DECALOGO DE RECOMENDACIONES PARA LAS EMPRESAS EN INNOVACION

DECÁLOGO DE RECOMENDACIONES PARA LAS EMPRESAS EN INNOVACIÓN
1ª
Impulsar la innovación abierta y su desarrollo sectorial
Fomentar la innovación abierta, con participación de agentes externos , a través de redes de colaboración que
puedan incluir a fabricantes, competidores, socios, proveedores, Universidades, Centros públicos o privados de
investigación, ONGs, consumidores, sociedad, etc. Es importante no sólo la correcta y extensa identificación de
los agentes de la innovación abierta y de sus contribuciones, sino también la gestión de la calidad de la relación
entre las empresas y los distintos agentes. En función del sector y actividad de negocio de cada empresa es
recomendable que puedan formarse clusters empresariales con participación también del sector público e
incorporar en los mismos a las PYME. La innovación requiere cada vez con mayor intensidad, un enfoque
sectorial para la búsqueda de nuevos nichos de mercado.
El modelo de aprendizaje y conocimiento en las empresas debe girar a la estructura en red abierta a clientes,
proveedores, partners, centros públicos o privados de investigación, competidores, fabricantes, productores
etc., y adquiere una nueva dimensión con el creciente fenómeno de las redes sociales, que visualizan nuevas
oportunidades y espacios de comunicación y colaboración con los agentes externos.
2ª
Planificar la innovación en la empresa con un horizonte a largo plazo
Promover el autodiagnóstico de la situación de la innovación en la empresa para, a partir del mismo, avanzar
en Planes Directores de innovación con identificación de acciones prioritarias y asignar los recursos
económicos, humanos y tecnológicos suficientes para el desarrollo de la innovación, buscando la optimización
de los mismos y márgenes de rentabilidad privada y social con una perspectiva a largo plazo.
En este proceso resulta esencial establecer los mecanismos de seguimiento, medición y comunicación
adecuados para gestionar y controlar los riesgos, detectar las áreas de mejora y conocer los avances,
retrocesos y resultados del proceso innovador de modo que los agentes internos y externos conozcan lo que
está pasando y, eventualmente, se traslade la información a la sociedad.
3ª
Gestionar la innovación en la empresa de manera integral
Fomentar la gestión integral de la innovación en la empresa, con indicadores cuantitativos y cualitativos y su
vinculación con los sistemas de gestión de la calidad y la responsabilidad social.
Es conveniente que en las empresas cuya dimensión lo permita, se impulse la adopción de herramientas y
procedimientos de innovación y conectarlos con los principios y valores de gestión éticos, sociales y
medioambientales, en la búsqueda de una gestión integrada de los tres sistemas.
La innovación debe gestionarse fácilmente, sin interferir en los procesos ordinarios de la organización ni
provocar la resistencia al cambio, facilitando la participación de todos los agentes involucrados.
Instituto de Sostenibilidad , Empleabilidad e innovación-ISEieurope www.iseieurope.org

4ª
Poner en valor la importancia económica de la innovación
Resaltar la importancia económica de la innovación como esencial en el desarrollo y en la búsqueda de
competitividad. En ese aspecto, la innovación debe desarrollarse en las empresas como ventaja competitiva y
como nuevo paradigma empresarial y de creación de valor con el objeto de abrir nuevas oportunidades en
competitividad y productividad y con especial atención a las exigencias marcadas por los clientes,
competidores, nuevas necesidades sociales y hábitos de consumo y poder generar entornos de libre
competencia para crear nuevos mercados.
Las empresas españolas deben apostar con más decisión por la innovación como mecanismo de modernización
y generación de ventajas competitivas, como vía de incremento de su posicionamiento en los mercados
internacionales y como motor y redefinición de sectores o mercados.
En este sentido, se debe cuantificar el valor de los resultados obtenidos en el proceso de innovación en la
mejora de productos o servicios, en la eficiencia interna de los procesos mediante disminución de costes, en la
mejora de la imagen de la empresa y en la capitalización de lo que se ha conseguido obtener a través de los
procesos de innovación.
5º
Canalizar el compromiso con la innovación a través del liderazgo innovador
Impulsar el desarrollo de un liderazgo innovador y de competencias en los mandos intermedios que fomente el
emprendizaje interno, el pensamiento creativo, la búsqueda de soluciones innovadoras y un entorno favorable a
la innovación.
La dirección debe buscar la innovación de forma explícita y mostrar tolerancia al fracaso como una vía
intermedia de obtención de soluciones innovadoras de éxito, además de promover de manera eficaz la gestión
de personas y redes y sus interacciones.
Resulta esencial que el concepto de liderazgo innovador no se limite exclusivamente a las grandes
multinacionales y potenciar su verdadera dimensión en las PYME, que cuentan con recursos más limitados por
lo que su recorrido en innovación es de menor alcance.
6ª
Desarrollar una cultura innovadora y sostenible en las empresas
Favorecer la cultura innovadora como componente esencial para el crecimiento inteligente de las empresas que
debe gestionarse en función de la detección y eliminación de sus barreras y la potenciación de sus impulsores o
facilitadores desde un enfoque de sostenibilidad y largo plazo.
En este sentido, cada empresa en función del tipo de negocio, de los recursos humanos y económicos
disponibles, de los mercados dónde opera y de sus valores, debe incentivar su propia cultura innovadora como
palanca de crecimiento y transformación, tomando en cuenta no sólo su impacto económico sino también su
aportación de valor en la cuenta de explotación de la responsabilidad social. La innovación mejorará la cultura
de la empresa si se incluye ésta en la misión, visión y valores empresariales y se elige un portfolio adecuado de
innovación con orientación hacia la innovación abierta, social y responsable.
Instituto de Sostenibilidad , Empleabilidad e innovación-ISEieurope www.iseieurope.org

