Trasfondo histórico, religioso y social del mundo del Nuevo ...

INTRODUCCIÓN AL NUEVO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA
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El judaísmo helenista 2
Trasfondo histórico, religioso y social
del mundo del Nuevo Testamento 1
Una aproximación...
La influencia helenística se deja notar en la vigorización de un pensamiento racional, así como
en los esfuerzos de sistematización de las verdades de fe. Se observa un intento creciente de los
pensadores judíos –en particular, de los alejandrinos 3 – por dialogar con las ideas filosóficas
griegas. Los judíos helenistas contaron con una traducción al griego de las Escrituras Sagradas
y produjeron una importante literatura religiosa de características específicas.
LA «BIBLIA DE LOS LXX» 4 se puede decir que fue el documento fundamental
del judaísmo helenista. Expresa elocuentemente el encuentro de culturas y fue,
indirectamente, vehículo de proselitismo judío en el mundo pagano.
La «sabiduría» personificada como mediadora de la revelación y como poder
configurador dentro de la creación –desarrollada en la teología sapiencial del
judaísmo helenista y recibida en el cristianismo como fuente para el desarrollo
de su cristología especulativa– delata su afinidad con ideas filosóficas griegas
análogas –como por ejemplo «el alma del mundo platónica» o la «ley
universal» estoica–.
FILÓN DE ALEJANDRÍA 5 , devoto judío y filósofo helenista, encuentra en la
verdad revelada la verdad de la filosofía, entendida como conversión de la vida
del espíritu. Afirma la existencia de un doble contenido de la Escritura: lo
captado por el sentido literal y lo descubierto por la alegoría. En su exégesis y
mediante la alegoría se mueve en el ámbito del eclecticismo propio del
platonismo medio –de orientación religiosa mística– y con ética estoica.
1 JEREMIAS, J., Jerusalén en tiempos de Jesús. Madrid (Cristiandad 1977); MATEOS-CAMACHO, “El
mundo judío en la época de Jesús”, en: Id., El horizonte humano. La propuesta de Jesús, Córdoba (El
Almendro 1992), 15-55. GUEVARA, H., Ambiente político del pueblo judío en tiempos de Jesús, Madrid
(Cristiandad 1985); SAULNIER-ROLLAND, Palestina en tiempos de Jesús, Navarra (Verbo Divino, CB 27
1979). SICRE, J. L., El Cuadrante. Parte II - La Apuesta. El mundo de Jesús, Navarra (Verbo Divino
1997).
2 R. ALBERTZ, “Perspectiva de la historia de la religión en el período helenístico”, en: Id., Historia de la
Religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento II, Madrid (Trotta 1999), 729-747. M. HENGEL,
Judaism and Hellenism, Minneapolis (Fortress Press 1991 1966 ). H. KÖSTER, “El judaísmo en la época
helenista”, en: Id., Introducción al Nuevo Testamento, Salamanca (Síguem 1988), 288-345. J. MAIER,
“Judaísmo helenístico”, en: Id., Entre los dos Testamentos. Historia y religión en la época del Segundo
Templo, Salamanca (Sígueme 1996), 341-348. J. L. SICRE, “El helenismo”, en: Id., El Cuadrante II, 67-
69. R. TREVIJANO, “Cap. II. Judaísmo y helenismo”; “Cap. III: Dispersión judía y expansión cristiana”;
“Cap. IV: Literatura del judaísmo helenístico”, en: Id., Orígenes del cristianismo. El trasfondo judío del
cristianismo primitivo, Salamanca (U. P. de Salamanca 1996), 59-90.91-121.123-150.
3 ALEJANDRÍA –fundada por Alejandro Magno en el 331 a.C.– será un vergel de sabios, filólogos,
conservadores de bibliotecas, críticos minuciosos, autores de léxicos y gramáticas, poetas, inventores De
allí salieron Euclides, y Arquímedes entre otros. Fue en su época la ciudad más prestigiosa del oriente
mediterráneo. Ciertos sectores del ambiente judío alejandrino fueron bastante abiertos intelectualmente y
tuvieron una presencia activa en su sociedad.
4 Hugues COUSIN, La Biblia Griega. Los Setenta, (Verbo Divino, Documentos entorno a la Biblia 21
1992).
5 Jacquez CASEAUX, Filón de Alejandría, de la gramática a la mística, Navarra (Verbo Divino,
Documentos entorno a la Biblia 9 1984).
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Escribe muchos tratados. Hace de los personajes bíblicos modelos de virtudes
en el proceso de distanciamiento de lo sensorial que culmina en la unión con
Dios.
La riqueza de la situación espiritual del judaísmo a comienzos de la época helenística se
expresa en una literatura polifacética. Se entremezclan corrientes ideológicas un tanto
diversas.
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Frente a quienes –sobre todo en las clases altas– se habían abierto
fervorosa e indiscriminadamente al modo de vida helenístico estaban los
que, con matices propios, buscaban la fusión de una sabiduría
supranacional (filosofía) y de su piedad tradicional (Sabiduría; Filón de
Alejandría).
También aparecieron grupos que querían salvaguardar la herencia
profética. Se trata de los llamados xassidîm (cf. 1Mac 2,42; 7,12s; 2Mac
14,6), entre quienes hay que buscar probablemente los orígenes de la
apocalíptica judía y del movimiento fariseo 6 .
No faltan, finalmente quienes expresaron un rechazo más o menos
violento a todo lo helénico:
Por ejemplo, el autor de 3Mac –que narra la salvación de los
judíos egipcios de una persecución por parte de Tolomeo IV
Philopator (221-204 a.C. )– representa una postura enteramente
legalista y antihelénica.
Jesús Ben Sirá 7 , sin duda un miembro rico y respetado de la
comunidad, demuestra su preocupación por conservar la fe judía
frente a la invasión cultural del helenismo. Él representa una
postura de defensa critica del patrimonio cultural judío
tradicional 8 .
La Palestina bajo la Dominación Romana 9
Jesús nació cuando Roma dominaba sin oposición el Mediterráneo. Su
ejecución fue ordenada por un administrador romano. El examinar este ámbito
permite comprender cuál era la autoridad de los funcionarios romanos sobre los
diversos aspectos de la vida en las diferentes regiones de Palestina.
6 Se debate ardientemente el encuadramiento social e histórico-religioso del grupo. Cf. R. ALBERTZ,
“Perspectiva de la historia de la religión en el período helenístico”, en: Id., Historia de la Religión de
Israel en tiempos del Antiguo Testamento II, 738-740.
7 Cf. R. ALBERTZ, IbId., 733 y 737.
8 También demuestra que aún quedaban en la comunidad algunos miembros ricos y respetados que
estaban dispuestos a seguir defendiendo la solidaridad con los estratos más pobres: cf. Sir 13,2s.4-
13.16.18.19.20.21-23; 4,1-10; 7,31; 22,23; 29,1-2.8-13.14.
9 E. SCHÜRER, Historia del pueblo judío en tiempos de Jesús I, Madrid (Cristiandad 1985). A. SOGGIN,
“Bajo los romanos”, en: Id., Nueva Historia de Israel. De los orígenes a Bar Kochba, Madrid (Trotta
1997), 391-409. A. R. C. LEANEY, “The Roman Era”, en: J. H. HAYES - J. M. MILLER (edtrs.), Israel and
Judaean History, London (SCM Press 1984), 605-663. H. GUEVARA, Ambiente político del pueblo judío
en tiempos de Jesús, Madrid (Cristiandad 1985). E. P. SANDERS, “El contexto político”, en: Id., La figura
histórica de Jesús, Navarra (Verbo Divino 2000), 33-53.
