Medio siglo anillando aves para la ciencia - SEO/BirdLife

Rafa Martín-Javier de la Puente
Medio siglo anillando aves para la ciencia
En sus orígenes, censos y anillamientos constituyeron las actividades prioritarias de la Sociedad Española de Ornitología
(SEO). Los comienzos de cualquier asociación siempre son complejos y la necesidad de organizarse para
impulsar el estudio de nuestras aves estaba en la mente de los fundadores. En esa necesidad se encuentra el origen
del Centro de Migración de Aves que acaba de cumplir 50 años, conmemorados en el transcurso del XV Encuentro
de Anilladores, celebrado en Alcoy, Alicante (1-4 de noviembre 2007).
Buitre negro
anillado.
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Alfonso
Villarán
Ex director
del CMA
La pujanza de las asociaciones ecologistas y de las
sociedades conservacionistas es un síntoma de
salud ambiental y una medida de la educación y
sensibilidad de las sociedades modernas. SEO/BirdLife
no es ajena a este fenómeno; más bien es protagonista
de primer orden en la conciencia conservacionista de
nuestro país. Hace cuatro años, la SEO cumplió medio
siglo de existencia, ahora bajo las siglas SEO/BirdLife
y con una clara vocación de conservación, no sólo de
las aves, sino de sus hábitats y del medio natural en general.
Una base social importante y un reconocimiento
por parte de las diversas administraciones, de las organizaciones
científicas y del conjunto de la sociedad, han
conseguido dar el necesario impulso para consolidar el
éxito de un trabajo riguroso y eficaz.
Sin embargo, en sus comienzos, las cosas no fueron
tan sencillas. El prestigio debía ganarse a pulso y
eran pocos los encargados de mover las conciencias y
de hacer la poca ciencia que se podía permitir el país.
Hace 50 años España se hallaba sumida en un retraso
científico paralelo a la gran riqueza natural que
atesoraba. El problema radicaba en el desconocimiento
del patrimonio natural y la dificultad para proteger lo
que se desconocía. Por eso, los primeros esfuerzos de
los pioneros de nuestra organización se dirigieron a conocer
lo que se ignoraba. Conocer para valorar. Y valorar
para conservar. El espíritu de ornitólogos como Bernis,
Valverde o Sáez-Royuela era tan conservacionista
como el actual, aunque las actividades y los métodos
estuvieran lejos de las actuales posibilidades de difusión
que facilitan la prensa, la radio, la televisión o internet.
El anillamiento, técnica científica
Para quien no conozca en detalle en qué consiste el anillamiento,
es fácil deducir que se trata de una técnica en
la que se utilizan anillas que se colocan cuidadosamente
en las patas de las aves. Las anillas vienen a ser como el
carnet de identidad o como la matrícula de los coches.
Llevan un remite y un número específico, lo que permite
individualizar a cada ave y conocer su historial mediante
un registro de capturas y recapturas. De esta manera
se pueden estudiar los movimientos, desplazamientos,
migraciones, dinámica de poblaciones, supervivencia y
otros aspectos de la biología de las aves que se abordarían
con dificultad mediante la aplicación de otros métodos.
La información derivada del anillamiento es, pues,
muy valiosa y puede almacenarse en bancos de datos a
la espera de su tratamiento. La gestión y la conservación
encuentran aquí una herramienta muy adecuada
en la que apoyarse.
Los primeros tiempos
Los pioneros de la SEO (fundamentalmente Bernis)
impulsaron el desarrollo de censos y las campañas de

Archivo F. Bernis
SEO/BirdLife
Izquierda. Una de las primeras campañas de anillamiento de Bernis. Derecha. Examen de la muda de un martín pescador durante su anillamiento.
La transición y el nuevo modelo
Coincidiendo con los cambios políticos,
la búsqueda de autonomía, democratización
y descentralización preside todos
los debates, incluidos los que afectan al
anillamiento. Grupos como el Grup Catalá
d’Anellament deciden emprender su andadura
al margen del CMA y la corriente autonómica
se extiende hasta hacer temer
por la desaparición de éste. La proliferación
de múltiples permisos diferentes y la
posibilidad de crear remites autonómicos
e incluso de legislar sobre anillamiento y
organizar centrales propias en cada comunidad
autónoma pone a los anilladores al
borde del abandono de la actividad.
Por otro lado, el CMA había dependido
hasta ese momento de la iniciativa y
el impulso de una persona que coordinaba
las acciones y el trabajo del resto de
anilladores. La propia sociedad española
potenciaba este modelo de estructura. Sin
embargo, la SEO estaba cambiando al ritmo
de los tiempos; había tenido que modificar
sus estatutos para acceder a firmar
contratos con la Administración y estaba
en plena transformación hacia su modelo
conservacionista.
Los anilladores se movilizan y pretenden
dar un giro a su actividad, tanto en lo
que respecta a la estructura y organización
como a los planteamientos científicos
y los fines. Se reflexiona sobre la necesidad
de mejorar la formación y la calidad
de los anillamientos, así como sobre la intención
y la difusión del trabajo en forma
de publicaciones científicas. Por otro lado,
el espíritu conservacionista llega a los anilladores,
preocupados por minimizar las
molestias causadas a las aves durante su
manipulación, para lo que se plantea la necesidad
de realizar un examen de capacitación
como anillador.