7ª
Invertir en investigación y desarrollo
Invertir en I+D para tener innovaciones de mayor valor en el mercado y a largo plazo y desarrollar
capacidades tecnológicas propias con la implementación de herramientas que fortalezcan la innovación
tecnológica, tomando en cuenta que la inversión privada en I+D en España representa sólo 0,74% del PIB frente
al 1,19% de la media UE-27.
Es necesario conocer, investigar, experimentar y desarrollar productos, servicios o procesos primero, para
innovar después ya que la innovación puede ser inadecuada o inconsistente y no afrontar los retos y/o
problemas que se precisan resolver o no adaptarse a las necesidades reales de clientes y otros agentes de la
innovación, por lo que la inversión en investigación y desarrollo debe potenciarse además a través de fórmulas
de agrupamiento o redes de colaboración, mediante centros de investigación, clusters empresariales o
sistemas regionales o comunidades de conocimiento donde están presentes representantes de las empresas,
del sector público, de las Universidades y científicos o investigadores.
8ª
Favorecer la formación y cualificación de los trabajadores
Fomentar la capacitación de los empleados en áreas de innovación y tecnologías revierte en un impacto positivo
para las empresas en la mejora de su productividad e incrementa la empleabilidad de sus trabajadores.
Resulta imprescindible capacitar a las personas para innovar y en este punto la formación es la base para que
las personas desarrollen sus capacidades de innovación, se creen más puestos en sectores tecnológicos,
aumente el número de pequeñas y medianas empresas que realizan innovación y se facilite la adaptación de los
trabajadores a los cambios y nuevas necesidades del mercado. Para aprovechar esas capacidades es necesario
crear un entorno de trabajo innovador en la empresa.
9ª
Fomentar la interacción entre Innovación y Responsabilidad Social
Incorporar en la gestión de la innovación los criterios sociales y medioambientales y no solo los de
rentabilidad económica, a través de una estrategia de negocio sostenible e inclusiva, que busque también la
aceptación social de la innovación en las operaciones y resultados.
Las empresas responsables deben incorporar en su ADN la innovación responsable a la hora de implantar
cambios en su proceso de producción, su canal de distribución, su relación con empleados o proveedores o
incluso innovando en su compromiso social de mejora de las condiciones de vida y de trabajo en las
comunidades dónde operan.
Las empresas deben aprovechar la interacción entre innovación y responsabilidad social en las estrategias de
negocio y de crecimiento sostenible e inclusivo, pero también en el nivel de exigencia, interlocución y poder
(esencialmente como consumidores) de los agentes externos de la innovación.
Instituto de Sostenibilidad , Empleabilidad e innovación-ISEieurope www.iseieurope.org

10ª
Vincular la innovación con los nuevos retos de la economía sostenible
Relacionar la innovación en la empresa con el cambio de modelo productivo y los nuevos retos de
sostenibilidad, donde existen potenciales áreas de desarrollo de negocio como el fomento de la sociedad
digital, el uso de las energías renovables para la mitigación del cambio climático , la biotecnología o la
sociedad digital de la información.
Asimismo, la innovación responsable conlleva una contribución de la empresa a la sociedad, para dar soluciones
a retos globales como la salud y el envejecimiento demográfico o la mayor participación de los jóvenes en el
mercado laboral y en la sociedad. Además la innovación puede traer productos y servicios con precios
asequibles a millones de consumidores que los necesitan (base de la pirámide) y la apertura de nuevos
mercados internacionales ya que los modelos de negocio en los mercados de renta baja brindan grandes
oportunidades para desarrollar soluciones innovadoras que colaboren efectivamente con la reducción de
pobreza y generen capacidades y productos que mejoren la competitividad.
En este contexto, se requiere de las empresas innovaciones radicales, tanto tecnológicas, como en los modelos
de negocio y es necesario revaluar su proposición de valor, exigiendo un nuevo nivel de eficiencia de capital, y
nuevas maneras para medir los éxitos financieros.
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