>la</strong>ción<br />

social, y tenían mucho más influencia sobre <strong>la</strong> conducta política de los gobiernos de ese<br />

entonces. La ponencia postu<strong>la</strong> que <strong>la</strong> ideología tuvo un papel mucho menos importante en los<br />

sindicatos que el que se suponía y que, de <strong>la</strong>s corrientes ideológicas, el Anarco - Sindicalismo<br />

gozaba de más aceptación por parte de los obreros que el Marxismo. Demuestra también que <strong>la</strong><br />

Federación Obrera de Chile (FOCh) y el Partido Comunista de Chile ejercían un papel muy<br />

inferior en impulsar al sindicalismo en Chile a lo atribuido a ellos por los historiadores de <strong>la</strong><br />

escue<strong>la</strong> ortodoxa. La tesis postu<strong>la</strong> que el sistema "de facto" de re<strong>la</strong>ciones industriales vigente<br />

antes de 1924, combinado con factores económicos, como un alto índice de desempleo e<br />

inf<strong>la</strong>ción, radicalizaban a <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se obrera chilena y <strong>la</strong> llevó a iniciar huelgas en "o<strong>la</strong>s" simi<strong>la</strong>res a<br />

<strong>la</strong>s de Europa y Norteamérica. Explica por qué había tan poca participación política de <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se<br />

obrera antes de 1924 y los cambios que se efectuaron después de esa fecha. Finalmente, postu<strong>la</strong><br />

que <strong>la</strong> futura existencia del Partido Socialista de Chile se debía en gran medida a <strong>la</strong><br />

sobrevivencia del movimiento anarquista en Chile durante <strong>la</strong> década de 1920.<br />

La ponencia está basada en el nuevo libro "Urban Workers and Labor Unions in Chile, 1902-<br />

1927" del ponente, publicado por <strong>la</strong> University of Wisconsin Press en 1983. El libro se basa en<br />

investigaciones exhaustivas llevadas a cabo en archivos en Santiago, Valparaíso, Londres,<br />

Amsterdam y Washington.


EL PAISAJE FITOGEOGRAFICO DEL NORTE CHICO Y VALLE CENTRAL Y SU<br />

UTILIZACION POR EL HOMBRE EN EL SIGLO XVI.<br />

VISION DE LOS CRONISTAS TEMPRANOS<br />

María Cristina Mardorf Rojas<br />

<strong>Universidad</strong> de Santiago de Chile<br />

El presente estudio intenta recoger y analizar algunos elementos del paisaje biogeográfico tal<br />

como fue visto, apreciado y utilizado por el habitante antiguo, en <strong>la</strong> época del arribo del español.<br />

Dado que el indígena careció de escritura y de alguna otra forma de representación plástica<br />

capaz de caracterizar tal empleo, nos atendremos a <strong>la</strong>s descripciones de siete u ocho cronistas o<br />

funcionarios reales en <strong>la</strong>s que se p<strong>la</strong>ntean situaciones ambientales que nos permiten atisbar, sin<br />

dificultad, qué categorías poseían para analizar los diversos medio ambientes que llegaron a<br />

dominar, y qué elementos del medio supieron aprovechar y de qué manera.<br />

Dejemos aquí conscientemente de <strong>la</strong>do aspectos re<strong>la</strong>tivos a <strong>la</strong>s substancias minerales o<br />

metalíferas - incluida <strong>la</strong> sal - o <strong>la</strong>s referencias abundantes a <strong>la</strong> fauna autóctona, quedando, en<br />

consecuencia centrada esta ponencia en el enfoque fitogeográfico.<br />

Caracterización geográfico - climático:<br />

Tomando como guía a Bibar, se mostrará cómo el colonizador español supo distinguir c<strong>la</strong>ras<br />

zonificaciones climáticas, típicas de <strong>la</strong> zona desértica, semiárida o mediterránea, sirviéndose<br />

como criterio de precipitación y <strong>la</strong> temperatura y del influjo de estas variables sobre vegetación.<br />

El régimen hidrológico y el caudal de los ríos, igualmente ofrece pie para cimentar tal temprana<br />

zonificación.<br />

Visión de un paisaje regional:<br />

Cuatro grandes regiones quedan nítidamente reseñadas, de <strong>la</strong>s cuales tres pertenecen de lleno al<br />

tema en estudio. Su c<strong>la</strong>sificación obedece primeramente a <strong>la</strong> topografía y geomorfología<br />

observable, pero también, al tipo de asociación vegetal que <strong>la</strong> acompaña. Mediante citas ad hoc,<br />

esta "regionalización" incipiente queda suficientemente demostrada.<br />

Varios cronistas, entre ellos González de Oviedo, Molina, Valdivia pero más concienzudamente<br />

Bibar, nos describen el tipo de agricultura practicada tanto en los valles del Norte Chico, como en<br />

<strong>la</strong> Zona Central del país. Queda aquí insinuada una diferenciación entre agricultura (practicada<br />

desde el río Copiapó hasta el río Aconcagua) y una horticultura más débil (desde el río Mapocho<br />

hasta el río Itata), aproximadamente, como criterios válidos se seña<strong>la</strong>n el número y tamaño de los<br />

canales de regadío, el hectareaje bajo cultivo que se vislumbra, y el número y c<strong>la</strong>se de los<br />

cultígenos utilizados.<br />

La técnica agricultura de <strong>la</strong> zona central - descrito por Bibar - notables aspectos y pince<strong>la</strong>das<br />

ecológicas a <strong>la</strong> vez que sugiere ricas ideas acerca de <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción hombre - paisaje por esas fechas.


Caracterización florística:<br />

Se procura seña<strong>la</strong>r en detalle el empleo específico y el concepto se tiene de <strong>la</strong>s especies arbóreas<br />

(molle, guayacán, sauce, palma chilena, algarrobo, chañar, espino, ciprés de <strong>la</strong> cordillera,<br />

araucaria); de <strong>la</strong>s especies arbustivas (maquí, mol<strong>la</strong>ca, romerillo, culén); de cactáceas y<br />

suculentas (quisco de varias especies, chagual y cardón) y de hierbas anuales varias.<br />

El empleo de todas estas especies como material combustible, alimentación, artesanía,<br />

construcción o farmacopea popu<strong>la</strong>r, queda igualmente certificado por citas varias.<br />

En algunos casos (y en notas al pie de página) se hace referencia al uso actual de <strong>la</strong>s especies<br />

usadas ampliamente por los antiguos habitantes.<br />

Finalmente, se emiten algunos juicios generales acerca del “comportamiento ecológico" de <strong>la</strong>s<br />

comunidades del pasado en <strong>la</strong>s zonas estudiadas, confrontándolo con el aparente o real desapego<br />

o apatía sistemática por <strong>la</strong> flora, propia del campesino actual de ambas zonas geográficas. El<br />

objetivo de estas ideas es sólo insinuar algunas posibles vetas de investigación que ilustren acerca<br />

del "acercamiento" o "distanciamiento frente a <strong>la</strong> naturaleza que parecería brotar del cotejo<br />

conductual aquí insinuado.