Esta inquietud se traduce en la reanillamiento,
dirigiendo éstas a las aves
comunales o a las que se concentraban
en gran número en algún momento del ciclo
anual. Las campañas en Extremadura
o Doñana permitieron el anillamiento de
gran cantidad de garzas, anátidas y limícolas
que proporcionaron una gran información
en el momento del anillamiento y
una fuente de conocimiento derivada de
las recuperaciones obtenidas. A estas especies
siguieron los estorninos, las golondrinas
y las especies palustres concentradas
en grandes dormideros y anilladas en
gran cantidad.
Durante este periodo la intención perseguida
con el anillamiento fue acumular
un buen número de registros y generar suficiente
información sobre nuestras especies,
sus movimientos, sus áreas de cría e
invernada, sus principales lugares de paso
y su fenología. Para gestionar esta información
y para coordinar el trabajo de los
anilladores voluntarios se creó, en 1957, la
Central de Migración de Aves (hoy Centro
de Migración de Aves –CMA-, el grupo de
trabajo más antiguo y con más tradición
dentro de la SEO).
La siembra de estos primeros años
dio sus primeros resultados, generando
una cosecha de ornitólogos de primera
fila, hoy en lugares relevantes de las principales
instituciones científicas, además
de un conjunto de publicaciones basadas
en los datos de anillamientos y recuperaciones.
Entre ellas destaca la publicación
de Aves Migradoras Ibéricas, entre 1966 y
1971, todavía hoy (pasados casi 40 años)
utilizada y citada en estudios relevantes
sobre migración.
El relevo y la extensión del anillamiento
Una vez conseguida una amplia plantilla de
anilladores y con las universidades como
centros de investigación ornitológica, el
anillamiento pasó a extender su radio de
acción hasta consolidar la estructura del
CMA y ampliar la red de colaboradores.
Bernis cedió el testigo a su discípulo Fer-
nández Cruz en la Dirección del CMA y éste
le dio un nuevo impulso, de manera que
se institucionalizó la reunión anual de los
anilladores, en los llamados Encuentros de
Anilladores, el primero de los cuales tuvo
lugar en Salamanca, en 1980.
Durante esta época se suceden los
acontecimientos y España entra en una
época crucial con cambios políticos de
gran calado. El tránsito de un régimen
dictatorial a un régimen democrático
lleva aparejados cambios en la Administración
y modificaciones políticas
que implican un régimen parlamentario,
una organización descentralizada y una
Constitución moderna. Los cambios afectan
al funcionamiento y al interés de la
Administración por los temas de anillamiento,
por lo que se crea la Oficina de
Anillamiento del Icona (Instituto Nacional
La formación de los anilladores españoles
es envidiada en Europa, y el volumen
y calidad de los datos ha permitido la
publicación de numerosos trabajos
para la Conservación de la Naturaleza)
con el que el CMA mantendrá constantes
discrepancias y algunas colaboraciones.
Este aspecto cambiará la gestión del anillamiento,
pues el Icona será el encargado
de gestionar los permisos, las anillas y los
datos. A cambio, la SEO pone a trabajar a
toda su red de anilladores y obtiene una
serie de contratos con la Administración
para la transferencia de archivos y datos,
y para publicar algunos trabajos sobre
grupos concretos (anátidas y zorzales).
Las campañas de anillamiento de cigüeñas
son un clásico en el trabajo habitual
de la SEO, pero, por primera vez, se plantea
una campaña de paso postnupcial de
paseriformes en toda la costa mediterránea,
para la que se cuenta con apoyo
institucional. Los campos de anillamiento,
situados a lo largo de todo el litoral mediterráneo
español, proporcionan datos
interesantes que originarán varias publicaciones
sobre diversas especies.
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50 años de anillamiento científico
dacción de un Reglamento Interno y en
la remodelación del CMA, con una mayor
participación democrática, acorde a los
tiempos, una elección de sus representantes
(tanto de su director como de la Comisión
de Anilladores contemplada en el
Reglamento) y unos planteamientos más
científicos y cooperativos. La primera Comisión
de Anilladores se elige en Ruidera,
en 1985, dentro del marco del V Encuentro
de Anilladores, primero en el que tienen
cabida las ponencias de carácter científico
y donde se anilla simbólicamente el
“pájaro un millón” (un carbonero común).
La Comisión emprende un nuevo camino y
acomete algunas reformas. El VI Encuentro
de Anilladores, celebrado en Jarandilla
de la Vera (Cáceres) en 1986, ve la primera
elección democrática de un director del
CMA, por unanimidad de la asamblea de
anilladores. Comienza entonces un nuevo
periodo con una gestión colegiada y un
cambio de rumbo en los planteamientos
del anillamiento. Se propone la idea de
la formación inicial y permanente de los
anilladores, la necesidad de obtener datos
rigurosos y de publicar los resultados de
las investigaciones, y la reglamentación
del anillamiento de especies amenazadas
o con métodos especiales. De esta época
es la creación de la tienda de material de
anillamiento, la coordinación de los marcajes
especiales, la restricción de los anillamientos
en casos de especies en peligro
o de manejo especialmente delicado, y la
unificación del remite de las anillas.
Por otra parte, se potencia la creación
de grupos de anillamiento, algunos de los
cuales comienzan a trabajar de manera
sistemática y metódica para obtener datos
en el mismo lugar y con la misma metodología,
en lo que supone un avance de
lo que, en un futuro, serán las estaciones
de esfuerzo constante. Otros grupos se
implican en la participación en proyectos
de carácter transnacional, como el Finnish
Acroproject, embriones de la cooperación
futura entre diferentes países para el estudio
de la migración de diversas especies.