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1. De los asmoneos a la dominación romana
El final de la independencia judía llegó como resultado de la lucha de
aniquilación mutua entre los hermanos asmoneos HIRCANO II Y
ARISTÓBULO II:
Al morir ALEJANDRO JANNEO hacia el 76 a. C. dejó un inmenso reino.
Lo sucedió en el trono su mujer SALOMÉ ALEJANDRA. El cargo de Sumo
Sacerdote lo ocupó su hijo primogénito Hircano II. Su segundo hijo
Aristóbulo, más capaz y vigoroso, quedó al frente del ejército.
A la muerte de Salomé Alejandra subió al trono Hircano, pero a los tres
meses, abdicó a favor de su hermano, que subió al trono con el nombre
de Aristóbulo II. Pero poco después, el hábil gobernados de Idumea
Antípatro –padre de Herodes el Grande– ayudado por los nabateos, trató
de manipular a Hircano en su favor. Lo incitó a revocar su abdicación.
Tras algunos éxitos militares, terminó asediando Jerusalén, derrotó a
Aristóbulo, que tuvo que refugiarse en el Templo (65 a.C.). Se desató
entonces una guerra civil (en la que los fariseos apoyaban a Hircano y
los saduceos a Aristóbulo.
En este contexto, ambas partes apelaron a Roma.
ALEJANDRO JANEO, casado con SALOMÉ ALEJANDRA
(103-76) (76-67)
ARISTÓBULO II
HIRCANO II
(67-63) (63-43)
|
| | |
ANTÍGONO Alejandro Alejandra
|_________________________|
| |
Mariamme
Esposa de Herodes
ARISTÓBULO III
Nombrado Sumo
Sacerdote por Herodes 10
Pompeyo
Pompeyo conquistó la Siria de los seleúcidas hacia el 64-63 a.C.,
convirtiéndola en provincia romana.
La situación en Judea era muy difícil. A la lucha entre Hircano y
Aristóbulo se sumaba el descontento de muchos respecto de los
asmoneos. 11
En el 63 a. C., después de un asedio de tres meses, entró en Jerusalén,
penetrando hasta la zona más sagrada del Templo (el «Sancto de los
Santos»; cf. Salmos de Salomón). Restableció en el cargo de Sumo
Sacerdote y etnarca a Hircano II pero vaciando al cargo de poder político
10 A principios del 35 a.C., Aristóbulo II, hermano de Mariamme, es nombrado Sumo Sacerdote por
Herodes, por instigación de su madre Alejandra. A fines de ese año y por orden de Herodes, Aristóbulo III
perece ahogado en los baños de Jericó (Cf. Flavio Josefo, Ant. XV 2,5-7; 3,1.3).
11 Una embajada de Jerusalén llegaba a Roma pidiendo a los romanos que pusieran fin al reinado de los
asmoneos. Proponían que elpaís quedara políticamente bajo la soberanía romana, pero gobernada dentro
por el sacerdocio del templo (cf. A. SOGGIN, “Los reyes asmoneos”, en: Id., Nueva Historia de Israel,
380).
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real. Su hermano Aristóbulo, cuyos derechos no fueron reconocidos por
Pompeyo, fue llevado oficialmente a Roma para ser expuesto como
trofeo en el triunfo del general romano 12 . Pompeyo asesinó a sus
principales enemigos, sometió el país a tributos, y los obligó a apoyar las
directivas romanas y sus acciones militares en el Mediterráneo oriental.
Desde entonces se difundió un profundo sentimiento antirromano en gran
parte del pueblo.
César
César tomó el poder en Roma (48-44 a.C.) y persiguió a Pompeyo.
Muchas ciudades que hasta entonces habían apoyado a Pompeyo se
apartaron de él. Finalmente, fue asesinado.
César, implicado en serias dificultades en Egipto, recibió ayuda, entre
otros, de Hircano –que gozaba de gran influencia en la poderosa
comunidad judía de Alejandría– y del sagaz Antípatro. En
agradecimiento a los servicios prestados en Egipto, César confirmó a
Hircano como Sumo Sacerdote y etnarca –a pesar de las pretensiones de
Antígono, desoídas por el monarca romano– mientras a Antípatro –
ministro de Hircano– lo hizo ciudadano romano y le otorgó el rango de
procurador romano de Judea.
El territorio de Judea se hizo más grande, fue declarado estado aliado y
liberado de determinados impuestos. Antípatro reorganizó la
administración del país y nombró a su hijo Fasael gobernador (estratega)
de Judea y a su hijo Herodes, estratega de Galilea.
Cesar fue asesinado en el 44 a.C. por Bruto y Casio. A su muerte, estalló
en Roma la segunda guerra civil. Bruto y Casio, que intentaban organizar
en Oriente un nuevo ejército, pidieron apoyo a Antípatro. Éste aceptó
gustoso colaborar, pero reuniendo el dinero con el expolio de la región.
Esto trajo un enorme descontento. En el 43, víctima de una conjura,
Antípatro fue asesinado. Herodes, tras vengar la muerte de su padre y con
la ayuda de Roma, le sucedió en el trono (a pesar de ser el hijo menor. A
Hircano II sólo le quedó el título de Sumo Sacerdote.
2. De Antigono, hijo de Aristóbulo II a Herodes el Grande 13
Mientras en Roma se consolidaba el poder de Marco Antonio, los partos
se rebelaron junto con Antígono, hijo de Aristóbulo, que intentaba
recobrar el poder. Reconquistaron Palestina. Le cortaron las orejas a
Hircano II (lo que le impidió ejercer el cargo de sumo sacerdote) y Fasael
se suicidó. Pero Herodes, que había adivinado la traición de los partos,
escapó y logró refugiarse entre los nabateos. Antígono logró recuperar
por un breve lapso el cargo de Sumo Sacerdote y rey de Judea (40-37
a.C.), renovando la soberanía asmonea.
Pero Herodes se dirigió a Roma y, moviéndose con habilidad, consiguió
que Octaviano diera su consentimiento para que el senado, en sesión
12 Más tarde Aristóbulo consiguió huir a Judea, pero fue capturado y los partidarios de Pompeyo lo
envenenaron en el 49 a.C. por ser considerado partidario de César. Su hijo Alejandro –padre de
Mariamme, futura mujer de Herodes– fue decapitado. Sólo escapó su otro hijo Antígono.
13 E. SCHÜRER, “Antigono” y “Herodes el Grande”, en: Id., Historia del pueblo judío en tiempos de
Jesús I, 367-373 y 374-428. H. KÖSTER, “Herodes el grande”, en: Id., Introducción al Nuevo Testamento,
466-469.
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formal, lo nombrara rey de Judea. Al volver a Jerusalén, reclutó un
ejército y emprendió la conquista de su reino. Con la ayuda de los
romanos tomó la ciudad en el 37 a.C. En medio de la disputa, se casó con
Mariamme, última heredera al trono asmoneo (con lo que adquiría una
cierta legitimidad dinástica). A casi tres años de su nombramiento,
Herodes tomó posesión del trono. Antígono fue llevado a Antioquia y allí
sufrió la pena capital, en conformidad con el deseo de Herodes y por
orden de Antonio 14 . Así, la dominación asmonea desaparecía para
siempre. Herodes pronto quedó dueño del país. A pesar de haber sido
partidario de Marco Antonio, terminó recibiendo el apoyo de Octavio,
quien, hacia el 30 a.C. añadió a su reino la franja costera de Palestina,
Samaría y Jericó.