VISION DE CHILE EN LA CRONICA DE HUAMAN POMA DE AYALA<br />

Horacio Zapater Equioiz<br />

<strong>Pontificia</strong> <strong>Universidad</strong> Católica de Chile<br />

Se registran referencias sobre Chile prehispánico y colonial en "Nueva Crónica y Buen<br />

Gobierno" de Felipe Guamán Poma de Aya<strong>la</strong>.<br />

Coincide con el inca Garci<strong>la</strong>so de <strong>la</strong> Vega de que Chile fue anexado al Imperio en los tiempos de<br />

Pachacuti Inca Yupanqui. También seña<strong>la</strong> que <strong>la</strong> novena coya Mama Ana Varque "reynó hasta<br />

Chile". Se manifiesta un principio de dualidad en esa re<strong>la</strong>ción.<br />

Proporciona el cronista valiosos datos sobre <strong>la</strong>s penosas circunstancias (hambrunas y peste) que<br />

facilitó al capitán Apo Camac Inga, hijo de Pachacuti, <strong>la</strong> conquista del país. En el dibujo que<br />

acompaña al texto se observan <strong>la</strong>s armas y vestimentas de los combatientes.<br />

También suministra información sobre Paullo Topa, hijo de Guayna Capac, que acompañó a<br />

Diego de Almagro en el descubrimiento de Chile. Su versión coincide con <strong>la</strong> de Cristóbal de<br />

Molina, el Almagrista.<br />

Seña<strong>la</strong> que se enviaba a Chile y Quito, lugares extremos del Imperio, al Incap Rantin, el que<br />

reemp<strong>la</strong>za al Inca. Cabe preguntarse si Quilicanta desempeño <strong>la</strong> función de virrey del Inca a <strong>la</strong><br />

llegada del español. Pedro Mariño de Lovera proporciona información que debe ser interpretada.<br />

Poma de Aya<strong>la</strong> facilita curiosos datos sobre <strong>la</strong>s raices precolombinas de <strong>la</strong>s sociedades o<br />

cofradías de bailes religiosos en el Area Andina. El dibujo del autor muestra a los danzantes con<br />

máscaras e instrumentos de percusión y viento.<br />

Revista también interés como el cronista ubica a Santiago en el extremo meridional del<br />

Mapamundi del Reino de <strong>la</strong>s Indias. En razón esa situación geográfica conceptúa al país como<br />

lugar de destierro.<br />

En el período colonial, seña<strong>la</strong> que para vencer <strong>la</strong> resistencia araucana, los virreyes Martín<br />

Enríquez y Luis de Ve<strong>la</strong>sco enviaron grandes armadas "para <strong>la</strong> dicha conquista de Chile".<br />

Coteja <strong>la</strong> actitud bélica del indígena en ambos países y acota “no se defendieron los indios (del<br />

Perú) como los indios de Chile".<br />

Informa sobre <strong>la</strong> vil<strong>la</strong> de Arica, <strong>la</strong> ciudad de Santiago de Chile, y el fuerte de Santa Cruz de<br />

Chile. En un dibujo opone el "fuerte de cristianos del Rey" con el "pucara de Chile". Destaca<br />

que en esos combates los indígenas del país "no se dejan vencer".


ETNOHISTORIA DE LA CULTURA MAPUCHE, ENFOQUE TEORICO Y EMPIRICO.<br />

1.ENFOQUE TEORICO:<br />

Erika Zúniga Fuentes<br />

<strong>Universidad</strong> de Concepción<br />

1. La Disciplina Etnohistórica en <strong>la</strong>s Ciencias Antropológicas.<br />

2. La Etnohistoria como interre<strong>la</strong>cionadora de <strong>la</strong> Historia y de <strong>la</strong> Antropología.<br />

3. Contribución de <strong>la</strong> Etnohistoria al conocimiento de <strong>la</strong> vida Aborigen Americana a través de<br />

los desarrollos de Línea Base y de estudios de Contacto cultural y Aculturación.<br />

II.<br />

ENFOQUE EMPIRICO:<br />

1. El Diseño de <strong>la</strong> investigación de Etnohistoria Mapuche.<br />

2. El desarrollo de <strong>la</strong> investigación: facilidades y obstáculos.<br />

4. El resultado: VISION ETNOHISTORJCADE LOS MAPUCHE, ESTUDIO BASADO<br />

EN LAS FUENTES DOCUMENTALES DE LOS SIGLOS XVI Y XVII.<br />

Temas Tratados más Desatacados:<br />

1. Area, Lengua, Características físicas y Psicológicas.<br />

2. Aspectos de <strong>la</strong> Organización Social.<br />

3. Actividades Económicas; Alimentación; Vivienda; Vestimenta; Ocupaciones y Cultura<br />

Material.<br />

4. Comunicaciones y Transportes.<br />

5. Aspectos de <strong>la</strong> Vida Subjetiva.<br />

6. Salud: Higiene; Enfermedades.<br />

7. Posibilidades de Profundización de Investigación en Areas Menores: El caso de <strong>la</strong><br />

investigación sobre Alimentación.


LAS CAMPAÑAS DEL GENERAL LAUTARO AL NORTE DEL MAULE<br />

Willy Herrera Valdés<br />

<strong>Universidad</strong> de Talca<br />

Siempre lo hemos creído y así lo ha expresado el insigne historiógrafo don Guillermo Feliú Cruz<br />

en algunos prólogos de su fecunda obra histórica, que - "los pormenores y <strong>la</strong>s pequeñeces que<br />

dan a conocer una época - introducen -, realmente al historiador -, en <strong>la</strong> sociedad que él se<br />

empeña en conocer, le muestra aquel<strong>la</strong> vida y lo ponen en re<strong>la</strong>ción con no pocos incidentes o<br />

personas que suministran <strong>la</strong> explicación, que en vano los documentos liberan de importantes<br />

acontecimientos". Estas situaciones hacen revivir al investigador de vida de los tiempos y <strong>la</strong><br />

sociedad para poder juzgar con acierto e imparcialidad, sin interés o pasión, por tal o cual<br />

personaje sino por <strong>la</strong> constante búsqueda de <strong>la</strong> verdad histórica.<br />

Uno de estos sucesos son <strong>la</strong>s campañas del "General Lautaro" entre los ríos Maule y Mataquito.<br />

La gloriosa época de heroicas empresas de Pedro de Valdivia, coronadas por <strong>la</strong> formación de <strong>la</strong><br />

naciente sociedad es sucedida de años de oscurantismo que se denominan "el reino sin<br />

gobernador y <strong>la</strong> vida social sin historia". En este <strong>la</strong>pso emerge <strong>la</strong> figura de Felipe Lautaro, -el<br />

Aníbal chileno, cuyo valor lo eleva de criado a príncipe, quien tuvo como aliada a <strong>la</strong> fortuna, y<br />

cuando faltó ésta, no se rebajó ante <strong>la</strong> muerte, sino que <strong>la</strong> enfrentó cara a cara, gloriosamente, en<br />

defensa de un -trozo de tierra que era <strong>la</strong> Patria, <strong>la</strong>brando así un sepulcro honorífico - en su misma<br />

ruina.<br />

El presente trabajo surgió del interés por el rol histórico desempeñado por <strong>la</strong> región de Maule en<br />