Los nuevos tiempos
Pero la mayor exigencia interna entre los
anilladores coincide con el golpe de timón
de la SEO que, en consonancia con la
tendencia europea, decide apostar por el
conservacionismo de forma definitiva. La
creación del Comité de Protección de Aves
en el año 1986 impulsa estos planteamientos
y concentra el destino de los fondos
y esfuerzos de la organización. Censos
y anillamientos siguen siendo señas de
identidad, pero quedan relegados a un segundo
plano, aunque sus bases sean igualmente
conservacionistas. A pesar de todo,
la mejora de los anillamientos tiene su lado
Monrós y Pastor
Cartel del XV Encuentro de Anilladores
positivo y las Administraciones comienzan
a reconocer el esfuerzo de los anilladores
y la calidad de su trabajo, lo que trasciende
más allá de nuestras fronteras. La publicación
de artículos específicos por parte
de anilladores españoles comienza a ser
habitual en las principales revistas ornitológicas
del mundo.
La informatización de los datos de
anillamiento es ya casi un hecho y los
anilladores disponen de una bibliografía
básica y especializada muy completa
Nuevos cambios en la dirección y la
secretaría, así como la progresiva profesionalización
de ésta última, impulsan la
puesta en práctica del examen del anillador
y la realización de un sistema de formación
permanente mediante créditos
que actualiza y da consistencia a todo el
colectivo.
Las nuevas ideas se plasman en la edición
de publicaciones como el boletín Apus
o la Revista de Anillamiento (en las que los
anilladores publican los resultados de sus
trabajos, plantean nuevas técnicas o analizan
el sexado y datado de las especies)
y en la puesta en marcha de programas a
gran escala (Paser, Biometría, Golondrina,
Calidris o Tarso) con trabajo coordinado
y estandarizado. La metodología del programa
Paser, basado en las estaciones de
esfuerzo constante está originando datos
muy valiosos sobre las tendencias poblacionales
de nuestras especies comunes.
La formación e inquietud de los anilladores
españoles les ha permitido participar
en estaciones de anillamiento en otros
países y, en algún caso, organizar congresos
o coordinar proyectos internacionales,
como el Piccole Isole sobre migración prenupcial
en el Mediterráneo.
El futuro
Llegados a este punto se puede afirmar
que el sueño de los pioneros se ha visto
superado con creces. La formación de los
anilladores españoles es envidiada en Europa,
y el volumen y calidad de los datos
ha permitido la publicación de numerosos
trabajos que se emplean para profundizar
en el conocimiento de la biología de nuestras
especies y también como instrumentos
básicos en la gestión y conservación
del medio natural en general y de las aves
en particular.
Quedan algunos retos planteados. El
empleo del anillamiento como banderín de
enganche para las futuras generaciones
ha sido puesto sobre la mesa, y ha constituido
el tema central del XIV Encuentro
de Anilladores celebrado en Castellón, en
2005 (“Anillamiento y Educación”). Se
tiende hacia una estrategia científica y
se busca acercar la ciencia a los niños y
jóvenes mediante la educación ambiental
orientada hacia la conservación.
La informatización de los datos de
anillamiento es ya casi un hecho y los anilladores
disponen de una bibliografía básica
y especializada muy completa. Todo
ello permite acercarse con más seguridad
al estudio de la dinámica de poblaciones,
de la supervivencia de las especies o de la
influencia del cambio climático sobre las
aves. Pero es necesario continuar el camino
emprendido. En el XV Encuentro de
Anilladores celebrado en Alcoy en 2007
quedó patente que los anilladores son,
en general, un grupo de socios muy fiel
a SEO/BirdLife. Una gran parte de ellos
lleva más de 25 años realizando esta labor,
pero se hace necesaria la progresiva
y gradual renovación sin renunciar a la
experiencia de los más veteranos. Para
ello es necesario que, manteniendo los
niveles de exigencia actuales, acerquemos
al resto de la sociedad la actividad
que realizamos en el campo y que resulta,
por la cercanía de las aves y por el contacto
directo con ellas, especialmente
gratificante. Hemos cumplido 50 años de
trayectoria. Estamos de enhorabuena. Es
una excelente noticia para celebrarlo y
para hacerlo extensivo al resto de compañeros
de SEO/BirdLife. Y un buen momento
para recordar a quienes nos abandonaron
después de marcarnos el camino
y acompañarnos por él.
10 • LG 133

50 años de anillamiento científico
Entrevista con Jeremy Greenwood, director en los últimos veinte años de la BTO
“El avance de la ornitología en España ha sido
radical, tanto en calidad como en cantidad”
Monrós y Pastor
Josefina
Maestre
Jeremy Greenwood ha sido la cabeza visible, durante las dos últimas décadas, de una de las organizaciones
ornitológicas de referencia mundial, la Fundación Británica de Ornitología (BTO). Recién
dejado su puesto de director, el pasado mes de noviembre acudía a los XV Encuentros de Anilladores
de España, para ofrecer una conferencia magistral sobre la ornitología europea. Los que le
escucharon pudieron percibir su entusiasmo por la labor de los aficionados a las aves, capaces de,
con su esfuerzo -tal y como señala en esta entrevista- proveer de pruebas que ayudan a cambiar
la opinión pública y las políticas de Gobierno.
Jeremy Greenwood
en los XV
Encuentros de
Anilladores.
LG.: Desde el punto de vista ornitológico, ¿qué hitos
destacaría en su trayectoria profesional o su experiencia
personal, ya sea dentro o fuera de la Fundación
Británica de Ornitología (BTO)?