Reinado de Herodes (37 a.C. – 4 a.C.)
Herodes fue un cruel tirano 15 , pero habilísimo administrador. En política
exterior, supo siempre acomodarse a los cambios de poder en el
turbulento imperio romano.
Supo utilizar el dinero del estado en algunas construcciones notables –sin
duda la más espectacular fue la reconstrucción del Templo según las
normas de la ley–: sobre la destruida Samaría edificó Sebaste (=augusta)
en honor de Augusto; construyó el importantísimo puerto de Cesarea
Marítima, a pocos kilómetros al sur del Carmelo, y en Jerusalén, la
fortaleza Antonia. En la costa occidental del Mar Muerto la roca fuerte
de Masada y el palacio llamado Herodion al sudeste de Belén. También
edificó el santuario de Abraham en Mamré. No sólo se ocupó de
construir o restaurar lugares santos de Israel sino que, además, favoreció
diversos cultos paganos en el país, por ejemplo anexó al santuario de
"Pan", en las fuentes del Jordán, un templo para el culto al emperador.
Con la administración de Herodes el país fue próspero y casi no conoció
la desocupación. Pero nunca logró granjearse las simpatías del pueblo,
tanto por su carácter violento y cruel 16 como por su origen extranjero,
idumeo –los idumeos fueron obligados a judaizarse por Juan Hircano–.
Además, jamás olvidó la población que su reino se basaba en el favor de
los romanos.
3. Los sucesores de Herodes hasta Agripa 17
Al morir HERODES (4 a.C.) estallaron disturbios en Palestina, mientras
los diferentes partidos negociaban en Roma la sucesión 18 . AUGUSTO
finalmente –y a pesar de que una delegación de judíos intentó
14 Era la primera vez que los romanos aplicaban la pena de muerte ejecutando a un rey.
15 En el año 29 a.C. dio orden de asesinar a su esposa Mariamme y a su suegra, y más tarde –hacia el
12/11 a.C.– a los dos hijos que había tenido con ella. Poco antes de su muerte hizo matar a un tercero,
siempre sospechando de complots y traiciones para arrebatarle el poder. Los fariseos y sus discípulos
fueron duramente perseguido por él.
16 Suprimió duramente toda oposición (realizó duras campaña contra Galilea), incluso las protestas
insignificantes.
17 H. KÖSTER, “Palestina bajo los hijos de Herodes”, en: Id., Introducción al Nuevo Testamento, 470-
473.
18 Varo, por aquél tiempo legado de Siria, tuvo que marchar con su ejército a Palestina para sofocar la
rebelión. Fueron destruidas varias ciudades y ajusticiados más de 2.000 cabecillas.
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convencerlo para acabar con los odiados herodianos– tuvo en
consideración su testamento y decidió dividir su reino entre tres de sus
hijos:
HERODES II ANTIPA tetrarca (=gobernador de una cuarta parte) de
Galilea y Perea.
Gobernó en Galilea durante 43 años. Pagaba tributo, cooperaba
con Roma y mantenía el orden político. Fue prudentemente
respetuoso de las tradiciones e instituciones judías. En Galilea
amplio su capital –Séforis– y luego, hacia el año 20 d.C. fundó una
nueva capital, a orillas del mar de Galilea, a la que llamó
«Tiberíades» en honor a Tiberio.
Cometió una tremenda imprudencia al haberse prendado de
Herodías (la hermana del futuro rey Agripa I, nieta de Herodes el
Grande y Mariamme) que, hasta entonces era esposa de su
hermano Herodes Filipo. Esto lo llevó al famoso altercado con
Juan Bautista (cf. Flavio Josefo, Ant. Jud. 18,109-119 y Mc 6,14-
19).
Para recibir a Herodías, despidió a su anterior esposa, de origen
nabateo, quien huyó junto a su padre, el rey Aretas. Éste,
encolerizado, invadió el territorio de Antipas y le infligió una
severa derrota antes de tener que retirarse, presionado por la
intervención del legado Sirio Vitelio, quien tuvo que acudir en
ayuda del tetrarca. Este incidente deterioró su relación con Roma.
La ambición de Herodías provocó la caída de Antipas. Ella no
estaba satisfecha con el rango de tetrarca de su marido y le instó a
conseguir el título de rey. Para lograrlo, Antipas viajó a Roma,
pero había acusaciones contra él (¿difundidas por su sobrino
Agripa?). Se lo halló culpable de almacenar armas y fue depuesto.
Él y Herodías marcharon al exilio.
FILIPO tetrarca de las regiones del este y norte del mar de Galilea
(Traconítide, Gaulanítide y Auranítide; 4 a.C. - 34 d.C.).
Se hizo construir una residencia en la Falda del monte Hermón, a
la que llamó «Cesarea» en honor a Augusto y que, para
diferenciarla de la «Cesarea Marítima» del Mediterráneo, era
conocida como «Cesarea de Filipo». Convirtió en ciudad al pueblo
de Betsaida (en la confluencia del Jordán con el mar de Galilea) y
la llamó «Julia» (por la hija de Augusto). Su mujer fue sobrina
nieta de Salomé, hija de Herodías. Murió sin hijos en el 34 d.C.
ARQUELAO etnarca (=gobernador de una nación) de Judea,
Samaría e Idumea.
Durante su breve gobierno se sucedieron en la región innumerables
revueltas, todas ellas sangrientamente sofocadas.
Debido a las protestas públicas fue destituido por los romanos y
desterrado en el 6 d.C. Así, en tiempos de Jesús Judea, Samaría e
Idumea dependían directamente de la administración romana y
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fueron gobernadas por un prefecto o procurador romano 19
que
residía en Cesarea Marítima y tenía a su disposición 3.000
soldados. Las convulsiones importantes requerían de la
intervención del legado de Siria, que era el superior del prefecto de
Judea y que tenía a su disposición cuatro legiones
(aproximadamente 20.000 soldados de infantería y 5.000 de
caballería).
Poncio Pilato
Fue el quinto prefecto de Judea, gobernó entre el 26 y el 36 d.C.
(cf. Luc 3,1). Bajo su administración se acumularon las
dificultades y los incidentes. Introdujo en Jerusalén los estandartes
romanos (auque finalmente los tuvo que retirar por las protestas
públicas). También suscitó alborotos cuando comenzó la
construcción de un gran viaducto para mejorar el abastecimiento
de agua en Jerusalén. Pilato ajustició a los cabecillas del
levantamiento (cf. Luc 13,1). En el 36 d.C. intervino brutalmente y
sin consideraciones contra un movimiento religioso fanático de
Samaría. Por esto, el legado de Siria Vitelio terminó por
recomendar su sustitución. Pilato tuvo que acudir a Roma para
rendir cuentas en Roma sobre el desempeño de su cargo.
Probablemente fue obligado a quitarse la vida en ese mismo año.
Roma no gobernaba Judea en lo cotidiano. Los pueblos y las
aldeas se regían como siempre, por el «sanedrín» local. Se
mantuvo la autonomía de la comunidad cultual y las facultades del
Sanedrín de Jerusalén con algunas reservas. El Sumo Sacerdote era
nombrado por el prefecto, quien solía respetar el culto del Templo,
los servicios religiosos públicos y las peculiaridades de la
observancia de la ley judía. Los soldados romanos tenían
instrucciones de no llevar a Jerusalén sus estandartes, para evitar
herir la sensibilidad pública.