<strong>la</strong> formación de <strong>la</strong> nacionalidad y en el valioso aporte del Ilustre Secerdote e investigador de <strong>la</strong><br />

Historia regional, Monseñor Don Ernesto Rivera R., quien ha entregado los datos básicos,<br />

documentos, luz sobre ciertos sucesos y dudas que no habíamos logrado resolver.<br />

Monseñor Ernesto Rivera R., demuestra en sus estudios que campañas de Lautaro al Norte del<br />

Maule fueron tres y no dos, como se expresa tradicionalmente en nuestra historia; nuestro aporte<br />

consiste en divulgar, previo recorrido por el escenario histórico - geográfico dichas campañas<br />

fueron realmente tres. Además para documentar este trabajo, se han analizado los capítulos<br />

correspondientes, en los siguientes autores:


- Historia General de <strong>la</strong>s Indias Occidentales, por don Pedro Fernández del Pulgar;<br />

- La Historia de Chile, desde su Descubrimiento hasta el año 1575, por don Alonso de Góngora<br />

Marmolejo;<br />

- Historia de Chile por el Maestre de Campo don Pedro de Córdova y Figueroa;<br />

- Historia Militar, Civil y Sagrada del Reyno de Chile, por el Padre Miguel de Olivares;<br />

- Histórica Re<strong>la</strong>ción del Reyno de Chile, del Padre Alonso Ovalle;<br />

- Descripción de <strong>la</strong>s Is<strong>la</strong>s y Tierra Firme del Mar Océano, que l<strong>la</strong>man Indias Occidentales, por<br />

don Antonio de Herrera;<br />

- Descripción Histórica y Geográfica del Reyno de Chile, por don Vicente Carvallo y<br />

Goyeneche;<br />

- La Araucana, por don Alonso de Ercil<strong>la</strong>;<br />

- Compendio de <strong>la</strong> Historia Civil del Reyno de Chile, por don Juan Ignacio Molina:<br />

- Historia General del Reyno de Chile, por el Padre A. Diego de Rosales;<br />

- Historia Física y Política de Chile, por don C<strong>la</strong>udio Gay;<br />

- Historia de Chile sin Gobernador, por don Crescente Errázuriz;<br />

- Historia General de Chile, por don Diego Barros Arana;<br />

- Historia de Chile, por don Francisco Encina;<br />

- Ensayo Crítico sobre algunas obras Históricas, por don Tomás Thayer Ojeda;<br />

- Apuntes para <strong>la</strong> Historia de Lautaro, por el Presbítero don Elías Lizana.<br />

Además se ha consultado los volúmenes de Medina correspondientes a Los Compañeros de<br />

Valdivia y el Proceso de Vil<strong>la</strong>gra.<br />

Pues bien; se llega a <strong>la</strong> conclusión que no hay dos de estos autores, que estén de acuerdo en todos<br />

a casi todos los sucesos de <strong>la</strong>s campañas de Lautaro. Por otra parte, el Padre Rosales, es el único<br />

que da una c<strong>la</strong>ve segura, pero tampoco se le puede seguir servilmente; hay en él datos a primera<br />

vista desconcertantes. En resumen, cada autor tiene su versión propia, existen contradicciones<br />

violentas, cambios de nombres, fechas y lugares.<br />

La primera causa de este enrredo, es el hecho de que Lautaro -hizo tres campañas entre los ríos<br />

Maule y Mataquito, lo que varios autores o casi todos, parecen ignorar; otros dividen en dos<br />

campañas so<strong>la</strong>mente, según que se considere su. retirada a <strong>la</strong>s Vegas del Itata como el fin de <strong>la</strong>


primera campaña o sólo como una breve interrupción forzosa.<br />

Además hay que ac<strong>la</strong>rar que se entiende por río Mataquito el curso donde se reúnen el Teno con<br />

el Lontué o ¿el curso desde <strong>la</strong> curva que hace el río desde Huaquen al Noroeste?. En este último<br />

caso seguimos a los que l<strong>la</strong>man Peteroa al actual Mataquito desde Tutuquén hasta -Huaquen y<br />

La Huerta. Los nombres genéricos de Peteroa y Mataquito, contribuyen no poco a <strong>la</strong> confusión y<br />

dice como fuera poco, hay dos pob<strong>la</strong>dos que llevan por nombre Peteroa. Por otra parte hay<br />

algunos autores que l<strong>la</strong>man C<strong>la</strong>ro al Mataquito y también Falso Maule; por último hay dos<br />

lugares l<strong>la</strong>mados Gualemo visitados por Lautaro y <strong>la</strong> segunda campaña resulta muy confusa<br />

porque se realizó con avances y retiradas en ambas riberas del dicho río. Hay que considerar<br />

también que entre <strong>la</strong> batal<strong>la</strong> de Tucapel y <strong>la</strong> muerte de Lautaro, transcurren cuatro años, o sea,<br />

desde el 25 de Diciembre de 1553 al 1° de Abril de 1557, periodo en que <strong>la</strong> vida política de<br />

Chile es sumamente compleja. Es de <strong>la</strong>mentar que en los apuntes del Padres Rosales, falta en<br />

algunas pa<strong>la</strong>bras, comidas por <strong>la</strong>s polil<strong>la</strong>s o desaparecidas por otros accidentes y que parecen<br />

esenciales.<br />

Tras este preámbulo que me parece necesario entraremos en el tema.


EL REINO DE CHILE EN EL MAPA DE LA AMERICA MERIDIONAL DE DON JUAN<br />

DE LA CRUZ (1775)<br />

Isidoro Vázquez de Acuña García del Postigo Félix Gajardo Maldonado<br />

<strong>Universidad</strong> de Santiago de Chile<br />

La importancia del Mapa de <strong>la</strong> América Meridional de Don Juan de <strong>la</strong> Cruz Cano y Olmedil<strong>la</strong><br />

reside en <strong>la</strong> demarcación oficial del Reino de Chile, y de <strong>la</strong>s demás jurisdicciones político<br />

administrativas del Imperio Español en América del Sur, en el momento de su confección y<br />

publicación en 1775.<br />

A este mapa se le considera como el documento más valioso de <strong>la</strong> cartografía sudamericana que<br />

ha quedado de <strong>la</strong> época españo<strong>la</strong>.<br />

Después de <strong>la</strong> carta de D' Anville (1748) pasó a ser <strong>la</strong> fuente -de información geográfica más<br />

importante de nuestro subcontinente, y constituye una muestra del avance científico de España y<br />

sus dominios bajo el ilustrado gobierno del Rey Don Carlos III.<br />

Además de los ingentes datos que contiene, posee una belleza que hacen de este documento una<br />

obra de arte.<br />

La personalidad del autor es poco conocida, más, pese a ello, se deja en c<strong>la</strong>ro su fraternal<br />

parentesco con el famoso autor dramático Don Ramón de <strong>la</strong> Cruz, y su medio social y cultural.<br />

