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decir que me acepto y me quiero tal como soy, por lo que defiendo y busco todo aquello
que me haga sentir bien, y evito lo que me hace daño.
Esta capacidad para amar, tener confianza y respeto por uno mismo(a), se construye,
como todas las demás, desde el nacimiento. Por esta razón las expectativas de la madre,
el padre, y de la familia juegan un papel muy importante en la consolidación de la autoestima.
Sus actitudes pueden ser determinantes para el desarrollo de la seguridad y la confianza
de hijas e hijos; de su capacidad para valorarse y valorar a los demás.
3.3 Asertividad: pienso, siento y necesito
Ser asertivo es expresar y sostener lo que pienso, siento o necesito, sin la intención de
herir a nadie. La asertividad se manifiesta en actitudes basadas en el reconocimiento y el
respeto de mis derechos, y los de las personas con quienes convivo.
También significa la conciencia de que no tengo que aceptar aquello con lo que no
estoy de acuerdo o no deseo y que mis necesidades son tan importantes como las de los
demás. Es aprender a decir no, sin sentir culpa por ello.
En la conducta asertiva hay cabida para la empatía, esto es, para ponerse en el lugar
de las otras personas y considerar su forma de sentir y sus necesidades. Por otra parte, la
comunicación asertiva es la que busca expresar lo que pienso, siento y necesito de forma
clara y respetuosa hacia lo que otros sienten, piensan y necesitan, sin la intención de molestar,
pero entendiendo que si les causa problemas, puede tratarse de algo inevitable que
no necesariamente me concierne. El hecho de afectar a los otros puede no ser razón para
que yo renuncie a lo que a mí me hace falta.
En síntesis, podríamos decir que la asertividad significa dejar de ser una persona sumisa
o, por el contrario, impositiva, para convertirse en una persona razonable.
3.4 Las decisiones y la responsabilidad
La diferencia de sexos es un gran regalo de la naturaleza. Es una fuente de placer y de
alegrías, y es el fundamento de la preservación de la especie y de nuestra estructura familiar.
Es por ello que la sexualidad no debe inspirarnos miedo. Miedo debería darnos la ignorancia.
Los jóvenes son inteligentes. Si se les educa en igualdad, libertad, respeto y con información
científica, pueden asumir su responsabilidad y ampliar su capacidad de tolerancia.
Por eso no debemos tener miedo de hablar sobre las manifestaciones del erotismo 18 ; el
derecho al placer; las relaciones sexuales; la masturbación y las preferencias sexuales.
Por el contrario, a fin de que puedan tomar decisiones de las que se hagan efectivamente
responsables, es indispensable brindarles los elementos necesarios: que valoren y
cuiden su cuerpo y el de su compañero o compañera.
18. Busca la definición de esta palabra en el glosario, en el anexo al final de esta guía.
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