Durante las fiestas principales, el prefecto romano iba a Jerusalén
con tropas de refuerzo para asegurarse de que las grandes
muchedumbres no se sublevaran (en el mundo antiguo, las
asambleas públicas eran por regla general vigiladas
cuidadosamente, y las fiestas de Jerusalén eran conocidas por ser
de alto riesgo).
19 Recordemos el sistema de provincias romanas:
PROVINCIAS SENATORIALES: pacificadas desde antiguo, no creaban problemas a Roma. Allí residían pocos
militares. Dependían del senado. Estaban gobernadas por procónsules.
PROVINCIAS IMPERIALES: en zonal limítrofes, conflictivas, donde residían varias legiones; estaban
gobernadas por un legado (por ejemplo Siria).
PROVINCIAS PROCURATIORIANAS: surgen a partir de Augusto. Se trata de regiones alejadas de Roma, poco
romanizadas o con dificultades especiales. Gobernadas por un prefecto; se encargaban de los
asuntos económicos, ejercían la autoridad militar y la judicial. Tal es el caso de Judea.
Se los llamó "prefectos" antes de Agripa (esto es, entre el 6 y el 37 a.C.) y "procuradores" después de
Agripa (esto es, entre el 44 y la "guerra judía"). Para los prefectos o procuradores romanos en Judea, cf. J.
L. SICRE, “Los prefectos romanos de Judea (de Coponio a Pilato)”, en: Id., El Cuadrante II, 98-100.
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3. Herodes Agripa (Agripa I) 20
Nieto del rey Herodes el Grande, con el favor de Calígula logró
reunificar el reino de su antepasado sucediendo, como tetrarca de
Abilene –un pequeño país al norte de las fuentes del Jordán– primero (en
el año 37), sucediendo a Filipo en su tetrarquía después –que desde hacía
3 años estaba vacante– y finalmente, recibiendo los territorios del
depuesto Antipas.
En ese año Calígula había ordenado que su estatua fuera puesta en el
Templo de Jerusalén. Hacia el 40/41 el legado sirio Petronio intentó
cumplir la orden, pero viendo que iba a provocar una rebelión, decidió
retirarse sin cumplir la descabellada orden imperial. Antes que Petronio y
Agripa intentaran convencer a Calígula de desistir de semejante
provocación, éste fue asesinado.
Agripa tuvo una influencia importante en el acceso al trono de Claudio.
El reciente monarca, en agradecimiento, lo hizo rey sobre la totalidad del
antiguo reino de su abuelo Herodes el Grande. Reinó como Agripa I
sobre el antiguo reino del 41 al 44 d.C.
A diferencia de su abuelo, disfrutó del aprecio de los dirigentes del
pueblo (quizá por descender a través de su abuela Mariamme de los
asmoneos). Se mostró como un judío piadoso y observante de la ley.
Favoreció la religión judía y procedió contra los enemigos de la fe. Para
congraciarse con los fariseos persiguió a los cristianos. Santiago, hijo de
Zebedeo, fue hecho ejecutar por él (He 12,1-3).
Murió inesperadamente en el año 44 d.C. como consecuencia de una
enfermedad. A su muerte toda la región de Palestina fue anexada a la
provincia de Siria, y quedó bajo el gobierno de un procurador romano,
bajo la supervisión del legado de Siria 21 .
Agripa II obtuvo el territorio de Filipo y la sobre intendencia del templo
de Jerusalén, nombrando a voluntad los Sumos Sacerdotes. Aparece
junto a su hermana Berenice (Hech 25,13).
4. La guerra judía (66-70 d.C.) 22
Después de la muerte del rey Agripa, los romanos reorganizaron toda
Palestina como una provincia romana e intentaron afianzar su control
sobre el conflictivo país. Según Flavio Josefo, los desaciertos de una
administración romana ineficaz ocasionaron el terrible desenlace. La
gran sublevación que estalló a finales del reinado de Nerón señaló el
20 H. KÖSTER, “Agripa I y Agripa II”, en: Id., Introducción al Nuevo Testamento, 473-474.
21 Agripa dejó un hijo menor de edad, de su mismo nombre, al que no se le concedieron los derechos de
su padre al llegar a la mayoría de edad. Hacia el año 53 obtuvo la antigua tetrarquía de Filipos, Abilene y,
más adelante, también parte de Galilea y Tiberíades. Este Agripa II permaneció como soberano hasta el
100 d.C. No participó en la "guerra judía" sino que mantuvo su lealtad a los romanos. Hechos lo
menciona visitando al procurador Festo durante el interrogatorio de Pablo, en compañía de su hermana
Berenice (Hech 25 y 26).
22 J. LEIPOLDT - W. GRÜNDMANN, “7. La Guerra judaica y sus consecuencias”, en: Id., El mundo del
Nuevo Testamento I, Madrid (Cristiandad 1973), 183-188. H. KÖSTER, “Palestina y el judaísmo en la
época imperial”, en: Id., Introducción al Nuevo Testamento, 465-490. A. PAUL, “Guerra de los judíos
contra Roma y La resistencia nacionalista”, en: Id., El mundo judío en tiempos de Jesús. Historia Política,
Madrid (Cristiandad 1982), 60-63 y 217-233.
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declive del judaísmo palestinense y puso también de manifiesto las
divisiones latentes entre los judíos.
Señalaremos sucintamente algunos acontecimientos que marcaron la
escalada de violencia que desembocó en una guerra abierta:
Disturbios bajo el procurador CUMANO
En el año 51 d.C., un peregrino de Jerusalén, que se atrevió a pasar
por Samaría, fue asesinado por los samaritanos. Los dirigentes
judíos de Jerusalén pidieron al procurador Cumano un castigo
severo para los culpables. Como no lo hizo, los mismos judíos
atacaron Samaría. Quemaron varios pueblos y sometieron a sus
habitantes.
La intervención de Cumano contra los rebeldes judíos no se hizo
esperar. Pero el legado sirio Cuadrato, temiendo una propagación
del conflicto, mandó a todos a Roma –a Cumano, a los judíos
rebeldes y a los samaritanos involucrados– para que allí zanjaran
el conflicto. Las diversas negociaciones tuvieron lugar en Roma a
mediados del 52.
Hubo un acuerdo entre los judíos y el secretario imperial para la
administración, el poderoso Palas. Convinieron en que los judíos
rebeldes no serían castigados, pero estos, a su vez, debían solicitar
que Roma enviara a Palestina a Félix –un inepto liberto, hermano
de Palas– como procurador 23 .
FÉLIX procurador de Judea
Los años de su administración estuvieron colmados de disturbios
(muchos de ellos debidos a su incompetencia).
Durante estos años aparecieron por primera vez los llamados
"sicarios", agitadores violentos, que llevaban un puñal (sica)
debajo de sus ropas y aprovechaban cualquier oportunidad para
asesinar a cualquier sospechoso de colaborar con Roma.
Félix reprimió brutalmente un levantamiento de una gran
muchedumbre de religiosos que se habían encaminado al desierto
para esperar allí la venida del Mesías. Lo mismo hizo con una
insurrección dirigida por un profeta egipcio.
LAS PROCURADURÍAS DE FESTO Y ALBINO
FESTO parece haber sido un funcionario brillante y eficaz para
Roma. Josefo casi nada dice de él 24 . No así ALBINO (62-64),
quien, según Josefo, era un perfecto corrupto.
23 Sólo durante el tiempo que Palas logró mantener su cargo en la corte imperial estuvo asegurado para
Félix el puesto de procurador.