Desde que el mapa fue grabado pasó por diversas vicisitudes, -<strong>la</strong>s cuales constan en <strong>la</strong><br />

documentación anexa al estudio, cuyas copias de los originales que se hayan en <strong>la</strong> Penínsu<strong>la</strong> se<br />

guardan en el Archivo Moría Vicuña.<br />

Finalmente, este valioso testimonio de <strong>la</strong> cartografía hispana del siglo XVIII sirvió de elemento<br />

ilustrativo y probatorio en los diferendos limítrofes de los países hispanoamericanos y en el caso<br />

de Chile, especialmente en <strong>la</strong> Exposición que por parte de Chile y en respuesta a <strong>la</strong> Exposición<br />

Argentina se sometió al tribunal que constituyó el Gobierno de Su Majestad Británica en su<br />

carácter de árbitro, nombrado por acuerdo de 17 de abril de 1896.<br />

El instituto de Investigación del Patrimonio Territorial de Chile tiene en vías de publicación una<br />

edición facsimi<strong>la</strong>r y reducida del mapa original, acompañada del estudio y documentación<br />

ilustrativa que aquí se expone.


CARTOGRAFIA HISTORICA DE TARAPACA<br />

Jorge Núñez Pinto<br />

<strong>Universidad</strong> de Talca<br />

La estructura de esta ponencia, aparte de <strong>la</strong> introducción, con temp<strong>la</strong> una breve noticia geográfica<br />

e histórica de <strong>la</strong> comarca tarapaqueña con algunos antecedentes que aportan para <strong>la</strong> mejor<br />

comprensión del texto.<br />

Esta comunicación cartográfica es anticipo de una investigación exhaustiva que, necesariamente,<br />

deberá continuarse en archivos nacionales y extranjeros, por razones obvias. Intentamos una<br />

interpretación de productos cartográficos existentes en fuentes nacionales, como p<strong>la</strong>nos, mapas,<br />

croquis y bocetos correspondientes a distintas épocas. El examen de estos testimonios nos<br />

entrega un caudal de datos sobre <strong>la</strong> ocupación del suelo a partir de motivaciones económicas,<br />

defensivas o comerciales: evolución del hábitat en el desierto; variaciones del status<br />

administrativo territorial; asentamientos humanos permanentes y temporales etc.<br />

Existe un interés especial en exponer una cartografía que contribuya a esc<strong>la</strong>recer <strong>la</strong>s<br />

circunstancias que precedieron a <strong>la</strong> fijación de nuestra frontera septentrional y que <strong>la</strong> divulgación<br />

periodística y esco<strong>la</strong>r presenta deformada y no ajustada a <strong>la</strong> realidad histórica.


ALGUNAS CONSIDERACIONES RELATIVAS A NUESTRA CONTROVERSIA SOBRE<br />

LIMITES CON ARGENTINA<br />

Manuel HormazabaI González<br />

<strong>Universidad</strong> de Santiago de Chile<br />

En 1843, dándose cumplimiento a una disposición expresa y legítima del Presidente Búlnes,<br />

Chile tomó, por segunda vez, posesión del Estrecho de Magal<strong>la</strong>nes y territorios adyacentes.<br />

Este acto, mediante el cual se ratificó lisa y l<strong>la</strong>namente <strong>la</strong> soberanía de Chile sobre todo el<br />

extremo austral del Continente Americano, dio lugar algunos años después, injustificadamente, a<br />

<strong>la</strong> primera rec<strong>la</strong>mación territorial del Gobierno argentino; y de ésta derivaron posteriormente <strong>la</strong>s<br />

negociaciones sobre limites en que, transcurridos ya 140 años, seguimos aun comprometidos, sin<br />

que pueda presumirse su término, a corto o <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo.<br />

Lo que en el siglo pasado fue materia de múltiples gestiones oficiales y debió alcanzar con el<br />

Tratado de Limites de 1881, una solución precisa y definitiva, ya que con el<strong>la</strong> se hab<strong>la</strong>n lesionado<br />

gravemente los legítimos derechos territoriales de Chile, se ha convertido en el curso del tiempo<br />

en un proceso interminable de nuevas y sucesivas dificultades o controversias; todas <strong>la</strong>s cuales<br />

han ido generando hechos o episodios de ingrata recordación, que han dejado huel<strong>la</strong>s profundas<br />

de amargura, de extrañeza o de estupor, en el espíritu de aquellos que han logrado conocerlos.<br />

Pienso que no se puede juzgar de manera acertada todo lo ocurrido, sin comenzar por admitir<br />

honestamente que Chile ha vivido y sigue viviendo en los aspectos considerados, <strong>la</strong>s vicisitudes<br />

de un verdadero drama. Si, <strong>la</strong>s vicisitudes de un drama accionado periódica y calcu<strong>la</strong>damente,<br />

con frialdad y cinismo admirables, sin escrúpulo alguno, por <strong>la</strong>s autoridades de Gobierno<br />

argentinas, cada vez que así ha convenido a <strong>la</strong> situación política interna de esa nación, o cada vez<br />

que el<strong>la</strong>s han creído posible alcanzar más fácilmente <strong>la</strong> satisfacción de alguno de sus ocultos<br />

designios territoriales.<br />

So<strong>la</strong>mente de drama puede conceptuarse el hecho de que una nación independiente y soberana<br />

como <strong>la</strong> nuestra, se haya visto obligada periódicamente a entregar importantes regiones de su<br />

legítimo patrimonio territorial, en cumplimiento de acuerdos directos o de sentencias arbitrales<br />

ajustadas, según se ha dicho, a "estricto derecho"; y todo eso, después de haber cedido al<br />

comienzo de estas negociaciones, desaprensiva sin compensaciones de ninguna especie, más de<br />

un millón de kilómetros cuadrados de nuestro territorio. Las inmensas regiones patagónicas<br />

entregadas en 1881, eran legítimamente chilenas, de conformidad con títulos incuestionables,<br />

que ambos Gobiernos ya conocían y se habían comprometido a respetar en el artículo 39 de ese<br />

Tratado anterior que, solemnemente ratificado en 1856, no fue nunca cumplido. ¡Chile permitió<br />

que no se cumpliera!<br />

El pueblo chileno ignora <strong>la</strong> magnitud de este drama, y desconoce o no ha logrado comprender<br />

todavía, en sus reales dimensiones, <strong>la</strong>s desafortunadas consecuencias que ya ha tenido para<br />

nuestra patria. Tampoco está en condiciones de percibir con c<strong>la</strong>ridad cuales pueden ser sus


proyecciones futuras, al seguir comprometidos en nuevas negociaciones limítrofes con Argentina;<br />

porque desgraciadamente, nuestros compatriotas en su inmensa mayoría, han permanecido<br />

desinformados de todo aquello que en el curso de tantas incidencias habidas, ha puesto de relieve<br />

no so<strong>la</strong>mente <strong>la</strong> ma<strong>la</strong> fe o maña con que han procedido <strong>la</strong>s autoridades argentinas, sino que<br />

también los errores cometidos por <strong>la</strong>s nuestras, <strong>la</strong>s debilidades e imprevisiones en que han<br />

incurrido, o <strong>la</strong> manifiesta lenidad que han observado en diversas otras oportunidades.<br />