JG.: En lo personal ha habido tres puntos de inflexión.
El primero fue ir a la Universidad de Oxford a estudiar
la licenciatura. Eso me permitió beneficiarme de
las enseñanzas de ilustres expertos como el ornitólogo
David Lack, el etólogo Niko Tinbergen, el ecólogo
Charles Elton y el biólogo evolutivo Arthur Cain. También
me permitió conocer a los jóvenes investigadores
del Instituto Edward Grey de Ornitología de Campo y
me puso en contacto con la Fundación Británica de
Ornitología (BTO), que entonces tenía su oficina en
Oxford, y por ende con el mundo de los aficionados a
la ornitología en serio. Es más, el ambiente de Oxford
me impulsó a llevar a cabo mi primera investigación
ornitológica durante mis vacaciones.
El segundo punto de inflexión se dió cuando dos entusiastas
aficionados me preguntaron si podían unirse a
una expedición de estudiantes a Groenlandia que yo estaba
organizando. Trabajar con ellos reavivó mi interés
en la investigación ornitológica ya que, por entonces,
yo había derivado hacia la genética poblacional de los
caracoles, y las aves no eran para mi más que un entretenimiento,
algo que observar en mi tiempo libre.
El tercer punto de inflexión fue ser nombrado director
de la BTO, que es el mejor trabajo del mundo en ornitología.
Se trabaja con un equipo de miles de aficionados
y decenas de profesionales (unos cien, en este
momento) plenos de entusiasmo y capacidad. Es más,
están llevando a cabo una labor que no sólo está en la
punta de lanza de la ciencia sino que también beneficia
enormememente a la conservación de la naturaleza
al aportar bases científicas para el desarrollo de
políticas públicas ambientales.
La Fundación ha sido una de las organizaciones pioneras
en el mundo en el anillamiento de aves como
fuente de valiosa información para comprender los
movimientos y los parámetros de población. ¿Han
cambiado de alguna manera las premisas de esta actividad,
ya sea cualitativa o cuantitativamente, desde
que los anillamientos empezaron hace 74 años?
Así es. El anillamiento se desarrolló, por supuesto,
en Gran Bretaña y en otras partes como una herra-
12 • LG 133

Entrevista
mienta para estudiar las migraciones, y
esa fue su misión principal hasta los años
ochenta. Claro que, mucho antes de que
hubiera programas nacionales en parte
alguna del mundo, hubo pioneros que habían
anillado pájaros de cara a estudiar
el comportamiento de aves individuales.
Varias personas, tanto aficionados como
profesionales, habían estado usado el
anillamiento con este objetivo desde al
menos los años treinta. Además, David
Lack fue en los años cuarenta el pionero
en el uso de los datos resultantes de
esta actividad para medir tasas de supervivencia.
Sin embargo, no fue hasta mucho
más tarde cuando la gente reconoció
que si los anilladores concentraban sus
esfuerzos en programas estables de anillamiento
en lugares determinados -estaciones
de esfuerzo constante- esos datos
podrían usarse para obtener estimaciones
nacionales tanto de tasas de supervivencia
como de productividad. Este se
ha convertido en el objetivo fundamental
actualmente en gran parte de Europa y
Norteamérica.
¿Tenemos que continuar anillando aves
como siempre lo hemos hecho? Mucha
gente opina que ya no tiene mucho sentido
invertir tanto esfuerzo en ello. ¿Qué
argumentos cree usted que deberían tenerse
en cuenta de cara al futuro?
Es seguro que tenemos que impulsar programas
que den como fruto información
demográfica. Pero, tal como muestran todos
los análisis de patrones de migración,
los datos que hay siempre sacan a la luz
preguntas que requieren aún más datos
para poder ser contestadas. Así que el
objetivo tradicional de los anillamientos
aún es pertinente. Creo, asimismo, que
los anilladores deberían tener la opción
de llevar a cabo sus propios estudios: tanto
los aficionados como los profesionales
siguen haciendo importantes descubrimientos
sobre las poblaciones y el comportamiento
de las aves gracias a proyectos
propios. También es importante que
puedan dedicarse a anillamiento general,
que no esté ligado a ningún proyecto en
particular. Esto no sólo brinda datos que
se pueden usar en estudios demográficos
y migratorios sino que además consigue
que los anilladores generen nuevas ideas
y descubran aspectos novedosos prácticamente
por casualidad. El anillamiento
de esfuerzo constante, que ahora es tan
importante en muchos programas, tuvo
su origen en las actividades de grupos de
aficionados que pensaron que sería interesante
anillar pájaros sistemáticamente
en el mismo lugar año tras año.
¿Piensa que el cambio climático es un
nuevo argumento a favor de la idea de que
hay que continuar con los anillamientos?
Sí. Es seguro que el cambio climático
afectará a las poblaciones, distribución y
migración de las aves. De hecho, ya está
pasando. No debemos olvidar que el ser
humano, sin darse cuenta, ha afectado a
las aves de muchas otras formas: a través
de la intensificación de la agricultura en
la Europa occidental, por ejemplo. El anillamiento
ha sido uno de los instrumentos
que ha permitido a los ornitólogos estudiar
esos efectos. Y será aún más importante
en el futuro, posiblemente, a medida que el
cambio climático se intensifique y se sume
a todas las demás presiones que el ser humano
ejerce sobre el medio ambiente.
¿Qué futuro prevé para la conservación
de las especies en Europa?