24 Parece que después de la muerte de Festo fue ejecutado Santiago, el llamado "hermano del Señor". Se
estima probable que tras este episodio, la comunidad cristiana de Jerusalén decidió emigrar a Pella, ciudad
de la Decápolis, que estaba bajo la administración directa del legado sirio (el resto de la región del otro
lado del Jordán caía bajo la jurisdicción de Agripa II).
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GESIO FLORO, el último procurador (64-66)
La actuación irrespetuosa de las fuerzas de ocupación romana y de
su incapaz procurador Gesio Floro (64-66 d.C.), en medio de un
clima profundamente deteriorado, exasperaron al pueblo judío, que
comenzó a agitarse y encaminarse decidida y concientemente hacia
la rebelión abierta.
Las polémicas entre la población judía y griega de Cesarea –hacia
el 66 d.C.– abrieron las hostilidades. Los paganos construyeron un
solar cercano a una Sinagoga que cerraba una parte de su entrada.
Un conflicto que podía haberse solucionado rápidamente con un
poco de buena voluntad y sentido común.
No obstante esto, y mostrando una imprudencia notable en el seno
de una situación tensa, el procurador Floro mandó retirar 17
talentos del tesoro del Templo.
Indignados, varios vecinos de Jerusalén pasaron por las calles de la
ciudad con unos cestos, diciendo que hacían una colecta para
remediar las necesidades del pobre procurador.
Floro, enfurecido, mandó a apresar y ejecutar a algunos de los
responsables, y permitió que los soldados saquearan la ciudad.
Reclamó otras dos cohortes de Cesarea y obligó a los judíos a
saludar solemnemente a las tropas. Persuadidos por los líderes de
los ambientes moderados, el pueblo aceptó sufrir esta humillación.
Pero cuando los soldados, saludados según las disposiciones, por
orden del procurador, no respondieron al saludo de los judíos, el
pueblo, humillado, se descontroló presa de la ira.
Estalló un motín, en medio de una gran confusión, sin que se
supiera exactamente como había comenzado. En las calles se
desató una lucha muy violenta y Floro tuvo que huir a Cesarea.
Uno de los cabecillas de los rebeldes era Eleazar, hijo del Sumo
Sacerdote, quien instó a los sacerdotes del Templo a suspender el
sacrificio diario por el emperador.
En Jerusalén quedó solo una cohorte en la fortaleza Antonia. El
resto de la ciudad fue tomada por los rebeldes.
Todo el verano del 66, sin que los romanos reemprendieran
ninguna acción, lo dedicaron los más ancianos del pueblo, bajo la
dirección del sumo sacerdote y apoyados por Agripa II, a negociar
con los rebeldes, intentando moverles a cambiar de actitud. Pero
fue inútil. La rebelión ya estaba alimentada por ideas mesiánicas
revolucionarias, que se habían introducido en todas las capas de la
población, incluso de la generación joven de la clase alta 25 .
En otoño del 66 intervino el legado de Siria Galo, pero no pudo
tomar Jerusalén. Finalmente, se retiró. Pero, durante su retirada fue
atacado por los rebeldes, sufriendo importantes pérdidas. Este
incidente terminó por convencer a los romanos de que no se
25 FLAVIO JOSEFO, que procedía de la clase alta, también perteneció al grupo de los cabecillas aristócratas
de la rebelión. En la organización militar de la resistencia fue designado como general en jefe del ejército
de Galilea. Allí chocó seriamente y más de una vez con el líder de la resistencia en Galilea Juan de
Giscala, quien terminó acusándolo de traidor ante las autoridades de Jerusalén y exigió que se lo relevara
de su puesto.
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enfrentaban simplemente a la indignación del pueblo por la
ineptitud del procurador sino a un movimiento generalizado,
exacerbado por un encendido entusiasmo mesiánico.
Los más radicales e intransigentes de entre ellos serán llamados
por Flavio Josefo los “zelotes”.
Intervención imperial directa
Entre tanto, NERÓN (54-68 d.C.) comprendió que había que hacer
algo con la rebelión en Palestina y confió al acreditado general
VESPASIANO el sometimiento de la rebelión judía.
VESPACIANO, tras reunir tres legiones y diferentes tropas
auxiliares, comenzó su campaña en la primavera del 67. Primero se
dirigió a Galilea.
FLAVIO JOSEFO era el general en jefe del ejército de la resistencia
judía. Pronto asistió a la caída de su principal fortaleza –Jotapata–
y al duro cuestionamiento del líder guerrillero Juan de Giscala. Las
tropas galileas se rindieron. Flavio Josefo fue conducido como
prisionero ¡y consejero! al campamento de Vespaciano. Juan de
Giscala logró huir a Jerusalén, donde pronto logró una importante
posición de poder.
En el 67 d.C. VESPACIANO sometía la Galilea, y pronto –hacia la
primavera del 68– logró dominar casi todo el país 26 . Pero la muerte
de Nerón en el verano del 68 frenó la guerra.
Jerusalén por entonces estaba dominada por las discusiones, a
veces sangrientas, entre las fuerzas moderadas y las más radicales.
El galileo y zelote JUAN DE GISCALA detentaba por entonces el
poder en Jerusalén. Pero otro grupo radicalizado de zelotes bajo el
mando de SIMÓN BAR GIORA consiguió entrar en Jerusalén. Las
luchas entre estos grupos fueron interminables 27 .
VESPACIANO, en la primavera del 69, comenzó el asedio de la
ciudad. Pero las sangrientas luchas por la sucesión de Nerón lo
obligaron a regresar a Roma. Finalmente fue aclamado emperador
(69-79 d.C.). Su hijo Tito, al frente de cuatro legiones bien
entrenadas, continuó con el asedio de una Jerusalén desgastada por
las luchas intestinas entre estos bandos guerrilleros rivales. Una
tras otra fueron cayendo las diversas zonas de la ciudad.
Finalmente, Jerusalén caía en la Pascua del 70 d.C. El Templo fue
presa de las llamas.
A los judíos se les prohibió en adelante entrar en Jerusalén. La
ciudad santa fue convertida en ciudad romana y se le dio el nombre
de “Aelia Capitolina” 28 .
Aquellos de entre los fariseos que no se habían comprometido en
la guerra judía intentaron construir en la ciudad costera de Jamnia,
26 También cayó por entonces Qumrán, cuyos moradores se habían unido a los rebeldes.
27 Cf. A. PAUL, “La resistencia nacionalista”, en: Id., El mundo judío en tiempos de Jesús. Historia
política, Madrid (Cristiandad 1982), 217-233.
28 También Samaría comenzó a llamarse en adelante Nablus –Neápolis–.
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sin Templo y sin sacerdotes, una nueva forma de judaísmo, que
habría de sobrevivir en las centurias siguientes como “judaísmo
rabínico” 29 .
El sistema romano de impuestos
Aunque los imperios se levantaban y caían, los sistemas imperiales no
cambiaban mucho. Las naciones sometidas pagaban tributo al poder imperial, y
a cambio, eran protegidas de las invasiones.
Israel, en tiempos de Jesús, era víctima de un sofisticado sistema de impuestos
ideado por las ciudades helenísticas.
Había dos clases de tributos directos:
1. Un impuesto sobre los productos del campo (“tributum soli”), que se
pagaba parte en especie y parte en dinero.
2. Otro sobre las personas (“tributum capitis”), que incluía diversas clases de
impuestos personales: una tasa sobre la propiedad –que variaba según la
evaluación del capital de la persona–, y otra estrictamente personal,
uniforme para todos los individuos (“capita”), incluyendo las mujeres y los
esclavos; sólo los niños y ancianos estaban exentos de él.