Esta visión dolorosa de un pasado no lejano, y que ha tenido manifestaciones fugaces en <strong>la</strong> época<br />

actual, es <strong>la</strong> que nos induce a creer que, aun cuando se logre poner fin a <strong>la</strong> "mediación"<br />

pendiente, generada por un "diferendo austral" ficticio, de invención argentina, que carece de<br />

todo fundamento geográfico o jurídico y que ya dura demasiado a causa de <strong>la</strong>s torcidas<br />

pretensiones de ese Gobierno; aun cuando se logre terminar esta "mediación" que ajustada a <strong>la</strong>s<br />

proposiciones de S.S. el Papa, de Diciembre de 1980, de ninguna manera resultará favorable a<br />

Chile y lesionará una vez más, inevitablemente, disposiciones expresas del Trata do de Limites<br />

de 1881; aun en este caso, <strong>la</strong>s dificultades limítrofes con Argentina continuarán... surgirán<br />

indudablemente otras nuevas... de idéntica naturaleza que <strong>la</strong>s ya habidas.<br />

Un examen cuidadoso y circunstanciado de todo lo acontecido hasta hoy, me induce a seña<strong>la</strong>r<br />

que, para Chile, el periodo más <strong>la</strong>mentable o desastroso de estas negociaciones fue el<br />

comprendido entre los años 1871 y 1902; <strong>la</strong>pso durante el cual se sucedieron toda suerte de<br />

hechos o circunstancias altamente lesivas para nuestra patria; sin que nadie logra se evitarlo. Y<br />

mientras todo eso ocurría, <strong>la</strong>s negociaciones sobre limites siguieron su curso, aparentemente,<br />

sujetas a todas <strong>la</strong>s formalidades que son de rigor, hasta terminar con <strong>la</strong> sentencia británica de<br />

Noviembre de 1902, pronunciada con esa solemnidad de que se acostumbra revestir tan<br />

importantes decisiones jurídicas.<br />

A consecuencia de esa sentencia arbitral "en derecho", Chile fue desposeído nuevamente de<br />

inmensos territorios que eran legítimamente suyos, pero que ya, en forma ilícita, habían sido<br />

ocupados y colonizados por el Gobierno argentino o vendidos en Londres a colonos de <strong>la</strong> misma<br />

nacionalidad del Tribunal que hab<strong>la</strong> dictado <strong>la</strong> sentencia y del Gobierno que <strong>la</strong> había ratificado<br />

al día siguiente de dictada ésta.<br />

Fueron millones de hectáreas del territorio chileno <strong>la</strong>s que se incorporaron al territorio argentino<br />

en <strong>la</strong>s condiciones seña<strong>la</strong>das. Pero, el Tribunal, en su dictamen no hizo referencia alguna a todos<br />

estos hechos; ni tampoco a <strong>la</strong> autorización secreta extralegal que le había sido otorgada para<br />

proceder así. Con gran solemnidad y sentenciosamente dec<strong>la</strong>ra en su Informe, en una de sus<br />

partes:<br />

"La investigación llevada a cabo por nuestra Comisión Técnica ha puesto en c<strong>la</strong>ro que los<br />

términos del Tratado y Protocolo son inaplicables a <strong>la</strong>s condiciones geográficas de <strong>la</strong> comarca a<br />

que ellos se refieren. Estamos unánimemente de acuerdo en considerar <strong>la</strong> redacción de los<br />

Convenios como ambigua y como susceptible de <strong>la</strong>s interpretaciones diversas y antagónicas que<br />

les han atribuido los representantes de <strong>la</strong>s Repúblicas".<br />

Fue así como se burló <strong>la</strong> disposición fundamental del Tratado de Limites que prescribe como<br />

límite chileno - argentino, a lo <strong>la</strong>rgo de <strong>la</strong> Cordillera de los Andes: "LA LINEA DIVISORIA DE<br />

LAS AGUAS".<br />

En ningún caso, <strong>la</strong> disposición seña<strong>la</strong>da podía ser interpretada de otra manera. En ningún caso!...


EL PAPEL DE LAS ELITES EN EL PROCESO DE TOMA DE DECISIONES PREVIO A<br />

LA FIRMA DEL TRATADO DE 1881<br />

M.Consuelo León Wóppke<br />

<strong>Universidad</strong> de Valparaíso<br />

El presente trabajo pretende analizar el momento histórico - político que precedió y acompañó <strong>la</strong><br />

firma del Tratado de Limites suscrito en 1881 entre Chile y Argentina. Este convenio resulta<br />

difícil de entender a <strong>la</strong> luz de lo que debió ser <strong>la</strong> política exterior chilena en esos años, por eso<br />

siguiendo el pensamiento de Syrdall, se ha tratado de buscar en aspectos de política doméstica <strong>la</strong><br />

causa o raíz de este compromiso internacional.<br />

De esta forma, se ha preferido dar especial énfasis a aspectos internos del sistema político, más<br />

que a insistir en <strong>la</strong> c<strong>la</strong>ridad de los títulos que poseía nuestra república sobre <strong>la</strong> Patagonia Oriental<br />

o en los términos mismos del Tratado. Esto por una razón especial: innumerables son los estudios<br />

que se han hecho sobre tópicos, pero de su innegable excelencia o acuciosidad, sigue persistiendo<br />

<strong>la</strong> incógnita sobre qué hizo que nuestra culta c<strong>la</strong>se dirigente, el Ejecutivo y el Congreso aceptasen<br />

un acuerdo de tal naturaleza. ¿Fue, acaso, producto de alguna presión extranjera sobre nuestros<br />

gobernantes? ¿Carecíamos de poder bélico efectivo y movilizable que nos permitiese negociar<br />

sobre bases más convenientes? ¿Fue, quizás, este acuerdo producto de una angustiante crisis<br />

económica?<br />

Diferentes son <strong>la</strong>s interrogantes que a este respecto se pueden p<strong>la</strong>ntear. En esta ocasión, luego de<br />

analizar brevemente algunos factores que pudieron haber influido, se centrará el análisis en el<br />

estrato superior de nuestra sociedad pues, se considera, que en el<strong>la</strong> está <strong>la</strong> c<strong>la</strong>ve que permite<br />

entender <strong>la</strong> decisión internacional tomada en 1881. Este estrato superior, homogéneo y con<br />

conciencia de grupo, se entenderá constituido por pequeños "círculos", que considerándose unos<br />

a otros, serán quienes toman u obliguen a tomar decisiones a nivel gubernamental. Por lo tanto,<br />

se tratará de probar que en el proceso de toma de decisiones de 1881 estas elites tuvieron un<br />

papel fundamental y fue su parecer lo que prevaleció más que los títulos históricos, o que el<br />

sentir popu<strong>la</strong>r, carente de todo peso en el espectro político.<br />

Estos "círculos" no estuvieron formados por gran número de personas es más, son siempre <strong>la</strong>s<br />

mismas que participando en diferentes círculos presionarán estridentemente en el proceso de<br />

toma de decisiones dan do <strong>la</strong> apariencia, por su prestigio intelectual, que el número de sus<br />

miembros era mucho más amplio de lo que efectivamente fue. Son sus pensamientos e intereses<br />

los que harán tomar forma al Convenio Limítrofe de 1881 en el que depositarán todas sus<br />

esperanzas de lograr una efectiva y perdurable amistad con <strong>la</strong> vecina nación.


