Trasfondo histórico, religioso y social del mundo del Nuevo ...

INTRODUCCIÓN AL NUEVO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA
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disturbios y, tras la destitución de Arquelao (año 6 d.C.), desavenencias sobre
la política ulterior del país.
Según Flavio Josefo, con ocasión del censo (6 d.C.) decretado por los romanos
para la provincia de Judea en orden a la recaudación de impuestos, surgió una
fuerte oposición y rebeldía de algunos judíos que pensaban que reconocer al
emperador y pagar el tributo iba contra el primer mandamiento; entre ellos de
un grupo de fariseos disidentes, movidos por un gran "celo" por la Ley. Su
fundador –dice el historiador judío– fue Judas el Galileo, quién habría optado
por la resistencia armada, refugiándose en la región oriental de las montañas de
Judea y haciendo incursiones guerrilleras. Así nació –según Flavio Josefo– una
«cuarta escuela de filosofía» supuestamente nueva, que nada tenía que ver con
las otras, a la que llama los "sicarios" y le atribuye la responsabilidad principal
en la escalada de violencia que iría a desembocar en la guerra del 66 d.C (en
ese contexto se habría organizado también el partido de los zelotes).
HOY DÍA SE CONSIDERA QUE ESTA NOTICIA ES MÁS BIEN ANACRÓNICA, dado
que se estima que el mentado levantamiento habría ocurrido hacia los años 50-
60, bastante después de la muerte de Jesús. Por tanto, no existían ni zelotes ni
sicarios aún en tiempos de Jesús, al menos como grupos organizados.
En tiempos de Jesús sin duda había personas "celosas" de la Ley, que podían
mantener posturas extremas, pero no estaban organizadas en ningún grupo o
partido político.
Los romanos los consideraban ladrones y bandidos y los combatieron sin
piedad, pero gozaban de buen consenso entre el pueblo. Su aspiración era de un
mesianismo político para instaurar el reino de Dios. Su inspiración escatológica
extrema llevó a algunos de entre ellos al convencimiento de que había que
actuar aquí y ahora, con violencia, porque había llegado el momento de
instaurar el Reino de Dios. Tras la caída de Jerusalén, según cuenta la leyenda,
los supervivientes se refugiaron en Masada. Allí, la mayoría de ellos se habría
suicidado ante la imposibilidad de resistir al asedio de los romanos.
Los Esenios 41
No son nombrados en los evangelios, pero sí aparecen en FILÓN Y JOSEFO.
Su origen aparentemente habría que buscarlo en el período asmoneo. Al llegar
estos al poder, depusieron, hacia el 142 a.C., a la familia sadoquita que
ostentaba el sumo Sacerdocio. Se estima que algunos de los sacerdotes
destituidos se habrían asociado en lo que luego llegó a ser el partido esenio.
Estos serían los fundadores y los que le dieron la impronta al grupo.
El número de esenios no era elevado con relación a la población total. Filón y
Josefo los cifran en 4000 personas aproximadamente en el período herodiano.
Los miembros de esta comunidad vivían en todas partes: en el campo, en
colonias propias y en barrios urbanos. Jerusalén contaba con un asentamiento
41 FILÓN los distingue a los terapeutas de los esenios indicando que llevaban una vida aún más retirada;
vivían en una especie de monasterio junto al lago de Mareotide, cerca de Alejandría. Dedicaban su
jornada al estudio y meditación de la Escritura. Se los puede considerar una derivación de los esenios en
la diáspora de Egipto. Aunque no hay pruebas contundentes, pudo haber una relación con el nacimiento
del monaquismo cristiano en Egipto. Cf. J. L. SICRE, “Esenios y cristianos”, en: Id., El Cuadrante II., 213-
222.
TRASFONDO HISTÓRICO, RELIGIOSO Y SOCIAL DEL MUNDO DEL NUEVO TESTAMENTO /// 13/03/2011
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