Me gustaría poder decir que preveo que la
conservación se basará cada vez más en
pruebas científicas fiables, probablemente
facilitadas por un contingente cada
vez mayor de voluntarios (anilladores,
censadores, los que hacen los atlas, etc.).
Esa ha sido la tendencia en los últimos
setenta años y espero que continúe. Sin
embargo, el mundo está lleno de gente
que centra su fe a ciegas en lo irracional y
en los dogmas, en especial los políticos y
los economistas. Si no corrigen el rumbo,
¿estarán justificadas mis esperanzas?
“Desde Europa podríamos hacer mucho
para ayudar a desarrollar la ornitología
en los países tropicales”
¿Cómo se ve desde el Reino Unido el progreso
de la ornitología en España?
¡Sólo puedo hablar por mí mismo! El avance
de la ornitología en España ha sido radical,
tanto en calidad como en cantidad.
Los estudiosos españoles en ornitología
están al mismo nivel que los de cualquier
otro lugar de Europa. Aún anima más el
establecimiento del programa de seguimiento
de poblaciones de aves comunes,
que espero que lleve a una gran expansión
de la red de ornitólogos aficionados
de España.
¿Considera aconsejable y factible extender
la investigación y los programas de
conservación de aves a países con una
gran biodiversidad pero con niveles bajos
de desarrollo económico como los de
África y Sudamérica?
Claro que sí. Por supuesto, la forma de
realizarlo quizá tenga que ser distinta a
cómo lo hemos hecho en Europa debido
a las diferencias culturales y de desarrollo
económico. Desde Europa podríamos
hacer mucho para ayudar a desarrollar
la ornitología en los países tropicales,
colaborando en la formación de ornitólogos
autóctonos y compartiendo con ellos
nuestra experiencias al desarrollar la ornitología
en Europa durante los últimos
cien años. Ellos, al crear enfoques propios
adecuados a las circunstancias de
sus países, pueden aprender de nuestros
errores y aciertos.
¿Qué es lo que hace que en el Reino Unido
haya decenas de miles de voluntarios
y más de un millón de personas implicadas
en el activismo ornitológico?
Se podrían escribir libros enteros sobre el
asunto... De hecho, algunos se han escrito.
Pero no creo que las respuestas que se
han dado a esa pregunta sean mucho más
que simples elucubraciones. Mi propia teoría,
sin embargo, es que en Gran Bretaña
nos hemos beneficiado de no haber tenido
instituciones oficiales de conservación
ni programas nacionales de investigación
hasta mucho después de que los aficionados
hubieran empezado su labor. ¡Una vez
que los aficionados se habían hecho con
el liderazgo no iban a ceder el mando a un
montón de funcionarios!
¿Qué sería imposible de conseguir sin
todos esos entusiastas voluntarios a los
que tanto aprecia?
“Saber casi todo lo que sabemos” podría
ser una respuesta un tanto exagerada.
Pero no tendríamos atlas de aves,
ni seguimiento nacional de niveles de
población, de éxito reproductor y de supervivencia
de nuestras aves comunes, ni
tanto conocimiento de las razones de los
cambios en las poblaciones y de cómo las
pérdidas se podrían revertir. Sabríamos
poco sobre los patrones de migración.
Y, por supuesto, los cambios en políticas
dirigidas a conservar la naturaleza hubieran
sido mucho más lentos: éstos se han
dado porque hay tantos aficionados a la
observación de aves bien informados que
se crean oleadas de opinión a las que los
políticos han de prestar atención.
Entusiasmo: esa es la palabra clave que
usa usted en su editorial de despedida de
la última edición de la revista BTOnews.
¿Qué es lo que más le estimula a día de
hoy en el mundo de la ornitología?
Lo que más me estimula es todavía el
hecho de que unos ciudadanos comunes,
con capacidad y dedicación, trabajando
“codo con codo” con los profesionales
(y no sólo como sus ayudantes de campo),
puedan hacer una contribución tan
grande a la ornitología y proveernos de
pruebas que ayudan a cambiar la opinión
pública y la política del gobierno.
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50 años de anillamiento científico
XV Encuentros de Anilladores en Alcoy
El día 1 de noviembre de 2007, aunque en el Parque Natural de la Font Roja hacía un frío serrano, en la inauguración
de los XV Encuentros de Anilladores, organizados por los grupos de anillamiento Reiet y Pit-Roig del CMA, el calorcito
humano se notaba y era de agradecer: no en balde estaban inscritos 141 participantes y 4 retoños.
Juan S. Monrós
Presidente del Comité Organizador del
XV Encuentros de Anilladores
El invierno climatológico todavía no
había llegado a Alcoy y sus sierras
cuando, a principios de noviembre, se celebraban
los XV Encuentros de Anilladores
en el Parque Natural de la Font Roja,
pero los organizadores no sabían cómo
respondería el tiempo. Si a eso se une
que en dos años era la tercera convocatoria
que se celebraba en el Mediterráneo
peninsular (XIV Encuentros de Anilladores
en Castellón, Jornadas Ornitológicas
en Elche y XV Encuentros de Anilladores
en Alcoy), también les asaltaba la inquietud
acerca de cuál sería la respuesta del
colectivo de anilladores. Por ello se esmeraron
preparando un programa científico
atrayente, sin olvidar nunca la parte
social. Finalmente, las infraestructuras
estaban listas, el clima parecía que iba a
acompañar y, como siempre, el colectivo
de anilladores respondió.