REVISION CRITICA DE LA HISTORIOGRAFIA EN TORNO A LAS CUESTIONES<br />

LIMITROFES CON ARGENTINA<br />

Luis Carreño Silva<br />

Luis Duarte Duarte<br />

Javier Figueroa Saavedra<br />

Sergio Flores Farías<br />

<strong>Universidad</strong> de Valparaíso<br />

La persistente cuestión limítrofe con Argentina, provoca en nuestros días una constante<br />

indagación, tanto para reafirmar los derechos nacionales, como para examinar <strong>la</strong> historia de dicho<br />

problema.<br />

El Instituto de Estudios Humanísticos de <strong>la</strong> <strong>Universidad</strong> de Valparaíso se encuentra trabajando<br />

actualmente una línea de investigación re<strong>la</strong>tiva a los limites de Chile, especialmente con<br />

Argentina, de cuyo resultado presentamos una serie de sugerencias e interrogantes con respecto<br />

a <strong>la</strong> revisión crítica de <strong>la</strong> historiografía que ha estudiado esta temática, en <strong>la</strong> forma de una<br />

ponencia.<br />

Es posible distinguir al respecto una literatura que denominaremos histórica obra de historiadores<br />

profesionales (Miguel Luis Amunáteguí, Diego Barros A, Carlos Mor<strong>la</strong> Vicuña, Domingo<br />

Amunátegui, Francisco Encina, Jaime Eyzaguirre, Sergio Vil<strong>la</strong>lobos) apoyados en especialistas<br />

en <strong>la</strong> ciencia geográfica (Hans Steffen, Francisco Fonck, Alejandro Bertrand, Luis Risopatrón,<br />

etc.). Otra vertiente polémica y crítica del curso de <strong>la</strong>s negociaciones, producto de autores<br />

historiadores no profesionales: diplomáticos, juristas, militares especialistas, políticos,<br />

periodistas, etc.<br />

1. La primera vertiente parece reunir <strong>la</strong>s siguientes características:<br />

a) Aún cuando los historiadores nacionales han sido los recopi<strong>la</strong>dores de <strong>la</strong>s fuentes<br />

documentales y en ellos han basado sus escritos, no conceden a <strong>la</strong> problemática de estas<br />

cuestiones su importancia relevante, lo que en general afecta a <strong>la</strong> visión de una historia de Chile<br />

inmersa en un contexto internacional, sino una narración histórica centrada primordialmente en<br />

hechos nacionales coyunturales, nací dos de <strong>la</strong>s circunstancias, esto determina <strong>la</strong> ausencia de una<br />

narrativa histórica basada en <strong>motivos</strong> permanentes, como podrían ser, estratégicos, diplomáticos,<br />

coherentes.<br />

b) Parece notarse además, una presentación uni<strong>la</strong>teral del tema, pues los argumentos presentados<br />

por los historiadores argentinos no son analizados en lo que respecta a prevalece <strong>la</strong> posición<br />

nacional . La investigación que del tema se hace en Argentina, presenta <strong>la</strong>s mismas<br />

características.<br />

c) En <strong>la</strong>s soluciones alcanzadas (Tratados acuerdos, protocolos, arbitrajes) y en <strong>la</strong>s cuales <strong>la</strong><br />

posición chilena pudiera parecer disminuida o perjudica, se busca una justificación acomodaticia,


con caracteres de sensatez y de éxito. Tendencia a justificar los errores.<br />

d) Parece advertirse en todo caso, cierta debilidad en <strong>la</strong> exposición de <strong>la</strong>s políticas nacionales y<br />

con escaso énfasis, lo que más de una vez ha sido citado como renuncias, por los historiadores<br />

argentinos. No hemos tenido <strong>la</strong> fortaleza para defender lo que es justo. Ha surgido una estructura<br />

pedagógica didáctica de gran influencia en formación de muchas generaciones tendiente a<br />

justificar un pasado rectilíneo, integérrimo, sin errores, apegado al derecho (Domingo<br />

Amunátegui, Luis Galdames, Francisco Frías, etc.).<br />

2. La segunda vertiente tendría <strong>la</strong>s siguientes características:<br />

a) Han entregado inestimables aportes a <strong>la</strong> investigación de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones con Argentina;<br />

manteniendo en gran medida los moldes tradicionales de <strong>la</strong> historiografía nacional: sobriedad,<br />

objetividad, fidelidad documental, han contribuido a despertar una conciencia nacional respecto a<br />

estos problemas.<br />

b) No obstante, poseer un tono admonitorio, de frustrante fracaso, busca héroes y culpables,<br />

antes que intentar comprender los hechos, quizás por carecer de una perspectiva histórica. A<br />

menudo cae en una actitud francamente beligerante.<br />

c) Los autores carecen en general de un criterio histórico comprensivo, se atienen a los momentos<br />

coyunturales. Esta carencia les impide apreciar los logros obtenidos, en muchos casos muy<br />

importantes, ejemplo: <strong>la</strong> paz.<br />

d) El cuadro general de <strong>la</strong> situación chilena en el marco internacional no aparece en sus análisis.<br />

De ello resulta una historia maniquea: Chile nunca es culpable, Argentina lo es siempre. Lo<br />

mismo ocurre en los autores argentinos.<br />

Posibles orientaciones a seguir:<br />

a) Abandonar <strong>la</strong> narrativa histórica uni<strong>la</strong>teralmente localista y enmarcaría en un contexto<br />

internacional: ideológico, económico, político y diplomático.<br />

b) Presentar <strong>la</strong>s diversas etapas de este <strong>la</strong>rgo problema de tal manera que permita entender <strong>la</strong><br />

evolución de <strong>la</strong> conciencia nacional en torno a él, conciencia que se va haciendo en el tiempo y<br />

que tiene avances y retrocesos.<br />

c) Al investigar sobre los asuntos limítrofes, debiera considerarse <strong>la</strong> tesis argentina, pues de su<br />

cabal conocimiento es posible entender los derechos que Chile legítimamente ha dec<strong>la</strong>rado; pero<br />

no des calificar a priori, y lo que es más grave, desconocer <strong>la</strong> posición trasandina.<br />

d) Reafirmar <strong>la</strong> necesidad de tratar los problemas de limites desde una perspectiva y comprensión<br />

históricas, pues el<strong>la</strong>s conllevan <strong>la</strong> objetividad, ecuanimidad, totalidad, tan esenciales en trabajos<br />

de esta naturaleza.