De los impuestos propiamente dichos hay que distinguir los derechos de
aduana, es decir, los impuestos indirectos sobre bienes en tránsito 30 .
En vez de cobrar los impuestos directamente, con el miedo de no recaudar a fin
de año lo presupuestado, el imperio instaló la costumbre de subastar el derecho
de recaudación entre personas privadas, que debían pagar de antemano la
cantidad asignada. A partir de ese momento, tenían las manos libres para hacer
lo que quisieran.
Por ejemplo, supongamos que en la ciudad de Corinto quisieran recaudar 10
millones al año. Una persona compraba el derecho de recaudación entregando
inmediatamente esa cantidad. Luego contactaba a cinco personas conocidas que
debían pagarle cada una 3 millones si querían trabajar con él. Así el primero
recibía ya 15 millones. Los que se comprometieron a entregar los 3 millones
contrataban a su vez personas de rango inferior, que lógicamente, querían ganar
lo suyo. Los 10 millones iniciales, en suma, se transformaba rápidamente paras
la población de Corinto en 20. Los otros 10 han quedado en el camino, en el
bolsillo de los recaudadores.
29 Siendo ADRIANO emperador (117-138 d.C.) se quiso construir sobre las ruinas del Templo uno a
Júpiter Capitolino y se prohibió la circuncisión. Inmediata rebelión guiada por BAR KOKBA que se
apodera parte de la Judea. El RABÍ AQUIBA saludó al Bar Kokba como el hijo de la estrella prometido en
Números 24,17; es decir con pretensiones mesiánicas. Los romanos los aplastaron y sobre Jerusalén
edificaron la COLONIA AELIA CAPITOLINA, erigiendo un templo a Júpiter. La nueva ciudad fue habitada
por no-judíos, mientras a estos se les prohibió el ingreso.
30 En tiempos de Jesús, por ejemplo los derechos de aduana que se percibían en Cafarnaum iban a
engrosar el erario de Herodes. En cambio, en Judea de aquel tiempo las tarifas fronterizas se destinaban al
tesoro imperial.
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Los romanos mantuvieron este sistema de las ciudades griegas. Los impuestos
de las provincias los recogían grupos de particulares, que compraban en pública
subasta las aportaciones de una provincia a un precio fijo, generalmente durante
cinco años. La junta tenía su presidente y sus oficinas en Roma. Éstos eran los
verdaderos “publicanos”, que frecuentemente subarrendaban algunas de las
exacciones. Los “publicanos”, o sus subarrendatarios, subcontrataban en cada
país esclavos o gente de clases inferiores como recaudadores de impuestos.
Las tarifas aduaneras eran fijadas por las autoridades, pero quedaba un enorme
margen para la arbitrariedad y la rapacidad de los recaudadores.
Movimientos religiosos y corrientes espirituales
del judaísmo de la época de Jesús 31
La Apocalíptica 32
En medio de las tribulaciones, guerras y calamidades surgió fuerte en el
judaísmo la pregunta acerca de la actuación salvífica definitiva de Dios.
Dado el contraste entre la situación presente y el mensaje de salvación, la
esperanza de los piadosos se dirige a una futura transformación universal.
La espera de este evento es el objeto de la literatura apocalíptica que florece
entre los s. II a.C. y s. II d.C. y que prevé que este mundo llegará a su fin en
medio de terribles convulsiones. Así en el nuevo mundo Dios podrá obrar aún
la salvación en favor de los piadosos, que será un retorno a la condición
paradisíaca. Dios pondrá fin a la historia e iniciará su reino eterno. "El altísimo
ha creado no un sólo eón, sino dos" (4Esd 7,50; cf. Dn 2,31-44, la estatua de
diversos materiales que se cae).
La espera escatológica de los primeros cristianos se sirve a menudo de
conceptos y términos apocalípticos desarrollados en el judaísmo. Este eón pasa
(1Cor 7,31), la venida del hijo del hombre es inminente en medio de una
convulsión cósmica (Mc 13,1-27), habrá un juicio ante el tribunal de Dios
(Rom 14,10) o otra vez, ante el tribunal de Cristo (2Cor 5,10).
El judaísmo rabínico rechazó la apocalíptica, incluso en las sinagogas los libros
apocalípticos fueron destruidos, por esto hay muy pocos en lengua hebrea, sólo
nos han llegados traducciones.
31 Johann MAIER, Entre los dos Testamentos. Historia y religión en la época del Segundo Templo,
Salamanca (Sígueme 1996). ARANDA PÉREZ - GARCÍA MARTÍNEZ - PÉREZ FERNÁNDEZ, Literatura judía
intertestamentaria, Navarra (Verbo Divino, IEB 9 1996). E. P. SANDERS, “El judaísmo como religión”,
en: Id., La figura histórica de Jesús, Navarra (Verbo Divino 2000 1993 ), 55-71.
32 SCHMITHALS, W., La apocalíptica. Introducción e interpretación. Bilbao (Ediciones EGA 1994).
SACHI, P., L’Apocalittica Giudaica e la sua storia. Brescia (Paideia Editrice 1990).
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Grupos y comunidades del judaísmo palestinense33
Los Saduceos 34
Los Fariseos 37
FLAVIO JOSEFO describe los grupos del judaísmo en los inicios del s. I d.C.,
siguiendo el modelo de las escuelas filosóficas griegas.
A los saduceos 35 Flavio Josefo los compara con los epicúreos.
Se sabe poco de ellos, salvo que la mayoría de los saduceos eran aristócratas 36 .
No creían en ninguna forma de vida después de la muerte y no aceptaban las
tradiciones especiales de los fariseos (únicamente reconocían como vinculante
la Torá escrita). Afirmaban que el bien y el mal estaban al alcance de la
elección del hombre y que éste puede hacer lo uno o lo otro a voluntad: Dios no
ejerce influjo alguno en las acciones humanas y el hombre mismo es la causa de
su propia fortuna o desgracia.
En el campo de la legislación penal eran muy severos. Pero no consideraban
vinculantes las normas establecidas por los fariseos sobre pureza e impureza
ritual. Con la caída de Jerusalén y la destrucción del templo desaparecieron.
El lector del Nuevo Testamento encuentra muy pocas veces a los saduceos (por
ejemplo Mt 3,7; 16,1.6.11.12; Mt 22,23-33 //; Hech 23,6-8; cf. Hech 5,1; el
EvJn y los otros escritos nunca los mencionan).
Su nombre deriva del hebreo perûsîm que significa "los separados"
Separados ¿de qué o de quién?
Dada su estricta observancia de las reglas de pureza legal, que los llevaba a
apartarse de quienes no seguían la ley, las fuentes tardías los presentan como
33 Johann MAIER, Grupos, corrientes y tendencias, en: Id., Entre los dos Testamentos. Historia y religión en la
época del Segundo Templo, Salamanca (Sígueme 1996), 291s. Ludger SCHENKE, “Los oyentes del mensaje de Jesús”,
en: Id., La comunidad primitiva, Salamanca (Sígueme 1999), 45-91. Raymond BROWN, “Jewish Religious World”,
en: Id., An Introduction to the New Testament, Doubleday (New York et al. 1996), 75-83.
34 Cf. J. L. SICRE, “Los saduceos”, en: Id., El Cuadrante II, 259-260. E. SCHÜRER, “Los saduceos”, en:
Id., Historia del pueblo judío en tiempos de Jesús II, Madrid (Cristiandad 1985), 525-537. TREVIJANO,
R., Orígenes del cristianismo. El trasfondo judío del cristianismo primitivo, Salamanca (U. P. de
Salamanca 1996); 273-277. J. JEREMÍAS, Jerusalén en tiempos de Jesús. Madrid (Cristiandad 1977), 245-
248.