Homenaje al CMA
Una parte importante del éxito de los encuentros
hay que dársela a la celebración
del 50 aniversario del CMA, el Centro de
Migración de Aves. 50 años no se cumplen
todos los días, y se le dedicó una parte
especial y, no por ello, menos importante.
Para que saliese lo mejor posible, de esta
parte se encargó Alfonso Villarán (miembro
del comité científico). Al final del evento
todos salieron sabiendo de dónde venimos
y cómo hemos llegado hasta donde
estamos, lo cual es muy importante, pues
para poder avanzar hay que tener una muy
buena memoria histórica.
La parte científica del programa se
dividió en dos partes que estuvieron básicamente
muy integradas, la general de
los presentes, y la monográfica sobre el
50 aniversario. Hubo 5 ponencias invitadas,
dos impartidas por ilustres figuras
de fuera de nuestras fronteras, como Jeremy
Greenwood, que habló de la importancia
del voluntariado y los anilladores
en la ornitología, y Lukas Jenni, que se
centró en las diferentes estrategias que
presentan los paseriformes para cruzar
el Sahara. Las otras tres fueron de
compañeros: Alejandro Onrubia inundó
al auditorio con las redes de estaciones
de anillamiento, mientras Borja Milá y
Inauguración de los XV Encuentros de Anilladores.
Más de 140 participantes disfrutaron de numerosas conferencias.
Monrós y Pastor
Monrós y Pastor
Jacob González abrieron las ventanas a
las nuevas técnicas de marcaje y nuestro
encaje en este nuevo mundo. Todo ello se
completó con 16 comunicaciones orales,
23 presentaciones en forma de póster y 3
sesiones de trabajo.
En lo social se prepararon diversas
actividades, algunas relacionadas
con el anillamiento, como los concursos
de montaje de redes (que ganó Manolo
Vázquez con Joan Castany pisándole
los talones) o el de mejor póster (con el
que se alzó Toni Zaragozí y compañía,
hablando sobre aviones zapadores y supervivencia).
Además se realizaron varias
salidas para anillar el domingo, y otras
más lúdico-festivas, entre las que cabría
destacar la cena (con homenajes y brindis
tradicionales), y la posterior visita
nocturna a la ciudad de Alcoy.
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50 años de anillamiento científico
¿Qué es el anillamiento de aves?
Ana Bermejo
Centro de Migración de Aves, de
SEO/BirdLife
Es un método científico de estudio en
el que, mediante la colocación de una
anilla metálica en la pata del ave, se identifica
cada individuo y diferencia del resto
de aves de la misma especie. Cada anilla
lleva un número único (a modo de DNI) y
una dirección o remite vinculado el país
de anillamiento. Capturas u observaciones
posteriores de cada ave aportan información
sobre sus movimientos, rutas migratorias,
longevidad, tasas de supervivencia,
áreas de distribución, etc.
Además, la captura del ave en mano
permite conocer la edad y sexo del ave, su
tamaño, condición física, estado fisiológico,
etc. , lo que incrementa la cantidad de
información de cada individuo. Analizando
estos datos en conjunto se puede conocer
mejor la biología y ecología de las distintas
especies, información que se puede aplicar
en su conservación.
Primeros anillamientos
Los primeros anillamientos en el mundo
fueron realizados en 1899 por Hans C. C.
Mortensen, que marcó 164 estorninos pintos
en Dinamarca. En España se llevaron a
cabo en la década de 1930.
¿Qué se anilla en España?
Cada año se anillan más de 370.000 aves
y se obtienen miles de recuperaciones de
Ana Bermejo y Javier de la Puente
Detalle de la anilla metálica empleada en el marcado de un buitre negro.
otras que ya portan anillas. Toda la información
se guarda en el banco de anillamientos
y recuperaciones gestionado
por la Oficina de Especies Migratorias del
Ministerio de Medio Ambiente, administrada
por SEO/BirdLife. Actualmente hay
más de cinco millones de aves anilladas en
España y datos de más de 150.000 recuperaciones.
Paseriformes y aves de pequeño
tamaño son las más anilladas (más del
85%), seguidas de larolimícolas, limícolas
y rapaces diurnas.
Perfil del anillador
Los anilladores, aficionados o profesionales,
forman un gran equipo de investigación
estandarizado y coordinado. Deben
tener una gran preparación y experiencia
para poder capturar y manejar las aves sin
causarles problemas. Por ello, para ser anillador
se precisa un periodo de aprendizaje
de varios años en compañía de un anillador,
así como superar un examen teórico
tras tener la práctica necesaria. En España
hay más de 800 anilladores, la mayoría voluntarios,
que invierten su tiempo y esfuerzo
en conocer mejor nuestras aves.
Para conocer más
Se puede consultar La Garcilla n.º 100,
que incluye un volumen especial dedicado
al anillamiento, así como la página
web: www.seo.org/?anillamiento.
Guía de limícolas
Gabriel Martín
16 • LG 133
Los entusiastas de las aves limícolas
están de enhorabuena. Por fin pueden
disfrutar de un clásico en la identificación
de aves limícolas en español. Se trata de
una traducción literal del manual publicado
por la BTO en 1977, uno de los primeros hitos
en la identificación de estas aves, con
datos hasta entonces inéditos sobre taxonomía,
claves de identificación y determinación
de edades. Se describen 117 especies,
pertenecientes a nueve familias que
habitan en la región Holártica, lo que representa
cerca del 60% del total de especies
de limícolas del mundo. Esta nueva edición
ha sido publicada por SEO/BirdLife.