LA SOCIEDAD DE LA CONQUISTA EN CONCEPCION<br />

Leonardo Mazzei de Grazia<br />

<strong>Universidad</strong> de Concepción<br />

El objetivo fundamental de esta investigación es el de contribuir al conocimiento de <strong>la</strong> Historia<br />

Regional y determinar en qué forma <strong>la</strong>s características generales del proceso de Conquista se<br />

presentaron en el establecimiento español en el valle de Penco. Con estos propósitos hemos<br />

circunscrito nuestro análisis, en una etapa inicial, al estudio del grupo de los primeros<br />

encomenderos, aquellos que recibieron el premio por concesión de Valdivia, que alcanzaron al<br />

número de 52.<br />

Entre <strong>la</strong>s variables que consideramos, se incluye <strong>la</strong> edad y vida de este grupo de encomenderos.<br />

Predominan los hombres en edades maduras, entre 30 y 40 años. La mortalidad del grupo es muy<br />

alta debido a que <strong>la</strong>s ocasiones de morir en acción de guerra son frecuentes. De los 52<br />

encomenderos estudiados, 25 de ellos, casi un 50%, murieron en Tucapel, Marigueñu o en el<br />

fallido intento de repob<strong>la</strong>r <strong>la</strong> ciudad en 1552.<br />

Los lugares de procedencia, estado civil y descendencia de los fundadores de Concepción son<br />

otros aspectos que consideramos en este estudio.<br />

Desde el punto de vista social, <strong>la</strong> gran heterogeneidad que caracterizó a los grupos de<br />

Conquistadores, se advierte c<strong>la</strong>ramente en <strong>la</strong> fundación de Concepción. Sus encomenderos<br />

varían en <strong>la</strong> esca<strong>la</strong> social des de un conquistador de <strong>la</strong> más alta alcurnia, como lo era Vicencio del<br />

Monte, hasta el conocido caso del negro Juan Valiente que fue esc<strong>la</strong>vo en México. La mayor<br />

parte correspondía a <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses bajas de <strong>la</strong> sociedad españo<strong>la</strong>: vil<strong>la</strong>nos y plebeyos. A ellos se<br />

suman dos probablemente mestizos. La transformación de algunos mercaderes en encomenderos<br />

es muestra también de <strong>la</strong> movilidad social.<br />

En cuanto a los antecedentes en Chile, hubo encomenderos de Concepción que formaron parte de<br />

<strong>la</strong> expedición de Almagro, volviendo a Chile con Valdivia. El grueso de ellos estuvo<br />

conformado por conquistadores que se incorporaron a <strong>la</strong> empresa de Valdivia en el trayecto al<br />

valle del Mapocho. Otros vinieron en refuerzos posteriores, especialmente en el que vino con<br />

Monroy en 1543. Un número se incorporó a <strong>la</strong> Conquista luego del viaje de Valdivia al Perú, es<br />

decir en fechas próximas a <strong>la</strong> fundación de <strong>la</strong> ciudad.<br />

Un punto interesante es <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción con el Gobernador aspecto en que el grupo presenta bastante<br />

disparidad. Por una parte están los ligados a Valdivia por <strong>la</strong>zos de estrecha amistad. Hay<br />

incluso dos conquistadores parientes suyos: Alonso de Aguilera y Hernando Ortiz de Caravantes.<br />

Por otra parte están los descontentos o enemigos de Valdivia, que llegaron a participar en<br />

conspiraciones en su contra: los casos de Francisco de Gudiel y Juan de Negrete vincu<strong>la</strong>dos a <strong>la</strong><br />

conspiración de Sancho.<br />

La inestabilidad de <strong>la</strong>s encomiendas fue una característica del proceso de Conquista, que en


Concepción se vio particu<strong>la</strong>rmente acentuada Por ser una zona de frontera de guerra, <strong>la</strong> posesión<br />

y posterior utilización de los indígenas concedidos fue sumamente insegura. Muchos encomenderos<br />

dec<strong>la</strong>ran que jamás tuvieron aprovechamiento de sus indios. El abandono de <strong>la</strong> cuidad en<br />

1554 determinó, por otra parte, que Hurtado de Mendoza desconociera los derechos de los<br />

favorecidos en los repartimientos hechos por Valdivia. Luego Francisco de Vil<strong>la</strong>gra hizo una<br />

nueva reforma de <strong>la</strong>s encomiendas, todo lo cual contribuyó a <strong>la</strong> precariedad del beneficio. Sin<br />

embargo, una decena de los fundadores logró permanecer como encomenderos, a los que se<br />

agregan <strong>la</strong>s viudas e hijos de los caídos en acción de guerra, a quienes les fueron reconocidos sus<br />

derechos. Ellos mar can una línea de continuidad entre los repartimientos hechos en los años de<br />

fundación y <strong>la</strong> evolución posterior de <strong>la</strong> encomienda y <strong>la</strong> sociedad en <strong>la</strong> ciudad de Concepción.


DOÑA URSULA SUAREZ: ESCRITORA MISTICA Y PROFANA. 1666 - 1749.<br />

Armando de Ramón Folch<br />

<strong>Pontificia</strong> <strong>Universidad</strong> Católica de Chile<br />

La exposición se referirá a <strong>la</strong> existencia de un manuscrito existente en el archivo del Monasterio<br />

de Santa C<strong>la</strong>ra de <strong>la</strong> Victoria y que contiene <strong>la</strong> autobiografía de Doña Ursu<strong>la</strong> Suárez, religiosa<br />

profesa en dicho Monasterio. Esta autobiografía habría sido escrita entre los años 1708 y 1730, y<br />

refiere los sucesos de <strong>la</strong> vida de esta religiosa desde su nacimiento en 1666 hasta<br />

aproximadamente el año 1716.<br />

A este análisis y crítica de un manuscrito, se añadirá un estudio acerca del tiempo en que vivió <strong>la</strong><br />

autora del documento en análisis. Se hará especial mención del tránsito de esta sociedad barroca a<br />

un tiempo de cambios muy acentuados en <strong>la</strong> sociedad de Santiago de Chile a mediados del siglo<br />

XVIII, comparando <strong>la</strong>s dos etapas y seña<strong>la</strong>ndo <strong>la</strong> significación que ambas pudieron tener.