35 El nombre de “saduceos” frecuentemente se lo considera derivado de “Sadoq“, sacerdote en Jerusalén
impuesto por Salomón (1Re 2,35). Ez 40-48 otorga a los hijos de Sadoq el ejercicio del sacerdocio en el
templo. Bajo los Asmoneos perdieron el Sumo Sacerdocio pero continuaron con el culto del templo y su
influencia política, y, aparentemente, lo recuperaron bajo los Herodes y los romanos. La mayoría de los
estudiosos suponen que muchos de los sumos sacerdotes del período romano eran saduceos (aunque no
tengamos información directa de ello).
36 "Cuentan sobre todo con los ricos, no tienen al pueblo de su parte"; "Esta doctrina es profesada por
pocos, pero éstos son hombres de posición elevada" (FLAVIO JOSEFO, Ant. Jud., XIII 10,6 y XVIII 1,4).
37 Cf. E. SCHÜRER, “Los fariseos”, en: Id., Historia del pueblo judío en tiempos de Jesús II, 507-524. J.
L. SICRE, “Los fariseos”, en: Id., El Cuadrante II, 260-265. R. TREVIJANO, Orígenes del Cristianismo,
265-273. J. JEREMÍAS, Jerusalén en tiempos de Jesús, 261-281.
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Los "Zelotes" y Sicarios 40
separados del vulgo ignorante que no observa la ley (especialmente del "pueblo de la
tierra", publicanos, pecadores) y de los extranjeros.
Se suele afirmar que surgieron en la época de los Macabeos como una
ramificación de los hasidîm (piadosos, fieles a la ley), que se opusieron a las
ambiciones políticas de los Asmoneos terminada la guerra (Cf. 1Mac 2,42;
7,13).
Se trata de un grupo muy heterogéneo que reivindicaban el derecho y el deber
de ser "santos". Rígidos observantes de las leyes y las tradiciones 38 –como
lavarse antes de las comidas (Mc 7,3), diezmos, ayuno los lunes y los jueves
(Lc 18,12), oraciones y ritos–. A pesar de las dificultades, no se retiraron para
poder practicar minuciosamente este género de vida ni al desierto ni a algún
monasterio o algo así. Seguían haciendo su vida normal, en medio de sus
conciudadanos (aunque procurando no contaminarse con ninguna persona
impura).
Según Flavio Josefo, los fariseos "practicaban los más altos ideales, tanto en su
manera de vivir como en su discurso" (Ant. Jud. 18,15). La ley de Dios abarca
todas las dimensiones de la vida, y los judíos piadosos pensaban detenidamente
cada detalle para observar la voluntad de Dios en todos los aspectos posibles.
Integraban el grupo sacerdotes y laicos, gente influyente y gente humilde,
personas cultas y simples artesanos y campesinos. Pero sobre todo eran
influyentes los miembros escribas, quienes interpretaban la Escritura a la luz de
las tradiciones de los antiguos, adaptando las normas a la vida práctica. Entre
ellos había posturas más rígidas y más flexibles 39 . Creían en la resurrección de
los muertos y alimentaban una fuerte esperanza mesiánica.
Según Flavio Josefo, en tiempos de Herodes habría unos 6.000 fariseos.
Debido a su devoción y precisión, los fariseos eran respetados y apreciados por
la mayoría de los demás judíos. En tiempos de Herodes no tenían ya fuerza
política (aunque ya antes de la destrucción de Jerusalén fue creciendo su
influencia, que se hizo determinante y decisiva después de la guerra contra
Roma).
Ellos impusieron su teología y espiritualidad al pueblo judío tras la destrucción
del Templo de Jerusalén del año 70 d.C. y sus doctrinas pasaron a identificarse
con el mismo judaísmo (judaísmo rabínico). A partir de entonces se dio el
mayor enfrentamiento entre fariseos y cristianos.
En el período de resistencia macabea hubo ya rebeldes, que reaparecieron sobre
todo en Galilea desde mediados del siglo I a.C. Fueron perseguidos como
bandidos por Herodes. Después de la muerte del rey produjeron graves
38 Elaboraron un importante cuerpo de "tradiciones" no bíblicas re relativas al modo de observar la ley.
Eran conocidos por la precisión con que interpretaban la ley y por el rigor con que la observaban.
39 En tiempos de Jesús esas dos mentalidades estaban representadas por las escuelas de Hillel (abierta) y
Šammai (rígida). Las diferencias entre ellos eran a veces muy notables.
40 Cf. J. L. SICRE, “Sicarios y zelotes”, en: Id., El Cuadrante II, 102-103. A. PAUL, “Pluralismo en la
resistencia: bandidos, sicarios y zelotas”, en: Id., El mundo judío en tiempos de Jesús. Historia política,
Madrid (Cristiandad 1982), 222-226.
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disturbios y, tras la destitución de Arquelao (año 6 d.C.), desavenencias sobre
la política ulterior del país.
Según Flavio Josefo, con ocasión del censo (6 d.C.) decretado por los romanos
para la provincia de Judea en orden a la recaudación de impuestos, surgió una
fuerte oposición y rebeldía de algunos judíos que pensaban que reconocer al
emperador y pagar el tributo iba contra el primer mandamiento; entre ellos de
un grupo de fariseos disidentes, movidos por un gran "celo" por la Ley. Su
fundador –dice el historiador judío– fue Judas el Galileo, quién habría optado
por la resistencia armada, refugiándose en la región oriental de las montañas de
Judea y haciendo incursiones guerrilleras. Así nació –según Flavio Josefo– una
«cuarta escuela de filosofía» supuestamente nueva, que nada tenía que ver con
las otras, a la que llama los "sicarios" y le atribuye la responsabilidad principal
en la escalada de violencia que iría a desembocar en la guerra del 66 d.C (en
ese contexto se habría organizado también el partido de los zelotes).
HOY DÍA SE CONSIDERA QUE ESTA NOTICIA ES MÁS BIEN ANACRÓNICA, dado
que se estima que el mentado levantamiento habría ocurrido hacia los años 50-
60, bastante después de la muerte de Jesús. Por tanto, no existían ni zelotes ni
sicarios aún en tiempos de Jesús, al menos como grupos organizados.
En tiempos de Jesús sin duda había personas "celosas" de la Ley, que podían
mantener posturas extremas, pero no estaban organizadas en ningún grupo o
partido político.
Los romanos los consideraban ladrones y bandidos y los combatieron sin
piedad, pero gozaban de buen consenso entre el pueblo. Su aspiración era de un
mesianismo político para instaurar el reino de Dios. Su inspiración escatológica
extrema llevó a algunos de entre ellos al convencimiento de que había que
actuar aquí y ahora, con violencia, porque había llegado el momento de
instaurar el Reino de Dios. Tras la caída de Jerusalén, según cuenta la leyenda,
los supervivientes se refugiaron en Masada. Allí, la mayoría de ellos se habría
suicidado ante la imposibilidad de resistir al asedio de los romanos.
Los Esenios 41
No son nombrados en los evangelios, pero sí aparecen en FILÓN Y JOSEFO.
Su origen aparentemente habría que buscarlo en el período asmoneo. Al llegar
estos al poder, depusieron, hacia el 142 a.C., a la familia sadoquita que
ostentaba el sumo Sacerdocio. Se estima que algunos de los sacerdotes
destituidos se habrían asociado en lo que luego llegó a ser el partido esenio.