Aunque en principio la guía está destinada
al colectivo de anilladores, no debería
limitarse su uso al estudio de aves en
mano. El libro da mucho más de sí, ya que
aporta interesantes datos taxonómicos,
biométricos, rasgos clave de identificación
visual, sexado y datado, tanto a nivel específico
como subespecífico. Esto la convierte
en una herramienta muy útil, tanto para
anilladores como para investigadores y
observadores de aves en general.
Es necesario comentar que, debido a
la fecha de publicación del libro original,
algunos aspectos taxonómicos no están
actualizados. Ejemplo de ello es la agachadiza
común americana (Gallinago gallinago
delicata), que goza actualmente
de categoría específica (Gallinago delicata).
En cambio, en esta edición traducida
se han eliminado acertadamente las
fotografías en blanco y negro de la publicación
original (de escasa utilidad) y se
han conservado las tablas y dibujos, que
muestran aspectos esenciales en la identificación
de las especies estudiadas.
En definitiva, una guía de identificación
recomendable, de fácil lectura y
cómodo formato. Si ya lo era su original,
esta nueva edición traducida al español
supone una mejora en la presentación
de los datos, lo que sin duda facilitará
el estudio y conservación de este fascinante
grupo de aves.

50 años de anillamiento científico
El anillamiento se merece una mayor repercusión
científica y mediática
El pasado mes de noviembre se celebró en Alcoy el 50 aniversario de la creación del Centro de Migración de Aves (CMA) en SEO/BirdLife.
La ocasión permitía recordar la breve y ajetreada historia de nuestro colectivo. En las conferencias que se organizaron para conmemorar
la efeméride se recordaron los orígenes de la “Sección de Migración de SEO”, allá por 1957, que luego pasaría a ser el CMA.
Carlos Palanca
Director del Centro de Migración de
Aves, de SEO/BirdLife
En la magnífica sala de conferencias del
Centro Educativo del Medio Ambiente
de la Font-Roja-Alcoi repasábamos cómo
se celebraban los primeros encuentros de
anilladores con absoluta falta de medios.
La práctica del anillamiento requería de una
infraestructura y organización mínima para
su viabilidad y aquellos primeros anilladores,
organizados en torno a SEO, fueron capaces
de lograrlo.
Los que nos hemos incorporado varias
décadas después nos encontramos con
una actividad definida y regulada, y un colectivo
de anilladores consolidado que aún
mantiene buenas dosis de ese carácter reivindicativo
que le permitió sobrevivir. Actualmente
el anillamiento se practica con
más medios, con acceso a numerosas publicaciones
que abordan diferentes aspectos
de esta actividad, muchas de ellas traducidas,
y con la disponibilidad de todo el material
necesario para la captura y marcaje de
las diferentes especies de aves. Además, la
infraestructura lograda en estos años por
SEO/BirdLife ha facilitado nuestra actividad.
La complejidad que supone su coordinación
en España, con regulaciones autonómicas
dispares, sólo es posible gracias
a la dedicación de la Secretaría el CMA y la
Oficina de Especies Migratorias dependiente
del Ministerio de Medio Ambiente pero
gestionada también por SEO/BirdLife. A
pesar de ello el anillamiento continúa siendo
una actividad muy exigente puesto que
requiere de un periodo de formación largo
y un esfuerzo temporal y económico constante
por parte de los anilladores.
A lo largo de estos 50 años innumerables
trabajos basados en el anillamiento
han ampliado considerablemente nuestro
conocimiento sobre las aves, pero esta
información no ha sido proporcional al
esfuerzo realizado. Nuestra meta debería
ser aprovechar toda la información útil
que anualmente obtenemos del trabajo
de campo y procurar que la actividad que
realizamos tenga la repercusión científica
y mediática merecida.
Para lograrlo tenemos que trabajar
por mantener los niveles óptimos de calidad
alcanzados en los anillamientos de
los últimos años, asegurando una formación
adecuada a los que aspiran a ser anilladores
y facilitando la mejora continua
del colectivo mediante la realización de
cursos, actividades, etc. Actuaciones que
han dado resultados muy satisfactorios en
los últimos tiempos. Pero el anillamiento
debe continuar siendo accesible a todo
aquel interesado por las aves y su estudio.
Para ello hay que promocionarlo y darlo a
conocer a la sociedad. En este sentido utilizarlo
como herramienta en actividades
de educación ambiental cumple un doble
El anillamiento debe continuar siendo
accesible a todo aquel interesado por las
aves y su estudio
objetivo: por un lado, promover esta práctica,
cuestión necesaria en una actividad
tan minoritaria y, por otro, dar a conocer
las aves a colectivos diversos que mediante
el contacto directo con los ejemplares
capturados refuerzan el interés social por
su conservación.
Hay que continuar implementando herramientas
que faciliten el trabajo de los
anilladores, en su inmensa mayoría desinteresado
y voluntario, con el apoyo a las
actividades y proyectos que desarrollan,
además de favorer y promocionar la publicación
de resultados. La Revista de Anillamiento,
como canal de difusión, juega un
papel crucial en esta cuestión.
Redes japonesas para la captura de aves en una estación de anillamiento.
Pero, sin menoscabar la importancia de
las actuaciones que llevan los anilladores individualmente,
tenemos que convencernos
de la necesidad de actuar con metodologías
de trabajo coordinadas, definidas y perdurables.
Ejemplos de ello son las campañas que
periódicamente se realizan en diversos lugares
de nuestra geografía o los programas
coordinados que establecen protocolos de
campo concretos como el Programa Paser.
