algunos-secretos-revelados-en-el-coran
algunos-secretos-revelados-en-el-coran
algunos-secretos-revelados-en-el-coran
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
La vida d<strong>el</strong> profeta José es un ejemplo <strong>en</strong> <strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido de que lo que se urde para perjudicar a los crey<strong>en</strong>tes <strong>en</strong><br />
definitiva se volverá a favor de éstos y <strong>en</strong> contra de los conspiradores. Como se r<strong>el</strong>ata <strong>en</strong> <strong>el</strong> capítulo doce titulado<br />
José, los hermanos de éste, consumidos por la <strong>en</strong>vidia, se conjuraron y le arrojaron a un pozo. Por otra parte,<br />
cuando José fue a vivir a la casa d<strong>el</strong> gobernador, la esposa de éste también urdió un plan <strong>en</strong> <strong>el</strong> que incluía al<br />
profeta. La promesa de Dios aseguró la frustración de esos complots y le protegió de los perjuicios. Fue Dios<br />
qui<strong>en</strong> siguió ad<strong>el</strong>ante con lo que había planificado y estableció como autoridad de los tesoros reales a José, qui<strong>en</strong><br />
manifestó que las intrigas de los incrédulos están cond<strong>en</strong>adas al fracaso:<br />
(Dijo José:) “Esto es así para que sepa (mi señor, es decir, <strong>el</strong> rey) que no le he traicionado a<br />
escondidas y que Dios no dirige la astucia de los traidores. (Corán, 12:52)<br />
Las disputas debilitan<br />
Uno de los <strong>secretos</strong> importantes que Dios rev<strong>el</strong>a a los crey<strong>en</strong>tes es <strong>el</strong> de evitar las disputas, pues si incurr<strong>en</strong><br />
<strong>en</strong> <strong>el</strong>lo perderán fuerza y se les debilitará <strong>el</strong> corazón:<br />
¡Y obedeced a Dios y a Su Enviado! ¡No discutáis! Si no, os desanimaréis y se <strong>en</strong>friará vuestro ardor.<br />
¡T<strong>en</strong>ed paci<strong>en</strong>cia, que Dios está con los paci<strong>en</strong>tes! (Corán, 8:46)<br />
La moral coránica está marcada por la modestia. Qui<strong>en</strong>es adhier<strong>en</strong> a esos valores morales aclaran las<br />
disputas, <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran soluciones a los problemas, hac<strong>en</strong> las cosas fáciles para los demás y no exhib<strong>en</strong> codicia. Las<br />
p<strong>el</strong>eas serían inevitables si dicha moral no existiese. Es totalm<strong>en</strong>te normal que cada uno t<strong>en</strong>ga su propia opinión<br />
sobre algo. Por ejemplo, veinte personas pued<strong>en</strong> proponer veinte soluciones distintas a un problema y cada<br />
solución puede t<strong>en</strong>er una coher<strong>en</strong>cia determinada. Si cada uno insiste <strong>en</strong> que lo suyo es lo correcto, es obvio que<br />
habrá conflicto. En ese caso, más que llegar a un cons<strong>en</strong>so, se impondrán la disputa y las ambiciones personales,<br />
lo cual impedirá acciones correctas por la causa de Dios. En consecu<strong>en</strong>cia, se disipará la fuerza que repres<strong>en</strong>tan<br />
esas veinte personas y desaparecerá la unión y hermandad <strong>en</strong>tre <strong>el</strong>los.<br />
Los crey<strong>en</strong>tes deberían amarse, sacrificarse <strong>el</strong> uno por <strong>el</strong> otro y establecer la solidaridad y la cooperación<br />
<strong>en</strong>tre <strong>el</strong>los. En los mom<strong>en</strong>tos de dificultades deberían ocuparse especialm<strong>en</strong>te d<strong>el</strong> recuerdo de Dios, ser más<br />
paci<strong>en</strong>tes y def<strong>en</strong>derse más solidariam<strong>en</strong>te. La disputa les reduce la fortaleza <strong>en</strong> tanto que la cooperación la<br />
aum<strong>en</strong>ta. Dios rev<strong>el</strong>ó que si los crey<strong>en</strong>tes no son amigos y se proteg<strong>en</strong> <strong>en</strong>tre <strong>el</strong>los, la tierra será inundada por la<br />
confusión y una inm<strong>en</strong>sa corrupción:<br />
Los infi<strong>el</strong>es son amigos unos de otros. Si no obráis así (como ord<strong>en</strong>a a los crey<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> <strong>el</strong> versículo<br />
anterior), habrá <strong>en</strong> la tierra desord<strong>en</strong> y gran corrupción. (Corán, 8:73)<br />
Cada cosa de las m<strong>en</strong>cionadas es algo clave rev<strong>el</strong>ado por Dios y de cuyo cumplimi<strong>en</strong>to y responsabilidad<br />
hizo cargo a los musulmanes. Ningún musulmán debería considerar algo trivial decir a otro musulmán, por<br />
ejemplo, “¿Y qué pasa si discutimos?”. Eso es así porque Dios nos informa que toda disputa <strong>en</strong>tre musulmanes<br />
significa la disminución de la fortaleza de los crey<strong>en</strong>tes, de lo que deberán r<strong>en</strong>dir cu<strong>en</strong>tas a Dios. A eso se debe<br />
que nuestro amado Profeta dijo: “Teman a Dios. Hagan las paces <strong>en</strong>tre ustedes. Por cierto, Dios hace las paces<br />
<strong>en</strong>tre los musulmanes 7 ”.<br />
32