Estos serían los fundadores y los que le dieron la impronta al grupo.
El número de esenios no era elevado con relación a la población total. Filón y
Josefo los cifran en 4000 personas aproximadamente en el período herodiano.
Los miembros de esta comunidad vivían en todas partes: en el campo, en
colonias propias y en barrios urbanos. Jerusalén contaba con un asentamiento
41 FILÓN los distingue a los terapeutas de los esenios indicando que llevaban una vida aún más retirada;
vivían en una especie de monasterio junto al lago de Mareotide, cerca de Alejandría. Dedicaban su
jornada al estudio y meditación de la Escritura. Se los puede considerar una derivación de los esenios en
la diáspora de Egipto. Aunque no hay pruebas contundentes, pudo haber una relación con el nacimiento
del monaquismo cristiano en Egipto. Cf. J. L. SICRE, “Esenios y cristianos”, en: Id., El Cuadrante II., 213-
222.
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esenio (se conjetura estaba ubicado en la colina sudoccidental de la ciudad).
Entre ellos, algunos vivían apartados, al estilo monástico. Hoy día se conoce
relativamente bien una de esas comunidades –Qumrán–; se estima que hubo
más comunidades de este tipo en Palestina.
La Comunidad y los Textos de Qumrán 42
Qumrán es el nombre que lleva una meseta o altiplanicie en la costa
noroccidental del Mar Muerto. Este sitio hubiera seguido desconocido por
nosotros si no fuera porque –hacia 1947– en once cuevas de sus alrededores se
produjo lo que se llamó “el más grande hallazgo de manuscritos de los tiempos
modernos”. Desde entonces se comenzó a hablar de los manuscritos de Qumrán
o rollos del Mar Muerto (ya que a partir de lo de Qumrán la búsqueda y el
hallazgo de manuscritos y documentos antiquísimos se extendió a toda la costa
del Mar Muerto).
Sólo ¼ de los mismos son textos bíblicos; la mayoría son textos no-biblicos
(también llamada inter-testamentaria o mejor para-bíblica). Dentro de esta
categoría tenemos, por un lado, textos relacionados estrechamente con el
Antiguo Testamento (AT) como los Targumes, esto es, traducciones ampliadas
al arameo; otras traducciones al griego, paráfrasis o citaciones libres de textos
bíblicos y comentarios al AT. Por otra parte tenemos textos no relacionados
directamente con la Biblia sino más bien propios de un grupo o secta, como ser
el Manual de disciplina o regla de la comunidad, regla de la asamblea,
bendiciones y un libro de himnos o salmos para el rezo comunitario entre otros.
En cuanto a los textos bíblicos podemos decir que se encontraron al menos
fragmentos de todos los libros que componen el Antiguo Testamento, salvo el
de Ester. Es famoso un rollo del profeta Isaías porque está casi completo, en
muy buen estado de conservación y se encuentra en exposición desplegado todo
a lo largo del muro circular que constituye el Templo del Libro en Jerusalén.
Todo este material considerado en bloque viene datado con probabilidad entre
los siglos II a.C. y I d.C.
¿Quién escribió estos textos?; ¿a quién pertenecían?; ¿cómo llegaron hasta las
cuevas?.
La opinión más aceptada es relacionarlos con la comunidad que habitaba
justamente en la parte oriental de la meseta de Qumrán y cuyas ruinas fueron
excavadas entre 1951 y 1956. En este asentamiento se detectaron restos de un
acueducto; una especie de edificio central con diversas habitaciones, entre ellas
un posible lugar para que trabajen los escribas o copistas (scriptorium), y un
gran cementerio. Además hay indicios de que el lugar fue habitado entre los
años 134 y 31 a.C. Después un terremoto lo hizo inhabitable. Al parecer volvió
a ser habitado alrededor del año 4 d.C. hasta el 68 d.C. cuando los romanos
guiados por Vespasiano lo destruyeron.
Qumrán ofrece una importante cantidad de literatura judía palestina anterior o
casi contemporánea al NT y permite por tanto hacer interesantes
comparaciones. Así se han encontrado varios textos paralelos (frases
semejantes presentes tanto en el NT como en los manuscritos de Qumrán),
cierta semejanza en algunos términos o expresiones, ciertos temas en común
42 J. L. SICRE, “Qumrán”, en: Id., El Cuadrante II, 223-237. Jean PUILLY, Qumrán, (Verbo Divino,
Documentos entorno a la Biblia 19 1991). Hartmut STEGEMANN, Los esenios, Qumrán, Juan Bautista y
Jesús, Madrid (Trotta 1996). F. GARCÍA MARTÍNEZ - J. TREBOLLE BARRERA, Los hombres de Qumrán.
Literatura, estructura social y concepciones religiosas, Madrid (Trotta 1993).
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21
Los Escribas
como la esperanza mesiánica, el recurso a la Escritura para argumentar, el
divorcio y la observancia de la Ley entre otros.
La clase de los escribas constituyó un grupo independiente después del 70 d.C..
Antes estaban integrados en algunos de los "partidos" (aunque en su mayoría
eran fariseos). Su origen se suele remontar a Esdras, sacerdote y escriba (cf.
Esd 7,6.11), estableciendo así un puente en la transmisión fiel de la ley entre
los profetas y los escribas (cf. Mishna, Abot,1,1).
A partir del s. II a.C. hay datos concretos sobre escribas particulares. Su
constitución como clase debió surgir en contacto y como respuesta a la cultura
helénica. Se asume de los griegos para aplicarlo a la enseñanza de la Ley el
método dialéctico, con preguntas y respuestas y el recurso a la autoridad de los
maestros. Puesto que se dedicaban a la interpretación-aplicación de las
Escrituras según la tradición se los llamaba también doctores de la ley, sabios o
maestros (rabbi, Mt 23,7ss). Esto mismo les valía ser honrados por el pueblo y
puestos de honor en la sinagoga (Mc 12,38-39).
Para llegar a ser escribas se necesitaban largos y profundos años de estudio a
los pies de un maestro (He 22,3), aprendiendo de él en un juego de preguntas y
respuestas (Lc 10,25-28.37). Finalizados con éxito los estudios el maestro le
imponía las manos y lo ordenaba escriba. De este modo se inserta en la cadena
de la tradición que se remontaba hasta Moisés.
En tiempos de Jesús los escribas más famosos que fundaron escuelas fueron
Hillel y Shammai. De la escuela de Hillel surgió Gamaliel, de quien se habla en
He 5,34-38; 22,3. Después de la destrucción de Jerusalén fueron los escribas
quienes restauraron la comunidad judía, en particular sobresale la figura de R.
Johanan ben Zakkai quien fundó la academia de Yammia.
Para el tema de la liturgia judía:
B. ROLLAND, “Las instituciones religiosas”, en: Ch. SAULNIER - B. ROLLAND,
Palestina en tiempos de Jesús, Navarra (Verbo Divino CB 27 1994), 24-
36.
Thierry MAERTENS, Fiesta en honor a Yave, Madrid (Cristiandad 1964).
R. de VAUX, “Las fiestas antiguas de Israel”, en: Id., Instituciones del Antiguo
Testamento, Barcelona (Herder 1976), 610-630.
A. C. AVRIL - D. de La MAISONNEUVE, Las fiestas judías, Navarra (Verbo Divino,
Documentos en torno a la Biblia 25 1996).
TRASFONDO HISTÓRICO, RELIGIOSO Y SOCIAL DEL MUNDO DEL NUEVO TESTAMENTO /// 13/03/2011
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