Los resultados de estos trabajos superan el
ámbito local y permiten determinar patrones,
tendencias y cambios representativos.
La participación en estos proyectos garantiza
la publicación de los resultados y no
suponen, en la mayoría de los casos, un esfuerzo
adicional en la actividad del anillador
más allá de su compromiso con los objetivos
del mismo. Éste debería ser uno de los
grandes retos en los próximos años: lograr
implantar programas de seguimiento que
abarquen los ciclos biológicos de las aves,
coordinados con trabajos que desarrollen
metodologías de campo complementarias,
como censos, tal y como ocurre actualmente
con el programa Paser y Sacre referidos
ambos al periodo reproductor.
Los anilladores tenemos una herramienta
que permite obtener información compleja de
las aves, bioindicadores de enorme interés y,
en consecuencia, la capacidad de conocer de
forma constante la evolución de factores biológicos
y ecológicos de sus poblaciones que
afectan a su conservación.
LG 133 • 17
Ana Bermejo

50 años de anillamiento científico
Anillar para conservar: nuevas perspectivas
Javier de la Puente
Bigotudo recién anillado.
Hace ya más de un siglo que el anillamiento
alimenta el conocimiento ornitológico.
Anillar y recuperar aves marcadas
ha permitido conocer muchos
detalles sobre cuestiones tan relevantes
como migración, uso del espacio,
dispersión, supervivencia, etc. La posibilidad
de obtener datos morfométricos
ha resultado de gran interés para,
entre otras disciplinas, la ecomorfología
o la taxonomía. En consecuencia,
la ornitología -como ciencia- tiene en
el anillamiento uno de sus pilares, y la
mejor prueba de ello es el enorme volumen
de material que se publica cada
año derivado del trabajo de los anilladores.
Pero otra cuestión es cómo se
puede aplicar directamente todo ese
conocimiento a la conservación de las
aves y de sus hábitats.
SEO/BirdLife
Ricardo Gómez Calmaestra
Dirección General para la Biodiversidad.
Ministerio de Medio Ambiente
Nadie discute que el anillamiento
contribuye al conocimiento sobre
el que se fundamentan las políticas de
conservación. Sin embargo, la percepción
general es que la contribución directa del
anillamiento a la conservación no es todo
lo relevante que podría ser. Expresado
desde el punto de vista de un anillador,
reconforta observar que el resultado de
tu esfuerzo da lugar a una mejora del conocimiento
sobre las aves; pero también
reconfortaría, y mucho, si esa labor se
plasmara en medidas y acciones de conservación
concretas.
Actividad de anillamiento.
Por supuesto, esto no significa que
los datos procedentes del anillamiento no
hayan resultado relevantes ante determinados
problemas recientes (un ejemplo
es la gripe aviar). El anillamiento puede
dar mucho a la conservación y, por ello,
sería muy conveniente analizar y considerar
sus resultados en este ámbito. La
completa informatización de los datos
históricos de esta actividad en España
–que avanza poco a poco– jugará aquí un
papel importante, sin duda.
Herramientas de conservación
Para afianzar este vínculo entre anillamiento
y conservación la pregunta que se plantea
es ¿por qué no presentar a la sociedad
los resultados del anillamiento directamente
relacionados con algunos de los actuales
problemas de conservación? Para ello,
hay que poner a disposición del gestor,
en el momento adecuado, la información
más idónea. Y es aquí donde la Dirección
General para la Biodiversidad tiene una posición
privilegiada, ya que este órgano del
Ministerio de Medio Ambiente mantiene la
principal base de datos española de anillamiento
(a través de la Oficina de Especies
Migradoras, gestionada por SEO/BirdLife).
Algunas ideas preliminares ya han
surgido, y el objetivo es incorporar las que
resulten factibles entre las tareas propias
de la Oficina de Especies Migradoras. Así,
a modo de ejemplo, los resultados del anillamiento
pueden permitir detectar con
rapidez y precisión las especies exóticas,
ofreciendo la posibilidad de informar con
presteza al gestor (es decir, a las comunidades
autónomas), lo que posibilitaría su
pronta actuación. También podrían facilitar
la valoración del impacto del cambio
climático sobre las aves, permitiendo determinar
áreas o especies críticas y actuar
en consecuencia. Y no debe olvidarse
que, junto a los censos de aves acuáticas
invernantes, estos datos podrían ser de
gran utilidad para valorar el riesgo de gripe
aviar en los humedales españoles.
En pocas palabras, se trata de idear
métodos de transmisión de los resultados
del anillamiento al gestor para facilitar su
acción, con objeto de solventar problemas
de conservación concretos. Huelga decir
que, en esta etapa temprana en la que
estamos, toda nueva idea, independientemente
de su origen (anilladores, gestores,
ornitólogos, etc.) será bienvenida.
En este esfuerzo de coordinación entre
administraciones, la Oficina de Especies Migradoras
deberá jugar un papel crucial. Pero
hay que tener muy presente que la base de
todo este sistema de transmisión de información
será la labor y el compromiso de los
anilladores, gracias a cuyo esfuerzo –cuando
cristalicen finalmente estas ideas– podrán
ponerse en marcha acciones de conservación
concretas. Y, al final, lo que se
espera es que esta participación directa en
la conservación de las aves y sus biotopos
constituya un mayor estímulo, si cabe, para
el anillamiento en España. Anillar para conocer
y, al tiempo, anillar para conservar.
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