LA VIOLENCIA EN EL CORREGIMIENTO DE COQUIMBO DURANTE EL SIGLO<br />

XVIII<br />

Jorge Pinto Rodríguez<br />

<strong>Universidad</strong> de <strong>la</strong> Frontera<br />

En este trabajo el autor propone estudiar <strong>la</strong> violencia en una región minero agríco<strong>la</strong> de Chile en el<br />

siglo XVIII, utilizando alrededor de 300 procesos criminales que se conservan en el Archivo del<br />

1°. Juzgado del Crimen de <strong>la</strong> Serena, todos los cuales corresponden al antiguo corregimiento de<br />

Coquimbo.<br />

Entendida ésta como <strong>la</strong> acción de un individuo que, rompiendo <strong>la</strong>s normas establecidas por <strong>la</strong><br />

sociedad, causa dolor o daño material a otra persona, aún cuando el individuo que asuma esta<br />

conducta no sea del todo consciente de su deseo de dañar al sujeto sobre quien recae su acción,<br />

el autor sostiene que esta actitud fue más común de lo que hasta el momento se cree. La idea de<br />

un país bucólico, que duerme una tranqui<strong>la</strong> siesta colonial, en el que <strong>la</strong>s diversiones abundan y el<br />

trabajo escasea, constituyendo una comunidad atrasada, pero feliz, se diluye al tenor de los<br />

testimonios que dejan <strong>la</strong>s fuentes consultadas.<br />

El autor reconoce que <strong>la</strong> vida delictual (y en consecuencia <strong>la</strong> violencia que se expresa en el<strong>la</strong>) no<br />

tuvo en Coquimbo <strong>la</strong> intensidad que alcanzó en otras regiones del continente, pero su estrecha<br />

re<strong>la</strong>ción con fenómenos que fueron muy corrientes en <strong>la</strong> época y en <strong>la</strong> región le permite<br />

sospechar que <strong>la</strong> violencia pudo alcanzar niveles más altos a los que reflejan <strong>la</strong>s fuentes<br />

consultadas, dándole a toda <strong>la</strong> sociedad que estudia un carácter fuertemente agresivo.<br />

En efecto, un estudio detenido de los homicidios, el acto de violencia suprema, le permite<br />

afirmar que <strong>la</strong> violencia en Coquimbo estuvo íntimamente ligada al alcoholismo, <strong>la</strong><br />

desintegración de <strong>la</strong> vida familiar y, en general, a <strong>la</strong>s ásperas condiciones de vida que afectaban a<br />

<strong>la</strong> masa <strong>la</strong>boral. Este autor cree que se puede hab<strong>la</strong>r, incluso, de una especie de cadena que<br />

partía, precisamente, en <strong>la</strong>s ma<strong>la</strong>s condiciones de vida de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción y que se proyectaba a los<br />

otros factores genera dores de <strong>la</strong> violencia, vale decir, el alcoholismo y <strong>la</strong> desintegración --de <strong>la</strong><br />

vida familiar. Tentativamente aborda, también, un factor diferente, cuyo conocimiento es muy<br />

escaso en Chile: <strong>la</strong>s patologías mentales.<br />

En resumen, a través de fuentes que cotidianamente habían servido a los historiadores para<br />

reconstituir algunos aspectos re<strong>la</strong>tivos al derecho y a <strong>la</strong> administración de <strong>la</strong> justicia, el autor se<br />

aproxima a <strong>la</strong> historia social de una región minero agríco<strong>la</strong> que en el siglo XVIII conoció un<br />

notable desarrollo gracias a su producción minera.


MITAS INDIGENAS EN LA CONSTRUCCION DE LOS FUERTES Y PLAZAS<br />

MILITARES DE LA FRONTERA DE ARAUCO (SIGLO XVIII). EL CASO DE LA<br />

PLAZA DE SAN CARLOS DE PUREN 1776 - 1777<br />

Luz María Méndez Beltrán<br />

<strong>Universidad</strong> de Chile<br />

Se refiere al trabajo de indios araucanos en <strong>la</strong> construcción de emp<strong>la</strong>zamientos del Ejército de <strong>la</strong><br />

Frontera.<br />

Se estudia <strong>la</strong> situación regional y <strong>la</strong> reconstrucción de <strong>la</strong> p<strong>la</strong>za de San Carlos de Purén,<br />

analizando <strong>la</strong> estructura <strong>la</strong>boral compuesta por indios araucanos, presidiarios y trabajadores libres<br />

especializados.<br />

Se calcu<strong>la</strong> el costo de alimentación, sa<strong>la</strong>rios y adquisiciones de elementos necesarios a <strong>la</strong>s faenas,<br />

con re<strong>la</strong>ción al costo global de <strong>la</strong> obra.<br />

El tema, al parecer inédito en <strong>la</strong> historiografía chilena, interesa porque se refiere al trabajo de los<br />

indios araucanos que no eran encomendables desde 1622.


LA IDEA DE LA CIUDAD EN EL REINO DE CHILE, DURANTE EL SIGLO XVIII<br />

Santiago Lorenzo Schiaffino<br />

<strong>Universidad</strong> Católica de Valparaíso<br />

En <strong>la</strong> ponencia se explica como en los proyectos de fundación y en <strong>la</strong>s fundaciones mismas, que<br />

hubo durante el Siglo XVIII, se trasluce una idea de ciudad y del rol que ésta debía cumplir en <strong>la</strong><br />

sociedad.


EL ACONTECER FUTIL Y LA HISTORIA NO FACTUAL, OTRO CAPITULO DE<br />

HISTORIA DE LAS MENTALIDADES<br />

Ro<strong>la</strong>ndo Mel<strong>la</strong>fe Rojas<br />

<strong>Universidad</strong> de Chile<br />

El problema básico que se p<strong>la</strong>nteará en <strong>la</strong> ponencia puede sintetizarse en <strong>la</strong> pregunta siguiente:<br />

¿es lícito escribir una historia de hechos no ocurridos?. La respuesta que de inmediato nos viene<br />

a <strong>la</strong> mente es que no, ya que ésta sólo sería un producto de <strong>la</strong> fantasía que, si no está ava<strong>la</strong>da por<br />

<strong>la</strong> certidumbre del acontecer, aparece como algo que podría ser incluso una especie de<br />

antihistoria. Aunque sí, quizás, podría ser una buena pieza literaria.<br />

Sin embargo, hay por lo menos tres causas por <strong>la</strong>s cuales <strong>la</strong>s sociedades y los hombres han<br />

actuado valorando lo no acontecido como real, como efectivamente sucedido. Por lo tanto, de<br />

algún modo han configurado algunas acciones históricas, han actuado en <strong>la</strong> realidad histórica ya<br />

que han reaccionado ante hechos que creyeron realmente ocurridos sin que ellos fueran<br />

verdaderamente factuales. Han reaccionado en definitiva ante ficciones históricas, pero sus<br />

reacciones se encadenaron en series de sucesos que sí ocurrieron en el tiempo y en el espacio.<br />

Se analizarán en <strong>la</strong> ponencia <strong>la</strong>s tres circunstancias en que tal fenómeno se ha dado y se sigue<br />

dando y que podríamos enunciar del siguiente modo:<br />

1. La confusión de p<strong>la</strong>nos de realidad y tiempo, tan característico en Chile y América Latina<br />

hasta entrado el siglo pasado.<br />

2. La confusión entre el mundo consciente y el inconsciente.<br />

3. La construcción de modelos que acostumbran usar <strong>la</strong>s ciencias sociales y económicas actuales<br />

en sus metodologías de investigación y en estrecha re<strong>la</strong>ción con <strong>la</strong>s ciencias históricas.

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